Mostrando entradas con la etiqueta tratamientos preventivos de invierno para rosales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta tratamientos preventivos de invierno para rosales. Mostrar todas las entradas

Más vale prevenir que curar!! Puede ser el momento de un fungicida como el azufre sobre nuestros rosales

Ya estamos en enero!! Dependiendo del jardín y de las enfermedades y plagas que se hayan producido durante la temporada anterior quizás nos planteemos la necesidad de tomar alguna medida preventiva.
Hoy era buen día para que mi ayudante en el jardín aplicara azufre a los rosales...
A estas alturas del año ya habremos hecho dos aplicaciones de aceite insecticida (en mi caso mezclado con un producto cúprico fungicida). Exactamente la segunda la hice a primeros del mes pasado así que ya han pasado más de treinta días. Es el tiempo mínimo que debe transcurrir entre una aplicación de aceite insecticida y la aplicación del azufre. El mismo tiempo que deberemos dejar que pase hasta hacer la última aplicación de aceite.
Pero no nos repetiremos hoy. En su momento publicamos un artículos sobre tratamientos preventivos de invierno para los rosales y en concreto sobre fungicidas de contacto como el cobre y el azufre. En él tratábamos los modos, tiempos, productos, inconvenientes y ventajas de ellos.
Hace frío...sí. El jardín a partir del mediodía cuando los rayos del sol dejan definitivamente de calentar, deja de ser acogedor. Trastear con agua para fregar tiestos o limpiar instalaciones  te deja tiritando!! jejeje Sí, hace frío y en casa, la lumbre de una chimenea es mucho más acogedora que los pocos grados que reinan en el jardín a última hora de la tarde. A pesar de todo, si pensamos que nuestra rosas están ahí, muchas durmiendo ya o a punto de hacerlo, si pensamos que preparar unas cuantas  mochilas con los productos que necesitan ahora les evitará plagas y enfermedades cuando vuelva a calentar el sol y las yemas comiencen a estallar... quizás recordando eso, es más fácil vencer la pereza!! Mira que cuesta ponerse en marcha a veces. Verdad? :)


Condiciones de cultivo para tener rosales sanos y libres de plagas

Más vale prevenir que curar: Eso dice el refrán popular y nunca más cierto que en el caso del cultivo de rosales. En las últimas entradas hemos hablado un poco sobre los tratamientos preventivos que podemos efectuar durante el otoño y el invierno para prevenir las enfermedades y plagas de nuestras plantas pero de nada servirán si las condiciones en las cultivamos los rosales no son las que precisan para crecer sanos. 
Tener en cuenta estas necesidades, prestar atención a determinadas labores y aplicar tratamientos preventivos ayudará a evitar o minimizar la aparición de enfermedades y plagas. Vamos a ver algunas de las condiciones en las que se debería de producir el cultivo de rosas.



EL SUELO Y LA PLANTACIÓN

  • Plantar los rosales a raíz desnuda de forma correcta y en el momento adecuado son asuntos de gran importancia en cómo se desarrollará nuestro rosal en el futuro. El otoño y el invierno son los mejores meses para hacerlo. No plantar mientras la tierra esté todavía dura por las heladas. Hacerlo en ubicaciones adecuadas (con mucho sol) y rodeados de un sustrato rico, abundante en materia orgánica y adecuado en su composición…como es lógico, también.
  • El suelo en el que mejor se desarrollan los rosales es el ligeramente ácido y con algo de arcilla que ayuda a retener una cierta humedad en el sustrato tan precisa para ellos.
  • Respetar las distancias entre plantaciones. Los rosales plantados demasiado cerca compiten entre ellos (tanto en alimento como en agua) y se favorece la propagación de plagas y enfermedades por falta de ventilación
  • No elegir ubicaciones demasiado ventosas y dónde sufran heladas excesivamente intensas.



