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Los bellos amentos de los avellanos (Corylus avellana)

Van quedando pocas flores según se acerca el frío pero el jardín jamás deja de regalarnos algún rincón que llama nuestra atención. 
Ahora, las ramas de los avellanos (Corylus avellana), con sus hojas ya a punto de desprenderse, lucen sus precioso amentos que empezaron a formarse en verano y que cuando el avellano comience de nuevo su actividad vegetativa al salir del invierno abrirán sus numerosas flores y soltarán al aire miles de granos de polen. Me parecen preciosos!!

Según van pasando meses compruebo que el interés de árboles y arbustos va mucho más allá de las floraciones. Las plantas no dejan de interesar cuando la floración desaparece. Ni mucho menos!! Sigue quedando su estructura, a veces el arqueo de sus ramas, incluso la belleza de éstas desnuda en invierno describiendo preciosos escorzos...frutos, cambios de coloraciones, flores que no parecen flores :) Cuánta belleza hay en un jardín!! Tanto detalle, tantas curiosidades...


No me había fijado nunca de cerca en los amentos (flores masculinas) y descubrir el curioso proceder en la polinización de este árbol/arbusto monoico me ha parecido de lo más interesante. Qué no lo es en el transcurrir de un jardín!!


Dentro de pocos días las ramas de Corylus avellana lucirán ya totalmente desnudas y sus amentos, a modo de pendientes, permanecerán  aferrados a ellas durante meses esperando la primavera. No es una sola flor, son muchas, entre 130/230!! Sin pétalos. Los amentos no forman flores vistosas en el sentido que lo hacen la mayoría de frutales. No la precisan porque su polinización es anemófila. Estos amentos guardan en su interior miles de diminutos granos de polen y cuando lo liberen, será el viento el encargado de su transporte hasta las flores femeninas que como veis también son insignificantes.
Mi avellano es muy joven y el trasplante imagino que no ha ayudado a que no haya una gran abundancia ni de amentos ni de flores femeninas. He tenido que fijarme bien para llegar a descubrir las pocas que había porque son de un tamaño bastante pequeñas y he logrado descubrir algunas, delatadas por sus coloridos estigmas.


Estoy segura que estos avellanos terminarán por incluirse en la lista de árboles favoritos de mi jardín. Son bonitos en todas las épocas. Y si no, fijaos en la belleza de las hojas de este Corylus maxima 'Purpurea'...bella. Eh!! :) Con tanto contraste de tonalidades entre la hoja recién brotada y la que ya va madurando.



También lo son las de Corylus avellana (avellano común) con borde doblemente aserrado y de un verde mucho menos oscuro.

Buscando la protección del sol del mediodía lo planté cerca del perímetro externo de los grandes pinos del fondo del jardín. Ahí están protegidos en las horas centrales del día y espero que sus hojas no lleguen a quemarse en verano.

Me gusta verlos en este momento del año por la mañana a trasluz. Se iluminan las pocas hojas que quedan y se intensifican sus verdes
y convierten este rincón en un lugar que me encanta!! Ummm los sueño ya algo crecidos e imagino sus largas ramas con esas hojas encendidas de luz dibujando en el aire bajo los pinos suaves curvas. Todo llegará... :)



Árboles frutales.Consideraciones para seleccionar las especies y variedades más adecuadas para nuestro jardín

Desde el primer día que comencé a diseñar mi jardín pensé  en introducir en el huerto algún árbol frutal. Cuando planifiqué el huerto lo hice con la idea de que no fuera una zona perfectamente acotada si no que los límites entre el huerto y el jardín quedaran un tanto difusos. Me gustaba la idea de que en él creciera algún rosal y otros arbustos y a la vez, que hubiera algún frutal más allá de la zona que era propiamente huerto.
Imagen de Wikipedia
Como he comentado alguna vez en mi jardín había al menos tres árboles que estaba decidida a eliminar pero que el tamaño de los mismos hacía que se tuviera que buscar el momento adecuado para estos trabajos tan costosos. 
La temporada pasada podría ya haber plantado algún frutal pero preferí eliminar ates estos árboles que menciono para planificar en detalle este tema y durante estos meses leer e informarme sobre estos asuntos de frutales sobre los que reconozco no tenía hasta ahora los más mínimos rudimentos que me dieran algo de seguridad a la hora de elegir las especies de frutales que sería conveniente cultivar en él y las variedades concretas más adecuadas.
La semana pasada por fin los eliminé. Reconozco que cierta pena me ha dado pero las cosas como son, eran árboles constantemente enfermos, mal podados o mejor, jamás podados, de modo que estaban abigarrados y ello impedía una correcta ventilación y en concreto el albaricoquero, además de estos problemas tenía otro que tarde o temprano les llega a todos: la edad. Este último año no dio ni un solo albaricoque sano, las hojas ya brotaban enfermas y presentaba graves problemas de gomosis.



