Estamos ya en invierno y es el momento de comenzar a pensar en realizar los
tratamientos preventivos de nuestros rosales (esto también vale, lógicamente
para el resto de arbustos y árboles de nuestro jardín).
Uno de los primeros productos que los aficionados a las rosas empleamos desde finales del año a comienzos del siguiente son los aceites insecticidas. Llevo años usándolos con resultados bastante
positivos sin tener demasiado conocimiento sobre ellos y simplemente ajustándome
a las instrucciones que figuraban en sus etiquetas y a los consejos que de
otros amigos jardineros he recibido.
En ocasiones ocurre que además de hacer algo comienza la curiosidad de por
qué se aplica así, en ese momento y cuáles son las razones de su efectividad. Esto
es lo que he hecho estos días, recopilar un poquito de información sobre este
tipo de aceites y compartirla con vosotros en esta entrada esperando sea del
interés de muchos que como yo los usan sin tener demasiada información sobre
ellos.
Soy consciente del "tocho" que puede representar para muchos pero espero que haya también, como a mí, a quién le resulte de interés este tipo de información.
Los aceites
minerales son insecticidas a base de aceite derivados del petróleo. En el proceso de
elaboración de los aceites insecticidas éstos se someten a un proceso de refinación con ácido sulfúrico con el
objetivo de eliminar de ellos las sustancias no deseables (hidrocarburos no
saturados). A pesar de este refinado en el producto final quedan parte de estos
hidrocarburos no saturados junto a los hidrocarburos deseados (los saturados).
Hasta hace unos años se vendía aceites insecticidas de verano y de
invierno. Desde diciembre de 2008 está prohibida la venta del denominado aceite
insecticida de invierno. A pesar de ello podemos comprobar que en foros, blogs
e incluso el personal que atiende los viveros sigue utilizando los términos de
aceite de invierno y de verano aunque el único que está a la venta sea el de
verano.
Tanto los que se usaban en invierno como los que se usaban en verano
estaban compuestos por hidrocarburos saturados y no saturados.
Los hidrocarburos
no saturados (Llamados también de cadena abierta) son
poco estables, es decir, son fácilmente atacados por el oxígeno, la luz, etc..
Produciendo ácidos grasos. Son muy activos como insecticidas, más viscosos que
los saturados pero mucho más fitotóxicos.
Por el contrario, los hidrocarburos saturados (Llamados también de cadena cerrada), son más estables, menos eficaces como insecticidas pero mucho
menos fitotóxicos para las plantas.
Los llamados aceites de invierno se diferenciaban de los de verano en
varios factores derivados de las características de estos dos tipos de
hidrocarburos de los que se componían que acabamos de mencionar.
Y había un indicador o índice que reflejaba el porcentaje de cada uno de
estos dos tipos de hidrocarburos que contenían en su composición. Se trata de
un concepto de esos un poco peñazo de leer pero que es importante conocer. Es
el índice de sulfonación
o residuo insulfonable. Es decir, el porcentaje de hidrocarburos saturados de
los que se compone el aceite.
El porcentaje de estos dos tipos de hidrocarburos marcaba en qué momento
del año podíamos aplicarlos, su nivel de toxicidad, su actividad insecticida,
etc.
Así pues, hasta 2008 nos encontrábamos a la venta los aficionados a la
jardinería los dos tipos de aceite con las siguientes características:
De una parte teníamos los llamados aceites de invierno. Con un índice de
insulfonación de al menos el 70 %. Es
decir, que tenían 70 % de hidrocarburos saturados y un 30 % de hidrocarburos no
saturados. Estos aceites eran muy sensibles a la luz, al agua, al oxígeno (se
oxidan fácilmente en contacto con el aire como lo hacen las grasas cuando se
vuelven rancias)… y liberaban ácidos con un fuerte efecto insecticida. Por
tanto tenían mayor probabilidad de reacciones químicas. Puede decirse que eran
poco estables.
Se aplicaban desde la caída de la hoja hasta el momento de la brotación de
las yemas.
Como resultaban tóxicos para la vegetación su uso estaba restringido al
invierno sobre árboles y arbustos de hoja caduca. Esta alta fitotoxicidad fue a
razón por la que se prohibieran a la venta.
De otra parte, teníamos los llamados aceites de verano (también llamados parafínicos). Con
un índice de sulfonación de más del 90 %. Es decir, que casi la totalidad de su
composición eran hidrocarburos saturados. Son los aceites que siguen
vendiéndose actualmente. Mucho más estables, poco reactivos a la luz, al agua,
etc. En definitiva, con menor incidencia en el entorno, muy poco tóxicos pero
menos eficaces contra las plagas.