EL RIEGO
  • En general hay que evitar regar sobre las hojas y hacerlo sobre el suelo que rodea el rosal para evitar la aparición de enfermedades fúngicas. Tengamos en cuenta que los ambientes húmedos son muy favorables para el crecimiento y propagación de los hongos.
  • Eso no quiere decir que puntualmente no podamos, si solemos eliminar los pulgones a base de “manguera”, hacerlo sin problema ya que es de forma puntual.
  • Hay que regar en profundidad permitiendo que el suelo que rodea las raíces se empape bien de agua. Es mejor regar menos veces pero profundo que hacerlo muy frecuentemente pero de forma escasa.
  • El suelo debe tener siempre una cierta humedad aunque a la vez cuidaremos el drenaje para evitar encharcamientos que provoquen la podredumbre de las raíces.
  • Recordemos que la sequedad de las raíces está directamente relacionada con la aparición de hongos. De ahí que sea tan importante vigilar la humedad del suelo en dónde crecen  nuestros rosales y no permitir que se seque en exceso.
  • Regar a primera hora de la mañana o por la tarde evitando las horas de sol más fuerte que además de ahorrar agua evitará el riesgo de quemar la vegetación.


LAS HORAS DE SOL
  • Es imprescindible que los rosales disfruten de las horas de sol que precisanEn climas no excesivamente calurosos al menos 6 horas.
  • En mi clima que tiene veranos muy calurosos, cultivo rosales con resultados estupendos conformándose con algo menos. En general, y salvo algunas variedades concretas (como por ejemplo “Ghislaine de Féligonde”, "Penelope" o “Buff Beauty”) que precisan ubicaciones en semisombra, en general los rosales precisan de abundante insolación.
  • En climas de veranos muy tórridos como el mío, prefiero elegir para ciertas variedades ubicaciones dónde el rosal tenga sol durante la mañana y a tarde pero no a mediodía. Hay rosas que lo aguantan pero muchas no (por ejemple le sienta fatal a Jude the Obscure y a Golden Celebration).
  • Las rosas de estas variedades duran mucho menos ya que el sol abrasador las hace languidecer rápidamente además de decolorar sus tonos en breve cuando reciben el sol en las horas centrales del día. Así que evito, en la medida de lo posible (solo puedo hacerlo con algunos ya que cultivos muchos en el jardín)  evitar posiciones dónde el rosal esté quemándose a mediodía en verano.
  • Salvo alguna variedad en concreto la mayoría de rosales precisan una exposición muy soleada y estar plantados en posiciones ventiladas aunque protegidas de los vientos fuertes.


LOS ABONADOS

  • Cuidar de que nuestros rosales estén bien alimentados para mantenerlos fuertes y sanos. No solamente considerar los macroelementos (nitrógeno, potasio y fósforo) Es importante que usemos abonos equilibrados para evitar déficits pero también excesos que originen crecimiento de la vegetación demasiado rápida y débilmente. Controlar también los microelementos como el hierro no siempre disponibles en el suelo.
  • Es importante que los rosales tengan a su disposición en el suelo los nutrientes necesarios cuando comienzan la actividad vegetativa en primavera. De ahí la importancia de nutrirlos con abono orgánico durante el otoño o invierno que irá descomponiéndose durante estos meses y estarán disueltos en el suelo al inicio de la primavera.
  • Nutrirlos con abonos químicos al inicio de la primavera.
  • El acolchado con materia orgánica (como humus de lombriz, estiércol, cortezas trituradas, etc..) ayuda a dificultar el crecimiento de malas hierbas así como a favorecer la conservación de la humedad del suelo que rodea al rosal nutriendo y mejorando la estructura del suelo a medida que el acolchado va descomponiéndose



LA PODA Y LA LIMPIEZA

  • Efectuar una poda correcta que favorezca que el rosal esté bien aireado. La falta de ventilación ya sabemos que favorece el crecimiento y propagación de hongos y son condiciones muy favorables para las plagas.
  • Utilizar para la poda herramientas limpias y desinfectadas para evitar contagios de rosales enfermos a otros que están sanos
  • Eliminar las flores marchitas así como los capullos que padezcan apelotonamiento o encapsulado (Balling). Ambos son focos de infección porque ofrecen condiciones idóneas para el surgimiento o desarrollo de los hongos.


