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Contra el pulgón, una buena ducha con agua antes de aplicar jabón potásico a los rosales.

Empieza el tiempo de las rosas y con él la vigilancia de nuestros rosales. En realidad llevamos semanas que día sí y día también vamos paseando por los jardines y nos paramos hurgando entre las hojas de los rosales a ver cómo van los capullos que vimos ayer y hacemos ejercicios mentales apostando a ver cuántos días les falta estos o a aquellos para abrir. 
Estas visitas debiéramos aprovecharlas también para controlar como van. Mirar los brotes nuevos. Mirar el envés de las hojas y asegurarnos de que no tienen plagas ni enfermedades. 
Será inevitable que las tengan en algún momento pero siempre será mejor atajar los problemas en su inicio que cuando las plagas o esporas estén ya extendidos. Por me permito recordar que si en algún momento nuestros rosales precisan de nuestra atención es ahora, con su vegetación prácticamente recién brotada porque esas hojas, tallos y capullos tiernos representan una poderosa atracción especialmente para unos lindos seres que en algún momento u otro de la temporada siempre hacen su aparición: los pulgones!! Solo tenemos que pararnos un rato frente al rosal que tenga pulgón, enseguida hará su aparición alguna. Ellas siempre tan "colaboradoras" jajajajaj En un momento veremos alguna subir o bajar por los tallos o entretenida sobre una hoja: las hormigas!! Vaya par de dos!! No sé a quién detesto más, si a los unos o a las otras! jejeje


No hay que preocuparse si vemos alguno que otro. Simplemente actuar contra ellos. Ninguna de nuestras rosas morirá, ni siquiera se verá dañada demasiado porque tenga en algún brote algunos pulgones. Más miedo le tengo a los hongos. Los pulgones son fáciles de controlar. Tampoco hay que obsesionarse con ellos e intentar matar moscas a cañonazos. Me parece una barbaridad armarse con una mochila llena de insecticida sistémico que va a dañar más de lo que va a solucionar, para eliminar cuatro pulgones.
Hay modo de hacerlo bastante más civilizadamente y sobretodo con más respeto por la Naturaleza y por los demás seres que habitan el jardín.
Si se tiene la costumbre de observar nuestras rosas a diario y estamos bien atentos, las plagas, salvo contadas ocasiones, no llegarán a poner en riesgo ningún rosal. Muchas veces una simple manguera es arma suficiente contra estos indeseables.
Los rosales fuertes y vigoroso sacan infinidad de tallos nuevos y tienen una vegetación espesa y frondosa. Es el nido perfecto para los pulgones!! Ahí están a sus anchas. Me los imagino frotándose las patitas mientras se están dando un festín a costa de la savia de los tallos que sostienen los capullos que serán nuestras preciosas rosas. Qué se lo han creído!! Van listos si se creen que se apoderarán de mi Pierre de Ronsard. Ja!
He escrito mucho sobre este rosal. Llevo años cultivándolo. No en este jardín porque aquí lo he plantado hace muy poco pero este de mi huerto va con las mismas trazas de convertirse en una bestia parda como los que tuve en el otro jardín. Ya presenta una salud increíble en sus hojas y sus tallos salen del suelo con un vigor que me asombra. Está claro que es una variedad de rosal con una salud envidiable y con un vigor como pocos. El suelo de este jardín en nada se parece al que tenía en el otro jardín. Este es arenoso y con cierta tendencia a la acidez. Aquel era arcilloso y alcalino. Ni siquiera la orientación se parece. Este, para preservar más tiempo sus hermosas rosas, lo planté orientado al este para que no reciba el sol del mediodía. Los otros que cultivé tenían sol todo el santo día!! Así que no son las condiciones de cultivo las que hacen de este rosal un ejemplar maravilloso, es que la variedad sin duda tiene unas cualidades magníficas. Mi PR no me ha decepcionado tampoco en este jardín. Igual que los que tenía en el jardín chiquito, este rebosa salud! Y como aquellos, esta temporada se cuajará de rosas. Ya están sus capullos en el extremos de montones de ramillas laterales preparados para abrirse...


