Muchas veces se produce esta situación: Nos situamos frente al monstruo en que se ha convertido aquella ramilla de apenas metro y medio que plantamos hace no muchos años. Es un mar de ramas entrelazadas, el crecimiento se desborda hacia zonas que no teníamos pensado cubrir con nuestra glicinia. Para colmo se ha entrelazado con la estructura metálica sobre la que crece y por mucho que miremos es tal el lío de ramas que no sabemos como desenredarlo.
Retrasamos su poda porque no sabíamos como afrontarla y nuestra glicinia se ha apoderado del lugar. Ha llegado a alcanzar el tejado y las dimensiones que tiene ahora nos llega a agobiar pensando que tenemos que "meter mano" a ese "bicho"!! Cómo afrontar la poda? Tomamos por el camino de en medio y empezamos a cortar todo lo que nos sobra? Sea ramas finas o delgadas y broten desde dónde broten? Ganas nos dan!! jajaja
Pues no... Nada de cortar lo que nos dé la gana. Tranquilidad!! No es nada difícil efectuar una buena poda si empezamos por entender cómo crecen las glicinias. Sólo un poco de paciencia y a poco que nos fijemos en unos minutos habremos comprendido perfectamente cual es la forma en que crece, se desarrolla y florece nuestra trepadora.
Siempre se repite, no podaremos bien jamás si no conocemos de qué manera se desarrolla y florece una planta. Es el único sistema posible que da buenos resultados. Eso de aprender de "memorieta" lo que se poda y no se poda está muy bien mientras se lee el blog de turno o el libro o lo que sea que leamos...pero luego nos ponemos delante de la planta y no sabemos por dónde tenemos que empezar y la situación puede ser semejante a esta:
"El blog decía que se podan las secundarias. Umm.... ésta es secundaria? Es muy gorda...debe ser primaria jajajaja Ay!! Un momento..lateral es secundaria? Uffff... Ahora ya no me acuerdo!! No, no...vale, es secundaria, pero... por dónde corto? Mucho? Cuánto es mucho? ummm, no, ahora recuerdo!! Tengo que llevar cuidado con las yemas florales!! No sea que se caigan o las dañe. Pero cómo narices sé yo si esto es una yema que producirá hojas o flores? Pero si todas parecen iguales!!Decía a cinco yemas? Pero a ver, a ver... por dónde comienzo a contar? Cinco desde el final de la rama hacia el inicio? O al contrario?...Uffff Qué lío. Mejor lo dejo para mañana!!"
Os suena? jajajaja A más de uno/a, sí. Nos suena!! A mí la primera!! Anda que no me acordaré siempre de la odiosa glicinia que crecía en aquel mi primer y diminuto jardín en Barcelona hará la friolera de casi treinta años!! Pasó eso exactamente, que yo no tenía ni idea de como se podaba así que fui dejando que creciera de la manera que le dio la gana y cuando invadió al vecino no tuve más remedio que afrontar el problema. Tranquila, me dije. Buscaré información en el libro
Entre los pocos libros de jardinería que tenía, sólo tenía uno en el que pudieran venir explicaciones, el de 'Árboles y arbustos de jardín' de D.G. Hessayon. Un clásico y un magnífico libro, todo hay que decirlo.
Así que allá que me fui a consultar —Glicinia, glicinia...no...no...es wisteria, por la W. Ya!— La explicación de la poda que hallé en él fue esta: "PODA: En julio, cortad los tallos laterales del año en curso hasta 8 cm".
Tócate...!! (Perdón) Anda que se había extendido mucho en explicaciones!! —No entiendo nada— Pensé. Qué son tallos laterales... y cómo sé si han crecido este año o el pasado? jajajaja
Bien, es cierto, la poda de las Wisterias junto con los rosales trepadores creo que son las podas que más suelen intimidar a los jardineros que afrontan estos trabajos por primera vez.
Antes de entrar en materia os muestro mi glicinia en su tercer año. He tenido mucha suerte con ella porque el primero vino ya en flor, el año pasado volvió a florece y este año no es que no haya florecido. Yemas florales tenía de lo lindo...el problema es que cayó una helada tardía y se congelaron!!
Mi idea inicial, cuando la planté, es que creciera sobre la barandilla de metal que bordea las dos terrazas que hay alrededor de la casa. Pero luego no me convenció la idea. Pensé que el tiempo de interés era demasiado limitado para llenar un espacio tan importante y destacado de mi jardín así que.. Como no!! Consideré que unos preciosos rosales rambler podrían quedar de lujo creciendo sobre el muro de piedra que bordea las terrazas.
Ya sabéis que los rambler son rosales de gran crecimiento y que les pasa un poco como a las glicinias, que si no se contienen con la poda, terminan por desmadrarse.
No me apetece que las ramas de los rambler terminen mezcladas con las de la glicinia y tener que subirme a una escalera a podar ambas cosas juntas. Solo pensar en la idea me parece terrible!! jejeje Así que he determinado que los rambler cubrirán el muro de piedra y la glicinia crecerá sobre una rama principal que bordee la parte superior de la baranda de manera que pueda podarla desde arriba sin meter las manos entre los rosales.
Además, formarán una especie de "sombrerillo" que proyectará cierta sombra sobre los rosales en las horas centrales del día, cosa que les beneficiará, no hay duda!!
Cual era el problema? Pues que había dejado tres ramas principales creciendo hacia la parte izquierda y una hacia la derecha. Ahora, con los rambler en la base del muro, precisaba justo la contrario!! Una rama a la izquierda y los otras tres a la derecha...
Como no permito que ninguna rama de mi glicinia permanezca enrollada a los barrotes porque sé que con el tiempo terminan por estrangular incluso estructuras de hierro muy fuertes... la solución era fácil aunque trabajosa: "Darle la vuelta"!!
Dicho y hecho!! Una vez podada se aflojaron las ataduras que sostienen la glicinia sobre la barandilla. Dejamos un par o tres cordeles con ataduras muy flojas en puntos estratégicos que sostenían más peso para poder desatarlas con prontitud tan pronto giráramos la planta.
