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Trabajos de otoño: Enriquecer los bancales con una capa de estiércol bajo el mulching (acolchado)

Cómo pasa el tiempo!! Ya la segunda vez que realizo este trabajo. 
El año pasado por esta época, os hablaba de la importancia de esta técnica de jardinería. De sus ventajas y de los beneficios que aporta al suelo del jardín así como del sistema que utilicé y como siempre, con fotos paso a paso, fui mostrando de qué manera lo hice. Claro, la temporada anterior fue la primera. Todos los bancales eran nuevos y hubo que preparar toda la tierra previamente antes de protegerla con el mulch. Este año en cambio ya no parto de cero. Mi jardín comienza a hacerse mayor!! ajjajaja  Es broma, claro!! :)
Dado que en estas dos entradas que os pongo a continuación y que podéis visitar pinchando en el enlace, contienen bastante información sobre esta técnica de jardinería hoy me limitaré a mostraros como he puesto una buena capa de estiércol bajo el acolchado que ya puse el año pasado. Si tenéis interés en leerlos aquí están los vínculos:
¿Os pongo ahora una imagen que me hace temblar las piernas? Un montón de estiércol!! Porque sé lo que supone. Mil paseos de carretilla arriba y abajo recorriendo un jardín en pendiente que no es nada pequeño!! Pero en fin, todo sea por nuestros queridos jardines..

Os muestro como he ido haciendo este trabajo pero antes quería comentar algo que me parece de suma importancia: El momento del año en que se aplican los acolchados es algo a tener en cuenta.
Pensemos que esta capa protectora lo que hace es preservar las condiciones del suelo. Si la ponemos sobre un suelo helado estaremos "guardando" y preservando las condiciones heladas de ese suelo. Con el acolchado impediremos que el sol caliente el suelo y por tanto las raíces crecerán en un suelo que seguirá helado aún cuando exteriormente esté calentando el sol.
Igualmente si ponemos un acolchado sobre un suelo recalentado y reseco en verano, lo que estamos haciendo es guardar ese calor y sequedad bajo él.
Lo ideal es poner el acolchado al inicio de la primavera (cuando el suelo se ha atemperado ya y ha perdido el frío que le proporciona las heladas del invierno) y en otoño (Cuando el suelo ya ha perdido las altas temperaturas que alcanza en verano).
No he regado antes de hacer este trabajo porque ha llovido mucho estos días de atrás y el suelo tiene humedad suficiente. Regar ahora a riesgo de heladas nocturnas no creo que sea conveniente. Pero sí es cierto que si el suelo está seco conviene antes de acolchar aplicar un buen riego.
Bueno, ahora sí, aquí tenéis un "paso a paso".Por supuesto no es más que la forma que yo tengo que hacerlo, ni la única, ni la mejor imagino. Pero hacerlo por este orden y de esta forma me resulta cómodo y me está dando buenos resultados de momento.
1.- Lo primero ha sido retirar con la escoba metálica toda la capa de acolchado formada por madera troceada hacia un lado fuera del bancal.

Como podéis ver, sí, salen algunas malas hierbas pero no demasiadas. El acolchado mitiga en buena parte este problema. 

2.- Con el escardador he cortado las malas hierbas que he podido. La verdad es que es una herramienta que te permite cortar la mayoría de hierbas si el suelo está bien trabajado y por tanto no está endurecido. De otra forma hay que hacer demasiada fuerza.
Es cierto que cortando algunas de las malas hierbas no se soluciona el problema pero la verdad, "hacerse a mano", hierba a hierba, un jardín tan grande...como que no me veo con fuerzas para afrontar tamaño trabajo!!

3.- A continuación, con la escoba metálica retiro la mayoría de las hierbas ya cortadas. Podría dejar muchas porque se compostarían debajo del acolchado pero algunas otras ya sabéis que vuelven a enraizar. No obstante, alguna siempre se escapa, claro.

Ahora tenemos el suelo limpito de yerbas y listo para protegerse. No lo he labrado porque mi suelo está muy trabajado del año pasado cuando preparé los bancales y no suelo pisotearlo mucho lo cual hace que no esté demasiado compactado.
4.- Es cuestión de traer ahora en la carretilla el estiércol que necesitaremos.

5.- Extiendo sobre el suelo una capa bien generosa.
Cómo me gusta el aspecto del suelo limpio y con esa capa negra del estiércol encima!! El bancal da aspecto aseado, cuidado... :P

6.- Y por último, tendremos que reponer sobre el estiércol la madera troceada que habíamos retirado anteriormente y que hace de mulching o acolchado.


