Variedades de portainjertos más usados en el cultivo de rosas

Llevamos ya unos cuántos artículos que de un modo u otro se acercan al tema de las raíces de los rosales. Es verdad, estoy últimamente muy interesada en saber algo más sobre la función e importancia de las raíces, la conveniencia o no de cultivar las rosas injertadas o haciéndolas crecer sobre sus propias raíces; ahora en este las variedades de rosales que se suelen usar como portainjertos y en breve colgaré uno sobre las distintas opiniones en un tema muy controvertido: la conveniencia o no de enterrar el punto de injerto al hacer las plantaciones.
Espero que para vosotros sean también unas cuestiones interesantes estas. Para mí sí lo son, desde luego!! 
El tema de hoy, en lo que hace a los lectores españoles de este blog, he de reconocer que este artículo es más por cuestiones de mera curiosidad que porque piense que los jardineros aficionados en nuestro país tenemos muchas opciones a la hora de elegir. Es así, el mercado está ocupado creo que totalmente por la venta de rosales injertados. No conozco ningún vivero de mi zona ni página web de España que de la posibilidad de adquirir un rosal cultivado en sus propias raíces de modo que, eso, no tenemos mucha elección.
De todos modos teniendo en cuenta que el veinte por ciento de las visitas que se hacen a páginas de este blog son desde EE.UU y que allí el surtido para elegir es más amplio, nos ha parecido que unas pequeñas notas sobre este tema no irían mal a los aficionados de este país y a los que de allí puedan hacer pedidos de sus rosales. 
Como decíamos, los rosales que vemos a la venta en los centros de jardinería lo están en los patrones que lo están y no hay tampoco mucho (más bien nada) dónde elegir. O se toman o se dejan. Esa es la situación.
Incluso grandes cultivadores no aclaran en sus etiquetas la variedad de rosa usada como portainjertos. Nos ha costado encontrar una página en la David Austin aclara que usa dr. huey como portainjertos pero en ella está hablando de los rosales que venden en Estados Unidos y que se crían allí. 
Aun así hemos visto una página de K & M Roses, un conocido vivero de Alabama (EE.UU), en el que ofrece una serie de variedades de David Austin injertadas R. fortuniana. Por lo que al final, no sabemos a ciencia cierta si todos los rosales que David Austin tiene a la venta en este país están o no injertados en Dr. Huey. Es posible que la confusión venga de la fecha de la página de David Austin a la que nos hemos referido. No podemos asegurar más.



En lo que no hay duda es que la información sobre los patrones usados que los grandes criadores de rosas ofrecen, al menos aquí en España, en sus etiquetados dejan bastante que desear. Ni en las etiquetas de los de David Austin ni en las de Meilland figura la variedad del portainjerto. Y esto es cosa que nos asombra teniendo en cuenta la importancia que tienen las raíces sobre las que crecen nuestros rosales.
Probablemente aquí en España, con el tiempo, en la medida en que los jardineros vayamos demandando este tipo de información y exigiendo que figure en su etiquetado que al igual que figuran datos como nombre de la variedad, medidas de la planta adulta o momento de floración. No creemos que sea un dato menos importante que los demás.
Desde que a finales del s. XIX se introdujo el primer híbrido de té, Rosa 'La France'  que florecía al gusto de la época pero que presentaba ciertos problemas de debilidad y que fueron paliados con portainjertos, empezó una carrera que terminó en una situación en la que el portainjertos es el sistema mayoritariamente utilizado por los criadores de rosas y la inmensa mayoría de rosales a la venta están cultivadas de esta forma.
Se entiende que son motivaciones económicas las que hacen decidirse a una empresa a la hora de ofrecer unos productos u otros. Probablemente no les resultará rentable ofrecer a los jardineros españoles rosales injertados en distintos patrones para que seamos nosotros los que elijamos. Y que de existir demanda habrían tratado ya de darle cumplimiento. Así que de momento y mientras nuestra afición no suponga para estos cultivadores unas necesidades de ampliar la oferta... esto es lo que hay :)
A mí personalmente me encantaría poder elegir las variedades de los rosales que cultivo en raíces propias o injertados y que tuviera más de un patrón entre los que decidirme pero comprendo que esto sería posible en una situación de la jardinería muy distinta de la que desgraciadamente se da en nuestro país.
Sea cual sea el portainjerto que los cultivadores de rosas utilizan para criar las rosas que finalmente ponen a la venta, debemos ser conscientes de que no modificará todas las características de la variedad del rosal, pero sí determinará algunos factores de su cultivo.
Cada patrón tiene unas características, unas ventajas y unos inconvenientes y de hecho los grandes criadores de rosas elijan una u otra en función de razones económicas ya que cada patrón le ofrece unas cualidades para cultivarse en determinados suelos y en determinadas zonas climáticas. No es igual el portainjertos que se suele  usar en un terreno arenoso y propenso a los nematodos que uno dónde se produzcan profundas y prolongadas heladas, que uno de un clima suave...
En lo que no hay duda es que el injerto sobre patrones es el sistema más rápido y rentable para las empresas que se dedican a propagar rosales y a la venta. Con poco material tienen suficiente para reproducir muchísimos ejemplares de la nueva variedad que han creado o que precisan reproducir por la demanda de su clientela. 
Indudablemente es más barato este sistema que la venta de rosales criados en sus propias raíces (esquejes arraigados) porque tardan una temporada o dos más que el sistema del portainjertos. Es de suponer que las grandes casas criadoras de rosas valorarán la demanda y la rentabilidad de los dos sistemas. Sí es cierto que cada vez hay más casas que al menos parte de su producción la ofrecen sobre raíces propias lo cual lleva a pensar que la demanda también está en aumento.
Los criadores elijen la variedad de portainjertos en función del rendimiento que cada tipo de patrón tiene en la zona dónde se van a efectuar las ventas y se van a propagar los rosales
Un buen patrón para ellos es el que se adapta a una diversidad de climas. Debe tener capacidad para aclimatarse al almacenamiento que será preciso previo al envío de la venta de rosales. Su resistencia a las enfermedades y problemas del suelo también será un factor que ellos tendrán muy en cuenta.
Antes de mencionar las variedades quisiera comentar un hecho que aunque la mayoría de los jardineros aficionados a las rosas saben, muchos son también los que se sorprenden cuando han plantado una variedad de rosal, lo han visto florecer durante varios años y así, de repente, al inicio de una nueva temporada ven con sorpresa que las rosas que produce ese rosal este año en nada se parecen a la variedad de rosal que ellos plantaron ni a las que formó durante los años anteriores. Un milagro? jejejej En absoluto!! Simplemente es que el portainjertos se ha apoderado de la variedad de rosal cultivada sobre él.  Puede que en un invierno riguroso, esa variedad de rosal injertada fuera menos resistentes a las bajas temperaturas que el patrón sobre el que se injertó. La parte superior del arbusto muere entonces quedando vivo el portainjertos. Cuando llegan de nuevo las temperaturas suaves el patrón rebrota y llega a florecer incluso, produciendo lógicamente, las rosas que le son propias. No hay misterio alguno :)
No solo las bajas temperaturas pueden matar la variedad de rosa injertada. En alguna ocasión, inadvertidamente se puede podar tanto que eliminemos todas las ramas de la variedad volviendo el rosal a la variedad del portainjertos al no disponer ya de ramas del rosal inicial que cultivábamos sobre él. 
Otra situación que puede darse es que el portainjertos sobre el que está implantada la variedad de rosal tenga una gran tendencia a emitir lo que llamamos "chupones" que no dejan de ser brotes que emite el patrón por debajo de la altura del nudo o punto de injerto y que de no quitarlos a tiempo, darán al traste con el rosal que cultivamos, debilitándola cada vez más y finalmente quedando el portainjertos como "dueño y señor".
Chupón o rama del rosal que sale más baja de lo normal?
A veces son fáciles de reconocer porque tienen mayor número de folíolos por hoja que la variedad del rosal pero no siempre. Los criadores de rosas recuerdan que no es conveniente "podar" esos brotes porque con ello lo que hacemos es fomentar la tendencia y provocar que salgan más brotes todavía.
Lo ideal sería identificar y tener seguridad de que se trata de un vástago que sale del portainjertos (chupón) y que no se trata de una rama emitida por las raíces que la variedad, en contacto con el suelo y habiendo emitido sus propias raíces, ha llegado a producir.
Hay que recordar que si el rosal está plantado hundido y el punto de injerto enterrado de modo que la parte inferior de los tallos de la variedad permanezca durante mucho tiempo en contacto con el suelo, el rosal tiene capacidad para emitir sus propias raíces. Así es perfectamente posible que veamos brotar por debajo del suelo lo que aparentemente es un chupón pero que si escarbamos y vemos el punto exacto desde el que sale la rama....comprobaremos que sale de un punto por encima del engrosamiento (punto de injerto). Estos brotes son de la variedad y por tanto deberemos conservarlos.
Si por el contrario, al eliminar cuidadosamente la tierra que rodea el brote que emerge del suelo, vemos que el punto desde el que brota está situado debajo del nudo, está claro, es un chupón, un brote emitido por el patrón y teniendo en cuenta que las variedades usadas como portainjertos suelen tener bastante vigor, conviene eliminarlo lo antes posible. No cortando por encima del nivel del suelo si no tratando de arrancarlo de raíz. Cuesta un poco, pero no es un trabajo imposible. Merece la pena asegurarnos de que el portainjertos no mermará la fortaleza de la variedad restándole energías para sus propias ramas que no son las que deseamos ver florecer.
Veamos si os parece las variedades de rosa más utilizadas para injertar sobre ellas las de los rosales que finalmente veremos florecer en nuestro jardín
Rosa 'Dr. Huey':  Se trata de un trepador híbrido de Wichuriana de preciosas, semidobles y tempranas rosas oscuras, en tonos carmesí, con bonitos estambres dorados y pétalos aterciopelados.
Se trata de una variedad introducida por la Society americana rose en 1919. Es la variedad de rosa más utilizada como portainjertos. Es un patrón muy tolerante a un amplio espectro de suelos y de climas razón por la que es elegido para injertarlo por muchos cultivadores. 
Rosa 'Dr.Huey' Wikipedia

