Llover y llover y llover. No lo deja! Por supuesto es necesaria el agua pero para un jardinero estar metido en casa días y días y no poder pasar revista a su jardín, aunque solo sea para acercarse a las plantas y que se te vengan a la mente imaginaciones de esporas dispersándose a tutiplén y pulgones reproduciéndose como locos en este ambiente húmedo y de temperaturas suaves. Así es, aunque solo sea para sufrir los jardineros precisamos comprobar, tocar, mirar. Una por una...cada esquina, cada recodo y saber qué ocurre. Qué está pasando en nuestro jardín. Necesitamos verter nuestra mirada sobre todos los rincones. En ellos sigue transcurriendo la vida. Evidentemente. Unos bichos se comen a otros bichos; los capullos de rosas siguen engrosando; las floraciones se preparan para salpicar color sobre los arbustos; las hojas se desperezan recien abiertas las yemas...Claro, el jardín sigue siendo jardín sin nosotros, somos nosotros los que somos algo menos jardineros sin él jejeje
La ausencia tan prolongada durante días me produce cierto malestar. Así que por las tardes, ando mirando por los cristales a ver si la lluvia me da alguna tregua, aunque sea unos minutos y salgo tan pronto veo que deja de caer agua. Y trato precipitadamente de ver lo más posible, consciente del poco tiempo que tendré antes de que de nuevo empiece a caer agua del cielo. A veces no me da tiempo ni de llegar a muchos espacios del jardín. Cámara en mano doy unos pasos y apenas he recorrido unos metros otra vez comienza a caer agua!! jejejje y vuelta para casa.
Así que esta recopilación que no puede llamarse paseo en esta ocasión, es un manojo de imágenes que he logrado sacar entre lluvia y lluvia estos días. Luces distintas, tonos de vegetación diversas por las distintas horas de la tarde.
Algunas veces ha sido tan breve el tiempo que apenas si he logrodo llegar al portón de la fuente tras cuya celosía crece un precioso rosal Rosa 'A Shropshire Lad' con una vegetación tan especial que no me resisto a mostraros con una foto de esta tarde en la que no ha llovido y he logrado plasmar sus hojas secas y sin brillos para que podáis ver su coloración. Produce una rosas elegantes, llenas de una hermosura sensual, casi abrumadora pero no son solo sus rosas lo bello de este rosal. Sus hojas, de miles de tonos de verdes y rojos lo hacen especialmente bonito.
Cerca, en la misma valla divisoria los Allium ya apuntan sus capullos, tan gruesos que no tardarán en abrir mostrando sus esféricos pompones en tonos malvas y azules. Qué divinos!! A ver si tengo suerte y florecen a la par de los rosales, con esa idea planté unos ochenta en el jardín trasero. Rosas, magentas, malvas y azules. Una gama que me encanta. Dejaré sus flores secas hasta el otoño porque me parece que son interesantes incluso en tonos pajizos.
Vuelve a llover!! Para casa!! Pero antes antes de cerrar la puerta me da tiempo de fijarme en Parthenocissus tricuspitada 'Veitchii' con sus hojas aún plegadas y sus raíces adventicias afianzándose a las paredes de mi casa recorriéndolas como un río con mil afluentes. Es maravillosa la rapidez con la que cubre de hojas lo que ahora parece casi desnudo una vez dice a salir de su letargo. Qué estrategias tiene la Naturaleza!!
Paciencia, en la siguiente escapada me resistiré a comprobar si la Catalpa ha abierto ya sus yemas porque si lo hago y me paro a mirar, sé que no llegaré al jardín frente a la fachada sur de la casa así que protegiendo bajo la camiseta la cámara bajo las escaleritas de piedra para comprobar qué tal van los Iris germanica cuya floración apenas podré disfrutar si sigue esta lluvia. Pero me llevaré sus flores en mi cámara y en casa podré seguir admirándome de cómo una planta tan humilde produce unas flores tan sumamente complejas y hermosas. Qué más quisiera una orquídea igualarse en hermosura!! Las matas de lirios proporcionan un aspecto de cierto "asiento" a los jardines, les da un aire campestre que me entusiasma. Frente a ellos me viene siempre a la cabeza una palabra con la que los asocio, la naturalidad.
Este año están que se salen. Cuajadas de capullos con sus pétalos aún envueltos como flechas hinchadas...
