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Con todos los boletos para dejar de estar: Ficus carica (Higuera)

Mal ubicado, enfermo, reviejo, jamás dio un fruto decente, ocupa un lugar privilegiado que no se gana "su hermosura". Es más, algo en ella la convierte en una especie de "pegote" que no viene a cuento para nada dónde crece. Todo en ella desdice de lo que la rodea...En fin, que tiene la pobre todos los boletos comprados para no seguir estando una temporada más. Es verdad!! :)

Qué le salva entonces? Le salva que está a los pies de una plataforma de gran tamaño que en su día sirvió de base para una de esas piscinas desmontables, muy grande, para que la chiquillería que entonces corría y gritaba por lo que ahora es mi jardín, pasara los veranos disfrutando al sol mientras los abuelos los veían crecer.
Una plataforma desde la que se tiene una de las mejores panorámicas del jardín y que sobre ella hay una enorme terraza desde la que además de divisarse esa plataforma y buena parte del jardín, también se ven las montañas a lo lejos, el pueblo, el entorno.
Esos dos espacios son palabras mayores. Necesitan reflexión, sosiego y ninguna prisa para pensarlas muy muy despacio. No puede haber errores, así que he ido haciendo las zonas de las que estoy segura y aplazando para el final las más importantes, las que determinarán sustancialmente el jardín.

A ratos veo a los pies de dónde está esa higuera un estanque que podría divisarse desde la plataforma y desde la misma terraza de arriba...o quizás un río seco. Por qué no? Y veo un árbol de hermoso color en otoño en lugar de la raquítica higuera... quién sabe lo que habrá finalmente!!

Los jardines deben interiorizarse. Yo creo que se debe hacer una estructura principal de árboles y arbustos que sean el soporte. Que constituyan las grandes directrices del jardín y sobre esta estructura ir insertando vivaces, bulbos, anuales, perennes ...que sirvan de acompañantes y constituyan un todo armónico. Pero eso, en un espacio tan grande como el jardín que cultivo necesita tiempo. Necesita ir despacio zona por zona haciéndolo en sintonía con el resto de espacios. Creando un todo, mientras se hacen las partes. Igual que cuando se pinta un cuadro al óleo. Se pinta todo a la vez, no se termina una parte del todo y se prosigue con otra. Eso no es pintar, eso es tapar con pintura trozos de lienzo :) Un cuadro es hermoso cuando hay sintonía, cuando una especie de velo lo cubre entero y te hace sentir que está presente en todo él

Y este cuadro que es el jardín que estoy "pintando", precisa que los arbustos recién plantados crezcan algo, que ocupen algo más de lo que ocupan...creen una verticalidad que aún no tienen para que su propia presencia vayan pidiendo lo que precisan alrededor...Así veo yo este proyecto.

Los jardines deben pasearse y vivirse según se van haciendo. Y a este mío le quedan tantos paseos por dar!! :) Aún está en pañales...
Y mientras voy madurando a fuego lento las mil ideas que tengo, y mientras voy dejando pasar el tiempo para ir asimilando e interiorizando tanto cambio en mi jardín  en este último año (que también es necesario) esta pobre higuera gana tiempo al tiempo y logra robarme alguna temporada más para volver a brotar ;)

Al fin y al cabo todo lo que crece o ha crecido en mi jardín se ganó haberlo hecho. Hay enebros y pinos en él que Dios sabe el tiempo y la de años que les tomó llegar a ser de ese tamaño y hermosura. La cosa es que esta pobre higuera creo que jamás fue hermosa jajaja ni en su más lejana juventud!!
Pero no quiero ser injusta del todo. Y, lo reconozco, tiene su punto de hermosura estos días cuando se produce el contraste entre lo nuevo y lo viejo. Entre su tronco retorcido y teñido de la pátina que solo da el tiempo, y hojas vírgenes, incipientes, de verde luminoso a trasluz. Me gustan los tonos grises de su madera al lado de los brotes tiernos y frescos.
Y ese descaro que tiene la dichosa higuera tentando al observador al mostrar sus frutos y haciéndole soñar con su dulzor. Ja!!! Que la compre quién no la conozca!! A mí no logra engañarme más!!! jajajaja ninguno de ellos pasará de ser un fruto a duras penas comible, diminuto y con lejanas semejanzas a lo que entendemos por deliciosos higos. Eso si se llega a tiempo de que no te los hayan robado los pájaros. Qué les aproveche!! Que van bien servidos con las joyas que se lleva!!

