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Las enfermedades de los rosales (II) El oídio (Spaerotheca pannosa). Prevención y tratamiento.

Hemos visto en la entrada anterior qué hongo (Sphaerotheca pannosa var. Rosae) produce en los rosales una de las de las enfermedades fúngicas más conocidas, el oídio, y de qué manera se desarrolla sobre nuestros rosales.  Vamos a tratar en ésta cuales son los tratamientos que podemos aplicar una vez que la planta ha contraído la enfermedad  para, si no eliminarlo (asunto muchas veces extremadamente difícil) sí limitarlo. Pero sobretodo vamos a tratar también de qué forma es posible hasta cierto punto prevenirlo con unas condiciones de cultivo adecuadas y la elección de variedades de rosales que hayan demostrado un alto grado de resistencia a esta enfermedad.


TRATAMIENTOS para curar el oídio

A nivel de tratamientos podemos actuar de modo preventivo durante la parada invernal para eliminar el micelio hibernarte en yemas y demás partes del rosal.

1.- Tratamientos preventivos
  • Azufre. Con sus pros y con sus contras. A favor, que seca el entorno y produce una cierta bajada del pH del suelo, es decir, lo acidifica y por tanto “hace la vida un poco más difícil” a los hongos que lo que precisan es un pH neutro y un medio húmedo. Que es ecológico no dañando el medio al no crear resistencias. Pero tiene también sus limitaciones e incluso sus desventajas: Como sabemos es más preventivo que curativo. Recordemos que su efectividad se limita a un rango de temperatura bastante concreto. Por debajo de los 15 grados no es efectivo y si lo aplicamos con temperaturas más allá de los 35º es muy probable que pueda quemar las plantas. También hay que considerar que el periodo más habitual de aplicación  que es en invierno, según las zonas geográficas, coincide con el periodo de lluvias y la facilidad de lavado del producto aplicado con ello.
  • Nuestro amigo José Luis Nadal, aconseja como  forma preventiva  las pulverizaciones de las hojas con una mezcla de bicarbonato potásico (no sódico, que es venenoso) con  agua y unas gotas de detergente o alguna cucharada de aceite vegetal . Esta mezcla  puede ser efectiva a la hora de impedir la germinación de las esporas
  • El mismo José Luis Nadal nos recomienda en otoño-invierno, cuando ya se caen las hojas aplicaciones de urea cristalizada disuelta en agua (un producto con elevado contenido de nitrógeno y completamente soluble) durante los meses de otoño sobre el suelo ayuda en el proceso de descomposición de las hojas y de las esporas de los hongos. Desconozco si esta mezcla pudiera aplicarse sobre la parte aérea del rosal. Será cosa de preguntar a José Luis.
  • Aplicación de oxicloruro de cobre de modo preventivo.
  • La cola de caballo, al igual que el azufre es más preventivo que curativo pero puede usarse como un fungicida contra los hongos que producen el odio e incuso el mildiu por razón del sílice que contiene. 

Además de estos productos que deberían aplicarse antes de los contagios, existen otros productos y mezclas cuya efectividad está más respaldada por la opinión personal de cada jardinero que por estudios que los avalen. De todos modos no son tóxicos y no van a perjudicar a nuestros rosales de manera que no perdemos nada por probarlos.
  • Canela molida: No deja residuos en el suelo e inhibe el crecimiento de los hongos debido al efecto tóxico que produce sobre ellos.
  • El Jabón Potásico también es efectivo como fungicida natural. El jabón fabricado con sosa potásica a diferencia del que lo es con sosa sódica, no es tóxico en el suelo por acumulación incluso es lo contrario, el potasio es un abono
  • Mezcla de leche entera (20 %) y agua . Aconsejan pulverizaciones en horas soleadas ya que según dicen (yo no lo he probado) el hongo se seca cuando se hace esta aplicación por efecto de la leche y el sol.

Habría muchas más...

2.- Tratamientos curativos. La otra  estrategia es el uso de Fungicidas sistémicos para prevenir y curar.

Tras todo lo que veíamos en la entrada anterior, es evidente la dificultad de tratamiento de esta enfermedad y conviene recordar algunos puntos que decíamos en las entradas dedicadas a los fungicidas de contactos y a los sistémicos. Los primeros, los de contacto,  no protegían el crecimiento posterior a la aplicación y debemos repetir aquí que es precisamente en este crecimiento joven que no está tratado y dónde el rosal se ve más afectado.
De otra parte, los fungicidas sistémicos, como vimos,  tienen un periodo de protección  también variable en lo que hace al nuevo crecimiento tras su aplicación. Los llamados “traslaminares” tienen la capacidad de moverse del haz al envés de las hojas pero no a toda la planta y por tanto los nuevos crecimientos tras la aplicación del producto no están protegidos contra la enfermedad.
Son los fungicidas conocidos como “verdaderos sistemáticos” los que tienen una doble movilidad, ascendente y descendiente. Llegan a penetrar en la planta moviéndose a través de ella. En este caso, los crecimientos vegetativos posteriores a la aplicación también están protegidos de la enfermedad.
De ahí que sea preciso varias aplicaciones de fungicida sistémico con intervalos de dos o tres semanas entre ellas. Teniendo en cuenta el ciclo biológico que desarrolla este hongo es de vital importancia respetar estos plazos ya que la rapidez con la que se desarrolla como hemos visto es muy importante.