Esta menor actividad insecticida es la razón por la que en muchas etiquetas
de estos preparados podréis leer que aconsejan aplicarlos mezclados con un
insecticida para que su eficacia sea adecuada contra algunas plagas. Mejora su
eficacia si se mezclan con un insecticida.
En todo caso estas mezclas deberán ajustarse siempre escrupulosamente a lo
que indiquen las etiquetas del producto.
Su baja toxicidad para las plantas hace posible su aplicación mientras
están activas vegetativamente. De ahí que se llamaran aceites de verano porque
se podían aplicar sobre árboles y arbustos con hoja e incluso en verano, sobre
plantas perennifolias.
Aunque como dije, resulta algo peñazo este tipo de conceptos creo que es
interesante saber un poco cómo funcionan los productos que aplicamos a nuestras
plantas.
No quiero olvidarme de hacer
mención en esta entrada a
una estupenda persona a la que no conozco personalmente pero que demuestra su
generosidad cada día ofreciendo ayuda y la mucha información que tiene en foros
de jardineros. Se trata de Félix José Bandrés, “Plaguero” para muchos de nosotros que lo conocemos muy bien por ser un miembro muy activo en un conocido foro de jardinería. A él personalmente le he
dado una buena murga con mis preguntas a las que siempre ha contestado con toda
la amabilidad. Mi agradecimiento desde
aquí para él.
Vamos ahora con cosas algo menos “pestiño” y que son imprescindibles para
que apliquemos estos aceites insecticidas de una forma correcta, segura y
eficaz.
Cómo actúan los
aceites insecticidas:
Este tipo de productos actúa extendiéndose sobre el cuerpo del insecto
tapando sus espiráculos (son las aberturas exteriores de las tráqueas de los
insectos) o los estigmas de los ácaros y matándolos por asfixia.
Los aceites insecticidas actúan también sobre los huevos, las larvas y
sobre los insectos en estado de hibernación. Son por tanto productos de
actuación preventiva y que nos ayudarán a mitigar los efectos de las plagas
sobre nuestras plantas cuando vuelvan a estar en actividad vegetativa.
Como ventajas sobre los insecticidas “normales” en palabras de Plaguero: son
su baja toxicidad para las personas y para el medio ambiente, el amplio abanico
de insectos sobre los que actúan y que son efectivos sobre estados de los
insectos que los otros insecticidas no lo son, por ejemplo sobre huevos y
ninfas. La efectividad sobre fases hibernantes de los insectos es una gran
ventaja de estos aceites.
Normas de aplicación:
- La primera y más importante: LEER CON ATENCIÓN LA ETIQUETA ajustándonos al
momento, modo y dosis que indiquen en ellas. Ser conscientes de que usar dosis
por encima del nivel que indican las instrucciones de uso únicamente conduce a
perjudicar nuestras plantas y contaminar el medio!!!
- Respetar las medidas de seguridad para las personas y animales y que son
las que debemos tener en cuenta con cualquier fitosanitario: Ya sabemos que no
deben almacenarse en lugares que sean accesibles para los niños. Que no debemos
olvidar hacer uso de guantes y mascarillas e incluso gafas, durante su aplicación
para evitar problemas. Que deben tenerse en cuenta los plazos de seguridad si
los aplicamos en frutales o arbustos de los que vayamos a comer sus frutos. Qué
lógicamente debemos mantener alejados de nosotros mientras pulverizamos a
nuestras mascotas o animales que haya en nuestro jardín. No olvidemos que estos
productos son dañinos para peces así que cuidado al hacer las aplicaciones y
evitar que caigan sobre estanques o aguas de las que beban los animales. Y por
supuesto, como es de pura lógica…no comer, beber o fumar durante la
aplicación!!
- Si aplicamos el insecticida mezclado con otro producto hay que asegurarse
de la compatibilidad de ambos. Esto es importante para evitar consecuencias
negativas sobre las plantas y si no estamos seguros es mejor hacer las
aplicaciones de ambos productos por separado dejando pasar unos días entre
ambas.
- Deberemos intentar mojar muy bien todas las partes de la plantas,
cerciorándonos de que al hacer las pulverizaciones cae producto por ambas caras
de las hojas.
- Es preferible realizar las aplicaciones en días nublados.
