Esta mañana he retirado las flores de algunas Euphorbia characias. Solo estaban presentes en una de sus ramas pero no me imaginaba ni por asomo que pudiera tener estos inquilinos. Están de buen año. Eh!! Se trata de un insecto parásito que se alimenta de la savia de la planta. Es una plaga de bastante difícil eliminación si dejamos que invada la planta. Son Icerya purchasi, conocidas como cochinilla acanalada.
Una vez instalada en la planta se alimenta de su savia lo que deteriora lógicamente su estado y la debilita pero los daños también son indirectos y no menos graves .
La savia que succionan de la planta es excretada en forma de melaza. A esta melaza por la que se ven fuertemente atraídas las hormigas se adhieren hongos y bacteria y el trasiego de las hormigas son un foco de patógenos que pueden hacer más daño a la planta que la labor succionadora de la propia cochinilla.
Frecuentemente sobre esta melaza se instala el hongo Negrilla que debilita también la planta que al ennegrecer las hojas impide su función de fotosíntesis
Detectar la plaga a tiempo es importantísimo. La hembra de la cochinilla es capaz de poner una ingente cantidad de huevos al día que en un alto porcentaje llegan a adultos. Si la plaga se nos descontrola y llega a invadir masivamente la planta puede llegar a secarla y provocar su muerte.
Lo que vemos en estas fotografías son cochinillas hembra con su ovisaco (cubierta blanca acanalada en cuyo interior portan los huevos y crías en distintos estados de desarrollo) hasta que llegan al estado adulto. Pero también pueden reproducirse como los pulgones, por partenogénesis sin necesidad de que haya apareamiento.
Los machos tienen un tamaño muy inferior y no suelen verse porque son voladores.
Suelen situarse en el envés de las hojas que la parte de la que les resulta más fácil succionar la savia dado que en ella se encuentran los estomas y es más permeable que el haz. Generalmente las cochinillas más adultas se ubican en los tallos. Es habitual ver cerca de ellas a las hormigas por las que están protegidas por las hormigas que las protegen para poder alimentarse de la melaza que las cochinillas producen.
Es en climas secos y cálidos dónde la cochinlla encuentra su ambiente más propicio para desarrollarse. Icerya purchasi puede convertirse fácilmente en plaga muy dañina si no se detecta a tiempo y llega a invadir la planta.
Recordemos que el mejor tratamiento es el preventivo. Es de suma importancia hacer las aplicaciones de aceites insecticidas durante los meses invernales. Este tema lo hemos tratado en el artículo publicado en diciembre de 2014: Tratamientos preventivos de invierno: aceites insecticidas
La diversidad de plantaciones y fomentar que en nuestros jardines puedan vivir sin ser atacados por los insecticidas químicos los depredadores naturales de las plagas mantendrán éstas bajo control. Este caso el depredador natural de la cochinilla acanalada es Rodolia cardinalis un escarabajo que come estos insectos y que son grandes valedores para luchar contra estas cochinillas.
Pero también nuestra labor vigilante puede ahorrarnos muchos problemas e impedir que le problema se nos vaya de las manos. De ahí la importancia de un control sistemático y de realizar revisiones muy frecuentes de la salud de nuestras plantas. Estar al tanto es el modo de que aunque aparezcan se pueda luchar contra ellas sin dificultad.
Lo mejor es retirar manualmente la mayor cantidad posible de ellas una vez las detectemos. Unos palitos de los usados para los bebés empapados en alcohol resultan idóneos. Una
Una vez limpiadas la mayoría de ellas con este sistema, deberíamos rociar la planta con jabón potásico disuelto en agua pudiendo añadirse un chorrito de alcohol si se desea. El jabón potásico aparte de ser un producto inofensivo para la planta y no dañar a los demás insectos, tiene la capacidad de reblandecer el exoesqueleto de estos insectos dejándolos muy debilitados.