El clima. Evidentemente este es el factor más determinante a la hora de poder cultivar o no un frutal en nuestro jardín. Al igual que ver un arbusto cultivado en muchos jardines cercanos al nuestro es el mejor indicador de que es una zona propicia para su cultivo, ver ciertas especies o variedades de frutales también nos dará buenas pistas sobre qué frutales son los más convenientes.
No obstante tampoco es obligatorio ceñirse a los cultivos que veamos, simplemente conviene informarse bien sobre las necesidades de las especies que no veamos en las proximidades de nuestro jardín.
Que el jardín tenga un clima en el que se produzcan frecuentemente heladas en invierno impide el cultivo al aire libre de ciertos frutales como los cítricos y que requerirían de protección invernal para que pudieran seguir viviendo. 
Estoy decidida a tener un limonero. Me entusiasma la idea de tener uno de los que llaman "luneros". Soy bastante cocinera y poder echar mano de los propios limones de mi huerto a la hora de cocinar es una idea que me encanta. Así que tendré que estar dispuesta a cultivarlo en contenedor de manera que sea posible su traslado al garaje durante los meses invernales si quiero que sobreviva.
De todos modos no conviene plantar frutales que no aguanten las temperaturas invernales de nuestro jardín si éste es muy frío.
Si las bajas temperaturas son una desventaja para el cultivo de ciertos frutales, el frío del que gozamos en jardines ubicados como el mío en el interior de la Península, nos da ventajas a la hora del cultivo de otros. Muchas especies precisan para fructificar que durante el invierno haga frío para que sus yemas puedan llegar a madurar. 
Cada frutal precisa un tiempo de permanencia a 7º centígrados (o menos) durante el tiempo que está en parada vegetativa. Es lo que se llama "horas de frío".
Expliquemos un poco este concepto. Cuando llega el otoño, los días se acortan y las temperaturas bajan, estos dos factores provoca que los frutales caducifolios pierden sus hojas y entren en lo que llamamos "parada vegetativa". A partir de ese momento digamos que es como si el frutal fuera "acumulando" horas de frío durante el invierno.  Cada especie está programada genéticamente para que una vez ha acumulado la cantidad de horas de frío que precisa vuelva a entrar en actividad. Este proceso de llama "vernalización". El número de horas de frío que cada frutal precisa para que sus yemas florales se abran es variable según la especie y la variedad. 
Así, cualquier cambio en el tiempo puede afectar la fructificación de la siguiente temporada. Por ejemplo, los años en que el frío se retrasa, también se retrasa la brotación puesto que el frutal tiene menos tiempo para llegar a acumular las horas de frío que precisa para salir de letargo.
Lo mismo ocurre cuando disfrutamos de inviernos inusualmente poco fríos que provocan el retraso en la entrada en parada vegetativa y provocando que el frutal emplee en este tiempo que permanece en actividad vegetativa una energía que luego no tendrá para la floración y cuajado de los frutos.
Entendemos pues que si cultivamos un frutal en una zona con un clima que no permite que el árbol esté por debajo de 7º el tiempo que precisa se producirá un retraso en el momento en que las yemas broten incluso se puede producir la caída de las yemas vegetativa. Al retrasarse el momento en que la savia vuelve a funcionar en el árbol se produce también un retraso en la floración y prolongándose ésta más allá de lo aconsejable. En estos casos la floración será menos abundante.
El árbol ha gastado demasiados nutrientes en el tiempo de permanencia en actividad antes de entrar en reposo y algunos frutos que llegan a cuajar caen prematuramente por falta precisamente de la energía y nutrientes precisos para que crezcan.
Vemos así cuan importante es que el clima de nuestro jardín proporcione las horas de frío que el frutal que queremos cultivar precisa. Los datos de las horas de frío que se producen en la zona geográfica dónde se ubica nuestro jardín se pueden encontrar en las estaciones meteorológicas y en general no es un dato difícil de obtener consultando páginas web especializadas.  
Para dar una idea aproximada podemos ver en la siguiente imagen las necesidades de horas de frío de algunas de las especies más comunes en nuestros huertos.