Se usa especialmente en los viveros del sur de California dónde se produce el ochenta por ciento de las rosas vendidas en Estados Unidos.
Me parece una rosa tan bonita que no me importaría cultivarla en mi jardín aunque no tenemos seguridad de que sea demasiado refloreciente. Tendría que buscarle el lugar adecuado porque la envergadura que puede alcanzar los ejemplares adultos es cosa de tener en cuenta. Puede llegar a más de tres metros de alto y a los 2,5 metros de ancho!! La principal floración se produce en primavera no siendo muy abundante las rosas en el resto de la temporada y parece ser que tienen una suave fragancia.
rose rootstock Rose 'Dr.Huey' fotografía de Ebay

El mayor problema de esta variedad es su tendencia al oídio. Enfermedad que parece que no transmite a la variedad de rosales injertados sobre ella.
Al ser tan ampliamente utilizado es fácil encontrar Rose 'Dr. Huey? creciendo de forma natural en zonas de casas viejas y lugares abandonados. Era frecuente que se injertara sobre ella híbridos de té que no resistieron las bajas temperaturas muriéndose el rosal que crecía sobre Dr. Huey y perviviendo el patrón.
Enlace a Helpmefind.com.
Rosa 'Dr. Huey' Wikipedia
Rosa x noisettiana 'Manetti'.  Híbrido noissette. Criada por Giuseppe Manetti en 1835. Puede alcanzar casi los dos metros de alto y más 120 cm de ancho. Con delicadas y sencillas rosas de un delicioso rosa claro y muy perfumadas.
Es muy utilizado como portainjertos en California y cuenta con unas raíces más flexibles que Dr. Huey aunque no es tan resistente a las bajas temperaturas como éste. No tiene un gran desarrollo su sistema radicular y sus raíces se desarrollan de manera bastante superficial en el suelo lo que lógicamente no ayuda a que aguante los inviernos en zonas dónde se producen fuertes heladas.
Algunos cultivadores de rosas californianos prefieren este patrón para rosas antiguas, híbridos de té y variedades de David Austin porque en su opinión sus raíces no son tan quebradizas como las de Rosa 'Dr. Huey'
Enlace HMF
Rosa multiflora 'de la Grifferaie'  Se solía usar como patrón intermedio en rosales de pie (arbolitos) formando la zona intermedia entre Rosa 'Dr. Huey' y la variedad de rosa injertada formando la parte recta del arbolito. Aunque actualmente los criadores tienden a usar para la formacion de estos rosales Rosa 'Dr. Huey' como único portainjerto.
Enlace a HMF
rose rootstock - Rosa multiflora 'de la Grifferaie' Fotografía de http://www.classicroses.co.uk/
Rosa x odorata. Se trata de un patrón vigoroso que funciona bien cuando se hacen a la par el injerto y el enraizamiento del patrón. Hay que tener en cuenta su propensión a emitir chupones en abundancia y es algo susceptible a infecciones de agalla de la corona. 
Rosa x odorata Fotografía de http://www.lerosediposillipo.it/rose-cinesi-2.html
Rosa 'Multiflora' No es muy utilizada en California como portainjerto ya que es susceptible a las sales del suelo y no se desarrolla bien en suelos alcalinos. Es también bastante susceptible a los virus. A pesar de ello se utiliza mucho en las zonas más frías.
rose rootstock Rosa multiflora fotografía de http://www.classicroses.co.uk/

Rosa fortuniana Peter Beales relaciona esta Rosa con Rosa banksiae y parece ser que se trata de un híbrido entre aquella y R. Laevigata. Recibió su nombre en honor al jardinero que lo descubrió en 1845, Robert Fortune.
Por su tolerancia a la poda y la gran cantidad de pequeñas y punzantes espinas con las que "adorna" sus ramas, se suele usar también para formar bonitos setos. De pequeño y bonito follaje, algo más grande que los típicos rosales de banks y con rosas también de un tamaño un poco mayor.
Rosa fortuniana http://www.classicroses.co.uk/
Se trata de una variedad vigorosa, fuerte, de crecimiento vertical que puede llegar a cubrir muchos, muchos metros de pared, pérgola o vallas con sus elegantes y arqueadas ramas. Adornan sus brillantes hojas unas rosas con bastantes pétalos, dobles,  casi blancas o de un blanco cremoso y dulce fragancia.
Es bastante resistente a la sequía y a cierto abandono creciendo bien en suelos pobres, secos y arenosos. Esta característica lo convierte en idónea para utilizarse como portainjertos en las regiones más cálidas de Estados Unidos.
Sobre 1950 se utilizaba en florida pero actualmente se considera que es un rizoma que aunque vigoroso es poco resistente a las bajas temperaturas muriendo rápidamente cuando éstas bajan de los cero grados.
Tampoco ayuda demasiado a que se utilice en California por sus preferencias por los suelos ácidos y no se encuentra a gusto en los suelos alcalinos californianos. 
Por el contrario parece ser que es más fácil que sobreviva en suelos arenosos y cálidos y en suelos con nematodos como los de Florida y en general en zonas de temperaturas cálidas.
En compensación tiene bastante resistencia a la enfermedad de la vesícula, a los nematodos y a la muerte regresiva del tallo. Igualmente su resistencia es fuerte a enfermedades de las raíces y parece ser que es uno de los patrones más longevos.
Enlace a HMF 

La importancia de las raíces en las rosas.

