El primer golpe de vista al entrar en un jardín es de suma importancia. La verdad es que es agradable llegar a casa y que la zona por dónde se entra sea bonita. Que además de bonita tenga la presencia de agua me hizo pensar en la conveniencia de ubicar una fuente en ella.
Adecentar esta esquina dónde está ubicada una de las puertas de entrada al jardín era cosa de no aplazarlo más así que estos días nos hemos dedicado a construir en este espacio un arriate elevado bordeado por un murete chapado en piedra de musgo y en él hemos construido una fuente de piedra. A ver si os gusta!! :)
Esta zona por la que habitualmente entramos a nuestra casa estaba prácticamente sin hacerle nada y tenía un aspecto más bien desolado.
Se trata de un espacio que presenta dos inclinaciones, una de norte a sur que puede apreciarse en esta fotografía dónde aparece la puerta de entrada que menciono. El terreno también está más alto en la zona de la puerta y desciende conforme se acerca a al entrada del camino del jardín trasero.
Con estas dos pendientes, se hacía difícil ubicar la fuente. Era preciso crear una superficie horizontal así que pensé que podría nivelarse el terreno haciendo una especie de arriate elevado en cuya parte superior ubicáramos una fuente.
Había otro problema y es que el muro exterior estaba literalmente hecho polvo. En él en su día hicieron el contador de los suministros y como las arizónicas habían crecido tanto y sacaban ramas hacia fuera de la parcela no se lo pensaron dos veces!! Hicieron los armarios de luz y agua con las ramas de las arizónicas dentro ajajajjaja Increíble, verdad? Pues es cierto.
Las arizónicas están sin podar vete tú a saber desde cuándo!! Años y años creciendo a sus anchas las han convertido en monstruos enormes del tamaño de árboles (y no pequeños) que resultan horribles y cuyas raíces son tan invasivas que es difícil plantar algo cerca. Ya no tiene arreglo. Podarlas a la anchura que requeriría un seto sería cortar hasta la parte lignificada y claro, de ahí ya no rebrotan. Así que si las cortas lo que queda es un esqueleto pelado horrible.
Hemos recortado todas las ramas que crecían desde el suelo hasta la altura superior del muro exterior pero no las hemos eliminado que quizás era lo que hubiéramos tenido que decidir. Pero la verdad, quitar todas hubiera sido un trabajo tremendo y hemos preferido dejarlas hasta que algún día se remodele todo el muro exterior de la parcela.
Quizás algún día estemos en disposición de talarlas, contratar una pequeña excavadora que arranque las raíces y construir de nuevo todo el muro externo de este lateral de la finca. De momento no es posible pero al menos este trocito de muro sí hemos querido arreglarlo y dejarlo bonito.
Además de la creación de este arriate para ubicar una fuente la idea era crear en esta esquina una zona previa al jardín lateral.
Este jardín es larguísimos, más de 25 metros y bastante estrecho (unos cinco) de manera que en invierno invita a entrar en él al aire gélido como si fuera un embudo. Siendo tan largo he pensado que no habría problema en dividir una de sus partes y que en lugar de comenzar en la puerta de entrada a la parcela lo hiciera una vez se traspasara el arco con pérgola de madera y celosias a los lados que estamos haciendo.
Los muros altos macizos no son eficaces contra el viento. Las divisiones macizas, es decir, los muros rígidos no son aconsejables para paliar estos problemas de viento porque en lugar de menguar lo que provocan es que el viento choque frontalmente con ellos y al no poder traspasarlos se eleve salvándolos por encima algunas veces y creando turbulencias.
Esta división que por la que me he decidido, al no tratarse de un muro alto si no de unas celosías de madera con vegetación sobre ellas en el futuro y haber espacios huecos como el que habrá sobre la puerta y a través de los agujeros de la propia celosía, restará fuerza al viento sin presentarle un obstáculo insalvable lo que asegurará que no llegue a tumbar la estructura. El jardín trasero quedará así más preservado especialmente en invierno.