Edito el siguiente párrafo tras hablar con Pilar Bueno y aclararme ella que el aceite de nem no está considerado como producto ecológico en la legislación europa:
Si la cantidad de cochinilla es mínima con este tratamiento será suficiente. De lo contrario, si el problema está algo más avanzado es muy acosejable la aplicación y tratamiento con azadiractina (se extrae del aceite de nem) Con relación al aceite de nem que muchos, entre ellos yo hasta hoy que me ha aclarado las cosas mi amiga Pilar Bueno, creía que era ecológico hay que decir que no lo es.
Estos serían tratamientos contra las hembras. Los machos al ser voladores deberán ser limitados ubicando cerca de la planta afectada alguna trampa cromática. Podéis ver en este enlace del conocido blog sobre huertos 'La huertina de Tony' de qué manera tan fácil podemos confeccionar estas trampas.
Pero no hay que olvidar que si alguna quedó seguirá protegida frente a depredadores por las hormigas si no limpiamos la melaza segregada por la plaga. Esta melaza es un foco de infección y atrae hongos y bacterias muy perjudiciales para la salud de la planta.
Existen productos específicos para esta limpieza llamados "limpiadores de melaza' que llevan generalmente un desinfectante. Yo no los he usado nunca así que no sé sus resultados pero una solución casera a base de ajo machacado y disuelto en agua y pulverizado por toda la planta resulta bastante efectivo.
De todos modos tampoco hay que tratar de erradicar de forma absoluta a las plagas de nuestro jardín. La presencia de alguna cochinilla en una medida aceptable y soportable para nuestras plantas no va a causar daños irreparables y a la vez mantendrá a sus depredadores como mariquitas (Coccinella septempunctata), Rodolia cardinalis y crisopas. Es el equilibrio entre plagas y depredadores lo que se produce en un jardín en el que se aplican técnicas respetuosas con la vida que hay en él.
El uso de insecticidas químicos indudablemente es más rápido y efectivo en principio. Lo decimos siempre. Es pan para hoy y hambre para mañana. Indudablemente erradicaremos la plaga con la aplicación de estos productos. El problema es que también eliminaremos a sus depredadores naturales. Pero estas plagas tienen una increíble capacidad de reproducción y la siguiente vez que se hagan presentes en nuestras plantas no tendrán competidores porque nos los habremos cargado con el uso de insecticidas químicos. Esto llevará a una situación peor y más grave. Es un círculo vicioso.
Pensemos muy bien qué aplicamos en nuestros jardines y a nuestras plantas. Pensemos en las consecuencias del uso de ciertos productos en el equilibrio imprescindible que debe producirse en cualquier jardín sano y vivo. Aquello que cambia las condiciones de manera que elimine plagas a expensas de eliminar fauna beneficiosa está claro que solo nos lleva una situación de problema que cada vez será más difícil de solucionar. Es una espiral.
Lo repito siempre pero no me importa. No hablo de abandono ni de desidia con las plantas ni de permitir que las plagas se apoderen de ellas hasta matarlas. No. No hablo de eso. Hablo de permitir que ellas mismas generen resistencias.
Controlemos nuestras plantas y actuemos cuando veamos que están empezando a ser dañadas. Pero no es cuestión de correr mochila a la espalda a exterminar el primer pulgón que vemos. Una plaga en un grado controlado permite la coexistencia en el jardín de la fauna precisa para eliminarla y con ello se hace posible el tan ansiado equilibrio y la tan deseada diversidad. Erradicar del todo las plagas hace incompatible la pervivencia de los depredadores. No temamos, unos pocos pulgones no matarán nuestras plantas. Si estamos tan encima de ellas sobreprogiéndolas y no sometiéndolas jamás a ninguna lucha por ellas mismas estamos cultivando plantas en el fondo débiles. Control sí. Asepsia absoluta en el jardín quizás es excesivo. Verdad?
