Tratamientos preventivos de invierno para los rosales (II). Fungicidas de contacto (Cobre y azufre)

En esta segunda entrada sobre los tratamientos preventivos de invierno para nuestros rosales me gustaría centrarme en el uso de dos fungicidas de contacto, los preparados a base de cobre y el azufre.

Como decíamos en la primera entrada sobre estos temas, con el uso del aceite insecticida en invierno podemos mitigar los efectos de las plagas sobre nuestras plantas cuando vuelvan a estar en actividad vegetativa eliminando huevos y larvas e insectos en estado de hibernación.
La utilización  del cobre y el azufre como tratamientos preventivos nos ayudará a hacer lo propio con relación a las enfermedades fúngicas, evitando o eliminando la aparición de hongos cuando las condiciones de temperatura y humedad vuelvan a ser idóneas en primavera.
Más aún en el caso de que durante la temporada anterior hayamos tenido rosales afectados por plagas o enfermedades será más probable que la temporada siguiente vuelvan a producirse. De ahí que sea tan importante la acción preventiva con insecticidas y fungicidas.

Los productos a base de cobre podemos aplicarlos junto con el aceite insecticida o efectuar los tratamientos por separado, en dos aplicaciones, dejando transcurrir unos días entre ambas.

Por el contrario, el azufre jamás lo aplicaremos junto al aceite, es más, es obligado dejar pasar entre 30/40 días antes y después entre las aplicaciones de aceite insecticida y las de azufre.


En las plantas, las enfermedades pueden estar producidas por bacterias. virus y hongos. Pero es un porcentaje ínfimo el que está producido por las dos primeras. La inmensa mayoría de enfermedades están provocadas por los hongos (Enfermedades fúngicas).

Vamos a dejar para otra entrada el hablar un poquito más en profundidad sobre qué son y como se comportan los hongos.

Hoy tan solo diremos que la actuación de estos hongos sobre las plantas puede darse de dos formas:

  • Hay hongos ectoparásitos como los del oidio (Sphaerotheca pannosa) que se desarrollan en el exterior del rosal y no llegan a penetrar en su interior.
  • Pero también existen hongos endoparásitos  como son los del mildiu (Peronospora sparsa) roya (Phragmidium mucronatum), antracnosis, brotitis, repilo, etc. que llegan a adentrarse en el interior de la planta atacándolo desde dentro.
El tratamiento que utilizaremos contra unos y otros deberá ser algo distinto. Aunque siempre tendremos en cuenta que
generalmente, una vez contraída la enfermedad, contra los endoparásitos como el Mildium se requerirá la acción de fungicidas sistémicos que actúen desde el interior de la planta.
Usaremos compuestos de cobre como los dos que hemos mencionado, el oxicloruro de cobre, el sulfato de cobre o incluso el caldo bordelés (Sulfato de cobre con cal) del que hablaremos en otra ocasión. Con la precaución de no hacerlo nunca a pleno sol
Por el contrario, contra los hongos ectoparásitos como no llegan a penetrar en el tejido de la planta utilizaremos compuestos a base de azufre que variando el pH de la superficie de la hoja (acidificándolo), generalmente es suficiente para eliminarlos (Nunca a pleno sol, ni con temperaturas superiores a los 28 grados ya que podrían producirse quemaduras)

Los productos que usaremos contra estos hongos y las enfermedades que provocan, son los fungicidasSon productos que actúan sobre los hongos afectando su membrana celular, haciendo inactivas algunas de sus enzimas o proteínas o interfiriendo en la respiración.
A diferencia de cómo actúan los medicamentos sobre los seres humanos, para que la mayoría de fungicidas sean efectivos es preciso que se apliquen antes de que aparezca la enfermedad o a las primeras señales de producirse ésta.
Las secuelas y daños  que causa la enfermedad en las pantas, a diferencia de lo que ocurre en los animales y personas, no desaparecen aunque se elimine el hongo.
Las aplicaciones de fungicidas pueden efectuarse como polvos, en forma líquida, de gránulos, etc siendo absolutamente imprescindible el uso de guantes y mascarillas en la aplicación (como en cualquier producto fitosanitario)

Los fungicidas  pueden ser de contacto y sistémicos según su forma de actuación sobre la planta:
  • Son fungicidas de contacto (llamados también protectores) aquellos que permanecen en el exterior de la planta actuando solamente desde fuera de ella sin llegar a penetrarla, únicamente dónde se ha depositado el producto. Este tipo de fungicidas se deben usar antes de que a enfermedad se manifieste, antes de que haya esporas, impidiendo así que los esporangios (contenedores de las esporas) germinen y puedan llegar al interior de la planta penetrándola para absorber la savia. De ahí que este tipo de fungicidas sea más bien preventivo más que curativo y también que sea importante cubrir concienzudamente todas las partes de la planta con ellos.
Los fungicidas no sistémicos o de contacto permanecen sobre la superficie del rosal quedando adheridos a él, así las esporas no pueden germinar al caer sobre la planta debido a la acción del producto.
Al estar la planta en constante crecimiento, se requieren por ello repetidas aplicaciones para proteger el crecimiento nuevo, así como para volver a aplicar producto allí dónde el agua o el riego lo han eliminado e incluso dónde la luz ambiental ha producido su degradación.

