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Callicarpa bodinieri var. giraldii 'Profusion'

De nuevo os traigo un arbusto de fácil cultivo :) bañadas ahora sus hojas con preciosas tonalidades rosadas, malvas y amarillentas.
Cultivo tres callicarpas en mi jardín. Son jovencitas las tres, ninguna está asentada del todo ya que llevan conmigo únicamente una temporada. No obstante presentan ya todo su potencial. Me encantan!! Callicarpa bodinieri var. giraldii 'Profusion' es un arbusto caducifolio de fácil cultivo crece en forma de mata de 150/200 cm emitiendo tallos largos y arqueados con hojas opuestas de venas prominentes y bastante grandes de tamaño. 

Es un arbusto que precisa cierto tiempo para presentarse en todo su esplendor. No obstante ser tan jóvenes mis callicarpas, ya comienzan a mostrar parte de su potencial como verdaderos arbustos ornamentales en el jardín en varios momentos del año.
Es resistente a las de mi zona e incluso a heladas algo más profundas. No es que sea una planta extremadamente exigente en cuanto a riego pero tampoco le gusta el sustrato demasiado seco. Por ello conviene aportar algo de materia orgánica en el hoyo de plantación y después un buen acolchado a base de estiércol bien fermentado, hojas o madera troceada preservará la humedad del suelo que precisa. En todo caso una vez se establece en el suelo de nuestro jardín y ha formado un buen cepellón de raíces no es una planta nada delicada en ningún sentido. No se ve atacada generalmente por plagas ni enfermedades ni presenta problemas dignos de mención.
Aunque puede crecer en media sombra, tanto la fructificación como la propia estructura de la planta se verá favorecida si disfruta del pleno sol. En semisombra es más tendente a emitir largos y pocos tallos y a fructificar menos. 
También es cierto que si queremos una floración abundante conviene tener más de una callicarpa en el jardín para promover la polinización cruzada y es preferible que no estén cultivadas demasiado lejos unas de otras.
La floración es tan insignificante que casi pasa desapercibida durante el verano pero será a partir de esta estación cuando este arbusto gane protagonismo. En otoño sus flores dan lugar a preciosas y diminutas bayas de un intenso color lila agrupadas en torno a las ramas en las axilas de las hojas. Tienen un sabor bastante amargo por lo que los pájaros no suelen abastecerse de ellas salvo que no cuenten con otros frutos a su disposición. Los frutos permanecen sobre el arbusto algún tiempo tras la caída de las hojas lo que alarga el tiempo de interés de este precioso arbusto.

La razón de traer Callicarpa bodinieri var. giraldii 'Profusion' a mi jardín fueron sus bayas, desconocía las preciosas tonalidades que adquiere en esta época del año pero alegra mucho descubrir ahora sus preciosa gana de rosas y amarillo con la que se tiñen sus hojas. La callicarpa primero se torna amarillenta y es posteriormente cuando las hojas, sobretodo las venas, comienzan a tornarse rosadas produciendo un efecto que me parece maravilloso. Tengo muchos arbustos que se tornan rojizos y anaranjados en otoño pero estos tonos malva y rosáceos me parecen también preciosos. No os parece? :)



La poda no es nada difícil: Florece (Y por tanto fructifica) en las ramas laterales de tallos de dos o más años. Al florecer en la madera nueva la poda conviene hacerla en primavera, cuando comienza de nuevo la actividad vegetativa. Para formar el arbusto es suficiente con que el arbusto tenga  8/10 tallos y conviene ir rejuveneciéndolo evitando que forme una masa llena de ramaje improductivo, para ello iremos eliminando las ramas muy viejas cortándolas a ras del suelo para fomentar que surjan nuevos tallos que irán reemplazando a las que podemos. Cortaremos las puntas de las ramas laterales que brotan de los tallos de más de un año y aclararemos los que sean demasiado débiles y los que crezcan hacia el interior del arbusto. No cortaremos los vástagos fuertes y vigorosos nacidos en la última temporada ya que serán los que nos servirán para ir sustituyendo a los viejos según los vayamos eliminando en las podas sucesivas y para mantener el arbusto rejuvenecido. No tocaremos las ramas nacidas del año.



