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Preparación del sustrato de un nuevo bancal para cultivar fresas y fresones

He tenido unas temporadas fresas del bosque (Fragaria vesca) y aunque tienen un sabor mucho más intenso y sabroso que los fresoses estaba pensando en que me apetecería cultivar fresones (Fragaria x ananassa) en el huerto.
No acerté en la ubicación de las fresillas porque las puse a los pies de los frambuesos tras una bordura de esas de tronquitos de madera pero las matas de las fresas crecen y si no quiero pisarlas debo estar bastante retirada de los frambuesos lo que dificulta bastante las cosas a la hora de acicalar y atar las varas de los frutales. 
No las desplanté porque en realidad no tenía un sitio adecuado para cultivarlas. Las fresas, en mi clima, no se hacen bien con sol directo y zonas de sombra en mi huerto hay pocas.
Así que como de momento no le veía solución dejé correr el tema y lo dejé en mi cabeza a la espera de que se me ocurriera una idea que diera solución al asunto.
Hay veces que no se tienen previstas las cosas y a pesar de ello salen estupendamente. A finales del mes pasado, comprando la verdura en uno de los puestos de mi pueblo, vi que las sandías estaban metidas en un contenedor de madera muy fuerte. 
Estuve dándole vueltas para mirarlo bien y comprobé que la madera estaba en perfectas condiciones, que tenía en las esquinas postes cuadrados para darle solidez, que la base era un palet con lo que el contenedor se elevaba del suelo... ummm y como algo en nuestra cabeza (la de los jardineros) hace que cualquier cosa que pueda venir bien para el jardín no se te escape, pues eso, se me ocurrió que sería la solución para el asunto de las fresas!!
De 110 x 110 cm de lado por 90 de altura. Perfecto para cultivar en él matas de fresas que pueden colgar hacia fuera evitando el problema de la podredumbre de los frutos y teniendo resuelto el de los pájaros ya que todo este rincón está rodeado de malla que evita que las aves entre en él.
El tema era que se trataba de un puesto de frutería y no de venta e palets jajajaja Sin muchas expectativas pregunté si me venderían uno y para mi sorpresa me dijeron que sí, que para la siguiente semana podrían traerme uno.
Afortunadamente el transporte me lo solucionó Juan, el marido de mi amiga Isabel el día que vinieron con Pilar a comer a casa a primeros de este mes. Tiene un todoterreno y en él lo trajeron hasta el huerto.
Provisionalmente lo dejé bajo un pino que hay en este espacio hasta pensar bien dónde quería ubicarlo y finalmente he decidido hacerlo aquí, en el rincón dónde cultivo frutales de baya (arándanos, frambuesas...).

Es el único sitio posible. Un espacio dónde entre un poco de sol a primeras horas de la mañana y muy a últimas de la tarde lo que impide que las plantaciones se quemen.

Eso sí, tendría que retirar las matas de hierbas aromáticas que había tras la bordura de madera bordeando los frutales para que el "pasillo" que quedara entre los frambuesos y el bancal de fresas tuviera suficiente anchura para moverse con comodidad.
El palet tiene demasiada profundidad para llenarlo todo con sustrato para cultivar las fresas que con una profundidad de 40/50 cm tienen espacio más que suficiente para desarrollar sus raíces.
Primero pensé en poner contenedores de plástico boca abajo para ganar altura y encima poner la tierra pero enseguida caí en al cuenta de que la base del palet tiene pequeñas separaciones de unos dos centímetros entre las tabla y que los huecos que formarían los contenedores puestos así, se podrían convertir en guaridas de animalillos no siempre deseados en el huerto.
El año pasado, mi gran amigo José me envió varios frutales de hueso y pepita injertados sobre patrones de muy poco desarrollo. Algunos están ya creciendo a los pies de las celosías que bordean mi huerto y otros (cuyo injerto falló) los tengo cultivándose en contenedores. Estos patrones que no desarrollan grandes raíces me permitirán tener algún frutal chiquito que podré cultivar en contenedor sin precisar que esté en el suelo del jardín. Eso cuando aprenda a injertar, claro! jajaja

Pero estaban en una zona con bastante inclinación debajo de un pino y pensé que si prolongaba "el suelo" de esta esquina allanándolo, tendría un pequeño "corredor" en el lateral derecho dónde estos portainjertos podrían estar bien asentados y tener espacio para entrar a regarlos.

Antes de aprovechar la tierra extraída del pasillo lateral hemos forrado todo el interior del bancal con dos capas de malla de sombreo que hemos sujetado a la madera ayudándonos de una grapadora. 


Con la tierra mala que sacamos de hacer esta nivelación hemos rellenado la parte inferior del contenedor.


No quería que esta tierra de escombro se me mezclara con el sustrato con la que luego llenaríamos el bancal así que hemos vuelto a realizar una especie de bolsa de las mismas dimensiones que el espacio que quedaba ya en el bancal una vez la tierra mala estuvo puesta en el fondo.



Una vez preparado el bancal era cosa de realizar el sustrato para el cultivo de fresas y fresones en él.
Las fresas precisan un sustrato muy esponjo, muy aireado y mullido
Gustan de suelos que conserven la humedad pero a la vez que drene perfectamente para que no mantengan las raíces constantemente encharcadas.
Además las fresas y fresones son plantas muy exigentes en cuanto a nutrientes. No se cultivan bien en suelos pobres!!

