El sábado pasado vinieron a pasar el día en casa unos amigos. Me trajeron varias plantas de regalo y también un unos chupones de tomateras cultivadas en su huerta.
Para quién no sepa qué son chupones de tomateras podemos decir que son los brotes que surgen en la axila de las hojas de los tallos principales. Normalmente se aconseja ir eliminando según salen para que la tomatera desarrolle mejor el tallo principal y no genere tanta vegetación con lo que sería más difícil que la planta tuviera una ventilación correcta. Pinchad en el enlace si queréis leer el artículo que trata sobre la poda de las tomateras.
Estos chupones que normalmente eliminamos, podemos aprovecharlos para reproducir una tomatera y plantarla en otro lugar o, como es mi caso, regalarlo a amigos.
Los brotes (chupones) pueden plantarse directamente en un contenedor con sustrato que retenga bien la humedad y tenga un perfecto drenaje pero a mí me acosejaron dejar los esquejes por unos días en un vaso con agua para permitir que antes de plantarlos generaran raíces y con ello facilitar el arraigo en tierra.
Así lo hice el sábado, tan pronto me los dio Pilar los metí en agua y así estaban hoy tras nueve días.
Como podéis ver han desarrollado abundantes raíces blancas. Parece ser que no conviene dejar los esquejes demasiado tiempo en agua.
Esta forma de reproducir las tomateras, como veis, no tiene misterio ni dificultad alguna.
He preparado una mezcla de fibra de coco y abundante humus de lombriz con un poco de vermiculita que el sustrato permanezca húmedo por más tiempo.
Y... como cualquier esqueje: Rellenar el contenedor, regar en profundidad y esperar a que drene. Practicar un orificio en el sustrato previamente a meter el esqueje para facilitar la entrada y que no dañar las raicillas. Compactar ligeramente el sustrato del contenedor y regar una pizca más.
Los primeros días hasta que se generen más raíces ya dentro del sustrato, es imprescindible que éste permanezca muy húmedo todo el tiempo, hay que pensar que estas primeras raíces que han brotado del esqueje son extremadamente finas y pequeñas y que debe ayudarse al esqueje con una hidratación constante para que pueda prosperar con tan pocas raíces como tiene de momento.
Los he dejado a la sombra durante unos días. Cuando vea que están arraigados y empiezan a crecer los llevaré unos días a alguna zona dónde les dé un poco de sol y pasado un tiempo de adaptación los plantaré en los bancales del huerto.
Según me han dicho al haberse plantado más tarde, estas tomateras empezarán a dar fruto también más tarde y estarán haciéndolo hasta que venga el frío del invierno. Es posible que los últimos tomates que se cosechen les cueste madurar pero pueden recolectarse y dejar que maduren en casa o incluso usar estos últimos tomates verdes para encurtirlos.
Quizás esta forma de reproducción es preferible realizarla al inicio de la temporada del huerto y así la tomatera podría tener más tiempo de madurar y llegar a producir tomates más pronto.
Ya os contaré el resultado.
María.
Edito para agregar un enlace al artículo que publiqué a los veinte días aproximadamente de colgar este que estáis leyendo por si queréis ver estos chupones enraizados al muy poco tiempo. A inicios del siguiente mes (julio), es decir, en unos veinte días ya tenían flores!!