Deben aplicarse antes de que aparezcan los síntomas de enfermedad . Si el hongo ya ha infectado la planta, los fungicidas de contacto hacen ya poco efecto.
  • Por el contrario los fungicidas sistémicos (también llamados erradicadores) llegan a penetrar en las distintas partes de a planta siendo absorbidos por las hojas actuando desde su interior del rosal. Son fungicidas  que pueden utilizarse de modo preventivo pero además tienen a ventaja de ser más eficaces cuando el rosal ya ha enfermado en contraposición a los fungicidas de contacto que son más preventivos.
Hay quienes piensan, no sin bastante lógica, que el uso de fungicidas sistémicos cuando no sean precisos provoca que otros hongos endoparasitarios aumenten su resistencia a estos productos provocando que lleguen a no ser eficaces o a necesitar dosis más elevadas. De ahí que se aconseja el uso de fungicidas de contacto como el cobre o el azufre y únicamente en casos necesarios, ante las enfermedades endofúngicas, utilizar fungicidas sistémicos.

Más adelante hablaremos con detenimiento sobre los fungicidas sistémicos.

Preparados a base de COBRE: Se trata de fungicidas (y bactericidas) de contacto concentrado que actúan tanto de forma preventiva como curativa (hasta cierto punto) en enfermedades provocadas por distintos hongos eliminando sus esporas o impidiendo que éstas germinen. Es especialmente efectivo contra roya, mancha negra, oídio y mildium.
El cobre podemos adquirirlo en distintas combinaciones químicas,  dos de ellas son el oxicloruro de cobre y el óxido cuproso.

Se puede adquirir en forma de polvo para espolvorear, suspensiones, polvo mojable, gránulos solubles o dispersables, etc.
Así pues, tanto el oxicloruro de cobre como el óxido cuproso son productos válidos para ser usado como preventivos de enfermedades durante el periodo en que nuestros rosales no están con actividad vegetativa.  
Yo uso estos dos en concreto pero podéis encontrar en el mercado muchísimos otros ofrecidos por casas de vuestra confianza que os darán igualmente estupendos resultados.



 Modo de aplicación de los productos cúpricos:
  • Es imprescindible leer las instrucciones de uso que indica el envase del producto y ceñirnos exactamente a ellas en lo que hace a la dosificación y modo de empleo.
  • Tenemos que asegurarnos de que el producto deben cubrir lo mejor posible todo el follaje
  • No se recomienda su aplicación en días fríos y húmedos.
  • Es aconsejable cubrir con ellos también el sustrato que rodea al rosal y no solamente la planta
  • Pueden mezclarse a la hora de su aplicación con aceites insecticidas. Si alguien quiere consultar la entrada que colgué sobre estos productos puede pinchar en este enlace.
Periodicidad de las aplicaciones de cobre:

Podéis ver en este calendario que a estas alturas de final de diciembre ya he hecho dos aplicaciones de cobre mezclado con aceite insecticida:
  • primeros de noviembre
  • primeros de este mes de diciembre
  • y  la tercera la tengo prevista para el momento en que haga la poda que imagino que será allá por primeros de febrero o cuando las heladas ya no sean tan fuertes.
  • El número de fumigaciones dependerá de la persistencia o peligro que haya de estas enfermedades. En mi caso me gusta mezclar el cobre con el aceite en cada una de las tres aplicaciones que efectúo durante el otoño e invierno.
  • Podéis ver este calendario por el que estoy rigiéndome. Sobre él me gustaría volver a repetir que es lo que yo estoy realizando en mi jardín ubicado en zona con un clima frío con heladas y que evidentemente el tema tendría que adaptarse si el jardín está ubicado en otras zonas de climas más cálidos, con suelos diferentes e incluso con variedades de rosales distintas a las que yo cultivo. 

AZUFRE en polvo:
Como todo este tipo de fungicidas de contacto, es más preventivo que curativo además tiene efectos acaricidas. No obstante también tiene algún efecto curativo en las primeras fases de crecimiento del hongo. 
La efectividad del azufre micronizado es sobretodo sobre los hongos que provocan los oídios y a botritis. Aunque también tiene algún efecto sobre las royas y algunas manchas de las hojas..y es preventivo de la aparición de la araña roja


La actuación de azufre consiste en el cambio de pH de la superficie de las hojas acidificándola además de secar la zona dónde se aplica, estableciendo con ello un ambiente hostil para el desarrollo de los hongos. Un medio seco y con un pH neutro es el medio más favorable para de desarrollo de los hongos.

El azufre micronizado aplicado en forma de espolvoreo tiene dos inconvenientes de una parte que estéticamente afea bastante los rosales que se tornan amarillentos tras su aplicación, de la otra que la propia aplicación se hace difícil si se trata de llegar a todas las partes de la planta..

Estos dos problemas  se palían bastante azufre soluble como el de la marca Compo.