Por último, a las fresas no les gusta nada la presencia de cal en el suelo. Esta cal podría provocar el bloqueo del hierro existente en el sustrato y favorecer la clorosis en las plantas. De ahí que el pH del sustrato ideal debe ser ácido, que ronde los 6 / 6,5.
Teniendo en cuenta sus necesidades he elaborado unos 500 litros de una mezcla compuesta por:

* Fibra de coco (Dos pastillas prensadas de 70 litros)
* Tierra vegetal de buena calidad 100 litros
* Turba rubia 100 litros
* Estiércol de caballo en saco (para que estuviera esterilizado) dos sacos de 50 litros
* Humus de lombriz (un saco de 35 litros) Verdadero oro para el sustrato. Un fertilizante orgánico de una calidad extraordinaria que aporta nutrientes y favorece la microfauna en el sustrato.
* Vermiculita (una bolsa de 7 litros)

No he creído preciso añadir perlita para airear la mezcla ya que varios de sus componentes ya lo hacen. Además, detesto el aspecto horrible que provocan las bolitas blancas que se van a la superficie del sustrato una vez se riega la mezcla!!
He preferido usar estiércol de caballo en saco para evitar enfermedades. Este tipo de estiércol viene esterilizado. Por lo que hace a la gran cantidad de  materia orgánica que precisan las fresas, creo que entre este estiércol y un saco grande de 35 litros de humus de lombriz, la mezcla resultante tiene muchos nutrientes y será idónea.
La fibra de coco no aporta ningún nutriente pero consigue una mezcla esponjosa y aireada. Suelo comprar pastillas compactadas. Son bloques de fibra de coco que viene muy prensado. Para su utilización se requiere dejar la fibra en un recipiente con agua para que vaya absorbiéndola. Al ser bastante cantidad lo hemos hecho partiendo en trozos el bloque para acelerar el proceso y metiéndolos en un cubo grande de plástico con el agua.



La turba rubia tiene un bajo pH (en torno a 3/3,5) consiguiendo con su presencia que la mezcla resultante sea ácida como requiere este cultivo.
La compro en sacas muy grandes que vienen bastante compactadas así que hay que ir rompiendo trozos y desmenuzándolos antes de incorporarlos a la mezcla.
La fibra de coco es un material que guarda muy bien la humedad y quizás no hubiera sido preciso añadir la vermiculita pero al final le he echado una bolsa de 7 litros.

Hemos hecho la mezcla en el suelo sobre una lona de plástico que usamos cuando le damos la vuelta al compost y así no manchar el suelo del huerto.
Una vez introducido el sustrato en el bancal, a mano, he deshecho cualquier grumo que hubiera de los distintos materiales hasta dejar una mezcla totalmente homogénea y desmenuzada.

Me encanta como ha quedado!! Ummm esponjosa, liviana, nutrida... :) Solo espero que a mis fresillas les guste tanto como a mí!!

Las únicas fresillas que he cultivado son las matitas que había en el suelo de este rincón así que veremos qué tal resulta esta mezcla de sustratos. Me he estado informando de las necesidades que a este respecto tiene este tipo de cultivo y espero que cumpla sus requisitos.
Es muy difícil calcular la mezcla de sustrato que se va a precisar así que creo que nos hemos quedado un poco cortos. Bueno, no importa, más adelante volveré a hacer un poco más de esta mezcla y terminaré de rellenar hasta arriba este bancal.
En realidad debo volver a hacer más mezcla de este sustrato para rellenar la fresera que tengo pensado poner en la parte central del bancal. En ella cultivaré las fresas y abajo, en el sustrato crecerán los fresones. Así, no tendré que preocuparme porque las matas toquen el suelo. Los fresones colgarán hacia el exterior y las fresitas crecerán colgadas por los orificios de la fresera de barro.
El otro día me dijeron en un vivero que frecuento que cuando comienza el otoño suelen poner a la venta fresas a raíz desnuda. He preferido hacer ahora la mezcla de sustratos y permitir que en el sustrato vayan desarrollándose microorganismos para que cuando haga la plantación el suelo esté sea más rico y esté asentado.
Tengo las distintas zonas de riego por goteo en el huerto con grifos. De manera que, aunque lo ponga en funcionamiento, si no deseo que un bancal o zona se riegue, no tengo más que cerrar el grifo.
Pensé que también sería cosa de poner en este bancal un grifo que pueda dar paso o cerrar el agua de riego. Como no sé la disposición que tendrán las pequeñas plantas no he terminado de poner las vías de riego por goteo. Eso sí, he dejado prevista una tubería que asciende por una esquina que ahora hemos dejado tapada puesto que el bancal no se regará pero que llevará el grifo para poder controlar cuando conviene aportar agua y cuando no.
Una vez haya adquirido las plantas veré como distribuyo las distintas tuberías de riego sobre el sustrato.

Como siempre que viene mi ayudante, nos ponemos al día en trabajos pendientes en el jardín. Ayer se terminaron bastantes cosas que no podía aplazarse.
Esta del bancal no corría prisa pero detesto los cacharros por medio del huerto y tener en medio este contenedor vacío de madera no me apetecía. Mejor así, ya colocadito y listo para la plantación en otoño ;)
Los rosales con este calor achicharrante del verano dejan de crecer pero las malas hierbas...no paran de hacerlo!! Pasando la desbrozadora el huerto queda de nuevo limpito y no se ven los matojos de malas hierbas que tanto lo afean y que impide verlo ordenado y pulcro como a mí me gusta.
La consolidación de los tutores de las hortalizas era de urgencia!! Ya es la tercera vez que me pasa. No aprendo!! Cuando comienzo la temporada del huerto una vez he comprado los planteles, son tan pequeños que me cuesta imaginar el peso que con el aumento de tamaño van tomando. Así que pongo las cañas verticalmente clavas y listo. No tengo en cuenta que las matas irán creciendo y que equilibrio de estas cañas cada vez será más precario.
Así que de nuevo me ha pasado. Algunos tutores, con la presión de las matas de tomates subiendo por ellos han ido agrandándose el orificio en el suelo de manera que iban torciéndose y estando cada vez menos estables. 
La colocación de cañas horizontales ancladas mediante bridas las une con las verticales para formar un conjunto mucho más sólido pues eso...que también es una tarea que se ha hecho. Queda mejor así. Verdad? Mucho más estable el conjunto. La verdad es que las matas de tomates están ya bastante altas y cada vez que las iba entutorando pensaba si la caña no cedería finalmente. Así no lo hará!!


