Es radicalmente distinto cultivar un rosal sobre sus propias raíces o sobre un patrón o portainjertos? Pues, sí y no. Ya veíamos en el artículo en que comparábamos el cultivo del rosal sobre injerto y sobre sus propias raíces algunas diferencias. Deberíamos tener en cuenta algunas de las cosas que dijimos allí, no para decidir en esta ocasión si queremos cultivar de un rosal injertado o no, si no para decidir si el rosal a raíz desnuda o en contenedor que acabamos de comprar y que está injertado, lo vamos a plantar con el punto de injerto hundido o a ras del nivel del suelo.
Porque esta decisión es lo que, no de manera inmediata, pero sí en pocas temporadas, transformará el rosal que acabamos de plantar. De hacerlo con el punto de unión sin hundir, el rosal seguirá cultivándose sobre el patrón, pero de elegir hacerlo de modo que quede hundido, el rosal acabará por arraigar con sus propias raíces, desapareciendo a la larga en muchos casos los "efectos" de su inicial injerto.
Y ahora alguno de vosotros preguntará, en base a qué elegimos un modo u otro? Pues, primero quisiera decir que no estoy capacitada para hacer afirmaciones categóricas y que tan solo puedo reunir aquí los distintos datos que he ido recopilando y comentar mi experiencia personal que no deja de ser eso, un jardín en la Sierra Oeste de Madrid en una zona climática 8,5/9 más o menos. Veranos calurosos y secos e inviernos fríos con heladas abundantes pero que solo puntualmente son profundas y prolongadas.
Es difícil en jardinería emitir juicios de manera categórica, en realidad es que es imposible hacerlo, la jardinería tiene poco de técnica exacta y mucho de casos particulares y de experimentación, depende de nuestro jardín y de sus características, de su clima, etc. De ahí que sea imposible decir en qué casos conviene una plantación u otra sin tener una sola duda. Seremos nosotros, como jardineros conocedores de nuestro propio jardín quienes en última instancia debamos decidir por una forma u otra de cultivar ese rosal. En definitiva esa es buena parte de nuestra actividad: ensayo y error. Probar un sistema y ver qué tal se nos da y cambiarlo por otro al ver que no da buenos resultados. No hay nada inamovible amigos, ni nada con seguridad total :) (Afortunadamente!!!)
Sí puedo decir que la "impresión" que tengo ahora, tras consultar bastantes fuentes, ha cambiado con relación a este tema a lo largo el tiempo.
Cuando planté los primeros rosales que cultivé hace cosa de treinta años (madre mía, qué mayor soy!! jejeje) la verdad es que no sabía ni qué era el punto de injerto. Vamos, es que ni había visto por aquel entonces un rosal a raíz desnuda y cuando crecieron y me di cuenta de la presencia de aquel "bulto" pensé que era parte "natural" de los rosales.
Era otra época para la jardinería dónde era difícil aprender porque ni había foros, ni blogs, ni llegaban catálogos de criadores de rosas desde Europa... Afortunadamente las cosas cambiaron con los años y cuando empecé a cultivar el jardín que tenía antes de llegar a este, cuando empecé a cultivar rosales, algo más "en serio", me pasaba como quizás os pasa a muchos de vosotros, que los consejos que solemos leer en foros, blogs, e incluso amigos jardineros, es que enterremos el punto de injerto.
Reconozco que los primeros rosales que planté allí teniendo en cuenta este tema lo hice "obedientemente" ciñéndome a los consejos que en una sola dirección leía o me daban: Sin enterrar!! Justo a nivel del suelo!! Bien, pues yo, obediente, sin enterrar ponía mis rosales.
Pero también quiero decir que si bien esto lo apliqué a los primeros rosales de aquel jardín, cada vez que ,platé aquellos primeros arbustos de esta forma me pregunté cual sería la razón por la que no convenía que el punto de injerto estuviera hundido. Yo, personalmente, no la sabía, así que no me atrevía a hacerlo de otra forma no fuera a ser que se murieran mis amados rosales!! (qué miedica! )
A veces un hecho puntual en tu jardín te lleva a cambiar el modo de hacer las cosas y el tiempo se encarga de proporcionarte argumentos a tu favor (no siempre, claro!!) Rosa 'Jude the Obscure' fue la razón de mi cambio.
Como digo, fue un acontecimiento fortuito el que me hizo cuestionar esta forma en que estaba plantado los rosales. Resulta que en 2011 planté en aquel jardín que os comento este rosal, un Rosa 'Jude the Obcure' que en pocos años se convirtió en uno de los ejemplares más bonitos que he cultivado. Así estaba en su primera primavera de 2011, nadie hubiera dicho en qué bestia parda se convertiría con el tiempo!!
Pero no tardó nada en empezar a demostrar que aquel rosal era verdaderamente fuerte y vigoroso, tanto que en dos años se puso así. Primavera de 2013
Y fue su tamaño lo que empezó a ser un problema. Cuando en enero o febrero de 2013 me puse a podarlo, comprobé que el arbusto entero "se movía"!! Estaba claro, las raíces no tenían fuerza para anclar convenientemente un rosal de estas dimensiones. Todas las ramas salían de un solo punto lógicamente porque se trataba de un rosal injertado y se abría en forma de copa. Arriba, ya lo veis, infinidad de ramas en cuyos ápices se formaban decenas de capullos.
El peso que puede aguantar la base de un arbusto así, y más en floración, puede ser bastante importante!!.
