Plantar y dividir dalias (Dahlia)

Aunque no son bulbos si no que se trata de raíces engrosadas, las dalias (dahlia) suelen agruparse entre los bulbos de primavera, de hecho los vemos juntos a la venta por estas fechas en envases muy parecidos. Junto con gladiolos, lirios, nardos, azucenas, etc...se plantan y se dividen ahora, en primavera para que florezcan durante el verano y parte del otoño.
A diferencia de otros "bulbos" como narcisos, tulipanes o gladiolos cuyas flores apenas duran unas semanas, las dalias nos deleitan con una de las floraciones más largas entre este tipo de plantas. Comienzan a florecer al inicio del verano y continúan haciéndolo ya bien entrado el mes de noviembre. 
Para alargar el tiempo de floración conviene ir retirando todas las flores según se vayan marchitando.
Las dalias suelen florecer en las axilas de las hojas y de ellas salen a veces varias botones florales. Si deseamos unas flores de mayor tamaño podemos eliminar algunos de estos botones para que los que dejemos en la planta den lugar a flores de más grandes.
No tienen un cultivo difícil en absoluto. Requieren, eso sí, un suelo que drene bien y que tenga bastante materia orgánica. Un suelo suelto, ligero y con un pH neutro.
Para que florezcan con profusión es indispensable situarlas en orientaciones a pleno sol y aunque precisan de riego éste no debe ser excesivo. Pero sobretodo, es importante, si regamos con manguera, llevar buen cuidado de no mojar la planta si no tan solo el sustrato. Hacerlo favorece la aparición del terrible oídio que rápidamente se extiende por la planta deteriorándola en poco tiempo.
Las dalias tienen una tendencia a contraer oídio y aunque poco puede hacerse una vez han enfermado cuando he tenido una planta muy afectada de oídio una solución que a mí me ha dado buen resultado ha sido cortarlas a unos centímetros de la base, completa, todos los tallos y eliminar cualquier hoja en la que veamos algo de polvillo blanco para evitar propagaciones. Al poco tiempo vuelven a brotar y les da tiempo de florecer antes de que termine la estación.
Como los bulbos, tubérculos y raíces engrosadas, durante estos meses de floración las dalias toman el alimento de los nutrientes almacenados en sus raíces. Por tanto y aunque afeen el arriate, no debemos cortar la vegetación hasta que se seque ya que mientras lo hace, el tubérculo "se recargan" de nuevo antes del invierno para poder florecer la siguiente temporada
Una vez seca la vegetación podemos dejarlas en tierra cortando a unos centímetros del suelo sus tallos. 
Si lo preferimos también se pueden extraer del suelo limpiándoles la tierra adherida y dejándolas secar bien antes de cubrirlas con serrín y almacenarlas en un lugar seco, oscuro y ventilado.
Extraer los tubérculos del suelo:
Para desenterrarlas lo idóneo es hacerse servir de una horca, clavándola en el suelo a cierta distancia de la zona dónde veamos los restos de los tallos secos que es conveniente dejarlos de un año para otro (unos centímetros, tan solo para que nos marque la ubicación tras desaparecer la parte aérea de la planta en invierno). Alejarse como digo un poco, para evitar dañar las raíces. Una vez clavada la horca presionar hacia el exterior de la plata suavemente. Ir clavándola alrededor formando un círculo haciendo presión cada vez que se clave. Al final veremos que todo el cepellón se mueve con la tierra adherida y podemos sacar las raíces de la tierra. En este trabajo probablemente se nos seccionen e incluso se lleguen a dañar algunas "patatas". No pasa nada, Cualquiera de estas raíces, aunque esté suelta si la plantamos producirá una nueva planta (de más o menos tamaño, claro).