- No debemos aplicar el aceite en plantas con problemas de humedad en sus
raíces, de ahí que sea necesario efectuar un riego en profundidad antes de
realizar el tratamiento.
- Durante su aplicación debe de moverse de vez en cuándo para que no se
separen los componentes.
- Evitar que caiga producto sobre los estanques dónde haya peces o en zonas
dónde beban los animales
- No aplicar sobre las hojas mojadas por la lluvia o por el riego
- Será necesario hacer una nueva aplicación si llueve al poco tiempo de haber
realizado el tratamiento.
- Nunca deben aplicarse cuando las temperaturas están por debajo de los 5º ni
por encima de los 30/35º ni con sol fuerte
- Deberá transcurrir 15 días si hemos aplicado antes caldo bordelés.
- Igualmente tendrán que pasar 30/40 días tras la aplicación de azufre.
- No aplicar el aceite en días con mucho viento.
- Si aplicamos el producto en plantas perennifolias es preferible hacer una
prueba primero para ver si es sensible al aceite.
Como podéis ver en mi calendario en el que incluí las preparaciones y tratamientos de los rosales de cara al otoño/invierno la primera aplicación del aceite la efectué en el mes de noviembre y la segunda a primeros de este mes de diciembre.
Hasta ahora yo solo hacía una aplicación de este aceite pero creo recordar que fue en a revista "Verde es vida" que leí que era aconsejable efectuar tres aplicaciones así que esta temporada he probado esto a ver qué tal funciona.
Los ácaros, pulgones y demás plagas no solo se encuentran en la vegetación del rosal si no también en el suelo que lo rodea así que es de suma importancia cada vez que hacemos un tratamiento con aceite, además de empapar bien de producto todas las partes de la planta, limpiar de hojas muertas y cualquier material enfermo la base del rosal y fumigar también esta zona que rodea al rosal.
Cuando les toque la tercera aplicación en febrero, tras la poda, tendré que limpiar también bien la base y fumigar la zona que los rodea antes de volver a acolcharlos.
Períodos de
aplicación:
El momento de máxima eficacia de estos aceites insecticidas es a final del
invierno, cuando las yemas están a punto de brotar. Y ello es debido a un hecho
y es que los huevos de los insectos, durante el invierno son más duros que poco
antes de la eclosión que se produce al inicio de la primavera, de ahí que la
aplicación más efectiva de estos aceites sea más eficaz haciéndola coincidir
cuando la capa externa de los insectos sea más blanda, es decir, poco antes de
su eclosión que coincide generalmente con el momento en que las yemas estén a
punto de abrirse o abriéndose pero sin llegar a salir las hojas, al final del invierno.
En principio hay que seguir las
indicaciones que indique la etiqueta del producto pero si no dice lo contrario, para
algunos, sería conveniente hacer tres aplicaciones, a saber:
Primer tratamiento: Octubre-noviembre (en caducifolias tras caer la hoja)
Segundo tratamiento: Enero acompañado de un fungicida a base de oxicloruro
de cobre
Tercer tratamiento: En febrero-marzo (también acompañado de un fungicida
como el oxicloruro de cobre)
En verano si vuelven a aparecer las plagas
Tengo pensado colgar una entrada sobre el oxicloruro de cobre, un fungicida que es conveniente aplicar también como tratamiento preventivo para evitar enfermedades en los rosales, de ahí que no mencione aquí más sobre este producto.
Forma de
disolución en la que se venden:
- Hay aceites emulsionados (ya están mezclados con agua generalmente en
un porcentaje de 20/80 por lo que las dosis a las que deberán utilizarse son
más altas.
- Aceites miscibles o emulsionables (se disuelven en agua gracias a un
aditivo)
En éstos se mezclan uno o varios agentes emulsif¡cantes. Parecen aceite
puro, no contienen agua. En el estado en el que se venden no se trata de una
emulsión pero cuando se mezclan con agua en la mochila permiten que se mezclen
con ella debido a los agentes emulsificantes que contienen. Se mezclan con el
agua de forma muy homogénea y tienen un aspecto lechoso. Es necesario que
agitemos de vez en cuando el producto mezclado ya con el agua de la mochila
para que la mezcla siga siendo homogénea.
Y por último, a riesgo de tener a estas alturas “hasta el copete” al
persona por una entrada tan extensa me gustaría mirar con algo de detenimiento vosotros
algunas etiquetas de estos productos
y comprobar como hasta qué punto pueden ofrecernos una información importante.