No me arriesgué a que con el crecimiento que seguiría tras la poda, el rosal se me derrumbara, así que a partir de aquellos momentos tuve que cultivarlo con tutores bien clavados en el suelo y atados entre sí formando un círculo sobre cuyas cuerdas se apoyaban las ramas que iban creciendo.
Este hecho fue el que inicialmente me hizo reconsiderar el nivel de plantación. Por aquel entonces desconocía que un rosal plantado hundido tenía muchas probabilidades de rebrotar desde la base de los tallos emitiendo sus propias raíces pero a todas luces se me hizo patente que hubiera estado mejor anclado en el suelo y que seguramente no habría presentado tanto problema para mantenerse vertical si las raíces hubieran estado más hundidas.
Así que a partir de entonces, llevada por mi propia reflexión, mi experiencia concreta y entender que cada jardín y cada jardinero es un mundo me hicieron pensar que no, que no iba a actuar obedientemente. Que por mucho que me había esforzado, no había encontrado ningún libro que me diera una razón argumentada que viniera a demostrar que plantar mis rosales hundidos podría ponerlos en peligro cultivando como lo hacía (y lo hago) en una zona 8/9 sin heladas profundas ni prolongadas.
Y a partir de ahí, me incliné por enterrar el punto de injerto hundido unos pocos centímetros. Pero también es verdad que cuando colgué el artículo Cómo plantar un rosal a raíz desnuda no había indagado en los pros y contras de un modo u otro de plantación. A pesar de ello, como podéis ver si visitáis esa entrada, los rosales que fueron llegando a este jardín que tengo ahora ya los planté de forma hundida como lo venía haciendo en el jardín anterior a este habiendo comprobado que a mí no me había funcionado nada mal el sistema.
Porque esta decisión es lo que, no de manera inmediata, pero sí en pocas temporadas, transformará el rosal que acabamos de plantar. De hacerlo con el punto de unión sin hundir, el rosal seguirá cultivándose sobre el patrón, pero de elegir hacerlo de modo que quede hundido, el rosal acabará por arraigar con sus propias raíces, desapareciendo a la larga en muchos casos los "efectos" de su inicial injerto.
Y ahora alguno de vosotros preguntará, en base a qué elegimos un modo u otro? Pues, primero quisiera decir que no estoy capacitada para hacer afirmaciones categóricas y que tan solo puedo reunir aquí los distintos datos que he ido recopilando y comentar mi experiencia personal que no deja de ser eso, un jardín en la Sierra Oeste de Madrid en una zona climática 8,5/9 más o menos. Veranos calurosos y secos e inviernos fríos con heladas abundantes pero que solo puntualmente son profundas y prolongadas.
Es difícil en jardinería emitir juicios de manera categórica, en realidad es que es imposible hacerlo, la jardinería tiene poco de técnica exacta y mucho de casos particulares y de experimentación, depende de nuestro jardín y de sus características, de su clima, etc. De ahí que sea imposible decir en qué casos conviene una plantación u otra sin tener una sola duda. Seremos nosotros, como jardineros conocedores de nuestro propio jardín quienes en última instancia debamos decidir por una forma u otra de cultivar ese rosal. En definitiva esa es buena parte de nuestra actividad: ensayo y error. Probar un sistema y ver qué tal se nos da y cambiarlo por otro al ver que no da buenos resultados. No hay nada inamovible amigos, ni nada con seguridad total :) (Afortunadamente!!!)
Sí puedo decir que la "impresión" que tengo ahora, tras consultar bastantes fuentes, ha cambiado con relación a este tema a lo largo el tiempo.
Cuando planté los primeros rosales que cultivé hace cosa de treinta años (madre mía, qué mayor soy!! jejeje) la verdad es que no sabía ni qué era el punto de injerto. Vamos, es que ni había visto por aquel entonces un rosal a raíz desnuda y cuando crecieron y me di cuenta de la presencia de aquel "bulto" pensé que era parte "natural" de los rosales.
Era otra época para la jardinería dónde era difícil aprender porque ni había foros, ni blogs, ni llegaban catálogos de criadores de rosas desde Europa... Afortunadamente las cosas cambiaron con los años y cuando empecé a cultivar el jardín que tenía antes de llegar a este, cuando empecé a cultivar rosales, algo más "en serio", me pasaba como quizás os pasa a muchos de vosotros, que los consejos que solemos leer en foros, blogs, e incluso amigos jardineros, es que enterremos el punto de injerto.
Reconozco que los primeros rosales que planté allí teniendo en cuenta este tema lo hice "obedientemente" ciñéndome a los consejos que en una sola dirección leía o me daban: Sin enterrar!! Justo a nivel del suelo!! Bien, pues yo, obediente, sin enterrar ponía mis rosales.
Pero también quiero decir que si bien esto lo apliqué a los primeros rosales de aquel jardín, cada vez que ,platé aquellos primeros arbustos de esta forma me pregunté cual sería la razón por la que no convenía que el punto de injerto estuviera hundido. Yo, personalmente, no la sabía, así que no me atrevía a hacerlo de otra forma no fuera a ser que se murieran mis amados rosales!! (qué miedica! )
A veces un hecho puntual en tu jardín te lleva a cambiar el modo de hacer las cosas y el tiempo se encarga de proporcionarte argumentos a tu favor (no siempre, claro!!) Rosa 'Jude the Obscure' fue la razón de mi cambio.