LA VIGILANCIA Y LA PREVENCIÓN Y A HIGIENE
  • Pasear a diario por nuestro jardín es una estupenda costumbre, tomándonos nuestro tiempo…tranquilamente. Observando nuestros rosales con detenimiento. Además de permitirnos disfrutar de esas maravillosas rosas que nos ofrecen este hábito nos va a  ahorrar muchísimos problemas porque permite darnos cuenta de los primeros síntomas de las enfermedades o plagas a tiempo y  podremos actuar rápidamente sobre ellos.
  • Aplicar productos preventivos en los momentos adecuados, tanto ante insectos como ante plagas, es fundamental.
  • Los tratamientos preventivos son importantes. En invierno con  dos o tres aplicaciones de aceite insectica (si son las plagas el problema en nuestro jardín) así como el tratamiento con fungicidas de contacto como el cobre y el azufre. Y más avanzada la temporada, justo antes de que broten, tras el momento de la poda con fungicidas sistémicos anti oídio.
  • Controlar las plagas y enfermedades y no esperar a que los niveles de infección sean altos antes de actuar.
  • Mantener la higiene de la zona que rodea los rosales es de suma importancia. Para ello trataremos de mantener limpia la zona de hojas secas o partes enfermas del rosal, de esta manera eliminaremos o minimizaremos la propagación de enfermedades que ya padeciera el rosal tratado ya que podrían contener esporas de hongos que en primavera infectarán de nuevo al rosal o a otros rosales. Igualmente eliminaremos cualquier resto de poda y las malas hierbas que compiten en agua y alimento con nuestros rosales.

Mi calendario de preparación y tratamientos de los rosales para el otoño/invierno

No sé hasta qué punto os gusta planificar lo que hacéis en el jardín. Mi naturaleza metódica me obliga a un poco de “orden mental” por eso me hago calendarios como éste que quiero compartir con vosotros. Me hace sentir mejor tener una imagen a la que recurrir y que me facilite en todo momento saber qué toca aplicar este fin de semana o si he olvidado algún tratamiento para mis rosales.
Es solo cuestión de formas de ser. Lo sé. Una tiene tantas cosas en la cabeza que al menos para mí, agruparlas de forma ordenada me hace pensar, quizás equivocadamente, que controlo mejor la situación.

Y digo que quizás equivocadamente porque soy consciente de que por mucho calendario que te hagas luego están los factores que no puedes controlar como es que el día que vayas a aplicar el aceite insecticida llueva o haya una helada de narices y tengas que retrasar la aplicación.
Pero es más, es que estos retrasos que no podemos controlar llevan a otras modificaciones en las aplicaciones de otros productos. Y es que sabemos que tenemos que respetar los tiempos entre algunas aplicaciones como por ejemplo el azufre.
A quién no le ha pasado que justo el fin de semana que una puede poner el aceite llueve y el siguiente también…y con eso de esperar los 30/40 días para el azufre, vemos que el tiempo se nos echa encima y que vamos retrasados? A que sí? Jajaja
O simplemente las cosas se trastocan porque te surjan imprevistos y cuando tienes preparada la mochila…justo entonces te llaman y tienes que salir corriendo a hacer una gestión. Os suena? J
Y luego hay otro asunto, que una prevé pero no siempre acierta. Por ejemplo tengo pensado podar y desfoliar los rosales para primeros de febrero porque no es probable que en ese momento haya aumentos de temperatura que hagan brotar los rosales y ya a esas alturas del año seguramente las heladas no serán tan fuertes como lo han sido en enero pero… será así? Pués no lo sé, la verdad porque éste será el primer invierno que pase en mi jardín. Así que veremos hasta qué punto tendré que modificar este calendario.
Pero en general sí, en general, me sirve de ayuda tener esta especie de “planning” y como los niños que van a la escuela me siento especialmente bien cuando tengo hechos “mis deberes” para con mis rosas. Es tanto el amor que sentimos por ellas!! Verdad? Jajaja Podéis creer que hasta me siento culpable si no hago las cosas a tiempo? Pues así es, amigos.
Así que éste es mi calendario. El de una aficionada a las rosas que tiene un jardín en una zona dónde los inviernos son rigurosos, con heladas abundantes y bastante fuertes. De ahí que habrá datos en él que no serán de aplicación para quienes cultiven sus rosas en zonas de climas más benignos que el mío o con otras variedades de rosales. Los tratamientos con insecticidas o fungicidas sistémicos que figuran en este calendario no es que sean los que yo vaya a aplicar porque estoy planteándome
Tampoco tendría sentido hacer tratamientos preventivos con  aplicaciones de fungicidas sistémicos contra el oídio si nuestros  rosales no han padecido ninguno esta enfermedad. Incluso habiéndola padecido no todos los jardineros afortunadamente están por la labor de usar este tipo de productos. Pero para quién lo esté siempre será mejor que lo haga del modo y en el momento adecuado de manera que sitúo las fechas y periocididad adecuados para ellos.