Y en todo caso, si la lucha se hace precisa, que sea con medios y producto que no alteren los ecosistemas ni dañen nuestro jardín y con ello la Naturaleza dónde se inserta.
Una vez instalada en la planta se alimenta de su savia lo que deteriora lógicamente su estado y la debilita pero los daños también son indirectos y no menos graves .
La savia que succionan de la planta es excretada en forma de melaza. A esta melaza por la que se ven fuertemente atraídas las hormigas se adhieren hongos y bacteria y el trasiego de las hormigas son un foco de patógenos que pueden hacer más daño a la planta que la labor succionadora de la propia cochinilla.
Frecuentemente sobre esta melaza se instala el hongo Negrilla que debilita también la planta que al ennegrecer las hojas impide su función de fotosíntesis
Detectar la plaga a tiempo es importantísimo. La hembra de la cochinilla es capaz de poner una ingente cantidad de huevos al día que en un alto porcentaje llegan a adultos. Si la plaga se nos descontrola y llega a invadir masivamente la planta puede llegar a secarla y provocar su muerte.
Lo que vemos en estas fotografías son cochinillas hembra con su ovisaco (cubierta blanca acanalada en cuyo interior portan los huevos y crías en distintos estados de desarrollo) hasta que llegan al estado adulto. Pero también pueden reproducirse como los pulgones, por partenogénesis sin necesidad de que haya apareamiento.
Los machos tienen un tamaño muy inferior y no suelen verse porque son voladores.
Suelen situarse en el envés de las hojas que la parte de la que les resulta más fácil succionar la savia dado que en ella se encuentran los estomas y es más permeable que el haz. Generalmente las cochinillas más adultas se ubican en los tallos. Es habitual ver cerca de ellas a las hormigas por las que están protegidas por las hormigas que las protegen para poder alimentarse de la melaza que las cochinillas producen.
Es en climas secos y cálidos dónde la cochinlla encuentra su ambiente más propicio para desarrollarse. Icerya purchasi puede convertirse fácilmente en plaga muy dañina si no se detecta a tiempo y llega a invadir la planta.
Recordemos que el mejor tratamiento es el preventivo. Es de suma importancia hacer las aplicaciones de aceites insecticidas durante los meses invernales. Este tema lo hemos tratado en el artículo publicado en diciembre de 2014: Tratamientos preventivos de invierno: aceites insecticidas
La diversidad de plantaciones y fomentar que en nuestros jardines puedan vivir sin ser atacados por los insecticidas químicos los depredadores naturales de las plagas mantendrán éstas bajo control. Este caso el depredador natural de la cochinilla acanalada es Rodolia cardinalis un escarabajo que come estos insectos y que son grandes valedores para luchar contra estas cochinillas.
Pero también nuestra labor vigilante puede ahorrarnos muchos problemas e impedir que le problema se nos vaya de las manos. De ahí la importancia de un control sistemático y de realizar revisiones muy frecuentes de la salud de nuestras plantas. Estar al tanto es el modo de que aunque aparezcan se pueda luchar contra ellas sin dificultad.
Lo mejor es retirar manualmente la mayor cantidad posible de ellas una vez las detectemos. Unos palitos de los usados para los bebés empapados en alcohol resultan idóneos. Una
Una vez limpiadas la mayoría de ellas con este sistema, deberíamos rociar la planta con jabón potásico disuelto en agua pudiendo añadirse un chorrito de alcohol si se desea. El jabón potásico aparte de ser un producto inofensivo para la planta y no dañar a los demás insectos, tiene la capacidad de reblandecer el exoesqueleto de estos insectos dejándolos muy debilitados.
