Cómo se podan las glicinias (Wisteria) en verano. Tutorial.

Muchas veces se produce esta situación: Nos situamos frente al monstruo en que se ha convertido aquella ramilla de apenas metro y medio que plantamos hace no muchos años. Es un mar de ramas entrelazadas, el crecimiento se desborda hacia zonas que no teníamos pensado cubrir con nuestra glicinia. Para colmo se ha entrelazado con la estructura metálica sobre la que crece y por mucho que miremos es tal el lío de ramas que no sabemos como desenredarlo.

Retrasamos su poda porque no sabíamos como afrontarla y nuestra glicinia se ha apoderado del lugar. Ha llegado a alcanzar el tejado y las dimensiones que tiene ahora nos llega a agobiar pensando que tenemos que "meter mano" a ese "bicho"!! Cómo afrontar la poda? Tomamos por el camino de en medio y empezamos a cortar todo lo que nos sobra? Sea ramas finas o delgadas y broten desde dónde broten? Ganas nos dan!! jajaja
Pues no... Nada de cortar lo que nos dé la gana. Tranquilidad!! No es nada difícil efectuar una buena poda si empezamos por entender cómo crecen las glicinias. Sólo un poco de paciencia y a poco que nos fijemos en unos minutos habremos comprendido perfectamente cual es la forma en que crece, se desarrolla y florece nuestra trepadora.
Siempre se repite, no podaremos bien jamás si no conocemos de qué manera se desarrolla y florece una planta. Es el único sistema posible que da buenos resultados. Eso de aprender de "memorieta" lo que se poda y no se poda está muy bien mientras se lee el blog de turno o el libro o lo que sea que leamos...pero luego nos ponemos delante de la planta y no sabemos por dónde tenemos que empezar y la situación puede ser semejante a esta:
"El blog decía que se podan las secundarias. Umm.... ésta es secundaria? Es muy gorda...debe ser primaria jajajaja Ay!! Un momento..lateral es secundaria? Uffff... Ahora ya no me acuerdo!! No, no...vale, es secundaria, pero... por dónde corto? Mucho? Cuánto es mucho? ummm, no, ahora recuerdo!! Tengo que llevar cuidado con las yemas florales!! No sea que se caigan o las dañe. Pero cómo narices sé yo si esto es una yema que producirá hojas o flores?  Pero si todas parecen iguales!!Decía a cinco yemas? Pero a ver, a ver... por dónde comienzo a contar? Cinco desde el final de la rama hacia el inicio? O al contrario?...Uffff Qué lío. Mejor lo dejo para mañana!!"
Os suena? jajajaja A más de uno/a, sí. Nos suena!! A mí la primera!! Anda que no me acordaré siempre de la odiosa glicinia que crecía en aquel mi primer y diminuto jardín en Barcelona hará la friolera de casi treinta años!! Pasó eso exactamente, que yo no tenía ni idea de como se podaba así que fui dejando que creciera de la manera que le dio la gana y cuando invadió al vecino no tuve más remedio que afrontar el problema. Tranquila, me dije. Buscaré información en el libro
Entre los pocos libros de jardinería que tenía, sólo tenía uno en el que pudieran venir explicaciones, el de 'Árboles y arbustos de jardín' de D.G. Hessayon. Un clásico y un magnífico libro, todo hay que decirlo.
 Así que allá que me fui a consultar —Glicinia, glicinia...no...no...es wisteria, por la W. Ya!— La explicación de la poda que hallé en él fue esta: "PODA: En julio, cortad los tallos laterales del año en curso hasta 8 cm".
Tócate...!! (Perdón) Anda que se había extendido mucho en explicaciones!! —No entiendo nada— Pensé. Qué son tallos laterales... y cómo sé si han crecido este año o el pasado? jajajaja

Bien, es cierto, la poda de las Wisterias junto con los rosales trepadores creo que son las podas que más suelen intimidar a los jardineros que afrontan estos trabajos por primera vez.
Antes de entrar en materia os muestro mi glicinia en su tercer año. He tenido mucha suerte con ella porque el primero vino ya en flor, el año pasado volvió a florece y este año no es que no haya florecido. Yemas florales tenía de lo lindo...el problema es que cayó una helada tardía y se congelaron!!



Mi idea inicial, cuando la planté, es que creciera sobre la barandilla de metal que bordea las dos terrazas que hay alrededor de la casa. Pero luego no me convenció la idea. Pensé que el tiempo de interés era demasiado limitado para llenar un espacio tan importante y destacado de mi jardín así que.. Como no!! Consideré que unos preciosos rosales rambler podrían quedar de lujo creciendo sobre el muro de piedra que bordea las terrazas.

Ya sabéis que los rambler son rosales de gran crecimiento y que les pasa un poco como a las glicinias, que si no se contienen con la poda, terminan por desmadrarse.
No me apetece que las ramas de los rambler terminen mezcladas con las de la glicinia y tener que subirme a una escalera a podar ambas cosas juntas. Solo pensar en la idea me parece terrible!! jejeje Así que he determinado que los rambler cubrirán el muro de piedra y la glicinia crecerá sobre una rama principal que bordee la parte superior de la baranda de manera que pueda podarla desde arriba sin meter las manos entre los rosales.
Además, formarán una especie de "sombrerillo" que proyectará cierta sombra sobre los rosales en las horas centrales del día, cosa que les beneficiará, no hay duda!!
Cual era el problema? Pues que había dejado tres ramas principales creciendo hacia la parte izquierda y una hacia la derecha. Ahora, con los rambler en la base del muro, precisaba justo la contrario!! Una rama a la izquierda y los otras tres a la derecha...
Como no permito que ninguna rama de mi glicinia permanezca enrollada a los barrotes porque sé que con el tiempo terminan por estrangular incluso estructuras de hierro muy fuertes... la solución era fácil aunque trabajosa: "Darle la vuelta"!!

Dicho y hecho!! Una vez podada se aflojaron las ataduras que sostienen la glicinia sobre la barandilla. Dejamos un par o tres cordeles con ataduras muy flojas en puntos estratégicos que sostenían más peso para poder desatarlas con prontitud tan pronto giráramos la planta. 