Una vez que hayamos sacado todo el conjunto de raíces veremos que nada tiene que ver con lo que plantamos, han aumentado su tamaño de forma increíble. Han engrosado, han salido muchísimas más patatas prendidas a las iniciales..
Para dividirla los tubérculos 
No he cultivado nunca dalias en maceta, siempre las he tenido en el suelo del jardín y cuando están en tierra llegan a engrosar una barbaridad. Tanto es así que de un año para otro podemos desenterrarlas antes de que comiencen a brotar y dividirlas. Así podremos aumentar nuestras existencias fácilmente.
Si deseamos dividir los tubérculos, simplemente con el filo de una pala recta podemos hacerlo e incluso con un punzón u otra herramienta estrecha y ayudándonos de nuestras propias manos no resulta difícil dividir el conjunto en tantas partes como queramos. Es preferible aunque no imprescindible que cada porción que plantemos cuente con un trozo de tallo.
Esta raíz pertenece a una dalia que me traje del otro jardín, llevaba en tierra ya dos años y la planté en este jardín el año pasado y las raíces se has hecho enormes (esta parte podía ser como una quinta parte del total) al ir a  plantarla en otra ubicación que me gustaba más se ha desprendido esta sección y he decidido plantarla separada de la planta madre. El conjunto de raíces que he sacado podía ser perfectamente del tamaño de un balón de baloncesto, era increíble!! Es Dahlia 'Wite Perfection' una preciosa dalia de flor blanca con pétalos algo despeinados que me encantan!!
Plantar los tubérculos:
Si acabamos de sacarlos de la tierra y los replantamos inmediatamente en otra ubicación no será necesario rehidratarlos pero si por se trata de tubérculos que hemos comprado hace  unos días y no hemos podemos plantarlos aún yo tengo la costumbre de ponerlos en remojo unas horas en un recipiente dónde quepan de manera que puedan estar totalmente cubiertos de agua para que se rehidraten bien.
Hay que tener en cuenta que cuando se cultivan dalias en climas con heladas conviene que la plantación la efectuemos a unos 10 cm por debajo del nivel del suelo para preservar del frío los tubérculos. Yo no he tenido nunca problemas de resistencia en esta planta. Año tras año vemos como vuelven a brotar sin verse afectadas por el frío. 
En climas más cálidos supongo que no pasa nada por plantarlas algo menos hondas. 
Cavamos un buen hoyo dónde quepan los tubérculos con amplitud. Regamos, como siempre para cerciorarnos de que drena bien y para que al plantar el hueco esté perfectamente hidratado.
Suelo hacer en todas las plantaciones un alcorque que me facilita mucho el riego evitando que el agua desborde hacia fuera si el terreno presenta inclinaciones como suele ser todo mi jardín ajajja
En este punto es aconsejable clavar ya los tutores. Los clavo a una distancia que es algo inferior al volumen que alcanzará la dalia, de este modo los tutores quedan tapados por la vegetación cuando crece.
Pongo en este momento los tutores para  evitar luego el dañar los tubérculos y porque me resulta mucho más cómodo en este momento en que no me estorban las hojas. Al fin y al cabo las dalias de tamaño grandecito como las que yo suelo cultivar siempre precisan que las sujetemos con tutores porque quizás al inicio del crecimiento se sostienen solas pero tarde o temprano llegan a alcanzar bastante altura y terminan por derrumbarse los tallos bajo el peso de las flores.
Ponemos un poco de sustrato. Yo he usado uno normal y corriente y situamos las raíces sobre estos centímetros de sustrato extendiéndolas un poco hacia fuera.
Ya solo resta cubrir con sustrato presionando de vez en cuando suavemente con las manos según vamos llenándolo hasta el nivel del suelo.
Llenamos el hoyo hasta un poco más abajo que el borde del alcorque y ya solo restaría poner el tipo de acolchado que solamos usar y un buen riego, por supuesto!!

