Manchas en hojas de Iris germanica producidas por Heterosporium gracile (Davidiella macrospora)

Así están mis Iris germanica 'Florentina' este invierno. Horribles!! 


Incluso estoy pensando en deshacerme de ellos porque tengo miedo de que finalmente contagien a los Iris germanica que siendo vulgares (no tienen nombre y apellidos) y corrientes a mí me tienen enamorada y han demostrado una resistencia a todo increíble. Porque hay que ver la mala vida que llevaron los pobres antes de comenzar nosotros a arreglar el jardín. Pero ahí siguieron!! Y en cuanto recibieron una buena limpieza, agüita de vez en cuando y les cayó encima de su suelo el estiércol que suelo depositar en el jardín dos veces el año, no tardaron en ponerse preciosos y en darme unas floraciones preciosas.
La cosa es que en la primavera de hace dos años encontré abandonados en una parcela sin vallar en las proximidades de mi jardín unos cuantos rizomas de Iris germanica 'Florentina'
Grandes, fuertes, aparentemente sanos!! Tenían un aspecto francamente magnífico. No sólo las hojas, también los rizomas no daban muestras de estar enfermos. Estaban duros, sin abolladuras, sin mohos, sin manchas ni zonas reblandecidas y con un aspecto inmejorable.
No presentaron problema alguno en la temporada de aquel año pero próximos al invierno empezaron a aparecer en sus hojas unas manchas que poco a poco iban extendiéndose aumentando en número y provocando que las hojas dónde aparecían poco  poco comenzara a enfermar completa y finalmente se secara y muriera.
Tan pronto vi estas manchas eliminé las hojas afectadas pensando que con ello eliminaría o limitaría el problema. Me equivoqué!
El año pasado los síntomas aumentaron. Aquellos rizomas que encontré los distribuí en varios lugares del jardín para formar varias matas. Lo curioso es que todas ellas manifestaron los mismos síntomas la anterior temporada y la presentan este invierno. Lo cual me hace pensar que estuvieran infectados desde antes de plantarlos porque la  distanca entre unas matas y otras es bastante así que el contagio no me parece demasiado plausible.
También me llama la atención que estando prácticamente al lado de otros Iris germanica que tengo (ya estaban desde siempre en el jardín antes de llegar nosotros) no llegan a contagiar a ninguno de ellos.
Estos días me he fijado que el problema parece tener un aspecto más grave. Son más hojas las afectadas y de forma más intensa así que me he interesado en recopilar alguna información sobre este hongo. La comparto con vosotros.
Estas manchas son producto de una enfermedad fungica causada por un hongo que es conocido con distintos nombres: 'Heterosporium gracile', 'Heterosporium iridis', 'Davidiella macrospora' e incluso como 'Didymellina macrospora' y 'Mycosphaerella macrospora'. En fin, un lío!
Aunque puede enfermar a otras plantas como Narcisos, Freesias, gladiolos o Hemerocallis, son los lirios (Iris germanica) los que se ven más afectados por el contagio constituyendo ésta la enfermedad foliar más importante de estas preciosas plantas.
Las hojas contagiadas comienzan a presentar pequeñas manchas ovaladas con puntos marrones. 

Según va acrecentándose la infección el número de manchas aumenta y llega a invadir totalmente la hoja provocando que se amarronen y finalmente se sequen y muera lo que si ocurre con en gran cantidad de hojas y de forma repetida durante varias estaciones pueden llegar a afectar a la salud del rizomas debilitándolos y provocando su muerte.

Es frecuente que los primeros síntomas de esta enfermedad se manifiesten con la aparición de pequeñas manchas marrón claro comiencen sobretodo en la parte superior y paralelas a la dirección de las venas de las hojas y el borde de las hojas aunque también pueden aparecer en tallos y botones florales. 

Aquí puede verse como la parte baja de las hojas presenta menor infección. 

Al inicio de la temporada las manchas se agrandan lentamente y tras la floración el número y tamaño de las machas aumenta rápidamente llegando a inundar prácticamente toda la superficie de la hoja. Las manchas más antiguas presenta una forma oval y con centros grises bordes en tonos rojizos y con un halo clorótico.


Durante los años secos la enfermedad se presentará menos agresiva y será en los años húmedos cuando presente más virulencia. Eliminar las hojas afectadas desde el inicio de la aparición del problema reducirá las esporas disponibles para que lleguen a infectar 
Según parece las esporas pueden permanecer en el suelo a la espera de que las condiciones atmosféricas les sean favorables. Así las lluvias primaverales y tras ellas el calor del verano favorece su capacidad de actuación sobre los Iris.
Es muy aconsejable someter a una buena limpieza de hojas secas y material muerto las matas de Iris. Son estas hojas secas amontonadas  los pies de la planta dónde se desarrollan y reproducen las esporas. 
Es en estas hojas secas y muertas dónde las esporas pasan el invierno para volver a la actividad tan pronto llega la primavera y el tiempo húmedo. El viento y el agua las llevará de un lugar a otro contagiando a otras plantas directamente a través de sus estomas.
Vemos pues que el tiempo húmedo, la falta de ventilación entre las hojas, el riego por encima mojando el follaje, el suelo ácido son todas ellas condiciones favorables para su desarrollo. 
Por tanto como medidas preventivas o para paliar e incluso solucionar el problema es aconsejable actuar en el sentido siguiente:
Mantener las matas aseadas es una buena costumbre. Eliminando estas hojas secas, enfermas o el material muerto alrededor de la base de las matas, favorece que haya buena aireación entre las hojas y mitigará el peligro de contagios al reducir la cantidad de esporas de hongos presentes entre las hojas y en el suelo.
Por supuesto no debemos usar este material para hacer compost ya que favoreceríamos el contagio a otra plantas. Lo mejor es quemarlas.
A continuación deberíamos tratar la planta durante el tiempo húmedo con algún fungicida a base de cobre. Aunque parece que estos fungicidas son más preventivos que curativos una vez la planta está infectada.
Incluso quizás lo mejor sería extraer del suelo los rizomas, comprobar si están afectados eliminando cualquier zona enferma. Luego bañarlos en una solución con cobre antes de replantar.