No era cosa de soltar todas las ataduras y dejar una planta que pesa tanto colgando. Podría quebrarse alguna rama por muy flexibles que sean todavía al ser la planta aún joven.
Ya teníamos la planta "bajada" pero no suelta del todo ni dejando caer todo el peso en el tallo que podría romperse.

Ahora era cosa de voltearla. La rama larga que crecía hacia la derecha la debíamos colocar sobre la baranda pero hacia la izquierda, en el borde superior.
Las otras tres ramas deberían dirigirse hacia el lado contrario que no hay rosales y por tanto precisa la zona más ramas para cubrirla.
Et voilà!! Podada y colocada en su sitio del modo que me convenía ahora. Ya queda espacio abajo para que crezcan los rosales sin mezclarse con la glicinia. Ya que esta zona de la terraza solo tendrá la rama esa que se ve. En el futuro dirigiré la mayor parte de su crecimiento hacia la fachada este y la haré subir por la estructura metálica que se ve (es una plataforma a la que se sube para observar con telescopio que queda por encima de las copas de los árboles y por tanto se puede ver todo el firmamento)

Bien. Volvamos al inicio de este artículo en el que estábamos mirando aquel monstruo al que no sabemos por dónde meterle mano. Vamos a empezar a solucionar esta situación. Comencemos por ver qué tipo de formaciones vegetativas tenemos en nuestra glicinia ahora, en verano.
La poda de floración, la que se efectúa al inicio de la primavera, la dejaremos para un posterior artículo en el que, cuando llegue el caso, daremos información detallada apoyada como hemos hecho en este artículo, con muchas fotografías y explicaciones. Estamos en la poda de verano, la de limpieza. Esa es la que vamos a hacer ahora.
Bueno, la floración (Si es que se produjo) se dio en abril/mayo y ahora tenemos nuestra glicinia produciendo ramas como una loca!!
Qué vemos en nuestra trepadora? A ver, si nos fijamos bien, hay (aunque esté escondida entre follaje) una "estructura" de ramas gruesas, lignificadas y fuertes.

Se trata de ramas principales. Se distinguen de las otras porque son gruesas, lignificadas, con corteza exterior, de color gris oscuro.
Aquí tenéis la principal que forma el tronco de mi glicinia. Vemos que está estrangulando la caña que hacía las veces de tutor.
Como son las ramas que, una vez conformados su ubicación y número, las dejamos crecer cada año, llegan a ser considerablemente gruesas y fuertes.

Son las que si no llevamos cuidado y en su crecimiento llegan a rodear una estructura del jardín que no deseemos, con el tiempo puede dañarla. Estas plantas son muy vigorosas y sus ramas puede llegar a doblar barrotes de metal de bastante calibre.

Cuando las glicinias están formándose, conviene dejar muy pocas ramas principales. Si crecen sobre una barandilla como es mi caso, dejaremos que una rama (a lo sumo dos, pero no más) llegue hasta la zona en que queramos que esté la floración. A esa altura dejaremos crecer una o dos ramas largas que iremos guiando horizontalmente para que recorra el espacio de la barandilla que deseemos (o el techo de la pérgola si crece de este modo).
Aunque es muy frecuente que se dejen demasiadas ramas para que cubran lo antes posible el techo de la pérgola dónde tenemos la glicinia o el cenador...o el soporte que tengamos, es un gran error!! Es determinante para facilitar la poda el conformar bien (desde que plantamos la glicinia) esta estructura sobre la que con los años se apoyará todo el crecimiento posterior.
Dejar que crezcan un exceso de ramas principales solo conduce a que el crecimiento esté abigarrado, que no pase luz y aire suficiente y que la poda se dificulte sobre manera.
Las ramas principales en todo caso deben estar bien separadas de manera que esa estructura esté muy bien definida y sea clara su composición. Se trata ésta de una estructura muy simple y muy sencilla. No un entramado infinito de ramas gruesas cercanas unas a otras.
Si este es el caso, se vuestra glicinia tiene desarrolladas demasiadas ramas principales no quedará más remedio que eliminarlas. No pasa nada!! Las glicinias tienen un extraordinario desarrollo y esta eliminación no presentará problema alguno, en poco volverá a desarrollarse y no se verán los "vacíos" que hayáis dejado con la poda. A cambio, habréis establecido una estructura simple y sencilla que ayudará a crecer sana a vuestra glicinia y que os facilitará la vida en el momento de las podas de los siguientes años.
Se debería tener muy claro cuales son las ramas principales que deseamos dejar. Estas ramas (las menos posibles) deberán estar separadas por al menos 50 cm. El resto, sobra.
Si tenemos una estructura de ramas principales muy bien definida, simple, compuesta de muy pocas ramas...el trabajo es absolutamente sencillo. Ahora enseguida lo veremos. Pero permitidme que sigamos observando la glicinia y comentemos otras formaciones vegetativas que podemos ver en ella.
Qué más tenemos? Sobre las ramas principales, tan pronto termina la floración de primavera, veremos que comienzan a brotar ramas finas, extremadamente largas, tiernas, que se enroscan a lo que tengan cerca. Son las ramas laterales. A diferencia de las anteriores son de color verde, no tienen corteza (porque han brotado en la última temporada y por tanto es una madera aún sin madurar), son muy finas y delgadas.
Son la abundancia y largo de estas ramas que emite la glicinia durante todo su período de crecimiento las que convierten a la planta en una verdadera madeja imposible de desenredar si no se acomete el trabajo de la poda al menos dos veces durante el verano.

Como comentábamos, son extremadamente largas y brotan en tal cantidad que a poco que se deje la planta sin podar un par de temporadas, el crecimiento se desborda y luego es mucho más trabajo volver a descargarla y dejarla limpia.
Pero además, vamos a aclarar algo que nos parece importante. Hay quienes, con su glicinia recién plantada a los pies de una pérgola, dejan sin podar estas ramas tratándolas de extenderse para que ocupen lo antes posible el espacio con sus hojas.  Hay que decir que las yemas de flor únicamente se encuentran en los primeros centímetros de estas ramas laterales, no en todo su largo. El resto de su largo solamente contiene yemas vegetativas (de hoja). Ahora enseguida vemos la diferencia entre unas y otras. No tiene sentido por tanto dejarlas pensando que la primavera que viene tendrán en todo su largo yemas que producirán flor.
Qué más podemos observar en nuestra glicinia? Veremos que ahora, en verano, la planta tiene dos tipos de yemas
Las yemas son crecimientos vegetativos que albergan en su interior desarrollos posteriores que pueden ser hojas o flores y que en tamaño, forma y disposición, son distintas en función de lo que producirán. Son muy fáciles de distinguir unas de otras.
Veamos primero las yemas vegetativas (de hojas) Se encuentran en las axilas entre las hojas y las ramas. Están tanto en ramas principales como en ramas laterales. 
En realidad son las más abundantes. Las ramas laterales casi en su totalidad están recorridas por estas yemas.
Son más delgadas, con forma puntiaguda y más pequeñas que las yemas de flor.