El uso de este tipo de producto debe ser siempre responsable dado el peligro que hay de crear resistencias cuando se usan de manera incorrecta o innecesaria.
Evidentemente los que cultivan rosales que hayan tenido la temporada anterior otras enfermedades fúngicas tendrán que estar muy atentos a las condiciones de cultivo para no favorecer su aparición y su difusión. Cuidar el riego, podar adecuadamente para que haya buena ventilación entre las ramas de los rosales, elegir variedades resistentes, utilizar productos ecológicos que si bien quizás no son de una efectividad absoluta sí es probable que contentan o limiten el problema en unos niveles en los que la planta pueda luchar contra la enfermedad. A la larga, permitiendo que nuestras plantas luchen contra las adversidades, favorecerá su fortalezamiento y que creen mecanismos de defensa.
La fecha en la que podamos también es variable de un jardín a otro dependiendo de su ubicación. Aquí no es aconsejable adelantar mucho su momento porque te arriesgas a que vengan unos días de bonanza en temperaturas y los rosales broten. Brotes que te arriesgas a que se perjudiquen con las heladas que todavía en febrero caen.
Y es que eso tiene la jardinería. Que no hay recetas únicas ni universales. Cada uno en su jardín debe aplicar unas reglas teniendo en cuenta su clima, su suelo, la ubicación de su jardín, sus propias experiencias… y hasta “sus manías”!!! :) En el mío voy probando con éstas y según vaya viendo los resultados y las experiencias que voy teniendo quizás tenga que modificar algunas. Ya veremos…el tiempo dirá.
Iré poniendo aquí los enlaces a las entradas que desarrollen cada técnica o aplicación según las vaya escribiendo, para que quién tenga interés en leer su desarrollo pueda hacerlo sin tener que buscarlo en el blog.
De momento van estos artículos:



Tratamientos preventivos de invierno para los rosales (I). Aceites insecticidas

Estamos ya en invierno y es el momento de comenzar a pensar en realizar los tratamientos preventivos de nuestros rosales (esto también vale, lógicamente para el resto de arbustos y árboles de nuestro jardín).
Uno de los primeros productos que los aficionados a las rosas empleamos desde finales del año a comienzos del siguiente son los aceites insecticidas. Llevo años usándolos con resultados bastante positivos sin tener demasiado conocimiento sobre ellos y simplemente ajustándome a las instrucciones que figuraban en sus etiquetas y a los consejos que de otros amigos jardineros he recibido.