No era cosa de soltar todas las ataduras y dejar una planta que pesa tanto colgando. Podría quebrarse alguna rama por muy flexibles que sean todavía al ser la planta aún joven.
Ya teníamos la planta "bajada" pero no suelta del todo ni dejando caer todo el peso en el tallo que podría romperse.
Ahora era cosa de voltearla. La rama larga que crecía hacia la derecha la debíamos colocar sobre la baranda pero hacia la izquierda, en el borde superior.
Las otras tres ramas deberían dirigirse hacia el lado contrario que no hay rosales y por tanto precisa la zona más ramas para cubrirla.
Et voilà!! Podada y colocada en su sitio del modo que me convenía ahora. Ya queda espacio abajo para que crezcan los rosales sin mezclarse con la glicinia. Ya que esta zona de la terraza solo tendrá la rama esa que se ve. En el futuro dirigiré la mayor parte de su crecimiento hacia la fachada este y la haré subir por la estructura metálica que se ve (es una plataforma a la que se sube para observar con telescopio que queda por encima de las copas de los árboles y por tanto se puede ver todo el firmamento)
Bien. Volvamos al inicio de este artículo en el que estábamos mirando aquel monstruo al que no sabemos por dónde meterle mano. Vamos a empezar a solucionar esta situación. Comencemos por ver qué tipo de formaciones vegetativas tenemos en nuestra glicinia ahora, en verano.
La poda de floración, la que se efectúa al inicio de la primavera, la dejaremos para un posterior artículo en el que, cuando llegue el caso, daremos información detallada apoyada como hemos hecho en este artículo, con muchas fotografías y explicaciones. Estamos en la poda de verano, la de limpieza. Esa es la que vamos a hacer ahora.
Bueno, la floración (Si es que se produjo) se dio en abril/mayo y ahora tenemos nuestra glicinia produciendo ramas como una loca!!
Qué vemos en nuestra trepadora? A ver, si nos fijamos bien, hay (aunque esté escondida entre follaje) una "estructura" de ramas gruesas, lignificadas y fuertes.
Se trata de ramas principales. Se distinguen de las otras porque son gruesas, lignificadas, con corteza exterior, de color gris oscuro.
Aquí tenéis la principal que forma el tronco de mi glicinia. Vemos que está estrangulando la caña que hacía las veces de tutor.
Como son las ramas que, una vez conformados su ubicación y número, las dejamos crecer cada año, llegan a ser considerablemente gruesas y fuertes.
Son las que si no llevamos cuidado y en su crecimiento llegan a rodear una estructura del jardín que no deseemos, con el tiempo puede dañarla. Estas plantas son muy vigorosas y sus ramas puede llegar a doblar barrotes de metal de bastante calibre.
Cuando las glicinias están formándose, conviene dejar muy pocas ramas principales. Si crecen sobre una barandilla como es mi caso, dejaremos que una rama (a lo sumo dos, pero no más) llegue hasta la zona en que queramos que esté la floración. A esa altura dejaremos crecer una o dos ramas largas que iremos guiando horizontalmente para que recorra el espacio de la barandilla que deseemos (o el techo de la pérgola si crece de este modo).
Aunque es muy frecuente que se dejen demasiadas ramas para que cubran lo antes posible el techo de la pérgola dónde tenemos la glicinia o el cenador...o el soporte que tengamos, es un gran error!! Es determinante para facilitar la poda el conformar bien (desde que plantamos la glicinia) esta estructura sobre la que con los años se apoyará todo el crecimiento posterior.
Dejar que crezcan un exceso de ramas principales solo conduce a que el crecimiento esté abigarrado, que no pase luz y aire suficiente y que la poda se dificulte sobre manera.
Las ramas principales en todo caso deben estar bien separadas de manera que esa estructura esté muy bien definida y sea clara su composición. Se trata ésta de una estructura muy simple y muy sencilla. No un entramado infinito de ramas gruesas cercanas unas a otras.
Si este es el caso, se vuestra glicinia tiene desarrolladas demasiadas ramas principales no quedará más remedio que eliminarlas. No pasa nada!! Las glicinias tienen un extraordinario desarrollo y esta eliminación no presentará problema alguno, en poco volverá a desarrollarse y no se verán los "vacíos" que hayáis dejado con la poda. A cambio, habréis establecido una estructura simple y sencilla que ayudará a crecer sana a vuestra glicinia y que os facilitará la vida en el momento de las podas de los siguientes años.
Se debería tener muy claro cuales son las ramas principales que deseamos dejar. Estas ramas (las menos posibles) deberán estar separadas por al menos 50 cm. El resto, sobra.
Si tenemos una estructura de ramas principales muy bien definida, simple, compuesta de muy pocas ramas...el trabajo es absolutamente sencillo. Ahora enseguida lo veremos. Pero permitidme que sigamos observando la glicinia y comentemos otras formaciones vegetativas que podemos ver en ella.
Qué más tenemos? Sobre las ramas principales, tan pronto termina la floración de primavera, veremos que comienzan a brotar ramas finas, extremadamente largas, tiernas, que se enroscan a lo que tengan cerca. Son las ramas laterales. A diferencia de las anteriores son de color verde, no tienen corteza (porque han brotado en la última temporada y por tanto es una madera aún sin madurar), son muy finas y delgadas.
Son la abundancia y largo de estas ramas que emite la glicinia durante todo su período de crecimiento las que convierten a la planta en una verdadera madeja imposible de desenredar si no se acomete el trabajo de la poda al menos dos veces durante el verano.
Como comentábamos, son extremadamente largas y brotan en tal cantidad que a poco que se deje la planta sin podar un par de temporadas, el crecimiento se desborda y luego es mucho más trabajo volver a descargarla y dejarla limpia.
Pero además, vamos a aclarar algo que nos parece importante. Hay quienes, con su glicinia recién plantada a los pies de una pérgola, dejan sin podar estas ramas tratándolas de extenderse para que ocupen lo antes posible el espacio con sus hojas. Hay que decir que las yemas de flor únicamente se encuentran en los primeros centímetros de estas ramas laterales, no en todo su largo. El resto de su largo solamente contiene yemas vegetativas (de hoja). Ahora enseguida vemos la diferencia entre unas y otras. No tiene sentido por tanto dejarlas pensando que la primavera que viene tendrán en todo su largo yemas que producirán flor.
