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Diseño del jardín: El jardín de los vecinos

A la hora de diseñar nuestro jardín sabemos que hay infinidad de cosas a tener en cuenta. Si bien es cierto que son muchas las que consideramos, suelen ser las propias de nuestra parcela y no otras las que valoramos. Pero, y los jardines de los vecinos? Nos afectan? Indudablemente no solo nos afectan si no que nos condicionan. 

Nuestra parcela es un conjunto y como tal deberíamos valorarla  a la hora de decidir su diseño. Solamente lo que está en su interior está en nuestra mano modificarlo ( y no todo, por supuesto).
Pero es un conjunto dentro de otro conjunto más amplio, su entorno. Si, el jardín de los vecinos nos afecta. Como lo hace el entorno general, el paisaje lejano que divisamos desde algunas zonas de nuestro jardín, las vistas más próximas, los ruidos si hay tráfico en las cercanías, las construcciones cercanas y que quedan a la vista desde nuestro jardín... Por poner solamente algunos ejemplos.
Unas veces lo hacen para beneficio de nuestro jardín y otras trabajan en contra. Pero no hay duda de que a la hora de establecer el diseño del jardín debemos tenerlas todas en cuenta.

Cuando desde nuestra casa tenemos una magnífica vista, incluso la construcción de pérgolas, lugares de descanso, comedores al aire libre, cenadores, etc... frecuentemente se realizan focalizando precisamente estas vistas porque sería un pecado que dejaran de ser el centro de atención de algunas zonas de nuestro jardín.

De entrada tenemos habitualmente o vallas divisorias que son comunes y que separan nuestra propiedad de las que están al lado.
Lo que se vea a través o lo que se plante en ellas condicionará, a veces, de forma determinante nuestro propio jardín. Lo embellecerán a veces, nos originaran trabajos y molestias o nos deleitarán con sus floraciones, nos veremos perjudicados con sus raíces o no, sus ramas se meterán en nuestro jardín en ocasiones para proyectar deliciosas sombras, otras para impedirnos plantar algunos ejemplares que precisarían de más sol...



En ocasiones podremos "aprovechar" bonitas arbustos en flor y en ese caso, quizás es preferible no ubicar ninguna plantación grande delante que según crezca nos oculte ese momento de bonito colorido. 
Esta es la única mimosa que disfruto y no tengo que padecer!! jejeje La veo desde la puerta de mi cocina cuando está en flor y creo que es espléndida..

Es difícil encontrar un jardín (si hablamos de un jardín grande, claro) desde el que no se vea absolutamente nada que no sea el propio jardín. Setos bien recortados, frutales cuajados de flores, arbustos que aportan manchas de un espléndido color formarán visualmente parte también de nuestro jardín.

Pero seguramente, si el jardín es amplio y tiene muchos metros de muro o valle, a través de algún espacio de ellos, divisaremos parcelas descuidadas que salvo que con algún medio (tela de sombreo o construcción de un muro) las tapemos seguirán molestando nuestra visión desde ese punto.
Aquí os muestro un espacio de mi seto sur para el que ya tengo comprada la tela de sombreo con la idea de cubrir "las vistas". La verdad es que ya estoy casada de ver ramas secas amontonadas y tanto descuido y desidia como observo desde esa zona.


Desgraciadamente en España en general hay un concepto del propio jardín que desde mi punto de vista es erróneo.
Indudablemente nosotros podemos plantar en él aquello que creamos conveniente. Pero esta libertad de elección no tiene límites? Sí, sí la tiene!! O mejor dicho, la debería de tener. 
Es cierto que cuando no existe desarrollada una normativa municipal con relación a este tema, legalmente hay que acogerse a lo que marca nuestro Código Civil que establece unas distancias de árboles y arbustos a las líneas divisorias entre parcelas. 
En general, creo que hay pocos Ayuntamientos que se hayan molestado de este asunto. Lo dejan al arbitrio de los vecinos ocasionado con ello, normalmente, una situación de cierto desvalimiento del vecino perjudicado. La mayoría de las veces, si no quieres ponerte a mal con el vecino o incluso poniéndote, estás dispuesto a meterte en pleitos que pueden tardar años en resolverse, generalmente te ves obligado a aguantarte con el perjuicio.