En ocasiones ocurre que además de hacer algo comienza la curiosidad de por qué se aplica así, en ese momento y cuáles son las razones de su efectividad. Esto es lo que he hecho estos días, recopilar un poquito de información sobre este tipo de aceites y compartirla con vosotros en esta entrada esperando sea del interés de muchos que como yo los usan sin tener demasiada información sobre ellos.
Soy consciente del "tocho" que puede representar para muchos pero espero que haya también, como a mí, a quién le resulte de interés este tipo de información.
Los aceites minerales son insecticidas a base de aceite derivados del petróleo. En el proceso de elaboración de los aceites insecticidas éstos se someten a un proceso de  refinación con ácido sulfúrico con el objetivo de eliminar de ellos las sustancias no deseables (hidrocarburos no saturados). A pesar de este refinado en el producto final quedan parte de estos hidrocarburos no saturados junto a los hidrocarburos deseados (los saturados).
Hasta hace unos años se vendía aceites insecticidas de verano y de invierno. Desde diciembre de 2008 está prohibida la venta del denominado aceite insecticida de invierno. A pesar de ello podemos comprobar que en foros, blogs e incluso el personal que atiende los viveros sigue utilizando los términos de aceite de invierno y de verano aunque el único que está a la venta sea el de verano.
Tanto los que se usaban en invierno como los que se usaban en verano estaban compuestos por hidrocarburos saturados y no saturados.
Los hidrocarburos no saturados (Llamados también de cadena abierta) son poco estables, es decir, son fácilmente atacados por el oxígeno, la luz, etc.. Produciendo ácidos grasos. Son muy activos como insecticidas, más viscosos que los saturados pero mucho más fitotóxicos.
Por el contrario, los hidrocarburos saturados (Llamados también de cadena cerrada), son más estables,  menos eficaces como insecticidas pero mucho menos fitotóxicos para las plantas.
Los llamados aceites de invierno se diferenciaban de los de verano en varios factores derivados de las características de estos dos tipos de hidrocarburos de los que se componían que acabamos de mencionar.
Y había un indicador o índice que reflejaba el porcentaje de cada uno de estos dos tipos de hidrocarburos que contenían en su composición. Se trata de un concepto de esos un poco peñazo de leer pero que es importante conocer. Es el índice de sulfonación o residuo insulfonable. Es decir, el porcentaje de hidrocarburos saturados de los que se compone el aceite.
El porcentaje de estos dos tipos de hidrocarburos marcaba en qué momento del año podíamos aplicarlos, su nivel de toxicidad, su actividad insecticida, etc.
Así pues, hasta 2008 nos  encontrábamos a la venta los aficionados a la jardinería los dos tipos de aceite con las siguientes características:
De una parte teníamos los llamados aceites de invierno. Con un índice de insulfonación de al menos el 70 %.  Es decir, que tenían 70 % de hidrocarburos saturados y un 30 % de hidrocarburos no saturados. Estos aceites eran muy sensibles a la luz, al agua, al oxígeno (se oxidan fácilmente en contacto con el aire como lo hacen las grasas cuando se vuelven rancias)… y liberaban ácidos con un fuerte efecto insecticida. Por tanto tenían mayor probabilidad de reacciones químicas. Puede decirse que eran poco estables.
Se aplicaban desde la caída de la hoja hasta el momento de la brotación de las yemas.
Como resultaban tóxicos para la vegetación su uso estaba restringido al invierno sobre árboles y arbustos de hoja caduca. Esta alta fitotoxicidad fue a razón por la que se prohibieran a la venta.
De otra parte, teníamos los llamados aceites de verano (también llamados parafínicos). Con un índice de sulfonación de más del 90 %. Es decir, que casi la totalidad de su composición eran hidrocarburos saturados. Son los aceites que siguen vendiéndose actualmente. Mucho más estables, poco reactivos a la luz, al agua, etc. En definitiva, con menor incidencia en el entorno, muy poco tóxicos pero menos eficaces contra las plagas.
Esta menor actividad insecticida es la razón por la que en muchas etiquetas de estos preparados podréis leer que aconsejan aplicarlos mezclados con un insecticida para que su eficacia sea adecuada contra algunas plagas. Mejora su eficacia si se mezclan con un insecticida.
En todo caso estas mezclas deberán ajustarse siempre escrupulosamente a lo que indiquen las etiquetas del producto.
Su baja toxicidad para las plantas hace posible su aplicación mientras están activas vegetativamente. De ahí que se llamaran aceites de verano porque se podían aplicar sobre árboles y arbustos con hoja e incluso en verano, sobre plantas perennifolias.
Aunque como dije, resulta algo peñazo este tipo de conceptos creo que es interesante saber un poco cómo funcionan los productos que aplicamos a nuestras plantas.
No quiero olvidarme de hacer mención en esta entrada a una estupenda persona a la que no conozco personalmente pero que demuestra su generosidad cada día ofreciendo ayuda y la mucha información que tiene en foros de jardineros. Se trata de Félix José Bandrés, “Plaguero” para muchos de nosotros que lo conocemos muy bien por ser un miembro muy activo en un conocido foro de jardinería. A él personalmente le he dado una buena murga con mis preguntas a las que siempre ha contestado con toda la amabilidad. Mi agradecimiento desde aquí para él.