Qué más podemos observar en nuestra glicinia? Veremos que ahora, en verano, la planta tiene dos tipos de yemas.
Las yemas son crecimientos vegetativos que albergan en su interior desarrollos posteriores que pueden ser hojas o flores y que en tamaño, forma y disposición, son distintas en función de lo que producirán. Son muy fáciles de distinguir unas de otras.
Veamos primero las yemas vegetativas (de hojas) Se encuentran en las axilas entre las hojas y las ramas. Están tanto en ramas principales como en ramas laterales.
En realidad son las más abundantes. Las ramas laterales casi en su totalidad están recorridas por estas yemas.
Son más delgadas, con forma puntiaguda y más pequeñas que las yemas de flor.
A continuación nos vamos a centrar en las yemas de flor: Muy distintas de las anteriores. Verdad? :) Como vemos, son más rechonchas, más gorditas, de mayor tamaño y tienen un tacto aterciopelado por fuera (especialmente cuando están próximas a abrirse). Esas son las que yo quiero que plaguen mi glicinia!! jajajaja :D
Se encuentran presentes en las ramas principales, en el primer tramo de las ramas laterales y en las espuelas.
Y por último, las más importantes!! Las espuelas (Diría que son el equivalente a dardos frutales en manzanos, creo. Que me perdonen los entendidos si estoy en un error y si son tan amables que me saquen de él con un comentario en el blog.)
Se trata de pequeñas ramillas lignificadas, que se van formando con los años a base de podas. Ahí es dónde están la mayoría de yemas de flor y se fomenta su presencia cuando efectuamos varias podas durante el verano.
Las ramillas que ahora veremos que tenemos que cortar, durante la poda de floración (la que efectuaremos justo antes de que comience a brotar la glicinia en primavera) las volveremos a acortar. A base de cortar una y otra vez, estas ramillas van engrosando y en todo su largo están llenas de yemas que producirán la mayoría de las flores.
De acuerdo. Hemos echado un vistazo a las distintas partes que forman nuestra glicinia. En este pequeño dibujo creo que nos quedará aún más claro viendo todas en conjunto.
Así tenemos nuestra glicinia en verano, ya ha pasado la floración y empieza el crecimiento desbordante de ramas laterales.
En este dibujo he incluido algo que no siempre está pero que puede darse, los chupones. Se trata de ramas que brotan de la raíz de la planta.
Y antes de seguir quisiera detenerme un minuto para explicar algo que me parece importante. En el artículo anterior, el del cultivo y elección de la variedad de las glicinias, comentamos que Wisteria chinensis (glicinia china) produce pocas vainas y por tanto su reproducción mediante semilla se hace más difícil. Generalmente las compramos injertadas sobre un patrón de Wisteria floribunda (glicinia japonesa) que son muy fáciles de reproducir por semilla dado que generan muchísimas.
Por qué digo esto? Pues porque si en vuestro jardín tenéis una glicinia china, como muchos de nosotros (que produce racimos florales cortos) tenéis que pensar que seguramente estará injertada.
Los que cultiváis rosales ya sabéis qué voy a decir ahora. Verdad? Pues sí, exactamente pasa con las glicinias lo que con los rosales. Primero, que la rama que se desarrolle de él no pertenecerá al tipo de glicinia que cultivamos, será la del patrón. Segundo que si se trata de una variedad más potente y fuerte que la que cultivamos, puede apoderarse de su crecimiento. Como en los rosales, exactamente!!
Al igual que en las rosas, los chupones no deberían cortarse. Hacerlo solo fomenta más crecimiento. Si vemos que salen en la base de la planta, cerca del tallo principal, ahondaremos hasta dar con el punto de las raíces dónde brota y ahí, tirando con fuerza, lo arrancaremos.
En todo caso, aún no siendo injertada, no hay que permitir que siga el crecimiento de estos brotes basales ya que con el tiempo se enroscan al tallo principal y se desarrollan formando a su vez más ramas laterales que aumentarán considerablemente el tamaño de nuestra glicinia y harán más difícil la poda.
Muy bien, ya sabemos cada rama de qué tipo es. Cada yema qué va a generar. Qué son las espuelas...
Nos falta saber dónde florecen las glicinias!! En realidad indirectamente ya lo hemos dicho: donde están las yemas de flor. Éstas están presentes en las espuelas y en la parte inicial de las ramas laterales.
Sabiendo ya dónde florecen... qué deberíamos fomentar con nuestra poda? Está claro, la aparición de muchas ramas laterales en cuya base, la próxima temporada tengamos muchas yemas de flor. A la larga, estas ramillas laterales cortadas una y otra vez, darán lugar a más espuelas...y por tanto a más yemas. Y más flores!! Claro.. :)
Y ahora sí, una vez conocidas las partes principales y sabiendo de qué manera crecen y florecen las glicinias...vamos a hablar de su poda durante el verano. Veréis como no representa problema alguno efectuarla si tenemos claros los conceptos anteriores.
Retrasamos su poda porque no sabíamos como afrontarla y nuestra glicinia se ha apoderado del lugar. Ha llegado a alcanzar el tejado y las dimensiones que tiene ahora nos llega a agobiar pensando que tenemos que "meter mano" a ese "bicho"!! Cómo afrontar la poda? Tomamos por el camino de en medio y empezamos a cortar todo lo que nos sobra? Sea ramas finas o delgadas y broten desde dónde broten? Ganas nos dan!! jajaja
Pues no... Nada de cortar lo que nos dé la gana. Tranquilidad!! No es nada difícil efectuar una buena poda si empezamos por entender cómo crecen las glicinias. Sólo un poco de paciencia y a poco que nos fijemos en unos minutos habremos comprendido perfectamente cual es la forma en que crece, se desarrolla y florece nuestra trepadora.