Fijaos, así estaba la primavera pasada, en mayo:
Y fijaos como está ahora, al inicio de esta primavera. Esta es solo su segunda temporada...no está mal lo que ha crecido. No? ;)

Durante este verano llegará a la parte alta del portón del garaje y podré comenzar a guiarlo hacia la derecha, sobre ella para unirse a un rosal que crece en el otro extremo, Rosa 'Night Owl'. Ambas forman una buena asociación a mi entender.
Esta mañana he visto que había pulgones en algunos de sus brotes. No quiero que empiecen a abrir sus rosas y ver como estos malditos bichos recorren sus pétalos. Este rosal tiene una vegetación muy apretada y ello, si no actúo a tiempo, puede favorecer su proliferación así que creo que había que actuar rápido para que el problema no pasara de leve y se convirtiera en grave. 

Los rosales menos tupidos, son más fáciles de controlar. La boquilla de la mochila permite llegar a muchos más rincones y cubrirlos con la mezcla jabonosa que cubrirá sus cuerpos impidiendo que respiren y provocando que finalmente mueran los malditos!!
No suelo aplicar jabón potásico directamente a las plantas con pulgón. Prefiero primero hacer una buena pasada con el chorro de la manguera a presión sobre el nuevo crecimiento. Aunque en estas fotografías el chorro aparece incidiendo sobre los capullos y tallos nuevos y parece que no tienen protección alguna frente a la presión del agua, es así por razones obvias, para poder hacer la fotografía. En realidad yo pongo detrás mi mano izquierda para proteger los tiernos tallos u hojitas mientras con la derecha apunto hacia la zona con pulgón y evitar que se tronchen. Insisto hasta que veo caer la mayoría de pulgones adheridos.

Después de repasar a conciencia todos los extremos de las ramas que es dónde suelen estar los pulgones, doy una buena ducha a todo el rosal ya con la alcachofa de la manguera sin presión.

El agua fresquita a primera hora de la mañana sienta estupendamente al rosal y además de quitar polvo, lo refresca y como siempre lo hago por la mañana, tiene horas de sobra en el día antes de que llegue la noche para secarse bien y no fomentar el crecimiento de hongos. Prefiero no hacer esta operación por la tarde porque no quiero que esté el rosal lleno de humedad durante la noche y arriesgarme por el tema de enfermedades fúngicas.
A continuación, una vez eliminados la mayoría de pulgones, aplico la mezcla de jabón potásico elaborado con la receta que todos conocemos, tratando de meter bien la boquilla entre la vegetación y cerciorándome de que mojo con el jabón el envés de las hojas porque ahí es dónde suelen estar los bichos.
Ahora usamos esta mezcla muy frecuentemente y a mí me resulta muy cómodo simplemente poner a hervir un litro de agua con 250 gramos de jabón potásico. Una vez caliente el agua bato con una batidora vieja la mezcla y la echo en una botella de plástico. La mezcla puede conservarse durante varios días sin corromperse si se guarda en lugar fresco. Así tengo hecho el agua jabonosa suficiente para llenar dos veces una pequeña fumigadora que tengo de 5 litros. De esta manera no tengo más que echar media botella de la mezcla en la fumigadora y añadir agua hasta los cinco litros y rápidamente puedo usarla.

Doy la ducha de agua previamente porque a veces, en algunos tallos, hay mucha acumulación de bichines y es absurdo eliminarlos con la mezcla de jabón a riesgo de quedarte sin suficiente cantidad a mitad de la aplicación por haber gastado demasiado insistiendo en algunas zonas, cuando se pueden eliminar la mayoría previamente con la presión del agua.
Listo!! Mañana o pasado, un repasito a ver qué escabechina he logrado hacer hoy con estos simpáticos y lindos visitantes de mi rosal. Otra duchita para que caigan los "cadáveres" y asunto resuelto!!