A continuación nos vamos a centrar en las yemas de flor: Muy distintas de las anteriores. Verdad? :) Como vemos, son más rechonchas, más gorditas, de mayor tamaño y tienen un tacto aterciopelado por fuera (especialmente cuando están próximas a abrirse). Esas son las que yo quiero que plaguen mi glicinia!! jajajaja :D
Se encuentran presentes en las ramas principales, en el primer tramo de las ramas laterales y en las espuelas.

Y por último, las más importantes!! Las espuelas (Diría que son el equivalente a dardos frutales en manzanos, creo. Que me perdonen los entendidos si estoy en un error y si son tan amables que me saquen de él con un comentario en el blog.)
Se trata de pequeñas ramillas lignificadas, que se van formando con los años a base de podas. Ahí es dónde están la mayoría de yemas de flor y se fomenta su presencia cuando efectuamos varias podas durante el verano. 
Las ramillas que ahora veremos que tenemos que cortar, durante la poda de floración (la que efectuaremos justo antes de que comience a brotar la glicinia en primavera) las volveremos a acortar. A base de cortar una y otra vez, estas ramillas van engrosando y en todo su largo están llenas de yemas que producirán la mayoría de las flores.

De acuerdo. Hemos echado un vistazo a las distintas partes que forman nuestra glicinia. En este pequeño dibujo creo que nos quedará aún más claro viendo todas en conjunto.
Así tenemos nuestra glicinia en verano, ya ha pasado la floración y empieza el crecimiento desbordante de ramas laterales.
En este dibujo he incluido algo que no siempre está pero que puede darse, los chupones. Se trata de ramas que brotan de la raíz de la planta.
Y antes de seguir quisiera detenerme un minuto para explicar algo que me parece importante. En el artículo anterior, el del cultivo y elección de la variedad de las glicinias, comentamos que Wisteria chinensis (glicinia china) produce pocas vainas y por tanto su reproducción mediante semilla se hace más difícil. Generalmente las compramos injertadas sobre un patrón de Wisteria floribunda (glicinia japonesa) que son muy fáciles de reproducir por semilla dado que generan muchísimas.
Por qué digo esto? Pues porque si en vuestro jardín tenéis una glicinia china, como muchos de nosotros (que produce racimos florales cortos) tenéis que pensar que seguramente estará injertada.
Los que cultiváis rosales ya sabéis qué voy a decir ahora. Verdad? Pues sí, exactamente pasa con las glicinias lo que con los rosales. Primero, que la rama que se desarrolle de él no pertenecerá al tipo de glicinia que cultivamos, será la del patrón. Segundo que si se trata de una variedad más potente y fuerte que la que cultivamos, puede apoderarse de su crecimiento. Como en los rosales, exactamente!!
Al igual que en las rosas, los chupones no deberían cortarse. Hacerlo solo fomenta más crecimiento. Si vemos que salen en la base de la planta, cerca del tallo principal, ahondaremos hasta dar con el punto de las raíces dónde brota y ahí, tirando con fuerza, lo arrancaremos.
En todo caso, aún no siendo injertada, no hay que permitir que siga el crecimiento de estos brotes basales ya que con el tiempo se enroscan al tallo principal y se desarrollan formando a su vez más ramas laterales que aumentarán considerablemente el tamaño de nuestra glicinia y harán más difícil la poda.
Muy bien, ya sabemos cada rama de qué tipo es. Cada yema qué va a generar. Qué son las espuelas... 
Nos falta saber dónde florecen las glicinias!! En realidad indirectamente ya lo hemos dicho: donde están las yemas de flor. Éstas están presentes en las espuelas y en la parte inicial de las ramas laterales.


Sabiendo ya dónde florecen... qué deberíamos fomentar con nuestra poda? Está claro, la aparición de muchas ramas laterales en cuya base, la próxima temporada tengamos muchas yemas de flor. A la larga, estas ramillas laterales cortadas una y otra vez, darán lugar a más espuelas...y por tanto a más yemas. Y más flores!! Claro.. :)
Y ahora sí, una vez conocidas las partes principales y sabiendo de qué manera crecen y florecen las glicinias...vamos a hablar de su poda durante el verano. Veréis como no representa problema alguno efectuarla si tenemos claros los conceptos anteriores.
En este pequeño esquema de la poda he marcado los cortes a efectuar.
Fijémonos que hay cortes en todas las ramas y en el final de las ramas principales.
Lo vemos un poco más de cerca? Venga!!  Dijimos más arriba que las yemas de flor estaban en la base de las ramas laterales. Está claro entonces que de estas ramas sólo nos vale los centímetros primeros. El resto, solo sirve para enredarse y congestionar nuestra planta. Fuera!!

Podaremos todas y cada una de las ramas laterales que salen de las principales dejándolas a un largo de aproximadamente 30/40 cm (no es cuestión de ir con un regla, eh!) O lo que viene a ser lo mismo, las cortaremos por encima de más o menos la quinta hoja (las glicinias tienen hojas compuestas, es decir, tienen folíolos. No confundir por tanto folíolo con hoja).
Y ahora, alguien que nunca ha podado puede decir "por dónde corto?". Vamos a observar esta fotografía. Muy pegado a la yema no porque ésta podría dañarse al apretar las tijeras. Muy separado tampoco porque todo el tramo de rama que va desde la yema al nivel de corte que efectuemos no llegará la savia y por tanto morirá, quedando "tocones" de madera muerta que además de delatarnos como malos jardineros jajajaja (es broma...ummm...aunque no tanto eh? ). Ahora en serio, no conviene dejar tocones porque la madera muerta solo fomenta el peligro de plagas y enfermedades.