Como digo, fue un acontecimiento fortuito el que me hizo cuestionar esta forma en que estaba plantado los rosales. Resulta que en 2011 planté en aquel jardín que os comento este rosal, un Rosa 'Jude the Obcure' que en pocos años se convirtió en uno de los ejemplares más bonitos que he cultivado. Así estaba en su primera primavera de 2011, nadie hubiera dicho en qué bestia parda se convertiría con el tiempo!!
Pero no tardó nada en empezar a demostrar que aquel rosal era verdaderamente fuerte y vigoroso, tanto que en dos años se puso así. Primavera de 2013
Y fue su tamaño lo que empezó a ser un problema. Cuando en enero o febrero de 2013 me puse a podarlo, comprobé que el arbusto entero "se movía"!! Estaba claro, las raíces no tenían fuerza para anclar convenientemente un rosal de estas dimensiones. Todas las ramas salían de un solo punto lógicamente porque se trataba de un rosal injertado y se abría en forma de copa. Arriba, ya lo veis, infinidad de ramas en cuyos ápices se formaban decenas de capullos.
El peso que puede aguantar la base de un arbusto así, y más en floración, puede ser bastante importante!!.
No me arriesgué a que con el crecimiento que seguiría tras la poda, el rosal se me derrumbara, así que a partir de aquellos momentos tuve que cultivarlo con tutores bien clavados en el suelo y atados entre sí formando un círculo sobre cuyas cuerdas se apoyaban las ramas que iban creciendo.
Este hecho fue el que inicialmente me hizo reconsiderar el nivel de plantación. Por aquel entonces desconocía que un rosal plantado hundido tenía muchas probabilidades de rebrotar desde la base de los tallos emitiendo sus propias raíces pero a todas luces se me hizo patente que hubiera estado mejor anclado en el suelo y que seguramente no habría presentado tanto problema para mantenerse vertical si las raíces hubieran estado más hundidas.
Así que a partir de entonces, llevada por mi propia reflexión, mi experiencia concreta y entender que cada jardín y cada jardinero es un mundo me hicieron pensar que no, que no iba a actuar obedientemente. Que por mucho que me había esforzado, no había encontrado ningún libro que me diera una razón argumentada que viniera a demostrar que plantar mis rosales hundidos podría ponerlos en peligro cultivando como lo hacía (y lo hago) en una zona 8/9 sin heladas profundas ni prolongadas.
Y a partir de ahí, me incliné por enterrar el punto de injerto hundido unos pocos centímetros. Pero también es verdad que cuando colgué el artículo Cómo plantar un rosal a raíz desnuda no había indagado en los pros y contras de un modo u otro de plantación. A pesar de ello, como podéis ver si visitáis esa entrada, los rosales que fueron llegando a este jardín que tengo ahora ya los planté de forma hundida como lo venía haciendo en el jardín anterior a este habiendo comprobado que a mí no me había funcionado nada mal el sistema.
Con relación a este tema podemos afirmar algo (en general), sin que sea de forma taxativa y dando por hecho que puede haber algunas excepciones? Yo creo que sí: La "plantación hundida" no es negativa "per se" para los rosales.
A pesar de seguir figurando en multitud de manuales, páginas de internet, blogs y foros el consejo de no cubrir el punto de injerto, cada vez hay más autoridades en rosales que se inclinan por la plantación profunda. Es más, es la forma de plantar que aconseja (o que si no aconseja, sí ponen en práctica) algunos grandes cultivadores y especialistas como David Austin Roses, Paul Zimmerman, etc
Recordemos lo que decía Michael Marriott en el artículo anterior: En David Roses Austin se lleva plantando los rosales con el punto de injerto hundidos desde los años 60 en que se comenzó el vivero. Incluso nos comentaba que a pesar de aconsejar otra cosa distinta en su página, la RHS planta los rosales hundidos!!
Factores a tener en cuenta a la hora de tomar la decisión.
La impresión que tenemos es que en este tema (como en la mayoría de temas relacionados con la jardinería) es difícil establecer afirmaciones rotundas o consejos sin matizarlos muy bien pero sobretodo sin tener en cuenta el tipo de suelo dónde se cultivará el rosal y el clima en el que se desarrollarán.
Un segundo factor que introduciríamos entre estos "elementos" a considerar a la hora de decidirnos es la variedad del injerto y la variedad del rosal que cultivamos
Agregaría además otro par de factores que nada tienen que ver con la salud del rosal, se trata del gusto personal del jardinero y ahí...pues eso, hay gustos porque hay colores. Y por último las expectativas del jardinero. Y aquí también entra la situación personal de cada cultivador e incluso su forma de ser. Ya sabéis que cada uno de nosotros somos de un modo, algunos somos impacientes, otros saben esperar...
Voy a intentar ordenar la mucha materia y datos que tengo de manera que sea inteligible jajajaja A ver si lo logro!! :)
El clima o zona de rusticidad y el tipo de suelo dónde cultivamos los rosales:
De una parte, salvo en zonas climáticas de profundas y prolongadas heladas, es difícil que los rosales mueran ya que son plantas muy resistentes. Aquí en España hay pocas zonas dónde los rosales tengan mucho peligro de morir al llegar el invierno.