Vamos ahora con cosas algo menos “pestiño” y que son imprescindibles para que apliquemos estos aceites insecticidas de una forma correcta, segura y eficaz.
Cómo actúan los aceites insecticidas:
Este tipo de productos actúa extendiéndose sobre el cuerpo del insecto tapando sus espiráculos (son las aberturas exteriores de las tráqueas de los insectos) o los estigmas de los ácaros y matándolos por asfixia.
Los aceites insecticidas actúan también sobre los huevos, las larvas y sobre los insectos en estado de hibernación. Son por tanto productos de actuación preventiva y que nos ayudarán a mitigar los efectos de las plagas sobre nuestras plantas cuando vuelvan a estar en actividad vegetativa.
Como ventajas sobre los insecticidas “normales” en palabras de Plaguero: son su baja toxicidad para las personas y para el medio ambiente, el amplio abanico de insectos sobre los que actúan y que son efectivos sobre estados de los insectos que los otros insecticidas no lo son, por ejemplo sobre huevos y ninfas. La efectividad sobre fases hibernantes de los insectos es una gran ventaja de estos aceites.
Normas de aplicación:
  • La primera y más importante: LEER CON ATENCIÓN LA ETIQUETA ajustándonos al momento, modo y dosis que indiquen en ellas. Ser conscientes de que usar dosis por encima del nivel que indican las instrucciones de uso únicamente conduce a perjudicar nuestras plantas y contaminar el medio!!!
  • Respetar las medidas de seguridad para las personas y animales y que son las que debemos tener en cuenta con cualquier fitosanitario: Ya sabemos que no deben almacenarse en lugares que sean accesibles para los niños. Que no debemos olvidar hacer uso de guantes y mascarillas e incluso gafas, durante su aplicación para evitar problemas. Que deben tenerse en cuenta los plazos de seguridad si los aplicamos en frutales o arbustos de los que vayamos a comer sus frutos. Qué lógicamente debemos mantener alejados de nosotros mientras pulverizamos a nuestras mascotas o animales que haya en nuestro jardín. No olvidemos que estos productos son dañinos para peces así que cuidado al hacer las aplicaciones y evitar que caigan sobre estanques o aguas de las que beban los animales. Y por supuesto, como es de pura lógica…no comer, beber o fumar durante la aplicación!!
  • Si aplicamos el insecticida mezclado con otro producto hay que asegurarse de la compatibilidad de ambos. Esto es importante para evitar consecuencias negativas sobre las plantas y si no estamos seguros es mejor hacer las aplicaciones de ambos productos por separado dejando pasar unos días entre ambas.
  • Deberemos intentar mojar muy bien todas las partes de la plantas, cerciorándonos de que al hacer las pulverizaciones cae producto por ambas caras de las hojas.
  • Es preferible realizar las aplicaciones en días nublados.
  • No debemos aplicar el aceite en plantas con problemas de humedad en sus raíces, de ahí que sea necesario efectuar un riego en profundidad antes de realizar el tratamiento.
  • Durante su aplicación debe de moverse de vez en cuándo para que no se separen los componentes.
  • Evitar que caiga producto sobre los estanques dónde haya peces o en zonas dónde beban los animales
  • No aplicar sobre las hojas mojadas por la lluvia o por el riego
  • Será necesario hacer una nueva aplicación si llueve al poco tiempo de haber realizado el tratamiento.
  • Nunca deben aplicarse cuando las temperaturas están por debajo de los 5º ni por encima de los 30/35º ni con sol fuerte
  • Deberá transcurrir 15 días si hemos aplicado antes caldo bordelés.
  • Igualmente tendrán que pasar 30/40 días tras la aplicación de azufre.
  • No aplicar el aceite en días con mucho viento.
  • Si aplicamos el producto en plantas perennifolias es preferible hacer una prueba primero para ver si es sensible al aceite.

