Espejo vintage grabado al ácido

Es asombroso cómo y dónde terminan las cosas. Hará más de treinta años, mi madre solicitó de un cristalero el corte de las cinco piezas que componen este precioso espejo que os muestro. Por aquel entonces también encargó a mi padre que le cortase lo que tenía idea constituyera la trasera del espejo.
Ella había hecho su primer trabajo de grabación y quedó tan bonito que se animó a embarcarse en una pieza de mucho más calado. En realidad las grabaciones que ella hacía no eran al ácido si no "rayando" (grabando) el espejo con una punta de silicio (llamado carborundo) y con aquella técnica pretendía realizar este espejo.
La cosa es que por unas cosas o por otras aquel proyecto fue aplazándose y los trozos de espejo cortados durmieron el sueño de los justos amorosamente envueltos para que se rompieran. Así, como digo, pasaron años. Si no treinta, casi fueron cuarenta! Y el espejo siguió en un altillo a la espera...
Estas Navidades, mirando aquel primer espejito que hizo mi madre le comenté lo bonito que me parecía y entonces se acordó de las piezas que tenía para hacer uno de dimensiones muchísimo más grande y me propuso que fuera yo quién lo realizara. 
Indudablemente me animé a ello entusiasmada con la idea de que luciera sobre el tocador de mi dormitorio.
El material con el que contaba eran cinco piezas de espejo. Cuatro formaban un marco exterior que bordeaba una quinta central. Tenía cortada la estructura de madera que debía sostener este marco alrededor del espejo central y había conservado también las pequeñas piezas que formarían parte de la decoración del espejo ubicadas alrededor de todos sus bordes. Eso sí, no había trasera.
Aquellos días no nos planteamos aplicar otra técnica que no fuera el rayado pero observando algunos de los espejos más o menos antiguos que tengo en casa vimos que el grabado era mucho más delicado, mucho más fino y que no estaba hecho a base de la grabación por rayado si no con ácido.
La grabación (o más bien mateado o esmerilado) de espejo, cristal o vidrio con ácido consiste en aplicar un producto espeso (en forma de crema) específico para ello, que se puede adquirir en cualquier tienda de Bellas Artes o Manualidades y que en realidad lleva en su composición ácido fluorhídrico que es lo que "ataca" o matea el soporte si se deja actuar sobre él el tiempo necesario.
Para ello se utilizan plantillas especiales que son adhesivas y llevan recortados los dibujos o formas con los que pretendemos decorar nuestro soporte. Estas plantillas de vinilo son flexibles y se adhieren a la superficie de forma que impiden la penetración del ácido (y por tanto su actuación) sobre las zonas que no deseamos que quede esmerilada.
de forma irreversible
El primer problema que se nos planteó fue buscar unas plantillas con los dibujos y de las dimensiones que queríamos. Imposible! las que encontramos en el mercado especialmente indicadas para trabajar con ácido estaban más bien destinadas a la decoración de pequeñas piezas como copas u objetos de dimensiones mucho más pequeñas que mi espejo pero además se trataba de decoraciones "independientes" con las que era imposible crear el conjunto decorativo que pretendíamos.
Intentar recortar con la perfección que hubiera requerido este trabajo un vinilo grueso para confeccionar nuestras propias plantillas se nos antojaba imposible así que buscamos algún sistema "alternativo". Intentamos trabajar con plantillas de stencil (estarcido) normales cuidando de que al poner el ácido no se levantaran por parte alguna. Nada. El resultado fueron unas formas totalmente borrosas, con bordes nada nítidos y bastante imperfectos.
Nos apetecía que el espejo tuviera dibujos más o menos modernistas, de formas limpias, ondulantes y más bien clásicas. Busqué entre las muchas plantillas de estarcir que tengo las que tenían las decoraciones que eran de nuestro agrado pero nuestro problema era que el ácido se metía por debajo de los bordes por mucho que lleváramos cuidado.
Entonces pensamos qué ocurriría si aplicábamos spray removible por detrás de ella. Nos preguntamos si el ácido atacaría las plantillas o las deterioraría si se usaban más de una vez.
Et voilà! Esa fue la solución. En un trozo de espejo que teníamos hicimos las pruebas necesarias para asegurarnos de que los resultados eran los pretendidos antes de afrontar el espejo. Uff! qué trajín nos llevábamos las dos aquellos días intentando dar con la solución. En la primera prueba la plantilla ni se coscó pero temimos que en los siguientes usos fueran degradándose. Temíamos que los bordes empezaran a curvarse de modo que el ácido penetrara por debajo.
Pues no, ni se deterioraron con el primero ni con los siguientes usos. Qué bien, ya habíamos dado con el sistema! A continuación nos centramos que crear el diseño.
Trasladamos las formas de las cinco piezas de espejo a papel de seda y las recortamos de manera que pudiéramos formarnos una idea del conjunto antes de abordarlo definitivamente. Fuimos tomando partes de las plantillas que elegimos trasladando el dibujo al papel, acoplándolas al lado otras partes de la misma u otras plantillas hasta tener en cada trozo de espejo el dibujos que nos gustó.