Ahora bien, en climas con heladas fuertes, si se desea que el rosal injertado supere el invierno, una de dos, o el rosal que compremos debe estar en variedades resistentes a bajas temperaturas como lo es Dr. Huey, o, si está en un patrón poco resistente a bajas temperaturas como Fortuniana, parece bastante sensato enterrar el punto de injerto. A pesar de que muera el portainjerto la variedad de rosal permanecerá viva. Incluso llegará a tener un gran crecimiento basal ya que aunque la parte aérea muera, aún tienen bajo tierra unos buenos centímetros de ramas vivas desde cuyas yemas tendrá muchísimas posibilidades de rebrotar.
En climas muy rigurosos se aconseja la plantación hundida precisamente porque si está sin tapar morirá el portainjertos si no es demasiado resistente y con él, el rosal injertado sobre él.
Si por el contrario, en estos climas de temperaturas muy extremas, hacemos una plantación profunda, en el caso de que llegara a morir el injerto y si el rosal ha tenido tiempo de emitir raíces propias, tras el invierno, seguramente rebrotará ya que la parte inferior de los tallos queda protegida por el suelo y de esa zona, es fácil que haya yemas que permitan que salgan nuevas ramas en primavera.
Douglas Green, autor de varios libros de gran tirada propone esta plantación hundida en climas duros (zonas 4 y 5) en su libro "Tender Roses for Tough Climates" aconsejando practicar un hoyo dos veces más ancho que profundo que permita la formación de un buen sistema radicular formado por pequeñas raicillas y dónde el injerto esté finalmente hundido a 15 cm de profundidad con relación al nivel del suelo.
De todos modos aún tratándose de climas muy rigurosos los jardineros que no desean que sus rosales emitan raíces propias pueden hacer una plantación con el nudo a nivel del suelo y disponer una generosa capa de acolchado a base de compost durante el invierno de modo que el punto de injerto quede protegido. Llegada la primavera y ya fuera de peligro de las fuertes heladas se retiraría esa protección eliminando así la posibilidad de que la variedad emita raíces propias.
En países dónde se pueden comprar las variedades injertadas en distintos patrones puede darse el caso perfectamente de que un jardinero que viva en una zona muy fría adquiera un rosal injertado en Rosa 'Fortuniana' por ejemplo, poco resistente a las bajas temperaturas. Para no arriesgarse a que muera el portainjertos y con él la variedad, puede ser aconsejable cultivarlo en sus propias raíces plantándolo hundido.
Los jardineros con suelos con problemas de nematodos que adquieren los rosales injertados en Rosa 'Fortuniana', al ser este portainjerto muy débil frente a esta situación del suelo, pueden paliar el problema hundiendo el punto de injerto del rosal y permitiendo que sean las raíces de la variedad la que al final tome las riendas del rosal y el portainjerto cese en su actividad con los años.
Veíamos en el artículo anterior que los rosales injertados en Rosa 'Multiflora' al tratarse de un patrón que emite raíces bastante superficiales producen rosales más proclives a sufrir con la sequedad del terreno. Este hecho seguramente no será un inconveniente en jardines ubicados en zonas con mucha lluvia y que no tengan un clima muy caluroso pero sí podrá constituir un problema en suelo muy secos, arenosos, con poca capacidad de retención de humedad y con temperaturas muy altas. En ellos se tendría la alternativa de elegir Rosa 'Laxa' como patrón ya que emite raíces mucho más profundas o favorecer que la variedad emita sus propias raíces.
La variedad del portainjerto y la variedad del rosal:
Estamos viendo que hay ciertas variedades fácilmente afectados por los nematodos del suelo. La variedad del portainjerto de nuestro rosal determinará en este caso nuestra elección en la forma de cultivarlo.
Hay portainjertos que presentan ciertos problemas en algunos tipos de suelos como los alcalinos. Tal es el caso de Rosa 'Multiflora' que crece muy mal en ellos. Si tenemos la suerte de vivir en un país dónde los clientes tienen la opción de elegir rosales injertados en distintos portainjertos no tendremos problema para inclinarnos por un patrón que no sufra con este tipo de suelos pero si no estamos en este caso y en los viveros de la zona solo se nos ofrecen portainjertos inadecuados para este problema de nuestro suelo, quizás lo conveniente sería una plantación hundida que permitiera prescindir con el tiempo del patrón y que el rosal creciera solo en sus propias raíces.
Otro problema que presentan algunas variedades de portainjertos es su baja resistencia al frío. Es el caso de Rosa x noisettiana 'Manetti' que no tiene un gran desarrollo radicular y por tanto será perfectamente válido para cultivar un rosal injertado sobre él si el rosal se cultiva en un clima cálido pero no si es en un clima de inviernos rigurosos dada su poca resistencia a las bajas temperaturas.
Hay variedades que no son capaces de emitir fuertes raíces y estar injertadas sobre un patrón vigoroso les concede una fortaleza que de otro modo no tendrían. Este hecho podría condicionar nuestra decisión. Nosotros como cuidadores de nuestros jardines deberemos decidir si preferimos cultivar esa variedad con unos resultados más espectaculares o si por el contrario preferimos los beneficios que pueda tener hacer una plantación hundida y conformarnos con un desarrollo inferior del rosal.
Otras variedades emiten de modo natural unas raíces tan vigorosas que no precisan portainjerto alguno. El hecho de decidir que las raíces de estos rosales sigan saliendo únicamente del patrón puede ser la opción para jardines de pequeñas dimensiones dónde no nos interesa que el rosal se extienda mediante brotes emitidos de sus propias raíces.
