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Cómo plantar en primavera los bulbos de verano . Azucenas (Lillium orientales)

A principios de mes os mostraba estos bulbos recién comprados y hablábamos en aquel artículo sobre las necesidades de cultivo de las azucenas. Hoy os quería mostrar el paso a paso de la plantación de estos bulbos de verano.

Seguro que la mayoría de vosotros lo sabéis pero para quién lleve poco tiempo en esto de la jardinería aclaremos que los bulbos suelen dividirse en bulbos de primavera y de verano. 
Los bulbos que florecen en primavera se suelen plantar en el otoño anteriorComo ejemplos de bulbos de primavera podemos poner los narcisos, jacintos, tulipanes...
Por el contrario, los que producen sus flores en verano se plantan ahora, en primavera o a punto de comenzar la estación. Son bulbos de verano las dalias, las azucenas, calas, nardos, gladiolos...
Aunque a la hora de agruparlos según su floración hablamos de "bulbos" técnicamente no todos lo son. Por el contrario, algunos son cormos (como los gladiolos), rizomas (como las calas o los Iris) o tubérculos (como las Dalias).
Todos ellos son órganos subterráneos que tienen la capacidad de almacenar nutrientes de manera que tras la plantación brotan de ellos las hojas y las flores y una vez ha terminado la floración y mientras las hojas van secándose, el órgano subterráneo se "recarga" de nuevo y vuelve a guardar en su interior la energía que precisará para la floración de la siguiente temporada.
El día que se plantaron estos bulbos de azucena, el chico que me ayuda dejó este trabajo para última hora y se le echó el tiempo encima de manera que cuando pude ir haciendo las fotografías según él iba trabajando, la verdad es que la luz era ya claramente insuficiente. De modo que os pido disculpas pero he preferido colgar el artículo aunque las imágenes no tengan demasiada nitidez. Espero que mis explicaciones suplan las deficiencias.
Bueno, primero deberíamos elegir el lugar adecuado para estos bulbos de azucenas (Lillium orientales). Les gusta la cabeza al sol pero prefieren que el suelo dónde estén plantados se mantenga fresco y sombreado. Creo que el seto norte, tras esta mata de Choisya ternata, puede ser un lugar estupendo.

Bien, lo primero que hacemos es retirar la capa de acolchado de corteza de madera para que al trabajar el espacio no se nos mezcle con el suelo.

Los bulbos en general y las azucenas en particular detestan los suelos con problemas de drenaje dónde sus raíces estén anegadas en agua. Ese problema en mi jardín es difícil que se produzca en parte alguna debido al tipo de suelo que tiene. Pero además de exigir un perfecto drenaje, crecen mejor en suelos con mucha materia orgánica, mullidos y esponjosos.
De manera que vamos a confeccionar una mezcla de sustratos y otros materiales para agregar y mezclar con el suelo dónde plantaremos estos bulbos.
El suelo de mi jardín drena demasiado así que vamos a incorporar a él algunas enmiendas. Es decir, por su naturaleza arenosa, el agua y los nutrientes tienden a desaparecer hacia abajo con excesiva rapidez. Pienso que realizar una buena mezcla que ayude a retener la humedad  que precisan los bulbos y que a la vez les proporcione los nutrientes que necesitan, va a favorecer su desarrollo.

La turba hace los suelos dónde se incorpora mucho más mullidos. Aumenta la retención de la humedad en ellos y acidifica su pH. 
No entiendo por qué cuesta tanto comprar sacas de buen tamaño. O al menos yo no las encuentro en muchos sitios. Por fin he localizado un vivero algo alejado de mi casa dónde me venden estos sacos de 250 litros. Viene muy comprimida y para usarla se tiene que desprender a grandes terrones. 
Con un cubito de estos tendremos bastante ya que cuando hayamos desmenuzado los terrones aumentará mucho su volumen. Ahora habrá que desmenuzar bien la turba con las manos hasta que se convierta casi en un fino polvo.

Ahora agregaremos un par de cubos de compost. Esta compostera tiene un material que casi está a punto de caramelo pero aún le falta un poquito. No hay problema en incorporarlo al suelo de los bulbos. Simplemente terminará de madurar el poco que le falta mezclado con la tierra del lugar de plantación.