Las enfermedades de los rosales (III) Agalla de la corona (Agrobacterium tumefaciens)

Existen muchos tipos de agallas y no todas son perjudiciales para las plantas en general y los rosales en particular. Pensemos sin ir más lejos en las que producen en ocasiones en las raíces los hongos micorrizas siendo la convivencia con la planta beneficiosa para ambas partes.
En otras ocasiones sin embargo las agallas que producen en las raíces diversos organismos no solo no benefician en absoluto al rosal si  no que les afecta gravemente. No existen pues un solo tipo de agallas perjudiciales.
Pero las que nos ocupan hoy son las causadas por la bacteria Agrobacterium tumefaciens y cuyos síntomas se manifiestan en forma de abultamientos de mayor o menor tamaño y que pueden estar ubicados no sólo en partes subterráneas del rosal sino también en ramas y tallos.
Agalla de la corona en rosal - Imagen de Commons Wikipedia

Esta enfermedad conocida como agalla de la corona también es calificada muchas veces como  vesícula de la corona, tumor de raíz o del cuello o agalla del cuello y el agente patógeno que la causa, como hemos dicho,  es la bacteria Agrobacterium tumefaciens.
Se trata de una bacteria que no sólo ataca a rosales si no que frecuentemente se ven afectados por ellas muchos otros tipos de plantas como sauces, álamos, manzanos, cerezos, albaricoques o ciruelas.
Crown gall -detalle Imagen de Wikipedia 
Normalmente se desarrolla en el tallo principal en el punto en que el vástago entra en el suelo, es decir, en la zona alrededor del cuello del rosal, justo por debajo de la superficie del suelo. Pero no es raro que también se desarrollen agallas de este tipo en las raíces e incluso en algunos casos y dado que la bacteria viaja a través del sistema vascular de la planta, puede desarrollar agallas en el tronco e incluso en las ramas.
Cuando la agalla, pasado el tiempo empieza a descomponerse, se desprende y con ello se liberan en el suelo las bacterias de Agrobacterium tumefaciens dónde pueden vivir libremente durante mucho tiempo e infectar en el futuro otras plantaciones. Debido a ésto el único método efectivo para luchar contra esta enfermedad es la prevención.
El tamaño que llega a desarrollar es muy variable, pudiéndose observar agallas desde tan sólo unos pocos centímetros a desarrollos tumorales de 30 cm.
Cuando se encuentra en su fase inicial en el rosal se manifiesta un desarrollo anormal, en forma de abultamiento que en el inicio de su desarrollo presentan un color claro y generalmente son lisas y ligeramente esponjosos. con el tiempo se tornan de un color más oscuras y su aspecto es más seco presentando grietas y fisuras y una textura de madera.
Las agallas limitan el aporte de agua y nutrientes al rosal lo que redunda en un menoscabo del crecimiento y producción floral de la planta llegan incluso a provocar su muerte. Las plantas afectadas por esta enfermedad se manifiestan lógicamente más susceptibles de padecer estrés hídrico, a sufrir daños provocados por heladas y a contraer enfermedades secundarias.
La tolerancia de las plantas a sufrir estas agallas a menudo está en función de su edad. Así como las plantas jóvenes rápidamente se ven afectadas por la enfermedad, podemos ver árboles maduros que aún padeciéndola no presentan síntomas durante mucho tiempo sin manifestar efectos sobre su crecimiento y productividad.
La presencia en el suelo de esta bacteria no es infrecuente. Incluso puede vivir colonizando las raíces y en asociación con determinadas plantas que no se ven perjudicadas por ella y sin llegar a producir agallas. Pero las bacterias presentes en el suelo dónde pueden vivir muchos años tendrán la oportunidad de infectar las plantas susceptibles de contraer la enfermedad si están cerca.
Es muy habitual que la entrada de la bacteria en el rosal se realice a través de una herida. Es decir, puede penetrar en el rosal mediante heridas producidas al trabajar el suelo cercano a la base de la planta o en las raíces al cavar el terreno, a través de los cortes efectuados con los instrumentos infectados por podas de plantaciones enfermas, por injertos, la acción de insectos masticadores.
Cuando se ha producido una herida en las raíces o la base del tallo, el rosal (y las plantas en general) liberan sustancias química que son detectada por la bacteria provocando que se muevan hacia la herida penetrando en ella.
Agalla de la corona en rosal
Imagen de University of Minnesota http://www.extension.umn.edu/
Una vez Agrobacterium tumefaciens infecta el rosal entrando en la planta a través de una herida la bacteria introduce una parte de su propio ADN en las células del rosal induciendo a la planta a una sobreproducción de hormonas que provocan una división celular incontrolada formándose así las vesículas que constituyen el lugar perfecto para que la bacteria viva.
Las bacterias no son activas durante el invierno. Es el clima cálido y soleado lo que favorece su activación. Si la inoculación se produce en un momento de letargo de la planta, la bacteria queda en estado latente y comienza su actividad en el momento en que la planta empieza de nuevo su actividad vegetativa con unas temperaturas que favorece el desarrollo de la bacteria.
Vemos por tanto que la presencia en el suelo de esta bacteria es habitual, que convive con algunas plantaciones que soportan su presencia y que las sustancias emitidas desde una herida producida en las raíces de un rosal o planta susceptible de ser infectada representa un "reclamo" para las bacteria que haya en ese suelo pudiéndose infectar fácilmente y comenzando así el desarrollo de unas agallas en sus raíces, tallo e incluso ramas.
Así pues la propagación sigue distintos caminos: El contagio a través del suelo desde las raíces de una planta enferma; el contagio a través de la introducción de las bacterias en el jardín por la compra de plantas infectadas; la dispersión de la bacteria una vez que las vesículas comienzan  a pudrirse cayendo al suelo parte de sus capas externas llevando con ellas las bacterias, en él pueden vivir mucho tiempo (especialmente si no son suelos ácidos) y tienen la capacidad de infectar otras plantaciones y dónde el agua puede ser un vehículo para extenderse; incluso la inoculación de Agrobacterium tumefaciens a través de heridas producidas en las podas y debidas a golpes provocados al trabajar el suelo alrededor de las plantaciones haciendo uso de herramientas sin desinfectar.
Parece ser que estas bacterias son más activas durante el verano y que se encuentran "más a gusto" en suelo alcalinos y áridos y en aguas con pH bajo.
Crown gall rose - University of Minnesota
http://www.extension.umn.edu/