Fothergilla major ´'Monticola'

Planté las dos Fothergillas por su coloración otoñal en tonos que van del amarillo al rojo y el naranja. Pero me ha sorprendido en este inicio de la primavera.

Sus flores nacen justo a la par que se comienzan a formar sus hojas sobre un arbusto que aún parece un tanto desnudo cuando está en flor lo que le da un aire un tanto oriental. Las flores están formadas por filamentos carnosos. Verdes los del centro al nacer la flor y según va abriéndose este tono verdoso desaparece para tornarse toda ella blanca pero manteniendo las puntas en un precioso color musgo muy pálido. Vista de cerca recuerda en algo a las medusas :) 

Fothergilla necesita un suelo ácido. Como todas las acidófilas gusta de la presencia de abundante materia orgánica en el sustrato dónde crece y en climas con veranos rigurosos crece mejor a media sombra. Los rayos del sol del mediodía resultan demasiado fuertes para ella. 
Por eso he plantado los dos a la sombra a mediodía. Este de las fotografías está bajo la copa de una encina bastante grande y el otro a los pies de un gran enebro.
Es resistente a las bajas temperaturas pero no así a la sequía. Debe mantenerse con cierto grado de hidratación durante la primavera y el verano.
Leí en alguna parte que salvo en otoño este arbusto resulta anodino. A mí no me lo parece. Me encanta el verde jugoso de sus hojas que recuerdan las de los avellanos. Me gusta también su aspecto poco robusto, poco rotundo porque visualmente no resulta pesado.
Hay varias variedades, una más grande que las mías que puede alcanzar los tres metros, es la Fothergilla major. Pero para quienes deseamos un arbusto de proporciones algo más reducidas está la Fothergilla major 'Monticola' cuya altura en la madurez ronda los dos metros. También ésta tiene bonitos colores otoñales y sus flores son aromáticas.
Las necesidades de las plantas acidófilas podéis consultarlo en esta entrada: Cultivo de las plantas acidófilas dónde está explicadas con algo más de extensión.



Se desperezan las frondas de los helechos (Dryopteris erythrosora)

Me encantan los helechos! No todos son resistentes así que si se quieren cultivar en jardines con climas con heladas hay que buscar variedades que aguanten las bajas temperaturas. Dryopteris erythrosora es uno de ellos.
Durante los meses fríos sufren un poco las puntas amarronándose e incluso secándose algunas. Así están ahora y simplemente hay que limpiarlas un poco recortando las zonas muertas. Pronto estarán cubiertas por los nuevas crecimientos cuando las frondas acaben de "desperezarse" y al desenrollarse formen nuevas hojas cubriendo las crecidas la temporada anterior.

Mi clima ya sabéis que no es húmedo. Al contrario, tenemos veranos bastante secos. Este helecho parece que se siente feliz en esta ubicación a pesar de que teóricamente los helechos necesitan bastante humedad ambiental. Tiene un montón de frondas brotando desde en el centro de la planta. En breve se habrán desplegado y mostrarán las típicas tonalidades cobrizas de las hojas nuevas.

Quería probar qué tal aguantaban mis inviernos y en vista del resultado me animare a introducir otras variedades que también sean resistentes.
Son plantas idóneas para zonas umbrías y necesitan un sustrato húmedo aunque no encharcado. Estos están en la fachada norte de la casa así que en invierno no reciben sol ninguno y en pleno verano llegan algunos rayos del sol de la primera hora de la mañana. 


Cómo y cuándo podar las lavandas (Lavandula angustifolia)

Lavandula angustifolia o lavanda (también conocida como espliego y lavándula), es un arbusto de tamaño no demasiado grande, de hoja agrisada perenne y aroma delicioso al frotarlas. Pero son sus flores (en todas las gamas de malvas incluso algunas en blanco) en forma de espigas las que tienen más aroma y llenan de perfume la zona dónde se cultiva.

Es muy frecuente ver lavandas en los jardines, en las partes frontales de los arriates y a los bordes de los caminos porque son de fácil cultivo. Amantes de los suelos con buen drenaje, arenosos, incluso no excesivamente ricos en nutrientes, pero sobretodo, detestan un riego en exceso.
Este exceso de riego debemos saber que provoca fuertes crecimientos pero baja la intensidad del aroma de la floración.
Florecen en verano cubriéndose de espigas terminales en la parte superior de largos tallos sobresaliendo del arbusto que puede alcanzar tranquilamente el metro de altura y diámetro. Existe no obstante variedades algo de crecimiento algo más limitado como esta que os muestro en las fotografías, Se trata de Lavandula angustifolia 'Hidcote' que crece algo más compacta y no alcanza el tamaño tan grande.

El caballo de batalla de estas plantas es su tipo de crecimiento. Son arbustos con una gran tendencia a tornarse leñoso y hay que saber que la madera lignificada y vieja no brota de manera que es frecuente ver en los jardines matas de lavandas con los pies despoblados y un crecimiento bastante desgarbado.
Esta tendencia hay que tenerla muy presente a la hora del mantenimiento con las podas. De todos modos mentalicémonos, tarde o temprano las lavandas hay que renovarlas tras unos cuantos años en el jardín porque es inevitable que el arbusto envejezca. Podemos, mediante la poda retrasar este envejecimiento pero a la larga se lignificarán, crecerán en exceso y se despoblarán brotando mayormente en la zona superior del arbusto dejando desnuda la parte inferior y adoptando formas no demasiado bonitas.
Si observamos dentro del arbusto, aún siendo jóvenes, veremos que la vegetación interna está como seca presentándose las hojas verdes y tiernas en el exterior del arbusto.