No olvidemos además  hacer un uso consciente  y responsable de este tipo de productos siempre tras identificar con seguridad la enfermedad y solamente cuando es muy necesario y hacerlo con el producto adecuado a la enfermedad que estemos tratando, es aconsejable para limitar la creación de resistencias no hacer uso prolongado y exclusivos de productos con el mismo tipo de acción y el mismo principio activo. Es conveniente alternar el uso de distintos fungicidas.
En todo caso, creo que siempre es planteable aquella frase tan conocida que no es conveniente “matas moscas a cañonazos” por lo que repetimos siempre, porque matamos algunos patógenos, sí, pero a qué precio y con qué consecuencias?

Siempre que hagamos aplicaciones de fungicidas debemos tener muy en cuenta aspectos como:
  • La dosis correcta para que sean eficaces. Ni más ni menos que lo que indique el fabricante. Las dosis menores aumentan la creación de resistencias.
  • Tratar de mojar con la mezcla de fungicida y agua todas las partes del rosa
  • Aplicar los productos en los períodos aconsejados en las instrucciones y con las temperaturas y humedad atmosférica adecuados.
  • Respetar los intervalos de tratamiento indicados.
  • Protegernos con ropa, gafas, mascarillas, guantes….etc. Estos productos son nocivos para nuestra salud!!
  • Llevar los envases enjuagados varias veces (vertiendo el contenido en la mochia) y vacíos a puntos limpios si nuestro Ayuntamiento dispone de ellos

PREVENCIÓN DEL OÍDIO

De todos modos debiéramos ser muy conscientes de que siempre es mejor prevenir que curar. Teniendo ahora un somero conocimiento de cómo se establece y crece este hongo y cuales son las situaciones en las que mejor se desarrolla, nos resultará más fácil proporcionar las condiciones de cultivo que situarán a nuestros rosales en ventaja a la hora de enfrentarse a esta enfermedad.
Hay varios aspectos a tener en cuenta y cuyo cuidado contribuirá a que el contagio de nuestros rosales sea menos probable.

LA INSOLACIÓN

Los rosales son plantas que precisan de varias horas de sol al día. Salvo alguna variedad muy concreta la mayoría precisan ser cultivados a pleno sol. De hecho el mismo rosal puesto al sol tienen muchas menos probabilidades de contagiarse que si lo cultiváramos a la sombra.

LA NUTRICIÓN y CUIDADO DEL SUELO

Un rosal débil y mal alimentado es una víctima mucho más propensa al oídio que uno bien nutrido, así que pongamos especial atención al aspecto nutricional  y proporcionemos los abonos y fertilizantes adecuados y en el momento idóneo a nuestros rosales.
Es conveniente además comprobar que los fertilizantes que apliquemos son equilibrados en todos sus componentes tanto en los nutrientes que contienen como en las cantidades.
Un crecimiento demasiado vigoroso del rosal que produzca muchos brotes tiernos y débiles sabemos que favorece la enfermedad, por lo tanto fertilizantes con excesiva cantidad de nitrógeno no serán convenientes.
Un aporte de abonos naturales como estiércol bien fermentado o humus de lombriz beneficiará el crecimiento general rosal proporcionando un medio dónde las raíces crecerán en un suelo mucho más rico, mullido y con materia orgánica además de impedir la compactación de terreno favoreciendo así la oxigenación. Estos dos elementos son aconsejables no solo como mezcla de plantación si no también en forma de acolchados que mantendrá el suelo que rodea al rosal con niveles de hidratación adecuados.

VENTILACIÓN

Aunque en la mayoría de los casos los hongos precisan de humedad para la germinación y crecimiento de sus esporas en algunos casos como el oídio es la sequedad lo que precisan después de germinar estas esporas.  Y esto es conveniente recordarlo cuando cultivamos rosales trepadores sobre paredes o muros. Y si no resulta posible hacerlos crecer sobre árboles, o sobre una celosía al descubierto o de una forma similar, habría que intentar separar el soporte al menos 10 cm del muro sobre el que se sustenta precisamente para permitir la renovación y refresco del aire entre el rosal y la pared. Pensemos que un muro orientado al sur o al oeste recibe muchas horas de insolación y llega a alcanzar temperaturas bastante altas. Estas temperaturas que alcanza el muro o pared la transmite al rosal si entre él y la pared no dejamos espacio suficiente para que circule el aire.