Teniendo en cuenta cómo vive, se traslada e infecta esta bacteria éstas son algunas de las medidas preventivas que podemos llevar a cabo:
Llevemos por tanto cuidado a la hora del laboreo de la tierra alrededor de los rosales. Un golpe con una azada puede provocar una herida en la parte baja de los tallos e incluso en las propias raíces creando con ello una puerta de entrada a la infección.
Las heladas producen frecuentemente fisuras en las cortezas de los tallos. Un buen acolchado que proteja el suelo de las bajas temperaturas invernales podría ser un buen sistema para evitar de alguna manera estos daños al ser más difícil que se produzcan agrietamientos de la corteza.
La falta de riego y la desnutrición provoca grietas en tallos y raíces. Evitemos el riesgo de contagio suministrando a nuestros rosales la hidratación y alimentación que precisan.
Los insectos, sobretodo los que ingieren madera,  son también vehículos de transmisión de las bacterias. Vigilemos con frecuencia el estado de nuestros rosales y estemos atentos a la presencia de plagas para poder actuar sobre ellas antes de que lleguen a ser un problema que ponga en riesgo las plantaciones.
El uso de herramientas limpias y desinfectadas se hace imprescindible. Podar un rosal con unas  tijeras que se han usado previamente en la poda de otro que tiene agallas de la corona es un riesgo que no deberíamos correr si no queremos transmitir de una planta a otra la enfermedad. Limpiemos de barro y cualquier material las podadoras tras su uso y desinfectemos después con alcohol las cuchillas de corte de las tijeras, cizallas y sierras.
Cuando eliminemos del jardín una planta infectada tengamos la precaución de eliminar con ella todo el suelo que la rodea y no usarlo en otras partes del jardín. Por supuesto deshacernos de todo el material destruyéndolo (quemándolo si podemos) y evidentemente no usarlo en la fabricación de compost. Reemplazar el suelo con sustrato fresco y limpio.
No hace falta decir que es inaceptable arrojar este tipo de material contaminado a vertederos municipales o parcelas abandonadas. ni abandonarlo en zonas sin control fuera de nuestra parcela.
No utilizar ninguna de las partes de una planta infectada para esquejes. Aunque la vesícula esté en la raíz, sepamos que una vez que la bacteria entra en el xilema del rosal es muy probable que cualquier parte del ejemplar que utilicemos propagará también la enfermedad.
No plantar en esa zona del jardín al menos durante cinco años.
Y por supuesto no plantar nuevos rosales en las zonas del jardín cercanas a dónde hemos detectado la presencia de agallas de la corona en otros rosales cercanos o en otras plantaciones.
Inspeccionar cuidadosamente los rosales a raíz desnuda que compremos así como los que adquiramos en contenedor y rechazar cualquier ejemplar en el que observemos la presencia de abultamientos sospechosos en raíces o tallos.
No tenemos conocimiento de que exista en el mercado español tratamientos químicos eficaces contra la agalla de la corona una vez se ha contraído la enfermedad. Agradecería que si alguno de vosotros tiene constancia de que estamos en un error, nos lo hiciera saber. Inmediatamente editaríamos este artículo hablando del producto o tratamiento que tengáis seguridad de su eficacia.
Parece ser que algunos compuestos a base de Agrobacterium radiobacter (Cepa K-84) u otras cepas mejoradas (Cepa K1029) pueden utilizarse para impregnar en estas emulsiones la base de los tallos cuando se ponen a enraizar las raíces de los rosales plantados a raíz desnuda o la base de los tallos para esquejes previniendo así la infección.  Este control biológico se comercializa como Galltrol A, Norbac 84C, Gallexare, NOGALL, o Diegall.
Hemos consultado algunos artículos sobre productos que parecen introducir alguna esperanza si no en la curación sí al menos en el control esta enfermedad. Aunque también es cierto que siendo afirmaciones de las propias marcas creadoras de los tratamientos, no nos ofrece garantía total de que esté comprobado rigurosamente su eficacia.
En todo caso os comento tres de ellos que por otra parte creo (no estoy segura) no son de venta todavía en España.
Gallexis es un producto con el que según hemos leído puede lucharse contra este tipo de agallas. Repetimos que estos comentarios los hacemos con toda la prevención ya que no hemos encontrado información fiable que asegure su efectividad. Se supone que con este producto se impregnan las superficies de corte tras elimimar las agallas presentes en una plantación y se hace dos veces, en primavera y en verano. Consiste en una emulsión fluida de agua en derivados de queroseno.
Biogram,  una empresa chilena con algunos años de experiencia en la producción y venta de insumos biotecnológicos para la agricultura, ha desarrollado uno sus producto comercializado bajo el nombre de Biobacter 84® y parece ser que es bastante efectivo a la hora de prevenir la agalla de la corona creando una especie de escudo biológico que impide que la enfermedad llegue a contraerse. Actúa por tanto de modo preventivo.
Es de aplicación en dos momentos. Uno en los propios viveros inoculando toda la base radicular de las plántulas. La segunda vez en el momento el trasplante.
Es posible que en breve esté a la venta en España dado que Biogram, su empresa creadora, tiene como reto internacionalizar sus ventas.