Algunas variedades de híbridos de té, floribundas y grandifloras no resisten las bajas temperaturas de zonas extremadamente frías. En estas zonas suelen protegerse la base de las plantas con conos especiales para ello o envueltos en telas geotextiles pero a pesar de ello un porcentaje importante pueden morir durante el invierno. Quizás sea conveniente elegir en estos lugares unas variedades de rosal más resistentes a la hora de cultivarlos en el jardín.
De todos modos los rosales que se suelen cultivar en las zonas climáticas más frías (zonas 3 ó 4) no están habitualmente injertados. Incluso en el caso de estas variedades menos fuertes frente al frío se podría aconsejar el cultivo en sus propias raíces puesto que como venimos diciendo, aunque muera la parte aérea, lo habitual es que rebroten desde las raíces propias del rosal.
El gusto personal el jardinero:
A algunos les gusta la forma que adopta el rosal cuando crecen sus ramas únicamente desde el nudo. Otros en cambio vemos mucho más bonitos los rosales con muchos vástagos desde la base. Cuando los rosales emiten raíces desde la base de sus tallos se fomenta que broten muchas más ramas desde esas raíces. La base del rosal se presenta más amplia, más espesa. Parece de todos modos que estas ramas aunque más abundantes pudieran ser más delgadas. Digo pudiera ser porque tengo rosales que sacan ramas de buen calibre y abundantemente. Es mejor? Es peor? Es simplemente gusto personal!!
Las expectativas o necesidades del jardinero:
Los rosales plantados con el nudo por encima del suelo suelen tener peor anclaje, al menos los primeros años. Las ramas de un rosal injertado y cuyo nudo está por encima del suelo o a nivel de éste, saca todas sus ramas de un centro, el propio nudo, esto conforma una estructura del rosal que puede gustar o no pero que está determinada por el hecho de que todo su crecimiento sale de un mismo punto. Por el contrario, si el rosal que cultivamos llega a arraigar con raíces propias desde la base del rosal brotan multitud de tallos y ocupan éstos un área mucho mayor que el simple nudo, el rosal estará más firmemente anclado y evidentemente tendrá una estructura externa a simple vista evidente. Lo que es indudable es que estará mejor anclado si tiene más puntos desde los que salen los brote que si todas sus ramas salen de un punto central (el nudo del injerto).
Era mi caso como he comentado más arriba con Rosa 'Jude the Obscure'. Un jardin ventoso por ejemplo, precisaría que los rosales estuvieran sólida y firmemente con sus raíces ahondando el suelo sobre el que crecen. Se me ocurre que pudiera ser ésta una causa más que justificada para elegir la plantación hundida.
Si el sistema radicular de un rosal está sometido a continuos movimientos es difícil que el rosal llegue a establecerse correctamente de ahí la importancia de que el rosal esté firmemente anclado en el suelo. En jardines especialmente ventosos, quizás no sería mala cosa pensar en la posibilidad de enterar el punto de injerto y de esta manera permitir que el rosal, anclado en sus propias raíces pudiera tener varios puntos de anclaje al emitir muchos rebrotes desde sus propias raíces.
No siempre tenemos a nuestra disposición la variedad que deseamos en el portainjertos que creemos más adecuado. En España incluso ni podemos comprar rosales en sus propias raíces ni sabemos en general en qué portainjerto está injertado el rosal que compramos. Puede darse el caso de que en otros países dónde hay mayor surtido para la elección, cliente quiera precisamente una variedad que no está disponible en ese momento en raíces propias. Este jardinero no tiene más que hundir el punto de injerto para lograr que el rosal crezca en sus propias raíces con lo que habrá eliminado su problema.
A pesar de seguir figurando en multitud de manuales, páginas de internet, blogs y foros el consejo de no cubrir el punto de injerto, cada vez hay más autoridades en rosales que se inclinan por la plantación profunda. Es más, es la forma de plantar que aconseja (o que si no aconseja, sí ponen en práctica) algunos grandes cultivadores y especialistas como David Austin Roses, Paul Zimmerman, etc
Fotografía de David Austin Roses |
Factores a tener en cuenta a la hora de tomar la decisión.
La impresión que tenemos es que en este tema (como en la mayoría de temas relacionados con la jardinería) es difícil establecer afirmaciones rotundas o consejos sin matizarlos muy bien pero sobretodo sin tener en cuenta el tipo de suelo dónde se cultivará el rosal y el clima en el que se desarrollarán.
Un segundo factor que introduciríamos entre estos "elementos" a considerar a la hora de decidirnos es la variedad del injerto y la variedad del rosal que cultivamos
Agregaría además otro par de factores que nada tienen que ver con la salud del rosal, se trata del gusto personal del jardinero y ahí...pues eso, hay gustos porque hay colores. Y por último las expectativas del jardinero. Y aquí también entra la situación personal de cada cultivador e incluso su forma de ser. Ya sabéis que cada uno de nosotros somos de un modo, algunos somos impacientes, otros saben esperar...
Voy a intentar ordenar la mucha materia y datos que tengo de manera que sea inteligible jajajaja A ver si lo logro!! :)
El clima o zona de rusticidad y el tipo de suelo dónde cultivamos los rosales:
De una parte, salvo en zonas climáticas de profundas y prolongadas heladas, es difícil que los rosales mueran ya que son plantas muy resistentes. Aquí en España hay pocas zonas dónde los rosales tengan mucho peligro de morir al llegar el invierno.