Como digo, con la poda retrasaremos el envejecimiento aunque no podamos lamentablemente evitarlo con el tiempo.
Es muy importante tener en cuenta su crecimiento para, mediante la poda procurar mantener el arbuto lo más brotado posible, es decir, que emita muchas ramitas que tapen la zona interna que suele ser seca y despoblada. Estas ramificaciones que favorecemos con las podas además de cubrir el interior permitirán que la floración sea muy abundante.

¿Cuándo debemos podar las lavandas? Es conveniente hacerlo dos veces al año:
Primera poda: Final invierno/inicio primavera: Al final del invierno o, en climas fríos como el mío, al inicio de la temporada, tan pronto como comienza el crecimiento efectuaremos la primera poda de la temporada. en este momento le suelo aplicar una poda bastante severa. Eso sí, sin llegar a cortar la zona lignificada porque esta madera ya no rebrota como he comentado.
Este año he aplicado un pequeño truco que leí el otro día no recuerdo en qué libro de poda y que me ha ido bien. Se trata comenzar la poda recortando con las tijeras dos especies de "franjas" que crucen el arbusto de punta a punta en los dos sentidos. Estas franjas me han servido de "orientación" al proporcionarme ya el contorno que tendría finalmente la esfera.

No sé si se aprecia bien en esta foto. En esta segunda he coloreado estas dos franjas para tratar de hacerme entender mejor. A partir de hacer estas dos franjas ya solo quedaba ir recortando las cuatro partes que aún quedaban sin podar procurando darle una forma lo más redondeada posible.


Segunda poda: Tras la floración del verano. La segunda poda la realizo tras la floración para eliminar las espigas florales una vez secas. Me permite limpiar la planta de ramas muertas, con crecimientos excesivos u orientaciones que afeen la forma general del arbusto. Además esta segunda poda favorecerá que ramifique más con lo que estaremos ayudando también a mantener el arbusto más compacto y tupido.
Siendo tras el verano y antes de que lleguen las heladas, pueden efectuarse ligeras podas para mantener la forma del arbusto a nuestro gusto o limitar un poco el crecimiento si el espacio del que disponemos para él vemos que está siendo sobrepasado.

En mi opinión es importante no  podar una vez inicia bien el crecimiento de primavera porque haciéndolo estaríamos renunciando a su floración.
Aquí tenemos ya la lavanda podada.

Empezamos a cosechar rabanitos!!

Qué bonitos!! Acaso tienen algo que envidiar a otras plantas de flor? Llevaban unos días asomando sobre el nivel del sustrato así que se veía el tamaño que desde que los planté han adquirido. Están en su punto, ni demasiado chicos ni tan grandes que se tornen duros y picantes.

Acompañados de una matitas de achicoria simplemente con un chorreón de aceite de oliva virgen extra y sal resultan una ensalada deliciosa!!

Me hace ilusión cocinar con las primeras hortalizas que cosecho...:)
Lo mismo no están ni mejor ni peor que los comprados en una verdulería pero una sabe que están cultivados de forma absolutamente natural. Que no llevan química, que han sido regados exclusivamente con agua y madurados con el sol del huerto en una tierra preparada con cariño y con esmero.

Seguramente cuando lleva varias cosechas no me llamará tanto la atención pero reconozco que estoy como una niña chica hoy con mi ensalada natural sacada de los bancales de mi huerto y producto de mi trabajo jeje