En algún Foro de jardinería también hemos tenido noticia de la existencia de un producto producido por la empresa Futureco S.L que hace ya años firmó un acuerdo de distribución para Europa y Magreb y que se conoce con el nombre de "Nogall".
Recordemos que en los años 70 se descubrió una cepa de Agrobacterium radiobacter (K84) que parece ser que inhibía el desarrollo de las agallas de la corona. Posteriormente se obtuvo una cepa mejorada (K1026)  y que puede controlar mejor la enfermedad.
Este producto se vende desde hace años en Australia y EEUU y la emresa inició hace tiempo los trámites para registrar el producto en Europa. No disponemos de información sobre si actualmente está a la venta en nuestro país.

En todo caso no sé por qué pienso que estos productos deben tener un precio que quizás para un aficionado al cultivo de rosas le resulte más rentable sustituir el ejemplar enfermo por uno sano.

Cómo combatir la cochinilla acanalada (Icerya purchasi) con remedios ecológicos

Esta mañana he retirado las flores de algunas Euphorbia characias. Solo estaban presentes en una de sus ramas pero no me imaginaba ni por asomo que pudiera tener estos inquilinos. Están de buen año. Eh!! Se trata de un insecto parásito que se alimenta de la savia de la planta. Es una plaga de bastante difícil eliminación si dejamos que invada la planta. Son Icerya purchasi, conocidas como cochinilla acanalada.

Una vez instalada en la planta se alimenta de su savia lo que deteriora lógicamente su estado y la debilita pero los daños también son indirectos y no menos graves .
La savia que succionan de la planta es excretada en forma de melaza. A esta melaza por la que se ven fuertemente atraídas las hormigas se adhieren hongos y bacteria y el trasiego de las hormigas son un foco de patógenos que pueden hacer más daño a la planta que la labor succionadora de la propia cochinilla.