Siempre se repite, no podaremos bien jamás si no conocemos de qué manera se desarrolla y florece una planta. Es el único sistema posible que da buenos resultados. Eso de aprender de "memorieta" lo que se poda y no se poda está muy bien mientras se lee el blog de turno o el libro o lo que sea que leamos...pero luego nos ponemos delante de la planta y no sabemos por dónde tenemos que empezar y la situación puede ser semejante a esta:
"El blog decía que se podan las secundarias. Umm.... ésta es secundaria? Es muy gorda...debe ser primaria jajajaja Ay!! Un momento..lateral es secundaria? Uffff... Ahora ya no me acuerdo!! No, no...vale, es secundaria, pero... por dónde corto? Mucho? Cuánto es mucho? ummm, no, ahora recuerdo!! Tengo que llevar cuidado con las yemas florales!! No sea que se caigan o las dañe. Pero cómo narices sé yo si esto es una yema que producirá hojas o flores? Pero si todas parecen iguales!!Decía a cinco yemas? Pero a ver, a ver... por dónde comienzo a contar? Cinco desde el final de la rama hacia el inicio? O al contrario?...Uffff Qué lío. Mejor lo dejo para mañana!!"
Os suena? jajajaja A más de uno/a, sí. Nos suena!! A mí la primera!! Anda que no me acordaré siempre de la odiosa glicinia que crecía en aquel mi primer y diminuto jardín en Barcelona hará la friolera de casi treinta años!! Pasó eso exactamente, que yo no tenía ni idea de como se podaba así que fui dejando que creciera de la manera que le dio la gana y cuando invadió al vecino no tuve más remedio que afrontar el problema. Tranquila, me dije. Buscaré información en el libro
Entre los pocos libros de jardinería que tenía, sólo tenía uno en el que pudieran venir explicaciones, el de 'Árboles y arbustos de jardín' de D.G. Hessayon. Un clásico y un magnífico libro, todo hay que decirlo.
Así que allá que me fui a consultar —Glicinia, glicinia...no...no...es wisteria, por la W. Ya!— La explicación de la poda que hallé en él fue esta: "PODA: En julio, cortad los tallos laterales del año en curso hasta 8 cm".
Tócate...!! (Perdón) Anda que se había extendido mucho en explicaciones!! —No entiendo nada— Pensé. Qué son tallos laterales... y cómo sé si han crecido este año o el pasado? jajajaja
Bien, es cierto, la poda de las Wisterias junto con los rosales trepadores creo que son las podas que más suelen intimidar a los jardineros que afrontan estos trabajos por primera vez.
Antes de entrar en materia os muestro mi glicinia en su tercer año. He tenido mucha suerte con ella porque el primero vino ya en flor, el año pasado volvió a florece y este año no es que no haya florecido. Yemas florales tenía de lo lindo...el problema es que cayó una helada tardía y se congelaron!!
Mi idea inicial, cuando la planté, es que creciera sobre la barandilla de metal que bordea las dos terrazas que hay alrededor de la casa. Pero luego no me convenció la idea. Pensé que el tiempo de interés era demasiado limitado para llenar un espacio tan importante y destacado de mi jardín así que.. Como no!! Consideré que unos preciosos rosales rambler podrían quedar de lujo creciendo sobre el muro de piedra que bordea las terrazas.
Ya sabéis que los rambler son rosales de gran crecimiento y que les pasa un poco como a las glicinias, que si no se contienen con la poda, terminan por desmadrarse.
No me apetece que las ramas de los rambler terminen mezcladas con las de la glicinia y tener que subirme a una escalera a podar ambas cosas juntas. Solo pensar en la idea me parece terrible!! jejeje Así que he determinado que los rambler cubrirán el muro de piedra y la glicinia crecerá sobre una rama principal que bordee la parte superior de la baranda de manera que pueda podarla desde arriba sin meter las manos entre los rosales.
Además, formarán una especie de "sombrerillo" que proyectará cierta sombra sobre los rosales en las horas centrales del día, cosa que les beneficiará, no hay duda!!
Cual era el problema? Pues que había dejado tres ramas principales creciendo hacia la parte izquierda y una hacia la derecha. Ahora, con los rambler en la base del muro, precisaba justo la contrario!! Una rama a la izquierda y los otras tres a la derecha...
Como no permito que ninguna rama de mi glicinia permanezca enrollada a los barrotes porque sé que con el tiempo terminan por estrangular incluso estructuras de hierro muy fuertes... la solución era fácil aunque trabajosa: "Darle la vuelta"!!
Dicho y hecho!! Una vez podada se aflojaron las ataduras que sostienen la glicinia sobre la barandilla. Dejamos un par o tres cordeles con ataduras muy flojas en puntos estratégicos que sostenían más peso para poder desatarlas con prontitud tan pronto giráramos la planta.
No era cosa de soltar todas las ataduras y dejar una planta que pesa tanto colgando. Podría quebrarse alguna rama por muy flexibles que sean todavía al ser la planta aún joven.
Ya teníamos la planta "bajada" pero no suelta del todo ni dejando caer todo el peso en el tallo que podría romperse.
Ahora era cosa de voltearla. La rama larga que crecía hacia la derecha la debíamos colocar sobre la baranda pero hacia la izquierda, en el borde superior.
Las otras tres ramas deberían dirigirse hacia el lado contrario que no hay rosales y por tanto precisa la zona más ramas para cubrirla.
Et voilà!! Podada y colocada en su sitio del modo que me convenía ahora. Ya queda espacio abajo para que crezcan los rosales sin mezclarse con la glicinia. Ya que esta zona de la terraza solo tendrá la rama esa que se ve. En el futuro dirigiré la mayor parte de su crecimiento hacia la fachada este y la haré subir por la estructura metálica que se ve (es una plataforma a la que se sube para observar con telescopio que queda por encima de las copas de los árboles y por tanto se puede ver todo el firmamento)
Bien. Volvamos al inicio de este artículo en el que estábamos mirando aquel monstruo al que no sabemos por dónde meterle mano. Vamos a empezar a solucionar esta situación. Comencemos por ver qué tipo de formaciones vegetativas tenemos en nuestra glicinia ahora, en verano.