Imagen del Departamento de Agricultura y Alimentación de Aragón
Dentro del clima, otro datos que deberíamos considerar es en qué momento se produce la floración del frutal y el comienzo del cuajado de los frutos  y que estos dos momentos no coincidan con las heladas de nuestro clima es algo que debemos tener muy en cuenta a la hora de hacer la elección si no queremos que si esto ocurre no haya producción de  fruta esa temporada ya que las flores caen al suelo cuando hiela en plena floración.
Las heladas tardías hicieron que le año pasado no pudiera recoger prácticamente almendras. Se abrieron poquísimas flores y las que se abrían duraban un suspiro en el árbol.
Si estas heladas tardías se producen con cierta frecuencia en nuestro jardín deberíamos elegir en la media de lo posible especies y variedades de floración algo tardía para evitar los daños.
Los frutales en general precisan estar a pleno sol para fructificar bien. La orientación del sitio de cultivo es por ello muy importante a la hora de decidir si ese espacio es o  no adecuado para nuestro frutal. Un árbol que crece en sombra no crecerá ni sano ni producirá las cosechas que esperamos.
Al igual que decíamos en los aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un árbol en general para el jardín, pasa igual con los frutales, que proyectan sombra. Si vamos a ubicarlo en el huerto deberíamos tener presente esta sombra que proyectará con el tiempo sobre el resto de cultivos del huerto. Si precisan de mucho sol esta sombra les afectará negativamente,.
Las características del suelo de nuestro jardín dónde se han de desarrollar las raíces debe ser apto para el frutal elegido. No todos tienen las mismas necesidades. Algunos requieren de suelos más o menos alcalinos, otros son más delicados en cuanto al encharcamiento en sus raíces, los hay que no crecen bien en suelos arcillosos o demasiado húmedos...por ello asegurarnos de proporcionar el suelo adecuado o de elegir la especie o variedad que se adapta al suelo de nuestro jardín nos evitará problemas en el cultivo del frutal.
El tamaño de las raíces de algunos frutales son bastante poderosas y no debemos olvidar que los cultivos próximos podrían verse afectados por el agua que del sustrato circundante tomará el frutal para su propio consumo en detrimento de los demás cultivos pudiendo por ello constituirse en una poderosa competencia en sus necesidades nutricionales e hídricas.
El tamaño que el árbol adulto alcazará tampoco será un aspecto que olvidemos. Sepamos que la inmensa mayoría de frutales que cultivamos están injertados en un portainjertos. Según de qué tipo sea éste el frutal adquirirá un tamaño u otro. Del portainjertos depende por tanto el vigor que tenga el frutal en buena medida. 
Si no disponemos del suficiente espacio para cultivar un frutal determinado, será mejor elegir otra especie u otra variedad o plantearse cultivar el frutal injertado en patrones enanizantes que impiden que el frutal llegue a desarrollar su parte aérea con unas dimensiones muy inferiores a los normales de la especie.
Si esta es nuestra opción es imprescindible asegurarnos que el frutal adquirido está injertado en portainjertos como M9 u otro semejante. Para tener garantías lo mejor es que hagamos nuestras compras en viveros de confianza llevado por profesionales especializados que nos aconsejarán con seriedad y garantía.