Evidentemente las raíces  servirán al rosal para su anclaje al suelo y para sostenerse verticalmente. Pero para entender verdaderamente la importancia que en el saludable desarrollo de los rosales tienen las raíces, solo tenemos que pensar que  salvo el dióxido de carbono, oxígeno y energía solar, todo el resto del conjunto de sustancias que precisa el rosal para vivir y que se encuentran en el suelo deberán ser absorbidas por las raíces que de su sistema radicular se extienden bajo la tierra buscando agua y nutrientes.
Pero además, de esta función como "captadoras" de humedad y nutrientes, también son órganos de almacenaje de reservas y serán utilizadas por el rosal para transportarlas hasta el cuello de la raíz (unión de raíz  y tallo) y desde ahí hasta el tallo estos elementos que capturan las raíces.
Lo primero que brota de una semilla al germinar es la radícula. Ésta será el origen de la futura raíz que pronto comenzará a tener pelitos absorbentes y se ramificará dando lugar a raíces secundarias a la par que la planta va creciendo.



Fotografía cedida generosamente por Hoober Boo del blog 'Piece of Eden'
Puede decirse que en general se dan dos tipos de sistemas radiculares:
En las plantas de sistema radicular alorrizo esta raíz que se forma a partir de la radícula  crece en grosor y profundidad y se vuelve dominante formando un centro del que salen otras raíces laterales y se denomina raíz principal (Axonomorfa o pivotante).
Es el caso del precioso Cercis siliquastrum (Árbol del amor) o del Quercus robur (Roble)
Por el contrario, en las plantas de sistema radicular fibroso (u homorrizo), la raíz principal pronto se pudre o da origen a otras raíces secundarias entre las que no puede distinguirse en grosor y forma.




Unas imágenes en las que podamos ver la morfología de las raíces nos vendrá bien para comprender mejor como crecen y se desarrollan nuestras rosas.
El sistema radicular tiene dos tipos de raíces: 
La mayor parte de las raíces están formadas por corteza, sobretodo tejido parenquimático. Si nos fijamos en las raíces de nuestros rosales vemos que la mayoría son raíces leñosas y que se parecen bastante a las ramas lignificadas del rosal.
La función principal de estas raíces leñosas es, además del sostén del rosal, servir de conexión entre la infinidad de pequeñas y finas raíces. Estas raíces se ramifican dando lugar a raíces secundarias o laterales y en éstas, a su vez, en sus extremos se formarán las raíces más finas.
Estas raíces más finas solo están cubiertas por la epidermis radicular o rizodermis y de ellas brotan los pelos radicales.
Si seccionamos una raíz horizontalmente podemos ver que su interior está formado por una serie de anillos concéntricos. Son los haces vasculares del xilema y el floema.
Imagen de http://es.slideshare.net/
Las raíces tienen dos partes, una es el ápice o zona de crecimiento de la misma situada en su extremo, es muy corto, apenas unos centímetros y que permite por ello crecer oponiéndose a la resistencia que ejerce el suelo. Este extremo está protegido por una especie de caperuza llamada caliptra (o cofia) que ayuda a la raíz a penetrar en la tierra.
La otra parte es la zona pilífera. Se trata de la zona más joven de la raíz y está provista de pelos radicales. Esta zona de la raíz es muy corta también.
Los pelos radicales (también llamados pelos absorbentes) aumentan la superficie que la raíz tiene para absorber nutrientes y agua del suelo. Apenas viven unos días, no tardan en secarse y desprenderse y son sustituídos por otros nuevos que se crean próximos al ápice. A través de la fina membrana que los recubre las sustancias disueltas en el suelo pueden penetrar en las raíces y ser transportadas hasta las hojas a través de los haces vasculares que recorren las raíces.ddddd
Teniendo en cuenta esta estructura de las raíces podremos valorar mejor los peligros del trasplante. Se entiende así mejor la necesidad de llevar sumo cuidado cuando trasplantamos un rosal de lugar. Si en esta operación rompemos demasiada cantidad de pelos radicales o dañamos los extremos de las raíces más finas eliminando la fina capa que las cubre (rizodermis) las raíces del rosal perderán su capacidad de absorción al menos por unos días, en tanto no vuelvan a desarrollarse más pelos radicales. Es lo que todos los jardineros hemos comprobado casi cada vez que plantamos o trasplantamos una planta, el conocido shock del trasplante.
De ahí también que sea necesario cuando efectuamos un trasplante o incluso cuando plantamos un rosal por primera vez, efectuar una poda de parte del largo de sus ramas e incluso de sus hojas si está en actividad vegetativa. Con ello las raíces, dañadas en la operación de trasplante, deberán abastecer a una menor masa vegetativa. De lo contrario, un sistema radicular dañado será difícil que pueda seguir abasteciendo a la parte aérea del rosal.
El sistema radicular total de un rosal irá en proporción a la edad o maduración de la planta, de que crezca en sus propias raíces o, si está injertado, de la variedad del patrón usado pero también de las características del suelo dónde se desarrolla.
A pesar de que pueda ser grande, las raíces no leñas, son frágiles de ahí que sea necesario cuando hacemos un trasplante, llevarnos adheridas a estas raíces finas la mayor cantidad posible de suelo. De este modo estaremos preservando los pelos absorbentes que crecen en ellas y garantizando la capacidad del rosal para seguir tomando el agua, minerales y azúcares del nuevo lugar de plantación.
Pero además del trasplante también otros factores pueden dañar el sistema de raíces finas. El uso de ciertos productos químicos en el suelo puede mermar su crecimiento, incluso en el caso de aplicaciones excesivas de abonos disueltos o no, pueden llegar a quemarlas.
También constituyen un daño para ellas ciertas enfermedades y parásitos que crecen en el suelo arenosos y cálidos, como los nematodos. Por supuesto que también causan daños al sistema radicular algunos temibles animalitos con hábitos excavadores como los topillos, etc. que pueden destruir buena parte del sistema radicular de la planta.
Así, además de aplicar técnicas de cultivo adecuadas comprobamos la importancia que para el desarrollo de las raíces tiene el suelo que las rodea. De su riqueza, textura, porosidad, etc, dependerá en buena parte la salud de nuestras rosas.
Lo ideal es que las raíces del rosal crezcan en un medio suelto y desmenuzable, con mucha materia orgánica. Dónde las raicillas prosperen sin dificultad y vayan en aumento. y dónde el agua, el aire y los alimentos puedan penetrar.
Un suelo bien drenado, esponjoso, aireado, favorece el crecimiento de microbios, lombrices y toda una diversidad de formas de vida en él. Por el contrario, las raíces están constreñidas y no se desarrollan en suelos compactos y mal drenados. Será determinante para un buen desarrollo de las raíces que el suelo cuente con un buen equilibrio en agua, nutrientes, aire y una gran diversidad de vida en él.
Está clara la importancia que tiene el cuidado del suelo que rodea las raíces del rosal. Enriquecerlo, airearlo, cuidar de su drenaje, protegerlo de los cambios de temperatura... es velar por la salud del rosal. A este nivel podemos mencionar el uso de distintos compuestos y técnicas para mejorar su textura, riqueza y drenaje entre los que cabe mencionar:
El compost. No hay nada más barato (si es de propia producción) y mejor para nuestro suelo. No deja de ser materiales vegetales en descomposición natural. Ya sabemos que los microorganismos y en general los organismos biológicos presente en los materiales en una compostera o montón transforman la materia inicial en una sustancia húmeda, suelta, de color oscuro parecido al café, granulosa. Recordemos que cuando se aplica al suelo que rodea los rosales no debe desprender olor a ammoníaco o azúfre que delataría que aún no está suficientemente descompuesto ni estar empapado.
Podéis consultar en estos enlaces la elaboración del montón de compost y su mantenimiento volteándolo. Y para quién esté interesado en la  construcción de unas buenas composteras aquí tenéis unos enlaces que os llevarán a los artículos dónde se explica paso a paso el sistema que usamos para construirlas. Desde el diseño, al montaje de las composteras hasta los detalles finales.
Lo podemos utilizar tanto en la composición de la mezcla que rellena los huecos de plantación como constituyendo la capa de mulching.
El Uso de microrrizas. Hablamos hace un tiempo en un artículo sobre qué son las micorrizas y en otro sobre su uso y ventajas del uso de microrrizas a la hora de hacer plantaciones de árboles y arbustos. Aumentan la capacidad de absorción que tiene el rosal por efecto de la "ampliación" de la zona de exploración de las raíces ayudados por al extensión que supone el crecimiento de las hifas de los hongos micorrícicos alrededor de las raíces. Ello conlleva una mayor absorción de agua y nutrientes.
Lo ideal es usar estos hongos en las plantas todavía jóvenes, cuánto menor edad tenga la planta a la que se los apliquemos, mejor y más rápidos serán los resultados. No obstante, en la plantación de rosales a raíz desnuda o en cepellón aunque precisemos mayores cantidades y conlleve más tiempo, también son efectos estos hongos.
Y por último, cabe destacar que en opinión de algunos especialistas la supuesta enfermedad problema del replante del rosal, es decir, los problemas que pudieran derivarse de plantar rosales nuevos en suelos dónde durante mucho tiempo se cultivaron anteriormente otros, puede paliarse si no eliminarse con el uso de estos hongos micorrícicos.
Mencionaremos por último una técnica que venimos aconsejando en muchos artículos: Los acolchados. Podéis ver un artículo relacionado con esta técnica de jardinería también llamada mulch o mulching pinchando en este enlace. 
Su aplicación sobre la superficie del suelo alrededor de los rosales constituye una magnífica capa protectora contra los aumentos de temperatura y heladas, contra la evaporación de agua que supone el viento, enriqueciendo a la larga el suelo con la incorporación de materia orgánica a él al ser transportadas sus partículas mediante las lombrices, a zonas más profundas del suelo al que tienen alcance las raíces de nuestros rosales.
Para los acolchados podemos usar una gran diversidad de materiales, desde hojas a estiércol bien fermentado, humus de lombriz, compost, etc. y aunque se aconseja su presencia durante todo el año, es de especial importancia su renovación del mulching de cara al invierno y antes de que lleguen las altas temperaturas del verano.
Es verdad que las raíces, bonitas, lo que se dice bonitas, no son!! Pero indudablemente las raíces son la parte más importante de los rosales. Las rosas, con su belleza,  indudablemente son capaces de despertar nuestra atención de forma mucho más directa pero no deberíamos olvidarnos que la salud, fortaleza y capacidad de desarrollo y supervivencia se hallan bajo el suelo, en la parte del rosal que no vemos, en las raíces. Pongamos especial ahínco en su cuidado, redundará en la belleza de nuestras rosas!! :)