Borramos, agregamos, cambiamos detalles...Poco a poco creamos el diseño completo del espejo y antes de ponernos manos a la obra nos aseguramos que el conjunto se ceñía completamente a lo que pretendíamos.
Cada "patrón" en papel de cada una de las cinco piezas tenía que ser perfectamente simétrica en sus dibujos. Para ello solamente dibujamos una mitad valiéndonos de las plantillas, la otra mitad (su reflejo) la hicimos calcando al trasluz la mitad dibujada.
Puesto que el dibujo completo de cada una de las cinco piezas de espejo no correspondía a ninguna plantilla completa si no a varias partes de varias plantillas precisamos establecer "marcas" en los dibujos que nos sirvieran de referencia a la hora de ubicar exactamente en la misma posición una mitad y la otra de cada pieza.
Se nos fue bastante tiempo hasta tener todo listo y dar con el sistema para afrontar el espejo y cuando esto llegó ya estábamos en los primeros días del año y mi hermana vino a buscarla así que tuve que empezar el trabajo sin ella. Una pena porque tenerla cerca me da mucha seguridad. Lleva toda la vida haciendo todo tipo de trabajos artesanales y tiene un magnífico criterio sobre las cosas además de una gran capacidad para anticipar problemas. Pero bueno, no había otro remedio que hacerlo sola y aunque hubiera preferido que ella hubiera trabajado aquí en mi taller conmigo, estaba muy ilusionada con este espejo y afronté el trabajo con muchas ganas.
Para empezar limpie escrupulosamente bien las piezas de espejo con alcohol. Lo sequé a conciencia y trasladé las "marcas" que me servirían de referencia para colocar las plantillas en el punto exacto que debían ubicarse.
Comencé por la pieza curva superior del espejo. Utilicé la parte de la plantilla que correspondía a mi dibujo y antes de ponerla sobre el espejo rocié su parte posterior con spray removible. Comprobé que absolutamente toda la zona de la plantilla que iba a utilizar estuviera impregnada del adhesivo. Esperé bastantes minutos para que se creara un buen "mordiente" antes de adherir la plantilla sobre la pieza. 
Coloqué la plantilla en su sitio. 
Me cercioré de que no había burbujas ni zonas levantadas colocando papel de cocina sobre ella y apretando suavemente con los dedos sobre la zona.
Para no tocar en absoluto ninguna parte de la plantilla me valí de una pieza de metacrilato que tengo y que uso para decorar porcelana. Se trata de un soporte que permite ponerse sobre la zona de manera que mantiene la muñeca de la mano elevada pudiendo trabajar en la zona sin apoyarse en ella.
Acto seguido "deposité" con sumo cuidado una capa generosa del ácido en crema sobre la zona de la plantilla que necesitaba, llevando buen cuidado de no ponerlo en partes que no correspondía matear.
Y digo depositar porque no se trata de aplicar el producto como una pintura con un pincel. Haciéndolo así entrañaría el peligro de que la crema penetrara por debajo de los bordes de la plantilla arruinando irremediablemente el trabajo.
Debemos pensar que la acción del ácido sobre el espejo es irreversible. Es decir, si por error aplicamos ácido en una zona errónea, no tiene solución. El cristal una vez grabado no podrá ya retornar a su estado anterior.
La capa de producto debe ser generosa, gruesa. Más que "pintar" los espacios hay que rellenarlos con la crema asegurándonos de que llega a absolutamente todas las zonas que es preciso matear. Para ello usé una paletina no muy grande de cerdas bastante rígidas y la usé más bien como paleta que como pincel.
ES una buena idea preservar las zonas cercanas a dónde estamos trabajando y en las que no queremos que actúe el ácido con papel de cocina o cinta de carrocero.
Una de las dificultades de este trabajo es que no tiene posible rectificación. Si nos hemos olvidado de una zona y ha quedado sin dibujo es muy difícil volver a poner la plantilla exactamente en la misma posición que estaba para repetir una zona.
Una vez aplicado el producto debemos dejarlo actuar unos minutos. En las instrucciones suele poner 2/3 minutos. Personalmente en las pruebas que habíamos efectuado comprobamos que nos aseguramos una acción más homogénea del producto si dejamos que actúa bastante más tiempo. Unos diez minutos aproximadamente. No ocurre nada por pasar de este límite. El espejo una vez está mateado no pasa de ahí. Es decir, este tipo de productos no llegan a corroer más que la superficie del espejo y por tanto no pueden dañar la capa de azogue trasera y deteriorla (bueno, hoy en día ya no se azogan los espejos si no que se aplica nitrato de plata pero para entendernos vale, verdad?)
Trascurridos los diez minutos situamos la pieza de espejo bajo el chorro de agua del grifo y despegamos rápidamente la plantilla. A continuación lavamos bien la zona con agua y jabón para eliminar totalmente el ácido. Y limpiamos muy bien el espejo con alcohol y secándolo con papel de cocina.
Seguimos utilizando otras plantillas o partes de la misma ubicándolas dónde corresponda según el diseño establecido y vamos mateando poco a poco toda la pieza. 
En mi caso algunas plantillas las tenía que utilizar varias veces en la misma pieza de cristal, en ocasiones incluso invirtiendo la posición de ella dándole la vuelta.