Árboles frutales.Consideraciones para seleccionar las especies y variedades más adecuadas para nuestro jardín

Desde el primer día que comencé a diseñar mi jardín pensé  en introducir en el huerto algún árbol frutal. Cuando planifiqué el huerto lo hice con la idea de que no fuera una zona perfectamente acotada si no que los límites entre el huerto y el jardín quedaran un tanto difusos. Me gustaba la idea de que en él creciera algún rosal y otros arbustos y a la vez, que hubiera algún frutal más allá de la zona que era propiamente huerto.
Imagen de Wikipedia
Como he comentado alguna vez en mi jardín había al menos tres árboles que estaba decidida a eliminar pero que el tamaño de los mismos hacía que se tuviera que buscar el momento adecuado para estos trabajos tan costosos. 
La temporada pasada podría ya haber plantado algún frutal pero preferí eliminar ates estos árboles que menciono para planificar en detalle este tema y durante estos meses leer e informarme sobre estos asuntos de frutales sobre los que reconozco no tenía hasta ahora los más mínimos rudimentos que me dieran algo de seguridad a la hora de elegir las especies de frutales que sería conveniente cultivar en él y las variedades concretas más adecuadas.
La semana pasada por fin los eliminé. Reconozco que cierta pena me ha dado pero las cosas como son, eran árboles constantemente enfermos, mal podados o mejor, jamás podados, de modo que estaban abigarrados y ello impedía una correcta ventilación y en concreto el albaricoquero, además de estos problemas tenía otro que tarde o temprano les llega a todos: la edad. Este último año no dio ni un solo albaricoque sano, las hojas ya brotaban enfermas y presentaba graves problemas de gomosis.



El clima. Evidentemente este es el factor más determinante a la hora de poder cultivar o no un frutal en nuestro jardín. Al igual que ver un arbusto cultivado en muchos jardines cercanos al nuestro es el mejor indicador de que es una zona propicia para su cultivo, ver ciertas especies o variedades de frutales también nos dará buenas pistas sobre qué frutales son los más convenientes.
No obstante tampoco es obligatorio ceñirse a los cultivos que veamos, simplemente conviene informarse bien sobre las necesidades de las especies que no veamos en las proximidades de nuestro jardín.
Que el jardín tenga un clima en el que se produzcan frecuentemente heladas en invierno impide el cultivo al aire libre de ciertos frutales como los cítricos y que requerirían de protección invernal para que pudieran seguir viviendo. 
Estoy decidida a tener un limonero. Me entusiasma la idea de tener uno de los que llaman "luneros". Soy bastante cocinera y poder echar mano de los propios limones de mi huerto a la hora de cocinar es una idea que me encanta. Así que tendré que estar dispuesta a cultivarlo en contenedor de manera que sea posible su traslado al garaje durante los meses invernales si quiero que sobreviva.
De todos modos no conviene plantar frutales que no aguanten las temperaturas invernales de nuestro jardín si éste es muy frío.
Si las bajas temperaturas son una desventaja para el cultivo de ciertos frutales, el frío del que gozamos en jardines ubicados como el mío en el interior de la Península, nos da ventajas a la hora del cultivo de otros. Muchas especies precisan para fructificar que durante el invierno haga frío para que sus yemas puedan llegar a madurar. 
Cada frutal precisa un tiempo de permanencia a 7º centígrados (o menos) durante el tiempo que está en parada vegetativa. Es lo que se llama "horas de frío".
Expliquemos un poco este concepto. Cuando llega el otoño, los días se acortan y las temperaturas bajan, estos dos factores provoca que los frutales caducifolios pierden sus hojas y entren en lo que llamamos "parada vegetativa". A partir de ese momento digamos que es como si el frutal fuera "acumulando" horas de frío durante el invierno.  Cada especie está programada genéticamente para que una vez ha acumulado la cantidad de horas de frío que precisa vuelva a entrar en actividad. Este proceso de llama "vernalización". El número de horas de frío que cada frutal precisa para que sus yemas florales se abran es variable según la especie y la variedad. 
Así, cualquier cambio en el tiempo puede afectar la fructificación de la siguiente temporada. Por ejemplo, los años en que el frío se retrasa, también se retrasa la brotación puesto que el frutal tiene menos tiempo para llegar a acumular las horas de frío que precisa para salir de letargo.
Lo mismo ocurre cuando disfrutamos de inviernos inusualmente poco fríos que provocan el retraso en la entrada en parada vegetativa y provocando que el frutal emplee en este tiempo que permanece en actividad vegetativa una energía que luego no tendrá para la floración y cuajado de los frutos.
Entendemos pues que si cultivamos un frutal en una zona con un clima que no permite que el árbol esté por debajo de 7º el tiempo que precisa se producirá un retraso en el momento en que las yemas broten incluso se puede producir la caída de las yemas vegetativa. Al retrasarse el momento en que la savia vuelve a funcionar en el árbol se produce también un retraso en la floración y prolongándose ésta más allá de lo aconsejable. En estos casos la floración será menos abundante.
El árbol ha gastado demasiados nutrientes en el tiempo de permanencia en actividad antes de entrar en reposo y algunos frutos que llegan a cuajar caen prematuramente por falta precisamente de la energía y nutrientes precisos para que crezcan.
Vemos así cuan importante es que el clima de nuestro jardín proporcione las horas de frío que el frutal que queremos cultivar precisa. Los datos de las horas de frío que se producen en la zona geográfica dónde se ubica nuestro jardín se pueden encontrar en las estaciones meteorológicas y en general no es un dato difícil de obtener consultando páginas web especializadas.  
Para dar una idea aproximada podemos ver en la siguiente imagen las necesidades de horas de frío de algunas de las especies más comunes en nuestros huertos.