La poda de floración, la que se efectúa al inicio de la primavera, la dejaremos para un posterior artículo en el que, cuando llegue el caso, daremos información detallada apoyada como hemos hecho en este artículo, con muchas fotografías y explicaciones. Estamos en la poda de verano, la de limpieza. Esa es la que vamos a hacer ahora.
Bueno, la floración (Si es que se produjo) se dio en abril/mayo y ahora tenemos nuestra glicinia produciendo ramas como una loca!!
Qué vemos en nuestra trepadora? A ver, si nos fijamos bien, hay (aunque esté escondida entre follaje) una "estructura" de ramas gruesas, lignificadas y fuertes.
Se trata de ramas principales. Se distinguen de las otras porque son gruesas, lignificadas, con corteza exterior, de color gris oscuro.
Aquí tenéis la principal que forma el tronco de mi glicinia. Vemos que está estrangulando la caña que hacía las veces de tutor.
Como son las ramas que, una vez conformados su ubicación y número, las dejamos crecer cada año, llegan a ser considerablemente gruesas y fuertes.
Son las que si no llevamos cuidado y en su crecimiento llegan a rodear una estructura del jardín que no deseemos, con el tiempo puede dañarla. Estas plantas son muy vigorosas y sus ramas puede llegar a doblar barrotes de metal de bastante calibre.
Cuando las glicinias están formándose, conviene dejar muy pocas ramas principales. Si crecen sobre una barandilla como es mi caso, dejaremos que una rama (a lo sumo dos, pero no más) llegue hasta la zona en que queramos que esté la floración. A esa altura dejaremos crecer una o dos ramas largas que iremos guiando horizontalmente para que recorra el espacio de la barandilla que deseemos (o el techo de la pérgola si crece de este modo).
Aunque es muy frecuente que se dejen demasiadas ramas para que cubran lo antes posible el techo de la pérgola dónde tenemos la glicinia o el cenador...o el soporte que tengamos, es un gran error!! Es determinante para facilitar la poda el conformar bien (desde que plantamos la glicinia) esta estructura sobre la que con los años se apoyará todo el crecimiento posterior.
Dejar que crezcan un exceso de ramas principales solo conduce a que el crecimiento esté abigarrado, que no pase luz y aire suficiente y que la poda se dificulte sobre manera.
Las ramas principales en todo caso deben estar bien separadas de manera que esa estructura esté muy bien definida y sea clara su composición. Se trata ésta de una estructura muy simple y muy sencilla. No un entramado infinito de ramas gruesas cercanas unas a otras.
Si este es el caso, se vuestra glicinia tiene desarrolladas demasiadas ramas principales no quedará más remedio que eliminarlas. No pasa nada!! Las glicinias tienen un extraordinario desarrollo y esta eliminación no presentará problema alguno, en poco volverá a desarrollarse y no se verán los "vacíos" que hayáis dejado con la poda. A cambio, habréis establecido una estructura simple y sencilla que ayudará a crecer sana a vuestra glicinia y que os facilitará la vida en el momento de las podas de los siguientes años.
Se debería tener muy claro cuales son las ramas principales que deseamos dejar. Estas ramas (las menos posibles) deberán estar separadas por al menos 50 cm. El resto, sobra.
Si tenemos una estructura de ramas principales muy bien definida, simple, compuesta de muy pocas ramas...el trabajo es absolutamente sencillo. Ahora enseguida lo veremos. Pero permitidme que sigamos observando la glicinia y comentemos otras formaciones vegetativas que podemos ver en ella.
Qué más tenemos? Sobre las ramas principales, tan pronto termina la floración de primavera, veremos que comienzan a brotar ramas finas, extremadamente largas, tiernas, que se enroscan a lo que tengan cerca. Son las ramas laterales. A diferencia de las anteriores son de color verde, no tienen corteza (porque han brotado en la última temporada y por tanto es una madera aún sin madurar), son muy finas y delgadas.
Son la abundancia y largo de estas ramas que emite la glicinia durante todo su período de crecimiento las que convierten a la planta en una verdadera madeja imposible de desenredar si no se acomete el trabajo de la poda al menos dos veces durante el verano.
Como comentábamos, son extremadamente largas y brotan en tal cantidad que a poco que se deje la planta sin podar un par de temporadas, el crecimiento se desborda y luego es mucho más trabajo volver a descargarla y dejarla limpia.
Pero además, vamos a aclarar algo que nos parece importante. Hay quienes, con su glicinia recién plantada a los pies de una pérgola, dejan sin podar estas ramas tratándolas de extenderse para que ocupen lo antes posible el espacio con sus hojas. Hay que decir que las yemas de flor únicamente se encuentran en los primeros centímetros de estas ramas laterales, no en todo su largo. El resto de su largo solamente contiene yemas vegetativas (de hoja). Ahora enseguida vemos la diferencia entre unas y otras. No tiene sentido por tanto dejarlas pensando que la primavera que viene tendrán en todo su largo yemas que producirán flor.
Qué más podemos observar en nuestra glicinia? Veremos que ahora, en verano, la planta tiene dos tipos de yemas.
Las yemas son crecimientos vegetativos que albergan en su interior desarrollos posteriores que pueden ser hojas o flores y que en tamaño, forma y disposición, son distintas en función de lo que producirán. Son muy fáciles de distinguir unas de otras.
Veamos primero las yemas vegetativas (de hojas) Se encuentran en las axilas entre las hojas y las ramas. Están tanto en ramas principales como en ramas laterales.
En realidad son las más abundantes. Las ramas laterales casi en su totalidad están recorridas por estas yemas.
Son más delgadas, con forma puntiaguda y más pequeñas que las yemas de flor.
A continuación nos vamos a centrar en las yemas de flor: Muy distintas de las anteriores. Verdad? :) Como vemos, son más rechonchas, más gorditas, de mayor tamaño y tienen un tacto aterciopelado por fuera (especialmente cuando están próximas a abrirse). Esas son las que yo quiero que plaguen mi glicinia!! jajajaja :D
Se encuentran presentes en las ramas principales, en el primer tramo de las ramas laterales y en las espuelas.