El hacinamiento entre las plantas favorece el contagio. Conviene dividir las matas periódicamente y asegurarse de que hay espacio entre ellas que favorezca una buen movimiento del aire entre ellas.
Según parece hay variedades y cultivares más y menos susceptibles de contraer esta enfermedad. Convendría asesorarse de cuales son más resistentes para elegirlas a la hora de cultivar lirios en el jardín.
Como os comentaba los que yo tengo en el jardín de siempre y que deben ser una variedad muy común son bastante más resistentes a este hongo. De todos modos, me preocuparé de pedir que me limpien bien todas las matas y eliminen cualquier hoja dañada, seca o muerta. Igualmente le diré a mi ayudante que corte todas las hojas hasta un palmo. Creo que será un buen modo de prevenir incluso en aquellas matas que no presentan de momento ningún indicio de estar infectadas.
Igualmente, al haberse introducido este hongo en el jardín creo que recortar hasta bien abajo todas las matas de Iris ayudará a eliminar la mayor cantidad posible de esporas que haya presentes. Y por supuesto, una vez comience la actividad al pasar lo más duro del invierno volver a actuar con productos a base de cobre para preservar del contagio al material vegetal recientemente brotado.
Aunque los Iris pueden vivir en zonas algo más sombreadas el crecer en puntos bien soleados favorecerá la salud de la planta.
Si nuestro suelo es muy ácido puede ser aconsejable agregar algo de cal para aumentar el pH del suelo.



Al regar se debería intentar no mojar su follaje, especialmente si regamos por la noche. Ya sabemos que no conviene mantener la humedad en el follaje durante muchas horas puesto que es una forma de animar al desarrollo de las enfermedades fúngicas.
Al aplicar el producto fungicida mezclarlo con algo de jabón potásico disuelto en agua para aumentar la adherencia. Si agregamos una pequeña cucharadita de jabón disuelta en la disolución fungicida de cobre disminuirá la tensión superficial de la gota de agua, aumentará la penetración del producto en tejido a la vez que la permanencia del mismo sobre las hojas y por tanto su efectividad.
La aplicación debería hacerse de forma repetida y espaciada entre aplicaciones en función de que el tiempo sea húmedo o seco. 
Deberían aplicarse al menos cuatro veces con intervalos entre ellas de 7/10 días. Se aconseja más el uso de  pulverizaciones que los productos cúpricos en polvo.
Prestemos especial atención al tiempo húmedo. En el caso de estar tratando nuestros Iris con algún producto deberíamos acortar los intervalos a 5 días si el tiempo es lluvioso.
Del mismo modo podemos alargar los intervalos a 12/14 días si el tiempo es seco.

Los jardines con pendientes son más interesantes pero es necesario sujetar el terreno en algunos puntos.

Otro rincón terminado!! Los jardines cuyo terreno no es plano si no que se presentan con pendientes tienen eso, que en algunos puntos se hace imprescindible sujetar el suelo de alguna forma.
A este rincón en concreto llega cuando llueve fuerte buena parte del agua que cae en la parte alta del jardín. Hasta ahora, que esta zona en la que el suelo estaba colocado de forma provisional, constantemente se derrumbaba la pendiente, aparecían malas hierbas de raíz profunda que al extraerlas ayudaba aún más a descompactar la tierra e incluso mis propios pies al apoyarme contribuían  a que nunca estaba esta zona decente.

Para que os hagáis una idea os pongo una fotografía de la zona realizada antes de llevar a cabo este último cambio.

Pero además tengo un perro que es bruto como un arado, Iker, que recorre la parcela cabalgando como si fuera un caballo. Un perro de casi cincuenta kilos cuando pone sus patas en tierra corriendo, rompe la tierra con total facilidad así que día sí y día también me encontraba con desmoronamientos en este espacio.
Aquí tenéis al bestia en cuestión. Ahí, aguantando como un jabato la helada que había la otra mañana temprano. Pero tan pronto llegó el ayudante que tengo para hacer las cosas de jardinería me abandonó y allá que se fue con él. Frío él? Quita!!

Si os fijáis la pendiente era baste y provisionalmente movimos la tierra que bordeaba los pies de la Paulownia de manera que hiciera una pared inclinada hacia el camino que bordea el seto sur.


Comparado con otras zonas del jardín aquí mi ayudante no ha tenido que hacer demasiado trabajo. Eso sí, nos hemos tenido que aprovisionar de unas traviesas de madera y una buena cantidad de pedrolos que era imprescindible que tuvieran la pátina formada por líquenes y musgo que tienen las otras piedras del jardín. 

No es fácil conseguir estas piedras añejas que aportan al jardín una solera que a mí se me antoja muy hermosa y que de usar unas nuevas serían un "pegote" que destacaría y se separaría del hilo conductor del jardín en cuanto a diseño.

Esta zona del jardín no tenía casi dónde sentarse a descansar un rato aunque no fuera muy cómodamente. Estas dos traviesas aunque no son propiamente bancos, al estar un poco en alto pueden servir  a ese efecto.