Necesidad de ventilación con podas adecuadas que favorezca que el rosal desarrolle sus ramas hacia fuera creando un espacio interior libre que facilite su aireado
En lugares cerrados, como invernaderos o terrazas acristaladas, debe haber una buena ventilación tratando de protegerlos con pintados de cristales (si son invernaderos) o con telas de sombreo para evitar las horas centrales del día. Son lugares con alta condensación y dónde suele producirse frecuentes alternancias de temperatura y cambios de humedad relativa.
Los rosales plantados demasiado cerca de muros o excesivamente junto a otros rosales o plantaciones no disfrutan de suficiente flujo de aire. Será por tanto necesario respetar unas distancias razonables entre plantas así como el espacio hasta los muros próximos.
Un aspecto que debemos considerar ante rosales que ya han padecido o padezcan esta enfermedad, sobretodo en rosales grandes, es que la temperatura exterior es muy superior que la existente en la zona inferior e interior del rosal dónde se producen dos condiciones favorecedoras de la enfermedad: abundancia de hojas  y por tanto mala ventilación y mucha sombra. Teniendo estas zonas bajas e interiores del rosal bien limpias y podadas para favoreciendo su ventilación, estaremos dificultando el desarrollo de este hongo.

HIGIENE Y ACOLCHADO DEL SUELO

Eliminar malas hierbas, algunas son especialmente peligrosas. Si tenéis corregüela (Convulvulus arvesis) en vuestro jardín, os habéis fijado  como casi siempre padece oídio? Qué horror de planta!! Además de lo difícil de erradicar encima suele contagiar el oídio!!
De todos modos, con independencia de la posibilidad de contagio que puedan tener algunas, en general representan una competencia en nutrientes e hidratación. Por tanto, mantener limpiar de ellas el suelo que rodea la base redundará en beneficio del rosal.
http://commons.wikimedia.org/wiki/Convolvulus_arvensis#mediaviewer/File:Convolvulus_arvensis_11_ies.jpg
Eliminar cualquier parte del rosal afectada, hojas, capullos, ramitas y destruirlas.  No utilizarlas nunca para hacer compost ya que pueden transmitir las enfermedades que padecen. Recordemos lo que decíamos en la entrada de los fungicidas sistémicos sobre la imposibilidad de recuperación de las partes afectadas aunque se traten con ellos.  Los fungicidas podrán prevenir el posterior daño pero el ya causado antes de su aplicación no se recuperará. Por tanto lo que debemos procurar es evitar su propagación y no tirarlas a la basura. Es preferible quemar este material infectado.
Las herramientas de poda pueden ser un gran foco de propagación. Mantenerlas en buen estado y cuidar escrupulosamente su higiene tras cada uno, especialmente cuando eliminemos partes afectadas ya por la enfermedad, es de suma importancia.

El uso de acolchado. La sequedad de las raíces es un factor que ayuda o favorece el desarrollo del oídio.  Ya hemos repetido muchas veces los beneficios de un buen acolchado en otoño/ invierno. Entre otros protege el suelo de evaporaciones y ahorra agua de riego.


EL RIEGO

El riego debe efectuarse sobre el suelo y no por aspersión o con la manguera sobre las hojas. Sobre todo si una vez se riegue no hay tiempo para que las hojas se sequen antes de llegar la noche. Recordemos lo que decíamos en la entrada anterior: ciclos repetidos de noche/día en los que durante la noche se dan humedad relativa muy alta (que favorece la formación y germinación de conidios, y días con suaves son el coctel perfecto para la propagación del oídio.

Cuidar con celo la hidratación del suelo alrededor de las raíces no permitiendo que las raíces crezcan en un medio seco ya que esto favorece el desarrollo de oídio. Los rosales cultivados en contenedor tienen si cabe mayores problemas de sequedad en el sustrato debido a las dimensiones del propio contenedor y a que al estar expuestos al calor directamente es necesario hidratar los rosales con mayor frecuencia.

CULTIVO DE VARIEDADES RESISTENTES

Elegir, a poder ser, especies más resistentes distinguidas con la denominación ADR - Allgemeine Deutsche Rosenneuheitenprüfung  o cualquier otra de prestigio. Estas sociedades y tribunales son absolutamente serios e imparciales y el cultivo de las variedades que se presentan a examen durante bastante tiempo comprobando su fortaleza ante enfermedades debe tener bastante peso específico en nuestra elección.





Qué trabajosísimas son, pero...cómo no amarlas!!

Te matas trabajando. Trabajas con ellas en primavera, verano, otoño e invierno y más no porque no hay más estaciones!!

Llega febrero y te pasas el día mirando a ver cuándo esas yemas que llevan ahí sin decir ni pió durante el invierno, les da la gana de empezar a enrojecer y dar algún signo de que la danza va a empezar. Y por fin, allá por finales de febrero o comienzos de marzo empiezan a abandonar su silencio y comienza el trajín. Bueno, si es que el trajín cesa en algún momento del año!! Como locos, tijeras en mano comenzamos la poda. Actividad de alto riesgo? Escalada en hielo, puenting? Quia!! Actividad de alto riesgo es podar un rambler adulto. Eso es riego y lo demás un cuento!! A ver quién es el guapo que sale de entre esa maraña de ramas asesinas sin convertirse en un verdadero Ecce Homo! jejeje Te levantas del suelo cuando por fin terminas y tienes las rodilleras en las espinillas. Las camisetas como un harapo, rasgadas como si te hubieras batido en duelo con un gato!! Los brazos y manos llenos de zarpazos, los pelos de loca después de habértelos prendido mil veces en las espinas y agotada hasta la extenuación después de pasarte media mañana luchando contra el monstruo tratando de evitar que los latigazos de las ramas que se sueltan  te dan en la cara y te salten un ojo.