Modo de aplicación del azufre:
Deberemos tener en cuenta a la hora de su aplicación, además de la dosis indicada en la etiqueta:
  • Procuraremos que una vez mezcado el producto con agua no debe permanecer en reposo durante demasiado tiempo. Yo suelo mover la mochila de vez en cuando para que la mezcla no deje de ser homogénea.
  • Si tenemos por costumbre aplicar caldo bordelés tendremos en cuenta que el azufre siempre lo aplicaremos después del caldo y no antes.
  • También deberemos abstenernos de aplicar azufre cuando las temperaturas estén por encima de los 30º por el peligro que tendríamos de quemar las hojas del rosal. Jamás aplicar ningún producto a pleno sol.
  • Y por último, y repitiendo dada la importancia del tema: deberán respetarse los plazos entre las aplicaciones de un aceite insecticida y el azufre. En este calendario se refleja el periodo de seguridad 30 días. La segunda aplicación de aceite insecticida la hice el 8 de este mes de diciembre y si el tiempo permite que el 8 del próximo enero pueda aplicar el azufre habrá pasado otros 30 días hasta el momento en que quizás haga la poda y la última aplicación de aceite insecticida.
  • No olvidar que cada jardín es único!!: Quisiera insistir en que cada jardinero debe establecer el momento idóneo para las aplicaciones de estos productos, el número de veces que lo aplicará así como los productos que utilizará para ellas. 
Esta temporada anterior, la única durante la que he cultivado mis rosales en este jardin no ha habido grandes problemas ni de enfermedades ni de plagas. Pero está claro que he tenido en más rosales y durante más tiempo algún pulgón que otro que enfermedes fúngicas.
Durante la primavera sobre todo Munsteand Wood no dejó de padecer algo de oidio y lo contagió a algún otro. Pero, sinceramente, no ha sido el oidio ningún problema grave.
Por eso, para evitar el problema que parece que ha estado más extendido qeu ha sido el de los pulgones, he decidido hacer tres aplicaciones de aceite insecticida durante el otoño y el invierno.
De haber sido el oídio o alguna otra enfermedad fúngica un problema mayor que las plagas habría eliminado alguna aplicación de aceite para sustituirla por azufre. Digo eliminar porque el hecho de tener que respetar los plazos entre la aplicación de ambos productos no habría permitido por razones de plazos, tres de aceite.

El membrillero: Flores, frutos y hojas...todo en él es hermoso

Esta mañana andaba yo pensando que los árboles son un poco como las personas. Los hay cómodos e insoportables; amables y difíciles, generosos y tacaños. 

Sí, hay árboles tacaños por naturaleza. Los tienes en tu jardín cuidándolos, mimándolos, desvelándote por ellos y su generosidad no supera el premio de quince o veinte días en flor. El resto del año están dando la murga sea con sus raíces, sea con sus hojas...sea con sus frutos, en definitiva, dándote trabajo!!. Las mimosas son un ejemplo de ello. Esplendorosas durante el mes de la floración pero luego? A partir de ahí me paso el resto del año odiándolas!! jajajja
Y luego están los árboles amables y de generosidad sin límites. El membrillero (Cydonia oblonga) es el más claro ejemplo de ellos. 
Casi a mediados de abril se abren sus delicadas y preciosas flores. No hay frutal que me parezca más bonito en flor!! 
Pero no terminan ahí los regalos que te hace. No. Luego llega noviembre, el mes en que sazonan sus preciosos frutos con los que te endulzas la vida haciendo compota o jalea o simplemente poniéndolos en tus armarios aromatizando la ropa blanca.
Parece que no se cansan de regalarte, como si quisieran agradecer los cuidados que les das y a veces los pobres, como mi viejo y enfermo membrillero ni siquiera recibe nada a cambio!! Con eso de que lo veo tan viejo, tan mal podado y tan enfermo...desde el inicio tiré la toalla con él y debo de reconocer que no he luchado contra sus males pensando que tenía perdida la batalla de antemano. Tanto premio no será que me quiere decir que lo intente? jajajja Es broma. O no...
Es hasta original. Nada de rojo. El se viste de amarillo para celebrar la Navidad!! Mientras uno a uno han ido entrando en letargo, él es el último en dormirse y antes de hacerlo me roba una sonrisa al contemplarlo... Así es mi membrillero, generoso!!

Los cornejos (Cornus Alba "Sibirica") unas plantas para el invierno

Quién dijo que lo más hermoso de las plantas son siempre las flores!! En los cornejos (Cornus Alba "Sibirica") no ocurre esto y si no, mirad!!  No tienen un rojo maravilloso estos tallos? 
Son arbustos bastante de batalla y lo sé por propia experiencia. Su primera temporada conmigo ha sido de lo más azarosa. Los tuve en contenedor demasiado tiempo antes de ponerlos en tierra, en verano, en un golpe de calor perdieron sus hojas y pensé que los perdería. Al final los recuperé podándolos un tercio por consejo de mi amiga Pilar Bueno. Y la verdad, la poda a destiempo les sentó de maravilla. Afortunadamente no había comprado plantas demasiado diminutas de manera que este invierno he tenido la oportunidad de disfrutar de sus tonalidades encendidas. 
Será cuando comiencen a brotar, quizás allá por finales de febrero o comienzos de marzo cuando deba realizar la poda reglamentaria de mis cornejos. Hasta pocos centímetros del suelo todos sus tallos. Quizás eso me haga perder la floración que dicho sea de paso me ha parecido, al menos este su primer año en mi jardín, bastante insignificante. Prefiero fomentar que broten muchos tallos nuevos que son los que llegado el invierno se colorean. Hay quienes van renovando el arbusto cada tres años cortando hasta abajo un tercio de sus ramas y dejando las otras solo despuntadas. Pero hay que pensar que la madera vieja, deja de colorearse por lo cual, a quienes como yo tienen estos cornejos por lo que embellecen el jardín en invierno pienso que es mejor renovar el arbusto cada año.
Tengo dos variedades, Cornus Alba "Sibirica" y Cornus Sanguinea "Mid Winter Fire" que colorea en un rojo más amarillento, más apagado. Quizás deberé tener algo de paciencia para esperar a que de lo mejor de sí mismo en unos años.
En verano también son bonitos...sí pero es con el frío cuando alcanzan una belleza más impactante. Esperemos que sigan creciendo y pronto se conviertan en una masa de tonos rojos cuando a mayor parte del jardín está durmiendo.
La próxima temporada, en otoño, tomaré esquejes que plantaré al aire libre a ver si me agarran y puedo poner algún otro cornus en otras zonas del jardín.
Por cierto, este que veis no tiene demasiado sol y a pesar de ello su madera tiene un intenso color!!