Ya al atardecer terminamos aplicando un fertilizante foliar a todas las hortalizas. En este momento en que están floreciendo y fructificando un aporte de Sales de Epsom (Sulfato de magnesio) diluidas en agua es posible que les venga bien y que les ayudeb a formar sus frutos. No obstante, hay que decir que las sales de Epsom son descritas en muchos sitios como un "curalotodo" y que la mayoría de los beneficios que sostienen quienes las aconsejan no están demostrados científicamente y están más basados en la transmisión boca a boca entre jardineros aficionados.
En el próximo artículo hablaremos de estos fertilizantes foliares!!

Un abonado con fertilizante orgánico a las hortalizas de los bancales del huerto

Ayer fue un día de "puesta al día" del huerto. Suelo hacerlo un día por semana y ahora, en plena temporada no podemos perderlo de vista.

Las hortalizas están creciendo mucho y sobretodo las tomateras no conviene que se nos desmadren. Eliminar los chupones nos ayudará a guiarlas mejor verticalmente. Además, al tener menos hojas las matas estarán más aireadas.
Igualmente hay que ir atando a los tutores el crecimiento según va produciéndose.
Una limpieza a fondo de cualquier hoja seca, con signos de plagas o enfermedad es imprescindible para mantener una buena higiene en los bancales.

Igualmente se eliminaron las malas hierbas que crecen entre las distintas hortalizas para que no les resten energía ni ayuden a favorecer las plagas.
Tomates, pimientos, berenjenas, cebollas...todo está en pleno crecimiento y precisa de nutrientes. Aunque el suelo se preparó muy bien antes de comenzar la temporada y se le aportó mucha materia orgánica en forma de estiércol y se removió superficialmente, el crecimiento de las hortalizas va gastando los nutrientes y se hace preciso aportar elementos que en este momento del año precisan para que tengan un desarrollo correcto.
No es el momento de poner fertilizantes que tengan mucho nitrógeno porque no nos interesa que produzcan muchas hojas y tallos si no que lo que buscamos es que florezcan, que cuajen los frutos y que engorden.

Ya sabéis que no uso químicos en mi huerto así que ayer tras una limpieza exhaustiva de todos los bancales eché un puñado de un buen fertilizante orgánico a cada mata.
Puse un abono orgánico de origen animal cuyos componentes procedentes del compostaje de restos de pescado. Se trata de un fertilizante con un aporte completo en cuanto a nutrientes aunque con una proporción NPK baja (2,5/3,5/2) y que contiene también bioestimulantes que aumentan la actividad vegetal.
Los abono orgánicos fomentan la actividad microbiana del suelo y este en concreto incorpora aminoácidos y vitaminas.
Es la primera vez que lo uso. Veremos los resultados. En todo caso la gran ventaja de los abonos orgánicos es que es prácticamente imposible que las plantaciones se "quemen" como puede ocurrir con un fertilizante químico.
Siempre es conveniente regar bien antes de abonar, así, luego, se distribuirá mejor el abono.

Una vez drenada el agua esparcí un puñado del abono alrededor de cada mata tratando de que el polvo no cayera sobre la base de los tallos.


A continuación un buen riego muy despacito, con la manguera con poca presión para que el abono se filtrara justo sobre las raíces.
Esperemos que estos nutrientes ayuden a tener una buena cosecha.