No me acaba de convencer ese palmo de tierra sobre el que están puestas y que se elevan con relación al camino. Y digo que no me acaban de convencer porque hubiera preferido hacer una especie de un murete de piedras pequeñas sin cemento y sobre el que crecieran algunas plantas ahondando sus raicillas entre ellas.
No estoy en disposición de hacer trabajos de ningún tipo en el jardín. Cuando me recupere de la pierna rota y pueda volver a andar dedicaré un día a hacer estos muritos frontales para estas dos traviesas y pienso que la zona quedará mejor "rematada". De momento así queda.
No he indicado a mi ayudante que haga demasiadas plantaciones. Quiero llenar los espacio más adelante cuando pueda comprar algunas salvias y alguna lavandula. 
Entre las plantaciones que se han realizado de momento hay un Elaeagnus umbellata. Se trata de un arbusto resistente a las bajas temperaturas, caducifolio con hojas coriáceas y bonita floración formada por pequeñas y abundantes flores blancas de delicioso aroma y muy atractivas para las abejas. Parece ser que con sus frutos pueden elaborarse deliciosas confituras. Puede llegar a ser un pequeño arbolito.


Elaeagnus umbellata - Imagen de Wikipedia

Elaeagnus umbellata - Imagen de Wikipedia
El otro arbusto que se ha incluido en este arriate es otro eleagno perennifolio, Elaeagnus pungens 'Hosuba fukurin'. Me parecen preciosas sus hojas brillantes y bordeadas de blanco cremoso y su porte compacto. Puede crecer bastante, sin embargo aguanta muy bien las podas, de hecho se utiliza frecuentemente en setos precisamente por esta capacidad de llevar bien los recortes. No estoy segura de querer cultivarlo dándole una forma de bola. Quizás lo deje crecer un poco más a su aire conteniendo eso sí, un poco su crecimiento para que no invada la zona que no tenga asignada.

A cierta distancia del tronco de la Paulownia tomentosa se ha dejado un hoyo de plantación a la espera de que adquiera el rosal trepador que tengo pensando cultivar en ese lugar.

He decidido esa ubicación retirada del tronco para evitar competencias pero también porque en ese lugar el rosal aunque crezca no invadirá el espacio de la escalera de traviesas que baja atravesando el jardín.


A la izquierda de este arriate triangular hay otro en el que crecen cuatro o cinco rugosas con rosas de gran tamaño y color magenta.
A la derecha al otro lado del camino, en el seto norte plantamos hace unas semanas un rambler muy bonito, tonos albaricoque/melocotón/amarillo pálido, Rosa 'Phyllis Bide'. Creo que un rosal de flor grande a los pies de esta Paulownia sobrecargaría el espacio y lo haría demasiado estridente. Pienso que un rosal de flor pequeña, en violeta oscuro combinaría a la perfección tanto con los rugosas de la izquierda como con el rambler del seto de la derecha. Tengo que decidir aún por qué variedad terminaré por inclinarme.

Bueno, aún tiene este espacio un aspecto algo desangelado. Le faltan plantaciones, evidentemente. Pero bueno, ya llegará la primavera y podremos adquirir las plantas que combinen en esa zona y que proporcionen mayor vistosidad al rincón.

El Cocido Madrileño. Ingredientes y paso a paso de su elaboración (O como superar el frío en el jardín)

No todo va a ser jardinear. Hace un frío que pela y qué mejor que incluir en el menú de esta semana un magnífico plato casero, clásico y típico de toda la vida?
Así pues hoy no traigo nada relacionado con la jardinería. Hoy voy a compartir con vosotros una receta de las más clásicas de la Cocina Española: El Cocido Madrileño!!
En mi blog de cocina "Con María en su cocina" he dedicado dos post a su desarrollo. 


En este primero están los ingredientes que forman parte de este suculento plato. 

El segundo incluye un paso a paso pormenorizado todo el proceso de elaboración
Espero que os animéis a hacerlo aquellos que no lo hayan degustado nunca. Con estos fríos invernales es tan de agradecer una sopita que reconstituya el cuerpo (y el alma)..seguidas de unas verduras regadas con aceitito y terminar con un espléndido surtido de carnes, tocinos y chorizos...
Feliz comienzo de semana, amigos!! ;)

El compost de hojas caídas en otoño: Una buena enmienda para el suelo de nuestro jardín.

Al inicio del año pasado hice un compostero con malla metálica para meter las hojas que caen en otoño en el jardín. Este año lo he usado para eso, para tener recogidas las hojas que iba recogiendo y que he usado en la compostadora según necesitaba.
Este año en cambio he decidido hacer en él un compost de hojas. Tardarán mucho en compostarse porque contienen gran cantidad de lignina que es tremendamente resistente a la descomposición. Pero con el tiempo,  terminarán por formar un estupendo material que una vez incorporado al suelo de mi jardín ayudará a que éste retenga más el agua y modificará su estructura haciéndolo más esponjoso y aireado.
Son gratis, están ya en nuestro jardín bajo los árboles desnudos, llevarlos a los contenedores municipales embolsados nos supone un trabajo... por qué deshacernos de tan valioso material? No pagamos un euro por ello, nos ahorramos paseos para sacarlas de nuestro jardín y a cambio de los minutos que de vez en cuando nos llevará mover el montón, tendremos al año que viene (o al otro según el tipo de hojas que usemos) una estupenda materia que podremos "devolver" a nuestro suelo...Qué ocurre en un bosque? Las hojas caen a los pies de los árboles y el tiempo, la lluvia, la acción de los microorganismos y de insectos hacen su trabajo sobre ellas. Al final este material vuelve a los árboles en forma de nutrientes o incorporado como materia orgánica al suelo dónde hunden sus raíces... Por qué no copiar un poco a la sabia Naturaleza? :)

No tiene muchos nutrientes y más que como abono hay que considerarlo como una enmienda del suelo porque aporta mucha materia orgánica.
No tiene misterio alguno el hacer un compost de hojas. Simplemente se recogen y se van acumulando en el lugar que se les ha asignado.
Hay que hacerlo por capas e ir mojándolas con la manguera. Las hojas secas sería muy difícil que se compostaran. La humedad ayudará a acelerar el proceso.


Así pues tomaremos una cantidad de hojas y formaremos una capa...mojamos...otra capa de hojas...mojamos y así hasta terminar el material del que disponemos.