Y ahí no termina la cosa. Es que luego te tienes que dedicar a desfoliarlo. Y a barrer debajo de las ramas para que no quede una sola hoja llena de larvas que dentro de nada se convierta en una amenaza. Agotador!!
Elaboración de abonos, de purines, de tés que después de macerar tres días huelen que apestan... acolchados, estiércol.  Vamos, mil guarradas!! Que ya no sabes qué pretexto poner a las visitas cuando te preguntan por el aroma...
Tienes los rosales que parecen presos. Los que no tienes que atar a la celosía porque echan ramas de tres metros, los tienes que enlazar a tutores porque si no, se desparraman por el suelo con el peso de las rosas. Porque tú, caballo grande, ande o no ande. Si es que se te van los ojos a las rosas repolludas que luego pesan un quintal...Ainsss

Tienes que tener alma de guerrero. Sí, de guerrero porque la lucha es crónica en un jardín con rosas y son tantos los enemigos a batir!! Luchas contra los pulgones que tienen una persistencia digna de encomio y juegan al camuflaje mejor que nadie. Luchas contra cochinillas (Contra las algodonosas y contra las acanaladas) Que no sé yo cuales son peor. Sin temor alguno al qué dirán del vecindario,  cuelgas cachos de envases de plástico amarillos aceitados contra la mosca blanca y ya puestos y para aprovechar la botella de detergente del super que la tienes vacía, también los pones azules contra los trips. Que algún vecino debe decir si eres de Ucrania o de Suecia y te has enfadado con tu país haciendo trizas la bandera. 

La lucha no tiene fin. Escarabajos que no tienen otra cosa mejor que hacer que zamparse los pétalos de tus rosas recién abiertas o a punto de hacerlo. Y tú, ahí, con la paciencia del Santo Job, bote en mano y recogiendo uno a uno a los malditos! Porque tú eres muy ecológica y no te da la gana de echar potingues que luego encima te maten a los pocos aliados que tienes y para más inri te quedes sin manzanas porque no hay polinizadores. Ni hablar! Tú con el purín y el jabón dale que te pego. Y ya desarrollada tu paciencia la ejercitas depositando una gota de pegamento en cada tallo que cortas en tu lucha contra abejas que se empeñan en agujerear los tallos de tus rosas y poner los huevos dentro. Como si no hubiera mil sitios mucho más fáciles para ponerlos! Pues no, se empeñan en meterse en tus tallos y zamparse la médula!
Eso por arriba, pero por debajo los peligros no terminan. Larvas devoradoras de raíces cuya maldad no tiene límites y que cuando sean mayores quieren ser escarabajos de los destrozones. Y terminan siéndolo. Claro!  Agallas que crecen en las raíces de tus preciosos rosales... en fin, las amenazas vienen de todos lados!! Y tu actividad asesina no tiene nada que envidiar a ningún juego de videoconsola. Tienes artillería contra todo! Menuda eres tú buscando información en los Interneses...

Y tú, ahí, con tesón, tratando de evitarlas porque para eso eres una estupenda jardinera y tienes grabado a sangre y fuego lo de la prevención pero resulta que más tesón que tú, tiene ellos, el enemigo!! Y tú, hala!! A recorrer el jardín en busca de ortigas que encima terminan picándote. Y cuando no haces purines, mezclas mil potingues. Todo sea por la salud de tus reinas. Y venga, a comprar más jabón potásico al Mercadona!! Que la dependienta debe compadecerse de ti pensando que tienes 25 churumbeles y que pones lavadoras de forma casi compulsiva.
Muchas veces terminas casi tirando la toalla después de tanto trajín y tanto bicho, y tanto acolchado y tanta pulverización. Que ya tienes el brazo izquierdo de competición de tanto darle a la mochila!! Pero es que eres facilona y mañana sales de nuevo al jardín y ves 127 capullos de rosa. Porque son 127 y no 126. Eh! Que para eso los cuentas uno a uno! Y nada, ya te tienen sorbido el seso de nuevo. Hala! A pasarte el día mirando el rosal cada media hora a ver si alguno de ellos asoma un pétalo...

Y claro, se abren uno a uno y tú entras en éxtasis!! Se te olvidan las abejas, y las cochinillas, y los hongos y la madre que los trajo a todos juntos. Tú solo miras aquellas preciosidades que se van abriendo ante tus ojos y que exhalan un perfume que te embriaga. Y los ojos te hacen chiribitas recogiendo sus curvas y te quedas boquiabierta con tanta hermosura.
La felicidad nunca es plena. A la par que comienzan a abrir empiezan a subir las temperaturas y tú a sufrir de nuevo cuando ves que el sol las languidece y que no duran un suspiro. Te pasas el verano arrastrando mangueras de veinticinco metros jardín arriba y abajo tratando de que no pasen sed. Pero es que beben como si no hubiera un mañana y tu suelo filtra el agua mejor que la arena de la playa! 
Y bueno si fueron 127 en un arbustivo la cosa tiene pase, pero cuando son 280 en un trepador te acuerdas de la madre de los escaramujos cuando te tienes que subir a una escalera a cortarlos y hubieras preferido no contarlos porque vuelves al recuento esta vez tijera en mano y sabes que te quedan 98 en las ramas más altas...