Los bancales del huerto en mayo

Me gusta estar en el huerto en mayo. Ya no me produce tanto desasosiego como hace un par o tres de años. Le voy cogiendo el tranquillo al agua que precisan las hortalizas, a la cantidad de plantones que debo poner de cada variedad... Ya sé como crecen, cuánto llegan a ocupar las matas al llegar al tamaño de adultas, sé lo que producen aproximadamente.
El primer año fue un "sinvivir". O me pasaba o no llegaba. Recuerdo que no tenía ni idea de cuántos frutos producía una tomatera, una mata de pimientos o simplemente unas berenjenas. Puse tantas "piparras" (guindillas vascas) que obligaba a todas mis visitas a salir de mi casa con una buena ración de ellas. Quisieran o no!! jejejej No salían si no era con una bolsa de guindillas!! Tal como lo cuento. En cambio los pimientos se me quedaron escasos y eso no fue lo peor. Mi desconocimiento me llevó a plantar juntos pimientos y piparras con lo que los pimientos salieron todos picantes. Un desastre...
Si nunca habías visto crecer unas matas de berenjenas...a cuánta distancia se ponían? No tenía ni idea así que había hortalizas que se pegaban codazos cuando empezaron a crecer y otras que tenían un mar de tierra alrededor.
Ya he visto que los calabacines, calabazas, pepinos....precisan espacio y no puedes escatimárselo porque al final si no se lo das acaban por volcarse sobre las vecinas.
Bueno, ahora no es que sea ninguna entendida porque sigo teniendo una buena dosis de ignorancia sobre casi todas las cosas del huerto pero ya no en el nivel del principio. Tres temporadas, ganas de aprender, ilusión y mucha observación te llevan sin quererlo a una familiarización con estas preciosas plantas que son las que cultivamos en nuestros bancales, y este conocimiento a la vez te da tranquilidad. Ya no me muevo tan a ciegas. Sí, tengo que consultar muchísimas cosas todavía pero afortunadamente cuento con gente que me ayuda y me ofrece su valiosa información.
Quizás por eso me gusta más estar ahora en el huerto. Está lindo... a principios de abril lo puse en funcionamiento y puse los planteles en los bancales. Las hortalizas están ya crecidas y emanan un aroma tan rico. Mientras iba limpiando las malas hierbas al acercarme a las hojas de las tomateras era una verdadera gozada aspirar y notar su aroma!!
La tierra de los bancales poco a poco se cubre de verde y de no haber sido por una gran tormenta de granizo que cayó hace unos días estaría aún más bonito pero así y todo, no está mal.
Es verdad que lleva su trabajo. Esta tarde me he dedicado a podar las tomateras. Ya sabéis, quitarles los brotes que surgen en las axilas de las hojas para que crezcan como trepadoras sin demasiadas ramas que impidan una buena ventilación. He entutorado el tramo que han crecido durante la semana y he hecho una buena limpieza de hojas enfermas, deterioradas...
En fin, lo he adecentado un poco y como todo lo que está recién limpito, resulta con un aspecto pulcro y cuidado. Dura poco así porque mañana mismo vendrán los tordos, los rabilargos, gorriones... y harán de las suyas en los bancales. Unos picoteando dónde no deben, otros escarbando la tierra y desperdigándola fuera de su sitio. Bueno, no pasa nada... eso en parte es el huerto. Algo vivo, lleno de seres que actúan sobre él. En todo caso aportan riqueza y son unos buenos ayudantes junto con los insectos para polinizar unos y para eliminar plagas otros...
Cuando he terminado mi trabajo me he sentado un buen rato a mirar como hago siempre que termino una labor. Es el modo que tenemos de disfrutar los jardineros de nuestro trabajo. Acicalado, ordenado, te dices que ha merecido la pena el trabajo que has echado en él. Y he pensado que introducir rosales en este espacio ha sido un buen acierto. Sí, me gusta la mezcla de hortalizas y rosas!!
Está sano de momento. Y lo mejor, te sientes orgulloso porque procuras mantener esta salud a base de aportar riqueza a la tierra y de usar exclusivamente productos que no dañen el medio ambiente a la hora de luchar contra enfermedades y plagas. Cuesta más? Yo creo que no. A la larga no...y en definitiva esas son las hortalizas que vas a poner en tu mesa y que vas a dar de comer a los tuyos. No, no quiero químicos en mi jardín y mucho menos en mi huerto. 
Las cosas se pueden hacer de modo razonable, con respeto por la fauna que vive en el jardín y por la tierra dónde ahondan las raíces las plantas y que van a generar los frutos que comerás. Yo no me gano la vida con el huerto, ni aspiro a grandes producciones. Me conformo con poder hacer el gazpacho casi diario que tomamos el verano, unas riquísimas berenjenas de piel blanca como la nieve fritas y rebozadas con una deliciosa miel de flores...no aspiro más que a eso, a disfrutar saboreando unas hortalizas que han crecido en un suelo que no tiene más que lo que tiene que tener la tierra, agua, vida, microorganismos, fertilizantes naturales... y claro, así saben. Los tomates saben a tomates y huelen a tomate!! 
Mientras miraba me he dado cuenta que en una diminuta matita de tomates que compré había un par ya maduros. Qué gusto simplemente lavarlos con el agua de la manguera (a veces ni eso) y sentir como estallaba la piel en mi boca... ricossssss!! Y hacerlo con seguridad porque sabes que sobre ellos no hay nada que pueda dañarte.
Es verdad que son más feas estas hortalizas que las que compramos en el super pero no tienen punto de comparación en aroma y sabor. Y además, son mías, las he cultivado con mis manos y con mi trabajo y eso me hace sentir muy bien!! ;)

Demos a nuestras rosas un té de fertilizantes orgánicos (Abono líquido)

Ahora nuestras rosas están en pleno apogeo. Habéis pensado alguna vez cuánta energía puede gastar un rosal para "fabricar" una rosa? Aunque no tengo la respuesta, reconozco que sí lo he pensado muchas veces. Me pongo delante de un rosal y a veces me viene a la cabeza eso, la de nutrientes que deberán necesitar para hacer esas maravillas. Una ayudita en forma de un nutritivo pero suave té (abono líquido) les vendrá de lujo para seguir ofreciéndonos más y más rosas.
Los jardineros jóvenes que me lean quizás no sabrán de qué hablo pero los de mi generación (la de los sesenta) reconocerán algunas de las cosas que voy a comentar ahora y que guardo con cariño en mi memoria. Lo siento, antes de entrar en materia me apetece enrollarme un poco jajajaja :D Se siente!!
Mi madre, creo que para descansar un poco de mí, ajajjaja me largaba todo el verano al pueblo (Yo encantada!!) Allí vivía con mis abuelos, mis primos y mis tíos y en aquel lugar de Extremadura podía establecer una relación con el entorno que a mí me parecía mágica. Una casa que construyó mi abuelo con sus propias manos. Unas paredes de casi de un metro de anchas, de piedra por dentro, de cal por fuera. Ay!! qué fresquita era aquella casa en verano... :) y cuánto pensaba yo que sabían de plantas mi abuela y mi tía que mantenían aquellos macetones de aspidistras lustrosos como mis zapatos de charol!! Me paraba a mirar los bichos sobre la eterna mata de margaritas que había bajo la ventana de la salita, en el diminuto pero primoroso patio que había en un lateral de la casa. Me encantaba romper el corazón de las flores para mirar dentro y descubrir qué había. Qué curiosa he sido siempre!! Ummm cuánto tendrían que aprender algunos diseñadores de jardines de esa jardinería humilde pero que rezumaba amor por las plantas y que se basaba en el ensayo y error para ir aprendiendo!! 
Como digo, me relacionaba con la Naturaleza de una manera que era imposible establecer en la ciudad (Barcelona) dónde yo vivía de continuo. Recuerdo con especial ternura un verano, podría ser el de 1967/1668 en el que siendo yo chica, siete u ocho años a lo sumo y con las piernas más delgadas que la Olivia de Popeye, iba con mi mícal (un pequeño cernícalo) sobre el hombro o incluso sobre la cabeza y atada la pata con un cacho de cuerda que yo sostenía en mi mano para que no volara. Nunca llegó a picarme ni agredirme Y yo tan contenta!! No veas lo orgullosa que me sentía de tener aquel "juguete" tan original. Ahora que lo pienso no sé como no me daba corte ninguno andar por el pueblo con aquello sobre la cabeza!! :D