Es verdad que la Ley te permite eliminar las raíces que de plantaciones ajenas entren en tu jardín pero no así las ramas de árboles por ejemplo. Te metes en un juicio por los frutos pegajosos y las ramas que casi se meten en tu ventana desde un árbol del vecino? Pues no, en general no lo haces y te aguantas con las ramas en la nariz y te dedicas a barrer a diario lo que suelta el dichoso arbolito sobre tu camino.

Pienso que en localidades dónde hay un alto porcentaje de viviendas con parcela alrededor el Ayuntamiento debería reglamentar estos asuntos mucho más. Pero aún en el caso de que no lo esté, el consenso, el buen juicio y un sentido de lo que parece razonable, debería constituir la solución entre los vecinos.
Pero para ello deberíamos de tener los españoles un concepto de lo "ajeno" diferente y no estar convencidos de que lo propio siempre está por delante de lo común o de lo de los demás.
En muchos países sería impensable que no hubiera un acuerdo entre vecinos a la hora elegir las plantaciones que se ponen sobre las vallas divisorias. Su color, su aroma a veces, sus raíces, sus ramas, su floración... intervendrá en ambos jardines. El propio y el del vecino.
Es cierto que cuando compramos una parcela muchas de estas plantaciones están hechas de antiguo y no es cosa de obligar a los vecinos a retirarlas. Pero en muchos otros casos se trata de cultivos recientes, en los que la lógica debería obligar a ponerse de acuerdo y decidirse por soluciones que no perjudiquen a ninguna de las partes. No es así casi nunca. 
Este es la típica situación: Tenemos una valla metálica (a través de la cual ramas, hojas y demás se colorán hacia el jardín del vecino) y queremos poner a todo su largo una "frondosa" hiedra? Pues la pongo!! Y listo!!
Preguntar al vecino si quiere esta "preciosidad"? Por qué? Si es mi jardín y la voy a plantar toda bien pegadita al murete sobre el que se asienta la valla pero dentro de mi propiedad?
Este tipo de jardineros, contemplan la necesidad posterior de su mantenimiento mediante podas constantes desde su lado. Pero el lado del vecino?
Tienen en cuenta que la hiedra se meterá hacia su jardín y que por lógica debería correr de su cuenta (económicamente si se contrata a alguién o en tiempo y herramientas si lo hace uno mismo)? No. La parte de "mi hiedra" que se vaya al vecino que se la pode él mismo. Si tiene que desembolsar dinero para pagar a alguién que se lo haga, pues que lo desembolse. Yo qué culpa tengo de que la hiedra se quiera ir hacia allí. No es de broma, ese es el argumento que a veces dan cuando dices algo.
Claro, el problema con este tipo de actitudes es que al vecino le estás originando no solamente gasto del pago de horas de un jardinero que pueda subirse a una escalera a podarla os veces al año. Es que la dichosa hiedra se mete hacia tu lado y si no te andas con cuidado empuja tus plantaciones.
Este típico vecino que en mi urbanización suele venir solamente los fines de semana, le importan un bledo los pulgones que cuajan su odiosa hiedra. Pero  claro, a ti y a tus rosales, no! Y ahí te ves mochila a la espalda cargada con jabón potásico semana sí y semana también si no quieres que tus rosales se contagien.

En mi caso concreto, tratamos previamente a la plantación del tema. Ilusa de mí creí que el hecho de haber manifestado claramente que no deseaba hiedra, eliminaría cualquier posibilidad de la misma.
Me pidieron opinión (no como algo común, si no como una elección propia del dueño) y opté por haber "tapizado" la valla común con Trachelospermum jasminoide. De hoja prácticamente perenne, preciosa coloración otoñal, bajo mantenimiento, no invasivo, no tendente a tener plagas ni enfermedades, una floración divina en primavera y de un aroma embriagador.
Pero claro, aunque no me lo dijo nunca, estoy convencida de que se fue al vivero y cuando le dijeron que un trachelo rondaba los 10/12 € y un ejemplar de hiedra estaba sobre los dos o dos euros y pico, la elección fue clara para él.
Eso en cuanto a los metros de jardín trasero que es el largo de la casa, el tema se ha seguido reproduciendo a lo largo de los más de setenta metros de la valla divisoria a lo largo de todo el resto de la parcela. El jardinero que periódicamente viene a cuidar de este jardín, en cada visita planta tres o cuatro ramas más de hiedra y la cosa va avanzando cada año más...Cada vez veo más ramitas de hiedra que se meten hacia mi lado a través de las telas de sombreo o del brezo y que si dejo crecer llegan a arraigar sobre mi suelo. En fin, un trabajo que me ha originado y que jamás se le ocurre ni siquiera comentarme.

