Otro tema sobre el que se debate muchísimo: la manera de lograr que las flores de nuestras hortensias sean azules. Cuánto se habrá escrito sobre este asunto!! Y qué empeño tenemos en tornarlas de este color!! jejje Pero claro, de entre los que tienen su jardín en zonas gallegas, dónde el sustrato es bastante ácido, no es difícil encontrar quienes andan empeñados en que no sean azules, como brotan de modo natural en su zona a menudo.. En fin, que nunca estamos a gusto con lo que tenemos!!
Las hortensias (Hydrangea macrophylla) Son plantas que además de humedad atmosférica, necesitan una humedad bastante elevada en el medio dónde crecen sus raíces y no recibir el sol extremo del mediodía si se cultivan en jardines del centro peninsular o dónde los veranos son muy tórridos. Aguantan por el contrario ciertas horas de sol en la zona de la cornisa cantábrica aunque el sol del mediodía no conviene a ninguna hortensia, ni en el norte ni en el centro de España. Por tanto una ubicación en semisombra en jardines de climas suaves y una casi en sombra pero que sea muy luminosa será el lugar idóneo para cultivar hortensias.
De todos modos y aunque no venga a colación en esta entrada, hay que decir que se pueden cultivar hortensias en unas condiciones bastante buenas aunque el suelo no tenga un pH demasiado bajo. Con un pH de siete por ejemplo, si le aportamos quelatos de hierro se cultivan hortensias quizás no perfectamente pero sí de modo aceptable. Un poco más adelante lo veremos.
Al grano. En todo caso, quienes queramos que nuestras hortensias florezcan en tonos azules deberán cumplirse tres condiciones de cultivo en las plantas:
1.- La primera y fundamental, que la variedad de hortensia tenga la capacidad de tornarse azul. Una hortensias absolutamente blanca, será muy muy difícil convertirla en azul, quizás, todo lo más que logremos es que se torne ligeramente azul, Las de color rosa son las más fáciles de cambiar de color.
2.- Que el suelo (jardín) o sustrato (jardinera o maceta) dónde crece la hortensia sea ácido, con un pH no superior a 5, mejor de 4,5
3.- Y por último ,pero el punto más importante: que haya presencia suficiente de aluminio en el suelo o se lo aportemos.
Pero hay algo más que es importante: mantener el grado de acidez del suelo y la presencia de aluminio desde que comienza la aparición de las yemas durante la temporada anterior y hasta el momento de la floración.
Es decir, no es suficiente con llegar a un grado de acidez en el suelo, plantar la hortensia y hacer una aportación de aluminio. si hacemos esto no habrá prácticamente ningún cambio de color. Será preciso seguir manteniendo el pH en torno a 4,5 regando con agua acidificada y seguir haciendo aportaciones de sulfato de aluminio para que cuando llegue la floración las brácteas se coloren en azul.
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Las hortensias (Hydrangea macrophylla) son plantas que se conocen como acidófilas. Es decir, que su medio idóneo es un suelo o sustrato con un pH bastante bajo. Se parecen en este sentido a camelias, rododendros, azaleas, etc.
¿Y por qué en un sustrato ácido? Sencillamente porque estas plantas requieren hierro para su buen mantenimiento y el hierro, aunque esté presente en casi todos los suelos, no es "asequible" o "asimilable"a la planta si no es en un medio ácido. Es la acidez del suelo la que por decirlo de alguna manera, "activa" ese hierro que está en el suelo y posibilita que la planta lo tome para su alimento.
De ahí que sea condición casi indispensable para su cultivo la acidez del suelo y cuando ésta no se da, es decir, cuando el suelo dónde crece es alcalino, será obligatorio un "aporte" del hierro que la planta no puede capturar del suelo agregándolo periódicamente en forma de "quelatos de hierro".
Al igual que la acidez determina la disponibilidad del hierro para las hortensia, hace lo mismo con otros elementos como es el aluminio cuya importancia veremos a continuación en lo que hace al color de las hortensias.
Si la planta carece de este hierro que precisa presentará claros síntomas de su deficiencia, tornándose amarillentas sus hojas y destacando sus nervaduras, es lo que se conoce como Clorosis férrica.
Para quién tenga curiosidad en ver estos temas con mayor extensión les invitaría a visitar las entradas:
- La importancia del pH del suelo para el cultivo de plantas acidófilas (I)
- Clorosis férrica en suelos alcalinos.
- Rectificar el pH del suelo y sustrato para el cultivo de acidófilas (III)
En estas entradas podéis ver con algo de extensión los distintos modos que hay para bajar el pH de la tierra de cultivo de nuestras hortensias en el caso de que se tenga un jardín en zonas de suelos que no sean ácidos o que desee cultivar hortensias en contenedor como alternativa.
Pero tengamos claro una cosa: el hierro no es la causa de que las hortensias adquieran el color azul. Lo es la presencia de aluminio.