Plantación y cultivo de rosales en contenedor en un patio o terraza

Este es el segundo artículo que dedico al cultivo de rosales en contenedor. En el primero, Emy, una joven jardinera que reside en Sevilla, nos comentaba como cultivaba ella algunos de sus rosales en contenedor (Rosa 'Charming Piano' y Rosa 'My Girl' ambos de la prestigiosa casa alemana, Tantau). Dispone de una maravillosa terraza pero ama tanto las rosas que no duda en cultivarlas en contenedor y desde luego lo hace con un magnífico resultado como podéis ver  en las fotografías de aquel artículo y como comprobaréis en las imágenes que ilustran buena parte de este y que también son imágenes de rosales que ella cultiva. 
Quiero agradecerle el hecho de haberme permitido compartir en este artículo las preciosas imágenes de su Rosa 'Lady of Shalott' de David Austin, Rosa 'Elfe' un floribunda de Kordes y Rosa 'Uetersener' de Tantau.  Está claro que viendo estas rosas nadie tiene pretextos para decir que en su terraza no puede cultivar rosas :)
Rosa 'Elfe' cultivada en contenedor
Como Emy, no siempre disponemos de un gran jardín, pero incluso contando con el espacio necesario para plantar más rosales puede darse el caso de querer cultivar algunos rosales en una zona del jardín que está pavimentada o puede que en el último pedido nos haya llegado alguna variedad que no podemos plantar en el suelo hasta que terminen las obras o la remodelación de la zona del jardín dónde deseamos cultivar de forma definitiva este rosal y nos vemos precisados a mantenerlo durante algún tiempo en un contenedor. Incluso jardineros con movilidad algo reducida les resulta más cómodo cultivar sus rosales en contenedor ya que no les obliga a agachar su espalda tanto como debemos hacerlo en algunas labores de mantenimiento de nuestros rosales.
Rosa 'Elfe'
Rosa 'Elfe'
Muchas son las circunstancias y razones que pueden conducir a esta situación. No disponer de suelo para plantar nuestros rosales no debería disuadirnos de su cultivo en absoluto.
Conocer el funcionamiento de los rosales en algunos de sus aspectos como son su sistema radicular y proporcionarles la situación, alimento e hidratación resulta fundamental, y por descontado, elegir las variedades adecuadas para este tipo de cultivo.
Me gustaría abordar en este artículo las condiciones de cultivo que deberíamos proporcionar a nuestros rosales cuando se cultivan en contenedor que siendo bastante semejantes a las que precisan las rosas cuando crecen en el suelo, en algunos aspectos difiere bastante.
Rosa 'Lady of Shalott' en contenedor
Los contenedores. Tipos y materiales. Desde el clásico plástico negro que todos conocemos, a la terracota, a la piedra artificial, cubas de madera...el surtido es enorme. Cada material cuenta con unas ventajas y unos inconvenientes.
Contenedores típicos de plástico negro. Indudablemente la estética no es un factor que juegue a su favor pero para compensar se trata de los contenedores de menor precio que podemos elegir.
Con el tiempo, por efecto de los cambios de temperatura del exterior y de la incidencia de los rayos de sol sobre ellos, se van degradando llegando a resquebrajarse a veces de un día para otro. Seguro que os ha pasado, tirar de ellos un poco para intentar arrastrarlos y quedarnos con un trozo del borde del contenedor en la mano. Al ser baratos no representa mucho gasto su sustitución.
Generalmente los adquirimos con agujeros pero no es demasiado difícil prácticarles algunos en el caso de que no vengan con ellos. Un simple instrumento punzante nos servirá.
El mayor inconveniente de este material es que las raíces de las plantas que se cultivan en ellos sufren mucho de recalentamiento especialmente en el verano. A cambio el riego que precisan será menor ya que mantienen más tiempo la humedad del sustrato porque la evaporación lateral del mismo es inferior que en los de material poroso al no transpirar.
Para paliar este recalentamiento una opción es ubicar los contenedores con el rosal entre otras plantas bajas que lo protejan del sol y evite así que se recaliente.
Tienen una última ventaja, es el peso. Cuando se cultiva rosales en contenedores de un tamaño respetable llenos de sustrato es mucho el peso que nos veremos obligados a trasladar si tenemos que mover la planta al garaje en invierno o simplemente para hacer limpieza de la zona.
Rosa 'Lady of Shalott' en contenedor
Barro, terracota y materiales porosos. En general una maceta de barro indudablemente es mucho más hermosa que un vulgar contenedor de plástico negro. Con el tiempo adquieren una preciosa pátina y no hay duda de que ornamentarán nuestra terraza mucho mejor que los de plástico. La belleza por tanto es un factor que hace inclinarse por ellos muchas veces. En contra, claro, está el precio, muy superior que los de plástico.
Si nuestro rosal está cultivado en una maceta de barro de buenas dimensiones que ya de por sí pesa, si le añadimos el peso del sustrato que cubre las raíces y el del propio rosal... cuando tengamos que cambiarlo de sitio nos veremos obligados a trasladar de un sitio a otro un buen peso. Tengamos en cuenta de todos modos que este peso sería una ventaja a la hora de ofrecer "estabilidad". Una noche de temporal con vientos fuertes pueden tumbar incluso un contenedor de plástico lleno de sustrato y aunque también puede hacerlo con uno de barro, siempre será más difícil.
No hay duda de que la durabilidad es muy superior que los de plástico y esto es una ventaja muy a tener en cuenta.
La capacidad que estos materiales tienen para transpirar resulta ventaja e inconveniente a la vez. Es cierto que las raíces no están rodeadas de un material estanco porque el barro tiene poros pero precisamente ello hace que de una parte el sustrato esté más fresco en verano porque el material permite transpirar, pero también que los riegos necesarios sean mayores ya que parte de la humedad del cepellón se irá a través de sus paredes. Cosa que no ocurre con los de plástico.
El peso muy superior al de los de plástico
Rosa 'Elfe'
Otro tipo de contenedor que menciono en último lugar por lo poco habitual ya que es difícil de encontrar y cuando logramos uno son realmente caros, son los barriles y otros contenedores de madera. Si no son de madera de calidad y ésta no está bien protegida contra la humedad en breve se deterioran por efecto precisamente del agua de riego pero en el caso de estar hechos de buena madera duran muchísimo tiempo y constituyen estupendos contenedores para nuestros rosales. Desconozco si transpiran más o menos que los de terracota, yo diría que aproximadamente igual, más que los de plástico, indudablemente y su capacidad de mantener frescas y con transpiración las raíces también es semejante a las de barro.
Lo que no se les puede cuestionar es la belleza, sin duda son hermosísimos y muy prácticos por el gran tamaño que suelen tener muy apropiado para las necesidades de espacio de las raíces de los rosales.
Rosa 'Elfe'