Lo cierto es que si tuviera que repetir este trabajo compraría varios ejemplares de las plantillas para poder trabajar más rápido. Yo solamente disponía de una de cada modelo, así que debía esperar el tiempo "reglamentario", lavarla y secarla para poder volver a usarla.
A los que se animen a empezar algún proyecto con este tipo de ácido les diría que si van a usar la misma plantilla varias veces deberán tratarlas con sumo cuidado para que no se deterioren. Las plantillas de stencil son sumamente frágiles. Si al lavarlas doblamos un pequeña parte y ésta queda levantada, correremos el riesgo de que en esa zona, el ácido penetre.
Por tanto, al lavarlas entre uso y uso es bueno ponerlas planas sobre el fondo de un fregadero y con sumo cuidado valiéndonos de un cepillo de dientes viejo y jabón ir restregando la parte trasera rociada con spray llevando la precaución de frontar siempre horizontalmente para evitar doblar ninguna parte de la plantilla.
Yo me vi obligada a usar la misma plantilla por una parte y por la otra, de manera que si tenía adhesivo puesto por un lado debía eliminarlo previamente antes de usarla por el lado contrario.
Probé varios productos y con el que mejor eliminé el adhesivo del spray removible fue con disolvente. Luego me he enterado que venden un spray para eliminar el spray adhesivo pero, a buenas horas mangas verdes! Con el disolvente no es que se elimine rápidamente el spray, hay que frotar suavemente con el cepillo impregnado en el producto pero vamos, a mí me valió. Con un lavado posterior con agua y jabón bajo el grifo, la plantilla queda lista para usarla de nuevo tras su secado.
Tras tener mateadas las cinco piezas del espejo era el turno del montaje. El espejo central consideré que quedaría mucho más bonito si se colocaba de manera que estuviera "hundido" con relación al marco así que pegué con la pistola de pegamento caliente coloqué unos listones por la parte posterior del soporte de madera de manera que el espejo central pudiera "asentarse" en ellos.
Antes de pegar este espejo central lógicamente pinté los bordes de la madera. Elegí para ello un dorado que me encanta: Dazzling Metallics "Champagne Gold" (DA202) de DecoArt. Se trata de un oro de un tono nada estridente. De un color, que como su nombre indica, es parecido al champán. Aunque inicialmente pensé en un plata, finalmente elegí este tono que está a caballo entre la plata y el oro. Tras dar un par de manos lo protegí con un barniz brillante que impedirá que el tiempo y los productos de limpieza que deberé usar para mantener el espejo lleguen a deteriorar o ennegrecer el dorado.
Para pegar las distintas partes del espejo al soporte de madera adquirí una silicona especial para espejos. Hay que cerciorarse de que no se trata de una silicona ácida ya que podría dañar la trasera del espejo. Además, esta silicona no crea gran volumen, es decir, una vez aplicada, tras presionar la pieza, la silicona se aplasta y no la levanta. Tiene también la ventaja de que no seca de modo inmediato lo que nos permite un cierta posibilidad de movimiento si no ubicamos el cristal en la posición exacta en el primer intento. El tiempo de secado es largo, eso sí, hasta que han transcurrido 24 horas no conviene manipular las piezas.
Teniendo las cinco piezas de espejo ya pegadas restaba tan solo pegar las pequeñas piezas decorativas todo alrededor tanto del borde interno como exterior al igual que también en las diagonales de las cuatro esquinas.
Finito!! Después de tanto tiempo, finalmente, lo que eran simplemente cinco piezas de espejo cortadas a medida, lucen hoy sobre mi tocador (aún sin colgar de la pared ajajaj) en forma de espejo. 
Quién le iba a decir a mi madre que aquellos trozos de espejo que mandó cortar terminarían formando un espejo que se colgaría en una casa de la Sierra de Madrid cuando pasaran cuarenta años...jajajja Cuando se cortaron estas piezas yo era una adolescente. Entonces vivíamos en Barcelona...Quién iba a pesar ni remotamente en este pueblo que hoy es mi pueblo, ni quién le iba a decir a mi madre que yo terminaria viviendo aquí...Qué cosa tan extraña es esto del tiempo. No?   :)
Estoy muy satisfecha del resultado. Me gusta! Sobre él se refleja la cama con su bonita mosquitera y una de las lámparas de la mesita de noche. Creo que va muy acorde con el estilo de mi dormitorio y está ubicado en una zona que se luce muy bien. Me encanta! 
Este espejo es la primera pieza que afronto de este rincón. Vendrán luego los propios muebles que tengo pensado decorar también con pintura Chalk Paint, la silla, la pantalla de la lámparita...Este tocador me gustará mucho más cuando los pequeños recipientes de cristal sobre el paño de hilo bordeado por un precioso guipur se transformen de simples envases de vidrio en piezas decoradas con un aire vintage y muy romántico con el que tengo pensado transformarlos.
Ganará mucho cuando en un lateral del espejo luzca algún detalle delicado como unas preciosas alas de ángel hechas con encaje; cuando de los tiradores de los cajones del tocador cuelguen unas preciosas borlas de un estilo acorde con el conjunto. Poco a poco... seguro que estas piezas no tardan cuarenta años en finalizarse. O sí.. vete a saber cómo y dónde terminan las cosas...Verdad? ;)
Feliz fin de semana, queridos lectores!!