Como veis, sí, las plantaciones de los jardines ajenos nos influyen y mucho.
En otros países incluso la sombra que proyecta un árbol y que al crecer llega a robar la luz y el sol de la casa del vecino, se considera razón suficiente para su traslado o eliminación. Aquí en España? Eso sería impensable. Si el vecino que compró su propiedad por el sol que recibía su fachada, al pasar los años y crecer nuestras moreras (por decir algo) se ha quedado sin gota de sol.. pues se siente!!
Otras veces ya no es cuestión de llegar a acuerdos. En ocasiones las plantaciones están hechas tan de antaño que constituye el resolverlo un problema de gran envergadura económica. Es el caso de las dichosas arizónicas que hace treinta o cuarenta años se pusieron tan de moda en nuestro país. 
En este caso concreto estaban plantadas mucho antes de que el vecino comprara su propiedad así que salvo que algún día esté harto de las raíces que le invaden su jardín, veo difícil la solución. Evidentemente no solo invaden con sus raíces sus plantaciones, impiden de mi lado que cerca de ellas crezca nada ya que absorben toda agua y alimento que cae sobre la tierra próxima (y no tan próxima porque desarrollan raíces increíblemente largas).

Luego está el tema de la poda. Es cierto que las arizónicas estaban cuando él llegó pero eso no le debería de eximir de ser él o persona pagada por él, quien se encargara de podarlas de mi lado. Evidentemente eso no ocurre.
Es cierto que todo no es blanco ni negro. Por verle algo positivo, cuando nieva, sobre sus ramas se deposita un hermoso manto blanco! jajajaja

Al diseñar nuestro jardín deberíamos considerar además de las raíces, la sombra que árboles y demás plantaciones de buen tamaño proyectarán sobre nuestro espacio. No solo eso, la caída de hojas y frutos pasados también se debería tener en consideración.

En jardines que presentan inclinación puede originarse un problema añadido. Si el nuestro está a un nivel inferior al del vecino y éste no tiene hecho los necesarios desagües a través de muros y las nivelaciones correctas del terreno, se puede originar un grave problema cuando se produce una tormenta monumental. El año pasado ocurrió en el mío. El jardín del vecino, literalmente se convirtió en una piscina, tanto subió el nivel del agua que llegó a desbordar hacia mi lado produciendo bastantes desperfectos en el rincón del jardín secreto. 

Afortunadamente arregló el problema de su lado canalizando el agua de manera que en el futuro, aunque llueva torrencialmente, no se volverá a producir el desbordamiento hacia mi jardín. Evidentemente el coste de la reparación de los daños que su agua produjo en mi jardín, corrieron de mi cuenta ajjajaja En fin, sin palabras!
Las vistas que a los lejos, del pueblo o de las montañas que rodean nuestro jardín y que divisamos desde nuestras terrazas deberíamos preservarlas no haciendo plantaciones que con los años nos las roben.
Indudablemente el entorno se nos "cuela" en nuestro jardín. Si es hermoso, merece la pena seguir disfrutándolo. Si lo que hace es restarnos belleza, habría que buscar soluciones para evitarlo. 

En mi caso, no tengo jardines de vecinos delante de la parte oeste de mi jardín pero se trata de un espacio abierto desde el que se otean las montañas de Ávila a lo lejos y que en primera se pone especialmente hermoso!! Prolongar de alguna manera este entorno hacia dentro de nuestro jardín introduciendo especies que prosperan de modo natural en las proximidades como lavandas y romeros, parece una decisión inteligente.


Como vemos, nuestro jardín no está formado solamente por lo que en él construimos y plantamos. Lo conforman también más o menos directamente, lo que rodea nuestro espacio verde. Sean otros jardines vecinos, sea el propio entorno, sean construcciones o paisajes que desde el nuestro se divisan...