Al finalizar una capa de plástico de una bolsa de jardín por ejemplo puesta por encima servirá para acelerar en algo el proceso.
Hay que tener en cuenta que estas hojas mojadas en poco tiempo tenderán a comprimirse evitando así que el aire penetre entre ellas. Es importante remover el montón de hojas una vez cada quince días o al menos de vez en cuando.

Más vale prevenir que curar!! Puede ser el momento de un fungicida como el azufre sobre nuestros rosales

Ya estamos en enero!! Dependiendo del jardín y de las enfermedades y plagas que se hayan producido durante la temporada anterior quizás nos planteemos la necesidad de tomar alguna medida preventiva.
Hoy era buen día para que mi ayudante en el jardín aplicara azufre a los rosales...
A estas alturas del año ya habremos hecho dos aplicaciones de aceite insecticida (en mi caso mezclado con un producto cúprico fungicida). Exactamente la segunda la hice a primeros del mes pasado así que ya han pasado más de treinta días. Es el tiempo mínimo que debe transcurrir entre una aplicación de aceite insecticida y la aplicación del azufre. El mismo tiempo que deberemos dejar que pase hasta hacer la última aplicación de aceite.
Pero no nos repetiremos hoy. En su momento publicamos un artículos sobre tratamientos preventivos de invierno para los rosales y en concreto sobre fungicidas de contacto como el cobre y el azufre. En él tratábamos los modos, tiempos, productos, inconvenientes y ventajas de ellos.
Hace frío...sí. El jardín a partir del mediodía cuando los rayos del sol dejan definitivamente de calentar, deja de ser acogedor. Trastear con agua para fregar tiestos o limpiar instalaciones  te deja tiritando!! jejeje Sí, hace frío y en casa, la lumbre de una chimenea es mucho más acogedora que los pocos grados que reinan en el jardín a última hora de la tarde. A pesar de todo, si pensamos que nuestra rosas están ahí, muchas durmiendo ya o a punto de hacerlo, si pensamos que preparar unas cuantas  mochilas con los productos que necesitan ahora les evitará plagas y enfermedades cuando vuelva a calentar el sol y las yemas comiencen a estallar... quizás recordando eso, es más fácil vencer la pereza!! Mira que cuesta ponerse en marcha a veces. Verdad? :)


Las enfermedades de los rosales (III) Agalla de la corona (Agrobacterium tumefaciens)

Existen muchos tipos de agallas y no todas son perjudiciales para las plantas en general y los rosales en particular. Pensemos sin ir más lejos en las que producen en ocasiones en las raíces los hongos micorrizas siendo la convivencia con la planta beneficiosa para ambas partes.
En otras ocasiones sin embargo las agallas que producen en las raíces diversos organismos no solo no benefician en absoluto al rosal si  no que les afecta gravemente. No existen pues un solo tipo de agallas perjudiciales.
Pero las que nos ocupan hoy son las causadas por la bacteria Agrobacterium tumefaciens y cuyos síntomas se manifiestan en forma de abultamientos de mayor o menor tamaño y que pueden estar ubicados no sólo en partes subterráneas del rosal sino también en ramas y tallos.
Agalla de la corona en rosal - Imagen de Commons Wikipedia