Día de Navidad: El frío y la escarcha que lo cubre todo

Salgo al jardín y veo como la noche lo ha cubierto todo con un manto de escarcha. Me pregunto qué momento carece de belleza en el jardín y no hallo ni uno solo.
Todos me emocionan, todos me sorprenden...Qué suerte tenemos los jardineros de tener siempre razones para disfrutar de la belleza. La primavera porque me emociona con su virginidad y su pureza; el verano porque es la exuberancia...y el otoño? Ay!! El otoño...No hay estación más hermosa para mí!! Pero es que en el invierno, hasta las ramas desnudas de los árboles y arbustos me parecen tan hermosas....Qué se puede decir incluso de las hojas caídas de los lilos? Acaso son más bonitas en primavera que hoy? Yo diría que no!!


 El geranium sanguineum aún con sus colores otoñales hoy está espectacular con esa capa que parece la de un pastel espolvoreado de azúcar glas..


Las hojitas de Campanula Muralis perfiladas con un hilo blanco de hielo..
Golden Celebration al que tanto hice sufrir cuando lo trasplanté apenas sin raíces no quiere dormir y sigue diciéndome que está aquí ofreciéndome todavía bastantes capullos que ni siquiera espero que lleguen abrir pero que tienen suficiente belleza rodeados como están de este manto blanco para no precisar la exuberancia de una rosa plena y abierta.
Las hojas acorazonadas y chiquitas de Campanula Sarastro con sus verdes musgo se me antojan encantadoras hoy!!
Y James Galway, el rosal que produce rosas como helados de fresa y nata...
Las piedras que borden las terrazas del jardín delantero y a las que les ha costado tantos años llenarse de esa pátina que da el tiempo siempre resultan preciosas, en cualquier momento del año. Desde el otoño resplandecen con su musgo vivo y lleno de mil tonos de verde y hoy parecen salpicadas de pequeñas esponjas empapadas de blanco lechoso.

Los troncos desnudos de los árboles resaltan la verticalidad y desde este punto en el que tomo la fotografía parecen enmarcar al Prunus Cerasifera Pissardii que aún conserva sus hojas. Unas hojas que a estar tan altas brillan  enseguida bajo  los rayos del sol mientras el resto de esta parte del jardín permanece en sombra.

Todo hoy en mi jardín me hace estremecer. El frío por fuera, la belleza inspiradora por dentro. Ojalá nunca pierda la capacidad de la emoción...
Feliz Navidad a todos!!

Mi calendario de preparación y tratamientos de los rosales para el otoño/invierno

No sé hasta qué punto os gusta planificar lo que hacéis en el jardín. Mi naturaleza metódica me obliga a un poco de “orden mental” por eso me hago calendarios como éste que quiero compartir con vosotros. Me hace sentir mejor tener una imagen a la que recurrir y que me facilite en todo momento saber qué toca aplicar este fin de semana o si he olvidado algún tratamiento para mis rosales.
Es solo cuestión de formas de ser. Lo sé. Una tiene tantas cosas en la cabeza que al menos para mí, agruparlas de forma ordenada me hace pensar, quizás equivocadamente, que controlo mejor la situación.

