Ya tenemos agua en la fuente de piedra!! Por fin!! :) Queda chula, eh!! Y el sonido...ummm qué delicia!! Los dos caños proporcionan un borboteo y un juego de luces cuando el sol incide en el agua que me parece precioso. Ahora tengo que dedicarme a pensar en las plantaciones para crear alrededor de esta fuente un entorno fresco y frondoso. Da gusto ahora abrir desde la calle la puerta del jardín. La piedra, la madera, la fuente...el canto del agua!! Ha sido mucho, muchísimo trabajo. Pero quién se acuerda ya!! Se me olvidaron las horas y los días que hemos tardado en dejar así esta zona porque estos cambios en mi jardín compensan con creces el trabajo invertido!!! :)
Tendrá que embellecerse más. Sin duda. y espero que este aspecto aún de "nuevo" y un tanto "desvestido" que tiene este rincón todavía se vea transformado en no mucho tiempo en un rincón lleno de vegetación fresca y húmeda que seguiré contemplando desde la ventana de la cocina de mi casa aún no estando en el jardín...
No sé si la Catalpa bignonioides que plantamos proporcionará hasta que crezca algo más la suficiente sombra para que crezcan bajo ella helechos y plantas de sombra pero lo cierto es que sería lo que me gustaría ver crecer alrededor de esta fuente.
Si no es así, pondré plantaciones provisiones en tanto el árbol llega a tener el tamaño necesario. Qué se le va a hacer!!
Quería explicaros hoy el sistema que hemos seguido para la instalación de la bomba de agua necesaria para el funcionamiento de esta fuente. De no ser por la estructura de la fuente sería algo realmente sencillo. De hecho, cuando se trata de fuentes más habituales en el diseño, dónde el depósito de agua está a cierta altura del suelo, es algo que se puede hacer en un rato.
La complicación aquí ha venido como digo de que mi fuente consta de dos lebrillos y que uno de ellos está ubicado justo a la altura del suelo.
Había dos soluciones: Una que el motor "tomara" el agua directamente del barreño inferior. Optando por ésta, podríamos haber instroducir la instalación dentro del lebrillo inferior y haber tapado el motor y tubos con alguna piedra para disimularlo. Esta solución era la más sencilla pero tenía el inconveniente de que tapar del todo motor, tubos, etc, era algo difícil y estéticamente nos gustaba menos. Hemos estado tentados de evitarnos las complicaciones de la segunda solución a pesar de que reconozco que la tentación de evitarnos los problemas que originaba ha sido grande!!
La segunda solución era hacer la instalación completamente oculta. Es decir, que motor y tubos no se vieran o se vieran lo menos posible.
Decidirnos por esta solución hacía necesario ubicar por debajo del nivel del barreño inferior un depósito de agua subterráneo del que el motor pudiera "tomar" el agua y hacerla subir a través del cuerpo de la fuente para que saliera por el caño superior.
Creo que este esquema explica bien lo que quiero decir.
Como se ve la fuente consta de un "cuerpo" estrecho y alto en cuya parte superior se ubica un caño del que sale el agua para caer en un primer lebrillo situado sobre una especie de "peana" de piedra también que lo sitúa en un nivel de altura por encima de un segundo barreño, más grande y ubicado a nivel del suelo.
Aunque en su composición es una fuente absolutamente sencilla, buscar soluciones que no desvirtuaran ese aspecto un tanto añejo que buscábamos ha pasado por quebrarnos bastante la cabeza para encontrar la forma idónea de hacerlo. Esto conllevaba la limitación de determinados materiales que hubieran desentonado del todo con el aspecto de la fuente.
Debo decir que cuando construimos la fuente, hicimos la previsión de dejar un tubo interno en el cuerpo de la fuente que lo recorriera desde abajo hasta la salida del caño superior.
Decidirnos por esta solución hacía necesario ubicar por debajo del nivel del barreño inferior un depósito de agua subterráneo del que el motor pudiera "tomar" el agua y hacerla subir a través del cuerpo de la fuente para que saliera por el caño superior. Esto ha posibilitado que la conducción del agua desde el motor al caño fuera completamente invisible.
Para la construcción de esta especie de "depósito" subterráneo hemos usado un simple taper de material bastante rígido comprado en los chinos.
Para empezar había que instalar un tubo de goma que llevara el agua del lebrillo inferior hasta el depósito subterráneo.
Este barreño tiene bastantes años y siempre ha estado en este jardín simplemente colocado en el suelo. No sabemos quién le practicó el pequeño orificio que tenía ya hecho en su asiento pero la verdad es que nos ha venido de perlas que estuviera ya hecho el orificio. Mediante la introducción de una pequeña pieza hueca y de plástico metida a presión en el comienzo del tubo del agua ha sido suficiente para "cerrar" herméticamente este pequeño agujerito. La pieza presiona contra las paredes de la tubería de goma y ésta a su vez en el perímetro del orificio. Bien, ya tenemos bien anclado el inicio del tubo del agua en el barreño.
El otro extremo del tubo de goma lo hemos conectado al pequeño depósito subterráneo de agua mediante el uso de un conector rápido de manguera de riego.
Valiéndonos de un reductor de metal hemos cerrado herméticamente el agujero que hemos tenido que hacer en el taper.
En este momento pues, tenemos ya los dos extremos del tubo de goma que llevará el agua desde el barreño inferior al depósito instalados de forma que no pierda agua ni en su inicio ni en su final.
A continuación introdujimos el motor en el depósito (taper) y teníamos que sacar de él tanto el cable eléctrico como el tubo de plástico que debía conducir el agua del taper al cuerpo de la fuente..