Veamos como nos ha quedado nuestra primera rama lateral cortada. Fijaos en lo que decíamos antes: las yemas florales están en la base de estas ramas larguísimas, no en el resto de su recorrido. Ahí podéis verlas...cuento 4!! 
Cortemos con cuidadito si vemos que las yemas están en este estado tan activo. Son delicadas y se caen con facilidad si no llevamos cuidado en su manipulación.
Por cierto, esas yemas que vemos son las que darán lugar a la segunda floración, la del verano, muy frecuente en las glicinias.

Vemos aquí todas nuestras ramas laterales cortadas. Nos hemos quedado con algunas yemas vegetativas (de hoja) que junto con las yemas latentes (sin actividad) de las ramas principales, darán lugar a más y más y más ramas laterales que tendremos que volver a podar antes de que llegue el otoño por lo menos otra vez.

A que era fácil? La cuestión era tener muy claro la diferencia entre tipos de ramas, tipos de yema y saber dónde se produce la floración.
Una vez hemos acortado todas las ramas laterales nuestra glicinia aparecerá despejada, ordenada y limpia y lista para seguir emitiendo más y más ramas laterales largas como un día sin pan!! Una desesperación ajajjaja
Este sería el estado de nuestra glicinia ahora. Tras la poda de verano.

Pero creo que si "quitamos" las hojas virtualmente, vamos a verlo aún más claramente qué hemos hecho con esta poda.

No hay que tener miedo a podar!! Las plantas suelen ser mucho más benevolentes con nuestra torpeza de lo que podemos llegar a creer. Las glicinias lo son especialmente!!

De este tramo de ramas laterales que acabamos de acortar y de las espuelas, brotarán ahora flores pero a la vez, hasta que lleguen los fríos, irán formándose en ellos las yemas de flor que constituirán la floración de la siguiente estación primavera.

Alguna observación más?
Si puedo dar un consejo es el de no tener contemplaciones a la hora de eliminar ramas primarias que compliquen el entramado general. Pocas ramas principales, muy separadas unas de otras para que haya espacio para las ramillas que dejamos al cortar las laterales y para que los gajos florales puedan caer graciosamente hacia abajo y no quedar prendidos entre follaje que no les permite bajar.
Si logramos una estructura muy definida y sin complicaciones como venimos repitiendo, efectuar la poda es realmente fácil. Sé que a veces da pereza pero... de verdad, merece la pena efectuar al menos dos veces durante el verano esta poda de limpieza. Ya veréis como la floración que conseguiréis el siguiente año será mucho más espectacular!! Pero además, os facilitará enormemente la vida hacer luego, en febrero o marzo la poda de floración (sobre la que colgaremos un artículo cuando llegue el momento, con explicaciones detalladas como hemos hecho con esta).
Las glicinias no suelen ser plantas ni enfermizas ni suelen padecer plagas. Pero claro, libres del todo no están.
A mí que tenga un poco de pulgón alguna vez no es un problema que me preocupe en absoluto. Una rociada con agua y jabón potásico y el problema queda contenido o al menos dentro de lo razonable.
Pero que se metan bichos dentro de las ramas y devoren la médula...eso ya no me hace ni chispa de gracia!!
En alguna ocasión es posible que un tipo de escarabajo se introduzca a través de los cortes para poner huevos en su interior. Una vez más...como en los rosales.
Las ramas así afectadas se deterioran por no circular con normalidad a través de ellas el agua y los nutrientes de modo que es una plaga que hay que evitar a toda costa.
Os diré como trato de evitar yo este problema. No digo que sea la mejor de las técnicas pero a mí me resulta fácil y cómodo.
Con la misma cola blanca que utilizo para "taponar" los cortes de ramas gruesecitas de mis rosales cuando hago la poda, la utilizo para este menester. Evidentemente no en las ramillas estas secundarias que no tienen el calibre para que se meta un escarabajo. Hablamos de ramas principales, de ramas que crecen en un dirección que no nos conviene y que tienen cierto calibre. Cuando las elimino, pongo sobre el corte una gotita de cola blanca.
Se seca en pocos minutos. Recién puesta queda un "lunar" blanco que yo veo a distancia jajajjaaj pero lo cierto es que cuando regresas a la planta pasando un rato, la cola se ha puesto transparente y no distingues nada en absoluto.
No me gusta mucho hablar de marcas comerciales salvo que vea una gran diferencia en su calidad con otros productos del mismo tipo. Pero sé que quizás haya algo de confusión a la hora de elegir el tipo de cola. No nos valdría la cola escolar que se va con agua. Es lógico!! Si va a desaparecer cuando llueva, no nos vale!!
Una cola blanca normal y corriente, sin ser de ninguna marca en concreto.
Hemos dicho que acortamos todas las ramas laterales. Bien, aunque es casi cierto, no lo es del todo si precisamos cubrir una zona que vemos que no alcanzará a rellenar las ramas principales que tengamos. En ese caso, utilizaremos una rama lateral que dejaremos sin cortar y la ataremos sobre la zona que ahora está desnuda. Esa rama lateral, al año que viene habrá madurado su madera y formará parte de la estructura, será una nueva rama principal.
Bueno, creo que eso es todo. Ha sido largo el artículo. Ya me conocéis, trato de explicar las cosas del modo que pueda ser entendido incluso por jardineros muy novatos. Sé que mucho de lo que incluyo en los artículos es de conocimiento de muchos aficionados, pero no de todos...así que estoy convencida que siempre es mejor que sobren explicaciones a que falten. Quién sabe mucho no las precisará pero el que sabe poco las agradecerá...o eso creo.
Espero que os haya resultado entretenido el artículo pero sobretodo que a quién no ha afrontado la poda de una glicinia nunca, lo haga ahora sin ese miedo que da el desconocimiento.
Buena tarde, queridos lectores...
María.
Si queréis consultar la manera de efectuar la poda de invierno (poda de floración) éste es el vínculo que os llevara al articulo.