Ahora bien, en climas con heladas fuertes, si se desea que el rosal injertado supere el invierno, una de dos, o el rosal que compremos debe estar en variedades resistentes a bajas temperaturas como lo es Dr. Huey, o, si está en un patrón poco resistente a bajas temperaturas como Fortuniana, parece bastante sensato enterrar el punto de injerto. A pesar de que muera el portainjerto la variedad de rosal permanecerá viva. Incluso llegará a tener un gran crecimiento basal ya que aunque la parte aérea muera, aún tienen bajo tierra unos buenos centímetros de ramas vivas desde cuyas yemas tendrá muchísimas posibilidades de rebrotar.
En climas muy rigurosos se aconseja la plantación hundida precisamente porque si está sin tapar morirá el portainjertos si no es demasiado resistente y con él, el rosal injertado sobre él.
Si por el contrario, en estos climas de temperaturas muy extremas, hacemos una plantación profunda, en el caso de que llegara a morir el injerto y si el rosal ha tenido tiempo de emitir raíces propias, tras el invierno, seguramente rebrotará ya que la parte inferior de los tallos queda protegida por el suelo y de esa zona, es fácil que haya yemas que permitan que salgan nuevas ramas en primavera.
Douglas Green, autor de varios libros de gran tirada propone esta plantación hundida en climas duros (zonas 4 y 5) en su libro "Tender Roses for Tough Climates" aconsejando practicar un hoyo dos veces más ancho que profundo que permita la formación de un buen sistema radicular formado por pequeñas raicillas y dónde el injerto esté finalmente hundido a 15 cm de profundidad con relación al nivel del suelo.
De todos modos aún tratándose de climas muy rigurosos los jardineros que no desean que sus rosales emitan raíces propias pueden hacer una plantación con el nudo a nivel del suelo y disponer una generosa capa de acolchado a base de compost durante el invierno de modo que el punto de injerto quede protegido. Llegada la primavera y ya fuera de peligro de las fuertes heladas se retiraría esa protección eliminando así la posibilidad de que la variedad emita raíces propias.
En países dónde se pueden comprar las variedades injertadas en distintos patrones puede darse el caso perfectamente de que un jardinero que viva en una zona muy fría adquiera un rosal injertado en Rosa 'Fortuniana' por ejemplo, poco resistente a las bajas temperaturas. Para no arriesgarse a que muera el portainjertos y con él la variedad, puede ser aconsejable cultivarlo en sus propias raíces plantándolo hundido.
Los jardineros con suelos con problemas de nematodos que adquieren los rosales injertados en Rosa 'Fortuniana', al ser este portainjerto muy débil frente a esta situación del suelo, pueden paliar el problema hundiendo el punto de injerto del rosal y permitiendo que sean las raíces de la variedad la que al final tome las riendas del rosal y el portainjerto cese en su actividad con los años.
Veíamos en el artículo anterior que los rosales injertados en Rosa 'Multiflora' al tratarse de un patrón que emite raíces bastante superficiales producen rosales más proclives a sufrir con la sequedad del terreno. Este hecho seguramente no será un inconveniente en jardines ubicados en zonas con mucha lluvia y que no tengan un clima muy caluroso pero sí podrá constituir un problema en suelo muy secos, arenosos, con poca capacidad de retención de humedad y con temperaturas muy altas. En ellos se tendría la alternativa de elegir Rosa 'Laxa' como patrón ya que emite raíces mucho más profundas o favorecer que la variedad emita sus propias raíces.
La variedad del portainjerto y la variedad del rosal:
Estamos viendo que hay ciertas variedades fácilmente afectados por los nematodos del suelo. La variedad del portainjerto de nuestro rosal determinará en este caso nuestra elección en la forma de cultivarlo.
Hay portainjertos que presentan ciertos problemas en algunos tipos de suelos como los alcalinos. Tal es el caso de Rosa 'Multiflora' que crece muy mal en ellos. Si tenemos la suerte de vivir en un país dónde los clientes tienen la opción de elegir rosales injertados en distintos portainjertos no tendremos problema para inclinarnos por un patrón que no sufra con este tipo de suelos pero si no estamos en este caso y en los viveros de la zona solo se nos ofrecen portainjertos inadecuados para este problema de nuestro suelo, quizás lo conveniente sería una plantación hundida que permitiera prescindir con el tiempo del patrón y que el rosal creciera solo en sus propias raíces.
Otro problema que presentan algunas variedades de portainjertos es su baja resistencia al frío. Es el caso de Rosa x noisettiana 'Manetti' que no tiene un gran desarrollo radicular y por tanto será perfectamente válido para cultivar un rosal injertado sobre él si el rosal se cultiva en un clima cálido pero no si es en un clima de inviernos rigurosos dada su poca resistencia a las bajas temperaturas.
Hay variedades que no son capaces de emitir fuertes raíces y estar injertadas sobre un patrón vigoroso les concede una fortaleza que de otro modo no tendrían. Este hecho podría condicionar nuestra decisión. Nosotros como cuidadores de nuestros jardines deberemos decidir si preferimos cultivar esa variedad con unos resultados más espectaculares o si por el contrario preferimos los beneficios que pueda tener hacer una plantación hundida y conformarnos con un desarrollo inferior del rosal.
Otras variedades emiten de modo natural unas raíces tan vigorosas que no precisan portainjerto alguno. El hecho de decidir que las raíces de estos rosales sigan saliendo únicamente del patrón puede ser la opción para jardines de pequeñas dimensiones dónde no nos interesa que el rosal se extienda mediante brotes emitidos de sus propias raíces.