Vaciar el interior de Pittosporum tobira 'Nana' para facilitar los tratamientos contra las cochinillas (Icerya purchasi)

Hay plantas que su propia forma de crecer facilita las cosas a las plagas y enfermedades. Es el caso de Pittosporum tobira 'Nana' (Conocido comúnmente como pitosporo enano jazmín de china, azarero o azahar de la china).
Cultivo en el jardín bastantes variedades de pitosporos: Pittosporum crassifolium, Pittosporum heterophyllum 'Variegatum'Pittosporum tenuifolium 'Golf Ball', 'Piruette' y 'Variegatum' y el más común, Pittosporum tobira...bien pues ninguno presenta problemas de plaga alguna salvo Pittosporum tobira 'Nana' y es que este pequeño arbusto bajito y de forma redondeada tiene la tendencia a crecer muy tupido, muy ramificado desde la base. Aparecen las hojas arracimadas desde un nivel tan bajo que deja el interior de la planta sin ventilación. Cada año tengo esta dichosa plaga en alguno de los pitosporos enanos del jardín.
Procuro rociar bien su interior cuando hago las tres o cuatro aplicaciones preventivas con aceite insecticida en invierno. Este año en concreto he hecho cuatro y creo que ha ido muy bien. Parece que de momento ninguno de ellos presenta (todavía) infección de cochinilla. La que tengo en mi jardín es la cochinilla acanalada (Icerya purchasi), Aquí podéis ver esta preciosidad!:
Las temporadas pasadas observé que el que tenía infección más grave era un pitosporo enano que cultivo en el seto sur (El que aparece en la primera fotografía). Por su ubicación es el menos soleado ya que árboles y arbustos proyectan sobre él su sombra durante parte del día. Pero también vi algo de cochinilla en alguno de los que crece en el jardín trasero que precisamente no adolece de sol.
Si algo favorece esta plaga es el calor y sequedad pero es la falta de ventilación la que produce esta situación, de ahí que precisamente la estructura de crecimiento de este tipo de pitosporo favorezca su reproducción.
Cuando los compramos, lógicamente buscamos ejemplares bien tupidos, bien rellenos de hojas. Es normal, realmente están bonitos cuando no son pobres en hojas, si no que están bien ramificados desde la base ya que ello permitirá que crezca en forma de arbustos redondeados cubiertos totalmente de hojas.
Pues precisamente en los ejemplares más tupidos, cuántas más ramitas nacen desde la base y más "cerrada" con hojas está la superficie del arbusto, más fácil es que nazcan en sus tallos y envés de las hojas la dichosa cochinilla.
Pero es que además, los ejemplares tan rellenos de hojas desde abajo son extremadamente difíciles de tratar ya que resulta prácticamente imposible acceder a las partes mas internas por todos sus lados cuando hacemos la pulverización de productos para combatirlas o con palillos empapados en alcohol para eliminarlas directamente.
Probé el año pasado a deshojarlos desde el suelo hasta bien arriba. Dejé solamente el último "cogollo" de hojas y algunas más viejas por debajo para que formaran una cubierta que impidiera verse el interior del arbusto, el resto las eliminé. También eliminé desde abajo del todo algunas ramas que tocaban el suelo procurando que el arbusto creciera levantado de él al menos un poco para que pudiera entrar aire por debajo.
Debo decir que al ir eliminando las hojas inferiores lo hacía por partes. Tomaba una rama, la inclinaba lo suficiente como para poder acceder a su interior, eliminaba las hojas, soltaba la rama y dejaba que volviera ella sola a su lugar. Así iba comprobando que la zona no quedaba "calva". Si veía que aún podía eliminar más hojas lo hacía. De lo contrario pasaba a otra rama si veía peligro de que la zona quedara demasiado "pobre".
Aquí podéis ver uno de los arbustos que, aunque vaciado su interior, exteriormente no se percibe ya que dejé una "cubierta" formada por las hojas brotadas en los extremos de los tallos de manera que tapan completamente el interior del ejemplar.
Lo cierto es que este vaciado yo no lo haría en ejemplares demasiado jóvenes ya que provocaríamos la eliminación de ramillas que al crecer posibilitan ese aspecto cuajado de hojas que vemos por fuera. Es más bien algo a practicar en pitosporum con algunas temporadas ya y que se hayan desarrollado un poco. Están menos tiernos, si además la eliminación del interior la practicamos en invierno, cuando la vegetación que persiste en él está más dura, las cosas serán mucho más fáciles. 
Aprovechar la ocasión para hacer una buena rociada con aceite insecticida cerciorándonos de empapar bien toda su estructura leñosa e incluso el suelo.
nos ayudará a prevenir estas "lindas" criaturitas!