Cultivo de Wisteria (Glicinias). Necesidades y elección de la variedad

Hablemos de glicinias!! Una trepadora que con los años puede llegar a tener una belleza imponente!
https://www.flickr.com/photos/133997242@N03/albums/72157664012637483/page2

Pertenece a la Familia de las fabáceas (Fabaceae). Aunque todas engloban el género Wisteria, hay distintas especies aunque las más conocidas son Wisteria chinensis y Wisteria floribunda también existen otras como Wisteria frutescens (de EE.UU) y alguna más.
Aunque en sus necesidades de cultivo y poda son iguales, existen algunas diferencias importantes entre las dos más populares.
Tanto si las compramos en viveros como si en nuestro jardín ya había creciendo una glicinia antes de llegar nosotros, probablemente se trate de una de estas dos: De una parte está la Wisteria sinensis (llamada glicinia china) y de la otra, la Wisteria floribunda también conocida como wisteria japonesa
Ver como es cada una de las dos nos servirá de una parte para, si estamos en el caso de querer cultivar una en nuestro jardín, elegirla con conocimiento de causa. Y de la otra, si ya tenemos una creciendo en él y no sabemos de qué tipo es, esta información nos servirá para identificarla.
Qué tipo de glicinia tenemos en el jardín?
La glicinia china (W. Sinensis): 
- Sus tallos crecen alrededor de cualquier soporte girando en el sentido contrario al que lo hacen las agujas del reloj. Para comprobar esto no tenemos más que posicionarnos frente a la glicinia. Podéis verlo en esta ramilla lateral que crece enroscando el barrote de la barandilla de mi terraza.
- Las glicinias chinas producen pocas vainas y por tanto son difíciles de reproducir por semillas.
- Generalmente estas glicinias las compramos injertadas sobre un patrón de glicinia japonesa.
En el artículo en el que hablemos de la poda de las glicinias veremos la importancia de tener esto en cuenta. 
Ocurre como con los rosales injertados, en los que observamos a veces que puede desarrollarse chupones (ramas que proviene del portainjerto). Al igual que los rosales, en el caso de estar injertadas presentan un pequeño abultamiento en la zona inferior del tallo que viene desarrollado, justo por encima del nivel del sustrato del contenedor.
- Algo muy característico de este tipo de glicinias es que su floración aparece antes de brotar las hojas.
https://www.flickr.com/photos/ukgardenphotos/34438592382/

- Los racimos florales son más cortos que los de las glicinias japonesas. Esto, como veremos, condiciona las estructuras y formas de cultivarse que podemos dar a estas plantas.
De los racimos una vez pasadas sus flores queda una ramilla central que es dónde estaban prendidas cada una de las flores. Estos tallos desnudos, quedan ocultos enseguida por las hojas que ya en este momento están abriéndose.
De 3268zauber - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6589991

La glicinia japonesa (W. floribunda): 
- El crecimiento de los tallos es en el sentido de las agujas del reloj no como las chinas que lo hacen en sentido inverso.
- Tienen una extraordinaria capacidad de producir muchas vainas y por ello generan muchas semillas.
En estas glicinias japonesas, es ingente la cantidad de vainas (y por tanto de semillas) que producen.
Cuando llega el invierno, como trepadoras caducifolias que son, las glicinias pierden su hoja. En el caso de las japonesas, puede verse entonces colgar de sus ramas los frutos que han formado tras la floración. Mirad esta imagen de Wikipedia Commons  en la que pueden apreciarse las vainas colgando. Hermosas. No?
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Wisteria_sinensis_Fruit.JPG
Lo cierto es que a mí me parecen muy decorativos pero hay que tener presente que si cuando podamos la planta dejamos estas vainas colgando, cuando llegue la primavera y suben las temperaturas, se abren de pronto disparando las semillas que tienen en su interior a bastante distancia. Así que si no queremos estar eliminando plántulas de glicinia por todas partes, quizás es preferible retirarlas.
- Precisamente por ello, por ser fáciles de reproducir por semilla no suelen adquirirse injertadas sobre otro tipo de glicinia.
- En este caso flores y hojas se producen al mismo tiempo.


Aunque hemos leído que hay quién opina que esto no es exacto si no que ambos tipos de glicinia florecen al mismo tiempo que emergen las hojas. Lo que ocurre es que las glicinias chinas, al tener los racimos florales más cortos, tardan menos días en ir abriendo las flores (lo hacen de arriba hacia abajo) y por tanto termina de abrirse todas las flores del racimo en menos tiempo que ocurre este mismo proceso en las glicinias japonesas, que, al tener los racimos florales más largos, tardan más días en llegar a abrir todas sus flores. Aunque a la par están desplegando las hojas, los racimos siguen "estirándose" hacia abajo mientras sus flores van abriendo, sobresaliendo por debajo de la masa de hojas que ya está formada arriba.
Siento no poder decir nada a favor ni en contra de esta explicación porque solo cultivo en mi jardín una glicinia china que es la que observo atentamente y sé como florece. La otra, la japonesa, la conozco de los viveros pero no he tenido oportunidad de ver su floración en detalle.
En todo caso, si los racimos florales fueran cortos como en la glicinia china, sería un inconveniente ya que la floración quedaría oculta.
- Racimos florales muy largos. La longitud de ellos las hace poco idóneas para cultivar sobre soportes no muy altos por los que se deba pasar por debajo.
https://www.flickr.com/photos/133997242@N03/albums/72157664012637483