Et voilâ!! El bancal limpito, nutrido y protegido!! Este, claro...no quiero deciros la de metros de bancales que tengo por hacer!! Poco a poco...

Mulching (Acolchado) de paja en los bancales del huerto

Ayer cundió!! fue unos de esos días que le echas trabajo a una zona del jardín pero terminas, te enciendes un cigarrito y dices...caramba! Hoy he adelantado y se nota.. :)
Quedó bonita la huerta, limpia de hojas enfermas, brotes secos, hortalizas todas bien entutoradas, tomateras podadas... 
Un riego en profundidad y me use a la labor del último trabajo del día: acolchar los bancales con paja.
Es tremendo el calor que estamos soportando desde hace ya más de dos semanas. Esta ola de calor achicharra las plantas, reseca y recalienta la tierra y en definitiva aparte de perder muchísima agua por evaporación con este sobrecalentamiento, perjudica las raíces de las hortalizas. este mulching o acolchado de paja proporcionará una sombra al sustrato que redundará en beneficio del mantenimiento de la humedad de la tierra y de la flora microbiana de la tierra al protegerla de gran parte de las radiaciones ultravioletas del sol..
He encargado que me trajeran un par de balas de paja de cereal libre de semillas, que por cierto, pesan los suyo, eh!! Una vez regado, eliminada cualquier mala hierba y limpios de hojas y materiales enfermos los bancales era la hora de cubrir el terreno con la paja.
La verdad es que jamás había abierto una bala y no sabía como hacerlo pero sospechaba que una vez cortadas las cuerdas con las que la bala viene atada y que permite que la paja se mantenga compacta y no se desmorone... iba a resultar bastante difícil mantener la bala sin que se rompiera así que lo primero que se me ocurrió fue meter la bala hasta dónde cabía en una bolsa grande, de las de jardín de plástico fuerte,  de manera que una vez rotas las cuerdas pudiera ir transportándola de un lugar a otro según iba acolchando cada bancal y que no se me fuera desmoronando toda la paja por entre los bancales y en el camino..
Inicialmente pensé que tendría que ir tomando "a puñados" la paja pero no, vi enseguida que si se van separando "lascas" gruesecita (unos 8/10 cm) permite que salga la paja como en rebanadas que se mantiene más o menos compacta y es mucho más fácil de colocar sobre el terreno.
He puesto una capa bastante gruesa para que sea efectiva contra el calor, las malas hierbas y la pérdida de humedad del sustrato.
Esta paja, con los riegos y el contacto con la tierra irá poco a poco degradándose y terminará por compostarse e incorporarse al suelo. Al final de la temporada los restos de este acolchado pueden mezlarse con la tierra y le proporcionarán una mejor estructura y algo de nutrientes. De hecho precisamente porque esta materia orgánica se va descomponiendo poco a poco, es preciso ir renovándola de vez en cuando, en el momento en que veamos que va incorporándose al suelo y va desapareciendo.
Ya hemos hablado en alguna ocasión del mulching y de sus beneficios. Para quién tenga curiosidad puede leer otros artículos sobre este tema en el que se trata de los acolchado de setos, en esta ocasión con otros materiales como hojas o madera triturada en pequeños trocitos.
Este tipo de acolchado es estupendo en climas como el mío dónde hace mucho calor en verano y mucho frío en invierno. Esta capa protectora del suelo preserva más cálido el suelo en invierno y en verano lo mantiene más fresco. Mantiene la humedad del suelo haciendo que se compacte menos. Favorece la vida de lombrices y microorganismos del suelo.
Es importante que plantas sensibles a la humedad no llegue a tocar el acolchado el nacimiento de la planta para ello simplemente dejamos sin cubrir un pequeño hueco alrededor del tallo. . Quizás no lo es tanto en climas con primaveras muy frías y dónde el calor en el suelo que precisan para su buen desarrollo algunas hortalizas como los tomates o los calabacines llegue a producirse si el suelo está cubierto por una capa que lo protege de la temperatura exterior. 
Tampoco es aconsejable ponerlo demasiado al inicio de la temporada en las zonas dónde se siembra directametne por el mismo motivo, porque las semillas en el inicio de la primavera precisan de un calor en el suelo que solo obtienen si se benefician del calor de los rayos del sol, en este caso el uso del acolchado mantendría el suelo más frío de lo que precisan las semillas para germinar.
Cabe mencionar que el uso de este tipo de acolchado puede favorecer en algún caso el aumento de caracoles pero la verdad, son muchos más los beneficios que las posibles desventajas de esta técnica que me parece muy interesante aplicar no solo en el jardín si no también en el huerto.