Imagen de Univiveros
En definitiva, decidirnos por un frutal u otro o por unas determinadas variedades son asuntos de importancia. Ni es fácil ni es barato cambiar de ubicación el frutal una vez plantado o cambiarlo por otra variedad al ver que nos hemos equivocado. Son muchos los factores a tener en cuenta a la hora de elegir una u otra variedad por eso, lo mejor es consultar siempre con amigos que entiendan del tema, con vecinos que tengan en su huerto las variedades que elegimos, meternos en foros especializados dónde siempre encontraremos gente altruista y generosa que nos ofrecerán su inestimable ayuda y evitarán que nos equivoquemos.
Terminamos con un último aspecto pero que es de los más importantes: La polinización.
Algunos frutales pueden fructificar sin tener otro frutal de la misma especie cerca. Son los llamados autofértiles o autocompatibles y a los que les basta su propio polen para llegar a obtener frutos. Pueden crecer en solitario. Pero muchas de las variedades de frutales caducifolios precisan lo que se llama un "polinizador", es decir, un individuo de distinta variedad para que, con su polen, sus flores puedan ser polinizadas y finalmente fructificar ya que el propio polen no es compatible para sus flores y el árbol no llega a fructificar.
Sepamos que de lo contrario, si ponemos un frutal autoincompatible cerca del cual no crece otro que sea compatible no llegaremos a cosechar fruta alguna porque sus flores no podrán ser polinizadas y por tanto no se llegará a formar el fruto.
Trataremos en siguientes artículos el tema de los frutales autofértiles y de los que precisan polinizador con algo más de detalle.
Y una vez hecha la elección llega el momento de adquirir los frutales. Dónde? . 
Debo decir que me ha resultado absolutamente imposible encontrar los frutales que me estoy planteando en los viveros dedicados a jardinería que son los que normalmente frecuento. Los frutales que he encontrado en ellos carecían de un etiquetado que permitiera conocer ni patrones en los que estaban injertados, ni si tenían certificados fitosanitarios y en algunos casos ni siquiera especificaba la variedad.
La oferta que he encontrado ha sido tan desoladora que cansada ya de preguntar y de hacer visitas a un montón de ellos finalmente he tenido que dirigirme a viveros especializados en la venta a raíz des nuda de frutales aconsejada por miembros de foros especializados y que son grandes conocedores de la materia. Agradezco desde aquí a J.L. Nadal su gran ayuda en este sentido. 
En ellos he encontrado el personal que me ha asesorado con seriedad y amabilidad y para mi tranquilidad he comprobado la gran oferta que tenían para cubrir necesidad que yo pudiera tener en este sentido. Desde portainjertos de distinto tipo, a arbolitos de un año sin ramificar y  a los que se puede formar con la cruz suficientemente alta como para pasar por debajo de ellos. Deseo plantar un cerezo que se haya bastante grande cerca del pozo pero si las ramas salen desde demasiado abajo cortarían un poco la entrada al camino del huerto. Por razones prácticas y estéticas preciso que este cerezo tenga la cruz alta así que la solución estará en que yo misma lo forme mediante la poda. No me vale uno de los normales con la cruz a 1/120 cm. Claro, ello me llevará más tiempo porque tendré que partir de un frutal de un año solamente, sin ramificar y que no tenga el ápice cortado para que pueda seguir creciendo en altura.
 
Igualmente he encontrado el tipo de manzano que preciso para cultivar sobre espaldera en el lateral de la rampa del coche. Me han informado que al hacer el pedido puedo elegir incluso el patrón en el que deseo que estén injertados estos manzanos. Me falta decidir si es mejor un M9 u otro.

Imagen de Wikipedia
Reconozco que hasta que he logrado dar con este tipo de vivero ya me estaba angustiando un poco al no encontrar nada de lo que buscaba. Así que ya veis, lo ideal es dirigirse a viveros especializados en los que encontraremos el material adaptado a nuestras necesidades. Al menos esa es mi experiencia.

Con todos los boletos para dejar de estar: Ficus carica (Higuera)

Mal ubicado, enfermo, reviejo, jamás dio un fruto decente, ocupa un lugar privilegiado que no se gana "su hermosura". Es más, algo en ella la convierte en una especie de "pegote" que no viene a cuento para nada dónde crece. Todo en ella desdice de lo que la rodea...En fin, que tiene la pobre todos los boletos comprados para no seguir estando una temporada más. Es verdad!! :)

Qué le salva entonces? Le salva que está a los pies de una plataforma de gran tamaño que en su día sirvió de base para una de esas piscinas desmontables, muy grande, para que la chiquillería que entonces corría y gritaba por lo que ahora es mi jardín, pasara los veranos disfrutando al sol mientras los abuelos los veían crecer.
Una plataforma desde la que se tiene una de las mejores panorámicas del jardín y que sobre ella hay una enorme terraza desde la que además de divisarse esa plataforma y buena parte del jardín, también se ven las montañas a lo lejos, el pueblo, el entorno.
Esos dos espacios son palabras mayores. Necesitan reflexión, sosiego y ninguna prisa para pensarlas muy muy despacio. No puede haber errores, así que he ido haciendo las zonas de las que estoy segura y aplazando para el final las más importantes, las que determinarán sustancialmente el jardín.