Wisteria floribunda f.alba / Japanese wisteria / 白花藤
Elegir el tipo de glicinia según nuestras necesidades. Hemos visto que la floración se produce de forma distinta en cada una de las dos variedades en las que nos centramos. Es esta forma de florecer la que determina que puedan ser o no cultivadas de una forma u otra y la que las hace más o menos idóneas para determinadas ubicaciones. Veamos.
Glicinia china:
Los racimos florales son cortos. Esta forma de florecer hace que las flores se observen mejor cuando la planta es un arbusto grande poco ramificado.
También son idóneas para cultivarse en forma de arbolito ya que sus racimos florales no cuelgan en exceso y por tanto permiten que la planta no sea excesivamente alta.
Al tener los racimos florales más cortos puede guiarse sobre una pérgola de no demasiada altura sin que los racimos bajen en exceso.
Pensemos que a la vez que florece las yemas de hoja se están abriendo de tal modo que en las últimas etapas de la floración ya hay hojas formadas sobre la planta pero brotan en un momento en que favorece su estética y que tapan la parte alta de los racimos de flores que es por dónde comienzan a abrir las flores y a caer según se van ajando. 
Glicinia japonesa:
Como hemos visto los racimos florales tiene mucha más longitud y cuelgan mucho más al florecer. Esta longitud casi obliga a cultivar estas glicinias conduciendo sus ramas principales en lo alto de un tronco único de bastante altura y guiando luego estas ramas principales horizontalmente sobre soportes bastante altos para que tengan altura suficiente para exhibir su floración de racimos florales tan largos .
Hacerlas crecer sobre soportes bajos como una pérgola que no sea muy alta provocará que sea incómodo transitar bajo ella ya que el extremo de los racimos florales quedaría muy bajo e iríamos dándonos con las flores sobre la cabeza.
Lo idóneo son árboles, cenadores de grandes dimensiones o pérgolas o estructuras de metal o madera cuya parte superior levante del suelo varios metros para que haya espacio en el que sea posible que los racimos cuelguen hacia abajo dejando espacio para estar bajo la estructura.
Creciendo de este modo ofreciendo una visión de la planta absolutamente preciosa a la vez que nos permitirá alcanzar fácilmente para deleitarnos con su delicioso aroma!!
Elección del lugar de plantación. Las glicinias, todas, las chinas y las japonesas, son plantas trepadoras de un vigor extraordinario. Si se encuentran a gusto pueden llegar a crecer en una sola temporada de un modo impresionante.
Todas las glicinias precisan sí o sí, varias podas. Una es la poda de floración, que se realiza al final del invierno. Las demás podas, son las podas de limpieza y se realizan en verano. Lo ideal es realizar varias podas durante esta estación pero como mínimo deberíamos hacer una si no queremos que la planta se nos desmadre. 
Es una trepadora que si no se poda su tamaño puede llegar a ser muy superior al lugar que se le tiene asignado. No podarla adecuadamente conduce a que la planta se torne enmarañada y que luego sea difícil de volver a reconducir.
Pueden cultivarse con un tronco único y formando una especie de arbolitos de copa amplia en un zona amplia del jardín dónde luzcan adecuadamente. Pero lo más habitual es hacerlas crecer para ser conducidas sobre pérgolas, cenadores, celosías, barandas o incluso tejadillos o fachadas.
Sea el lugar que sea el que elijamos deberíamos estar seguros que el acceso para podar esta planta varias veces al año es fácil.
Pensemos que muchas veces deberemos recurrir a escaleras para acceder a las zonas altas de la planta. Si en este lugar el equilibrio que tengamos es precario subidos a una escalera, constituye un verdadero peligro realizar esta tarea. Pero además, es que lógicamente nos dará mucha más pereza afrontar este trabajo si no es cómodo y fácil de acceder el lugar desde dónde tengamos que hacerlo.
Otro aspecto a tener muy en cuenta es que la zona justo alrededor del tallo principal de la glicinia esté libre de plantaciones y podamos acercarnos con facilidad a él para poder eliminar los posibles chupones que aparezcan brotando de sus raíces.
Éste, la eliminación de estas ramas que brotan del portainjertos, no es un trabajo que deba aplazarse. Dejar chupones de otra variedad de glicinia sobre la que está injertada la que cultivamos, puede conducir a que, con su vigor, llegue a apoderarse del crecimiento y termine por asfixiar a la glicinia que realmente queremos que florezca. Igual que un rosal...
Si decidimos hacerla crecer sobre alguna infraestructura o soporte que tengamos en el jardín debemos ser conscientes de la capacidad que tiene esta planta de crecer. El tallito que apenas mide metro y medio hoy, cuando pasen unos años se habrá convertido en un verdadero monstruo. La planta adquiere dimensiones y peso muy considerable, de manera que el soporte sobre el que crece debe tener resistencia para aguantar la envergadura que adquirirá con el tiempo.
Las glicinias, a poco que se les permita, enroscan sus ramas en cualquier cosa que tengan cerca. Un tallo fino creciendo alrededor del barrote de una ventana no lo dañará pero ese tallo engrosará e irá estrangulando el barrote con el paso de los años.
Es decir, que las glicinias pueden dañar seriamente los soportes sobre los que crecen así que a la hora de proporcionarles uno, debe ser de unas características adecuadas.
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Y por último pero no menos importante es considerar el asombroso desarrollo de sus raíces a la hora de elegir la ubicación de esta trepadora en nuestro jardín. El sistema radicular de una planta adulta puede llegar a ser tan potente que conviene que no esté plantada cerca de cimientos de la casa o infraestructuras que puedan dañarse por las raíces y por el peso de la propia planta.
Razones para que nuestra glicinia no florezca.
Vaya por delante que plantar una Wisteria en nuestro jardín y que pasen varias temporadas sin ver una sola flor, es absolutamente normal. Lo habitual es que las glicinias tarden bastante en producir su primera floración.
Pero además de este comportamiento natural puede haber algunas razones que expliquen por qué nuestra glicinia no "quiere" premiarnos con sus espectaculares flores.
  • Una poda incorrecta puede explicar esta falta de flores.
  • Una ubicación inadecuada en la que no reciba suficiente horas de sol.
  • Falta de nutrición de la planta.
  • Exceso de aporte de nitrógeno en los abonados que le suministramos. El nitrógeno fomentará un gran desarrollo de hojas pero mermará la floración.
  • Exceso de sequedad en el suelo durante el verano que no permite la formación de las yemas florales.
  • La planta que tenemos proviene de la germinación de una semilla. Si este es el caso, lógicamente tardaremos muchos años en ver la primera flor. Pueden transcurrir 15/20 en tardar en florecer, de manera que habría que armarse de paciencia!!
Cuando florecen las glicinias?
Depende un poco del clima. La primera y más espectacular floración en mi zona se produce durante la segunda quincena de abril comienzan ya a estar en flor pero es un poco variable. El año anterior se retrasó hasta el inicio de mayo.
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Ahora, durante el mes de julio se produce la segunda floración. Sin duda no es comparable con la de la primavera ni en cantidad de racimos florales ni en tamaño. Pero sí, nos premia con unas poquitas flores. Incluso en otros meses puede llegar a abrir algún que otro racimo suelto.
Este es un racimo que está alargándose y en un par de días comenzarán a abrir sus flores. Sí debo decir que el color ahora, en verano, es más intenso. Me gusta más incluso!! Lo uno por lo otro..jajaja :)
Qué hay del riego?