Esta enfermedad conocida como agalla de la corona también es calificada muchas veces como  vesícula de la corona, tumor de raíz o del cuello o agalla del cuello y el agente patógeno que la causa, como hemos dicho,  es la bacteria Agrobacterium tumefaciens.
Se trata de una bacteria que no sólo ataca a rosales si no que frecuentemente se ven afectados por ellas muchos otros tipos de plantas como sauces, álamos, manzanos, cerezos, albaricoques o ciruelas.
Crown gall -detalle Imagen de Wikipedia 
Normalmente se desarrolla en el tallo principal en el punto en que el vástago entra en el suelo, es decir, en la zona alrededor del cuello del rosal, justo por debajo de la superficie del suelo. Pero no es raro que también se desarrollen agallas de este tipo en las raíces e incluso en algunos casos y dado que la bacteria viaja a través del sistema vascular de la planta, puede desarrollar agallas en el tronco e incluso en las ramas.
Cuando la agalla, pasado el tiempo empieza a descomponerse, se desprende y con ello se liberan en el suelo las bacterias de Agrobacterium tumefaciens dónde pueden vivir libremente durante mucho tiempo e infectar en el futuro otras plantaciones. Debido a ésto el único método efectivo para luchar contra esta enfermedad es la prevención.
El tamaño que llega a desarrollar es muy variable, pudiéndose observar agallas desde tan sólo unos pocos centímetros a desarrollos tumorales de 30 cm.
Cuando se encuentra en su fase inicial en el rosal se manifiesta un desarrollo anormal, en forma de abultamiento que en el inicio de su desarrollo presentan un color claro y generalmente son lisas y ligeramente esponjosos. con el tiempo se tornan de un color más oscuras y su aspecto es más seco presentando grietas y fisuras y una textura de madera.
Las agallas limitan el aporte de agua y nutrientes al rosal lo que redunda en un menoscabo del crecimiento y producción floral de la planta llegan incluso a provocar su muerte. Las plantas afectadas por esta enfermedad se manifiestan lógicamente más susceptibles de padecer estrés hídrico, a sufrir daños provocados por heladas y a contraer enfermedades secundarias.
La tolerancia de las plantas a sufrir estas agallas a menudo está en función de su edad. Así como las plantas jóvenes rápidamente se ven afectadas por la enfermedad, podemos ver árboles maduros que aún padeciéndola no presentan síntomas durante mucho tiempo sin manifestar efectos sobre su crecimiento y productividad.
La presencia en el suelo de esta bacteria no es infrecuente. Incluso puede vivir colonizando las raíces y en asociación con determinadas plantas que no se ven perjudicadas por ella y sin llegar a producir agallas. Pero las bacterias presentes en el suelo dónde pueden vivir muchos años tendrán la oportunidad de infectar las plantas susceptibles de contraer la enfermedad si están cerca.
Es muy habitual que la entrada de la bacteria en el rosal se realice a través de una herida. Es decir, puede penetrar en el rosal mediante heridas producidas al trabajar el suelo cercano a la base de la planta o en las raíces al cavar el terreno, a través de los cortes efectuados con los instrumentos infectados por podas de plantaciones enfermas, por injertos, la acción de insectos masticadores.
Cuando se ha producido una herida en las raíces o la base del tallo, el rosal (y las plantas en general) liberan sustancias química que son detectada por la bacteria provocando que se muevan hacia la herida penetrando en ella.
Agalla de la corona en rosal
Imagen de University of Minnesota http://www.extension.umn.edu/
Una vez Agrobacterium tumefaciens infecta el rosal entrando en la planta a través de una herida la bacteria introduce una parte de su propio ADN en las células del rosal induciendo a la planta a una sobreproducción de hormonas que provocan una división celular incontrolada formándose así las vesículas que constituyen el lugar perfecto para que la bacteria viva.
Las bacterias no son activas durante el invierno. Es el clima cálido y soleado lo que favorece su activación. Si la inoculación se produce en un momento de letargo de la planta, la bacteria queda en estado latente y comienza su actividad en el momento en que la planta empieza de nuevo su actividad vegetativa con unas temperaturas que favorece el desarrollo de la bacteria.
Vemos por tanto que la presencia en el suelo de esta bacteria es habitual, que convive con algunas plantaciones que soportan su presencia y que las sustancias emitidas desde una herida producida en las raíces de un rosal o planta susceptible de ser infectada representa un "reclamo" para las bacteria que haya en ese suelo pudiéndose infectar fácilmente y comenzando así el desarrollo de unas agallas en sus raíces, tallo e incluso ramas.
Así pues la propagación sigue distintos caminos: El contagio a través del suelo desde las raíces de una planta enferma; el contagio a través de la introducción de las bacterias en el jardín por la compra de plantas infectadas; la dispersión de la bacteria una vez que las vesículas comienzan  a pudrirse cayendo al suelo parte de sus capas externas llevando con ellas las bacterias, en él pueden vivir mucho tiempo (especialmente si no son suelos ácidos) y tienen la capacidad de infectar otras plantaciones y dónde el agua puede ser un vehículo para extenderse; incluso la inoculación de Agrobacterium tumefaciens a través de heridas producidas en las podas y debidas a golpes provocados al trabajar el suelo alrededor de las plantaciones haciendo uso de herramientas sin desinfectar.
Parece ser que estas bacterias son más activas durante el verano y que se encuentran "más a gusto" en suelo alcalinos y áridos y en aguas con pH bajo.
Crown gall rose - University of Minnesota
http://www.extension.umn.edu/

Teniendo en cuenta cómo vive, se traslada e infecta esta bacteria éstas son algunas de las medidas preventivas que podemos llevar a cabo:
Llevemos por tanto cuidado a la hora del laboreo de la tierra alrededor de los rosales. Un golpe con una azada puede provocar una herida en la parte baja de los tallos e incluso en las propias raíces creando con ello una puerta de entrada a la infección.
Las heladas producen frecuentemente fisuras en las cortezas de los tallos. Un buen acolchado que proteja el suelo de las bajas temperaturas invernales podría ser un buen sistema para evitar de alguna manera estos daños al ser más difícil que se produzcan agrietamientos de la corteza.
La falta de riego y la desnutrición provoca grietas en tallos y raíces. Evitemos el riesgo de contagio suministrando a nuestros rosales la hidratación y alimentación que precisan.
Los insectos, sobretodo los que ingieren madera,  son también vehículos de transmisión de las bacterias. Vigilemos con frecuencia el estado de nuestros rosales y estemos atentos a la presencia de plagas para poder actuar sobre ellas antes de que lleguen a ser un problema que ponga en riesgo las plantaciones.
El uso de herramientas limpias y desinfectadas se hace imprescindible. Podar un rosal con unas  tijeras que se han usado previamente en la poda de otro que tiene agallas de la corona es un riesgo que no deberíamos correr si no queremos transmitir de una planta a otra la enfermedad. Limpiemos de barro y cualquier material las podadoras tras su uso y desinfectemos después con alcohol las cuchillas de corte de las tijeras, cizallas y sierras.
Cuando eliminemos del jardín una planta infectada tengamos la precaución de eliminar con ella todo el suelo que la rodea y no usarlo en otras partes del jardín. Por supuesto deshacernos de todo el material destruyéndolo (quemándolo si podemos) y evidentemente no usarlo en la fabricación de compost. Reemplazar el suelo con sustrato fresco y limpio.
No hace falta decir que es inaceptable arrojar este tipo de material contaminado a vertederos municipales o parcelas abandonadas. ni abandonarlo en zonas sin control fuera de nuestra parcela.
No utilizar ninguna de las partes de una planta infectada para esquejes. Aunque la vesícula esté en la raíz, sepamos que una vez que la bacteria entra en el xilema del rosal es muy probable que cualquier parte del ejemplar que utilicemos propagará también la enfermedad.
No plantar en esa zona del jardín al menos durante cinco años.
Y por supuesto no plantar nuevos rosales en las zonas del jardín cercanas a dónde hemos detectado la presencia de agallas de la corona en otros rosales cercanos o en otras plantaciones.
Inspeccionar cuidadosamente los rosales a raíz desnuda que compremos así como los que adquiramos en contenedor y rechazar cualquier ejemplar en el que observemos la presencia de abultamientos sospechosos en raíces o tallos.
No tenemos conocimiento de que exista en el mercado español tratamientos químicos eficaces contra la agalla de la corona una vez se ha contraído la enfermedad. Agradecería que si alguno de vosotros tiene constancia de que estamos en un error, nos lo hiciera saber. Inmediatamente editaríamos este artículo hablando del producto o tratamiento que tengáis seguridad de su eficacia.
Parece ser que algunos compuestos a base de Agrobacterium radiobacter (Cepa K-84) u otras cepas mejoradas (Cepa K1029) pueden utilizarse para impregnar en estas emulsiones la base de los tallos cuando se ponen a enraizar las raíces de los rosales plantados a raíz desnuda o la base de los tallos para esquejes previniendo así la infección.  Este control biológico se comercializa como Galltrol A, Norbac 84C, Gallexare, NOGALL, o Diegall.
Hemos consultado algunos artículos sobre productos que parecen introducir alguna esperanza si no en la curación sí al menos en el control esta enfermedad. Aunque también es cierto que siendo afirmaciones de las propias marcas creadoras de los tratamientos, no nos ofrece garantía total de que esté comprobado rigurosamente su eficacia.
En todo caso os comento tres de ellos que por otra parte creo (no estoy segura) no son de venta todavía en España.
Gallexis es un producto con el que según hemos leído puede lucharse contra este tipo de agallas. Repetimos que estos comentarios los hacemos con toda la prevención ya que no hemos encontrado información fiable que asegure su efectividad. Se supone que con este producto se impregnan las superficies de corte tras elimimar las agallas presentes en una plantación y se hace dos veces, en primavera y en verano. Consiste en una emulsión fluida de agua en derivados de queroseno.
Biogram,  una empresa chilena con algunos años de experiencia en la producción y venta de insumos biotecnológicos para la agricultura, ha desarrollado uno sus producto comercializado bajo el nombre de Biobacter 84® y parece ser que es bastante efectivo a la hora de prevenir la agalla de la corona creando una especie de escudo biológico que impide que la enfermedad llegue a contraerse. Actúa por tanto de modo preventivo.
Es de aplicación en dos momentos. Uno en los propios viveros inoculando toda la base radicular de las plántulas. La segunda vez en el momento el trasplante.
Es posible que en breve esté a la venta en España dado que Biogram, su empresa creadora, tiene como reto internacionalizar sus ventas.