Lo que resulta imprescindible usemos el material que usemos en los contenedores dónde se cultivan rosales (o cualquier otra planta) es que cuente con un perfecto drenaje y para ello debe tener orificios en su asiento que permita drenar el exceso de agua tras el riego o la lluvia.
Personalmente nunca uso platos bajo las macetas porque reconozco que se me hace sumamente engorroso tener que estar pendiente tras el riego y una vez sale el agua sobrante por los orificios de drenaje, preocuparme de volcar la maceta lo suficiente para que me permite retirar el plato y vaciarlo de agua. Dejar la base de la maceta hundida en ese agua del plato puede conducir fácilmente a pudriciones en las raíces del rosal y facilita el desarrollo de enfermedades. Es de suma importancia que el agua de los platos o contenedores decorativos que puedan cubrir las macetas se vacíen tras los riegos.
El tamaño de los contenedores. Sin duda para cultivar ciertas variedades de rosales precisaremos contenedores de buenas dimensiones.  Las raíces de los rosales son bastante profundas así que procuraremos que el recipiente sea lo más profundo posible. Siempre será mejor un contenedor que peque por exceso de tamaño que uno que peque de lo contrario. Si tenemos más sustrato alrededor de las raíces también tardará más en secarse y se necesitará regar con algo menos de frecuencia.
Es más importante que los contenedores sean bien profundos (al menos de 50 cm) que anchos debido precisamente a la morfología de los rosales que comentábamos.
Rosa 'Uetersener' cultivada en contenedor
Rosa 'My Girl'
Un aspecto a tener muy en cuenta cuando cultivamos rosales en contenedor es el hecho de que son mucho más susceptibles a las heladas que los rosales que crecen en el suelo del jardín. Este hecho hace necesario incluso trasladarlos a lugares con protección como garajes o invernaderos cuando llega la época invernal si vivimos en zonas climáticas con fuertes heladas. Una opción si éstas no son excesivamente fuertes es proteger con algún tipo de arpillera  u otro material la parte externa del contenendor así como la superficie del sustrato. Mantener todos los contenedores juntos unos a otros es otro modo de que las bajas temperaturas les afecten menos.
En todo caso, en zonas con heladas realmente fuerte, se presenta como alternativa al traslado a zonas a cubierto, el "plantar" en el suelo el rosal con el contenedor incluido y una buena capa de acolchado por encima para proteger la parte superior de las raíces, las laterales quedarán a salvo de las heladas con el suelo que rodeará el contenedor.
Necesidades lumínicas. No todos las variedades precisan igual número de horas pero en general, el rosal es una planta que precisa para crecer de modo adecuado algunas horas de sol directo en más o menos cantidad. Evidentemente cuando se cultiva un rosal en zonas centrales de la Península dónde los veranos son tórridos algunas de estas horas de sol pueden ser sustituidas por horas de luz intensa sin que llegue a darle al rosal los rayos de sol de forma directa todo el día.
Si este es el caso y nuestros rosales están durante muchas horas del día a pleno sol, conviene proteger de alguna manera tanto el contenedor como la parte superior de las raíces ya que un calor excesivo seca demasiado el sustrato y eleva la temperatura de las raíces a un nivel que afecta negativamente al rosal siendo en esta situación más fácil que contraigan enfermedades como el odio que se ve favorecido por altas temperaturas y la sequedad.
Las necesidades hídricas. Otro aspecto fundamental. Las raíces de un rosal que se cultiva en el suelo del jardín dispone a su alrededor de espacio con suelo con humedad suficiente como para que sus raíces no se sequen tan fácilmente. Las de un rosal cultivado en contenedor solo disponen de un espacio muy limitado. Si además del espacio consideramos que la superficie externa del contenedor se ve sometida a cambios de temperatura muy superiores a las que sufre un rosal en el suelo, seremos conscientes de que la hidratación que precisará también es mucho más elevada. En pleno verano, según dónde se viva, probablemente hará necesario un riego a diario cosa más difícil cuando los rosales se cultivan en el suelo.
Rosa 'Elfe'
En general, las necesidades hídricas de los rosales en contenedor son muy superiores a las que precisan cultivados en el suelo. Comprobar a diario si la capa de sustrato unos centímetros por debajo de la capa superior está húmeda es imprescindible si no deseamos que el rosal padezca. Incluso en invierno no deberíamos olvidarnos del todo de comprobar, aunque sea de modo más distanciado, el estado de humedad del sustrato. En efecto las plantas en reposo tienen una necesidad hídrica muy baja, pero algo, aunque sea una pizca de agua, necesitan de vez en cuando si no llueve.
Rosa 'Uetersener' 
También es superior las necesidades de fertilizantes de los rosales en contenedor. El sustrato en el que crecen las raíces se ve "lavado" constantemente por los riegos frecuentes yendo a parar fuera del contenedor el sobrante de agua junto con buena parte de sales y micronutrientes. Así será preciso nutrir nuestros rosales con más frecuencia que las aplicaciones que hacemos a los rosales que crecen en el suelo del jardín. De lo contrario, descuidando la nutrición, en poco tiempo el rosal estará desarrollándose sobre un sustrato carente de nutrientes por lo que facilitará la debilidad de la planta y con ello la aparición de plagas y enfermedades.
A la hora de utilizar fertilizantes disueltos en agua seremos especialmente cautos ya que es mucho más fácil pasarnos en las dosis y producir quemaduras en las raíces.
No es aconsejable aplicar dosis alguna de abonos más allá del final del verano. Los fertilizantes, especialmente ricos en nitrógeno, animan al crecimiento vegetativo, al no tener tiempo de madurar esta madera recién brotada antes de que lleguen las heladas, es muy fácil que se dañe con el frío invernal.
Rosa 'Uetersener' 
El sustrato. Una mezcla adecuada para el cultivo de rosales se comercializa por muchas marcas pero nosotros podemos hacerla sin ninguna dificultad mezclando un buen sustrato, con una generosa cantidad de materia orgánica que proporcione capacidad de aireación y permita crecer las raicillas sin dificultad; unos buenos puñados de humus de lombriz que retendrá bastante la humedad a la vez que aporta materia orgánica y  que permitirá regar algo menos y por último no está demás añadir a la mezcla cierta cantidad algo de perlita que facilitará el drenaje.
Es aconsejable que de vez en cuando eliminemos la capa superficial de sustrato con cuidado de no dañar las raíces y que la sustituyamos por más mezcla nueva y fértil.
Igualmente es aconsejable que cada tres años más o menos cambiemos el sustrato de los contenedores dónde crecen los rosales, durante este tiempo se habrá convertido en una mezcla sin casi nutrientes porque los riegos frecuentes provocan que los fertilizantes se lixivien con facilidad además de producirse una acumulación de sales procedentes de los fertilizantes.
Rosa 'Uetersener' 