Durante el verano, entre julio y agosto, se forman los brotes florales que producirán la floración que vendrá la siguiente temporada. A pesar de ser las glicinias son plantas poco exigentes en ningún sentido y aguantan cierto grado de sequía, si durante el verano nuestra glicinia estuviera demasiado deficitaria en cuanto a su hidratación, podría ser también una causa para explicar esta falta de floración o al menos reducir la abundancia de ésta.
Las glicinias florecen en la madera creada el año anterior. Durante los meses de julio y agosto comienzan a desarrollarse las yemas florales que abrirán en primavera. Conviene asegurarnos de que precisamente, en este momento no le falte agua a la planta. Máxime si vivís como yo en una zona con clima muy caluroso y seco durante los verano. De sufrir sequía, estas yemas florales pueden a fracasar e provocar la ausencia de floración en primavera..
Y la nutrición? Las glicinias son de un crecimiento enorme. Si no presenta déficit apreciables en la coloración de sus hojas o está brotando con normalidad, no seria preciso aportes extraordinarios de nutrientes.
Si vemos preciso añadirle algo de fertilizante conviene hacerlo durante el final del verano/ comienzos de otoño para que pueda formar correctamente las yemas de flor de la siguiente primavera.
El fertilizante lo aplicaremos alrededor de la base de la planta tras un riego en profundidad. A continuación podemos trabajar someramente la tierra para incorporar el abono al suelo y después un segundo riego es todo lo que precisa.
No conviene aportar fertilizantes con demasiado nitrógeno.
Cómo podemos propagar nuestra glicinia?
Hemos mencionado la germinación de las semillas (en primavera) del interior de las vainas que caen al suelo de forma natural. Pero, como comentábamos, este sistema de reproducción conlleva un período demasiado largo a la espera de la floración de la nueva planta.
Otro sistema para propagar la glicinia es tomar esquejes. Éstos deben ser de madera blanda, sin lignificar (sin que haya creado corteza seca y dura exteriormente). Un buen momento para tomar material para esquejar es a finales de primavera o comienzos del verano y podemos usar las ramas que cortamos durante la poda de vera.
El tamaño de estas estacas deben tener al menos 3 nudos o cuatro hojas. Deberemos eliminar cualquier flor u hoja que exista en la mitad superior.
La parte inferior de la estaca deberemos practicarle un corte a un o dos centímetro por debajo de la yema inferior. 
Como cualquier otro esqueje, mojaremos la parte inferior del mismo y lo impregnaremos de hormonas de enraizamiento. A la hora de introducir la estaca así preparada en el sustrato para que enraíce, debemos tener presente que ahondaremos la estaca hasta que sus dos yemas inferiores estén ocultas bajo el sustrato.
Mantener la hidratación correcta y que los esquejes reciban luz pero no sol directo ayudará a la hora de enraizar.
Plantación de brotes basales. Como hemos comentado, suele ser frecuente la aparición de brotes que surgen del suelo cerca de la base de la planta. No son más que brotes que nacen de las raíces horizontales de la planta madre y que pueden llegar a ser plantas autónomas si las preparamos convenientemente.
Si nuestra glicinia está injertada y estos brotes surgen por debajo del punto de injerto, es decir, de las raíces, los brotes basales pertenecerán a la variedad de glicinia que ha servido de patrón
Es decir, si tenemos una glicinia china injertada sobre una glicinia japonesa (que es lo frecuente), y los brotes salen de la raíz, los brotes pertenecerán a la glicinia japonesa, y por tanto tendrá la floración de la variedad del portainjerto. Exactamente igual que en los rosales!!
De todos modos esto no tiene por qué ser un problema. Es posible que deseemos ampliar los tipos de glicinia que cultivamos en nuestro jardín.
Si este es el caso, antes de independizar este brote basal comprobaremos que en su parte inferior ha emitido sus propias raíces. Si es así, estupendo. Lo extraeremos procurando sacar la mayor cantidad posible de raíces para que el arraigo sea más fácil. Si logramos retirarlo con un pequeño pan de tierra, miel sobre hojuelas!!
Si por el contrario, al escarbar un poco alrededor del brote basal, viéramos que no tiene raíces propias, raparemos ligeramente la corteza exterior en la parte más inferior que podamos, siempre a un nivel que quede dentro del suelo. Este rapado fomentará que en ese punto surjan raíces en un tiempo.
Volveremos a cubrir la zona con tierra y mantendremos cuidadosamente la hidratación. Al pasar unos meses, veremos que se han desarrollado raíces suficientes como para independizarlo de la planta madre.
Estos brotes basales pueden ponerse en contenedores en los que nos resulte fácil controlar la hidratación en tanto vemos que están prosperando produciendo nuevo crecimiento. Una vez tengamos seguro su arraigo pueden ser trasladados a su ubicación definitiva.
Un último sistema de reproducción a mencionar es el acodo simple. Si tomamos una rama suficientemente larga como para que descienda hasta el suelo y haya todavía largo suficiente para mantener la parte final de forma vertical atada a un tutor, tendremos una rama adecuada para acodar.
El acodo es un sistema de reproducción vegetativa por el que obtenemos un "clon" de la planta que reproducimos. Es decir, una reproducción exacta (no como con las semillas). Si una parte de un tallo que tenga algún nudo, y le practicamos un pequeño corte sin llegar a romper la rama manteniendo esta zona bajo el sustrato y proporcionando humedad durante un tiempo, en ese punto llegarán a brotar raíces.
Mientras lo hacen, la planta madre suministrará hidratación y alimento al acodo por lo que se trata de un sistema mucho más fácil que los esquejes para reproducir las plantas.
Cuando estas raíces se han desarrollado la nueva planta ya puede abastecerse ella misma del agua y nutrientes así que es el momento de independizarla de la planta madre. Una vez separada podemos llevarla al lugar de plantación que consideremos oportuno.
Si alguno de vosotros quiere ver el sistema de reproducción por acodo paso a paso, puede visitar este artículo en el que se habla del acodo simple de un rosal. El sistema es exactamente el mismo.
Es resistente a las heladas las glicinias? Pues la respuesta es sí y no. jajajajja Y eso como va a ser cierto? Pues lo es. La planta en sí misma puede soportar muy bajas temperaturas. Las heladas por encima de -5º /-7º C no suelen representar ningún problema.
Ahora bien, si se produce una helada una vez están engrosadas las yemas florales, éstas fácilmente pueden congelarse.
Doy buena fe de ello. Eso justo es lo que me ha pasado este año con unas heladas tardías que se produjeron en mi jardín. Las yemas florales engrosadas, incluso muchas empezando a abrir, una noche de helada profunda...y al traste con casi toda la floración!!! La mayoría de capullos amanecieron lánguidos y apagados para secarse en pocos días y caer sin llegar a ver las flores.
Aquí los tenéis!! Ya estaban empezando a alargarse...quince días y hubiera florecido espectacularmente a pesar de llevar conmigo solo tres temporadas. Pues no, veintitantos de marzo y heló...
Contrae con facilidad enfermedades y es atacada por plagas?
Pues no, en general se trata de una planta sana y vigorosa. Sin embargo puede verse afectada por pulgones que una buena rociada con agua y jabón potásico darán solución fácilmente al problema.
Sí hay otra plaga de mucha más gravedad y que no es que sea frecuente pero puede ocurrir. Son los barrenadores de las glicinias. Se trata de escarabajos que, metiéndose por los cortes de las ramas, penetran en el interior e impiden que el agua y los nutrientes circulen a través del tallo con normalidad. Taponar con cola los cortes de las ramas principales cuando practicamos la poda creo que es un sistema preventivo que no cuesta demasiado y puede evitar problemas.
María.