Imagen del Departamento de Agricultura y Alimentación de Aragón
Dentro del clima, otro datos que deberíamos considerar es en qué momento se produce la floración del frutal y el comienzo del cuajado de los frutos  y que estos dos momentos no coincidan con las heladas de nuestro clima es algo que debemos tener muy en cuenta a la hora de hacer la elección si no queremos que si esto ocurre no haya producción de  fruta esa temporada ya que las flores caen al suelo cuando hiela en plena floración.
Las heladas tardías hicieron que le año pasado no pudiera recoger prácticamente almendras. Se abrieron poquísimas flores y las que se abrían duraban un suspiro en el árbol.
Si estas heladas tardías se producen con cierta frecuencia en nuestro jardín deberíamos elegir en la media de lo posible especies y variedades de floración algo tardía para evitar los daños.
Los frutales en general precisan estar a pleno sol para fructificar bien. La orientación del sitio de cultivo es por ello muy importante a la hora de decidir si ese espacio es o  no adecuado para nuestro frutal. Un árbol que crece en sombra no crecerá ni sano ni producirá las cosechas que esperamos.
Al igual que decíamos en los aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un árbol en general para el jardín, pasa igual con los frutales, que proyectan sombra. Si vamos a ubicarlo en el huerto deberíamos tener presente esta sombra que proyectará con el tiempo sobre el resto de cultivos del huerto. Si precisan de mucho sol esta sombra les afectará negativamente,.
Las características del suelo de nuestro jardín dónde se han de desarrollar las raíces debe ser apto para el frutal elegido. No todos tienen las mismas necesidades. Algunos requieren de suelos más o menos alcalinos, otros son más delicados en cuanto al encharcamiento en sus raíces, los hay que no crecen bien en suelos arcillosos o demasiado húmedos...por ello asegurarnos de proporcionar el suelo adecuado o de elegir la especie o variedad que se adapta al suelo de nuestro jardín nos evitará problemas en el cultivo del frutal.
El tamaño de las raíces de algunos frutales son bastante poderosas y no debemos olvidar que los cultivos próximos podrían verse afectados por el agua que del sustrato circundante tomará el frutal para su propio consumo en detrimento de los demás cultivos pudiendo por ello constituirse en una poderosa competencia en sus necesidades nutricionales e hídricas.
El tamaño que el árbol adulto alcazará tampoco será un aspecto que olvidemos. Sepamos que la inmensa mayoría de frutales que cultivamos están injertados en un portainjertos. Según de qué tipo sea éste el frutal adquirirá un tamaño u otro. Del portainjertos depende por tanto el vigor que tenga el frutal en buena medida. 
Si no disponemos del suficiente espacio para cultivar un frutal determinado, será mejor elegir otra especie u otra variedad o plantearse cultivar el frutal injertado en patrones enanizantes que impiden que el frutal llegue a desarrollar su parte aérea con unas dimensiones muy inferiores a los normales de la especie.
Si esta es nuestra opción es imprescindible asegurarnos que el frutal adquirido está injertado en portainjertos como M9 u otro semejante. Para tener garantías lo mejor es que hagamos nuestras compras en viveros de confianza llevado por profesionales especializados que nos aconsejarán con seriedad y garantía.

