Los rosales que tengo en el jardín trasero, el de más tránsito en mi casa, no están en arriates con acolchado de hojas. El viento las movería y el camino que lo recorre estaría siempre con aspecto algo descuidado. Este jardín trasero, al estar tan cerca de casa resulta mucho más fácil de mantener limpio de malas hierbas que otros espacios del jardín más alejados así que todo el acolchado es de estiércol y humus de lombriz que para evitar las hierbas no deseadas no es demasiado efectivo.
Tengo otros rosales en setos, junto a otros arbustos y árboles y en estas zonas el acolchado sí es de hojas aunque debajo de ellas, en el caso de los rosales pongo también una capa generosa de estiércol y humus de lombriz. Aquí resultaría difícil mantener limpia la zona que los rodea estando entre arbustos cubiertos por hojas. Y es que el viento remueve frecuentemente esta capa protectora y no siempre se dispone del tiempo para volver a colocar las cosas en su sitio.
La verdad es que no me gustaba demasiado poner una capa gruesa de estas hojas cubriendo rosales que están recién plantados de este invierno pero no disponía de otro material cuando preparé el seto.
Esta capa para nutrir y preservar el suelo de los setos es muy gruesa para que sea efectiva y según va pasando el tiempo van degradándose y bajando un poco este grosor.
A pesar de ello he visto que resulta demasiado alta y temía que la humedad que puede permanecer entre estas hojas tocando los brotes nuevos del rosal pudiera favorecer plagas y enfermedades.
Al iniciarse la primavera y con ella el crecimiento he pensado que convendría retirar estas hojas para que los nuevos brotes no nacieran bajo este acolchado y además me apetecía comprobar en qué estado estaban las ramas del rosal y el suelo que los rodea.
Y eso he hecho hoy, he apartado el acolchado y he comprobado que el suelo estaba estupendo. Se veía húmedo pero no encharcado incluso en uno de los rosales, sobre la capa de humus y estiércol estaba empezando a brotar una bellota ajjajaja No he visto plagas ni hongos en los tallos de los rosales y me ha parecido que el suelo estaba en condiciones estupendas.
Cuando los planté rellené el hoyo con un sustrato rico y los nutrientes que por añadidura aporta la capa de estiércol y humus de lombriz con los que cubrí el suelo por debajo de las hojas, les ha aportado alimento de sobra durante el tiempo en que han enraizado de ahí que haya aplazado el poner el abono inorgánico hasta ahora que están brotando con fuerza.
Incluso puede que no hubiera sido ni necesario esta aplicación. Tratándose de rosales de reciente plantación es posible que tuvieran nutrientes de sobra incluso para llegar incluso a la primera floración ero no he querido arriesgarme. En fin, esta temporada lo he hecho así, la próxima estará más justificado porque ya serán rosales más consolidados y su consumo será más elevado.
No me quiebro mucho la cabeza a la hora de elegir el abono que les pongo. Generalmente uso uno de los que se aplican al resto de arbustos. Sí es cierto que usar un abono específico para rosales les aporta teóricamente elementos que quizás no están siempre presentes en otros compuestos de uso más general pero la verdad, yo no suelo usar abonos específicos para ellos y no he visto en mis rosales especiales carencias en cuanto a nutrientes.
He aplicado éste porque lo tenía comprado en una ocasión en que lo vi de oferta en el Lidl y ...bueno, tenía que gastarlo :)
Las instrucciones aconsejaban aplicar 100 gramos por rosal, yo he aplicado algo menos por lo que decía arriba, porque son rosales de reciente plantación. Tras espolvorear el granulado por encima del suelo lo mezclo someramente con él evitando profundizar en exceso para no dañar las raíces.
Aunque el suelo estaba húmedo por efecto de la protección del acolchado y porque lógicamente aún no han subido en exceso las temperaturas, prefiero no arriesgarme y he regado un poco, no mucho antes de aplicar el abono.
Una nueva capa generosa de humus de lombriz para cubrir el terreno...Qué buena materia es ésta!! Para los rosales y para cualquier planta.
Una nueva capa generosa de humus de lombriz para cubrir el terreno...Qué buena materia es ésta!! Para los rosales y para cualquier planta.
Hoy ya disponía de cierta cantidad de madera triturada pequeñita que me gusta mucho más para proteger el suelo alrededor del rosal y con este material he cubierto generosamente la zona.
Y así han quedado. Sanos, protegido el suelo de las temperaturas que irán subiendo, nutridos...No será por cuidados!! Listos para dedicarse a echar brotes y cuajarse de rosas!! :) Ahora se ve mucha diferencia entre las hojas y el acolchado de madera pero en cuanto se humedezca ésta los tonos serán mucho más homogéneos..
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