Una temporada más para mi membrillero (Cydonia oblonga)

Este año han venido los buenos días de repente y de repente han aparecido sobre el membrillero (Cydonia oblonga) las flores. En el estado tan lamentable en que se encuentra este viejo y deteriorado frutal bien creí que la primavera del año pasado sería la última floración que de él disfrutaría. Pero afortunadamente me equivoqué. Aquí están de nuevo, las flores que me parecen más hermosas de todos los frutales. 

Hace unos días le hice una poda de limpieza y seguramente me anime a podarlo tras la floración. Tiene demasiados años encima y demasiado abandono padecido durante mucho tiempo como para tener esperazas de que viva demasiado. Pero en vista de mi error de pronóstico del año pasado, disfrutaré mientras siga ahí regalándome un año más sus preciosas flores y si este otoño puedo volver a hacer compota con sus frutos me daré por satisfecha.




Contra viento y marea!!!

Hay plantas que tienen su mérito. Sí señor!! Que la casualidad de que un pájaro (o la lluvia, o el viento...) lleve en su pico el hueso de una de las ciruelitas de un Prunus Cerasifera Pissardii encontrada probablemente a distancia del jardín y justo caiga a los pies de un níspero (Eriobotrya japonica) ya con solera, con unas ramas como un brazo de gruesas (y no hablemos de las raíces que debe tener este ejemplar!!) y que el hueso llegue a germinar y sin espacio, con una competencia casi desleal por la luz, por el agua y por los nutrientes, se abra camino y sean ya dos estaciones las que haya logrado florecer, tiene su mérito!! O no?


Hace unos meses mi amiga Pilar Bueno usó un término que me hizo muchísima gracia refiriéndose a que, en ocasiones,  "añoñamos" las plantas con tanto cuidado como les prodigamos e impedimos que se hagan fuertes y luchen por la supervivencia protegiéndolas demasiado. Qué razón tiene!! Pero otras en cambio, es justo todo lo contrario. Saben buscarse la vida en las peores condiciones posibles. Y lo logran!! Es tan increíble que haya logrado seguir vivo entre las ramas de este níspero...

El año pasado, viendo la floración tan bonita que tiene este "proyecto" de árbol decidí que cuando llegara el siguiente invierno trataría de trasplantarlo.
Pero la verdad, sabiendo que sacar las raíces del pobre prunus de entre las del níspero debe ser un trabajo de los de pensárselo antes de comenzarlo...lo fui dejando. Y cuando me he querido dar cuenta ha vuelto a florecer y ya es tarde!!
Me hacen gracia sus ciruelitas colgando luego durante la primavera y aunque va a ser difícil encontrarle un sitio en mi jardín de momento no voy a eliminarlo. Poner en peligro al níspero estoy convencida de que no lo va a lograr ajajjaja Aunque parece bravo este prunus...quién sabe!! jajajaj
 

Otro año más para el viejo Prunus armeniaca (Albaricoquero)

A primeros de junio del año pasado, con los frutos de mi Prunus armeniaca (Albaricoquero) hice unos cuantos tarros de mermelada. Creí que sería su última temporada porque es un arbolito frutal que está ya muy viejo y ha sufrido muchos años de descuido.
Pero no, hoy se han abierto de nuevo sus flores y aunque lucen sobre una estructura no todo lo airosa que yo quisiera, hay plantas en mi jardín a las que casi les perdono todo. Quizás no son los ejemplares más hermosos que uno pueda soñar pero teniendo en cuenta las vicisitudes por las que han pasado algunas de ellas, despiertan en mi una gran benevolencia con sus "fallos". Este albaricoquero es una de ellas.
Los años de malas podas (por llamar de alguna forma a los cortes salvajes que ha padecido), la falta de riego, el inexistente aporte de nutrientes al suelo... todo ha contribuido a que este pequeño arbolillo, ya de por sí con muchos años encima no haya llegado a este momento de su vida, quizás el final, en demasiadas buenas condiciones. Pero ahí sigue! Como un campeón!! A distancia, desde el huerto, la blancura de su floración ha llamado mi atención. Sus hermosas flores salpican destellos blancos a lo larga de sus tortuosas ramas aún desnudas de hojas. Qué lindas me parecen estas florecitas... con esos dorados estambres que tal parecen flotar sobre los pétalos.
Sus capullos rechonchos abrigados por sépalos de un brillante color carmesí lucen hoy como un ikebana en mi jardín y bien merece un respeto el tesón con el que se agarra a la vida y aunque que no sea el más hermoso de los frutales sigue siendo un viejecito ya con demasiado vivido encima para demasiadas exigencias. Un año más...Ya es bastante!! :)