Imagen de Univiveros
En definitiva, decidirnos por un frutal u otro o por unas determinadas variedades son asuntos de importancia. Ni es fácil ni es barato cambiar de ubicación el frutal una vez plantado o cambiarlo por otra variedad al ver que nos hemos equivocado. Son muchos los factores a tener en cuenta a la hora de elegir una u otra variedad por eso, lo mejor es consultar siempre con amigos que entiendan del tema, con vecinos que tengan en su huerto las variedades que elegimos, meternos en foros especializados dónde siempre encontraremos gente altruista y generosa que nos ofrecerán su inestimable ayuda y evitarán que nos equivoquemos.
Terminamos con un último aspecto pero que es de los más importantes: La polinización.
Algunos frutales pueden fructificar sin tener otro frutal de la misma especie cerca. Son los llamados autofértiles o autocompatibles y a los que les basta su propio polen para llegar a obtener frutos. Pueden crecer en solitario. Pero muchas de las variedades de frutales caducifolios precisan lo que se llama un "polinizador", es decir, un individuo de distinta variedad para que, con su polen, sus flores puedan ser polinizadas y finalmente fructificar ya que el propio polen no es compatible para sus flores y el árbol no llega a fructificar.
Sepamos que de lo contrario, si ponemos un frutal autoincompatible cerca del cual no crece otro que sea compatible no llegaremos a cosechar fruta alguna porque sus flores no podrán ser polinizadas y por tanto no se llegará a formar el fruto.
Trataremos en siguientes artículos el tema de los frutales autofértiles y de los que precisan polinizador con algo más de detalle.
Y una vez hecha la elección llega el momento de adquirir los frutales. Dónde? . 
Debo decir que me ha resultado absolutamente imposible encontrar los frutales que me estoy planteando en los viveros dedicados a jardinería que son los que normalmente frecuento. Los frutales que he encontrado en ellos carecían de un etiquetado que permitiera conocer ni patrones en los que estaban injertados, ni si tenían certificados fitosanitarios y en algunos casos ni siquiera especificaba la variedad.
La oferta que he encontrado ha sido tan desoladora que cansada ya de preguntar y de hacer visitas a un montón de ellos finalmente he tenido que dirigirme a viveros especializados en la venta a raíz des nuda de frutales aconsejada por miembros de foros especializados y que son grandes conocedores de la materia. Agradezco desde aquí a J.L. Nadal su gran ayuda en este sentido. 
En ellos he encontrado el personal que me ha asesorado con seriedad y amabilidad y para mi tranquilidad he comprobado la gran oferta que tenían para cubrir necesidad que yo pudiera tener en este sentido. Desde portainjertos de distinto tipo, a arbolitos de un año sin ramificar y  a los que se puede formar con la cruz suficientemente alta como para pasar por debajo de ellos. Deseo plantar un cerezo que se haya bastante grande cerca del pozo pero si las ramas salen desde demasiado abajo cortarían un poco la entrada al camino del huerto. Por razones prácticas y estéticas preciso que este cerezo tenga la cruz alta así que la solución estará en que yo misma lo forme mediante la poda. No me vale uno de los normales con la cruz a 1/120 cm. Claro, ello me llevará más tiempo porque tendré que partir de un frutal de un año solamente, sin ramificar y que no tenga el ápice cortado para que pueda seguir creciendo en altura.
 
Igualmente he encontrado el tipo de manzano que preciso para cultivar sobre espaldera en el lateral de la rampa del coche. Me han informado que al hacer el pedido puedo elegir incluso el patrón en el que deseo que estén injertados estos manzanos. Me falta decidir si es mejor un M9 u otro.

Imagen de Wikipedia
Reconozco que hasta que he logrado dar con este tipo de vivero ya me estaba angustiando un poco al no encontrar nada de lo que buscaba. Así que ya veis, lo ideal es dirigirse a viveros especializados en los que encontraremos el material adaptado a nuestras necesidades. Al menos esa es mi experiencia.