Frecuentemente sobre esta melaza se instala el hongo Negrilla que debilita también la planta que al ennegrecer las hojas impide su función de fotosíntesis 
Detectar la plaga a tiempo es importantísimo. La hembra de la cochinilla es capaz de poner una ingente cantidad de huevos al día que en un alto porcentaje llegan a adultos. Si la plaga se nos descontrola y llega a invadir masivamente la planta puede llegar a secarla y provocar su muerte.

Lo que vemos en estas fotografías son cochinillas hembra con su ovisaco (cubierta blanca acanalada en cuyo interior portan los huevos y crías en distintos estados de desarrollo) hasta que llegan al estado adulto. Pero también pueden reproducirse como los pulgones, por partenogénesis sin necesidad de que haya apareamiento.
Los machos tienen un tamaño muy inferior y no suelen verse porque son voladores.

Suelen situarse en el envés de las hojas que la parte de la que les resulta más fácil succionar la savia dado que en ella se encuentran los estomas y es más permeable que el haz. Generalmente las cochinillas más adultas se ubican en los tallos. Es habitual ver cerca de ellas a las hormigas por las que están protegidas por las hormigas que las protegen para poder alimentarse de la melaza que las cochinillas producen. 


Es en climas secos y cálidos dónde la cochinlla encuentra su ambiente más propicio para desarrollarse. Icerya purchasi  puede convertirse fácilmente en plaga muy dañina si no se detecta a tiempo y llega a invadir la planta. 
Recordemos que el mejor tratamiento es el preventivo. Es de suma importancia hacer las aplicaciones de aceites insecticidas durante los meses invernales. Este tema lo hemos tratado en el artículo publicado en diciembre de 2014: Tratamientos preventivos de invierno: aceites insecticidas
La diversidad de plantaciones y fomentar que en nuestros jardines puedan vivir sin ser atacados por los insecticidas químicos los depredadores naturales de las plagas mantendrán éstas bajo control. Este caso el depredador natural de la cochinilla acanalada es Rodolia cardinalis un escarabajo que come estos insectos y que son grandes valedores para luchar contra estas cochinillas.



Pero también nuestra labor vigilante puede ahorrarnos muchos problemas e impedir que le problema se nos vaya de las manos. De ahí la importancia de un control sistemático y de realizar revisiones muy frecuentes de  la salud de nuestras plantas. Estar al tanto es el modo de que aunque aparezcan se pueda luchar contra ellas sin dificultad. 
Lo mejor es retirar manualmente la mayor cantidad posible de ellas una vez las detectemos. Unos palitos de los usados para los bebés empapados en alcohol resultan idóneos. Una 
Una vez limpiadas la mayoría de ellas con este sistema, deberíamos rociar la planta con jabón potásico disuelto en agua pudiendo añadirse un chorrito de alcohol si se desea. El jabón potásico aparte de ser un producto inofensivo para la planta y no dañar a los demás insectos, tiene la capacidad de reblandecer el exoesqueleto de estos insectos dejándolos muy debilitados.
Edito el siguiente párrafo tras hablar con Pilar Bueno y aclararme ella que el aceite de nem no está considerado como producto ecológico en la legislación europa:
Si la cantidad de cochinilla es mínima con este tratamiento será suficiente. De lo contrario, si el problema está algo más avanzado es muy acosejable la aplicación y tratamiento con azadiractina (se extrae del aceite de nem) Con relación al aceite de nem que muchos, entre ellos yo hasta hoy que me ha aclarado las cosas mi amiga Pilar Bueno, creía que era ecológico hay que decir que no lo es. 
Estos serían tratamientos contra las hembras. Los machos al ser voladores deberán ser limitados ubicando cerca de la planta afectada alguna trampa cromática. Podéis ver en este enlace del conocido blog sobre huertos 'La huertina de Tony' de qué manera tan fácil podemos confeccionar estas trampas.