A principios de este año comencé a hacer este compost de hojas secas. Aunque inicialmente las dejé en la compostera de malla plástica vi se secaban con demasiada rapidez así que finalmente las he metido en bolsas negras de jardín y tras humedecerlas bien las he cerrado. La compostaje está iniciada pero ni con mucho se han compostado del todo.

Fijaos qué aspecto más bueno están adquiriendo. Dentro de unos meses habrán formado un magnífico compost que aportará nutrientes y esponjosidad a cualquier suelo dónde lo utilice. Agregaremos dos cubos de estas hojas a medio compostar a nuestra mezcla.

Y por último vamos a incorporar a la mezcla un buen puñado de harina de pescado. Siento haber olvidado hacer la fotografía. Pero vamos, os lo imagináis ;)
Por qué he incorporado este abono orgánico? Pues porque al compost le falta un poquito para estar terminado de hacer y las hojas están sólo iniciado su proceso de compostaje. No he querido arriesgarme a que ambos elementos, en el proceso de maduración que les resta, sustraigan Nitrógeno al suelo dónde están plantados estos bulbos e impidan que crezcan correctamente. De ahí que le haya añadido la harina de pescado que tiene una proporción bastante alta de Nitrógeno (NPK 10-6-0).
Como os comentaba hace ya tiempo en una entrada en la que trataba los abonos orgánicos y enmiendas del suelo, la harina de pescado conviene trabajarla con el suelo y dejarla un poco enterrada bajo el acolchado por eso la he mezclado con las otras enmiendas al hacer la mezcla. Durante un par de días emite un ligero olorcillo que a Iker le resulta muy tentador y la verdad, no me apetece encontrarme con los bulbos de azucenas esparcidos por el camino ejejjeje
Mientras mi ayudante hace la mezcla un par de mirlos descarados se dedican a hurgar en mis acolchados y a hacer agujeros en el suelo en busca de alimento jejejejje Ellos ayudando a remover bien el suelo no sea que se compacte. Qué majos :-)


Bien ya tenemos todos los elementos de la mezcla. Ahora deberíamos remover bien y mezclarlos antes de incorporarlos al suelo de plantación.

Antes de añadirla y mezclarla con el suelo del jardín es preferible cavar bien la zona para poder mezclar correctamente la enmienda.

Echamos la mezcla de enmiendas sobre el suelo del jardín y volvemos a cavar para mezclar bien todos los elementos. Ahora toda la zona tiene un estupendo suelo esponjoso, mullido...dónde el agua no se filtrará con tanta rapidez.

Qué buen aspecto tiene esta tierra. Eh? :-) No se quejarán las señoras azucenas ejjejeje

Recordemos que hay azucenas de enraizado basal únicamente y otras que tienen un doble enraizado (basal y del tallo). Las de doble enraizado requieren ser plantadas más profundamente que las otras.
 
Como el suelo está muy bien trabajado no nos va a costar nada hacer una cavidad con unos 20 cm para alojar en su base los bulbos con doble enraizado. El resto del espacio lo dejaremos rebajado a unos 10 cm.

Vemos como aquí ya están colocados los bulbos en función de la profundidad que requieren según dónde emiten sus raíces.

Tendremos que volver a cubrir con el suelo que ya tenemos mezclado con las enmiendas y la harina de pescado. Con las palmas de las manos presionaremos un poco para que asiente bien el suelo sobre los bulbos. Tampoco en exceso porque están empezando a brotar y no queremos que setos tiernos brotes se rompan.
Antes de regar en profundidad todo el terreno he esparcido un par de puñados de harina de huesos que tiene un alto contenido en P (Fósforo) y Ca (Calcio). Se trata de un magnífico abono orgánico de liberación lenta que aportará buenos nutrientes a nuestras azucenas.
 
Trabajamos ligeramente el suelo para mezclar la harina de huesos con él y regamos sin prisas, en profundidad. Nos interesa dejar ese suelo bien húmedo y que esta humedad no se nos evapore con rapidez.

Esparciremos de nuevo todo el acolchado que habíamos retirado al inicio de la plantación. 