Renovación en primavera de los acolchados (Mulching o mulch) de los setos mixtos.

Aplicar, mantener y renovar los acolchados es una tarea importantísima en un jardín.
Creo que un buen acolchado (lo que a veces denominamos mulching o mulch) es fundamental. No solo porque nos permite ahorra agua de riego y limita el crecimiento de malas hierbas si no sobretodo porque protege de cambios bruscos de temperatura, mitiga los efectos demoledores del sol sobre los microorganismos y en general sobre la vida  y el humus de las primeras capas cuando incide sobre el suelo además de evitar la erosión por viento y por el agua de la lluvia. Pero por añadidura, si se utiliza materia orgánica en este acolchado, al ir descomponiéndose se va incorporando al suelo poco evitando que se compacte, ayudando a que drene mejor y evitando evaporaciones innecesarias.

Hay varios factores a tener en cuenta en los acolchados:
1.- El momento en que se aplican los acolchados también es algo a tener en cuenta.
Pensemos que esta capa protectora lo que hace es preservar las condiciones del suelo. Si la ponemos sobre un suelo helado estaremos "guardando" y preservando las condiciones heladas de ese suelo. Con el acolchado impediremos que el sol caliente el suelo y por tanto las raíces crecerán en un suelo que seguirá helado aún cuando exteriormente esté calentando el sol.
Igualmente si ponemos un acolchado sobre un suelo recalentado y reseco en verano, lo que estamos haciendo es guardar ese calor y sequedad bajo él.
Lo ideal es poner el acolchado al inicio de la primavera (cuando el suelo se ha atemperado ya y ha perdido el frío que le proporciona las heladas del invierno) y en otoño (Cuando el suelo ya ha perdido las altas temperaturas que alcanza en verano).
2.- También es asunto de importancia la preparación previa del terreno antes de colocar los acolchados. Conviene trabajar  la tierra para descompactarla. Es preciso desherbar bien y hacer una limpieza de piedras y raíces muertas. 
La temporada pasada preparamos la tierra de todos los setos mixtos que hemos plantados en otoño. La limpiamos bien de piedras y raíces como digo y la dejamos mullida trabajándola con la azada incorporando bastante cantidad de  estiércol maduro y tierra vegetal enriquecida.
Allí donde fue preciso (acidófilas) aportamos turba rubia y otras enmiendas para rectificar el pH del suelo.. como fue una esquina del huerto dónde cultivamos arbustos de bayas o la zona dónde tengo algunas hortensias
Mi jardín tiene una capa rocosa bajo el suelo que no es demasiado profundo así que no creo que superaran los 20/25 cm la profundidad a la que pudimos trabajarla.
El jardín presenta pendiente en casi toda su superficie. En unas zonas más que en otras. Este seto en el  lateral sur del jardín quizás es el que tiene más pendiente. De ahí que fuera preciso realizar nivelaciones del terreno para que el agua de riego no resbalara sobre el suelo y se fuera pendiente abajo.

La mayoría de arbustos que se cultivarán ya están plantados y aunque ya se sabe que un jardín nunca se termina, la "estructura" del mío está perfilada ya a grandes rasgos con las plantaciones que se hicieron en otoño e invierno pasado.
En esta primavera y verano me gustaría ir completando las plantaciones e intercalar entre estas plantaciones estructurales, las vivaces, bulbos, arbustos chiquitos...
En estos días estamos preparando el riego por goteo en estos setos así que, aprovechando el momento, he renovado el acolchado de los setos.
Debiera haberlo hecho un poco antes, al iniciarse la primavera pero es tanto el trabajo que hay que el tiempo se nos ha echado encima!!! 
3.- El tercer aspecto que al menos yo he tenido en cuenta es con qué material acolchar. 
Los materiales con los que podemos acolchar son múltiples y cada uno de ellos tiene unas características que debemos tener en cuenta. Según de qué material utilicemos las ventajas e inconvenientes serán unos y otros. La duración por ejemplo es muy variable. Si usamos paja deberemos renovar el acolchado cada seis meses; las hojas de helechos duran unos cuatro meses; el césped nos servirá solamente para dos o tres semanas; la corteza de pino evidentemente tendrá una duración mucho mayor.
Estamos hablando de muchísimos metros cuadrados a cubrir así que el factor económico es importante. Comprar la cantidad precisa para toda la zona de plantaciones era impensable el planteamiento más bien era recurrir a materiales de los que dispusiéramos sin tener que comprarlos.
Mi jardín contaba en su mayoría con árboles perennifolios (pinos, enebros, mimosas...) así que disponía de pocas hojas en otoño. El otoño pasado fuimos trayendo hojas secas de fuera (zonas de árboles caducos de la zona dónde resido) y con ellas fuimos formando una buena capa de acolchado como digo. 
 