Edito el siguiente párrafo tras hablar con Pilar Bueno y aclararme ella que el aceite de nem no está considerado como producto ecológico en la legislación europa:
Si la cantidad de cochinilla es mínima con este tratamiento será suficiente. De lo contrario, si el problema está algo más avanzado es muy acosejable la aplicación y tratamiento con azadiractina (se extrae del aceite de nem) Con relación al aceite de nem que muchos, entre ellos yo hasta hoy que me ha aclarado las cosas mi amiga Pilar Bueno, creía que era ecológico hay que decir que no lo es.
Estos serían tratamientos contra las hembras. Los machos al ser voladores deberán ser limitados ubicando cerca de la planta afectada alguna trampa cromática. Podéis ver en este enlace del conocido blog sobre huertos 'La huertina de Tony' de qué manera tan fácil podemos confeccionar estas trampas.
Pero no hay que olvidar que si alguna quedó seguirá protegida frente a depredadores por las hormigas si no limpiamos la melaza segregada por la plaga. Esta melaza es un foco de infección y atrae hongos y bacterias muy perjudiciales para la salud de la planta.
Existen productos específicos para esta limpieza llamados "limpiadores de melaza' que llevan generalmente un desinfectante. Yo no los he usado nunca así que no sé sus resultados pero una solución casera a base de ajo machacado y disuelto en agua y pulverizado por toda la planta resulta bastante efectivo.
De todos modos tampoco hay que tratar de erradicar de forma absoluta a las plagas de nuestro jardín. La presencia de alguna cochinilla en una medida aceptable y soportable para nuestras plantas no va a causar daños irreparables y a la vez mantendrá a sus depredadores como mariquitas (Coccinella septempunctata), Rodolia cardinalis y crisopas. Es el equilibrio entre plagas y depredadores lo que se produce en un jardín en el que se aplican técnicas respetuosas con la vida que hay en él.
Imagen de Wikipedia. Fotografía de Katja Schulz. |
El uso de insecticidas químicos indudablemente es más rápido y efectivo en principio. Lo decimos siempre. Es pan para hoy y hambre para mañana. Indudablemente erradicaremos la plaga con la aplicación de estos productos. El problema es que también eliminaremos a sus depredadores naturales. Pero estas plagas tienen una increíble capacidad de reproducción y la siguiente vez que se hagan presentes en nuestras plantas no tendrán competidores porque nos los habremos cargado con el uso de insecticidas químicos. Esto llevará a una situación peor y más grave. Es un círculo vicioso.
Pensemos muy bien qué aplicamos en nuestros jardines y a nuestras plantas. Pensemos en las consecuencias del uso de ciertos productos en el equilibrio imprescindible que debe producirse en cualquier jardín sano y vivo. Aquello que cambia las condiciones de manera que elimine plagas a expensas de eliminar fauna beneficiosa está claro que solo nos lleva una situación de problema que cada vez será más difícil de solucionar. Es una espiral.
Lo repito siempre pero no me importa. No hablo de abandono ni de desidia con las plantas ni de permitir que las plagas se apoderen de ellas hasta matarlas. No. No hablo de eso. Hablo de permitir que ellas mismas generen resistencias.
Controlemos nuestras plantas y actuemos cuando veamos que están empezando a ser dañadas. Pero no es cuestión de correr mochila a la espalda a exterminar el primer pulgón que vemos. Una plaga en un grado controlado permite la coexistencia en el jardín de la fauna precisa para eliminarla y con ello se hace posible el tan ansiado equilibrio y la tan deseada diversidad. Erradicar del todo las plagas hace incompatible la pervivencia de los depredadores. No temamos, unos pocos pulgones no matarán nuestras plantas. Si estamos tan encima de ellas sobreprogiéndolas y no sometiéndolas jamás a ninguna lucha por ellas mismas estamos cultivando plantas en el fondo débiles. Control sí. Asepsia absoluta en el jardín quizás es excesivo. Verdad?
Y en todo caso, si la lucha se hace precisa, que sea con medios y producto que no alteren los ecosistemas ni dañen nuestro jardín y con ello la Naturaleza dónde se inserta.