Sólo nos resta un detalle: Los tutores.
Dentro de pocas semanas estos bulbos estarán apuntando sobre el nivel del suelo y serán fácilmente visibles pero ahora están ocultos por el terreno. Señalizar la zona de plantación para evitar pisarla y romper los tallos que pronto empezarán a brotar hacia arriba parece buena idea. Verdad?

Si usamos tutores adecuados para indicar la zona en la que están los bulbos de Lillium, nos serán además para sostener las varas cuando estén bien crecidos.
El año pasado me clavé en la cara un tutor que no vi mientras trabajaba en una zona del jardín. Decidí poner "algo" en el extremo para que no se me "escaparan" de la vista. 
Ummmm creo que voy a pintar de algún color mono estas diminutas macetitas. No sé si en una gama que se disimule entre las flores o mejor lo contrario, en un tono que resalte entre ellas. Esperaré a ver en qué tonos florecen estas azucenas y luego me decidiré.

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Plantar y dividir dalias (Dahlia)

Aunque no son bulbos si no que se trata de raíces engrosadas, las dalias (dahlia) suelen agruparse entre los bulbos de primavera, de hecho los vemos juntos a la venta por estas fechas en envases muy parecidos. Junto con gladiolos, lirios, nardos, azucenas, etc...se plantan y se dividen ahora, en primavera para que florezcan durante el verano y parte del otoño.
A diferencia de otros "bulbos" como narcisos, tulipanes o gladiolos cuyas flores apenas duran unas semanas, las dalias nos deleitan con una de las floraciones más largas entre este tipo de plantas. Comienzan a florecer al inicio del verano y continúan haciéndolo ya bien entrado el mes de noviembre. 
Para alargar el tiempo de floración conviene ir retirando todas las flores según se vayan marchitando.
Las dalias suelen florecer en las axilas de las hojas y de ellas salen a veces varias botones florales. Si deseamos unas flores de mayor tamaño podemos eliminar algunos de estos botones para que los que dejemos en la planta den lugar a flores de más grandes.
No tienen un cultivo difícil en absoluto. Requieren, eso sí, un suelo que drene bien y que tenga bastante materia orgánica. Un suelo suelto, ligero y con un pH neutro.
Para que florezcan con profusión es indispensable situarlas en orientaciones a pleno sol y aunque precisan de riego éste no debe ser excesivo. Pero sobretodo, es importante, si regamos con manguera, llevar buen cuidado de no mojar la planta si no tan solo el sustrato. Hacerlo favorece la aparición del terrible oídio que rápidamente se extiende por la planta deteriorándola en poco tiempo.
Las dalias tienen una tendencia a contraer oídio y aunque poco puede hacerse una vez han enfermado cuando he tenido una planta muy afectada de oídio una solución que a mí me ha dado buen resultado ha sido cortarlas a unos centímetros de la base, completa, todos los tallos y eliminar cualquier hoja en la que veamos algo de polvillo blanco para evitar propagaciones. Al poco tiempo vuelven a brotar y les da tiempo de florecer antes de que termine la estación.
Como los bulbos, tubérculos y raíces engrosadas, durante estos meses de floración las dalias toman el alimento de los nutrientes almacenados en sus raíces. Por tanto y aunque afeen el arriate, no debemos cortar la vegetación hasta que se seque ya que mientras lo hace, el tubérculo "se recargan" de nuevo antes del invierno para poder florecer la siguiente temporada
Una vez seca la vegetación podemos dejarlas en tierra cortando a unos centímetros del suelo sus tallos. 
Si lo preferimos también se pueden extraer del suelo limpiándoles la tierra adherida y dejándolas secar bien antes de cubrirlas con serrín y almacenarlas en un lugar seco, oscuro y ventilado.
Extraer los tubérculos del suelo:
Para desenterrarlas lo idóneo es hacerse servir de una horca, clavándola en el suelo a cierta distancia de la zona dónde veamos los restos de los tallos secos que es conveniente dejarlos de un año para otro (unos centímetros, tan solo para que nos marque la ubicación tras desaparecer la parte aérea de la planta en invierno). Alejarse como digo un poco, para evitar dañar las raíces. Una vez clavada la horca presionar hacia el exterior de la plata suavemente. Ir clavándola alrededor formando un círculo haciendo presión cada vez que se clave. Al final veremos que todo el cepellón se mueve con la tierra adherida y podemos sacar las raíces de la tierra. En este trabajo probablemente se nos seccionen e incluso se lleguen a dañar algunas "patatas". No pasa nada, Cualquiera de estas raíces, aunque esté suelta si la plantamos producirá una nueva planta (de más o menos tamaño, claro).