Y digo que quizás equivocadamente porque soy consciente de que por mucho calendario que te hagas luego están los factores que no puedes controlar como es que el día que vayas a aplicar el aceite insecticida llueva o haya una helada de narices y tengas que retrasar la aplicación.
Pero es más, es que estos retrasos que no podemos controlar llevan a otras modificaciones en las aplicaciones de otros productos. Y es que sabemos que tenemos que respetar los tiempos entre algunas aplicaciones como por ejemplo el azufre.
A quién no le ha pasado que justo el fin de semana que una puede poner el aceite llueve y el siguiente también…y con eso de esperar los 30/40 días para el azufre, vemos que el tiempo se nos echa encima y que vamos retrasados? A que sí? Jajaja
O simplemente las cosas se trastocan porque te surjan imprevistos y cuando tienes preparada la mochila…justo entonces te llaman y tienes que salir corriendo a hacer una gestión. Os suena? J
Y luego hay otro asunto, que una prevé pero no siempre acierta. Por ejemplo tengo pensado podar y desfoliar los rosales para primeros de febrero porque no es probable que en ese momento haya aumentos de temperatura que hagan brotar los rosales y ya a esas alturas del año seguramente las heladas no serán tan fuertes como lo han sido en enero pero… será así? Pués no lo sé, la verdad porque éste será el primer invierno que pase en mi jardín. Así que veremos hasta qué punto tendré que modificar este calendario.
Pero en general sí, en general, me sirve de ayuda tener esta especie de “planning” y como los niños que van a la escuela me siento especialmente bien cuando tengo hechos “mis deberes” para con mis rosas. Es tanto el amor que sentimos por ellas!! Verdad? Jajaja Podéis creer que hasta me siento culpable si no hago las cosas a tiempo? Pues así es, amigos.
Así que éste es mi calendario. El de una aficionada a las rosas que tiene un jardín en una zona dónde los inviernos son rigurosos, con heladas abundantes y bastante fuertes. De ahí que habrá datos en él que no serán de aplicación para quienes cultiven sus rosas en zonas de climas más benignos que el mío o con otras variedades de rosales. Los tratamientos con insecticidas o fungicidas sistémicos que figuran en este calendario no es que sean los que yo vaya a aplicar porque estoy planteándome
Tampoco tendría sentido hacer tratamientos preventivos con  aplicaciones de fungicidas sistémicos contra el oídio si nuestros  rosales no han padecido ninguno esta enfermedad. Incluso habiéndola padecido no todos los jardineros afortunadamente están por la labor de usar este tipo de productos. Pero para quién lo esté siempre será mejor que lo haga del modo y en el momento adecuado de manera que sitúo las fechas y periocididad adecuados para ellos.

El uso de este tipo de producto debe ser siempre responsable dado el peligro que hay de crear resistencias cuando se usan de manera incorrecta o innecesaria.
Evidentemente los que cultivan rosales que hayan tenido la temporada anterior otras enfermedades fúngicas tendrán que estar muy atentos a las condiciones de cultivo para no favorecer su aparición y su difusión. Cuidar el riego, podar adecuadamente para que haya buena ventilación entre las ramas de los rosales, elegir variedades resistentes, utilizar productos ecológicos que si bien quizás no son de una efectividad absoluta sí es probable que contentan o limiten el problema en unos niveles en los que la planta pueda luchar contra la enfermedad. A la larga, permitiendo que nuestras plantas luchen contra las adversidades, favorecerá su fortalezamiento y que creen mecanismos de defensa.
La fecha en la que podamos también es variable de un jardín a otro dependiendo de su ubicación. Aquí no es aconsejable adelantar mucho su momento porque te arriesgas a que vengan unos días de bonanza en temperaturas y los rosales broten. Brotes que te arriesgas a que se perjudiquen con las heladas que todavía en febrero caen.
Y es que eso tiene la jardinería. Que no hay recetas únicas ni universales. Cada uno en su jardín debe aplicar unas reglas teniendo en cuenta su clima, su suelo, la ubicación de su jardín, sus propias experiencias… y hasta “sus manías”!!! :) En el mío voy probando con éstas y según vaya viendo los resultados y las experiencias que voy teniendo quizás tenga que modificar algunas. Ya veremos…el tiempo dirá.
Iré poniendo aquí los enlaces a las entradas que desarrollen cada técnica o aplicación según las vaya escribiendo, para que quién tenga interés en leer su desarrollo pueda hacerlo sin tener que buscarlo en el blog.
De momento van estos artículos:



Tratamientos preventivos de invierno para los rosales (I). Aceites insecticidas

Estamos ya en invierno y es el momento de comenzar a pensar en realizar los tratamientos preventivos de nuestros rosales (esto también vale, lógicamente para el resto de arbustos y árboles de nuestro jardín).
Uno de los primeros productos que los aficionados a las rosas empleamos desde finales del año a comienzos del siguiente son los aceites insecticidas. Llevo años usándolos con resultados bastante positivos sin tener demasiado conocimiento sobre ellos y simplemente ajustándome a las instrucciones que figuraban en sus etiquetas y a los consejos que de otros amigos jardineros he recibido.