Por si alguien está interesado estos son los materiales que he utilizado:

  • Soporte de madera gruesa sobre la que van pegadas todas las piezas del espejo
  • Piezas de espejo recortadas por un cristalero siguiendo el patrón que nosotros proporcionamos.
  • Piezas decorativas para los bordes del espejo
  • Listones de madera para la trasera (para que quede hundido el espejo central)
  • Dazzling Metallics "Champagne Gold" (DA202) de DecoArt
  • Para la trasera, chapa de contrachapado.
  • 2 hembrillas para colgar el espejo por su parte trasera superior
  • Plantillas de acetato para estarcir
  • Ácido para cristal "Magic Glass" de la marca Cadence
  • Adhesivo en spray reposicionable DM de Artis Decor
  • Disolvente para limpiar las plantillas del spray
  • Alcohol para limpiar el espejo
  • Silicona MSP106 invisible de Bostik


13 comentarios:

  1. Te ha quedado precioso, me ha gustado mucho. Besitos.

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  2. Pero qué buena mano tiene. Ha quedado precioso. Un saludo.

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    1. Muchísimas gracias, Icaruss. Usted siempre tan amable...Buen fin de semana.

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  3. Impresionante el trabajo que has hecho con este espejo, se ve fantástico.
    Muchos besos.

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  4. María, qué preciosidad de proyecto. Me encanta que hayas retomado el que empezó tu madre, y que lo hayan imaginado las dos al alimón. Alguna vez he visto espejos parecidos a la venta en Inglaterra, carísimos, pero creo que este es el más bonito con diferencia. Eres una artista hasta la médula.

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  5. Te ha quedado estupendo, María! Tienes buenas manos, para el jardín y para las manualidades.
    Un abrazo!

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  6. Maria eres una crac de las manualidades y te lo digo porque se de lo que va la cosa y las dificultades y problemas que lleva hacer un proyecto como este ,felicidades porque te ha quedado estupendo,
    Saludos.

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  7. Exagerado! Lo cierto es que sí, ha tenido sus fificultades pero nada que no sea salvable con algo de tesón, voluntad, ganas de trabajar y algo de la idea que te da el tener ya cierta edad y haberte enfrentado ya a muchos proyectos que te han posibilitado el que se va aprendiendo poco a poco.
    Gracias por la generosidad de tus palabras. Un saludo.

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  8. Hola. Te felicito. Es una pieza bellísima. Y hermoso que hayas concluido un trabajo comenzado por tu papá.

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  9. Una pieza muy especial y elaborada! Sin duda dará un toque muy especial a tu hogar.
    ¡Gracias por compartir!

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