En algún Foro de jardinería también hemos tenido noticia de la existencia de un producto producido por la empresa Futureco S.L que hace ya años firmó un acuerdo de distribución para Europa y Magreb y que se conoce con el nombre de "Nogall".
Recordemos que en los años 70 se descubrió una cepa de Agrobacterium radiobacter (K84) que parece ser que inhibía el desarrollo de las agallas de la corona. Posteriormente se obtuvo una cepa mejorada (K1026)  y que puede controlar mejor la enfermedad.
Este producto se vende desde hace años en Australia y EEUU y la emresa inició hace tiempo los trámites para registrar el producto en Europa. No disponemos de información sobre si actualmente está a la venta en nuestro país.

En todo caso no sé por qué pienso que estos productos deben tener un precio que quizás para un aficionado al cultivo de rosas le resulte más rentable sustituir el ejemplar enfermo por uno sano.

¿Qué son los "grados" en los rosales? (ANSI)

En este artículo quisiera tratar un tema que aunque sé que como consumidores españoles no tendremos la oportunidad de estar en la tesitura de poder elegir entre rosales a raíz desnuda calificados según lo que en EEUU se conoce como Grado, no por ello creo que deje de ser importante conocer lo que en otros países las opciones que otros aficionados al cultivo de rosales les ofrece el mercado.
Para ello  voy a recordar un tema que ya tratamos hace unos meses y traeré uno del que no había hablado todavía en este blog. Y deseo unir ambos temas porque ante las dos cuestiones me planteo algunas veces si es que algunas empresas, hibridadores, páginas web o viveros consideran que los jardineros españoles somos algo así como clientes de segunda categoría. Un poco de paciencia, me explicaré. 