Una vez que hayamos sacado todo el conjunto de raíces veremos que nada tiene que ver con lo que plantamos, han aumentado su tamaño de forma increíble. Han engrosado, han salido muchísimas más patatas prendidas a las iniciales..
Para dividirla los tubérculos 
No he cultivado nunca dalias en maceta, siempre las he tenido en el suelo del jardín y cuando están en tierra llegan a engrosar una barbaridad. Tanto es así que de un año para otro podemos desenterrarlas antes de que comiencen a brotar y dividirlas. Así podremos aumentar nuestras existencias fácilmente.
Si deseamos dividir los tubérculos, simplemente con el filo de una pala recta podemos hacerlo e incluso con un punzón u otra herramienta estrecha y ayudándonos de nuestras propias manos no resulta difícil dividir el conjunto en tantas partes como queramos. Es preferible aunque no imprescindible que cada porción que plantemos cuente con un trozo de tallo.
Esta raíz pertenece a una dalia que me traje del otro jardín, llevaba en tierra ya dos años y la planté en este jardín el año pasado y las raíces se has hecho enormes (esta parte podía ser como una quinta parte del total) al ir a  plantarla en otra ubicación que me gustaba más se ha desprendido esta sección y he decidido plantarla separada de la planta madre. El conjunto de raíces que he sacado podía ser perfectamente del tamaño de un balón de baloncesto, era increíble!! Es Dahlia 'Wite Perfection' una preciosa dalia de flor blanca con pétalos algo despeinados que me encantan!!
Plantar los tubérculos:
Si acabamos de sacarlos de la tierra y los replantamos inmediatamente en otra ubicación no será necesario rehidratarlos pero si por se trata de tubérculos que hemos comprado hace  unos días y no hemos podemos plantarlos aún yo tengo la costumbre de ponerlos en remojo unas horas en un recipiente dónde quepan de manera que puedan estar totalmente cubiertos de agua para que se rehidraten bien.
Hay que tener en cuenta que cuando se cultivan dalias en climas con heladas conviene que la plantación la efectuemos a unos 10 cm por debajo del nivel del suelo para preservar del frío los tubérculos. Yo no he tenido nunca problemas de resistencia en esta planta. Año tras año vemos como vuelven a brotar sin verse afectadas por el frío. 
En climas más cálidos supongo que no pasa nada por plantarlas algo menos hondas. 
Cavamos un buen hoyo dónde quepan los tubérculos con amplitud. Regamos, como siempre para cerciorarnos de que drena bien y para que al plantar el hueco esté perfectamente hidratado.
Suelo hacer en todas las plantaciones un alcorque que me facilita mucho el riego evitando que el agua desborde hacia fuera si el terreno presenta inclinaciones como suele ser todo mi jardín ajajja
En este punto es aconsejable clavar ya los tutores. Los clavo a una distancia que es algo inferior al volumen que alcanzará la dalia, de este modo los tutores quedan tapados por la vegetación cuando crece.
Pongo en este momento los tutores para  evitar luego el dañar los tubérculos y porque me resulta mucho más cómodo en este momento en que no me estorban las hojas. Al fin y al cabo las dalias de tamaño grandecito como las que yo suelo cultivar siempre precisan que las sujetemos con tutores porque quizás al inicio del crecimiento se sostienen solas pero tarde o temprano llegan a alcanzar bastante altura y terminan por derrumbarse los tallos bajo el peso de las flores.
Ponemos un poco de sustrato. Yo he usado uno normal y corriente y situamos las raíces sobre estos centímetros de sustrato extendiéndolas un poco hacia fuera.
Ya solo resta cubrir con sustrato presionando de vez en cuando suavemente con las manos según vamos llenándolo hasta el nivel del suelo.
Llenamos el hoyo hasta un poco más abajo que el borde del alcorque y ya solo restaría poner el tipo de acolchado que solamos usar y un buen riego, por supuesto!!

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