Pero no hay que olvidar que si alguna quedó seguirá protegida frente a depredadores por las hormigas si no limpiamos la melaza segregada por la plaga. Esta melaza es un foco de infección y atrae hongos y bacterias muy perjudiciales para la salud de la planta.
Existen productos específicos para esta limpieza llamados "limpiadores de melaza' que llevan generalmente un desinfectante. Yo no los he usado nunca así que no sé sus resultados pero una solución casera a base de ajo machacado y disuelto en agua y pulverizado por toda la planta resulta bastante efectivo.
De todos modos tampoco hay que tratar de erradicar de forma absoluta a las plagas de nuestro jardín. La presencia de alguna cochinilla en una medida aceptable y soportable para nuestras plantas no va a causar daños irreparables y a la vez mantendrá a sus depredadores como mariquitas (Coccinella septempunctata), Rodolia cardinalis y crisopas. Es el equilibrio entre plagas y depredadores lo que se produce en un jardín en el que se aplican técnicas respetuosas con la vida que hay en él.
Imagen de Wikipedia. Fotografía de Katja Schulz.

El uso de insecticidas químicos indudablemente es más rápido y efectivo en principio. Lo decimos siempre. Es pan para hoy y hambre para mañana. Indudablemente erradicaremos la plaga con la aplicación de estos productos. El problema es que también eliminaremos a sus depredadores naturales. Pero estas plagas tienen una increíble capacidad de reproducción y la siguiente vez que se hagan presentes en nuestras plantas no tendrán competidores porque nos los habremos cargado con el uso de insecticidas químicos. Esto llevará a una situación peor y más grave. Es un círculo vicioso. 
Pensemos muy bien qué aplicamos en nuestros jardines y a nuestras plantas. Pensemos en las consecuencias del uso de ciertos productos en el equilibrio imprescindible que debe producirse en cualquier jardín sano y vivo. Aquello que cambia las condiciones de manera que elimine plagas a expensas de eliminar fauna beneficiosa está claro que solo nos lleva una situación de problema que cada vez será más difícil de solucionar. Es una espiral. 
Lo repito siempre pero no me importa. No hablo de abandono ni de desidia con las plantas ni de permitir que las plagas se apoderen de ellas hasta matarlas. No. No hablo de eso. Hablo de permitir que ellas mismas generen resistencias. 
Controlemos nuestras plantas y actuemos cuando veamos que están empezando a ser dañadas. Pero no es cuestión de correr mochila a la espalda a exterminar el primer pulgón que vemos. Una plaga en un grado controlado permite la coexistencia en el jardín de la fauna precisa para eliminarla y con ello se hace posible el tan ansiado equilibrio y la tan deseada diversidad. Erradicar del todo las plagas hace incompatible la pervivencia de los depredadores. No temamos, unos pocos pulgones no matarán nuestras plantas. Si estamos tan encima de ellas sobreprogiéndolas y no sometiéndolas jamás a ninguna lucha por ellas mismas estamos cultivando plantas en el fondo débiles. Control sí. Asepsia absoluta en el jardín quizás es excesivo. Verdad?
Y en todo caso, si la lucha se hace precisa, que sea con medios y producto que no alteren los ecosistemas ni dañen nuestro jardín y con ello la Naturaleza dónde se inserta.


Artículos sobre rosales: plantación, poda, mulching, fertilización, técnicas de cultivo, variedades, plagas y enfermedades...

Os comentaba el otro día, cuando colgué una entrada con los post que trataban más o menos extensamente de algunas variedades de rosales, que estaba ordenando el resto de artículos sobre rosales. 
Aquí están. Los he agrupado en secciones que me han parecido que les vinculaba entre ellos. 
No es fácil incluir los artículos en una sola sección porque algunos tratan sobre varias pero bueno, creo que al menos tenerlos todos agrupados va a facilitar el buscar un post determinado a quién tenga interés en leer alguno en concreto o encontrar alguno más que no sabía que estaba colgado sobre una temática determinada. 
Espero que veáis útil esta agrupación.
Abajo os dejo una hoja de Excel, pinchando sobre cualquier línea se os abrirá en otra página el artículo que hayáis seleccionado. Tan solo tenéis que regresar a esta página que seguirá abierta e indicar si queréis abrir otro post pinchando en el enlace que deseéis.
Esta hoja se actualizará y ampliará automáticamente según vaya yo colgando más artículos.
Que tengáis un feliz fin de semana!! ;)



Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...