Al tratarse de la temporada fría e ir de cara a las heladas, puse una capa bien gruesa de hojas con el fin de preservar las raíces de los arbustos y árboles recién plantados de daños por heladas. 
Me hubiera gustado contar con restos de poda triturados que permiten un acolchado menos grueso y que se mueve más difícilmente con el viento, pero había lo que había y con ello fue con lo que nos tuvimos que apañar.
Las hojas que se pusieron el otoño/invierno pasado aún no están descompuestas del todo de manera que me vienen bien todavía para proteger el suelo de estos setos.
Hace unos meses descubrí que a los lados de algunas carreteras de la zona dónde vivo, cuando se podan los árboles de los márgenes, a la vez que van podando, van triturando el material y lo dejan en montones a los lados de la carretera, en las cunetas. Menuda alegría me dio el descubrimiento!! Cantidades tremendas de material valiosísimo que solo esperaba ser recogido ajajjaja Y eso hacemos, cada vez que pasamos por la zona recogemos unas cuántas bolsas grandes de jardín y nos las traemos. Con este material por ejemplo, hemos acolchado el camino y las zonas entre bancales del huerto.

4.- Tener en cuenta el consumo de nitrógeno que usan las bacterias para descomponer los materiales del acolchado fresco (y que es sustraído del disponible para las plantas).
Este es otro aspecto importante a tener en cuenta. Cuando el acolchado está compuesto por material fresco, éste debe descomponerse y en esta descomposición son las bacterias del suelo las que intervienen. Pero en este proceso las bacterias utilizan grandes cantidades de nitrógeno que lo toman del suelo y por tanto redunda en perjuicio del disponible para las plantaciones. Así pues dependiendo del momento en que pongamos la capa de acolchado este hecho puede o no ser perjudicial.
Si estamos hablando de un acolchado de cara al invierno, mientras las plantas están en parada vegetativa, no precisarán nitrógeno y por tanto que se utilice en la descomposición del material del acolchado no les perjudicarán.
Este material que descubrí que os comentaba lleva ahí desde febrero más o menos que es cuando podan, de manera que ya no es un material fresco, está en alguna medida compostado y por tanto las cantidades de nitrógeno que se sustraerán del que precisen en este momento de crecimiento de las plantas, será mínimo.
No obstante también hay solución a este consumo de nitrógeno por parte de los materiales frescos. Sencillamente es incorporando encima de esta capa ( o mezclado) un poco de material rico en nitrógeno como lo es los restos del césped segado, las ortigas, las raíces de leguminosas, etc.
5.- Regar en profundidad antes de colocar el acolchado.
Está claro que al igual que pasa con las temperaturas, pasa con la humedad. Si colocamos el acolchado sobre un suelo seco lo que estaremos es preservando esta sequedad. Así que es imprescindible un buen riego bien en profundidad.
6.- Grosor de la capa y colocación de los restos de poda triturados.
Al tratarse de hojas recien caídas en el otoño, la capa tenía bastante grosor. Para ser efectivo un acolchado debe tener cierta altura. De lo contrario, la luz traspasa y deja germinar las semillas no siendo efectivo en lo que hace a malas hierbas. Igualmente el grosor es importante para que proteja de temperaturas externas, etc.

Este invierno comprobé que el viento movía mucho las hojas y las trasladaba de sitio a cada momento así que se me ocurrió que quizás echando unas paladas de estiércol maduro sobre ellas y mojando un poco se sujetaría algo más. Y así fue. la verdad es que sí, por supuesto, se mueve un poco y sobretodo los remolinos de aire las concentran en sitios concretos pero lo que hago es recolocar la capa un poco de vez en cuando con una escoba metálica y el acolchado ha permanecido bastante bien en general.
En este momento las hojas están ya bastante compostadas aúnque no del todo pero ya no se mueven con la misma facilidad. De todos modos no es momento de echar estiércol en la tierra porque produciría un recalentamiento perjudicial para las plantas.