Hace ya un tiempo hablando de rosales injertados comentábamos que en EEUU y otros países, los rosales a raíz desnuda se pueden comprar injertados en distintos patrones. Dependiendo de la zona de venta, los productores inutilizan uno u otro portainjerto. El portainjerto sobre el que crece nuestro rosal no es un tema sin importancia. La resistencia a la sequía, a los nematodos del suelo si los hay, a las heladas si son profundas... son aspectos en los que los portainjertos tienen comportamientos distintos. 
Sólo hay que darse una vuelta por blogs y foros de aficionados a rosales estadounidenses para leer como hablan con toda naturalidad del portainjerto en el que han comprado este u otro rosal. Es decir, es un asunto conocido por buena parte de los jardineros. Es más, en algunas zonas el cliente tiene la oportunidad de elegir uno u otro. Si nos registramos y participamos en foros de aficionados al cultivo de las rosas veremos que hablan de ellos de un modo muy distinto al nuestro. Que tienen en general un conocimiento de aspectos que aquí por regla general se desconocen totalmente y que allí no hace falta ser un auténtico experto para manejar un nivel de cultura jardinera desgraciadamente bastante superior a la nuestra.
Pero por qué estos jardineros a diferencia de nosotros conocen este dato? Pues muy sencillo, porque es un dato que figura en las etiquetas o envases o en páginas web cuando los compran o porque de alguna manera el vivero de su zona les informa de cual es el portainjerto sobre el que están injertados los rosales que tienen a la venta. Esto es lo que ocurre al menos en EEUU, y no es algo excepcional, ni mucho menos. Es lo normal!! Lo normal es que los consumidores estén informados de qué compran. Vete a preguntar aquí al empleado del vivero de turno en qué patrón está injertado el rosal que quieres comprarle. Ya verás qué cara pone!! jejeje
Desde el punto de vista de un simple aficionado español es fácil que se extrañe de que este dato sea de conocimiento general entre los roseros teniendo en cuenta que aquí es raro incluso que muchos de nosotros nos hayamos preguntado por un aspecto como este. E incluso, aún sin tener estadísticas fiables en la mano, diría que la mayoría de rosales que se cultivan en los jardines españoles no son adquiridos a raíz desnuda. Lo cierto es que lo de comprar los rosales en un formato que no sea el de toda la vida (en un contenedor en un vivero de nuestra zona) es relativamente nuevo para nosotros. No me refiero a que sea de estos dos o tres últimos años. Pero no, los aficionados a las rosas en España no llevamos décadas plantándolas a raíz desnuda sobre portainjertos. Quizás por eso nos resultan tan poco familiares estos temas. Y quizás por eso no exigimos lo que en otros países exigen los clientes: estar informados de qué compran.
Desconozco si las empresas titulares de las webs a través de las que con frecuencia se compran este tipo de rosales utilizan etiquetas en las que se indique este dato cuando los envíos van dirigidos a clientes de otros países europeos que no sean España. No lo sé.
Sé que, por ejemplo, las empresas autorizadas a la venta de las variedades de David Austin en EEUU informan de este extremo en sus ventas americanas. 
Y nosotros, los jardineros españoles? Ah!! Pues parece ser  que con los consumidores españoles no hay que tener ese detalle de informar.
En fin, como decía antes, de este tema ya hablamos en su día pero hay otro en el que ocurre lo mismo. También  el siguiente tema, el de los grados, hace parecer que los jardineros españoles no tenemos por qué saber en opinión de quienes nos los venden más que el nombre de la variedad.
De este asunto, los grados de los rosales a raíz desnuda, me vio la idea de tratarlo aquí en el blog tras un comentario que me envió un lector a mi correo electrónico sobre la calidad de los rosales que vende cierto vivero conocido por muchos de nosotros y que tienen unos precios realmente bajos. Pensé que seguramente es un tema que muchos desconocen y que puede servir para clarificar diferencias de precios entre distintos lugares dónde compramos.
Aclaremos antes qué son estos "grados" (Entrecomillo la palabra porque no he encontrado un término en español que tenga la seguridad de que sea equivalente y abarque todo el sentido) Lo que en EEUU se llama "Grade" aplicado a los rosales, vendría a ser un estándar de calidad
Fue a principios del siglo pasado cuando la mayoría de viveristas estadounidenses vieron la necesidad de otorgarse unas normas de calidad por las que se rigiera el mercado de los rosales a raíz desnuda.
Así la American Association of Nurserymen  en colaboración con el American National Standards Institute (ANSI), desarrolló los estándares para posibilitar la clasificación de los rosales de jardín a raíz desnuda cultivados en campos, con el fin de estandarizar los tamaños. El propósito era otorgarse unas normas comunes y jugar todos con "la misma baraja" por decirlo de algún modo. Serían los estándares de calidad por los que se regiría el mercado de rosales a raíz desnuda. 
Estos estándares garantizarían que un rosal que un vivero vendiera por ejemplo, como de "Grado 1", seria equivalente a otro rosal vendido en cualquier otro vivero si cumplía las exigencias para calificarse como "Grado 1". El consumidor por tanto tendría un parámetro claro y fiable con el que comparar calidades. Igualito que aquí en España!! jejeje
Estas clasificaciones siguen rigiendo el mercado estadounidense a nivel nacional y todos los cultivadores de renombre y centros de jardinería que se precien se rigen por esta clasificación. 
Sepamos también que se aplican solamente a rosas de jardín injertadas cultivadas en campo y que se venden a raíz desnuda o envasadas y empaquetadas individualmente. No son de aplicación a los rosales que crecen en sus propias raíces.
Debemos saber que este sistema de clasificación se aplica únicamente en el momento de la cosecha. Es decir, en el momento en que el rosal se arranca del suelo con sus raíces, no es indicador necesariamente del desarrollo posterior del rosal ya que este dependerá de múltiples factores entre los que estarán los cuidados que le prodiguemos en el jardín.
Estos estándares nos hablan de mínimos. Esto es importante tenerlo en cuenta. Por ejemplo, un rosal grado 1 nos indica que el rosal tiene al menos 3 ramas gruesas de un calibre de 0,8 cm. Este rosal podría tener 10 ramas pero si sólo dos de ellas llegaran a ese grosor, no se clasificaría como de Grado 1, si no de Grado 2. Se entiende. Verdad? :)
Como decimos, estipularon así el número de ramas, el grosor que deberían tener y el punto en dónde deberían tomarse las medidas y eso para cada tipo de rosa. Establecieron de esta forma lo que en su idioma se conoció como "Grade 1" "Grade 1 1/2" y "Grade 2". Siendo las de Grado 1 las de mayor exigencia y más caras por tanto y las de Grado 2 las más baratas. Algunas veces podemos ver escritos los grados de esta forma: # 1, # 1½ y # 2

Quienes tengan curiosidad por leer toda la información de manera completa y extendida puede visitar este enlace al texto de la American National Standards Institute (ANSI). La información referente a todos los rosales se desarrolla entre las páginas 53/57. 
De forma muy resumida os anoto a continuación las normas para los tipos de rosales más frecuentes. No haré mención a miniaturas, rosales en arbolito, etc. 
De manera general nos aclaran previamente los términos que usarán en la normativa:
Todos los grados de rosas deben tener un sistema de raíces bien desarrollado y tener peso y calibre proporcionados según el grado y la variedad. 
Las rosas se clasificarán por el número y el calibre de las ramas
Los tamaños de cada grado para cada clasificación son tamaños mínimos
Cuando se usa el término "rama fuerte" significa una rama que es sana, vigorosa y completamente desarrollada y endurecida al menos a la longitud mínima requerida de envío.

El calibre de la rama se mide a no más de 4 pulgadas (10 cm) de la yema o unión de injerto. 
La longitud de envío terminada de las ramas que cumplen con el grado aplicable no puede ser menor de 20 cm (8 pulgadas).