Con ello me resulta mucho más fácil acceder a las partes bajas (que es dónde suelen estar las cochinillas) sin romper sus ramillas ahora en primavera que están brotando como locos y presentan una vegetación tan tierna que es fácil quebrar los tallos recién brotados.
Esta eliminación de hojas la practiqué en casi todos los pitosporos enanos que tengo en el jardín pero este en concreto el que os muestro infectado por cochinilla aunque lo intenté, vi que a medida que metía las manos en su interior para eliminar las hojas, las ramillas se rompían y no quería originar "calvas" que luego se vieran por el exterior con falta de hojas así que lo dejé estar.
Pues ha sido comenzar la primavera y ya están aquí!. Ahora es peor aún porque hay brotes de hojas tiernas desde bastante abajo, lo que me impide llegar a eliminarlas con los dedos y por mucho que trato de girar un poco las ramas para aplicar jabón potásico con alcohol la pulverización no llega a todas las partes, siempre hay recovecos que quedan sin mojar. Meter las manos en él es a riesgo de quebrar buena parte de sus ramas y destrozar con ellos la bonita estructura redondeada que va teniendo. 
Solo me cabe este año dejar que crezca un poco más, que aumente de diámetro y eliminar las hojas que pueda sin dañarlo. Más hacia el otoño, cuando haga la poda, haré la limpieza de ramas bajas y de hojas definitiva.
Ayer, con la manguera a presión y con cuidado de no romper las ramas y hojas nuevas, traté de despegar la mayoría de las cochinillas gordas. A continuación le hice una pulverización abundante con alcochol pero no me gusta usar este método muy a menudo porque el alcohol reseca demasiado la vegetación. Dentro de unos días la rociaré con jabón potásico y algo de alcohol.
Durante esta primavera/verano seguiré de cerca la evolución de las cochinillas y entre eliminar las que pueda a mano y aplicaciones constantes de jabón potásico y alcohol, espero tenerlas controladas.
Aunque sé que por muchas hojas que quite de su interior no estarán a salvo del todo de la cochinilla, está claro que el favorecer su ventilación interior les dificultará las cosas. Además, al estar casi vacía la parte interna del arbusto resulta muchísimo más fácil acceder a ella para su tratamiento.

Preparados, listos, ya!! Las rosas, la poesía!!

Cuando llega el inicio de la primavera se me olvidan toda la información botánica. Me ocurre igual en otoño. Es un olvido momentáneo, claro! Vivo el jardín de forma dual. De una parte, creo que lo escribí en otro artículo, soy una especie de Sherlock Holmes en él. Me paso la vida observando las plantaciones.

Kerria japonica 'Pleniflora': Nada exigente, resistente, sana, florífera... el lujo de lo fácil!

Cuántas veces nos empecinamos en cultivar en el jardín plantas que por mucho que nos esforcemos no crecen en él más que como ejemplares raquíticos o claramente sufrientes, con la idea de que transformen el espacio a su alrededor en un rincón hermoso de nuestro jardín.

