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Otro año más para el viejo Prunus armeniaca (Albaricoquero)

A primeros de junio del año pasado, con los frutos de mi Prunus armeniaca (Albaricoquero) hice unos cuantos tarros de mermelada. Creí que sería su última temporada porque es un arbolito frutal que está ya muy viejo y ha sufrido muchos años de descuido.
Pero no, hoy se han abierto de nuevo sus flores y aunque lucen sobre una estructura no todo lo airosa que yo quisiera, hay plantas en mi jardín a las que casi les perdono todo. Quizás no son los ejemplares más hermosos que uno pueda soñar pero teniendo en cuenta las vicisitudes por las que han pasado algunas de ellas, despiertan en mi una gran benevolencia con sus "fallos". Este albaricoquero es una de ellas.
Los años de malas podas (por llamar de alguna forma a los cortes salvajes que ha padecido), la falta de riego, el inexistente aporte de nutrientes al suelo... todo ha contribuido a que este pequeño arbolillo, ya de por sí con muchos años encima no haya llegado a este momento de su vida, quizás el final, en demasiadas buenas condiciones. Pero ahí sigue! Como un campeón!! A distancia, desde el huerto, la blancura de su floración ha llamado mi atención. Sus hermosas flores salpican destellos blancos a lo larga de sus tortuosas ramas aún desnudas de hojas. Qué lindas me parecen estas florecitas... con esos dorados estambres que tal parecen flotar sobre los pétalos.
Sus capullos rechonchos abrigados por sépalos de un brillante color carmesí lucen hoy como un ikebana en mi jardín y bien merece un respeto el tesón con el que se agarra a la vida y aunque que no sea el más hermoso de los frutales sigue siendo un viejecito ya con demasiado vivido encima para demasiadas exigencias. Un año más...Ya es bastante!! :)

Ha dado para algunos tarros de mermelada de albaricoque

Hoy ha sido un día plácido y tranquilo a pesar de que no todo ha salido bien. Creo que comenzar el día con buen pie ayuda a que el resto de las horas transcurran más gratamente. Día de meter en tierra algunas plantas que tenía en maceta, de hacer salsa de tomate casera con unos preciosos y ricos tomates que compré ayer en el mercado del pueblo y...sorpresa!! Ni por asomo tenía pensado hacer mermelada hoy pero esto tiene los jardines, que nos sorprende y nos hacen regalos inesperados. 
Me levanté cuando despuntó el día, como casi siempre, muy temprano. Taza de café y cigarrillo en mano me di mi paseo matutino por el jardín, en busca de novedades o de volver sobre las que no son novedades pero me hacen sentir bien: las últimas flores en el Celindo, los capullos de las rosas despuntando...Llegué a la plataforma desde la que un día espero poder contemplar un estanque y ahí estaban. De un naranja lechoso, sonrosados por algunas partes, más claritos por otras. No eran muchos, la verdad...pero la rama más cuajada del Prunus armeniaca (Albaricoquero) estaba preciosa!! Yo he sentido que el día me regalaba estas frutitas y me he sentido feliz.
El otro día los toqué y aún estaban duros. Se han dado prisa, esta mañana estaban en su punto!! El primero que toqué se quedó entre mis dedos y sin lavar ni nada... lo abrí y ...ummmm estaba fresquito!! dulce y maduro. Me fui comiendo tres o cuatro mientras terminaba mi paseo y me sentaron tan bien!! 
La cosecha no puede decirse que sea para tirar las campanas al vuelo. Tampoco puede decirse que sean de un calibre importante ni siquiera que sean unos frutos perfectos, de esos de exposición en una frutería de lujo. Pero son de mi jardín. De un arbolillo que no recibió cuidados ninguno y que está bastante perjudicado. Espero que no sea su última cosecha aunque no me extrañaría que así sea, desgraciadamente.


No ha superado el kilo y cuarto jajjaja pero ha dado para hacer unos tarros de rica mermelada. 


Por si alguien se anima a prepararla aquí os dejo la receta que he usado.
  



INGREDIENTES
* 1250 grm de albaricoques
* 800 gramos de azúcar
* Una cañita de canela en rama
* Un limón
* Una pizca de agua.
Elaboración:
* Lavar a conciencia la fruta y secarla.
* Quitarles el hueso y poneerlos en un cuenco amplio
* Añadir al cuenco la canela, el limón exprimido (también la cáscara) y unas gotas de agua. Remover bien y meter en el microondas unos 10 minutos (Removiendo durante este tiempo un par de veces para que se hagan por igual)
* Sacar la fruta del microondas e incorporar el azúcar. Remover bien el conjunto y esperar un rato (una o dos horas) para que el azúcar se diluya en el jugo de la fruta antes de poner la mezcla al fuego.
* Poner la mezcla en una cacerola y comenzar a cocinarla a fuego lento removiendo de vez en cuando para que no se nos agarre.
* Dejar cocer hasta que veamos que la mermelada está en su punto. Habrá evaporado algo de líquido y poco a poco irá espesando. Hoy he tardado unos 45 minutos pero este tiempo es solo indicativo. Dependerá del punto de maduración de la fruta. Del recipiente dónde hagamos la mermelada. Del tipo de fuego que usemos... en fin, que es cuestión de ir comprobando el estado de la mermelada y apartarla del fuego cuando veamos que tiene cuerpo suficiente.
* Tendremos esterilizados algunos tarros de cristal que cierren herméticamente y tan pronto como saquemos la mermelada del fuego la envasaremos en ellos. Llenamos hasta el borde los tarros, esperamos a que la mermelada se enfríe y cerramos bien. Introduciremos los botes en el frigorífico hasta su consumo.

Notas: Tres cosas.
Podría haber pelado la fruta pero yo prefiero no hacerlo. Me gusta la mermelada con textura. 
Notar los "tropezones" en la tostada es algo que me encanta. Así que tampoco he troceado la fruta antes de cocinarla. De modo que las partes en que se ha dividido cada albaricoque al extraerles el hueso ha sido suficiente. El resto lo ha hecho el tiempo de cocinar. Lentamente la fruta va deshaciéndose y al final quedan pequeños trocitos de fruta en un mar gelatinoso y dulce. Pero como todo es cuestión de gustos... pues eso, que al que no le guste, puede pelar los albaricoques antes de hacer la mermelada y también puede trocearlos si le gusta una mermelada más homogénea.
Y por último. Me gusta esterilizar los botes antes de llenarlos de mermelada. Simplemente hervirlos en agua que los cubra durante media hora. Teniendo la precaución de poner un trapo en el fondo de la olla para que no golpeeen entre ellos y no se rompan. Con unos treinta minutos es tiempo suficiente.
Lo lógico sería volver a esterilizar cuando los botes ya tienen la mermelada dentro. Así se conservan mucho más tiempo pero la verdad... en mi caso cada vez que hago mermeladas más de la mitad las regalo a familiares y amigos y el resto... no da tiempo que se estropee: están tan ricas que no da tiempo de que se estropee. En el frigorífico se conserva perfectamente un par de meses.

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