En la medida que he podido y hasta dónde me ha dado la cantidad de poda triturada que tenía, he ido echando encima de las hojas un poco de este material para que, al pesar más que aquellas, las sostuviera un poco.
El hecho de que al plantar suela hacer alcorques facilita también el tema, al estar metidas las hojas en el hueco del hoyo también las mantiene un poco más en su sitio porque aunque algo se mueven, en cierto modo el acolchado está un poco "contenido" por las paredes elevadas del alcorque.

Como no sabía hasta dónde me iba a llegar he comenzado por tapar primer los alcorques con la poda triturada y si me sobraba usar este material entre las plantaciones también. 
Antes os comentaba que este trabajo de renovación del acolchado lo hemos ido haciendo a la par de instalábamos el riego por goteo y aquí podéis ver que una vez colocadas las tuberías del riego es cuando he puesto el acolchado encima.

Como veis queda estupendamente bien protegida la tierra alrededor de las plantas rellenando con unos centímetros de este material el suelo que las circunda. Debo decir que procuro no amontonar acolchados justo pegando al cuello de las plantas porque temo que provoque una proliferación de hongos y un exceso de humedad. 
Las hojas que quedaban las he vuelto a distribuir homogéneamente entre las plantaciones y he puesto por encima unas paladas de poda triturada que me sobraba y así quedan más sujetas. 





7.- Bueno y con esto se termina el trabajo de renovación de esta protección, evidentemente hay que cuidar de su mantenimiento. Tengo un perro (Iker :)  ) que trastea el jardín constantemente . No suele tumbarse bajo estos setos (de momento ajjaja) pero es inevitable que cuando oye gatos o a otros perros, se acerque a las vallas divisorias y llegue a entrar en ellos. Así que hay que recolocar de vez en cuando algunas zonas de este acolchado, por Iker o por el viento, o incluso cuando vienen pájaros y las hojas van a parar a dónde no deben dejando al descubierto parte del suelo.
Yo creo que este seto ha quedado bastante bien. El ojo del amo engorda el caballo jajaja !! :P



  