Algunas variedades de híbridos de té, floribundas y grandifloras no resisten las bajas temperaturas de zonas extremadamente frías. En estas zonas suelen protegerse la base de las plantas con conos especiales para ello o envueltos en telas geotextiles pero a pesar de ello un porcentaje importante pueden morir durante el invierno. Quizás sea conveniente elegir en estos lugares unas variedades de rosal más resistentes a la hora de cultivarlos en el jardín.
De todos modos los rosales que se suelen cultivar en las zonas climáticas más frías (zonas 3 ó 4) no están habitualmente injertados. Incluso en el caso de estas variedades menos fuertes frente al frío se podría aconsejar el cultivo en sus propias raíces puesto que como venimos diciendo, aunque muera la parte aérea, lo habitual es que rebroten desde las raíces propias del rosal.
El gusto personal el jardinero:
A algunos les gusta la forma que adopta el rosal cuando crecen sus ramas únicamente desde el nudo. Otros en cambio vemos mucho más bonitos los rosales con muchos vástagos desde la base. Cuando los rosales emiten raíces desde la base de sus tallos se fomenta que broten muchas más ramas desde esas raíces. La base del rosal se presenta más amplia, más espesa. Parece de todos modos que estas ramas aunque más abundantes pudieran ser más delgadas. Digo pudiera ser porque tengo rosales que sacan ramas de buen calibre y abundantemente. Es mejor? Es peor? Es simplemente gusto personal!!
Fotografía del blog de Hoover Boo "Piece of Eden"
Las expectativas o necesidades del jardinero:
Los rosales plantados con el nudo por encima del suelo suelen tener peor anclaje, al menos los primeros años. Las ramas de un rosal injertado y cuyo nudo está por encima del suelo o a nivel de éste, saca todas sus ramas de un centro, el propio nudo, esto conforma una estructura del rosal que puede gustar o no pero que está determinada por el hecho de que todo su crecimiento sale de un mismo punto. Por el contrario, si el rosal que cultivamos llega a arraigar con raíces propias desde la base del rosal brotan multitud de tallos y ocupan éstos un área mucho mayor que el simple nudo, el rosal estará más firmemente anclado y evidentemente tendrá una estructura externa a simple vista evidente. Lo que es indudable es que estará mejor anclado si tiene más puntos desde los que salen los brote que si todas sus ramas salen de un punto central (el nudo del injerto).
Era mi caso como he comentado más arriba con Rosa 'Jude the Obscure'. Un jardin ventoso por ejemplo, precisaría que los rosales estuvieran sólida y firmemente con sus raíces ahondando el suelo sobre el que crecen. Se me ocurre que pudiera ser ésta una causa más que justificada para elegir la plantación hundida.
Si el sistema radicular de un rosal está sometido a continuos movimientos es difícil que el rosal llegue a establecerse correctamente de ahí la importancia de que el rosal esté firmemente anclado en el suelo. En jardines especialmente ventosos, quizás no sería mala cosa pensar en la posibilidad de enterar el punto de injerto y de esta manera permitir que el rosal, anclado en sus propias raíces pudiera tener varios puntos de anclaje al emitir muchos rebrotes desde sus propias raíces.
No siempre tenemos a nuestra disposición la variedad que deseamos en el portainjertos que creemos más adecuado. En España incluso ni podemos comprar rosales en sus propias raíces ni sabemos en general en qué portainjerto está injertado el rosal que compramos. Puede darse el caso de que en otros países dónde hay mayor surtido para la elección, cliente quiera precisamente una variedad que no está disponible en ese momento en raíces propias. Este jardinero no tiene más que hundir el punto de injerto para lograr que el rosal crezca en sus propias raíces con lo que habrá eliminado su problema.
Dando por hecho que es cierto que las rosas de un rosal injertado son más grandes que cuando esta misma variedad se cultiva sobre sus propias raíces, puede ser ésta una razón para cultivarlo con el nudo de injerto sobre el nivel del suelo si el jardinero que lo cultiva participa en concursos o exposiciones de sus rosas ya que en estos casos necesita flores de una gran calidad y tamaño.
Un rosal injertado (salvo en portainjertos muy tendentes a emitir chupones) no emitirá rebrotes ni se extenderá más allá de la zona que se le tiene asignado. La variedad que cultivamos se ceñirá a su espacio sin extenderse mediante sus raíces más allá de este lugar. Cosa que no ocurre con uno que crece en sus propias raíces. Más unas variedades que otras, también es verdad.
Asi es, al brotar las raíces de la variedad muchas variedades se van extendiendo mediante rebrotes y podemos ver aparecer algunas de sus raíces brotadas a cierta distancia de la plantación.
Un rosal injertado (salvo en portainjertos muy tendentes a emitir chupones) no emitirá rebrotes ni se extenderá más allá de la zona que se le tiene asignado. La variedad que cultivamos se ceñirá a su espacio sin extenderse mediante sus raíces más allá de este lugar. Cosa que no ocurre con uno que crece en sus propias raíces. Más unas variedades que otras, también es verdad.
Asi es, al brotar las raíces de la variedad muchas variedades se van extendiendo mediante rebrotes y podemos ver aparecer algunas de sus raíces brotadas a cierta distancia de la plantación.