A ratos veo a los pies de dónde está esa higuera un estanque que podría divisarse desde la plataforma y desde la misma terraza de arriba...o quizás un río seco. Por qué no? Y veo un árbol de hermoso color en otoño en lugar de la raquítica higuera... quién sabe lo que habrá finalmente!!

Los jardines deben interiorizarse. Yo creo que se debe hacer una estructura principal de árboles y arbustos que sean el soporte. Que constituyan las grandes directrices del jardín y sobre esta estructura ir insertando vivaces, bulbos, anuales, perennes ...que sirvan de acompañantes y constituyan un todo armónico. Pero eso, en un espacio tan grande como el jardín que cultivo necesita tiempo. Necesita ir despacio zona por zona haciéndolo en sintonía con el resto de espacios. Creando un todo, mientras se hacen las partes. Igual que cuando se pinta un cuadro al óleo. Se pinta todo a la vez, no se termina una parte del todo y se prosigue con otra. Eso no es pintar, eso es tapar con pintura trozos de lienzo :) Un cuadro es hermoso cuando hay sintonía, cuando una especie de velo lo cubre entero y te hace sentir que está presente en todo él

Y este cuadro que es el jardín que estoy "pintando", precisa que los arbustos recién plantados crezcan algo, que ocupen algo más de lo que ocupan...creen una verticalidad que aún no tienen para que su propia presencia vayan pidiendo lo que precisan alrededor...Así veo yo este proyecto.

Los jardines deben pasearse y vivirse según se van haciendo. Y a este mío le quedan tantos paseos por dar!! :) Aún está en pañales...
Y mientras voy madurando a fuego lento las mil ideas que tengo, y mientras voy dejando pasar el tiempo para ir asimilando e interiorizando tanto cambio en mi jardín  en este último año (que también es necesario) esta pobre higuera gana tiempo al tiempo y logra robarme alguna temporada más para volver a brotar ;)

Al fin y al cabo todo lo que crece o ha crecido en mi jardín se ganó haberlo hecho. Hay enebros y pinos en él que Dios sabe el tiempo y la de años que les tomó llegar a ser de ese tamaño y hermosura. La cosa es que esta pobre higuera creo que jamás fue hermosa jajaja ni en su más lejana juventud!!
Pero no quiero ser injusta del todo. Y, lo reconozco, tiene su punto de hermosura estos días cuando se produce el contraste entre lo nuevo y lo viejo. Entre su tronco retorcido y teñido de la pátina que solo da el tiempo, y hojas vírgenes, incipientes, de verde luminoso a trasluz. Me gustan los tonos grises de su madera al lado de los brotes tiernos y frescos.
Y ese descaro que tiene la dichosa higuera tentando al observador al mostrar sus frutos y haciéndole soñar con su dulzor. Ja!!! Que la compre quién no la conozca!! A mí no logra engañarme más!!! jajajaja ninguno de ellos pasará de ser un fruto a duras penas comible, diminuto y con lejanas semejanzas a lo que entendemos por deliciosos higos. Eso si se llega a tiempo de que no te los hayan robado los pájaros. Qué les aproveche!! Que van bien servidos con las joyas que se lleva!!

Una temporada más para mi membrillero (Cydonia oblonga)

Este año han venido los buenos días de repente y de repente han aparecido sobre el membrillero (Cydonia oblonga) las flores. En el estado tan lamentable en que se encuentra este viejo y deteriorado frutal bien creí que la primavera del año pasado sería la última floración que de él disfrutaría. Pero afortunadamente me equivoqué. Aquí están de nuevo, las flores que me parecen más hermosas de todos los frutales. 