Así que por mucho que haya quienes afirmen que enterrando trozos de hierro cerca de las raíces de las hortensias, éstas se tornarán azules. Sencillamente no es cierto.
Sigamos con las tres condiciones que decíamos que eran precisas para conseguir floraciones en tonos de azul:
- Tenemos nuestra hortensia, Debiéramos asegurarnos de que tiene la capacidad de tornarse azul y la mejor manera de tener la certeza de que la planta que ponemos en tierra o el esqueje que intentamos que enraíce es que provenga de una planta que ya ha florecido en azul sea porque la hemos comprado de ese color, sea porque en su momento se cultivó en suelos con las características que permitían que floreciera en azul.
- Bien, ahora deberemos acidificar el suelo de la zona del jardín dónde cultivamos la hortensia o del sustrato del contenedor si es que crece en una jardinera por ejemplo, logrando situar su grado de acidez en torno a un pH de 4,5 / 5
Este cuadro lo colgué en una entrada anterior sobre las formas de acidificar el suelo y creo que podrá ser útil ahora.
No me voy a extender en esta entrada en este aspecto de la acidificación del suelo porque, como digo, está extensamente explicado en la que colgué en su día.
Pero sí mencionaremos al menos los productos con los que se puede bajar el pH del suelo.
- Azufre en polvo: Tengamos en cuenta que aunque es un modo barato fácil de acidificar sus efectos no son instantáneos. Es decir, deberán pasar unos meses entre la aportación y que el suelo adquiera el pH deseado. Por ello es preferible incorporarlo al suelo en otoño para que llegada la primavera ya haya hecho su efecto.
Dosis: Aproximadamente la dosis es de 90 gramos por metro cuadrado mezclado muy bien con el suelo dónde se incorpora. Lo ideal es que este azufre se ponga antes de la plantación ya que así evitamos la ruptura de las raíces al mover la tierra cercana a la planta.
- Sulfato de hierro. No proporciona grandes cantidades de hierro al suelo pero sí es adecuado para acidificarlo. Lo encontramos a la venta en dos "formatos" que determinarán la forma de aplicarlo.
- Sulfato de hierro granulado. Normalmente de color marrón que no se suele usar para disolver en el agua del riego si no para incorporarlo directamente al suelo mezclándolo con él superficialmente. Una aportación anual suele ser suficiente.
Dosis: 30/50 grm. por metro cuadrado.
- Sulfato de hierro en forma de partículas finas de color verde claro. Este tipo de sulfato de hierro se utiliza más bien para acidificar el agua del riego.
- Hay otros productos como la turba rubia, el estiércol, las acículas de pino, el mantillo...pero son productos más difíciles de controlar con exactitud.
Tengamos en cuenta que no bastará con lograr un determinado grado de acidez en el suelo. Será preciso mantener esta acidez utilizando agua de lluvia o si no se dispone de ella, empleando agua acidificada para el riego de las plantas (tanto en contenedor como en el suelo).
Para ello podemos emplear ácido cítrico (1 cucharada en cada 50 litros de agua) o como acabamos de mencionar, sulfato de hierro en partíulas finas de color verde (3/4 gramos cada litro de agua)
Ya tenemos nuestro suelo o sustrato con el pH adecuado, en torno a 4,5 /5 y ahora qué? Si nuestro suelo tiene la necesaria cantidad de aluminio esto será suficiente pero salvo que hayamos hecho un estudio fiable de las características del mismo y tengamos la certeza de que hay suficiente cantidad de este elemento, deberemos aportar sulfato de aluminio a este suelo.
De qué forma podemos aportar este sulfato de aluminio que las hortensias precisan para tomar tonos azules?
NOTA IMPORTANTE: Antes de seguir aclaremos algo: las hortensias parecen ser bastante resistentes al aluminio, no así muchas otras plantas, por lo que hay que llevar cuidado con las dosis que incorporamos ya que pueden causar daño a las plantas cercanas.
Podemos usar para ello algunos compuestos:
- Lo que todos conocemos como "azulador de hortensias" que no es más (en muchos casos) que sulfato de aluminio pero más "finamente" vendido y por supuesto a precio mucho más elevado.
La dosis y el período de su empleo deberemos consultarlo en las etiquetas del producto que adquiramos. Depende de la marca cambiará. Pero en general su aplicación será desde que comienzan a brotar las yemas al inicio de la primavera hasta su floración
- También podemos emplear directamente sulfato de aluminio disuelto en el agua de riego. Se vende a granel o en bolsas de a partir de un kilogramo.
- Mercadona vende un producto para piscinas con el nombre de "Eliminador de turbiez" para piscinas cuya composición es 100% sulfato de aluminio. A un precio bastante más barato que los famosos azuladores.