Qué impaciencia la del almendro...y qué ceguera la mía!!

Hace un frío que pela, incluso ha nevado durante el día a ratos aunque la nieve no ha llegado a cuajar porque el suelo del jardín está empapado de agua. Pero a él no le importa. Apenas hace unos días estaba en flor. Una floración efímera como la de la mayoría de frutales pero que tienen para los jardineros un mucho de festivo porque nos anuncian que están próximas a venir mejores temperaturas y el jardín comenzará a salir de su relativo letargo. Relativo, sí, porque dormido del todo jamás está.

Las flores que se comen

Ayer estuve enredando un poco en el huerto. Este año puse los plantones algo tarde y los pimientos y berenjenas están un tanto retrasados. En esta zona del jardín hay un pino y un enebro grande bajo los cuales a veces pongo un asiento móvil plegable que me regalaron hace años y que cumple la función además de poder meter dentro algunas pequeñas herramientas mientras me traslado por el jardín trabajando en distintas ubicaciones. Me siento bajo estos árboles y es tan agradable permanecer un rato cobijada por sus sombras mientras miro las hortalizas en los bancales...  :)

Me gusta regar a mano el huerto. Sobretodo cuando me acerco a las tomateras (Solanum lycopersicum)!! Qué aroma más delicioso desprenden!

Las hortalizas aguantan estoicas el sol del mediodía. Son las chicas duras del huerto!! jejeje Sujetas algunas a cañas que en su día estuvieron vivas y que ahora les sirven de soporte a ellas. Como estas pequeñas matas de pimientos (Capsicum annuum)

De hojas muchas veces ásperas al tacto y a la vista. Como las tomateras. Cuando no algo punzantes y desagradables cuando se tocan porque llegan a pinchar. Y si queréis comprobarlo no tenéis más que pasar los dedos por las hojas de los pepinos! Ufff qué desagradables!! Las matas de pepinos lo cierto es que no me parecen especialmente bonitas. Pero ay!! las de calabazas y calabacines... Eso es otra cosa!! 

De hojas enormes, con sus bordes profundamente lobulados y dentados y esos arabescos dibujados en su haz en color plata. Resultan matas exuberantes y frondosas que en poco tiempo llenan los bancales con su crecimiento desmedido y desbordante. 

Y son tan curiosas en su forma de polinizarse!! Me gusta apartar con cuidado sus hojas para no pincharme y asomarme a su interior para ver sus preciosas flores amarillas como el sol. Un amarillo limpio y brillante. Resplandecientes!!


El año pasado solo puse una mata de calabacines (Curcubita pepo) y tuve la mala suerte de que no hubo flor macho y hembra abiertas a la vez así que el fruto empezaba a crecer pero en poco la planta lo abortaba al no haber sido fecundado. Este año puse dos, a ver si quieren darme algo de cosecha y se ponen de acuerdo las flores de uno y otro sexo para abrirse y que la polinización sea posible. 

No puedo sufrir la tentación de abrir delicadamente sus pétalos para ver sus "vergüenzas" y comprobar si se trata de una flor macho o hembra. busco luego a ver si hay suerte y al lado hay otra a punto de abrirse y que sea del sexo contrario ajajjaj Qué trajín me traigo :)
El otro día descubrí un calabacín ya bastante grueso. Había aparecido como por arte de magia!! Debe ser que en unos días creció de forma increíble porque no recuerdo haberlo visto chiquito. Hoy lo he cortado. Hermoso, eh!! Es la primera vez que logro comerme uno ajjajaja así que me hace una especial ilusión.

La mata de calabazas (Curcubita maxima) se desborda y con intención la puse en una esquina para ver si lograba ir haciéndola crecer hacia el suelo y que se apoyara en él con la idea de que al brotar sus frutos no tuvieran que estar colgando de la mata si no sobre el suelo del huerto. No he tenido que hacer esfuerzo alguno. En tan solo un par de semanas ya casi toca el suelo y es tan prevenida ella que ya ha emitido raíces desde su tallo que en cuánto toquen la humedad de la tierra ahondarán en ella. Qué maravilloso es el comportamiento de estas plantas!! Me fascina porque son tantas las cosas que cada año voy descubriendo en ellas...


