He visto verdolagas (Portulaca oleracea) siempre por todo pero no sabía que podía consumirse hasta que mi madre la identificó un día y me hizo una ensalada.
Está realmente deliciosa!!
Se trata de una planta suculenta con tallos rastreros, rojizos a cuyos lados crecen pequeñas ramitas con hojas carnositas, crujientes...
Como mi perro no tiene una zona del jardín acotada si no que anda por todo él salvo con la excepción del huerto dónde no le permitimos entrar, la verdad es que no suelo tomar hierbas silvestres del jardín que no hayan crecido fuera del "peligro" de sus riegos jajajaj
Quizás por la proximidad a la casa, lo cierto es que otra zona, además del huerto, dónde Iker no "riega" nunca es el jardín trasero, la zona más próxima a la fachada norte de la casa. Así que un día que vi que salían unas matitas las dejé crecer un poco y desde entonces cuando veo que tengo algunas listas para ensalada, me preparo una si no tengo en ese momento en el huerto.
Os muestro una fotografía de como es la planta. Esta crece en otra zona del jardín que ya no está libre de Iker así que de aquí no las cojo.
Procuro arrancarlas cuando son chiquitas porque así son bien tiernas y crujientes. Un poco más grandes quizás están más duras y aunque podría comerse rehogadas, como yo no las cocino nunca así, pues eso, que tan solo utilizo las verdolagas cuando son de tamaño pequeño.
Yo hago la ensalada de lo más sencilla. Como si fuera una lechuga. Sin más.
Lo que sí hay que tener buen cuidado es en su limpieza. Las matas tienen unas raicillas que al ser arrancadas salen con algo de tierra.
Una vez las he recolectado corto la raíz y los centímetros inferiores de los tallos que me parecen más gruesos y por tanto quizás más duros.
Utilizo solamente la parte de tallos finos con hojas chiquitas.
Una vez eliminadas las raíces y tallos gruesos limpio cualquier hoja en mal estado, hierbas que hayan salido al sacar la verdolaga del suelo o cualquier otra suciedad o impureza.
Las enjuago bien dentro de un colador amplio bajo el grifo de la cocina y las dejo un par de horas (o más si me olvido jajajaj) en un bol bien grande totalmente cubiertas de agua fresca con sal para que vayan soltando tierrecilla.
Por mucho que las hayamos limpiado bajo el grifo siempre veo en el fondo del bol algo de tierra.
Cuando ya es hora de comer, saco las verdolagas del bol y las enjuago por última vez bajo el grifo.
El siguiente paso es trocearlas y escurrirlas. Lo demás es lo que se haría con una ensalada de lechuga: aceite, vinagre y sal y las hortalizas que tengamos por costumbre incorporar.
Esta es la ensalada que ha formado parte de mi menú hoy. Así que si no la conocíais y la veis en vuestro jardín, animaros a utilizarla en una ensalada que seguro os resultará deliciosa.
También podéis hacer una tortilla rehogándolas un poquito antes de mezclarlas con huevo y cuajar la tortilla.
Gustáis? :P
Ah!! El plato al lado de la ensalada es salmorejo cordobés. Si no sabéis elaborarlo, ahora que muchos de vosotros que tenéis huerto, estáis quizás empezando a cosecharlos, os invito a preparar esta deliciosa crema fría. Sana, refrescante y que se puede (incluso se debe!) tener preparada del día anterior.
Podéis ver la elaboración (absolutamente rápida, sencilla y fácil) en mi blog de cocina en este enlace: Porra antequerana o salmorejo cordobés. Que de las dos formas se llama.
Buen provecho, amigos.
María.
Llevo tiempo con ganas de probarlas, un día de estos la preparo. Besitos.
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