Acolchado de madera triturada entre los bancales del huerto y en el camino

Para mí es importante el aspecto que tenga el huerto. No deseo que sea un espacio menos bello que el resto del jardín, más bien que sea una zona más de él y se incorpore visualmente sin una transición brusca. Con hortalizas, sí, pero dónde éstas crezcan junto a rosales y al lado de pequeños frutales las hierbas aromáticas se mezclen con algunas flores. 
Esta diversidad no solo la busco a nivel estético si no también práctico. Las flores llaman a los insectos y éstos contribuyen a las polinizaciones además de resultar ser unos estupendos ayudantes en cuanto a plagas de otros insectos no deseados.
El suelo sobre el que están asentados los bancales de mi pequeño huerto es de la peor calidad. Como he explicado en otros artículos está formado por los restos que hemos ido sacando de otros lugares del jardín según hemos ido plantado.
No me gustaba el aspecto que tenía tan seco, tan como sin vida, de un color tan claro. Se compacta tanto que probablemente hubiera sido difícil que salieran demasiadas malas hierbas pero a pesar de ello creo que con este acolchado de madera triturada entre los bancales y sobre el mismo camino que lo recorre hace que la zona esté mucho más bonita.
Es un acolchado mullido y agradable de pisar y sobre el que se hace mucho más cómodo cuando te tienes que arrodillar al cuidar de las hortalizas de los bancales.
Traje unos cuantos sacos para probar a ver qué tal quedaba así que no he tenido cantidad suficiente para cubrir toda la zona que me gustaría. Quisiera llegar a tapar con él incluso el espacio dónde tengo plantadas uvas crispas (Ribes crispa 'Hinnonmaki Grum' y Ribes crispa 'Captivator') y un grosellero negro (Ribes nigrum)
Había pensado hacer este acolchado con pinaza de la que voy sacando de mis pinos. También pensé mezclar esta madera triturada con la pinaza, pero al final me he decidido a hacerlo con este material. 
Creo que aporta un "fondo" en unos tonos neutros sobre los que las hortalizas, hierbas aromáticas y flores que crecen en tiestos de barro, se ven mucho más bonitas.
Es de suponer que según pase el tiempo esta madera irá degradándose y tendré que ir reponiéndola. Ni siquiera he tenido que triturarla. Resulta que en las carreteras que recorren la zona cercana a dónde vivo cuando podan los árboles y matorrales que las bordean se ve que se acompañan de una trituradora y dejan los montones allí mismo. Así que no hay más que ir con el coche a por unos sacos. Incluso estoy pensando ir a hacer un par de viajes para preparar el acolchado de los rosales de cara a la subida de temperaturas que lógicamente se irán produciendo durante la primavera.

Una temporada más para mi membrillero (Cydonia oblonga)

Este año han venido los buenos días de repente y de repente han aparecido sobre el membrillero (Cydonia oblonga) las flores. En el estado tan lamentable en que se encuentra este viejo y deteriorado frutal bien creí que la primavera del año pasado sería la última floración que de él disfrutaría. Pero afortunadamente me equivoqué. Aquí están de nuevo, las flores que me parecen más hermosas de todos los frutales. 

Hace unos días le hice una poda de limpieza y seguramente me anime a podarlo tras la floración. Tiene demasiados años encima y demasiado abandono padecido durante mucho tiempo como para tener esperazas de que viva demasiado. Pero en vista de mi error de pronóstico del año pasado, disfrutaré mientras siga ahí regalándome un año más sus preciosas flores y si este otoño puedo volver a hacer compota con sus frutos me daré por satisfecha.




Coronilla emerus (Carolina de los montes) otro todoterreno

Rústica, de larga floración, preciosas y aromáticas flores amarillas que cuajan la planta de color, prácticamente sin necesidad de riego una vez arraigada, pocos nutrientes en el suelo...quién da más? Coronilla emerus, conocida como Carolina de los montes, es un arbusto que puede alcanzar entre el metro y medio y que en mi jardín ha conservado la hoja durante todo el invierno sin inmutarse aunque en otros climas o ubicaciones pudiera perder en parte las hojas. 
Me gusta mucho esta planta, no solamente por sus pequeñas flores que forman puntos de luz en el jardín; también sus follaje me resulta bonito con ese verde de color tan jugoso.
Aún es chiquita la mía pero viendo lo que creció al final el año pasado a pesar de haberla cambiado de ubicación dos veces...estoy segura que durante esta temporada empezará a tomar cuerpo.