No logramos que prosperen, que se conviertan en arbustos hermosos y contundentes. O están siempre enfermos, o languidecen en verano con el calor o se queman en invierno por el frío, o son atacados constantemente por plagas y enfermedades...o precisan de riegos y nutrientes constantemente...Un horror!! Y encima, aún estando dispuestos a invertir agua, tiempo, abonos, jabones potásicos y demás potingues...nada! Nuestro ejemplar no se parece en absoluto a las imágenes que vemos en Internet. 
Nos ocurre muchas veces, verdad? Cada vez estoy más convencida que luchar contracorrientes es absurdo. Desperdiciamos tiempo, energía, dinero y solo ganamos en frustración. Es cierto que lo podemos intentar pero por mucha voluntad que le pongamos en ocasiones, ese rincón en el que la planta de nuestros sueños, de estar en otro clima, convertiría el espacio en un sitio hermoso, desgraciadamente no es nuestro caso. Las traemos a casa con toda la ilusión, las cuidamos, les damos teóricamente todo lo que precisan (dentro de lo que nosotros podemos darles)...pues nada! Ni crecen, ni florecen bien... pasan las temporadas y siguen sin decir nada. Ni fú ni fa! Ahí están, más o menos igual que hace un año y que hace dos...y ya no sabemos qué darles ni hacerles...solo nos falta bailar por sevillanas a ver si se animan!! jajajaja
Olvidamos algo fundamental: No crecen en el lugar adecuado, por eso no se convierten en ejemplares hermosos. No disfrutan del clima que precisan o soportan temperaturas para las que no están preparados. Sencillamente estamos luchando en una batalla perdida de antemano. Podemos aportar agua, y los nutrientes e incluso tratar de modificar el pH del suelo pero hay cosas que no están en nuestras manos modificar: el clima. Si precisan humedad atmosférica no podremos dársela si nuestro jardín no la tiene. Si no soportan las heladas, no sobrevivirá en nuestro invierno...
Creo que un jardín adaptado al suelo y clima de la zona dónde está ubicado es un jardín siempre más fácil y con posibilidades de éxito pero además y sobretodo, siempre es un jardín más hermoso.
Este no es el caso de Kerria japonica. Hay muchas otras que no dan disgustos, que no exigen de nuestra vigilancia constante. Que no son melindrosas en cuánto a suelo. Que jamás enferman. Que te olvidas de ellas y ahí están: año tras año más bonitas! En dos o tres temporadas pasan de ser una plantita chiquita que no levanta dos palmos del suelo cuando las traemos del vivero a ocupar un lugar protagonista en la zona.
No se enfadan si no reciben cantidades ingentes de agua en los veranos tórridos como los míos. Siguen impertérritas en invierno aguantado el frío por mucho que hiele. No tienes que estar aportando acidificantes al suelo cada dos por tres, ni hacer mezclas de sustratos al plantarla. Le da igual el pH del suelo!! Lucen sanas todo el año. Los pulgones ni se arriman a ellas lo cual, no deja de ser una comodidad no tener que estar siempre mochila a la espalda con el dichoso jabón potásico.
Pero además, es que su floración no es cosa de quince días como muchas otras. En absoluto. Florecen y florecen incansables incluso sin tener que ir eliminando las flores secas. 
Y ya el colmo de este tipo de plantas "simpáticas y bien humoradas" son las que florecen dos veces como esta. Sí, sí. Dos veces!! Y además esta primera floración dura de lo lindo. Pero no le parece suficiente con eso. Allá por agosto vuelve de nuevo a retomar fuerzas y nos regala una segunda floración. En parte porque ya el arbusto ya está cubierto de hojas y en parte porque el número de flores es muy inferior, esta segunda tanda de flores ya no se parece a estas imágenes en las que aparece tan llamativa. Pero sí, durante unas semanas, en pleno rigor del verano es capaz de florecer. Increíble! Una verdadera jabata!
Es cierto que algunos arbustos florecen con profusión pero con unas florinas tan chicas y tan...eso, tan poco llamativas que no es para tirar cohetes. Esta no. Kerria japonica 'Pleniflora' no puede tener una floración más llamativa! Inunda el espacio dónde crece de una masa amarilla resplandeciente. Es una masa de color y brillo.
Me encanta!! Es un arbusto tan hermoso! Tan grácil, con sus ramas largas y arqueadas brotando del suelo y que sucumben bajo el peso de tanta flor. Y qué flores!! Como preciosas rositas amarillas...Y ahora sé lo que estáis pensando. Huele? No, no huele. La perfección no existe, queridos!! ajajajjaja
Además tiene una preciosa vegetación. Un verde cálido claro que enamora. Sus hojas dentadas con nervios claramente visibles tienen una textura delgada que aparentemente nadie diría de su resistencia. No he visto nunca mis arbustos de Kerria japonica quemados por mucho sol que les de!
Bueno, ahora tendréis que preguntarme: pero alguna pega tendrá! No? Pues sí, tiene dos que en realidad a mí, en mi caso concreto, no me lo parecen.