Estos días para preparar esta entrada he realizado varias visitas a viveros
y establecimientos dónde se venden este tipo de productos y he leído con
detenimiento sus etiquetas. La primera duda que me asaltó fue algo que quizás
sea obvio para muchos pero no lo fue para mí y que por mucho que preguntaba
nadie me daba respuesta. Es a nuestro amigo Plaguero a quién debo la aclaración
. Me explico. Comprobaba que en todas las etiquetas figuraba que estos aceites
eran efectivos contra conchinillas. Bien, hasta ahí, todo correcto. Pero luego
leía, por ejemplo, en esta etiqueta del aceite
insecticida Wock miscible de COMPO, cuya imagen pongo a continuación: “prolongada
eficacia insecticida en cultivos de: Cerezo: contra pulgones/…/ Arbustos
ornamentales (según especies): contra cochinilla…”
Me preguntaba la razón de que por qué eran unos aceites de tan extendida
aplicación en jardinería si solo eran efectivos sobre las cochinillas que
siendo una plaga bastante frecuente no es comparable, al menos en mi jardín,
con la que puede darse de pulgones.
De otra parte me cuestionaba por qué
el aceite era efectivo contra los pulgones de los cerezos pero no así contra
los de los arbustos ornamentales? Eran acaso distintas variedades de
pulgones? No lo entendía, la verdad. Y, como digo, fue Plaguero quién me explicó
que todo es cuestión económica. Por lo que se ve, los fabricantes para que en
sus etiquetas figure la efectividad contra unos u otros “animalitos” deben
hacer la inscripción correspondiente en el Ministerio de Agricultura y esta
inscripción cuesta dinero. Como es lógico gastan dónde les resulta más rentable
económicamente. El campo de la agricultura les reporta muchísimo más beneficios
que el que pueden llevarse de cuatro aficionados como nosotros a los rosales o
a la jardinería en general.
Reconozco que de no habérmelo aclarado él a estas horas aún estoy
quebrándome la cabeza tratando de averiguar la razón de hagan mención a la
efectividad sobre los pulgones de un tipo de plantas y no sobre las del resto. Así
que misterio desvelado!!! Sabemos que estos aceites son tan efectivos sobre los
pulgones que haya en los cerezos o plataneras (registrado) como sobre los
rosales (no registrado por no ser rentable). Es bueno saberlo. Verdad? J
Podemos ver también en esta etiqueta como hace mención a su efectividad en huevos y como aconseja
la adición de un insecticida
organofosforado aconsejando incluso uno concreto.
Comprobamos también que en su composición es un aceite de parafina, es decir, que en su mayoría se trata de
hidrocarburos saturados y ya sabemos lo que ello indica: poca fitotoxicidad
para el medio y para los rosales, poder aplicarlos no solo cuando está la planta
en parada vegetativa…
También figura un número, el 12424 del R.O.P.M.F. (Registro oficial de productos y material fitosanitario) Pinchad
aquí si queréis entrar en la página del Ministerio
de Agricultura, alimentación y medio ambiente. En ella podréis hacer las
consultas de los productos tanto por su nombre como por el número de registro.
Vemos en esta siguiente que es la parte interior de la etiqueta del mismo
aceite de COMPO de la imagen anterior algo muy a tener en cuenta si no queremos
arriesgarnos a dañar nuestros rosales (o cualquier otro tipo de planta) y es el
hecho de que los aceites insecticidas son incompatibles
con el azufre como indica la etiqueta, no deberemos aplicarlo hasta haber
pasado 40 días desde a aplicación del azufre.
Vamos con otra: la que figura debajo de este párrafo es la de Aceite mineral insecticida de la marca
FLOWER.
Qué podemos leer en ella además de su efectividad y del plazo que
debe transcurrir después del azufre? Podemos ver algo curioso…fijaos en el
número: 12424/11 y dice “inscrito en el R.O.P.F con el nombre de WOLCK MISCIBLE
por AGRODAN S.A.”
esto es lo que
aparece en el Registro de Productos Fitosanitarios:
Podemos sacar nuestras propias conclusiones.
Yo, personalmente he descubierto algo que desconocía. Desconocía que podía
estar adquiriendo exactamente el mismo producto bajo distintas marcas comerciales y aunque todas ellas marcas seguras y serias, pero a precios bastante distintos. Creo que es importante saberlo!!!
A partir de ahora me decidiré a la adquisición de uno u otro producto no
solamente por las garantías que me ofrece una u otra marca, sino en el caso de comprobar
en las páginas oficiales que se trata del mismo compuesto, por la que me
ofrezca mejores precios.