Trabajo del día: Comprobar el acolchado y abonar los rosales del seto

Los rosales que tengo en el jardín trasero, el de más tránsito en mi casa, no están en arriates con acolchado de hojas. El viento las movería y el camino que lo recorre estaría siempre con aspecto algo descuidado. Este jardín trasero, al estar tan cerca de casa resulta mucho más fácil de mantener limpio de malas hierbas  que otros espacios del jardín más alejados así que todo el acolchado es de estiércol y humus de lombriz que para evitar las hierbas no deseadas no es demasiado efectivo.
Tengo otros rosales en setos, junto a otros arbustos y árboles y en estas zonas el acolchado sí es de hojas aunque debajo de ellas, en el caso de los rosales pongo también una capa generosa de estiércol y humus de lombriz. Aquí resultaría difícil mantener limpia la zona que los rodea estando entre arbustos cubiertos por hojas. Y es que el viento remueve frecuentemente esta capa protectora y no siempre se dispone del tiempo para volver a colocar las cosas en su sitio.
La verdad es que no me gustaba demasiado poner una capa gruesa de estas hojas cubriendo rosales que están recién plantados de este invierno pero no disponía de otro material cuando preparé el seto. 
Esta capa para nutrir y preservar el suelo de los setos es muy gruesa para que sea efectiva y según va pasando el tiempo van degradándose y bajando un poco este grosor. 
A pesar de ello he visto que resulta demasiado alta y temía que la humedad que puede permanecer entre estas hojas tocando los brotes nuevos del rosal pudiera favorecer plagas y enfermedades. 
Al iniciarse la primavera y con ella el crecimiento he pensado que convendría retirar estas hojas para que los nuevos brotes no nacieran bajo este acolchado y además me apetecía comprobar en qué estado estaban las ramas del rosal y el suelo que los rodea.
Y eso he hecho hoy, he apartado el acolchado y he comprobado que el suelo estaba estupendo. Se veía húmedo pero no encharcado incluso en uno de los rosales, sobre la capa de humus y estiércol estaba empezando a brotar una bellota ajjajaja No he visto plagas ni hongos en los tallos de los rosales y me ha parecido que el suelo estaba en condiciones estupendas.
Cuando los planté rellené el hoyo con un sustrato rico y los nutrientes que por añadidura aporta la capa de estiércol y humus de lombriz con los que cubrí el suelo por debajo de las hojas, les ha aportado alimento de sobra durante el tiempo en que han enraizado de ahí que haya aplazado el poner el abono inorgánico hasta ahora que están brotando con fuerza.
Incluso puede que no hubiera sido ni necesario esta aplicación. Tratándose de rosales de reciente plantación es posible que tuvieran nutrientes de sobra incluso para llegar incluso a la primera floración ero no he querido arriesgarme. En fin, esta temporada lo he hecho así, la próxima estará más justificado porque ya serán rosales más consolidados y su consumo será más elevado.
No me quiebro mucho la cabeza a la hora de elegir el abono que les pongo. Generalmente uso uno de los que se aplican al resto de arbustos. Sí es cierto que usar un abono específico para rosales les aporta teóricamente elementos que quizás no están siempre presentes en otros compuestos de uso más general pero la verdad, yo no suelo usar abonos específicos para ellos y no he visto en mis rosales especiales carencias en cuanto a nutrientes.
He aplicado éste porque lo tenía comprado en una ocasión en que lo vi de oferta en el Lidl y ...bueno, tenía que gastarlo :)
Las instrucciones aconsejaban aplicar 100 gramos por rosal, yo he aplicado algo menos por lo que decía arriba, porque son rosales de reciente plantación. Tras espolvorear el granulado por encima del suelo lo mezclo someramente con él evitando profundizar en exceso para no dañar las raíces.
Aunque el suelo estaba húmedo por efecto de la protección del acolchado y porque lógicamente aún no han subido en exceso las temperaturas, prefiero no arriesgarme y he regado un poco, no mucho antes de aplicar el abono. 
Una nueva capa generosa de humus de lombriz para cubrir el terreno...Qué buena materia es ésta!! Para los rosales y para cualquier planta.
Hoy ya disponía de cierta cantidad de madera triturada pequeñita que me gusta mucho más para proteger el suelo alrededor del rosal y con este material he cubierto generosamente la zona.
Y así han quedado. Sanos, protegido el suelo de las temperaturas que irán subiendo, nutridos...No será por cuidados!! Listos para dedicarse a echar brotes y cuajarse de rosas!! :) Ahora se ve mucha diferencia entre las hojas y el acolchado de madera pero en cuanto se humedezca ésta los tonos serán mucho más homogéneos.. 

Acolchado de madera triturada entre los bancales del huerto y en el camino

Para mí es importante el aspecto que tenga el huerto. No deseo que sea un espacio menos bello que el resto del jardín, más bien que sea una zona más de él y se incorpore visualmente sin una transición brusca. Con hortalizas, sí, pero dónde éstas crezcan junto a rosales y al lado de pequeños frutales las hierbas aromáticas se mezclen con algunas flores. 
Esta diversidad no solo la busco a nivel estético si no también práctico. Las flores llaman a los insectos y éstos contribuyen a las polinizaciones además de resultar ser unos estupendos ayudantes en cuanto a plagas de otros insectos no deseados.
El suelo sobre el que están asentados los bancales de mi pequeño huerto es de la peor calidad. Como he explicado en otros artículos está formado por los restos que hemos ido sacando de otros lugares del jardín según hemos ido plantado.
No me gustaba el aspecto que tenía tan seco, tan como sin vida, de un color tan claro. Se compacta tanto que probablemente hubiera sido difícil que salieran demasiadas malas hierbas pero a pesar de ello creo que con este acolchado de madera triturada entre los bancales y sobre el mismo camino que lo recorre hace que la zona esté mucho más bonita.
Es un acolchado mullido y agradable de pisar y sobre el que se hace mucho más cómodo cuando te tienes que arrodillar al cuidar de las hortalizas de los bancales.
Traje unos cuantos sacos para probar a ver qué tal quedaba así que no he tenido cantidad suficiente para cubrir toda la zona que me gustaría. Quisiera llegar a tapar con él incluso el espacio dónde tengo plantadas uvas crispas (Ribes crispa 'Hinnonmaki Grum' y Ribes crispa 'Captivator') y un grosellero negro (Ribes nigrum)
Había pensado hacer este acolchado con pinaza de la que voy sacando de mis pinos. También pensé mezclar esta madera triturada con la pinaza, pero al final me he decidido a hacerlo con este material. 
Creo que aporta un "fondo" en unos tonos neutros sobre los que las hortalizas, hierbas aromáticas y flores que crecen en tiestos de barro, se ven mucho más bonitas.
Es de suponer que según pase el tiempo esta madera irá degradándose y tendré que ir reponiéndola. Ni siquiera he tenido que triturarla. Resulta que en las carreteras que recorren la zona cercana a dónde vivo cuando podan los árboles y matorrales que las bordean se ve que se acompañan de una trituradora y dejan los montones allí mismo. Así que no hay más que ir con el coche a por unos sacos. Incluso estoy pensando ir a hacer un par de viajes para preparar el acolchado de los rosales de cara a la subida de temperaturas que lógicamente se irán produciendo durante la primavera.