Te conviertes en un Sherlock Holmes del jardín y no dejas de escudriñarlos. Por arriba. Por abajo. Miras el suelo, los tallos, las hojas. La inspección es exhaustiva. Menuda eres para que se te escape un bicho!! No hay manera de que solo mires las rosas. Te pasas la vida mirándoles el envés de las hojas en busca de pulgones, de cochinillas o de cualquier otro indeseable...Y en tus paseos terminas con las manos teñidas de rosa siempre porque mientras andas por el jardín vas estirando las manos a un lado y otro del camino arrancando rosas medio secas que ya no sabes dónde meter cuando vas por al mitad del jardín y no te caben más en las manos. Y en agosto dices, se acabó, estoy hasta el gorro!! 
Ay!! Pero cuando ves unas de esta guisa en pleno diciembre...las muy ladinas ya te tienen ganada el alma hasta la primavera!! Pero es que...cómo no amarlas!!
Por cierto, me voy a preparar una mochila para hacer la segunda aplicación de aceite de invierno...  ;)

Una planta y un hormiguero por el mismo precio.

Habéis comprado alguna vez un hormiguero? Yo sí. Que no fuera consciente no significa que no lo haya adquirido. Pero además, es que no me lo han cobrado!! Qué contenta estoy con un hormiguero dentro del cepellón de mi Cornus sanguinea (Cornejo rojo) !!
Ahora en serio. Esta mañana mi ayudante se ha dispuesto a plantar el Cornus que había adquirido hace unos días en un vivero de Madrid. Me gusta mirar y remirar las plantas antes de meterlas en tierra. A veces no sé ni qué miro pero las reviso. Es una costumbre de siempre. Las saco del contenedor, observo el estado de sus raíces. Veo la tierra. Compruebo que no tengan insectos o cosas raras...aprovecho para eliminar ramillas u hojas muertas, en fin, las acicalo un poco mientras reviso en qué estado está el cepellón de la planta antes de verlo desaparecer bajo tierra.
Estaba buscándole la ubicación correcta cuando me percato que una hormiga sube justo desde la base de los tallos hacia arriba. Pensé que sería una de los millones que tengo en el jardín. Cuando al rato, otra...otra más...ummmm!! Me fui al extremo de las ramas a ver si había pulgón. Ni rastro de áfido alguno. Qué raro! Pensé...Cada vez había más entre las ramitas inferiores del Cornus así que lo saqué del contenedor y me encontré la "guarida" con la despensa llena. Qué majas ellas, tan currantas y previsoras...
Fijaos en las galerías que tenían construidas...

Una vez les concedí mentalmente la medalla al mérito al trabajo, con un palillo he eliminado los viandas de las pobres hormigas y he destruido los "pasillo" del hormiguero que he tenido al alcance. Las hormigas salían del  centro de la planta así que seguro que tenía que haber un pasadizo desde la cámara principal hasta allí pero no he querido toquetear demasiado el cepellón para no arriesgarme a romper las raíces. al trabajo desde luego no estaba dispuesta a plantar el Cornus con habitantes en sus raíces así que he llenado un capazo con agua y le he echado un chorro generoso de jabón potásico y he dejado en remojo el cepellón para que las hormigas se ahogasen.
Tras permanecer una media hora en remojo he vuelto a sacar la planta y he comprobado durante un buen rato que no salía hormiga alguna de la tierra por parte alguna. Problema resuelto...Requiescat in pace!! (y mi pobre cornejo más aún jejej)
Feliz tarde de domingo, amigos lectores.
María.

Rosa 'A. Shropshire Lad'. Este año rosas de tamaño XXL

Las rosas de Rosa 'A. Shropshire Lad' de este año impresionan. Es un rosal de flor grande, sin duda y en mi jardín siempre las ha producido de buen tamaño pero este año me llama la atención el aumento del tamaño de las flores. 


No me extenderé hoy en descripciones en de la morfología, forma de crecimiento y características de este rosal. Hablamos en detalle en un artículo del año pasado que para quien quiera consultarlo está disponible pinchando en el vínculo. Incluso sobre él practiqué no hace mucho un acodo aéreo con la intención de reproducirlo y poder regalárselo a mi amiga Isabel Rodríguez.


Ni tampoco voy a hablar de la poda que aplico a este rosal. También en su momento incluímos en este blog un tutorial en el que se mostraba en detalle la poda que suelo aplicarle.
Tan solo quería esta vez mostraros las primeras rosas de A. Shropshire Lad y enseñaros como está de bonito. 

Me ha llamado poderosamente la atención algo que no me había ocurrido anteriormente. Las primeras hojas que han brotado al comenzar la primera han sido de un tamaño normal. Sanas y fuertes como todo en este rosal pero es ahora, en los brotes que van saliendo y sobre los que se desarrollan las enormes flores en los que aprecio un aumento tan considerable y para el que no tengo seguridad en encontrar la razón. Es más, si el año pasado tan pronto aparecieron los brotes comenzaron a aparecer pulgones, este año por el contrario no padece plaga alguna. Si acaso un leve levísimo asomo de oídio  y que es tan poco que me estoy limitando a quitar alguna hojita que veo afectada y ni siquiera lo he tratado con nada.