Como podéis ver en mi calendario en el que incluí las preparaciones y tratamientos de los rosales de cara al otoño/invierno la primera aplicación del aceite la efectué en el mes de noviembre y la segunda a primeros de este mes de diciembre.
Hasta ahora yo solo hacía una aplicación de este aceite pero creo recordar que fue en a revista "Verde es vida" que leí que era aconsejable efectuar tres aplicaciones así que esta temporada he probado esto a ver qué tal funciona.

Los ácaros, pulgones y demás plagas no solo se encuentran en la vegetación del rosal si no también en el suelo que lo rodea así que es de suma importancia cada vez que hacemos un tratamiento con aceite, además de empapar bien de producto todas las partes de la planta, limpiar de hojas muertas y cualquier material enfermo la base del rosal y fumigar también esta zona que rodea al rosal.
Cuando les toque la tercera aplicación en febrero, tras la poda, tendré que limpiar también bien la base y fumigar la zona que los rodea antes de volver a acolcharlos. 

Períodos de aplicación:
El momento de máxima eficacia de estos aceites insecticidas es a final del invierno, cuando las yemas están a punto de brotar. Y ello es debido a un hecho y es que los huevos de los insectos,  durante el invierno son más duros que poco antes de la eclosión que se produce al inicio de la primavera, de ahí que la aplicación más efectiva de estos aceites sea más eficaz haciéndola coincidir cuando la capa externa de los insectos sea más blanda, es decir, poco antes de su eclosión que coincide generalmente con el momento en que las yemas estén a punto de abrirse o abriéndose pero sin llegar a salir las hojas,  al final del invierno.
En principio hay que seguir las indicaciones que indique la etiqueta del producto pero si no dice lo contrario, para algunos, sería conveniente hacer tres aplicaciones, a saber:
Primer tratamiento: Octubre-noviembre (en caducifolias tras caer la hoja)
Segundo tratamiento: Enero acompañado de un fungicida a base de oxicloruro de cobre
Tercer tratamiento: En febrero-marzo (también acompañado de un fungicida como el oxicloruro de cobre)
En verano si vuelven a aparecer las plagas
Tengo pensado colgar una entrada sobre el oxicloruro de cobre, un fungicida que es conveniente aplicar también como tratamiento preventivo para evitar enfermedades en los rosales, de ahí que no mencione aquí más sobre este producto.
Forma de disolución en la que se venden:
  • Hay aceites emulsionados (ya están mezclados con agua generalmente en un porcentaje de 20/80 por lo que las dosis a las que deberán utilizarse son más altas.
  • Aceites miscibles o emulsionables (se disuelven en agua gracias a un aditivo)

En éstos se mezclan uno o varios agentes emulsif¡cantes. Parecen aceite puro, no contienen agua. En el estado en el que se venden no se trata de una emulsión pero cuando se mezclan con agua en la mochila permiten que se mezclen con ella debido a los agentes emulsificantes que contienen. Se mezclan con el agua de forma muy homogénea y tienen un aspecto lechoso. Es necesario que agitemos de vez en cuando el producto mezclado ya con el agua de la mochila para que la mezcla siga siendo homogénea.

Y por último, a riesgo de tener a estas alturas “hasta el copete” al persona por una entrada tan extensa me gustaría mirar con algo de detenimiento vosotros algunas etiquetas de estos productos y comprobar como hasta qué punto pueden ofrecernos una información importante.