Plantación. La plantación de un rosal en contenedor no difiere demasiado de la forma en que se planta en el suelo. Pero queremos comentar aquí dos prácticas que nos ofrecen algunos especialistas y cultivadores de rosas.
A la hora de efectuar la plantación de un rosal injertado en contenedor, Paul Zimmerman nos aconseja enterrar el punto de injerto. Sí, no es un error, lo aconseja y da algunas razones para ello. En su opinión, con independencia de la zona climática que disfrute nuestro jardín se debe enterrar el punto de injerto y cubrirlo bien con el sustrato. De este modo esta zona tan delicada del rosal queda protegido de las bajas temperaturas y de las heladas pero además proporciona mayor estabilidad al rosal impidiendo que el viento fuerte no lo zarandee de un lado aflojando la tierra alrededor de esta zona e impidiendo con ello daños a las raíces y fomento de enfermedades producidas por las oquedades que quedan al moverse excesivamente la planta durante los días de viento fuerte. 
Pero además piensa que se producen mejores rosas cuando se hace esto es permitir que el rosal al final, con el tiempo, regresará a un crecimiento sobre sus propias raíces que brotarán de la la variedad del rosal y no dependerá solo de las del portainjertos como es lo habitual cuando se planta sin hundir. 
Me ha parecido muy interesante este consejo, de hecho a partir de leerlo ha fomentado mi curiosidad y he visto que no solo Zimmerman, si no otros expertos aconsejan esta práctica. Estoy preparando un artículo sobre este aspecto que intentaré publicar en breve y en que veremos opiniones sobre este tema de varios especialistas.
El segundo consejo que queremos compartir aquí viene de la mano del cultivador de rosas Robert Mattock en un artículo de The Telegraph y nos parece que tiene toda la lógica si pensamos en como son las raíces de los rosales. Los injertados lo están, como comentamos en el artículo de ayer, en variedades sumamente fuertes y que desarrollan un gran sistema radicular. Este hecho en el suelo resulta estupendo pero a la hora de pensar en cultivar ese rosal en uun contenedor la cosa cambia. Lo que propone Mattock es podar cuidadosamente las raíces antes de plantar el rosal injertado para compensar la falta de espacio y para promover la creación de un sistema fuerte y fibroso de raíces. Las raíces fibrosas, es decir, las delgaditas se encargan de tomar el agua y los nutrientes del suelo y las gruesas son las que dan estabilidad y anclaje a la planta. 
Así, Mattock aplica a las raíces fuertes del rosal injertado una poda semejante a la que se aplica a la parte aérea del rosal, es decir, acortando las raíces fuertes y largas promueve la ramificación lateral de las mismas y es en estas ramificaciones dónde se desarrollan las raíces finas y fibrosas que tanta importancia tienen para la vida del rosal. Con este sistema las raíces finas reemplazan las gruesas y permiten a la planta alimentarse e hidratarse más fácilmente en menor espacio.
Aunque él por lo visto aplica esta poda cada año puede que hacerlo a nivel de jardinero aficionado si se trata de contenedores grandes quizás resulte un trabajo algo pesado. Pero nos parece muy interesante esta práctica que quizás sería bueno que valoráramos la conveniencia de aplicar a nuestras rosas en contenedor cada pocos años.
Rosa 'Uetersener' 
Variedades adecuadas. Los rosales emiten unas fuertes y largas raíces de forma natural, este hecho impide que algunas variedades, sobretodo las que tienen un desarrollo muy grande del cepellón no sean idóneas para cultivar de forma saludable en contenedor. Pero ya sean trepadores, floribundas, antiguos o modernos, podría decirse que puede cultivarse en contenedor rosales de casi cualquier grupo de rosas, solo hay que buscar la variedad adecuada.
Los rosales patio y los miniaturas se dan especialmente bien en este tipo de cultivo. En todo caso las variedades que presentan un gran desarrollo no parece razonable pretender cultivarlas en un espacio tan reducido como un contenedor. Indudablemente el rosal vivirá pero no lo hará en unas condiciones de salud y belleza adecuados. Así pues un rambler o un trepador muy grande incluso algunos arbustivos de gran desarrollo es preferible que se cultiven directamente en el suelo de nuestro jardín. Si de todos modos queremos intentarlo sin duda deberemos disponer de un contenedor de unas dimensiones más que generosas, sólo así tiene posibilidad de un desarrollo adecuado un rosal trepador.

Rosales injertados versus rosales en sus propias raíces

Otro tema jardinero en el que parece que tampoco hay acuerdo. Como en casi todos estos casos, en el punto medio suele estar la virtud. Un vistazo a los argumentos que se esgrimen a la hora de defender las dos posiciones puede resultar interesante.
Como dice Stan V. Griep de la American Rose Society, términos como "rosales con raíces propias" y "rosales injertados" puede llevara la confusión a quién se ha acercado no hace mucho al cultivo de rosales.