Crecen en muchas zonas de mi jardín pero sobretodo sobre un muro de piedra que sostiene la entrada de coches, entre rosales y alrededor de las escaleras de bajada del camino de las acidófilas. Poco a poco iré sacando de estas matas más matas e iré salpicando con ellas otros rincones del jardín.
No soy lo que se dice tacaña a la hora de comprar plantas pero me ocurre algo curioso con los Iris. Nunca compré ninguno. Me parecen tan exageradamente caros que no estoy dispuesta a pagar por un trozo de raíz de apenas unos centímetros seis o siete e incluso ocho euros. Ni hablar del peluquín!! Así que solo cultivo en mi jardín lirios de los de siempre, de los que llevo toda la vida viendo en todos los jardines. Sin identificar y seguramente sin nombre ni apellido pero que a mí me parecen preciosos y de momento no introduciré variedades que puede que sean más exóticas pero no estoy segura de que les pudieran hacer demasiada competencia a estos:)
Quedan bien en cualquier parte y al lado de casi cualquier planta. Cerca de ellos el Prunus cerasifera 'Pisardii' parece ya totalmente arraigado y ahora recuerdo al mirarlo, que alguien lo calificó de "árbol de hojas desvaídas' pero con quién no estoy de acuerdo en absoluto. Estos días, con la lluvia, sus flores han ido a parar al suelo y la base del tronco se ve rodeado de pétalos de suave rosa. Pero en las ramas permanecen aún sus cálices tiernos y de un burdeos claro que contrasta maravillosamente con el tono oscuro con tintes morados de las hojas de este árbol que de tan visto solemos menospreciar pero que a mí me parece que contrasta entre los demás árboles poniendo un bonito contrapunto y cuyas ciruelitas adornan graciosamente más delante sus ramaje. Qué más contraste podría tenerse teniendo cerca las preciosas y jugosas hojas de Carpinus betulus 'Fastigiata'?
Me gustan las salvias!! Y no solo estéticamente. No hay una sola vez que pase por delante de alguna que me resista a pellizcar alguna hojita y comérmela. Me gustan los sabores amargos y la salvia lo es pero tiene un punto refrescante que me chifla!!
Me doy cuenta de cómo ha cambiado este seto. Aún queda mucho espacio entre las plantaciones pero no, ya no tienen el aspecto del año pasado. Siempre me sonrío internamente al ver como pasito a pasito el jardín va consolidándose lentamente pero de forma que de año en año se percibe sin duda el cambio.
Si me doy prisa lo mismo llego con luz suficiente! En frente del seto, a unos metros, luce solitario el tronco de una Paulownia tomentosa plantada este invierno que aún no dio todavía signos de querer brotar pero que seguramente cualquier día de estos empezará a salir de sus yemas sus enormes y bonitas hojas, o eso espero :)
Me dirijo a la parte baja de las escaleras de madera para comprobar si esta tarde ocurre como en otras algo que de tan simple me emboba jajajja Quizás habiendo llovido, no.
Pero sí, a trasluz las veo revolotear. Sobre la hierba revolotean unas cuantas mariposillas diminutas que mi cámara recoge con una forma irreal al haber tirado la foto con una velocidad demasiado lenta. Qué efecto más simpático. No? Hasta aquí llego y de nuevo no tengo tiempo de llegar a ver qué tal van la Kerria japonica del final del jardín. Quizás mañana la lluvia me dé más tregua ajjajaja
Mi gozo en un pozo, toda la tarde esperando a ver si puedo salir y al final...la tregua dura un suspiro!! Empieza a chispear de nuevo mientras el sol se va. Pero no me importa, lo hace como siempre, acariciando con sus rayos las hojas de las plantas de esta zona que están todavía a su alcance y tiñéndolas de una luz brillante que las hace resaltar entre las sombras claras que ya se han vertido en el resto del jardín. Llevo días sin mirar estos rosales rugosas cuyos fuertes y precioso brotes son una verdadera atracción para los pulgones y que el año pasado logré mantener a raya a base de manguera sin otro producto. No los veo mal, de momento no veo hormigas merodeando. Buena señal!! Me regreso a casa con la esperanza de que los capullos que he visto tengan tiempo de abrirse antes de que las dichosas hormigas los estropeen.