En ocasiones ocurre que además de hacer algo comienza la curiosidad de por qué se aplica así, en ese momento y cuáles son las razones de su efectividad. Esto es lo que he hecho estos días, recopilar un poquito de información sobre este tipo de aceites y compartirla con vosotros en esta entrada esperando sea del interés de muchos que como yo los usan sin tener demasiada información sobre ellos.
Soy consciente del "tocho" que puede representar para muchos pero espero que haya también, como a mí, a quién le resulte de interés este tipo de información.
Los aceites minerales son insecticidas a base de aceite derivados del petróleo. En el proceso de elaboración de los aceites insecticidas éstos se someten a un proceso de  refinación con ácido sulfúrico con el objetivo de eliminar de ellos las sustancias no deseables (hidrocarburos no saturados). A pesar de este refinado en el producto final quedan parte de estos hidrocarburos no saturados junto a los hidrocarburos deseados (los saturados).
Hasta hace unos años se vendía aceites insecticidas de verano y de invierno. Desde diciembre de 2008 está prohibida la venta del denominado aceite insecticida de invierno. A pesar de ello podemos comprobar que en foros, blogs e incluso el personal que atiende los viveros sigue utilizando los términos de aceite de invierno y de verano aunque el único que está a la venta sea el de verano.
Tanto los que se usaban en invierno como los que se usaban en verano estaban compuestos por hidrocarburos saturados y no saturados.
Los hidrocarburos no saturados (Llamados también de cadena abierta) son poco estables, es decir, son fácilmente atacados por el oxígeno, la luz, etc.. Produciendo ácidos grasos. Son muy activos como insecticidas, más viscosos que los saturados pero mucho más fitotóxicos.
Por el contrario, los hidrocarburos saturados (Llamados también de cadena cerrada), son más estables,  menos eficaces como insecticidas pero mucho menos fitotóxicos para las plantas.
Los llamados aceites de invierno se diferenciaban de los de verano en varios factores derivados de las características de estos dos tipos de hidrocarburos de los que se componían que acabamos de mencionar.
Y había un indicador o índice que reflejaba el porcentaje de cada uno de estos dos tipos de hidrocarburos que contenían en su composición. Se trata de un concepto de esos un poco peñazo de leer pero que es importante conocer. Es el índice de sulfonación o residuo insulfonable. Es decir, el porcentaje de hidrocarburos saturados de los que se compone el aceite.
El porcentaje de estos dos tipos de hidrocarburos marcaba en qué momento del año podíamos aplicarlos, su nivel de toxicidad, su actividad insecticida, etc.
Así pues, hasta 2008 nos  encontrábamos a la venta los aficionados a la jardinería los dos tipos de aceite con las siguientes características:
De una parte teníamos los llamados aceites de invierno. Con un índice de insulfonación de al menos el 70 %.  Es decir, que tenían 70 % de hidrocarburos saturados y un 30 % de hidrocarburos no saturados. Estos aceites eran muy sensibles a la luz, al agua, al oxígeno (se oxidan fácilmente en contacto con el aire como lo hacen las grasas cuando se vuelven rancias)… y liberaban ácidos con un fuerte efecto insecticida. Por tanto tenían mayor probabilidad de reacciones químicas. Puede decirse que eran poco estables.
Se aplicaban desde la caída de la hoja hasta el momento de la brotación de las yemas.
Como resultaban tóxicos para la vegetación su uso estaba restringido al invierno sobre árboles y arbustos de hoja caduca. Esta alta fitotoxicidad fue a razón por la que se prohibieran a la venta.
De otra parte, teníamos los llamados aceites de verano (también llamados parafínicos). Con un índice de sulfonación de más del 90 %. Es decir, que casi la totalidad de su composición eran hidrocarburos saturados. Son los aceites que siguen vendiéndose actualmente. Mucho más estables, poco reactivos a la luz, al agua, etc. En definitiva, con menor incidencia en el entorno, muy poco tóxicos pero menos eficaces contra las plagas.
Esta menor actividad insecticida es la razón por la que en muchas etiquetas de estos preparados podréis leer que aconsejan aplicarlos mezclados con un insecticida para que su eficacia sea adecuada contra algunas plagas. Mejora su eficacia si se mezclan con un insecticida.
En todo caso estas mezclas deberán ajustarse siempre escrupulosamente a lo que indiquen las etiquetas del producto.
Su baja toxicidad para las plantas hace posible su aplicación mientras están activas vegetativamente. De ahí que se llamaran aceites de verano porque se podían aplicar sobre árboles y arbustos con hoja e incluso en verano, sobre plantas perennifolias.
Aunque como dije, resulta algo peñazo este tipo de conceptos creo que es interesante saber un poco cómo funcionan los productos que aplicamos a nuestras plantas.
No quiero olvidarme de hacer mención en esta entrada a una estupenda persona a la que no conozco personalmente pero que demuestra su generosidad cada día ofreciendo ayuda y la mucha información que tiene en foros de jardineros. Se trata de Félix José Bandrés, “Plaguero” para muchos de nosotros que lo conocemos muy bien por ser un miembro muy activo en un conocido foro de jardinería. A él personalmente le he dado una buena murga con mis preguntas a las que siempre ha contestado con toda la amabilidad. Mi agradecimiento desde aquí para él.