Margó me convenció!! Traje un Loropetalum chinense 'Fire dance' al jardín

Margó, autora del precioso blog "El Jardín de Margarita" a la que sigo y admiro tanto me convenció. Creo que son dos artículos los que tiene dedicados a este arbusto, el Loropetalo (Loropetalum chinense).
Ella siempre transmite en sus artículos la mirada plácida y profunda que vierte sobre su jardín. Reconozco que me entusiasman sus letras porque siempre provoca una sonrisa en mí cuando la leo!! Tiene el conocimiento profundo y poco dogmático de los que conocen bien su jardín... Os animo a todos a que lo visitéis, os gustará, no tengo dudas :) Pasearéis por un jardín precioso. Con solera. Un jardín lleno de detalles dónde rezuma amor en cada planta, en cada comedero de pájaros, en cada detalle... qué magnífica mujer es ésta :)
Lo había visto algunas veces en viveros pero no me animé nunca, la verdad. Quizás porque no estaba segura de qué tal llevaría el clima de mi jardín. Y aún sigo sin tenerlas todas conmigo. No es un arbusto que se caracterice por tener una alta resistencia a las heladas. Según qué fuentes hablan de que no soporta temperaturas por debajo de 5 grados y según qué otras afirman que resiste unos grados bajo cero. Creo que deberé ofrecerle, al menos este primer invierno, algún tipo de protección. La zona en sí misma está al resguardo de los fuertes vientos que recorren el jardín algunas veces pero no obstante, las heladas se producen y me hacen temer por él.

Tampoco tengo seguridad que las temperaturas que se alcanzan en verano sean de su gusto. No sé qué tal llevará el sol. Puede que este lugar tenga demasiado. Veremos. Siempre cabe la posibilidad de trasladarlo a otra ubicación se veo que no se siente feliz aquí :)
Aún no pudiendo ofrecerle estas dos condiciones que necesitaba sí lo he plantado en un suelo de su agrado, con un pH bajo. Como casi todas las acidófilas el Loropetalo gusta de suelos ricos, con mucha materia orgánica, que retengan cierto grado de humedad pero que no se encharquen.
He hecho caso a lo que en su entrada decía. Lo he plantado en uno de los caminos de bajada al jardín dónde crecerá rodeado de plantas acidófilas con los mismos requerimientos en cuanto a sustrato. Tiene espacio de sobra para crecer a sus anchas, como Margó dice, dónde pueda tener su porte característico con ramas arqueadas.

Loropetalo es un arbusto de hoja perenne y que puede alcanzar si no se limita con podas y disfruta de suficiente espacio, unos dos metros de alto por la misma anchura. Existen algunas variedades un tanto distintas entre ellas. Este mío es Loropetalum chinense 'Fire Dance' y mantiene sus hojas en tonos púrpuras todo el año siendo de tonos más brillantes las que van brotando nuevas. Otros son más bien verdosos durante el verano para oscurecerse en otoño. Creo que incluso hay una variedad de flores blancas. Los hay con flores de muchos tonos de rosa, desde pálidas a claramente magentas.
Muchas gracias Margó por traer a tu blog plantas tan maravillosas que nos animan a intentar cultivarlas en nuestros jardines. 

Un agracejo con muy buenas "defensas" (Berberis julianae)

De entre el género de los Berberis (Agracejos) la variedad julianae creo que es las que cuentan con "defensas" más imponentes. Tanto es así que los dos Berberis julianae que compré este invierno me ha costado lo suyo encontrarles ubicación. Una vez en casa fui consciente de hasta qué punto había que pensar bien el lugar elegido y es que este agracejo cuenta con unas espinas tan sumamente agresivas y una hojas de borde dentado espinoso que resulta tremendamente doloroso el roce con él.

Descarté evidentemente lugares de paso frecuente o dónde Iker, nuestro perro, estuviera habitualmente. Y al final he elegido dos ubicaciones cercanas, el lilar y el extremo del seto norte. En el lilar todas las plantas que crecen están en la gama de blancos, amarillos y malvas/lilas (Narcisos, Budleya, lilos, Pittosporum, Kerria japónica, Callicarpa bodinieri, Phomis fruticosa...) así que cuidando de plantarlo suficientemente alejado de la valla este, para que cuando crezca no asome hacia fuera y alguien al paso por la acera pueda dañarse, pensé que sería un buen lugar.