Rabilargos y un madroño en mi jardín

Ya escuchaba su algarabía apenas me he acercado a la puerta de casa, la que da a  la terraza. A través del cristal los he visto correteando por el suelo. Qué alegría me ha dado ver estos okupas de mi jardín por todas partes. Con sumo cuidado para no hacer ruido he abierto la puerta con la cámara en la mano en la esperanza de, esta vez…lograr capturarlos con mi cámara. Vano deseo!! Y es que son tan huidizos!!


Preciosa fotografía de rabilargo, gentileza de su autor, Francisco CLAMOTE, titular del interesante Blog  "TERRA DAS AVES" y que generosamente nos ha permitido su utilización en este Blog.


Estaban dentro de los enebros, revoloteando de arbusto en arbusto, picoteando por el suelo del rincón suroeste… Tras desistir del intento fotográfico he decidido disfrutar de ellos viéndolos volar de punta a punta de mi jardín en grupos. Qué belleza!! Con esas zonas de un azul tan hermoso… y su careta negra, como un disfraz :)

El año pasado, cuando venía a mi parcela envidiaba a mi vecino de al lado. Todos iban a la suya y la mía ni la visitaban. Con lo que a mí me gustaban!! Cuánto hubiera dado por tenerlos en mi jardín!! Ya lleva unos meses en que he comprobado el cambio, de lo cual solo puedo decir que me hace sentir muy feliz.


Me alegra comprobar que cada día vienen a mi jardín más pájaros y ello me llena de satisfacción. Las plantaciones que estoy haciendo están en buena medida condicionadas por este propósito: que la fauna de mi jardín sea lo más variada posible porque así entiendo yo el jardín. Como un mundo con elementos relacionados entre sí en el que todos son necesarios para el equilibrio.

Esta mañana en mi paseo acompañada de mi perro he sentido que había comenzado el camino en esta dirección.





Los rabilargos (Cyanopica cyanus) son aves pertenecientes al grupo de los córvidos que abundan en la Sierra Oeste de Madrid dónde se ubica mi jardín. Por cierto, si alguien desea saber sobre ellos, aconsejaría encarecidamente visitar esta página, es un verdadero tesoro de curiosidades y sabiduría sobre estas hermosas aves. 



La dieta de estos preciosos pájaros está compuesta en otoño por los frutos que ofrecen la zona dónde habitan. Por eso, cuando sentada en una de las piedras de mi jardín, los he visto sobre mi madroño cuajado de frutos encarnados he decidido ser generosa con ellos. No voy a tomar para nosotros los frutos del arbutus unedo.

Los dejaré para que se alimenten los rabilargos y así, cuando sobrevuelen mi jardín me puedan guiñar un ojillo agradeciéndomelo jajajjaa




Qué bonitos estaban sobre él!! Una lástima no tener la destreza de capturar su imagen en mi cámara. La luz esta mañana tan temprano era tan hermosa… la luz, los colores de las plumas de los rabilargos, el encendido de los frutos del madroño y mi perro a mi lado, reclamando caricias. Mi perro, un café y un par de cigarrillos han acompañado este placer infinito de ver llenarse de vida poco a poco mi jardín. Qué fácil y qué barato es a veces disfrutar de la vida! Por cierto... guapo mi perro!! No es cierto? ;)