Pero luego están las "chicas finas" del huerto. Que aquí también hay clases y clases...ajajjaja Los frutales de baya. Con sus preciosas y delicadas hojas que nada tienen que envidiar en cuánto a belleza a muchas ornamentales del jardín.

Anclé en el suelo unos postes de madera entre los que he tendido horizontalmente cables forrados para que sirvan de soporte y guía de sus ramas. En ellos ato lo más horizontalmente que puedo los largos vástagos de las moras y sujeto verticalmente los tallos de los frambuesos según van creciendo.
Es un rincón que tiene más sol del que debiera y que tendré que plantearme sombrear de alguna forma si quiero que estos frutales lleguen realmente a producir en abundancia. Quizás plantar un árbol que proyecte una sombra moteada a través de cuyas hojas se cuelen mitigados los rayos del sol inclemente de las horas centrales del día. O puede que una malla de sombreo formando un techo sobre este rincón. Pero para ello debiera sustituir estos postes por unos de 240 cm que me permitiera formar una especie de habitáculo encerrado en esta malla y poder estar de pie dentro. Ya veremos...pero está claro que algo hay que hacer.

Palío un poco el calor restándole temperatura al suelo dónde crecen con un buen acolchado que lo protege de las altas temperaturas y lo mantiene húmedo más tiempo.

Son hermosos estos frutales. Sí señor!! De verdes tan jugosos y de ramas tan delicadas como la más delicada de las plantas del jardín. 
Y esos frutos tan golosos...las frambuesas (Rubus idaeus) brotan en las ramas del año anterior así que como tengo todavía pocas ramas maduras serán pocos los frutos que pueda disfrutar pero no importa. Llegar al huerto y lograr comerse una frambuesa cogida directamente de mis matas me parece todo un premio!! Qué buenas estás!! Frambuesas, arándanos, moras, uva espinas... bonitas y deliciosas!!


Y a sus pies están las pequeñas bellezas de las fresas del bosque (Fragaria vesca). Tan chiquitas ellas y tan ricas!! Por cierto, debo poner un acolchado si no quiero que las frutillas caigan sobre el suelo y terminen por estropearse. Eso si llego a tiempo y soy más rápida que los mirlos y demás aves que no salen de mi huerto. Canallas!! qué ladrones son ajajjaj

Hasta que he tenido este jardín no había tenido oportunidad de ver de cerca las floraciones de las hortalizas y de algunos frutales de baya. Estoy descubriendo cuan hermosas son :)
Las flores de las tomateras, con sus pétalos volteados hacia atrás. Qué lindas. Verdad!! Como chispitas de vibrante amarillo revolotetando entre las hojas de las matas que suben por las cañas.


Flores menos llamativas que las del jardín pero no por ello menos bonitas. De algunas incluso me parece fascinante como pasan de flor a fruto y me quedo embelesada mirando un racimo de flores que contiene frutos en casi todos los estadios  de esta mora sin espinas (Rubus fruticosus 'Triple Crown'). Qué maravilla. No os parecen hermosos esos estambres bordeando el verde fruto en formación y que aún conserva los pétalos? Estoy impaciente por asistir a los cambios de colores que se producirá en ellos. Del verde al rojo y del rojo al negro...flores que se comen :)


Y las de las guindillas vascas.. Delicadas campanillas blancas que en poco se habrán convertido en deliciosas piparras y que este año, que sé un poquito más, estaré más atenta y las cosecharé bien tiernas y chiquitas para que no piquen tanto como el año pasado. Qué ricas encurtidas con vinagre y agua!!

Las flores de las fresas silvestres son tan pequeñas, tan simples, tan etéreas... tan discretas que pareciera que no quieren restar protagonismo a las hermosas hojas de la mata a la que pertenecen. 
En racimos, que cuando las matas son algo más maduras que las mías, son abundantes. Apenas caerán sus pétalos y el fruto está ya empezando a formarse en su centro. En poco lo que fue flor se transformará en una preciosa frutillas. Dulce y deliciosa...Pequeñas. Sí. Pero ningún fresón puede competir con el aroma y sabor de estas fresas silvestres!! 