Ahora se hacía necesario "conducir" el agua del depósito al cuerpo de la fuente. Para ellos hemos usado de nuevo otro trozo del mismo tubo de plástico flexible y lo hemos llevado desde el taper hasta la fuente insertándolo en el tubo hueco que teníamos preparado cuando la construimos haciéndolo salir por el caño superior.
Utilizando otro reductor de metal logramos evitar perdidas de agua en el orificio del taper por dónde sale el tubo de agua hacia la fuente.
Y valiéndonos de un prensaestopa (pieza de ajuste) hemos sellado por compresión el orificio del taper por dónde sale el cable eléctrico que va desde la bomba hasta la conexión de la toma eléctrica para que ésta funcione.
Hemos utilizado un recipiente hermético plástico lo más rígido y con un buen ajuste de la tapa para que fuera lo más hermético posible. Puede que en el futuro haya algo de pérdida de agua y debamos sustituirlo pero de momento la fuente está funcionando sin que hayamos notado fugas de agua ninguna.
Bien, aquí ya tenemos el depósito listo para su funcionamiento.
Como se ve en la fotografía el agua es conducida del barreño inferior hasta el depósito subterráneo y de aquí al interior del cuerpo de la fuente mediante tubo de goma flexible. El cable eléctrico sale del depósito y llega hasta el interruptor ubicado en la puerta de entrada de la casa desde dónde podremos poner en funcionamiento la fuente o desconectarla. Lógicamente instalamos un cable eléctrico desde la toma del suministro hasta este interruptor.
Hemos pensado cubrir esta zona del depósito poniendo encima algo con peso, como una baldosa y tapar ésta con una fina capa de sustrato para que no se vea nada de la instalación pero a la vez sea fácil acceder a la bomba por si un día se produce una avería.
Evidentemente tendré que llevar cuidado de no actuar con herramientas como picos o palas en la zona próxima al depósito.
Bueno, pues esto creo que es un resumen de las soluciones que hemos ido adoptando para ir resolviendo los problemas que se nos iban planteando.
Restaría explicar algún detalle no carente de importancia para quién quizás esté en la tesitura de tener que instalar este tipo de bombas en la fuente de su jardín.
Quisiera comentar que al no ser "real" el caño de la fuente, es decir, al no venir el agua directamente a través del caño si no del tubo de goma insertado en él más estrecho, lógicamente, "la forma" de salir el agua por el caño no nos gustaba en primera instancia. Era como si fuera mucho caño para tan poco chorro de agua. Quedaba demasiado... fino, demasiado estrecho. Lo hemos solucionado insertando un pequeño objeto en la boca del año, disimulado para que no sea vea pero que abre un poco el caudal de agua y produce el efecto de que es más la cantidad que sale.
Esta fuente al tener dos lebrillos hace necesario compensar muy bien la cantidad de agua que sale por el caño superior y la que sale por el caño del lebrillo. Esto es importante porque para que el funcionamiento sea idóneo la cantidad de agua que cae sobre el lebrillo no debería ser nunca más de la que el lebrillo puede liberar. De lo contrario, desbordaría.
Nuestra primera idea fue taladrar con sumo cuidado el lebrillo hasta hacerle un agujero que permitiera la inserción del trozo de tubo de cobre a modo de caño.
Pero finalmente fueron dos las razones que nos hicieron desistir de esta solución:
Primero porque aunque hubiéramos usado brocas progresivamente más grandes hasta lograr el diámetro deseado...más de dos centímetros que eran los necesarios para insertar el caño, hacen preciso utilizar brocas realmente grandes y largas que no permiten la manipulación delicada que precisaba la fragilidad de la pieza y hubieran puesto en peligro la integridad del lebrillo. Ello o ir "limando" con una paciencia de chino (perdón a los chinos ajajja) el orificio hasta tener las dimensiones necesarias.
Pero no sólo nos ha desanimado a hacer un orificio tan grande este motivo. Pensamos que hacer esto era provocar que del barreño grande saliera tal cantidad de agua que no podría ser suministrada por el caño superior dado que el caudal que éste proporciona (aunque lo que se ve es un caño del mismo diámetro que el del lebrillo) realmente el agua sale por el tubo de goma que lleva dentro el caño y que es lógicamente de un diámetro inferior y por tanto capaz de menor caudal.
Finalmente hemos optado por practicar al lebrillo un orificio de una medida suficiente para que "sacara" hacia el barreño inferior la cantidad de agua que le iba suministrando el caño de la propia fuente.
Sobre éste orificio practicado en el barro de la pieza hemos unido simulando que salía de él, un trozo de tubería de cobre que se oxidará con el tiempo y creará una bonita pátina con la humedad. Lamento no tener fotografía de la pieza empleada para est unión. Simplemente era una pieza de plástico en forma tubular que de un lado tenía una especie de "pitorro" (jajaja no se me ocurre otra palabra, lo siento) y de la otra contaba con el perímetro adecuado para ajustar bien a presión en el inicio del caño lo que permite que éste se mantenga perfectamente unido al lebrillo sin que haya fugas ninguna de agua.
Previamente, igual que hicimos con el caño de la fuente cuando la construimos, hemos dado con el mazo sin piedad sobre el metal para envejecerlo un poco y quitarle ese aspecto de nuevo que traen estos tubos recién comprados. :)
Espero haya sido de vuestro interés estas explicaciones en las que he tratado de compartir los problemas con los que nos hemos ido encontrando y las soluciones que les hemos dado. Puede verse que no es un trabajo de dificultad inasumible ni mucho menos pero que hay algunos detalles que conviene tener en cuenta para que el resultado sea adecuado...