Una es que es un arbusto grande. No debería cultivarse en espacios reducidos ya que precisa bastante "aire" a su alrededor. Ni lo intentéis si disponéis de un cachito de rincón rodeado de otras plantas. La belleza de la Kerria japonica 'Plenilora' solo se manifiesta si tiene espacio a su alrededor. Este arbusto apretujado entre otros que no le permitan arquear sus largas ramas libremente desde mi punto de vista pierde todo su gracia. Su encanto es precisamente el tipo de crecimiento que tiene. Airoso, arqueado, libre! Y eso solo lo puede conseguir si no tiene pegadas otras plantas que se lo impidan.
Así que siento decepcionaros si me estáis leyendo y no disponéis de un buen espacio dónde pueda crecer a sus anchas. Además, os aclaro que emite chupones, es decir, que cada año, van brotando ramas desde el suelo que salen de las raíces periféricas del arbuto de modo que cada temporada va ganando más envergadura. 
Mi Kerria no tiene aún ni la altura ni el ancho que tendrá cuando sea totalmente adulta. Sabiendo que se haría más alta me animé a poner al lado una mata de preciosas Euphorbia characias. Las ramas de mi rosa japonesa (nombre común por el que se la conoce) al crecer lo harán sobre la Euphorbia y creo que el efecto me gustará. Sí.
Cuando digo invasiva no me refiero a plantas tipo mimosas u olmos que son imposibles de contener. Hablo de una tendencia que si al podarla tras esta primera floración llevamos un poco de cuidado y arrancamos esos brotes que van apareciendo más allá de la zona que deseamos, no se convertirá en ningún peligro.
Segunda pega? No lo es en realidad. Es un maravilloso arbusto que si disponéis del espacio que requiere yo os animo a introducirlo en vuestros jardines pero eso sí, si no queréis que en pocos años se convierta en una maraña llena de ramas secas (cuando no muertas) que de grácil no tiene nada y que dejará de florecer al cabo de un tiempo, es absolutamente imprescindible que apliquéis una correcta poda en el momento adecuado.
Las dos primeras temporadas que crece en nuestro jardín puede pasar sin esa poda pero a partir de ahí requiere de este trabajo sin falta. 
En realidad es una poda que, como todas, si se entiende de qué manera crece el arbusto y en qué tipo de ramas florece, es absolutamente fácil de realizar.
Quien tenga interés en ver el proceso paso a paso, con todas las explicaciones y muchas fotografías verá que no es nada complicado, puede visitar el tutorial sobre su poda que colgué en este blog en junio del año pasado.
Es un arbusto que crece con rapidez. En tres años podemos tener un arbusto que destaca. Os muestro el pequeño ejemplar que traje hace ahora tres primaveras. 
Mirad esta fotografía. Justo ahora hace tres años de ella. 
En breve saca tallos largos ganando bastante en la primera temporada en altura. Luego, con los años se hará más alta pero su ritmo de altura se lentifica a partir de la segunda temporada. Eso sí, el arbusto se hace mucho más denso. Como digo, más tupiéndose que aumentando en altura.
Aquí os muestro este mismo espacio de mi jardín el año pasado en dos fotografías bastante semejantes. Podéis ver que el arbusto se ha hecho mucho más tupido. Está con diferencia mucho más cuajado de flores.
Esta primera fotografía es de la primavera pasada. La altura es aproximadamente la misma, pero tiene muchas menos ramas que en este momento.
Desde el año pasado ha emitido desde el suelo numerosos tallos formando ahora un arbusto más sólido, más denso.
Necesitaba que el jardín secreto quedara algo más oculto cuando se viene andando hacia él por el camino que recorre el seto norte. El almendro lo ocula bastante y lo hará aún más cuando crezca pero claro, lo cubre por arriba. Necesitaba de un arbusto que cerrara ese espacio a menor altura. 

Vistos los resultados me animé a elegir para este fin otro ejemplar de Kerria japonica 'Plenniflora' en el otoño de 2016. El año pasado ya floreció y este está empezando a ser un precioso ejemplar que cuanto pasen dos años destacará en ese punto de jardín y "cerrará" cuando no tardando mucho adquiera su altura y envergadura natural.


El tiempo es algo estupendo a veces, sin apreciarlo, poco a poco, vemos como se van transformando los espacios en el jardín y si sabemos elegir bien las plantas entre especies que se puedan adaptar a nuestro suelo, clima y estilo.. los rincones van ganando en belleza con cada año que pasa.
En fin, hoy quería proponeros un arbusto fácil, precioso y sin complicación alguna de cultivo. Espacio y poda adecuada, eso sí!! Pero creo que si tiene estas dos condiciones, Kerria japonica 'Pleniflora' no decepcionará a nadie que la introduzca en su jardín.
Por cierto hay otra variedad de flores simples. Para mi gusto, no es comparable. Pleniflora tiene las flores dobles. Mucho más bonitas! Así que si lo compráis sin estar en flor y es en un vivero que no etiqueta bien las plantas, llevad cuidado y preguntar qué cultivar es antes de traerla a casa.
Buenas noches, amigos.

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...