Y por último, las más importantes!! Las espuelas (Diría que son el equivalente a dardos frutales en manzanos, creo. Que me perdonen los entendidos si estoy en un error y si son tan amables que me saquen de él con un comentario en el blog.)
Se trata de pequeñas ramillas lignificadas, que se van formando con los años a base de podas. Ahí es dónde están la mayoría de yemas de flor y se fomenta su presencia cuando efectuamos varias podas durante el verano.
Las ramillas que ahora veremos que tenemos que cortar, durante la poda de floración (la que efectuaremos justo antes de que comience a brotar la glicinia en primavera) las volveremos a acortar. A base de cortar una y otra vez, estas ramillas van engrosando y en todo su largo están llenas de yemas que producirán la mayoría de las flores.
De acuerdo. Hemos echado un vistazo a las distintas partes que forman nuestra glicinia. En este pequeño dibujo creo que nos quedará aún más claro viendo todas en conjunto.
Así tenemos nuestra glicinia en verano, ya ha pasado la floración y empieza el crecimiento desbordante de ramas laterales.
En este dibujo he incluido algo que no siempre está pero que puede darse, los chupones. Se trata de ramas que brotan de la raíz de la planta.
Y antes de seguir quisiera detenerme un minuto para explicar algo que me parece importante. En el artículo anterior, el del cultivo y elección de la variedad de las glicinias, comentamos que Wisteria chinensis (glicinia china) produce pocas vainas y por tanto su reproducción mediante semilla se hace más difícil. Generalmente las compramos injertadas sobre un patrón de Wisteria floribunda (glicinia japonesa) que son muy fáciles de reproducir por semilla dado que generan muchísimas.
Por qué digo esto? Pues porque si en vuestro jardín tenéis una glicinia china, como muchos de nosotros (que produce racimos florales cortos) tenéis que pensar que seguramente estará injertada.
Los que cultiváis rosales ya sabéis qué voy a decir ahora. Verdad? Pues sí, exactamente pasa con las glicinias lo que con los rosales. Primero, que la rama que se desarrolle de él no pertenecerá al tipo de glicinia que cultivamos, será la del patrón. Segundo que si se trata de una variedad más potente y fuerte que la que cultivamos, puede apoderarse de su crecimiento. Como en los rosales, exactamente!!
Al igual que en las rosas, los chupones no deberían cortarse. Hacerlo solo fomenta más crecimiento. Si vemos que salen en la base de la planta, cerca del tallo principal, ahondaremos hasta dar con el punto de las raíces dónde brota y ahí, tirando con fuerza, lo arrancaremos.
En todo caso, aún no siendo injertada, no hay que permitir que siga el crecimiento de estos brotes basales ya que con el tiempo se enroscan al tallo principal y se desarrollan formando a su vez más ramas laterales que aumentarán considerablemente el tamaño de nuestra glicinia y harán más difícil la poda.
Muy bien, ya sabemos cada rama de qué tipo es. Cada yema qué va a generar. Qué son las espuelas...
Nos falta saber dónde florecen las glicinias!! En realidad indirectamente ya lo hemos dicho: donde están las yemas de flor. Éstas están presentes en las espuelas y en la parte inicial de las ramas laterales.
Sabiendo ya dónde florecen... qué deberíamos fomentar con nuestra poda? Está claro, la aparición de muchas ramas laterales en cuya base, la próxima temporada tengamos muchas yemas de flor. A la larga, estas ramillas laterales cortadas una y otra vez, darán lugar a más espuelas...y por tanto a más yemas. Y más flores!! Claro.. :)
Y ahora sí, una vez conocidas las partes principales y sabiendo de qué manera crecen y florecen las glicinias...vamos a hablar de su poda durante el verano. Veréis como no representa problema alguno efectuarla si tenemos claros los conceptos anteriores.
En este pequeño esquema de la poda he marcado los cortes a efectuar.
Fijémonos que hay cortes en todas las ramas y en el final de las ramas principales.
Fijémonos que hay cortes en todas las ramas y en el final de las ramas principales.
Lo vemos un poco más de cerca? Venga!! Dijimos más arriba que las yemas de flor estaban en la base de las ramas laterales. Está claro entonces que de estas ramas sólo nos vale los centímetros primeros. El resto, solo sirve para enredarse y congestionar nuestra planta. Fuera!!
Podaremos todas y cada una de las ramas laterales que salen de las principales dejándolas a un largo de aproximadamente 30/40 cm (no es cuestión de ir con un regla, eh!) O lo que viene a ser lo mismo, las cortaremos por encima de más o menos la quinta hoja (las glicinias tienen hojas compuestas, es decir, tienen folíolos. No confundir por tanto folíolo con hoja).
Y ahora, alguien que nunca ha podado puede decir "por dónde corto?". Vamos a observar esta fotografía. Muy pegado a la yema no porque ésta podría dañarse al apretar las tijeras. Muy separado tampoco porque todo el tramo de rama que va desde la yema al nivel de corte que efectuemos no llegará la savia y por tanto morirá, quedando "tocones" de madera muerta que además de delatarnos como malos jardineros jajajaja (es broma...ummm...aunque no tanto eh? ). Ahora en serio, no conviene dejar tocones porque la madera muerta solo fomenta el peligro de plagas y enfermedades.
Veamos como nos ha quedado nuestra primera rama lateral cortada. Fijaos en lo que decíamos antes: las yemas florales están en la base de estas ramas larguísimas, no en el resto de su recorrido. Ahí podéis verlas...cuento 4!!
Cortemos con cuidadito si vemos que las yemas están en este estado tan activo. Son delicadas y se caen con facilidad si no llevamos cuidado en su manipulación.
Por cierto, esas yemas que vemos son las que darán lugar a la segunda floración, la del verano, muy frecuente en las glicinias.
Vemos aquí todas nuestras ramas laterales cortadas. Nos hemos quedado con algunas yemas vegetativas (de hoja) que junto con las yemas latentes (sin actividad) de las ramas principales, darán lugar a más y más y más ramas laterales que tendremos que volver a podar antes de que llegue el otoño por lo menos otra vez.