Vamos ahora con cosas algo menos “pestiño” y que son imprescindibles para que apliquemos estos aceites insecticidas de una forma correcta, segura y eficaz.
Cómo actúan los aceites insecticidas:
Este tipo de productos actúa extendiéndose sobre el cuerpo del insecto tapando sus espiráculos (son las aberturas exteriores de las tráqueas de los insectos) o los estigmas de los ácaros y matándolos por asfixia.
Los aceites insecticidas actúan también sobre los huevos, las larvas y sobre los insectos en estado de hibernación. Son por tanto productos de actuación preventiva y que nos ayudarán a mitigar los efectos de las plagas sobre nuestras plantas cuando vuelvan a estar en actividad vegetativa.
Como ventajas sobre los insecticidas “normales” en palabras de Plaguero: son su baja toxicidad para las personas y para el medio ambiente, el amplio abanico de insectos sobre los que actúan y que son efectivos sobre estados de los insectos que los otros insecticidas no lo son, por ejemplo sobre huevos y ninfas. La efectividad sobre fases hibernantes de los insectos es una gran ventaja de estos aceites.
Normas de aplicación:
  • La primera y más importante: LEER CON ATENCIÓN LA ETIQUETA ajustándonos al momento, modo y dosis que indiquen en ellas. Ser conscientes de que usar dosis por encima del nivel que indican las instrucciones de uso únicamente conduce a perjudicar nuestras plantas y contaminar el medio!!!
  • Respetar las medidas de seguridad para las personas y animales y que son las que debemos tener en cuenta con cualquier fitosanitario: Ya sabemos que no deben almacenarse en lugares que sean accesibles para los niños. Que no debemos olvidar hacer uso de guantes y mascarillas e incluso gafas, durante su aplicación para evitar problemas. Que deben tenerse en cuenta los plazos de seguridad si los aplicamos en frutales o arbustos de los que vayamos a comer sus frutos. Qué lógicamente debemos mantener alejados de nosotros mientras pulverizamos a nuestras mascotas o animales que haya en nuestro jardín. No olvidemos que estos productos son dañinos para peces así que cuidado al hacer las aplicaciones y evitar que caigan sobre estanques o aguas de las que beban los animales. Y por supuesto, como es de pura lógica…no comer, beber o fumar durante la aplicación!!
  • Si aplicamos el insecticida mezclado con otro producto hay que asegurarse de la compatibilidad de ambos. Esto es importante para evitar consecuencias negativas sobre las plantas y si no estamos seguros es mejor hacer las aplicaciones de ambos productos por separado dejando pasar unos días entre ambas.
  • Deberemos intentar mojar muy bien todas las partes de la plantas, cerciorándonos de que al hacer las pulverizaciones cae producto por ambas caras de las hojas.
  • Es preferible realizar las aplicaciones en días nublados.
  • No debemos aplicar el aceite en plantas con problemas de humedad en sus raíces, de ahí que sea necesario efectuar un riego en profundidad antes de realizar el tratamiento.
  • Durante su aplicación debe de moverse de vez en cuándo para que no se separen los componentes.
  • Evitar que caiga producto sobre los estanques dónde haya peces o en zonas dónde beban los animales
  • No aplicar sobre las hojas mojadas por la lluvia o por el riego
  • Será necesario hacer una nueva aplicación si llueve al poco tiempo de haber realizado el tratamiento.
  • Nunca deben aplicarse cuando las temperaturas están por debajo de los 5º ni por encima de los 30/35º ni con sol fuerte
  • Deberá transcurrir 15 días si hemos aplicado antes caldo bordelés.
  • Igualmente tendrán que pasar 30/40 días tras la aplicación de azufre.
  • No aplicar el aceite en días con mucho viento.
  • Si aplicamos el producto en plantas perennifolias es preferible hacer una prueba primero para ver si es sensible al aceite.

Como podéis ver en mi calendario en el que incluí las preparaciones y tratamientos de los rosales de cara al otoño/invierno la primera aplicación del aceite la efectué en el mes de noviembre y la segunda a primeros de este mes de diciembre.
Hasta ahora yo solo hacía una aplicación de este aceite pero creo recordar que fue en a revista "Verde es vida" que leí que era aconsejable efectuar tres aplicaciones así que esta temporada he probado esto a ver qué tal funciona.

Los ácaros, pulgones y demás plagas no solo se encuentran en la vegetación del rosal si no también en el suelo que lo rodea así que es de suma importancia cada vez que hacemos un tratamiento con aceite, además de empapar bien de producto todas las partes de la planta, limpiar de hojas muertas y cualquier material enfermo la base del rosal y fumigar también esta zona que rodea al rosal.
Cuando les toque la tercera aplicación en febrero, tras la poda, tendré que limpiar también bien la base y fumigar la zona que los rodea antes de volver a acolcharlos. 

Períodos de aplicación:
El momento de máxima eficacia de estos aceites insecticidas es a final del invierno, cuando las yemas están a punto de brotar. Y ello es debido a un hecho y es que los huevos de los insectos,  durante el invierno son más duros que poco antes de la eclosión que se produce al inicio de la primavera, de ahí que la aplicación más efectiva de estos aceites sea más eficaz haciéndola coincidir cuando la capa externa de los insectos sea más blanda, es decir, poco antes de su eclosión que coincide generalmente con el momento en que las yemas estén a punto de abrirse o abriéndose pero sin llegar a salir las hojas,  al final del invierno.
En principio hay que seguir las indicaciones que indique la etiqueta del producto pero si no dice lo contrario, para algunos, sería conveniente hacer tres aplicaciones, a saber:
Primer tratamiento: Octubre-noviembre (en caducifolias tras caer la hoja)
Segundo tratamiento: Enero acompañado de un fungicida a base de oxicloruro de cobre
Tercer tratamiento: En febrero-marzo (también acompañado de un fungicida como el oxicloruro de cobre)
En verano si vuelven a aparecer las plagas
Tengo pensado colgar una entrada sobre el oxicloruro de cobre, un fungicida que es conveniente aplicar también como tratamiento preventivo para evitar enfermedades en los rosales, de ahí que no mencione aquí más sobre este producto.
Forma de disolución en la que se venden:
  • Hay aceites emulsionados (ya están mezclados con agua generalmente en un porcentaje de 20/80 por lo que las dosis a las que deberán utilizarse son más altas.
  • Aceites miscibles o emulsionables (se disuelven en agua gracias a un aditivo)

En éstos se mezclan uno o varios agentes emulsif¡cantes. Parecen aceite puro, no contienen agua. En el estado en el que se venden no se trata de una emulsión pero cuando se mezclan con agua en la mochila permiten que se mezclen con ella debido a los agentes emulsificantes que contienen. Se mezclan con el agua de forma muy homogénea y tienen un aspecto lechoso. Es necesario que agitemos de vez en cuando el producto mezclado ya con el agua de la mochila para que la mezcla siga siendo homogénea.