En qué dosis y en qué periodo aportar el sulfato de aluminio:
Decíamos más arriba que las aportaciones de sulfato deben hacerse con cierta periodicidad.
Período de aplicación: Aunque suele aplicarse desde que comienzan a engrosar las yemas al inicio de la primavera para mayor seguridad debería de comenzarse su aplicación en el periodo que va desde septiembre/octubre que es cuando las yemas empiezan a formarse la temporada anterior a florecer, interrumpiendo el tratamiento durante los meses de latencia para reanudarlo al inicio de la primavera continuándolo hasta que florezcan.
Dosis: aplicaciones mensuales de unos 3 ó 4 gramos de sulfato de aluminio disueltos en cada litro de agua de riego será suficiente.
Lo importante es que las raíces queden completamente empapadas en la mezcla de producto para que el aluminio llegue lo más por igual a todas ellas. Así pues a un tamaño superior de contenedor o a un tamaño superior de la planta cultivada directamente en el suelo, mayor cantidad de preparado deberemos hacer.
Esta desigualdad en la cantidad de aluminio que se presenta en los suelos de una zona a otra es lo que ocasiona que las ramas de una misma hortensia presenten tonos distintos unas de otras.
En todo caso no olvidemos que la variedad de hortensia también será un factor que intervenga en la coloración. No todas lo hacen con igual facilidad, algunas incluso no tienen esa capacidad.
Incluso el tamaño de la hortensia puede dar lugar a variaciones de tonos de una rama a otra sencillamente porque las plantas de mayor tamaño ahondan sus raíces a niveles más profundos que los ejemplares recién plantados y tanto el pH como la presencia de sulfato de aluminio será variable de algunas ramas a otras simplemente porque crecen sus raíces a profundidades distintas.
Y ahora, ante lo que a priori parece una complicación para lograr el anhelado azul, alguien dirá: Pues mi madre o mi abuela, o mi vecina siempre tenía en la puerta de su patio hortensias azules y no se complicaba la vida, le agregaba trozos de hierro y con ello bastaba.
Sí, así podía ser, que estas buenas señoras tuvieran hortensias de lo más "azuleadas" en sus patios pero estamos equívocos en algo, en la atribución del color azul de nuestras abuelas a la presencia de la chatarra que metían bajo sus raíces. Era tan simple como que de por sí, de forma natural, sus patios (o el sustrato con el que llenaban sus macetas, que por cierto, aún no había hecho su aparición la turba en la que no hay presencia alguna de aluminio) estaban ubicados en zonas dónde había suficiente presencia de aluminio sin necesidad de hacer aportes extras de este elemento.
Evidentemente que la sabiduría popular no era una sinrazón del todo. La gente lo hacía antes y lo sigue haciendo ahora aun a veces sin saber la razón pero con efectos positivos para las plantas. Por qué? Pues porque lo que se lograba con la introducción de este hierro bajo el sustrato de las hortensias era que si el suelo no contenía este elemento (hierro) la oxidación del metal que introducían proporcionaba a la planta lo que precisaba, sanando las que padecían clorosis férrica (que presentaba amarilleamiento de sus hojas). Pero de ahí a creer que tan solo con meter trozos de hierro bajo el suelo permitían una floración en azul, va un trecho largo.
Bien, llegados aquí habrá quién pregunte: Si ya he logrado bajar el pH del suelo dónde se cultiva mi hortensia a 4,5, la floración tendrá tonos azules sin aportar sulfato de aluminio?
Esta pregunta tiene dos respuesta. Me explico. Si el suelo dónde se cultiva esa hortensia no tiene presente en él un elemento imprescindible para que las hortensias sean azules y que es el aluminio, por muy ácido que sea el suelo o el sustrato dónde crece la hortensia, ésta no florecerá en tonos azules, lo hará en tonos más o menos intensos de rosa pero no en azul.
Por el contrario, si el suelo contiene de forma natural, aluminio, la hortensia podrá florecer en tonos más o menos intensos de azul tan solo con haber bajado el pH del suelo ya que convertirá el aluminio que el suelo tiene en accesible para la planta.
Hoy va de preguntas, la última: Si interrumpimos los tratamientos de sulfato de aluminio, tras lograr la floración en azul, los siguientes años en que cultivemos la hortensia también florecerá en azul? La respuesta va un poco en la misma línea que la de la pregunta anterior. Si el suelo tiene aluminio suficiente y mantenemos el pH adecuado, sí probablemente seguirá floreciendo en alguna gama de azul. Si el suelo no tiene aluminio y dejamos que el pH se vaya elevando con el agua alcalina del riego, la siguiente que vez que florezcan nuestras hortensias lo hará en gamas de rosas, quizás malvas porque quede algún resto de aluminio pero será difícil conservar los tonos azules si no cuidamos de los dos factores que venimos repitiendo en toda la entrada: pH del suelo y presencia de aluminio.