NOTA
Quizás también pueda interesarte el artículo sobre cómo se realiza la poda de esta planta en verano. Es un tutorial con explicaciones detalladas y todo lujo de fotografías para que no tengáis problema alguno a la hora de podar esta planta por muy novato que se sea.
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Un botijo para el huerto y tantos recuerdos...

Son muchas horas las que los jardineros pasamos en el jardín. Tener una serie de comodidades facilita estas horas que estamos en él.
Verano, centro de España, no hace falta que diga más sobre las temperaturas a las que llegamos estos días.
Mi huerto está justo en el extremo opuesto de la parcela a la que está la casa. Cientos de veces, mientras trabajo en él me entra sed. Podría beber de la manguera porque es el mismo agua que sale por los grifos de casa pero... no sé, no me gusta!!
Me bajo (cuando me acuerdo) una botella de agua fresquita pero cuando pasa un par de horas el agua está ya caliente así que me toca subir a casa a beber agua. Uffff, es agotador este sube y baja constante así que se me ha ocurrido que la solución podría ser un botijo de barro en el huerto.

Cómo envejecer una tinaja de barro para el jardín (Tutorial)

Después del disgusto que me llevé el viernes con los daños ocasionados en mi jardín por las lluvias torrenciales al día siguiente pensé que me merecía darme una alegría.
La había visto muchas veces expuesta entre otras parecidas pero me gustaba ésta en concreto. En varias ocasiones estuve tentada de llevármela pero por unas cosas u otras, al final no me decidía y es que ya se sabe, siempre hay dónde gastar el dinero y que corre más prisa.
Pero el viernes por la noche me dije: Nena, porque tú lo vales!! Mañana mismo te compras la tinaja que tanto te gusta.

Hoy, ensalada de verdolaga del jardín (Portulaca oleracea)

He visto verdolagas (Portulaca oleracea) siempre por todo pero no sabía que podía consumirse hasta que mi madre la identificó un día y me hizo una ensalada.
Está realmente deliciosa!!

Después de la lluvia, cobre y azufre a las tomateras del huerto

Tras la lluvia, la humedad entre las plantaciones del huerto aumenta. Es el medio idóneo para el desarrollo de hongos y plagas.
Así que, como más vale prevenir que curar...y aprovechando que ni hoy ni mañana las temperaturas van a llegar a cotas muy altas, una buena rociadita con Azufre y cobre evitará riesgos y problemas.
Iba a aplicar estos productos al atardecer pero miembros de un Grupo de hortelanos de Facebook al que pertenezco, me aconsejaron hacerlo por la mañana bien temprano.
Mi huerto está soleado prácticamente desde que sale el sol de manera que no se podía uno descuidar con la hora.  He preferido que cuando los rayos del sol caigan sobre las matas de tomateras el producto ya se haya secado y así evitar quemaduras. Aunque bueno, este primer sol es suavecito y quema poco.
Ayer se limpiaron todos los bancales de las hojas, ramas que había en ellos tras la terrible tormenta del viernes de manera que el huerto estaba limpito ya. Cortadas los brotes tronchados, eliminadas las ramas que el agua arrancó. Quitadas las hojas picoteadas y llenas de tierra...Ahora solo restaba protegerlas con estos dos productos fungicidas aceptados en agricultura ecológica.
Así que a eso de las siete de la mañana ya estaba yo en el huerto dispuesta a darles el tratamiento a las tomateras.
Prefiero hacer una aplicación con ambos productos y así me ahorro trabajo. Como mi huerto no es grande no preciso demasiados litros de mezcla. Hay que llevar extremo cuidado en ajustarse a la dosificación que indique el envase.
En este caso he usado oxicloruro de cobre y azufre. Ambos en forma de polvo mojable.
Son más preventivos que curativos y conviene usarlos antes de que aparezcan las enfermedades o en el inicio de presentar síntomas.
Es prudente no pulverizar estos productos en días con altas temperaturas o en las horas centrales del día para evitar quemaduras.
Al rociar las plantas debería ponerse especial cuidado en que las pulverización sea con gotas lo más pequeñas posibles, así el producto será más efectivo. También es importante posicionar la boquilla de la mochila en posición hacia arriba para que la mezcla rocíe el envés de las hojas y solo por arriba.
NOTA: Si alguién tiene interés en visitar el artículo de este blog dónde se hablaba de estos dos fungicidas (azufre y oxicloruro de cobre) puede acceder a él en este enlace. Habla de rosales pero los modos de aplicación, dosificación y demás es de aplicación a cualquier planta.

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...