Ha dado para algunos tarros de mermelada de albaricoque

Hoy ha sido un día plácido y tranquilo a pesar de que no todo ha salido bien. Creo que comenzar el día con buen pie ayuda a que el resto de las horas transcurran más gratamente. Día de meter en tierra algunas plantas que tenía en maceta, de hacer salsa de tomate casera con unos preciosos y ricos tomates que compré ayer en el mercado del pueblo y...sorpresa!! Ni por asomo tenía pensado hacer mermelada hoy pero esto tiene los jardines, que nos sorprende y nos hacen regalos inesperados. 
Me levanté cuando despuntó el día, como casi siempre, muy temprano. Taza de café y cigarrillo en mano me di mi paseo matutino por el jardín, en busca de novedades o de volver sobre las que no son novedades pero me hacen sentir bien: las últimas flores en el Celindo, los capullos de las rosas despuntando...Llegué a la plataforma desde la que un día espero poder contemplar un estanque y ahí estaban. De un naranja lechoso, sonrosados por algunas partes, más claritos por otras. No eran muchos, la verdad...pero la rama más cuajada del Prunus armeniaca (Albaricoquero) estaba preciosa!! Yo he sentido que el día me regalaba estas frutitas y me he sentido feliz.
El otro día los toqué y aún estaban duros. Se han dado prisa, esta mañana estaban en su punto!! El primero que toqué se quedó entre mis dedos y sin lavar ni nada... lo abrí y ...ummmm estaba fresquito!! dulce y maduro. Me fui comiendo tres o cuatro mientras terminaba mi paseo y me sentaron tan bien!! 
La cosecha no puede decirse que sea para tirar las campanas al vuelo. Tampoco puede decirse que sean de un calibre importante ni siquiera que sean unos frutos perfectos, de esos de exposición en una frutería de lujo. Pero son de mi jardín. De un arbolillo que no recibió cuidados ninguno y que está bastante perjudicado. Espero que no sea su última cosecha aunque no me extrañaría que así sea, desgraciadamente.


No ha superado el kilo y cuarto jajjaja pero ha dado para hacer unos tarros de rica mermelada. 


Por si alguien se anima a prepararla aquí os dejo la receta que he usado.
  



INGREDIENTES
* 1250 grm de albaricoques
* 800 gramos de azúcar
* Una cañita de canela en rama
* Un limón
* Una pizca de agua.
Elaboración:
* Lavar a conciencia la fruta y secarla.
* Quitarles el hueso y poneerlos en un cuenco amplio
* Añadir al cuenco la canela, el limón exprimido (también la cáscara) y unas gotas de agua. Remover bien y meter en el microondas unos 10 minutos (Removiendo durante este tiempo un par de veces para que se hagan por igual)
* Sacar la fruta del microondas e incorporar el azúcar. Remover bien el conjunto y esperar un rato (una o dos horas) para que el azúcar se diluya en el jugo de la fruta antes de poner la mezcla al fuego.
* Poner la mezcla en una cacerola y comenzar a cocinarla a fuego lento removiendo de vez en cuando para que no se nos agarre.
* Dejar cocer hasta que veamos que la mermelada está en su punto. Habrá evaporado algo de líquido y poco a poco irá espesando. Hoy he tardado unos 45 minutos pero este tiempo es solo indicativo. Dependerá del punto de maduración de la fruta. Del recipiente dónde hagamos la mermelada. Del tipo de fuego que usemos... en fin, que es cuestión de ir comprobando el estado de la mermelada y apartarla del fuego cuando veamos que tiene cuerpo suficiente.
* Tendremos esterilizados algunos tarros de cristal que cierren herméticamente y tan pronto como saquemos la mermelada del fuego la envasaremos en ellos. Llenamos hasta el borde los tarros, esperamos a que la mermelada se enfríe y cerramos bien. Introduciremos los botes en el frigorífico hasta su consumo.