A que era fácil? La cuestión era tener muy claro la diferencia entre tipos de ramas, tipos de yema y saber dónde se produce la floración.
Una vez hemos acortado todas las ramas laterales nuestra glicinia aparecerá despejada, ordenada y limpia y lista para seguir emitiendo más y más ramas laterales largas como un día sin pan!! Una desesperación ajajjaja
Este sería el estado de nuestra glicinia ahora. Tras la poda de verano.
Pero creo que si "quitamos" las hojas virtualmente, vamos a verlo aún más claramente qué hemos hecho con esta poda.
No hay que tener miedo a podar!! Las plantas suelen ser mucho más benevolentes con nuestra torpeza de lo que podemos llegar a creer. Las glicinias lo son especialmente!!
De este tramo de ramas laterales que acabamos de acortar y de las espuelas, brotarán ahora flores pero a la vez, hasta que lleguen los fríos, irán formándose en ellos las yemas de flor que constituirán la floración de la siguiente estación primavera.
Alguna observación más?
Si puedo dar un consejo es el de no tener contemplaciones a la hora de eliminar ramas primarias que compliquen el entramado general. Pocas ramas principales, muy separadas unas de otras para que haya espacio para las ramillas que dejamos al cortar las laterales y para que los gajos florales puedan caer graciosamente hacia abajo y no quedar prendidos entre follaje que no les permite bajar.
Si logramos una estructura muy definida y sin complicaciones como venimos repitiendo, efectuar la poda es realmente fácil. Sé que a veces da pereza pero... de verdad, merece la pena efectuar al menos dos veces durante el verano esta poda de limpieza. Ya veréis como la floración que conseguiréis el siguiente año será mucho más espectacular!! Pero además, os facilitará enormemente la vida hacer luego, en febrero o marzo la poda de floración (sobre la que colgaremos un artículo cuando llegue el momento, con explicaciones detalladas como hemos hecho con esta).
Las glicinias no suelen ser plantas ni enfermizas ni suelen padecer plagas. Pero claro, libres del todo no están.
A mí que tenga un poco de pulgón alguna vez no es un problema que me preocupe en absoluto. Una rociada con agua y jabón potásico y el problema queda contenido o al menos dentro de lo razonable.
Pero que se metan bichos dentro de las ramas y devoren la médula...eso ya no me hace ni chispa de gracia!!
En alguna ocasión es posible que un tipo de escarabajo se introduzca a través de los cortes para poner huevos en su interior. Una vez más...como en los rosales.
Las ramas así afectadas se deterioran por no circular con normalidad a través de ellas el agua y los nutrientes de modo que es una plaga que hay que evitar a toda costa.
Os diré como trato de evitar yo este problema. No digo que sea la mejor de las técnicas pero a mí me resulta fácil y cómodo.
Con la misma cola blanca que utilizo para "taponar" los cortes de ramas gruesecitas de mis rosales cuando hago la poda, la utilizo para este menester. Evidentemente no en las ramillas estas secundarias que no tienen el calibre para que se meta un escarabajo. Hablamos de ramas principales, de ramas que crecen en un dirección que no nos conviene y que tienen cierto calibre. Cuando las elimino, pongo sobre el corte una gotita de cola blanca.
Se seca en pocos minutos. Recién puesta queda un "lunar" blanco que yo veo a distancia jajajjaaj pero lo cierto es que cuando regresas a la planta pasando un rato, la cola se ha puesto transparente y no distingues nada en absoluto.
No me gusta mucho hablar de marcas comerciales salvo que vea una gran diferencia en su calidad con otros productos del mismo tipo. Pero sé que quizás haya algo de confusión a la hora de elegir el tipo de cola. No nos valdría la cola escolar que se va con agua. Es lógico!! Si va a desaparecer cuando llueva, no nos vale!!
Una cola blanca normal y corriente, sin ser de ninguna marca en concreto.
Hemos dicho que acortamos todas las ramas laterales. Bien, aunque es casi cierto, no lo es del todo si precisamos cubrir una zona que vemos que no alcanzará a rellenar las ramas principales que tengamos. En ese caso, utilizaremos una rama lateral que dejaremos sin cortar y la ataremos sobre la zona que ahora está desnuda. Esa rama lateral, al año que viene habrá madurado su madera y formará parte de la estructura, será una nueva rama principal.
Bueno, creo que eso es todo. Ha sido largo el artículo. Ya me conocéis, trato de explicar las cosas del modo que pueda ser entendido incluso por jardineros muy novatos. Sé que mucho de lo que incluyo en los artículos es de conocimiento de muchos aficionados, pero no de todos...así que estoy convencida que siempre es mejor que sobren explicaciones a que falten. Quién sabe mucho no las precisará pero el que sabe poco las agradecerá...o eso creo.
Espero que os haya resultado entretenido el artículo pero sobretodo que a quién no ha afrontado la poda de una glicinia nunca, lo haga ahora sin ese miedo que da el desconocimiento.
Buena tarde, queridos lectores...
María.
Si queréis consultar la manera de efectuar la poda de invierno (poda de floración) éste es el vínculo que os llevara al articulo.
Podaremos todas y cada una de las ramas laterales que salen de las principales dejándolas a un largo de aproximadamente 30/40 cm (no es cuestión de ir con un regla, eh!) O lo que viene a ser lo mismo, las cortaremos por encima de más o menos la quinta hoja (las glicinias tienen hojas compuestas, es decir, tienen folíolos. No confundir por tanto folíolo con hoja).
Y ahora, alguien que nunca ha podado puede decir "por dónde corto?". Vamos a observar esta fotografía. Muy pegado a la yema no porque ésta podría dañarse al apretar las tijeras. Muy separado tampoco porque todo el tramo de rama que va desde la yema al nivel de corte que efectuemos no llegará la savia y por tanto morirá, quedando "tocones" de madera muerta que además de delatarnos como malos jardineros jajajaja (es broma...ummm...aunque no tanto eh? ). Ahora en serio, no conviene dejar tocones porque la madera muerta solo fomenta el peligro de plagas y enfermedades.