Las bayas. Condiciones de cultivo y preparación del suelo (I)

La semana pasada preparé este rincón del huerto con la idea de poder plantar en él algunos frutales de baya arbustivos. Para no hacer demasiado larga esta entrada creo que es mejor dedicar ésta a las condiciones generales de cultivo de los frutales de baya arbustivos y a la preparación del suelo y aplazar para la siguiente la plantación de algunos de ellos.
El emplazamiento
Si hemos de hacer caso a los datos que figuran en algunos libros específicos sobre el cultivo de las bayas deberíamos ubicar los arbustos de baya a pleno sol. Pero claro, estamos en lo de siempre, que los libros suelen de autores ingleses o al menos foráneos. Y cuando la página de un vivero, un libro o un jardinero ingleses dicen que ubican una planta a pleno sol no es al pleno sol de lugares como el interior de nuestro país, en concreto Madrid, dónde el sol en verano sencillamente achicharra.
De ahí que haciendo caso a amigos jardineros que cultivan estas plantas en su jardín en zonas de climas semejantes al mío, haya decidido ubicarlas en zonas de semisombra, al resguardo del sol del mediodía. Recibirán unas horas de sol pero no el que más quema. Espero que sea sol suficiente para que sus frutos resulten dulces al madurar.
Está en la esquina SE del jardín. En la parte más alejada del huerto. La valla divisoria, el hecho de que está a un nivel más bajo que el resto del huerto y el pino con una buena copa que está cercano a este espacio, lo convierten en un sitio protegido de los vientos fríos y un poco de las heladas.
El suelo
Los frutales de bayas precisan suelos con pH tirando a ácidos, en el rango de 6/6,5. Es aconsejable, cuando se prepara el terreno, adicionar bastante materia orgánica para lograr un suelo permeable, rico y que retenga cierto grado de humedad sin llegar al encharcamiento que produciría pudrición en las raíces. Un suelo rico, con capacidad de penetrar el oxigeno, suelto...
Estas plantas, y sobretodo los frambuesos y las fresas, son bastante exigente en las necesidades de hierro. El caso extremos lo constituirían los arándanos cuyos valores de acidez para crecer en óptimas condiciones son realmente bajos, en torno a un pH 4.
Todos conocemos los problemas de clorosis férrica que se producen en las plantas que carecen de él. El pH del suelo es de suma importancia para cultivar acidófilas. Y cuando el cultivo de estas acidófilas se produce en en suelos alcalinos, a las plantas les resulte difícil asimilar el hierro existente en el suelo, por eso es tan necesario rectificar el pH del medio dónde crecen para evitar todos estos problemas de carencias.
El suelo de mi jardín tiende a cierta acidez pero no tanta como la que precisan estos arbustos. Además, este rincón dónde he hecho las plantaciones no cuenta con un suelo lo que se dice bueno. En él, como expliqué en la entrada que mencionaba arriba, hemos ido depositando bastante material procedente de otras zonas del jardín según hemos ido preparándolas. Es una zona con bastantes piedras y con suelo de muy mala calidad.
Por eso decidí sustituir todo el suelo de las zanjas dónde están plantados. Podría haber rellenado toda la zanja directamente con tierra de castaño pero hubiera encarecido bastante la plantación. De ahí que prefiriera elaborar yo misma la mezcla con los siguientes elementos y una vez rellenas las zanjas dejar la tierra para acidófilas para utilizarla en los hoyos que he ido practicando a la hora de plantar. 
Estos arbustos de baya pueden plantarse en hoyos de unos 45 x 45 cm más o menos. En mi caso las zanjas miden aproximadamente 65 cm de ancho y unos 50 de profundidad.
Las he rellenado con una "mezcla" de estos cuatro elementos:
  • Turba rubia. Que no aporta prácticamente nutrientes pero sí mucha materia orgánica además de estructura y aireación haciéndolo más mullido y facilitando el crecimiento de las raíces. Se trata de un material con una buena capacidad de retención de humedad.
  • Sustrato vegetal enriquecido. Lo compro en el vivero de mi pueblo. Lo veo bueno, muy oscuro, con nutrientes, con bastante materia orgánica. Es el que suelo usar como base de plantación en los hoyos de casi todas las plantas.
  • Azufre en polvo. Este elemento no hace un efecto inmediato. Es decir, no acidifica instantáneamente si no que lo hace al cabo de unos meses que tarda unos meses en hacer efecto. De ahí que lo ideal hubiera sido preparar el suelo en otoño para que ahora ya hubiera bajado el pH con la aportacion del azufre pero no ha habido  más tiempo y no podía retrasar la plantación de los frutales. No he querido excederme en la cantidad que he aportado a la mezcla y dejaré pasar unos meses para volver a comprobar el pH del suelo de esta zona. Si todavía resulta demasiado alto, agregaré directamente al suelo algo de sulfato de hierro granulado y lo mezclaré superficialmente con él.
  • Estiércol bien fermentado. Además de aportar nutrientes al suelo mejorara su estructura, su aireación y su capacidad de seguir húmedo pero sin encharcamientos.
Luego, en los hoyos de plantación he usado otros compuestos. Estas plantas, como dijimos, precisan tener hierro a su disposición. Como de momento la aportación de azufre no habrá hecho efecto, he preferido incorporar en el hoyo de plantación un poco de quelatos de hierro para que tan pronto se desarrollen las raicillas lo tengan a su disposición en el suelo que las rodea. 
En algún caso como en la plantación del grosellero he aportado también un poco de cenizas de la chimenea de casa a falta de harina de huesos que se me había terminado. Los groselleros precisan que en el suelo donde crecen haya grandes cantidades de potasio. La carencia de potasio provoca que la planta presente rápidamente los síntomas de su déficit.