Debía ser un pollo y a fecha de hoy todavía no entiendo por qué no se escapaba incluso cuando le quitaba la cuerda. Para que no lo hiciera pensé que lo mejor era buscarle yo misma el sustento correteando por las eras de los alrededores del pueblo y de paso probar a ver si tenía la suerte de que me dejaran conducir aquel maravilloso artilugio que era el trillo. Cosa difícil porque mi abuelo y mis tíos no se equivocan pensando que no haría caso ninguno de sus consejos de ir despacio y azuzaba a las bestias hasta que me salía de la parva y dañaba las cuchillas de aquel maravillo artefacto bajo el que crujía el cereal de los haces puestos en el suelo y claro, luego ya no me dejaban conducir más. No me extraña!!
A la búsqueda de su alimento estaba dispuesta a ensartar en una caña de trigo seco unas cuantas langostas y alguna que otra chicharra o cualquier bicho que se encontrara y se dejara pescar y ofrecérselas al pequeño mícal que a todas luces disfrutaba con las "brochetas" y en un pis pas daba buena cuenta de ellas. Vivía aquella ave a cuerpo de Rey. Sí señor.
Cocinar aquella "brochetas" repugnantes jajaja me costaba horas de andar corriendo sin descanso tratando de cazar los insectos con un cacho de cartón en la mano y no veas lo difícil que era!!
A veces, deshidratada ya, entraba como una ráfaga en casa y casi me atragantaba bebiendo el agua que tomaba de la tinaja de barro que tenía mi abuela en una esquina del zaguán con el vaso que había sobre la tapa de madera que cerraba la boca del recipiente. Qué fresca y qué rica estaba!! Y nadie pensaba en microbios ni en contagios teniendo en cuenta que bebíamos todos del mismo vaso jajaja
Entonces salía rauda y veloz mi abuela (porque si no se daba prisa yo desaparecía como un rayo a retornar a mis quehaceres culinarios) y me agarraba por detrás asiento bien fuerte la ropa que llevara y entonces ya no había escapatoria!!
— Un caldito!! (Aquello no era una pregunta. Aquello era una orden directa y sin posibilidad de negociación)
— Que no!! Que no. Que hace mucho calor, abuela!!! — Gritaba tratándome de zafarme. Qué me lo creía yo que iba a escapar de aquella extremeña con la cabeza más dura que una piedra y una determinación y capacidad de trabajo que todavía me asombra!!
— Un caldito, sí. Que gastas muchas energías corriendo todo el día buscando bichos!! Hale...y te endilgaba una taza de porcelana (que siempre tenía un despostillón en el culo) y quisieras o no, tenías que tomarte aquel caldo que sólo las abuelas (y algunas madres de ahora) saben preparar. Que a mí, con aquellos calores y la impaciencia de mi búsqueda "insectívora" no veía la hora de terminarlo pero que reconozco que estaba hecho con la sabiduría de los fogones viejos, como se hacían los caldos entonces...a fuego lento y con los avíos de una matanza de carnes criadas sin piensos y con las bellotas de las preciosas dehesas extremeñas.
Pues eso digo yo a mis rosas ahora:
— Un té!! Para reponer fuerzas!! ;)


Bromas aparte... En este período en que las energías que están consumiendo en florecer los deja exhaustos, sería buena cosa que puedan reponer las energías gastadas. En suelos arenosos y dónde los nutrientes se lixivian con tanta facilidad como en el mío, no me parece mala idea aportarles este fertilizante líquido que repondrá algún nutriente que falte y facilitará el que los rosales reflorecientes tengan disponible entre sus raíces el alimento que precisan para producir las siguientes floraciones.
El año pasado fue la primera vez que sustituí el abono químico por una mezcla de orgánicos elaborada por mi y cuya receta compartí con vosotros en un artículo (Incluyo los vínculos abajo).
Esta mezcla de abonos orgánicos la apliqué también en seco en verano. Y puesto que he visto que los resultados fueron estupendos, he vuelto a repetir esta temporada.
Tras la poda, al inicio de la estación, he hecho de nuevo la aportación de esta mezcla de abonos orgánicos directamente sobre el suelo, en seco (en seco los ingredientes, no el suelo ya que he efectuado riego en profundidad antes y después de la aplicación!!)
No es cosa de volver a darles otra dosis. Sé que hay  jardineros que abonan cada mes. No digo que funcione mal, lo que os cuento es lo que yo hago y creo que me funciona bastante bien. Evidentemente hablo siempre de las variedades de los rosales que yo cultivo, en mi jardín, con el suelo concreto que yo tengo y con el clima de mi zona. Sé que repito esto hasta la saciedad. No me importa hacerme pesada. Lo que no quisiera es que se me entendiera nunca como que estoy dando "recetas" o consejos de aplicación general, en cualquier momento el año, sin tener en cuenta el tipo de jardín, de suelo o de rosal. En absoluto!! Tan solo cuento mi experiencia y si de algo puede valeros, yo estaré encantada de que os facilite en algunos casos o que pueda orientar a los jardineros que terminan de iniciarse en el cultivo de rosales. 
Debo deciros también que me encantaría que si tenéis experiencia en la aplicación de abonos orgánicos me contarais como os ha funcionado o cuales son vuestra técnicas. Un blog de jardinería está para eso, para compartir, para exponer dudas e incluso para discrepar. Por qué no? También así se aprende si se hace con respeto.
Cada jardinero conoce su jardín y cada aficionado conoce perfectamente sus rosales. Debemos observarlos, conocerlos, tener presente la cantidad de lluvia, la humedad atmosférica, el suelo dónde crecen nuestros rosales, las temperaturas que soportan... y en función de ello aplicaremos unas u otras técnicas. Incluso siendo las mismas técnicas, el momento de su aplicación no será el mismo en unos jardines con un clima que otros con unas condiciones climatológicas distintas.
Como os comentaba el año pasado probé esta mezcla de fertilizantes orgánicos por dos veces (tras la poda y en verano). También apliqué por primera vez un té de compost que hice para fertilizar los rosales que se habían plantado al inicio del año y que no quería darles más que un fertilizante suave, más aún que la mezcla en seco.