Empecemos por un hecho incuestionable. La inmensa mayoría de los rosales que podemos adquirir en viveros, a través de páginas web o cualquier otro medio de venta son rosales injertados sobre patrones que provienen de variedades de rosales más fuertes.
Sigamos ahora por diferenciar los dos tipos de rosales. Rosales injertados:
Dado el porcentaje de rosales injertados, será muy probable que cuando adquirimos un rosal, sea a raíz desnuda, sea en contenedor o en cepellón, podremos apreciar sin la menor dificultad un abultamiento que puede ser más o menos grandes en la parte inferior de los tallos, justo sobre el inicio de las raíces. Es el punto de injerto. La zona en la que los productores de rosas efectúan el injerto de una gema de la variedad que se desea forme la parte aérea del rosal. 
Tenemos por tanto "dos variedades" de rosales en cada rosal que plantamos en nuestro jardín, o más correctamente expresado: tenemos dos partes en cada rosal.
Una, la inferior,  la que corresponde al portainjertos y que constituye la parte subterránea del rosal y la que proporcionará humedad, sostén y alimento al rosal que veremos crecer desde el nivel del suelo hacia arriba, la variedad en concreto de la que se trate. Se usa siempre para esta finalidad variedades de crecimiento vigoroso, resistentes a nematodos del suelo, bajas temperaturas y la elección de la misma dependerá de la problemática de cultivo que se produzca en la zona geográfica a la que va destinada la venta de los rosales que se producen en las instalaciones de los criadores de rosas.
De este modo en cada zona y cada cultivador usa el patrón que más conviene según las variedades de rosales que produce, las temperaturas de la zona climática a la que destina sus ventas, etc. Por ejemplo, suele usarse el escalador híbrido de Wichuriana Rosa 'Dr. Huey' como portainjertos en el 80 % de los rosales vendidos en EE.UU y también es utilizado en Reino Unido ampliamente debido a su alta alta capacidad de adaptación, a su capacidad de arraigar aunque no es mucha su resistencia a la Roya aunque bien es cierto que no suele propagarse del patrón hacia la variedad. La poca resistencia que tiene a nematodos convierte a otra variedad en la elegida como patrón en zonas de cultivo con altas temperaturas y suelos arenosos, se trata de Rosa fortuniana muy utilizada en el sureste de EE.UU a pesar de su intolerancia a las bajas temperaturas dado que por su climatología no representa problema para el cultivo de rosas. El portainjertos más usado en Reino Unido es Rosa laxa
La "segunda parte" de nuestro rosal es la parte que vemos crecer sobre el nivel del suelo, la parte aérea, la variedad de rosal que llegará a florecer (habitualmente) en definitiva.
Y esto es así, salvo honrosas excepciones, en la casi totalidad de los rosales que hoy en día se comercializan en viveros o páginas webs de cultivadores de rosas.
Entre ambas partes se sitúa el punto de injerto. Es el engrosamiento en el que se realiza el injerto y que suele plantarse a la altura del nivel del suelo o ligeramente por debajo.

El injerto de rosales comenzó ante la necesidad de fortalecer los primeros híbridos de té. Estos arbustos se cultivaron para el corte de rosas procurando tallos largos y erectos. De ahí que este tipo de rosales, algo desgarbados, larguiruchos y altos normalmente se cultivan en la parte posterior de los arriates para que otras plantas más bajas puedan ocultar la zona inferior de estos arbustos que generalmente luce sin hojas y bastante pobre de vegetación.
Rosales que crecen en sus propias raíces. Son simplemente eso, rosales que se desarrollan emitiendo sus propias raíces en el suelo que los rodea, sin estar injertados en otra variedad. 
Según Stan V. Griep, en la página de Gardening Know How, algunos serán menos resistentes e incluso algo más propensos a la enfermedad hasta que estén bien establecidos en el suelo de nuestro jardín. Otras variedades permanecen con estas "debilidades" durante toda su vida. Convendría por tanto en su opinión, obtener información sobre qué variedades conviene o no comprar injertadas según las condiciones climáticas de nuestro jardín. Pero reconoce que una de las ventajas de los rosales que crecen en sus propias raíces es el hecho de que si por congelación muriera la parte aérea no se encontraría como en el caso de los rosales injertados en que si muere el portainjertos, muere el rosal completo. Incluso menciona la terrible decepción que un jardinero sufre cuando llega a morir la parte aérea y en primavera, cree volver a ver brotar de nuevo su querido rosal cuando en realidad a lo que asiste es al rebrote del portainjertos que ha tomado la "voz cantante" teniendo finalmente un rosal que no era el deseado. 
Que esto ocurra no deja de ser un quebradero de cabeza ya que hablamos de variedades muy fuertes y con gran tendencia a expandirse por la zona cercana a dónde están plantados lo que nos obliga si no queremos que acaben por invadir espacios que no les está asignado, a excavar y tratar de eliminar las raíces del portainjertos.
Cuando un criador de rosas crea una nueva variedad la propaga mediante el sistema de injerto. Básicamente podríamos decir que con una yema de la variedad en cuestión se injerta en el patrón o portainjertos elegido formando así el duo del que hemos hablado. Vemos por tanto que con poco material se puede general cantidades ingentes de nuevos rosales de la nueva variedad creada.
Para los cultivadores está claro que hay unas ventajas económicas indudables. Este sistema de injerto en el patrón es el modo más eficiente y rentable para conseguir gran número de rosas de una sola variedad. Los viveros precisan tener disponible inmensas cantidades de rosales de algunas variedades, especialmente las premiadas, las que están de moda o simplemente las que desean promocionar. 
Cuando en los años 40 hubo un gran boom de los híbridos de té se encontraron con un problema de cierta debilidad de éste tipo de rosas, injertarlo en patrones fuertes y vigorosos compensó su falta de vigor. Pronto, las ventajas económicas y de otro tipo que veremos un poco más adelante, hicieron que la inmensa mayoría de rosales se cultivaran así sin que demasiados se replantearan siquiera la conveniencia o no de dicho sistema. Y así siguieron, y casi, casi, así siguen las cosas. 
Pero para hacer honor a la verdad, ya desde los años 70 empezaron a surgir algunos productores de rosas que empezaron a cultivar en sus propias raíces algunas variedades y la cuestión de si era más conveniente cultivar los rosales injertados de portainjertos o que crecieran en sus propias raíces comenzó a debatirse siendo cada vez más las voces que se alzan en defensa de esta segunda opción.
Estas variedades que crecen sobre sus propias raíces son mejores? Pues algunos productores consideran que sí, pero como en todo, hay quién lo afirma y hay quién está frontalmente en contra.
Veamos los argumentos que se esgrimen los "defensores" del cultivo de rosales injertados:
  • El cultivo sobre patrón permite que variedades que no resistirían climas de bajas temperaturas puedan hacerlo ayudados por un portainjertos resistente que le da mayores probabilidades de supervivencia en esa misma zona climática.
  • Algunas variedades de rosales son especialmente difíciles de propagar mediante esquejes. Este sería un caso en que el injerto se presenta como la solución del problema.
  • Indudablemente el tiempo de permanencia en el invernadero, es decir, el tiempo de producción antes de poder comercializar los rosales es muy inferior en el caso de rosales injertados lo que conlleva un indudable abaratamiento de los costes como hemos mencionado antes si lo comparamos con los tres años que puede llegar a permanecer en el vivero hasta ser comercializadas cuando se trata de rosas en sus propias raíces.
  • También, una vez plantados en el jardín, un rosal injertado crece más velozmente durante el primer año que uno que crece en sus propias raíces produciendo de modo más inmediato satisfacción al jardinero.
  • Durante las primeras temporadas y comparativamente, el rosal injertado dará más flores y de mayor tamaño que el que no lo está.

Ventajas que destacan los que abogan por el cultivo de los rosales en sus propias raíces.
  • En el caso de que se produzcan heladas de tal intensidad que la parte aérea del rosal llegue a morir, cualquier nuevo brote que pudiera volver a crecer desde el suelo tendríamos la seguridad de que pertenece a la variedad de rosal deseado y no al portainjertos.