Hace unos días le hice una poda de limpieza y seguramente me anime a podarlo tras la floración. Tiene demasiados años encima y demasiado abandono padecido durante mucho tiempo como para tener esperazas de que viva demasiado. Pero en vista de mi error de pronóstico del año pasado, disfrutaré mientras siga ahí regalándome un año más sus preciosas flores y si este otoño puedo volver a hacer compota con sus frutos me daré por satisfecha.




Otro año más para el viejo Prunus armeniaca (Albaricoquero)

A primeros de junio del año pasado, con los frutos de mi Prunus armeniaca (Albaricoquero) hice unos cuantos tarros de mermelada. Creí que sería su última temporada porque es un arbolito frutal que está ya muy viejo y ha sufrido muchos años de descuido.
Pero no, hoy se han abierto de nuevo sus flores y aunque lucen sobre una estructura no todo lo airosa que yo quisiera, hay plantas en mi jardín a las que casi les perdono todo. Quizás no son los ejemplares más hermosos que uno pueda soñar pero teniendo en cuenta las vicisitudes por las que han pasado algunas de ellas, despiertan en mi una gran benevolencia con sus "fallos". Este albaricoquero es una de ellas.
Los años de malas podas (por llamar de alguna forma a los cortes salvajes que ha padecido), la falta de riego, el inexistente aporte de nutrientes al suelo... todo ha contribuido a que este pequeño arbolillo, ya de por sí con muchos años encima no haya llegado a este momento de su vida, quizás el final, en demasiadas buenas condiciones. Pero ahí sigue! Como un campeón!! A distancia, desde el huerto, la blancura de su floración ha llamado mi atención. Sus hermosas flores salpican destellos blancos a lo larga de sus tortuosas ramas aún desnudas de hojas. Qué lindas me parecen estas florecitas... con esos dorados estambres que tal parecen flotar sobre los pétalos.
Sus capullos rechonchos abrigados por sépalos de un brillante color carmesí lucen hoy como un ikebana en mi jardín y bien merece un respeto el tesón con el que se agarra a la vida y aunque que no sea el más hermoso de los frutales sigue siendo un viejecito ya con demasiado vivido encima para demasiadas exigencias. Un año más...Ya es bastante!! :)

El primer almendro en flor. Ya está en la puerta la primavera!

Tendrá que seguir viniendo algunas heladas y las noches seguirán siendo frescas y habrá algún día con muy bajas temperaturas pero la primavera ya ha dado su voz de aviso. Está en la puerta como quien dice y lo proclama con una belleza como solo sabe hacerlo esta estación!! Este Prunus dulcis (Almendro) debe ser la fuerza y el vigor de la juventud que lo hace florecer mucho antes que mi otro almendro, que es ya un verdadero anciano.
No tiene la grandeza y la estampa del otro porque no tiene aún edad para tenerla,  pero sus flores estando aún como estamos el invierno, se agradecen tanto!! No sé si es otra variedad, éste tiene unos capullos con unas pinceladas en un rosa subido de tono precioso, muy distintos de los su hermano mayor. También la hoja lo es.


El día ha acompañado la labor de los jardineros en mi zona y el sol, como queriendo acompañar a la estrella del jardín hoy, este almendro, lo ha vestido de una luz preciosa para que pudiera lucirse y ser un gran protagonista...






Ha dado para algunos tarros de mermelada de albaricoque

Hoy ha sido un día plácido y tranquilo a pesar de que no todo ha salido bien. Creo que comenzar el día con buen pie ayuda a que el resto de las horas transcurran más gratamente. Día de meter en tierra algunas plantas que tenía en maceta, de hacer salsa de tomate casera con unos preciosos y ricos tomates que compré ayer en el mercado del pueblo y...sorpresa!! Ni por asomo tenía pensado hacer mermelada hoy pero esto tiene los jardines, que nos sorprende y nos hacen regalos inesperados. 
Me levanté cuando despuntó el día, como casi siempre, muy temprano. Taza de café y cigarrillo en mano me di mi paseo matutino por el jardín, en busca de novedades o de volver sobre las que no son novedades pero me hacen sentir bien: las últimas flores en el Celindo, los capullos de las rosas despuntando...Llegué a la plataforma desde la que un día espero poder contemplar un estanque y ahí estaban. De un naranja lechoso, sonrosados por algunas partes, más claritos por otras. No eran muchos, la verdad...pero la rama más cuajada del Prunus armeniaca (Albaricoquero) estaba preciosa!! Yo he sentido que el día me regalaba estas frutitas y me he sentido feliz.
El otro día los toqué y aún estaban duros. Se han dado prisa, esta mañana estaban en su punto!! El primero que toqué se quedó entre mis dedos y sin lavar ni nada... lo abrí y ...ummmm estaba fresquito!! dulce y maduro. Me fui comiendo tres o cuatro mientras terminaba mi paseo y me sentaron tan bien!! 
La cosecha no puede decirse que sea para tirar las campanas al vuelo. Tampoco puede decirse que sean de un calibre importante ni siquiera que sean unos frutos perfectos, de esos de exposición en una frutería de lujo. Pero son de mi jardín. De un arbolillo que no recibió cuidados ninguno y que está bastante perjudicado. Espero que no sea su última cosecha aunque no me extrañaría que así sea, desgraciadamente.