Y por último, a riesgo de tener a estas alturas “hasta el copete” al persona por una entrada tan extensa me gustaría mirar con algo de detenimiento vosotros algunas etiquetas de estos productos y comprobar como hasta qué punto pueden ofrecernos una información importante.

Estos días para preparar esta entrada he realizado varias visitas a viveros y establecimientos dónde se venden este tipo de productos y he leído con detenimiento sus etiquetas. La primera duda que me asaltó fue algo que quizás sea obvio para muchos pero no lo fue para mí y que por mucho que preguntaba nadie me daba respuesta. Es a nuestro amigo Plaguero a quién debo la aclaración . Me explico. Comprobaba que en todas las etiquetas figuraba que estos aceites eran efectivos contra conchinillas. Bien, hasta ahí, todo correcto. Pero luego leía, por ejemplo, en esta etiqueta del aceite insecticida Wock miscible de COMPO, cuya imagen pongo a continuación: “prolongada eficacia insecticida en cultivos de: Cerezo: contra pulgones/…/ Arbustos ornamentales (según especies): contra cochinilla…”

Me preguntaba la razón de que por qué eran unos aceites de tan extendida aplicación en jardinería si solo eran efectivos sobre las cochinillas que siendo una plaga bastante frecuente no es comparable, al menos en mi jardín, con la que puede darse de pulgones.
De otra parte me cuestionaba por qué el aceite era efectivo contra los pulgones de los cerezos pero no así contra los de los arbustos ornamentales? Eran acaso distintas variedades de pulgones? No lo entendía, la verdad. Y, como digo, fue Plaguero quién me explicó que todo es cuestión económica. Por lo que se ve, los fabricantes para que en sus etiquetas figure la efectividad contra unos u otros “animalitos” deben hacer la inscripción correspondiente en el Ministerio de Agricultura y esta inscripción cuesta dinero. Como es lógico gastan dónde les resulta más rentable económicamente. El campo de la agricultura les reporta muchísimo más beneficios que el que pueden llevarse de cuatro aficionados como nosotros a los rosales o a la jardinería en general.
Reconozco que de no habérmelo aclarado él a estas horas aún estoy quebrándome la cabeza tratando de averiguar la razón de hagan mención a la efectividad sobre los pulgones de un tipo de plantas y no sobre las del resto. Así que misterio desvelado!!! Sabemos que estos aceites son tan efectivos sobre los pulgones que haya en los cerezos o plataneras (registrado) como sobre los rosales (no registrado por no ser rentable). Es bueno saberlo. Verdad? J
Podemos ver también en esta etiqueta como hace mención a su efectividad en huevos y como aconseja la adición de un insecticida organofosforado aconsejando incluso uno concreto.
Comprobamos también que en su composición es un aceite de parafina, es decir, que en su mayoría se trata de hidrocarburos saturados y ya sabemos lo que ello indica: poca fitotoxicidad para el medio y para los rosales, poder aplicarlos no solo cuando está la planta en parada vegetativa…
También figura un número, el 12424 del R.O.P.M.F. (Registro oficial de productos y material fitosanitario) Pinchad aquí si queréis entrar en la página del Ministerio de Agricultura, alimentación y medio ambiente. En ella podréis hacer las consultas de los productos tanto por su nombre como por el número de registro.
Vemos en esta siguiente que es la parte interior de la etiqueta del mismo aceite de COMPO de la imagen anterior algo muy a tener en cuenta si no queremos arriesgarnos a dañar nuestros rosales (o cualquier otro tipo de planta) y es el hecho de que los aceites insecticidas son incompatibles con el azufre como indica la etiqueta, no deberemos aplicarlo hasta haber pasado 40 días desde a aplicación del azufre.

Vamos con otra: la que figura debajo de este párrafo es la de Aceite mineral insecticida de la marca FLOWER.
Qué podemos leer en ella además de su efectividad y del plazo que debe transcurrir después del azufre? Podemos ver algo curioso…fijaos en el número: 12424/11 y dice “inscrito en el R.O.P.F con el nombre de WOLCK MISCIBLE por AGRODAN S.A.”

esto es lo que aparece en el Registro de Productos Fitosanitarios:

Podemos sacar nuestras propias conclusiones.
Yo, personalmente he descubierto algo que desconocía. Desconocía que podía estar adquiriendo exactamente el mismo producto bajo distintas marcas comerciales y aunque todas ellas marcas seguras y serias, pero a precios bastante distintos. Creo que es importante saberlo!!!
A partir de ahora me decidiré a la adquisición de uno u otro producto no solamente por las garantías que me ofrece una u otra marca, sino en el caso de comprobar en las páginas oficiales que se trata del mismo compuesto, por la que me ofrezca mejores precios.

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