6.2 Híbridos de té, grandiflora, floribundas, Rosales trepadores 

Grado No. 1 - Al menos tres ramas fuertes de 0,8 cm de espesor en la parte superior, ramificadas a no más de 3 pulgadas (8 cm) de la unión del brote. Por lo menos dos de esos tallos medirán 45 cm (Los polyanthas 30 cm y los rambler y trepadores 60 cm.)

Grado No. 1½ - Por lo menos dos ramas fuertes, de 5/16 pulgadas (0,8 cm) de calibre arriba, ramificadas a no más de 3 pulgadas (8 cm) de la unión del brote. Dos ramas al menos medirán 38 cm
Grado No. 2- Tendrá al menos dos ramas, una de las cuales será una ramas fuerte, 5/16 pulgadas (0,8 cm) en la parte superior. La segunda será de 1/4 de pulgada (0,6 cm) de calibre, ramificada a no más de 3 pulgadas (8 cm) de la unión del brote. Estas dos ramas tendrán un largo mínimo de 30 cm.

Una vez aclarado qué es esto de los "grados" se puede comenzar a entender en parte en qué condiciones compramos los jardineros de este país.
A ver, cuando decimos si estos o aquellos rosales son buenos o nos parecen buenos...estamos aplicando un criterio subjetivo. Me explico. La situación suele ser la siguiente: 
Decidimos las variedades de rosales que queremos formen nuestro pedido y empezamos a visitar páginas web dónde adquirirlas. Está claro, cuando vemos que en la mayoría de páginas los encontramos a 19, 20 y hasta 24 o 25 euros y comprobamos que estas mismas variedades en otra página nos salen a 4,5 o a lo sumo 6... Es difícil no decidirse rápidamente por la segunda. Sí, es cierto. Aquí es dónde viene en buena parte el tema de los grados de los rosales.
Si el mercado español (y buena parte del europeo) estuviera gobernado por una serie de reglas como las que hemos visto que exigieran que los consumidores, tuviéramos el derecho de saber qué grado de los rosales que compramos en cada página o en un vivero, en buena parte (no en toda) la explicación de las diferencias de precios estaría aclarada. Y lo estaría porque al menos en este aspecto podríamos comparar unos con otros. En la situación actual no podemos comparar nada antes de que llegue el producto a nuestra casa.
En la situación actual, el consumidor español solo ve que la misma variedad de rosal en un lugar vale 22 euros y en otro 6 y claro, así es fácil que nos vendan gato por liebre. El tema es que como los viveros solo están diciendo que nos venden tal o cual rosal y no está comprometiéndose a que sus artículos lleguen a ciertos niveles de calidad...pues eso, te envían lo que has pedido y si no te gusta, pues te aguantas!!
Aunque en principio cualquier rosal que adquiramos, sea del grado que sea, crecerá finalmente hasta el mismo tamaño para cada variedad de rosa, está claro que llevará más tiempo para los grados más bajos cuando comiencen con menos  ramas y más pequeños.
Pero esto no es exactamente así. Un rosal de grado 1 es un rosal que ha permanecido un año más el la tierra en la que se cultivó antes de arrancarse. Y eso se nota. Cuando nos llega un rosal grado 1 nos llega un rosal más fuerte, más vigoroso, y a la larga, aunque los grados no sean garantía de calidad, sí lo son de vigor y madurez y por ende, a la larga, de tiempo de desarrollo comparándolo con uno de grado inferior.
Quiero que se me entienda bien. No estoy diciendo que uno no pueda decidir elegir una calidad algo inferior. A veces yo misma he tenido que comprar en ciertas páginas porque no he encontrado algunas variedades en otras. Lo que estoy diciendo es que quiero ser consciente de que puede que los rosales que me envíen tengan una calidad bastante desigual..
A modo sólo de ejemplo quiero mostraros estas dos fotografías. Seguramente en la primera de ellas hay rosales que cumplirían los requisitos de un grado 1 pero sin duda muchos de ellos no lo cumplen. Está claro que la calidad es muy poco uniforme.

Y ahora miremos esta segunda. No hay color!! Verdad? Está claro que todos estos rosales pasarían cualquier prueba para ser calificados como de primera calidad.

La diferencia de desarrollo y vigor recién sacados de la tierra dónde han sido cultivados no es garantía de su buen crecimientno en el futuro. Todos lo tenemos claro. Pero me gustaría poder elegir en qué punto de desarrollo elijo los rosales que compro y si elijo una calidad baja que sea una elección libre e informada. Al menos ese es mi punto de vista.
Si algo tengo claro a estas alturas de mi vida es que duros a cuatro pesetas no da nadie. Pero nadie...nadie!! Si algo se compra  a un precio irrisorio comparado con otro artículo que "parece" ser el mismo, no hay duda, o no es el mismo artículo exactamente o hay otros factores (y sin concretar podríamos hablar de control de virus, selección de material, tiempo de permanencia del rosal en tierra y por tanto gastos de producción; condiciones higiénicas de los cultivos...etc etc, etc) que pueden explicar la diferencia de precio...
Como consumidora me gustaría saber qué elijo cuando elijo. Me gustaría que se me garantizaran ciertos estándares de calidad. Me gustaría poder comparar calidades antes de arriesgarme a hacer un pedido. Que cuando recibo un rosal con raíces que son una birria y ramas que si no te andas con cuidado las doblas y las rompes de lo finas que son...pudiera reclamar. Así, tal como está planteado el mercado no puedo hacerlo. Y no puedo hacerlo porque lo que me están vendiendo en parte alguna pone que llega a ciertos estándares.
Quizás simplemente en la medida en que los jardineros españoles vayamos evolucionando y ganando en conocimientos, el mercado, necesariamente irá cambiando porque indefectiblemente nos haremos más exigentes. Eso espero y eso deseo.

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...