Este tema que alguien pudiera considerar como un problema, otros podrían verlo como una ventaja. Claro, el que tiene un jardín pequeño indudablemente no le conviene un rosal que se extienda por una zona no convenida. La otra cara de esta moneda puede ser por ejemplo la posibilidad de tomar rebrotes con raíces que arraigarán con mucha facilidad si lo comparamos con los quebraderos de cabeza que a veces nos dan nuestros intentos de arraigar esquejes.
Las rosas cultivadas sobre sus propias raíces son en general más fuertes, florecen durante más tiempo, son menos susceptibles a los virus y tienen una vida más larga. Eso sí, arraigan algo más lentamente que cuando cultivamos esa misma variedad injertada. Generalmente durante el primer año hacen poco, es a partir de la segunda temporada cuando el desarrollo empieza a igualarse con un rosal sobre patrón. Incluso puede ser necesario un par de temporadas para que el rosal de sí todo lo que es capaz En este caso si el jardinero precisa un desarrollo inmediato o simplemente uno es impaciente y no está dispuesto a conceder ese par de temporadas "extra" que precisaría el rosal arraigado sobre sus propias raíces, es probable que el cultivo sobre injerto sea la mejor opción.
Las rosas cultivadas sobre sus propias raíces son en general más fuertes, florecen durante más tiempo, son menos susceptibles a los virus y tienen una vida más larga. Eso sí, arraigan algo más lentamente que cuando cultivamos esa misma variedad injertada. Generalmente durante el primer año hacen poco, es a partir de la segunda temporada cuando el desarrollo empieza a igualarse con un rosal sobre patrón. Incluso puede ser necesario un par de temporadas para que el rosal de sí todo lo que es capaz En este caso si el jardinero precisa un desarrollo inmediato o simplemente uno es impaciente y no está dispuesto a conceder ese par de temporadas "extra" que precisaría el rosal arraigado sobre sus propias raíces, es probable que el cultivo sobre injerto sea la mejor opción.
Plantar el punto de injerto hundido unos centímetros supone también realizar un hoyo de plantación mucho más profundo. Quizás en suelos fáciles esto no conlleve demasiado esfuerzo pero no en todos los jardines es fácil clavar la pala!! En el mío, pasados los primeros 15/25 cm dependiendo de la zona del jardín, comienza la capa propia de la Sierra: pedruscosssssssss!! horribles de romper ajajja Así que ahorrarse unos centímetros en la profundidad es ahorrarse un buen tiempo de trabajo. Lee Ginenthal, propietario de Der Rosenmeister Nursery en Ithaca propone para plantar los rosales injertados con el nudo hundido, hacer un hoyo mucho más ancho que profundo de manera que ubiquemos dentro de él el rosal de manera que las raíces queden más horizontales que verticales, en ángulo hacia abajo pero no verticales.
Os habéis fijado cuando os llega el pedido de rosales a raíz desnuda que algunos parece que crecen todos sus ramas de uno de los lados y que en nuestra forma "normal" de plantar, nos cuesta ubicarlos en el hoyo porque parece que las raíces van hacia un lado si ponemos verticales las ramas?? Es como si estuvieran desequilibrados y el punto de injerto está no en el centro si no en uno de los lados. Pues precisamente son estos ejemplares los que según Lee conviene mejor elegir si tenemos que hacer una plantación inclinada. Y es verdad, si lo pensamos, son mucho más fáciles de ubicar en un agujero que no es profundo si no más ancho que hondo. Una buena forma de darle la vuelta a una desventaja convirtiéndola en ventaja. Verdad? jejejje
Termino este artículo mostrando qué tal van las cosas en mi jardín en lo que hace a la emisión de raíces propias de los rosales.
Termino este artículo mostrando qué tal van las cosas en mi jardín en lo que hace a la emisión de raíces propias de los rosales.
He elegido este rosal para comenzar a comprobar si mis rosales plantados casi todos con el punto de injerto unos centímetros hundido estaban ya emitiendo raíces propias porque la temporada anterior, me sorprendió la cantidad de nuevos vástagos que desde el suelo brotaban de Rosa 'Madame de Sévigné' y sospeché lo que hoy he comprobado.
Llevar días inmersa en temas de raíces y efectos del nivel de plantación del punto de injerto y no comprobar de forma fehaciente qué está ocurriendo bajo el suelo de mi jardín con los rosales propios? jejejej Imposible para mí!! :) No había encontrado un buen momento para hacerlo pero antes de colgar este artículo era imprescindible efectuar la "inspección". A por las rodilleras y el almocafre!! Con sumo cuidado para no dañar las raicillas en caso de que me las encontrara he ido levantando la capa de acolchado y he ahondado unos pocos centímetros en el propio suelo del jardín. Ya lo veis, en estas fotografías aún no estamos al nivel del nudo del portainjerto que se sitúa algo más abajo y está llenándose la zona de pequeñas raicillas que brotan de la parte inferior de los tallos en contacto con la tierra.
Está clara la capacidad que tiene este Rose 'Madame de Sévigné' para emitir raíces propias. No he querido ahondar más hasta llegar al punto de injerto porque de hacerlo dañaría estas pequeñas raicillas que no pueden haber brotado hace demasiado tiempo porque este rosal está trasplantado desde mi jardín anterior a comienzos del verano de 2014. Curiosidad satisfecha!! Iré haciendo "inspecciones oculares" en los demás de vez en cuando, como una Sherlock Holmes jejeje lupa en mano...De momento las floraciones de Rose 'Madame de Sévigné' no pueden ser más bonitas!!