Marzo es el mes de los amarillos. Todo es amarillo ahora en el jardín. Narcisos, Othonna cheirifolia, Kerria japonica 'Pleniflora', hasta las flores silvestres de las praderas son del mismo color. Tan sólo el contraste de los almendros (Prunus dulcis) con su blanco inmaculado y los Prunus cerasifera 'Pissardii' ponen una nota de contraste. Bueno, no, están las Viola odorata pero es tanto el amarillo del que todo se tiñe que las pobres apenas se notan. Y mira que son bonitas, con su precioso color violeta!!
Pero las protagonistas absolutas, sin competencia que les pueda hacer sombra, sin duda son las mimosas (Acacia dealbata). Siempre son excesivas. Sus raíces inundándolo todo, sus semilla cuajando los arriates dentro de unos meses y ahora se desbordan también llenando todo el espacio con su magnífica floración. Vierten su amarillo sobre todo el jardín y una no puede más que mirarlas a ellas. Están por todas partes iluminando todos los rincones con sus constelaciones de miles de estrellas amarillas!! Son excesivas hasta en su fragancia.
Hoy era una delicia respirar el aire cálido lleno de aroma a mimosas. Dulce, suave, delicioso...
Son tantas las mimosas que hay en mi jardín que puedo llenar la casa de flores sin que en el jardín se note que he cortado tantas y tantas ramas.