A la hora de valorar esta clara mejoría es posible que sean los efectos de varios factores
El primero y no en vano es el tiempo. El rosal se va asentando, va madurando y esto sin duda redunda en su beneficio y está en disposición de mostrar todo lo que es capaz de dar.
Quiero pienso que no debería dejar de tener en cuenta que en mi jardín no uso químicos ni contra plagas ni contra enfermedades. Hago tratamientos con purín de ortigas o jabón potásico eso sí. Sin duda, el no sufrir los daños de productos agresivos contra la naturaleza y el haber permitido que "padezca" ciertos grados de plaga o de enfermedad, sin duda ha permitido que el rosal desarrolle resistencias naturales frente a ellas.
No quiero dejar de mencionar otro hecho que puede haber afectado a este cambio tanto en follaje como en floración y es el de haber decidido abonar exclusivamente con fertilizantes naturales. No voy a asegurarlo pero es precisamente pasado unas semanas de haberlos aplicado cuando  las hojas están empezando a adquirir un tamaño inusualmente grandes. El aporte de un exceso de nitrógeno formando parte de los abonados puede dar lugar a un aumento en la vegetación y su tamaño pero no se trata de hojas y ramas excesivamente tiernas y además no es solo un aumento en el tamañ pde las hojas, es una mejoría clara en el crecimiento del rosal, en su resistencia a plagas. Además, tuve buen cuidado de no pasarme en la cantidad que aporté de este elemento precisamente por esa razón. Y de las rosas...pues eso no hay más que ver las proporciones!!

Qué puede haber intervenido además? Quizás los constantes aportes de materia orgánica que hago ya en el hoyo de plantación y un par de veces al año en forma de acolchado?
No lo sé.  Es posible que sea el conjunto de todas estas condiciones de cultivo las que  hayan intervenido en mayor o menor medida.
Sea como fuere, estoy muy satisfecha de la evolución de este precioso rosal inglés. Por cierto, el aroma es difícil asegurar que aumenta o decrece. Más teniendo en cuenta mis escasas capacidades olfativas ajjajaja Rosa 'A. Shropshire Lad' es un rosal con aroma, sin duda. No al nivel de Rosa 'Louise Odier' o Rosa 'Mme. de Sévigné', pero claro, la producción desmesurada de rosas de estas dos variades también influye en la apreciación del aroma. A. Shropshire Lad, desde luego tiene un aroma potente, claro y fresco en una línea distinta a las rosas antiguas.

Este rosal me tiene ganada casi casi, al cien por cien. Ahora hay que vez, una vez está comenzando a asentarse en el jardín, hasta qué punto es refloreciente. Lo iremos comprobando!!! ;)

Del verde al blanco: Bola de nieve, Sauquillo, Mundillo (Viburnum opulus 'Roseum')

A mediados de mes os mostraba las flores del sauquillo aún teñidas de verde musgo. Ya están blancas!! Un blanco precioso, como de nata :) Parecen pequeñas inflorescencias de hortensias. Qué arbusto tan precioso es este!!

Como todo, también tiene sus pegas. Quizás no es el más fácil de los viburnos. Esta variedad es bastante amiga de coger pulgones y no sé si porque aún no han tenido tiempo de arraigar bien pero he tenido que regar los tres que tengo con muchísima frecuencia, tanto que temía por su floración. Me preocupaba ver como en cuánto les daba el sol languidecían sus tallos bajo el peso de las flores.
No es de los que se pueden dejar casi en el olvido sin preocuparse de ellos como Viburnum tinus o puede que simplemente esta sea mi impresión porque es su primer año en mi jardín. Ya sabemos que las plantas requieren arraigarse, consolidarse para poder dar lo mejor de sí mismas. Habrá que darle tiempo también a este!! :)
Como os decía en el anterior artículo las raíces no eran capaces de abastecer de agua la vegetación que crecía demasiado deprisa. Seguramente el próximo año, que ya estará afianzado en el suelo sea más resistente a la sequía. Aún no tiene pulgón o yo no se lo veo pero veo las hormigas merodear ...y ya sabemos qué significa esto. Verdad!! :)
Cuando pase la floración será momento de eliminar las puntas y con ello me llevaré parte de los pulgones si los hay. De paso le practicaré una pequeña poda para provocar que se ramifique y la floración de la próxima temporada sea aún más abundante.
Pero está claro, habrá que aplicar de forma preventiva el insecticida casero que suelo usar, agua con jabón potásico si no quiero que los pulgones lo invadan. 
Me gustaría aclarar que aunque solemos creer que casi todos los viburnos producen frutos este en concreto, el Viburnum opulus 'Roseum' no los da. Creo que es el sauquillo de floración más espectacular pero... es una lástima que no tenga en otoño los preciosos frutos rojos que produce Viburnum opulus. Es el precio por su preciosa floración y su magnifico otoñar!!


Kerria japonica 'Pleniflora': Nada exigente, resistente, sana, florífera... el lujo de lo fácil!