También me ha ayudado a decidirme a hacer este trabajo el hecho de que la puerta de entrada es bastante bajita y hasta ahora el jardín quedaba a la vista de la gente que pudiera pasar por la calle. Preservar mi intimidad y que se impida miradas ajenas desde la calle para mi era importante. Creo que así, el jardín trasero será más íntimo, más reservado...
Bien, subido el muro a dos metros con bloque de hormigón tocaba el turno de realizar los muretes frontales y el que rodearía el arriate dónde iría la fuente. Como he comentado no me interesaba un muro alto que constituyera una muralla si no más bien un murete de unos 60 cm de alto con una abertura central que diera paso al camino. Sobre estos dos muretes transversales irán un par de celosías sobre las que crecerá probablemente un rosal con alguna clemátide del Grupo 1 o 2 (las del Grupo 1 obligan al mantenimiento en invierno de toda una estructura enorme de ramas que no me parece bonita cuando ´ha caída las hojas)
Aunque ni los muretes que estarán a los lados de la entrada ni el que bordea el arriate de la fuente son altos era importante que su construcción fuera sólida así que hemos hecho un poco de zanja para rellenar con cemento y que constituyera unos buenos cimientos para que los muretes estuvieran bien asentados.
La construcción de los muretes frontales no ha tenido mayor problema dado que la base estaba nivelada. Tan solo se ha precisado tirar un nivel sobre el que hemos puesto el cimiento y sobre él los bloques de hormigón. Tres hileras para ser exactos.
Por el contrario el murete que circunda el arriate al estar en pendiente ha requerido tirar muy bien varios niveles para que una vez terminado su parte superior quedara perfectamente nivelada.
En esta fotografía pueden apreciarse el sistema que hemos utilizado para nivelar bien este murito: Hemos ido clavando varilla corrugada en el suelo bordeando los cimientos. Sobre estas varillas hemos ido tirando con cuerda un par de niveles que marcaron la parte superior a la que debíamos dejar colocados cada fila de bloques.
Estas dos cuerdas han sido de gran ayuda ya que tan solo hemos tenido que colocar los bloques de manera que su parte superior coincidiera con estos niveles de cuerda. Evidentemente hemos ido comprobando con nivel que los bloques los íbamos colocando verticalmente de forma correcta.
Quienes ya conocéis mi jardín sabéis que todo él tiene terrazas bordeadas de piedras de granito, muy propia de esta zona de la Sierra Oeste de Madrid. Son piedras colocadas hace ya muchísimos años y han tenido tiempo de que sobre ellas crezca musgo, líquenes e incluso otras plantas y que estén cubiertas por una patina que me parece preciosa. Añeja, con solera!!
Este hecho ha condicionado la elección del tipo de piedra que debía cubrir los bloques: Piedra de musgo. Me encanta este tipo de piedra!! Los palets no vienen con todas las piedras de igual color. Algunas vienen con poco musgo pero otras... ummmm qué belleza!! Verdad!! Todo un universo de vida en ellas, un diminuto jardín dentro del jardín jejeje :P
No es fácil cubrir los muros con placas de piedra. Es un trabajo que requiere pericia y tener fuerza, la verdad. Algunas piedras pesan lo suyo y colocarlas de manera que ni estén hundidas ni sobresalgan en exceso y que además queden sólidamente ancladas a los bloques no es tarea fácil. Ha llevado su tiempo cubrir todo con piedra pero creo que ha quedado bonita!!
El tiempo la embellecerá más aún. Cuando estas piedras estén la mayor parte del día a la sombra y a base de lluvia y de la humedad propia de las zonas umbrías crezca sobre ellas musgos y líquenes tendrá esa pátina que solo el tiempo es capaz de crear y que embellece tanto las cosas...
Terminado el trabajo de la piedra hemos acometido la construcción de la fuente.
Podéis ver el paso a paso de la construcción de esta fuente pinchando aquí.