Acompañando a hortalizas y frutas un rosal muy hermoso, Rosa 'Perennial blue' crece sobre el lateral de una pequeña puerta de acceso a la parcela. Sus largos tallos ya produjeron su floración hace semanas y ahora tan solo quedan algunos capullos por abrir que con estas temperaturas no tardan en ajarse sus rosas y en adquirir este precioso color lila. Cómo me gusta este rosal...


Ya cerca del portón de madera que cierra el huerto `por la parte del jardín destellan los colores casi cítricos de las flores de Tropaoelum majus. Todo tiene una belleza sencilla y delicada pero tan hermosa :)


Sé que siempre seré mejor jardinera que hortelana. Lo sé con seguridad pero no me importa!! Los entresijos, la belleza, las curiosidades de sus procesos...son tantas las cosas que me obliga a aprender, tanto lo que puedo descubrir en mi huerto y me parecen tan maravillosas que doy por bien empleado el tiempo que invierto en él aunque mis cosechas no sean para tirar campanas al vuelo :)
Terminad de pasar felices el fin de semana, amigos!! ;)

Aclareo y repicado del semillero de flores

Hoy, a algunas variedades de los semilleros de flores les ha tocado un aclareo y a otras que ya se podían manipular con los dedos, las he repicado.

Han pasado casi dos semanas desde que hice unos semilleros de flores para cultivar junto a las hortalizas del huerto.
La verdad es que es cierto que dan su trabajo porque hay que estar muy pendiente de ellos. Los primeros días hasta que empezaron a brotar los mantuve en la casita de madera junto a la ventana que tiene orientación sur. 
Tan pronto empezaron a brotar vi que en su búsqueda desesperada por la luz las pequeñas plántulas tendían a inclinarse levemente hacia ella. No quise dejarlas en el interior más días por temor a que se me ahilaran (sus tallos se hicieran demasiado finos y largos) así que, como las temperaturas en el exterior durante el día ya eran suaves saqué los semilleros al jardín para que recibieran buena luz todo el día y durante la noche los resguardaba del posible frío.
Ya estos últimos días han estado tanto de noche como de día en el exterior.

En estos días han ido brotando las semillas de las distintas variedades. Los primeros en hacerlo fueron los Alhelíes de Virginia. A continuación les han seguido Ipomeas, Caléndulas, Capuchinas...y así hasta siete de las diez variedades que puse. Desgraciadamente creo que hay tres que ya no tengo muchas esperanzas de que broten porque si no lo han hecho en quince días...o quizás sí, no lo sé. De momento ahí están y no veo asomo de brote alguno. Aunque también es verdad que eso pensaba de los Digitalis y hoy he visto que están apareciendo unas casi microscópicas hojitas. Puede que cobeas, guisantes de olor y espuelas sean más tardonas en esto de brotar. No lo sé porque es la primera vez que pongo semilleros.

Hoy he comprobado que algunas variedades crecían demasiado apretadas. Ha sido preciso practicar un aclareo en algunas variedades. Demasiadas plántulas en un sólo alvéolo. De no haberlo hecho, habrían competido por el agua y los nutrientes todas ellas llegando a tal competencia que al final ninguna crecería bien. Mejor eliminar las más débiles y dejar únicamente las plántulas de mayor vigor y en una cantidad en cada alvéolo que permita que sigan creciendo.

Las semillas de los Alhelíes de Virginia eran demasiado pequeñas y creo que puse demasiadas en cada alvéolo de manera que han brotado plántulas en exceso.

He intentado repicarlas pero aún son demasiado pequeñas y no puedo manipularlas con los dedos. De todos modos no precisaré tantas plantas así que finalmente lo que he hecho es un aclareo. Es decir, he eliminado las suficientes como para que no se hagan competencia unas a otras por los nutrientes. He dejado tan sólo tres o cuatro en cada alvéolo y cuando crezcan un poco más las repicaré.

El aclareo me ha sido imposible hacerlo tirando con los dedos de las plántulas más pequeñas y peor desarrolladas porque al intentar tomar solo una entre los dedos me llevaba más de las que quería, así que me he valido de unas pinzas.


En otras variedades en cambio al desarrollar tallos y raíces más fuertes y vigorosos ha sido posible hacer hoy el repicado.

Con sumo cuidado he clavado una pequeña espátula metálica tratando de aflojar un poco la tierra del alvéolo tratando en todo momento de no dañar las delicadas raíces.