Cuántas veces nos empecinamos en cultivar en el jardín plantas que por mucho que nos esforcemos no crecen en él más que como ejemplares raquíticos o claramente sufrientes, con la idea de que transformen el espacio a su alrededor en un rincón hermoso de nuestro jardín.

No logramos que prosperen, que se conviertan en arbustos hermosos y contundentes. O están siempre enfermos, o languidecen en verano con el calor o se queman en invierno por el frío, o son atacados constantemente por plagas y enfermedades...o precisan de riegos y nutrientes constantemente...Un horror!! Y encima, aún estando dispuestos a invertir agua, tiempo, abonos, jabones potásicos y demás potingues...nada! Nuestro ejemplar no se parece en absoluto a las imágenes que vemos en Internet. 
Nos ocurre muchas veces, verdad? Cada vez estoy más convencida que luchar contracorrientes es absurdo. Desperdiciamos tiempo, energía, dinero y solo ganamos en frustración. Es cierto que lo podemos intentar pero por mucha voluntad que le pongamos en ocasiones, ese rincón en el que la planta de nuestros sueños, de estar en otro clima, convertiría el espacio en un sitio hermoso, desgraciadamente no es nuestro caso. Las traemos a casa con toda la ilusión, las cuidamos, les damos teóricamente todo lo que precisan (dentro de lo que nosotros podemos darles)...pues nada! Ni crecen, ni florecen bien... pasan las temporadas y siguen sin decir nada. Ni fú ni fa! Ahí están, más o menos igual que hace un año y que hace dos...y ya no sabemos qué darles ni hacerles...solo nos falta bailar por sevillanas a ver si se animan!! jajajaja
Olvidamos algo fundamental: No crecen en el lugar adecuado, por eso no se convierten en ejemplares hermosos. No disfrutan del clima que precisan o soportan temperaturas para las que no están preparados. Sencillamente estamos luchando en una batalla perdida de antemano. Podemos aportar agua, y los nutrientes e incluso tratar de modificar el pH del suelo pero hay cosas que no están en nuestras manos modificar: el clima. Si precisan humedad atmosférica no podremos dársela si nuestro jardín no la tiene. Si no soportan las heladas, no sobrevivirá en nuestro invierno...
Creo que un jardín adaptado al suelo y clima de la zona dónde está ubicado es un jardín siempre más fácil y con posibilidades de éxito pero además y sobretodo, siempre es un jardín más hermoso.
Este no es el caso de Kerria japonica. Hay muchas otras que no dan disgustos, que no exigen de nuestra vigilancia constante. Que no son melindrosas en cuánto a suelo. Que jamás enferman. Que te olvidas de ellas y ahí están: año tras año más bonitas! En dos o tres temporadas pasan de ser una plantita chiquita que no levanta dos palmos del suelo cuando las traemos del vivero a ocupar un lugar protagonista en la zona.
No se enfadan si no reciben cantidades ingentes de agua en los veranos tórridos como los míos. Siguen impertérritas en invierno aguantado el frío por mucho que hiele. No tienes que estar aportando acidificantes al suelo cada dos por tres, ni hacer mezclas de sustratos al plantarla. Le da igual el pH del suelo!! Lucen sanas todo el año. Los pulgones ni se arriman a ellas lo cual, no deja de ser una comodidad no tener que estar siempre mochila a la espalda con el dichoso jabón potásico.
Pero además, es que su floración no es cosa de quince días como muchas otras. En absoluto. Florecen y florecen incansables incluso sin tener que ir eliminando las flores secas. 
Y ya el colmo de este tipo de plantas "simpáticas y bien humoradas" son las que florecen dos veces como esta. Sí, sí. Dos veces!! Y además esta primera floración dura de lo lindo. Pero no le parece suficiente con eso. Allá por agosto vuelve de nuevo a retomar fuerzas y nos regala una segunda floración. En parte porque ya el arbusto ya está cubierto de hojas y en parte porque el número de flores es muy inferior, esta segunda tanda de flores ya no se parece a estas imágenes en las que aparece tan llamativa. Pero sí, durante unas semanas, en pleno rigor del verano es capaz de florecer. Increíble! Una verdadera jabata!
Es cierto que algunos arbustos florecen con profusión pero con unas florinas tan chicas y tan...eso, tan poco llamativas que no es para tirar cohetes. Esta no. Kerria japonica 'Pleniflora' no puede tener una floración más llamativa! Inunda el espacio dónde crece de una masa amarilla resplandeciente. Es una masa de color y brillo.
Me encanta!! Es un arbusto tan hermoso! Tan grácil, con sus ramas largas y arqueadas brotando del suelo y que sucumben bajo el peso de tanta flor. Y qué flores!! Como preciosas rositas amarillas...Y ahora sé lo que estáis pensando. Huele? No, no huele. La perfección no existe, queridos!! ajajajjaja
Además tiene una preciosa vegetación. Un verde cálido claro que enamora. Sus hojas dentadas con nervios claramente visibles tienen una textura delgada que aparentemente nadie diría de su resistencia. No he visto nunca mis arbustos de Kerria japonica quemados por mucho sol que les de!
Bueno, ahora tendréis que preguntarme: pero alguna pega tendrá! No? Pues sí, tiene dos que en realidad a mí, en mi caso concreto, no me lo parecen.