Más de una semana sin parar. No deja de llover!! Y otro intento que no dura más que unos minutos, los que tardo en llegar al lilar con paso ligero mientras recorro el seto norte y me da tiempo de tirar algunas fotos a la zona central del jardín llena de verde su suelo. Qué gusto andar sobre el mullido suelo cubierto de cientos de geranium con sus diminutos flores rosas. Ni se me ocurriría arrancar esta que llaman malas hierbas y que a mi me parecen deliciosas. En apenas unos meses el suelo de mi jardín se teñirá de colores pajizos así que quién desaprovecha la ocasión de algo de verde!! Desde luego nadie que tengamos el jardín en una zona geográfica como la mía que no disfruta de la humedad de los jardines del norte con un perpetuo verde en su suelo.
Precipitadamente compruebo si hay plagas sobre la Genista apenas empezando a florecer estos días y también hurgo entre las hojas todavía arremolinadas recién brotadas de Sacumbus nigra 'Black Tower Eiffel'. Me alegro de haber elegido esta variedad tan oscura y flores en panículas de tonos rosas antes de que se abran las blancas flores. Está brotando con fuerza. Sí señor!! El año pasado se dedicó a echar raíces, éste seguro que se va a dedicar a crecer, eso parece al menos...Tenía muchas ganas de tener un hermoso arbusto de Saúco. Es de esas plantas de siempre que cada día se ven menos en los jardines pero que ofrecen a la vista y aroma del jardinero grandes satisfacciones y desde luego para los pájaros constituyen sus bayas un estupendo banquete.
El lilar está hecho un desastre con la pinaza mojadas sobre las plantas!! Pero el desorden y algo de desaliño en los jardines no son capaces de eclipsar la belleza. Sobre las piedras llenas de líquenes yacen algunas ramas de Kerria japonica 'Pleniflora' pintada ya de amarillo. Como las Forsytias en pleno apogeo. No, la pinaza no me distrae de tanto color oro... afortunadamente ;)
Ya que estoy aquí no puedo desaprovechar el echar un vistazo al huerto y ver qué tal van las habas y si tienen muchos pulgones. Veo alguno sobre algunos tallos. Temblad, malditos!! No saben que tengo preparándose, en maceración, un buen manojo de ortigas ejejje les queda tres telediarios...
Me percibo lo cambiante que es este huerto. Bueno, este huerto y cualquier rincón del jardín. Vienes a una hora y parece uno, regresas a otra al día siguiente y parece haber cambiado tanto...
Ya de subida me paro en uno de los celindos (Philadelphus), el que crece a los pies de la plataforma de hormigón y lo veo cuajadito de capullos!! Ni rastro este año de plagas...bien, vamos bien!! Llevo ya dos años queriendo cambiarlo de lugar porque creo que rompe la vista de subida hacia la casa y que está ahí en medio, como sin demasiado convencimiento el pobre...ajjajaja pero no hay manera, se me pasa la temporada de hacerlo y siempre me digo: el otoño que viene lo haré y de paso sacaré de su base unos hijos con raíz para tener dos ejemplares. A ver si tocando el final de este año saco un rato para hacerlo...
Este celindo es precioso. No crece en forma de mata espesa y cuajada de ramas desde el suelo como los otros. Tiene un par o tres de troncos lignificados y es en su extremo, en lo alto, dónde brotan las ramas largas y elegantemente arqueadas que en breve se cubrirán de blanco.
La tarde termina y me encamino ya hacia la casa. Los últimos rayos de sol se posan en las yerbas que crecen sobre el cemento que cubre el viejo suelo de una de mis terrazas. Qué aspecto de pequeño mundo dentro de otro mundo me da esta imagen :) Una simples yerbas pero qué bonitas me parecen con esa luz sobre ellas!!
Todavía abajo, de nuevo, mi enclenque higuera (Ficus carica) volverá a dar frutos que yo calificaría de "indignos" pero que a tenor de cómo los devoran los pájaros está claro que a ellos les parecen deliciosos. Que les aproveche!!
Antes de entrar en casa paso al lado de ellos. Compruebo como este año, de nuevo florecen los diminutos bulbos de Muscaris que hace dos años, plantando una bolsa de ellos en una maceta, se me cayeron y que fueron a parar a las hendiduras de las baldosas. Florecen entre yerbas que crecen entre ellas y que junto con musgo y líquenes, han dado al cemento del borde de la terraza un aspecto que si no supiera qué es, diría que se asemeja a la piedra un poco...lo que hace el tiempo, unas veces todo lo deteriora pero otras... otras lo transforma embelleciéndolo :)