Llevo muchos años cuidando rosales en más o menos cantidad. Antes no eran ciento y pico como ahora, pero no he dejado de cultivar siempre rosas aunque hayan sido pocos arbustos. El asunto es que es en este jardín cuando he decidido usar la fertilización con orgánicos y aquí es dónde mi experiencia se limita a estos tres años y pico que llevo cuidando de este jardín de ahora. Por eso, cada vez que aplico una mezcla nueva, trato de ser prudente y si acaso quedarme corta mejor que llegar a dañar raíces u hojas con mezclas demasiado potentes. 
Lo cierto es que en vista de los resultados yo diría que tanto la mezcla de orgánicos en seco como el té de compost dieron floraciones muy abundantes. Pero ya no hablo solamente de las rosas, el estado de los rosales en general a mí me parece que es bastante bueno, el follaje está sano, la mayoría crecen vigorosamente... así que ello me da más confianza para seguir aplicando las mismas técnicas que comencé el año pasado.
Quisiera aclarar, porque es algo que algunos me han preguntado, que yo no estoy en absoluto en contra del uso de abonos químicos. Pero voy a matizar esta afirmación. No estoy en contra siempre que se respete el suelo. Me voy a explicar.
Llevar a cabo la fertilización completa de un jardín muy grande como el mío, a base exclusivamente de abonos orgánicos sería mi aspiración y creo que la de cualquier jardinero orgánico. Lo cierto es que disponer de la cantidad de fertilizantes de este tipo que se precisarían, a mí al menos, se me hace imposible. Son metros y metros de plantaciones y ello conllevaría poder elaborar no solamente el compost que cabe en una de mis dos compostadoras (que es lo que logro en un año) si no muchas otras más. Ni dispongo el material de poda, restos, etc..ni mi cocina genera tanto desechos orgánicos. 
Si mi jardín tuviera otro tipo de suelo más arcillo, que retuviera mejor los nutrientes, probablemente solo usaría el estiércol curado pero mi suelo es el que es y pierde el agua y los nutrientes con extrema facilidad como os comento siempre.
Como sabéis hago dos aportaciones muy, muy generosas de estiércol curado a todo el suelo de todas las plantaciones. Ello me permite nutrirlo, que sea más mullido, que se oxigene mejor, aportarle vida, materia orgánica y posibilitar el crecimiento de microorganismos que a su vez ponen los nutrientes del suelo a disposición de las raíces de las plantas...digamos que no permito que mi suelo se empobrezca y muera la vida que hay en él si no lo contrario.
Pero como todos sabemos, el estiércol y el compost no son ricos en macronutrientes y los que tiene son muy variables dependiendo del tipo de estiércol o de compost, de los elementos que lo componen y del estado de madurez en el que se aplica. Es más el beneficio que aporta al suelo en cuanto a su estructura por la materia orgánica que se deposita en él.
Lo repito, la parcela al llegar yo aquí tenía un suelo literalmente muerto, desnutrido, falto absoluto de riego o aportaciones de fertilizante alguno y cargado hasta las trancas de herbicidas. Transformar este suelo me llevará años. No importa, yo tengo paciencia y ganas de trabajar!! Seguramente dentro de unos años prescinda de la aplicación de abono químico que hago a los arbustos al inicio de la temporada pero de momento, creo que debo tener la seguridad de que el suelo tiene NPK suficientes para que las plantaciones crezcan con salud.
Una estructura de suelo saludable y un pH correcto es tan importante como la aplicación de fertilizantes a la hora de prevenir deficiencias nutricionales y a la larga de enfermedades y plagas en las rosas.
El uso de fertilizantes orgánicos mejora la estructura del suelo cosa que no hacen los químicos. Los gusanos y microorganisos beneficiosos precisan de algún tipo de material orgánico para nutrirse y mantenerse sanos y para ello es necesario hacer aportaciones constantes de enmiendas y de abonos orgánicos.
Los abonos orgánicos no solo nutren los rosales, también nutren el suelo, lo mejoran, aportan materia orgánica y modifican su estructura. Y ello porque en sí mismos constituyen materia orgánica. Sustancias absolutamente necesarias para que el suelo permanezca vivo, lleno de microorganismos que facilitarán que los rosales puedan disponer de los nutrientes presentes en el suelo muchas veces pero en condiciones que no les permiten absorberlos.
El aporte puntual y comedido de los abonos químicos no es que sea radicalmente negativo pero pretender cultivar de forma saludable los rosales en un suelo sin nutrir orgánicamente nunca, sin aportarle materia orgánica ni nutrientes para la microfauna… es bastante complicado!! El uso exclusivo y constante de este tipo de fertilizantes provoca que  a la larga se pierda la materia orgánica y que decrezcan los organismos vivos tan importantes para construir un suelo de calidad. En este proceso el suelo va perdiendo su capacidad para retener el agua y al aplicar estos fertilizantes químicos cada vez más cantidad se lixiviará filtrándose a través del suelo hacia las capas profundas dónde las raíces del rosal ya no tendrán acceso a ellos.
Lo que vengo a decir es que abono químico sí, siempre que en paralelo se cuide el suelo con aportaciones que lo enriquezcan, que favorezcan la vida que hay en él y siempre que el tema no se limite a fertilizar las plantas aportando nutrientes para ellas pero dejando el suelo empobrecido.
Sé que son comentarios que muchos de los que escribimos un blog repetimos hasta la saciedad pero creo que hay que hacerlo. Que nos concienciemos de la importancia de respetar el suelo de nuestro jardín ya no es solo importante para nuestras plantas particulares, es importante para la naturaleza que nos rodea y que rodea a nuestros vecinos.
Retomo y me ciño ahora al té del que empecé a hablar! Como os decía, un "empujoncito" a estas alturas de la temporada les va a venir de perlas a nuestras rosas!! Si algo tiene de ventajoso los abonos orgánicos es que es prácticamente imposible pasarnos con ellos y llegar a quemar un rosal porque son extremadamente suaves y poco concentrados. Así que no hay miedo de usarlos.
En la Red encontraréis varias recetas para hacer este tipo de té. Unas tiene más de esto y otras más de lo otro. No se pretende un fertilizante con proporciones de NPK exactas como tenemos con un fertilizante químico. Los té podemos hacerlos de infinidad de materiales. Desde tés de compost, a té de ortigas, de diversos abonos orgánicos, etc. Cada uno tendrá unos beneficios. Lo importante es que vayamos experimentando como le sienta a nuestros rosales.
De todos modos si alguno de vosotros tiene curiosidad por saber la receta que yo he elaborado, la pongo a vuestra disposición en la parte final de este artículo.
Después de buscar información y de hablar por facebook con algún amigo jardinero de los foros de aficionados a las rosas en los que participo y preguntarles por su experiencia, muchos me han reconocido que incluyen estos té como parte de su programa de fertilización. Eso sí,  cada uno de ellos vino a decirme que elaboraba la "receta" con más o menos cantidad de algunos elementos e incluso más de uno no usaba algunos de los ingredientes y otros incluían alguno que yo no he usado finalmente.
Como yo tiendo a ser bastante curiosa y no me gusta aplicar a mis rosales nada sin saber, al menos de forma aproximada, qué es lo que estoy poniendo, decidí elaborar mi propia receta aumentando o disminuyendo la cantidad de cada ingrediente en función de los nutrientes que aportaban y del resultado final que yo pretendía.
No tiene mayor importancia ni se busca como digo, exactitud en las cantidades. El que haya hecho esta tabla en la que he ido anotando cantidades y porcentajes, se debe menos a que sea necesario hacerlo cuando se elabora un té que a mi forma particular de ser jejejeje :P
Lo que sí quería era una mezcla que tuviera más sodio y potasio que nitrógeno porque ahora, lo que precisan nuestros rosales no es tanto crecer como producir floraciones abundantes. Y por supuesto que enriqueciera mi suelo con nutrientes secundarios, micronutrientes y otros elementos que aunque en ínfimas cantidades, son precisos.
De todos modos como os digo, un té puede hacerse con muchos otros elementos si no disponéis de algunos de los que veáis en cualquier receta. Sí aconsejaría a quienes os decidáis a aportarlo que busquéis información sobre qué nutriente aporta y en qué cantidad cada ingrediente que incorporéis al té. Así tendréis una idea por lo menos aproximada de si es equilibrado o no y de si incorpora el nutriente preciso para este momento el año.
La elaboración no puede ser más sencilla. 
Una vez decidido con qué vamos a "cocinar" nuestro té y saber las proporciones que de cada ingrediente vamos a incorporar, no tenemos más que pesar cada elemento y saber la proporción de agua que tenemos que añadir.
Al igual que los ingredientes que usemos y las cantidades, también puede ser un poco variable la proporción de agua en la que los diluyamos. Debería ser una mezcla que permita humedecer bien las raíces del rosal. Lo ideal sería que cada rosal recibiera unos 4 litros de té. Dependerá, claro está, del tamaño del rosal y del tiempo que lleven plantados. Un rambler de varios años, debería recibir más cantidad aún para empapar bien sus raíces. Un pequeño rosal arbustivos que sea jovencito, tendrá bastante con algo menos de esta cantidad.
Yo he calculado a cuatro litros por rosal. Los más grandes por los más pequeños. Si sobra algo podemos siempre aplicarlo a cualquier otro arbusto que veamos algo necesitado.
No he querido abonar los rugosas porque lo hago únicamente con las dos aportaciones anuales de estiércol. Así que si resto estos cinco debía hacer para 107 rosales, es decir, algo más de 400 litros.
Está claro que si tenéis pocos rosales con un cubo de esos de jardín que venden en los chinos tendréis suficiente pero si cultiváis una cantidad grande de rosales, deberéis disponer de algunos cubos más dónde os quepan tantos litros de agua como preciséis.
Otro aspecto que me gustaría comentar para facilitar el trabajo es que creo que es mejor ubicar ya de entrada los cubos vacíos en distintas zonas del jardín. Es mucho más cómodo!! Si tenemos cerca de los rosales el té, nos ahorramos viajes.
Por cierto, que no os pase como a mí con el primer cubo, que lo puse en un terreno con inclinación y si me descuido se vierte un poco por arriba :D
Una vez pesados echarlos al fondo de los recipientes e incorporar el agua con la manguera a presión. De esta manera estaremos metiendo oxígeno a la mezcla lo que redundará en beneficio del crecimiento de microorganismos. 
Llenar el recipiente hasta arriba y remover bien el conjunto con un palo.
Tapar y dejar de dos a tres días. No más de cuatro. Conviene eso sí, remover cada día para que la mezcla de materiales no se deposite abajo y se disuelva en el agua lo más posible y que la mezcla tenga oxígeno.
Es mejor tapar los recipientes para evitar que entren insectos o que caigan hojas, pétalos o incluso algún animalillo curioso. 
Un té no es un fertilizante tóxicoAl contrario, incorpora muchos microorganismos que son muy beneficiosos para el suelo como venimos diciendo. A pesar de ello, debemos manipular siempre este tipo de sustancias con guantes y mascarilla.
Evitaremos respirar el polvillo que se produce en ocasiones al volcar ciertas sustancias en los recipientes.
Durante estos días la fermentación provocará que el líquido adquiera algo de temperatura. Es normal.
Pasado el tiempo de fermentación no tenemos más que ir tomando del recipiente la cantidad de litros por rosal que corresponda y aplicarlo sobre el suelo que rodea las raíces despacito, tratando de distribuirlo bien por toda la zona.