Una es que es un arbusto grande. No debería cultivarse en espacios reducidos ya que precisa bastante "aire" a su alrededor. Ni lo intentéis si disponéis de un cachito de rincón rodeado de otras plantas. La belleza de la Kerria japonica 'Plenilora' solo se manifiesta si tiene espacio a su alrededor. Este arbusto apretujado entre otros que no le permitan arquear sus largas ramas libremente desde mi punto de vista pierde todo su gracia. Su encanto es precisamente el tipo de crecimiento que tiene. Airoso, arqueado, libre! Y eso solo lo puede conseguir si no tiene pegadas otras plantas que se lo impidan.
Así que siento decepcionaros si me estáis leyendo y no disponéis de un buen espacio dónde pueda crecer a sus anchas. Además, os aclaro que emite chupones, es decir, que cada año, van brotando ramas desde el suelo que salen de las raíces periféricas del arbuto de modo que cada temporada va ganando más envergadura. 
Mi Kerria no tiene aún ni la altura ni el ancho que tendrá cuando sea totalmente adulta. Sabiendo que se haría más alta me animé a poner al lado una mata de preciosas Euphorbia characias. Las ramas de mi rosa japonesa (nombre común por el que se la conoce) al crecer lo harán sobre la Euphorbia y creo que el efecto me gustará. Sí.
Cuando digo invasiva no me refiero a plantas tipo mimosas u olmos que son imposibles de contener. Hablo de una tendencia que si al podarla tras esta primera floración llevamos un poco de cuidado y arrancamos esos brotes que van apareciendo más allá de la zona que deseamos, no se convertirá en ningún peligro.
Segunda pega? No lo es en realidad. Es un maravilloso arbusto que si disponéis del espacio que requiere yo os animo a introducirlo en vuestros jardines pero eso sí, si no queréis que en pocos años se convierta en una maraña llena de ramas secas (cuando no muertas) que de grácil no tiene nada y que dejará de florecer al cabo de un tiempo, es absolutamente imprescindible que apliquéis una correcta poda en el momento adecuado.
Las dos primeras temporadas que crece en nuestro jardín puede pasar sin esa poda pero a partir de ahí requiere de este trabajo sin falta. 
En realidad es una poda que, como todas, si se entiende de qué manera crece el arbusto y en qué tipo de ramas florece, es absolutamente fácil de realizar.
Quien tenga interés en ver el proceso paso a paso, con todas las explicaciones y muchas fotografías verá que no es nada complicado, puede visitar el tutorial sobre su poda que colgué en este blog en junio del año pasado.
Es un arbusto que crece con rapidez. En tres años podemos tener un arbusto que destaca. Os muestro el pequeño ejemplar que traje hace ahora tres primaveras. 
Mirad esta fotografía. Justo ahora hace tres años de ella. 
En breve saca tallos largos ganando bastante en la primera temporada en altura. Luego, con los años se hará más alta pero su ritmo de altura se lentifica a partir de la segunda temporada. Eso sí, el arbusto se hace mucho más denso. Como digo, más tupiéndose que aumentando en altura.
Aquí os muestro este mismo espacio de mi jardín el año pasado en dos fotografías bastante semejantes. Podéis ver que el arbusto se ha hecho mucho más tupido. Está con diferencia mucho más cuajado de flores.
Esta primera fotografía es de la primavera pasada. La altura es aproximadamente la misma, pero tiene muchas menos ramas que en este momento.
Desde el año pasado ha emitido desde el suelo numerosos tallos formando ahora un arbusto más sólido, más denso.
Necesitaba que el jardín secreto quedara algo más oculto cuando se viene andando hacia él por el camino que recorre el seto norte. El almendro lo ocula bastante y lo hará aún más cuando crezca pero claro, lo cubre por arriba. Necesitaba de un arbusto que cerrara ese espacio a menor altura. 

Vistos los resultados me animé a elegir para este fin otro ejemplar de Kerria japonica 'Plenniflora' en el otoño de 2016. El año pasado ya floreció y este está empezando a ser un precioso ejemplar que cuanto pasen dos años destacará en ese punto de jardín y "cerrará" cuando no tardando mucho adquiera su altura y envergadura natural.


El tiempo es algo estupendo a veces, sin apreciarlo, poco a poco, vemos como se van transformando los espacios en el jardín y si sabemos elegir bien las plantas entre especies que se puedan adaptar a nuestro suelo, clima y estilo.. los rincones van ganando en belleza con cada año que pasa.
En fin, hoy quería proponeros un arbusto fácil, precioso y sin complicación alguna de cultivo. Espacio y poda adecuada, eso sí!! Pero creo que si tiene estas dos condiciones, Kerria japonica 'Pleniflora' no decepcionará a nadie que la introduzca en su jardín.
Por cierto hay otra variedad de flores simples. Para mi gusto, no es comparable. Pleniflora tiene las flores dobles. Mucho más bonitas! Así que si lo compráis sin estar en flor y es en un vivero que no etiqueta bien las plantas, llevad cuidado y preguntar qué cultivar es antes de traerla a casa.
Buenas noches, amigos.

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