Veamos como nos ha quedado nuestra primera rama lateral cortada. Fijaos en lo que decíamos antes: las yemas florales están en la base de estas ramas larguísimas, no en el resto de su recorrido. Ahí podéis verlas...cuento 4!!
Cortemos con cuidadito si vemos que las yemas están en este estado tan activo. Son delicadas y se caen con facilidad si no llevamos cuidado en su manipulación.
Por cierto, esas yemas que vemos son las que darán lugar a la segunda floración, la del verano, muy frecuente en las glicinias.
Vemos aquí todas nuestras ramas laterales cortadas. Nos hemos quedado con algunas yemas vegetativas (de hoja) que junto con las yemas latentes (sin actividad) de las ramas principales, darán lugar a más y más y más ramas laterales que tendremos que volver a podar antes de que llegue el otoño por lo menos otra vez.
A que era fácil? La cuestión era tener muy claro la diferencia entre tipos de ramas, tipos de yema y saber dónde se produce la floración.
Una vez hemos acortado todas las ramas laterales nuestra glicinia aparecerá despejada, ordenada y limpia y lista para seguir emitiendo más y más ramas laterales largas como un día sin pan!! Una desesperación ajajjaja
Este sería el estado de nuestra glicinia ahora. Tras la poda de verano.
Pero creo que si "quitamos" las hojas virtualmente, vamos a verlo aún más claramente qué hemos hecho con esta poda.
No hay que tener miedo a podar!! Las plantas suelen ser mucho más benevolentes con nuestra torpeza de lo que podemos llegar a creer. Las glicinias lo son especialmente!!
De este tramo de ramas laterales que acabamos de acortar y de las espuelas, brotarán ahora flores pero a la vez, hasta que lleguen los fríos, irán formándose en ellos las yemas de flor que constituirán la floración de la siguiente estación primavera.
Alguna observación más?
Si puedo dar un consejo es el de no tener contemplaciones a la hora de eliminar ramas primarias que compliquen el entramado general. Pocas ramas principales, muy separadas unas de otras para que haya espacio para las ramillas que dejamos al cortar las laterales y para que los gajos florales puedan caer graciosamente hacia abajo y no quedar prendidos entre follaje que no les permite bajar.
Si logramos una estructura muy definida y sin complicaciones como venimos repitiendo, efectuar la poda es realmente fácil. Sé que a veces da pereza pero... de verdad, merece la pena efectuar al menos dos veces durante el verano esta poda de limpieza. Ya veréis como la floración que conseguiréis el siguiente año será mucho más espectacular!! Pero además, os facilitará enormemente la vida hacer luego, en febrero o marzo la poda de floración (sobre la que colgaremos un artículo cuando llegue el momento, con explicaciones detalladas como hemos hecho con esta).
Las glicinias no suelen ser plantas ni enfermizas ni suelen padecer plagas. Pero claro, libres del todo no están.
A mí que tenga un poco de pulgón alguna vez no es un problema que me preocupe en absoluto. Una rociada con agua y jabón potásico y el problema queda contenido o al menos dentro de lo razonable.
Pero que se metan bichos dentro de las ramas y devoren la médula...eso ya no me hace ni chispa de gracia!!
En alguna ocasión es posible que un tipo de escarabajo se introduzca a través de los cortes para poner huevos en su interior. Una vez más...como en los rosales.
Las ramas así afectadas se deterioran por no circular con normalidad a través de ellas el agua y los nutrientes de modo que es una plaga que hay que evitar a toda costa.
Os diré como trato de evitar yo este problema. No digo que sea la mejor de las técnicas pero a mí me resulta fácil y cómodo.
Con la misma cola blanca que utilizo para "taponar" los cortes de ramas gruesecitas de mis rosales cuando hago la poda, la utilizo para este menester. Evidentemente no en las ramillas estas secundarias que no tienen el calibre para que se meta un escarabajo. Hablamos de ramas principales, de ramas que crecen en un dirección que no nos conviene y que tienen cierto calibre. Cuando las elimino, pongo sobre el corte una gotita de cola blanca.
Se seca en pocos minutos. Recién puesta queda un "lunar" blanco que yo veo a distancia jajajjaaj pero lo cierto es que cuando regresas a la planta pasando un rato, la cola se ha puesto transparente y no distingues nada en absoluto.
No me gusta mucho hablar de marcas comerciales salvo que vea una gran diferencia en su calidad con otros productos del mismo tipo. Pero sé que quizás haya algo de confusión a la hora de elegir el tipo de cola. No nos valdría la cola escolar que se va con agua. Es lógico!! Si va a desaparecer cuando llueva, no nos vale!!
Una cola blanca normal y corriente, sin ser de ninguna marca en concreto.
Hemos dicho que acortamos todas las ramas laterales. Bien, aunque es casi cierto, no lo es del todo si precisamos cubrir una zona que vemos que no alcanzará a rellenar las ramas principales que tengamos. En ese caso, utilizaremos una rama lateral que dejaremos sin cortar y la ataremos sobre la zona que ahora está desnuda. Esa rama lateral, al año que viene habrá madurado su madera y formará parte de la estructura, será una nueva rama principal.
Bueno, creo que eso es todo. Ha sido largo el artículo. Ya me conocéis, trato de explicar las cosas del modo que pueda ser entendido incluso por jardineros muy novatos. Sé que mucho de lo que incluyo en los artículos es de conocimiento de muchos aficionados, pero no de todos...así que estoy convencida que siempre es mejor que sobren explicaciones a que falten. Quién sabe mucho no las precisará pero el que sabe poco las agradecerá...o eso creo.
Espero que os haya resultado entretenido el artículo pero sobretodo que a quién no ha afrontado la poda de una glicinia nunca, lo haga ahora sin ese miedo que da el desconocimiento.
Buena tarde, queridos lectores...
María.
Si queréis consultar la manera de efectuar la poda de invierno (poda de floración) éste es el vínculo que os llevara al articulo.