Es importantísimo que reguemos en profundidad antes de aplicar cualquier fertilizante, sea químico o sea orgánico. Facilitaremos así que la tierra húmeda absorba mucho mejor los nutrientes y no nos arriesgaremos a quemar nunca las raíces de los rosales.
No incluyo fotografías del riego previo a la aplicación del fertilizante porque en este caso concreto lleva dos días enteros lloviendo y el suelo está suficientemente empapado. Lo cual me ha venido de perlas!!
Este cazo tiene una capacidad de 2 litros así que un par de ellos a cada rosal de tamaño normalito, tres a los rambler y trepadores grandes y algo menos a los de reciente plantación.
Un poco más de agua después del té ayudará a que este fertilizante termine por distribuirse por todas la zona dónde crecen las raíces.
Este fertilizante suavecito será como un buen tónico para nuestras rosas. Sin duda ayudarán a suplir algún nutriente del que mi suelo ande deficitario.
Una cosa más! Comprobaréis que en la parte inferior del recipiente dónde elaboréis el té queda mucho material sin diluir del todo. No lo tiréis!! Podéis añadirle algo más de agua y distribuirlo por la base de otros arbustos que anden decaídos o incluso incorporarlo a las composteras.
Por último, los fertilizantes orgánicos elaborados de forma casera son biológicamente demasiado activos para poder guardarse para posteriores usos. Como os comentaba más arriba, deberemos usar el té en los tres días siguientes a su elaboración.
Por cierto, este tipo de tés pueden usarse tanto como abono líquido sobre el sustrato que rodea las raíces como en forma de abono foliar rociando directamente el té sobre las hojas del rosal.
Si queréis usar la mezcla como abono foliar metiendo los abonos en una bolsa de tela elástica de esas en las que vienen envueltos algunos jamones en la carnicería, el líquido resultante estará mucho más filtrado. No obstante, para aplicarlo con mochila, creo que si no se pasa a través de un tamiz muy fino fácilmente se obturará la boquilla. Además de que se diluyen mejor los ingredientes sueltos en el agua que metidos en la bolsa.