Fertilizantes y abonos.
Cualquier fertilizante equilibrado puede valer. Poner especial cuidado en que no contenga dosis excesivas de nitrógeno para no provocar un crecimiento desmesurado del follaje que suponga la merma de energías para formar frutos. 
Si se prefiere los compuestos orgánicos, son idóneos los que son a base de pescado, sangre y huesos. Hoy en día podemos encontrarlos a la venta en cualquier gran superficie.
En caso de que las plantas presenten déficit de hierro, sería aconsejable la incorporación de un poco de quelatos de hierro.
Acolchado:
Y por supuesto, un acolchado compuesto de elementos orgánicos es imprescindible. Un par de veces al año, en primavera y otoño.
Esta capa de acolchado mantendrá el suelo alrededor de las raíces húmedo y evitará tanto los efectos del frío como los del calor excesivos si no porque la materia orgánica acabará por ser transportada por los distintos microorganismos y gusanos del suelo a las capas más profundas, sirviendo de alimento para las raíces.
Para el acolchado podemos aplicar una buena capa del compost que hagamos en el jardín o una generosa capa de humus de lombriz.


Riego:
Es de vital importancia que el sustrato en el que crecen estos arbustos de baya tenga siempre cierto grado de humedad pero por supuesto el suelo no debería permanecer nunca encharcado. Si hemos proporcionado una buena mezcla en la zona de plantación esto no ocurrirá. Será una zona con capacidad de retención de humedad pero con capacidad también para drenar el agua sobrante.
La capa de acolchado ayudará a mantener la humedad en torno a las raíces pero aúna sí, en verano y cuando están formándose los frutos de debemos descuidarnos con la hidratación y hacer los aportes de agua necesarios.
Por cierto, aconsejo desde aquí un estupendo librito que, junto a los consejos de amigos con experiencia me han servido para orientarme en la preparación del suelo y en la plantación de estos arbustos que cultivo por primera vez. Se trata de "Frutas de jardín" de Stefan buczacki. de la editorial Tursen Hermann blume Ediciones. No estoy segura pero en la página de alguna librería creo haber visto que estaba descatalogado. De todos modos, deciros que es posible encontrarlo todavía sin dificultad alguna en librerías de segunda mano. Me parece un libro claro, ameno y con esquemas muy ilustrativos. Todos los libros de Buzacki que tengo me parecen muy pedagógicos y me resultan muy agradables de leer.

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

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