No ha superado el kilo y cuarto jajjaja pero ha dado para hacer unos tarros de rica mermelada. 


Por si alguien se anima a prepararla aquí os dejo la receta que he usado.
  



INGREDIENTES
* 1250 grm de albaricoques
* 800 gramos de azúcar
* Una cañita de canela en rama
* Un limón
* Una pizca de agua.
Elaboración:
* Lavar a conciencia la fruta y secarla.
* Quitarles el hueso y poneerlos en un cuenco amplio
* Añadir al cuenco la canela, el limón exprimido (también la cáscara) y unas gotas de agua. Remover bien y meter en el microondas unos 10 minutos (Removiendo durante este tiempo un par de veces para que se hagan por igual)
* Sacar la fruta del microondas e incorporar el azúcar. Remover bien el conjunto y esperar un rato (una o dos horas) para que el azúcar se diluya en el jugo de la fruta antes de poner la mezcla al fuego.
* Poner la mezcla en una cacerola y comenzar a cocinarla a fuego lento removiendo de vez en cuando para que no se nos agarre.
* Dejar cocer hasta que veamos que la mermelada está en su punto. Habrá evaporado algo de líquido y poco a poco irá espesando. Hoy he tardado unos 45 minutos pero este tiempo es solo indicativo. Dependerá del punto de maduración de la fruta. Del recipiente dónde hagamos la mermelada. Del tipo de fuego que usemos... en fin, que es cuestión de ir comprobando el estado de la mermelada y apartarla del fuego cuando veamos que tiene cuerpo suficiente.
* Tendremos esterilizados algunos tarros de cristal que cierren herméticamente y tan pronto como saquemos la mermelada del fuego la envasaremos en ellos. Llenamos hasta el borde los tarros, esperamos a que la mermelada se enfríe y cerramos bien. Introduciremos los botes en el frigorífico hasta su consumo.

Notas: Tres cosas.
Podría haber pelado la fruta pero yo prefiero no hacerlo. Me gusta la mermelada con textura. 
Notar los "tropezones" en la tostada es algo que me encanta. Así que tampoco he troceado la fruta antes de cocinarla. De modo que las partes en que se ha dividido cada albaricoque al extraerles el hueso ha sido suficiente. El resto lo ha hecho el tiempo de cocinar. Lentamente la fruta va deshaciéndose y al final quedan pequeños trocitos de fruta en un mar gelatinoso y dulce. Pero como todo es cuestión de gustos... pues eso, que al que no le guste, puede pelar los albaricoques antes de hacer la mermelada y también puede trocearlos si le gusta una mermelada más homogénea.
Y por último. Me gusta esterilizar los botes antes de llenarlos de mermelada. Simplemente hervirlos en agua que los cubra durante media hora. Teniendo la precaución de poner un trapo en el fondo de la olla para que no golpeeen entre ellos y no se rompan. Con unos treinta minutos es tiempo suficiente.
Lo lógico sería volver a esterilizar cuando los botes ya tienen la mermelada dentro. Así se conservan mucho más tiempo pero la verdad... en mi caso cada vez que hago mermeladas más de la mitad las regalo a familiares y amigos y el resto... no da tiempo que se estropee: están tan ricas que no da tiempo de que se estropee. En el frigorífico se conserva perfectamente un par de meses.

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