Al haber hecho una mezcla de sustratos para el semillero muy esponjosa no ha costado nada extraer las plántulas con sus raíz intacta. 


En algunos casos ha salido la plántula con sus raíces solamente en otros en cambio, como en el caso de las ipomeas, he podido extraer la plántula con un pequeño cepellón de tierra adherido a las raicillas.
Qué impresionante!! Algo tan minúsculo y con todas esas raicillas ya formadas. Lista para luchar por sobrevivir... como un bebé que aunque diminuto, lo tiene todo para la vida y solo precisa de nuestros cuidados y atenciones para crecer feliz! :D
En vasos de plástico a los que previamente he practicado varios orificios en su base para que drenara bien el agua de riego, le he añadido en el fondo algo de sustrato elaborado con las mismas proporciones del de siembra, después he depositado con sumo cuidado cada plántula extraída del semillero y por último he rellenado con sustrato.

He asentado muy mínimamente la superficie del sustrato con las yemas de mis dedos para no apelmazarlo y no dañar con la presión las delicadas raíces y por último un buen riego también con cuidado de no descalzar las plantas y para ello he usado la regadera casera hecha con una botella grande de plástico en cuyo tapón hice bastantes agujeritos de manera que el agua cayera en finos chorros y no en forma de gotas gordas que pudieran dañar las pequeñas plántulas.
Dejaré estas pequeñas plantas recién repicadas que ya crecen en recipientes individuales, un par de días sin que les dé el sol directo pero sí la luz. Creo que aunque en todo momento he tratado de trabajar con delicadeza, inevitablemente para las finas y pequeñas raíces puede que genere algo de estrés así que mejor eso, un par de días de sombra antes de ponerlas luego al sol y a esperar a que tengan un tamaño para volver a trasplantarlas a otro contenedor algo más pequeño antes de su traslado definitivo al huerto.

Creí que me iba a resultar más pesado cuidar de los semilleros y aunque es verdad que hay que estar muy pendiente de la hidratación la verdad es que cuando pasaron unos días ya tenía calibrada más o menos las necesidades hídricas que tenían los semilleros. Los regaba bien por la mañana para que aguantaran estar a pleno sol como los he tenido y hacía una nueva revisión por la tarde para ver si precisaban de nuevo agua. 
Me ha resultado bonito e interesante asistir a la germinación de cada semilla. Sí, tiene su magia el proceso! Es como asistir al nacimiento de la vida...
Un día ibas a echar un vistazo y veías como dos pequeños cotiledones pugnaban por salir del sustrato y al día siguiente ya tenían tallo. Algunos, qué graciosos, como la Ipomea, levantaban sus pequeñas hojitas juntas sosteniendo la piel de la semilla sobre sus puntas hasta que al abrirse la soltaban. Cada semilla se comportaba de un modo y en pocos días lo que eran pequeñas hojitas irreconocibles, se transformaban en hojas en los que no costaba trabajo ver ya la forma que tendrán las hojas de la planta adulta. Qué graciosas las capuchinas!! Tan minúsculas y con una forma tan reconocible...Incluso las caléndulas que hasta hace tres o cuatro días eran imposibles de identificar, ahora ya han adquirido el característico aspecto velloso que tienen las hojas de las plantas adultas. 



Todavía están en un proceso muy temprano. Algunas variedades habrá que esperar a que tengan el tamaño para poderlas manipular con los dedos y seguirán en el semillero. Otras en unos días las repicaré como he hecho hoy con ipomeas, caléndulas, capuchinas y alhelíes de Virginia.

Pero aunque el proceso no ha tocado a su fin sí puedo decir ya que me ha gustado este proceso de germinación. Aún no han llegado a su estado de madurez y tendrán que pasar varias semanas, algunas pasarán meses, antes de que comiencen a florecer y puede que en todo este camino alguna yo no sea capaz de llevarla a buen puerto pero sin duda otras terminaran por florecer y contribuirán con la alegría de sus colores y el aroma de sus flores a que mi huerto sea más hermoso y atraerán más insectos a él ayudando con ello a la polinización de las flores de mis hortalizas. Sin duda he disfrutado mucho cuidando de mis semilleros!!
Que paséis una feliz Semana Santa, queridos lectores y amigos!!

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...