Todos sabemos lo desagradable que puede llegar a ser vernos en la obligación de eliminar un chupón. (más bien arrancar de cuajo es lo que se debería hacer, cosa que por cierto, cuesta... mucho!!!jejejej) Se trata de los brotes que surgen por debajo del nivel del nudo de injertos. Son ramas que brotan directamente desde las raíces del portainjertos con un vigor que suele ser asombrosos, de hecho es normal que así sea, precisamente este vigor es el que explica que casi todos los rosales estén injertados como venimos diciendo. Pero claro, como todo, esta fortaleza también tiene sus desventajas y una de ellas es precisamente la producción de chupones en algunas variedades de patrones. Haciendo crecer los rosales en sus propias raíces no se tendrá nunca este problema ya que no se producen chupones.
  • Parece ser que muchas de las variedades que crecen en sus propias raíces logran un tamaño algo menor que las mismas variedades cuando crecen sobre patrones. Indudablemente la merma en el tamaño final del rosal puede ser una gran ventaja cuando se cultiva en jardines pequeños o simplemente cuando se desea cultivar mayor número de rosales en el mismo espacio.
  • Según los defensores de este sistema, parece ser que la vida del rosal es más larga cuando crece en sus propias raíces.
  • La forma en que tienen los rosales no injertados es más redondeada que los que lo están. Y ello es así porque la tendencia de los que crecen en sus propias raíces es a emitir ramas en mayor cantidad (aunque más delgadas) que los injertados dando por tanto como resultado arbustos más redondeados.
  • El ritmo de crecimiento también parece ser distinto. Los rosales injertados crecen increíblemente ya desde su primer año precisamente por la capacidad que tienen los patrones de crear en poco tiempo un gran sistema radicular que permite abastecer de agua y nutrientes a la variedad de rosal que crece sobre ellos.. Por el contrario, los que crecen en sus propias raíces comienzan más lentamente a crecer y precisan generalmente de una segunda temporada para mostrar su verdadero potencial.
  • Una vez han tenido el tiempo de arraigar el desarrollo, cantidad y floración de los rosales en sus propias raíces es semejante al de las mismas variedades en portainjertos.

Imagen de la página del vivero de Denver, Colorado "High Country Roses"
http://www.highcountryroses.com/our-own-root-roses/
Como curiosidad y porque resulta bastante revelador queremos compartir esta imagen del vivero de Denver, Colorado, High Country Roses podemos apreciar la clara diferencia en el sistema radicular entre un rosal que crece en sus propias raíces (a la izquierda) y uno injertado sobre patrón (a la derecha)
Estas diferencias entre las dos formas de cultivo son variables y más claramente perceptibles en algunas variedades que en otras y el posicionamiento que tienes cultivadores, expertos y páginas especializadas y casi ninguno se decanta taxativamente por uno de los dos. 
Por ejemplo, la propia página de HMF en uno de sus artículos "Híbridos de té injertados frente a rosales en sus propias raices" habla precisamente de la comparación en cuanto al comportamiento de rosales híbridos de té entre injertados y no injertados, mencionando ventajas e inconveniente de ambos.
Nos aclaran que un híbrido de té no resistente cultivado en un portainjertos que sí lo sea es capaz de sobrevivir a temperaturas que de crecer en sus propias raíces no se lo permitirían. La contrapartida es que el portainjertos puede ser propenso a ciertas enfermedades.
También en este artículo se nos menciona la clara diferencia que para un vivero productor supone el cultivo de un modo y de otro, indudablemente a favor del cultivo sobre portainjerto. 
Paul Zinmerman en su página comenta un hecho que se produce con cierta frecuencia, cuando el vigor del portainjerto y su capacidad de emisión de chupones es tal que llega a apoderarse de la variedad injertada llegando a lograr el protagonismo finalizando con la decepción de haber comprado una determinada variedad de rosas y encontrarse finalmente con que el rosal se ha "tornado" a una variedad (la del portainjerto) que nosotros no deseábamos.
Zimmerman se plantea una buena pregunta: Si los rosales pueden crecer en sus propias raíces, es decir, a partir de esquejes y no injertados sobre otra variedad (la del portainjertos), por qué no crecen en sus propias raíces todas las rosas que se venden? A continuación ofrece una respuesta muy simple: Muchos rosales no cuentan con el suficiente vigor para crecer en ellas, se quedan endebles y finalmente mueren. 
Pero a la par afirma que los rosales cultivados creciendo sin injertar se convierten en plantas más espesas porque aparecen constantemente nuevos brotes desde la base que emergen desde las propias raíces. De ahí que él recomiende comprar rosas cultivadas en sus propias raíces.
La posición que nos ha parecido con más contundencia pero a la par con mayor claridad,  es la del biológico  Ken Thompson en un artículo de 20 de agosto de 2012 en la página de Telegraph. En su artículo habla de las rosas injertadas y también de variedades de manzanos que se cultivan sobre patrones. Llega a mencionar algo cierto, en algunos sitios web y en muchos libros simplemente te dicen que los manzanos se propagan por injerto y en palabras de Ken Thompson, "dejan las cosas ahí" lo que parece implicar que el injerto fuera la única cosa sensata posible para propagar un manzano.
Algo semejante ocurre con los rosales. Comenta el hecho de que con frecuencia algunas páginas  hacen lo posible para dar una impresión de dificultad extrema y de complicación a la hora de describir la reproducción de los rosales presentando la adición de capas de arena, abonos, etc cuando en realidad en su opinión nada de esto es necesario para que prosperen los esquejes: cortar estacas de unos 30 cm en septiembre u octubre y dejarlas en el suelo enterradas hasta su mitad. Estos esquejes según Ken aunque pudieran trasplantaarse en el junio siguiente, es conveniente aplazar el trasplante hasta otoño. 
Tenemos la impresión de que viene a decir, aunque sea soterradamente, que debajo de algunas afirmaciones están los intereses creados por la conveniencia económica que supone los bajos costos para los viveros del sistema del injerto.
Con toda la contundencia como decimos, Ken opina que son razones económicas lo que justifica el hecho de que mayoritariamente se elija el injerto sobre patrones como sistema para que los criadores de rosas cultiven sus rosas. Producir una ingente cantidad de rosales a partir de muy poco material es a todas luces algo realmente rentable para los grandes viveros.
Casi para terminar ya, nos gustaría mencionar el hecho de durante los últimos 30 años algunos criadores se han decantado por el cultivo de rosas en sus propias raíces. 
Primero con los trepadores y luego con los floribundas, el mercado se ha ido llenando con los rosales de algunos reconocidos cultivadores que ofrezcan toda su producción en forma de rosales cultivados en sus propias raíces. Son casos como el de Heirloom roses o High Country Roses en Denver, Colorado. Ambos magníficos y reconocidos productores de rosas.
Estos casos a los que podríamos añadir algunos que si no toda la producción, si ofrece algunas variedades (casi cincuenta) crecidas en sus propias raíces como David Austin nos hacen pensar que el tema no parece tan radicalmente claro como hace unas décadas parecía. Me gustaría saber si estas cuarenta y tantas variedades que ofrece David Austin lo son para clientes españoles. Intentaré contactar con ellos y preguntar y prometo actualizar este artículo con la contestación que me ofrezcan. :)
Quizás decantarse por un sistema u otro deba depender más de las condiciones climatológicas de nuestro jardín o de problemas y características de nuestro suelo. En todo caso está bien cuestionar aunque sea en parte asuntos que se han dado por hecho en el cultivo de rosas durante muchos años si vemos que existen razones con solvencia suficiente detrás como para dejar de afirmar algunos conceptos de modo demasiado rígido.
En todo caso aunque no sea imposible, parece difícil diseñar un jardín y recurrir exclusivamente a esquejes si queremos cultivar 60 o 70 rosales como es mi caso. Me encantaría disponer de todas las variedades en las que estoy interesada o cultivo en mi jardín en las dos "versiones" porque estaría encantada de cultivarlas para estudiar las diferencias de comportamiento. Pero desgraciadamente no es fácil encontrar estos rosales en sus propias raíces a la venta y tendremos que reducir el asunto a aquellos esquejes que nos prosperen o que tengamos la suerte de que nos envíen los amigos.
Indudablemente es un tema que es bien interesante de observar en nuestro jardín si tenemos oportunidad de ello. No os parece? :)










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