El segundo lo he puesto como digo en el seto norte, ya cerca de los pinos grandes, adosado al murete. Cerca hay un Corylus maxima 'Purpurea' (Avellano de Lambert) de preciosas hojas púrpuras con el que hará buena combinación.
Los agracejos son en general arbustos de fácil cultivo. Sin exigencias en cuanto a suelo y que aguantan muy bien la escasez de agua. Los hay de hoja perenne y caducifolios. Éste, Berberis julianae no pierde su hoja en invierno y además adquiere una preciosas tonalidades de rojos brillantes en otoño. 

Tengo muchísimo interés en atraer fauna a mi jardín y en que ésta sea lo más variada posible. Es el modo de poder prescindir de insecticidas. Algunos insectos son buenos limpiadores de pulgones y su presencia, a su vez, atrae a pájaros. También ellos nos ayudan a eliminar algunos insectos indeseados. Si les ofrecemos lugares de refugio y sitios donde anidar y nuestros árboles y arbustos les brindan frutos con los que alimentarse, nuestro jardín les resultará grato y nosotros, además de disfrutar con su presencia tendremos en ellos unos buenos "ayudantes jardineros" para mantener limpios de plaga nuestros jardines.

Así que creo que es una buena decisión introducir agracejos. Éste en concreto mantienen sus frutos pulverulentos de color gris azulado, muy oscuro, casi negro, hasta entrado el invierno. Se convierten en un gran atrayente para insectos mientras florecen y para los pájaros que dan buena cuenta de sus frutos.
Su floración se produce ahora, entre finales de marzo y abril. Se cuaja de ramilletes de diminutas florecitas de un amarillo intenso precioso y que brotan en las axilas de sus hojas.

La delicadeza de sus flores está tan en contraposición con la agresividad de sus espinas!! Salen tres debajo de cada hoja y pueden medir perfectamente entre dos y tres centímetros!! Está claro que este arbusto sabe como defenderse jajajjaa 

Un acer para los jardines de climas secos: Acer monspessulanum (Acer de Montpellier)

En el octubre de hace un par de años, dando un paseo por el campo los vi y me gustaron pero de no haber pasado por aquel mismo lugar un mes y pico después seguramente no me habría decidido a introducir esta especie en mi jardín.
El Acer de Montpellier o Acer monspessulanum (Acer menor) es quizás la variedad que mejor soporta la sequía. Debo reconocer que me entusiasman las especies de acer que pueden permitirse en el norte de la Península. Tienen un otoñar tan magnífico!! 
No he visto aquí en Madrid en ningún jardín acer que luzcan esplendorosos. La gente los planta, sí, con la ilusión de verlos crecer con sus hojas de colores brillantes pero está claro que estas variedades precisas de una humedad atmosférica que Madrid no tiene. Y no estoy dispuesta a estar regando a todas horas y sufrir viendo las hojas de estos acer achicharradas por el calor del verano de mi clima. Y es que hay cosas que una sabe que no se pueden tener.

Esta variedad de acer es totalmente distinta. Aguanta la sequía bastante bien incluso bastante sombra. No es exigente en cuanto a suelo, soporta un frío intenso... Este acer sí creo que puedo tenerlo en el jardín!! Una lástima que sea de tan lento crecimiento.
Como digo, al mes y pico de aquel paseo volví de nuevo a la zona y vi su otoñar. Qué preciosidad!! Con sus bonitas disámaras aladas..Me encantaron las manchas rojo/rosáceas que creaban entre la vegetación circundante y de cerca, sus hojas me parecieron muy hermosas pintadas con sus bonitos tonos otoñales. 
Por aquel entonces aún no teníamos pensado vivir aquí pero en cuanto llegamos intenté hacerme con uno. Por cierto, no comprendo como cuesta tanto encontrar en los viveros uno de los pocos acer que pueden cultivarse sin dificultades en esta zona y en cambio están llenos de variedades que son tan difíciles. No tengo claro siempre que sea la ley de la oferta y la demanda. Estoy segura que mucha gente no lo conoce y que si pusieran Acer de Montpellier con más frecuencia a la venta sería más frecuente verlos en los jardines.
Este año uno de los frutales que había de antiguo no ha llegado a brotar. Este será el primero de los cuatro que le seguirán con toda seguridad. En su lugar he plantado este acer para que proyecte su sombra en la zona central del jardín y logre crear un espacio más fresco dónde las plantas que lo rodean puedan crecer en condiciones más cómodas. 
Unos mueren y otros comienzan la vida... :)

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...