Notas: Tres cosas.
Podría haber pelado la fruta pero yo prefiero no hacerlo. Me gusta la mermelada con textura. 
Notar los "tropezones" en la tostada es algo que me encanta. Así que tampoco he troceado la fruta antes de cocinarla. De modo que las partes en que se ha dividido cada albaricoque al extraerles el hueso ha sido suficiente. El resto lo ha hecho el tiempo de cocinar. Lentamente la fruta va deshaciéndose y al final quedan pequeños trocitos de fruta en un mar gelatinoso y dulce. Pero como todo es cuestión de gustos... pues eso, que al que no le guste, puede pelar los albaricoques antes de hacer la mermelada y también puede trocearlos si le gusta una mermelada más homogénea.
Y por último. Me gusta esterilizar los botes antes de llenarlos de mermelada. Simplemente hervirlos en agua que los cubra durante media hora. Teniendo la precaución de poner un trapo en el fondo de la olla para que no golpeeen entre ellos y no se rompan. Con unos treinta minutos es tiempo suficiente.
Lo lógico sería volver a esterilizar cuando los botes ya tienen la mermelada dentro. Así se conservan mucho más tiempo pero la verdad... en mi caso cada vez que hago mermeladas más de la mitad las regalo a familiares y amigos y el resto... no da tiempo que se estropee: están tan ricas que no da tiempo de que se estropee. En el frigorífico se conserva perfectamente un par de meses.

Muchas mimosas y un almendro en flor

Hace unos días comenzaron a abrirse. Hasta ahora no me había fijado de cerca en ellas y es que, claro, nunca había tenido mimosas (Acacia dealbata). Salí temprano, apenas despuntaba el día con la taza de café en la mano a recorrer el jardín, como hago siempre que estoy en El Jardín de la Alegría. Me encanta sentir el fresco de la mañana en la cara y hasta sentir un poquito de frío. Ando despacito, impregnándome de los aromas que llega de todas partes. Huele a campo, a naturaleza. Qué delicia!! 
Qué hermosas son las mimosas... sus flores en forma de bolitas apretadas inicialmente van abriéndose conforme pasan los días. Siempre las vi en conjunto, de lejos. Estos dos últimos fines de semana me han permitido fijarme en detalle en ellas, se van abriendo poco a poco y van perdiendo su forma esférica. Comienzan con forma redonda granulada, duritas y poco a poco van enseñando sus estambres aumentando mucho su volumen y tornándose "plumosas"
 
Al final si las miramos bien de cerca vemos que ya no son redonditas, se convierten en pequeñas "campanillas" boca abajo con los estambres mirando hacia el suelo cubiertos por sus pétalos delicadísimos, casi transparentes, de un amarillo limón encantador.
Tengo bastantes mimosas en el jardín, pero hay tres que están especialmente bonitas y floridas. Es un gusto poder cortar flores sin sentir culpabilidad al dejar la planta sin flores...hay tantas!!! Vi que eran tan abundantes que regresé a casa a por una podadora bien afilada y corté un buen ramo. Mejor a esta hora, que el sol no ha calentado las flores y se conservarán mejor. Sin demora metí las ramas en un buen jarrón con agua y las dejé en la cocina. Tras el paseo matinal la estancia se había impregnado de su aroma...
Junto a una de las mimosas más bonitas del jardín hay un viejo almendro que florece a la vez. Probablemente no se me hubiera ocurrido plantarlos juntos pero como mi jardín ya tiene mucha historia antes de que yo llegara a él, me alegro de que alguien decidiera por mí esta pareja de hecho... blanco, rosa, amarillo...una delicada combinación, sí señor.
Me encanta acercarme al almendro cuando ya la mañana está avanzada y escuchar el zumbido de montones de abejas que se acercan a las miles de flores a tomar su néctar... intenté moverme lentamente para no asustar una de las que estaba viendo en plena tarea y logré sacar una fotografía que no pretende tener demasiada calidad artística pero al menos se ve el insecto muy bien. Qué trabajadoras son, polinizando sin descanso!!
La flor del almendro tiene un rosa tan delicado... con sus cálices verde pálido y sus estambres rematados en amarillo son de una exquisitez que me enamora!!


 Tendré que podar estas mimosas porque están demasiado altas y tienen las ramas primeras demasiado abajo, tanto que dificulta un poquito transitar el camino de bajada pero no me importa tener que apartar con la mano sus ramas de plumosas y delicadas hojas...





  

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