Estos días para preparar esta entrada he realizado varias visitas a viveros y establecimientos dónde se venden este tipo de productos y he leído con detenimiento sus etiquetas. La primera duda que me asaltó fue algo que quizás sea obvio para muchos pero no lo fue para mí y que por mucho que preguntaba nadie me daba respuesta. Es a nuestro amigo Plaguero a quién debo la aclaración . Me explico. Comprobaba que en todas las etiquetas figuraba que estos aceites eran efectivos contra conchinillas. Bien, hasta ahí, todo correcto. Pero luego leía, por ejemplo, en esta etiqueta del aceite insecticida Wock miscible de COMPO, cuya imagen pongo a continuación: “prolongada eficacia insecticida en cultivos de: Cerezo: contra pulgones/…/ Arbustos ornamentales (según especies): contra cochinilla…”

Me preguntaba la razón de que por qué eran unos aceites de tan extendida aplicación en jardinería si solo eran efectivos sobre las cochinillas que siendo una plaga bastante frecuente no es comparable, al menos en mi jardín, con la que puede darse de pulgones.
De otra parte me cuestionaba por qué el aceite era efectivo contra los pulgones de los cerezos pero no así contra los de los arbustos ornamentales? Eran acaso distintas variedades de pulgones? No lo entendía, la verdad. Y, como digo, fue Plaguero quién me explicó que todo es cuestión económica. Por lo que se ve, los fabricantes para que en sus etiquetas figure la efectividad contra unos u otros “animalitos” deben hacer la inscripción correspondiente en el Ministerio de Agricultura y esta inscripción cuesta dinero. Como es lógico gastan dónde les resulta más rentable económicamente. El campo de la agricultura les reporta muchísimo más beneficios que el que pueden llevarse de cuatro aficionados como nosotros a los rosales o a la jardinería en general.
Reconozco que de no habérmelo aclarado él a estas horas aún estoy quebrándome la cabeza tratando de averiguar la razón de hagan mención a la efectividad sobre los pulgones de un tipo de plantas y no sobre las del resto. Así que misterio desvelado!!! Sabemos que estos aceites son tan efectivos sobre los pulgones que haya en los cerezos o plataneras (registrado) como sobre los rosales (no registrado por no ser rentable). Es bueno saberlo. Verdad? J
Podemos ver también en esta etiqueta como hace mención a su efectividad en huevos y como aconseja la adición de un insecticida organofosforado aconsejando incluso uno concreto.
Comprobamos también que en su composición es un aceite de parafina, es decir, que en su mayoría se trata de hidrocarburos saturados y ya sabemos lo que ello indica: poca fitotoxicidad para el medio y para los rosales, poder aplicarlos no solo cuando está la planta en parada vegetativa…
También figura un número, el 12424 del R.O.P.M.F. (Registro oficial de productos y material fitosanitario) Pinchad aquí si queréis entrar en la página del Ministerio de Agricultura, alimentación y medio ambiente. En ella podréis hacer las consultas de los productos tanto por su nombre como por el número de registro.
Vemos en esta siguiente que es la parte interior de la etiqueta del mismo aceite de COMPO de la imagen anterior algo muy a tener en cuenta si no queremos arriesgarnos a dañar nuestros rosales (o cualquier otro tipo de planta) y es el hecho de que los aceites insecticidas son incompatibles con el azufre como indica la etiqueta, no deberemos aplicarlo hasta haber pasado 40 días desde a aplicación del azufre.

Vamos con otra: la que figura debajo de este párrafo es la de Aceite mineral insecticida de la marca FLOWER.
Qué podemos leer en ella además de su efectividad y del plazo que debe transcurrir después del azufre? Podemos ver algo curioso…fijaos en el número: 12424/11 y dice “inscrito en el R.O.P.F con el nombre de WOLCK MISCIBLE por AGRODAN S.A.”

esto es lo que aparece en el Registro de Productos Fitosanitarios:

Podemos sacar nuestras propias conclusiones.
Yo, personalmente he descubierto algo que desconocía. Desconocía que podía estar adquiriendo exactamente el mismo producto bajo distintas marcas comerciales y aunque todas ellas marcas seguras y serias, pero a precios bastante distintos. Creo que es importante saberlo!!!
A partir de ahora me decidiré a la adquisición de uno u otro producto no solamente por las garantías que me ofrece una u otra marca, sino en el caso de comprobar en las páginas oficiales que se trata del mismo compuesto, por la que me ofrezca mejores precios.

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...