Ayer fue un día de "puesta al día" del huerto. Suelo hacerlo un día por semana y ahora, en plena temporada no podemos perderlo de vista.
Las hortalizas están creciendo mucho y sobretodo las tomateras no conviene que se nos desmadren. Eliminar los chupones nos ayudará a guiarlas mejor verticalmente. Además, al tener menos hojas las matas estarán más aireadas.
Igualmente hay que ir atando a los tutores el crecimiento según va produciéndose.
Una limpieza a fondo de cualquier hoja seca, con signos de plagas o enfermedad es imprescindible para mantener una buena higiene en los bancales.
Igualmente se eliminaron las malas hierbas que crecen entre las distintas hortalizas para que no les resten energía ni ayuden a favorecer las plagas.
Tomates, pimientos, berenjenas, cebollas...todo está en pleno crecimiento y precisa de nutrientes. Aunque el suelo se preparó muy bien antes de comenzar la temporada y se le aportó mucha materia orgánica en forma de estiércol y se removió superficialmente, el crecimiento de las hortalizas va gastando los nutrientes y se hace preciso aportar elementos que en este momento del año precisan para que tengan un desarrollo correcto.
No es el momento de poner fertilizantes que tengan mucho nitrógeno porque no nos interesa que produzcan muchas hojas y tallos si no que lo que buscamos es que florezcan, que cuajen los frutos y que engorden.
Ya sabéis que no uso químicos en mi huerto así que ayer tras una limpieza exhaustiva de todos los bancales eché un puñado de un buen fertilizante orgánico a cada mata.
Puse un abono orgánico de origen animal cuyos componentes procedentes del compostaje de restos de pescado. Se trata de un fertilizante con un aporte completo en cuanto a nutrientes aunque con una proporción NPK baja (2,5/3,5/2) y que contiene también bioestimulantes que aumentan la actividad vegetal.
Los abono orgánicos fomentan la actividad microbiana del suelo y este en concreto incorpora aminoácidos y vitaminas.
Es la primera vez que lo uso. Veremos los resultados. En todo caso la gran ventaja de los abonos orgánicos es que es prácticamente imposible que las plantaciones se "quemen" como puede ocurrir con un fertilizante químico.
Siempre es conveniente regar bien antes de abonar, así, luego, se distribuirá mejor el abono.
Una vez drenada el agua esparcí un puñado del abono alrededor de cada mata tratando de que el polvo no cayera sobre la base de los tallos.
A continuación un buen riego muy despacito, con la manguera con poca presión para que el abono se filtrara justo sobre las raíces.
Esperemos que estos nutrientes ayuden a tener una buena cosecha.