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Y ahora, si alguien tiene curiosidad por la receta que yo he elaborado, a continuación os pongo un cuadro con las cantidades y los ingredientes que he usado para este té. Pero de nuevo repito, un té podéis hacerlo con infinidad de abonos orgánicos.

* Estiércol en pellets
* Harina de huesos
* Algas en polvo
* Harina de pescado
* Sales de Epsom

Además he incorporado también

* Quelatos de hierro
* Vinagre de vino blanco

La mezcla de estos cinco elementos daría un fertilizante muy suave pero con los tres macronutrientes (NPK) presentes en ella. Con valores más altos en fósforo y potasio que en nitrógeno.
Pero además, algunos de los ingredientes, aportarían también nutrientes secundarios como calcio, magnesio y azufre.
En esta mezcla habría también en cantidades imposibles de cuantificar ácidos húmicos y micronutrientes como boro, manganeso, cobre y zinc.
Podéis ver que como parte de la receta he incluido además quelatos de hierro y vinagre de vino blanco. Y esto es por dos razones. Una porque observo que en algunos de mis rosales, en ocasiones, presentan algún signo de déficit de hierro y me veo obligada a hacer aportaciones de quelatos de vez en cuando.
La incorporación del vinagre es porque creo que los rosales se cultivan mejor en un suelo con cierta tendencia a la acidez, sin ser esta exagerada. Un poquillo de vinagre bajará siempre (aunque en un grado mínimo) el pH del suelo.
La segunda razón es un poco subjetiva. Me explico. Diría que los rosales en la gama de púrpuras, violetas... producen rosas en tonos más fríos, más azuladas, más tendiendo al violeta que al magenta, cuando crecen en terrenos algo más ácidos pero ya digo, como no he hecho pruebas rigurosas que me permitan afirmarlo con rotundidad, solo digo que quizás es una apreciación subjetiva. 
Debo decir que estos dos últimos ingredientes no los he considerado a la hora de las proporciones de nutrientes lógicamente dado que no añaden ni nitrógeno, ni fósforo ni potasio.
Las cantidades de abono que necesitaremos estará en función, lógicamente, del número de rosales que cultivemos. Yo he empleado el tiempo en hacer este cuadrito que en posteriores ocasiones me facilitará la labor al tener ya calculadas las cantidades. 
He pensado que podría facilitar las cosas a quienes se decidan a hacer un té incluir los datos para un número variable de plantas. Así podéis ver en el siguiente cuadro las cantidades que se precisarían para 1, 10 , 50, 100 y como es mi caso 107.
Y como con este tipo de fertilizantes no es preciso andar con exactitudes puede ser cómodo saber usar un mismo recipiente para medir todos, de manera que si sabemos lo que pesa el contenido de la misma taza llena de los distintos abonos, será mucho más rápido confeccionar la mezcla.

En fin, lo cierto es que no me ha costado mucho elaborar la mezcla. Remover un par o tres de veces al día...pues eso, mientras paseaba iba pasándome por los cubos alojados en distintos lugares del jardín y con el palo lo removía...
Lo más trabajoso ha sido ir echando los dos cazos por rosal pero al final decidí llenar una regadera grande y de ahí iba llenando los cazos.
Sí, es verdad que es más fácil echar un puñado de bolitas azules, pero éstas, aunque pondrán a disposición de vuestras rosas los nutrientes, no aportarán nada a vuestro suelo y tarde o temprano se empobrecerá. Será pan para hoy y hambre para mañana ;)
Que paséis un estupendo fin de semana, queridos lectores!!


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Son ya varios los artículos publicados en este blog que tratan de los fertilizantes en general y de los abonos orgánicos en particular. Pongo a vuestra disposición varios enlaces en los que se desarrollan estos aspectos y que estoy segura será del interés de algunos lectores no solo que cultiva rosales si no plantas en general.

Fertilizar o abonar nuestros rosales. Nociones generales.
Abonos orgánicos para los rosales vs. fertilizantes químicos
Receta (mezcla) casera de abonos naturales para aplicar "en seco" a los rosales tras la poda
Té de compost para los rosales. Un buen abono orgánico soluble
Algunos abonos orgánicos y enmiendas del suelo que podemos usar con nuestros rosales.
Abonado de los rosales con fertilizante orgánico a principios de verano después de la floración.
Cáscaras de huevo usadas como fertilizante para aportar calcio (Ca) a nuestros rosales


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