Syringa vulgaris, ese dulce aroma a primavera.. (Lila, lilo)

Ayer andaba por la parte trasera de la casa y caí en la cuenta de que tengo que ubicar en el jardín unos macetones enormes que tengo con unas cuantas lilas (Syringa vulgaris). No tienen apellidos, quiero decir que no sé de qué variedad concreta se tratan. Estaban aquí cuando vine. Debía haber unos seis o siete arbustos bastante grandes y añosos. Desgarbados, pobres de ramas y al haber sufrido mucha falta de agua (el jardín en el año anterior a venirnos aquí no se regó en verano) están débiles, piden a gritos unos cuidados adecuados y bastantes mimos.  Las pobres!!.En qué suelo y en qué condiciones han tenido que sobrevivir!! Ahora les van a venir tiempos mejores...A pesar de tener todo en contra sus flores han sido de una hermosura tan grande!! 
Qué belleza, verdad? 
Algunos, los que están en zonas que aún no he arreglado del jardín los he dejado en tierra. Pero otros estaban plantados en lo que ahora es el jardín trasero de la casa y tuve que quitarlos para realizar el nuevo diseño así que me daba pena deshacerme de ellos y los puse en unos macetones muy grandes a la espera de encontrarles un sitio adecuado. Las tengo blancas y malvas. No sé cuales me gustan más.
Syringa vulgaris procede de la Europa del Este y pertenece a la familia de las oleáceas. Un arbusto o pequeño arbolito de pequeña envergadura (2-4 metros) de hoja caducifolia y generalmente de varios troncos. Para florecer de forma expectacular necesitan tener cierto grado de frío, es decir, inviernos rigurosos.
Se trata de un arbusto bastante resistente, al menos aguanta perfectamente mi zona. En cuanto al suelo prefiere que no haya exceso de humedad y una cierta acidez en él. No es una planta enfermiza. Los míos, a pesar de llevar años creciendo en situaciones inadecuadas no han llegado a contraer plaga alguna ni a padecer enfermedades.
Durante el tiempo que tuve el otro jardín estaba enamorada de los lilos pero ahora que los tengo en el jardín no es que me hayan dejado de gustar porque la verdad, su floración es tan divina que es difícil que no guste y su aroma... no hace falta describirlo, creo que todo el mundo lo conoce. Es simplemente olor a primavera como son el de las rosas!! Pero sí, ya no tengo el entusiasmo de antes porque una vez terminada la floración es un arbusto algo soso quizás también ayuda a este desencanto el que a mis lilas les hace falta una poda de rejuvenecimiento que las renueve y que les ayude a adoptar una bonita forma más frondosa, con más ramas ..,
Eso es lo que haré este año así que las flores que aparecen en estas fotografías serán las únicas que tenga la primavera que viene. Si quiero que en el futuro sean arbustos fuertes y hermosos deberé prescindir de su floración uno o dos años.
Les hace falta también crecer en un sustrato mucho más rico que el que lo han hecho hasta ahora. Ya sabéis que mi jardín tenía el suelo bastante empobrecido así que cuando las ubique definitivamente lo haré en hoyos bien nutridos, con un abono más rico en potasio y fósforo.
Necesitan ciertas horas de sol porque aunque es cierto que crecen también en zonas bastante sombreadas, he comprobado que las que tengo en tierra dónde no hay demasiado sol crecen con mucha distancia entre sus nudos formando ramas larguiruchas sin demasiadas hojas y florecen bastante menos que las que están al sol.
Reproducirlas no es problema, incluso lo contrario. Las mías son lilas sin injertar, crecen en sus propias raíces y emiten chupones que son una desesperación. Yo no quiero que crezcan anchas y ramificadas desde el suelo, pretendo formar pequeños arbolitos de copa baja así que tendré que eliminar todos los chupones que me molesten. Para hacerlo no hay que cortarlos ya que ello provocaría únicamente el aumento de chupones. Se deben arrancar cuando todavía son pequeños y están verdes.
De estos chupones que pueden arrancarse teniendo cuidado de llevarse una parte de raíces pueden sacarse fácilmente nuevos ejemplares. Yo creo que es la mejor forma de reproducirlas aunque tengo entendido que pueden también reproducirse por acodo. No lo he probado.
Las lilas florecen en el extremos de los tallos de un año. Las ramas fuertes y floríferas pueden llegar a dar varias yemas, en cambio los brotes jóvenes solo dan una yema que dará lugar a una panícula mucho más pequeña.
Syringa vulgares es de los pocos arbustos de floración primaveral que crecen y florecen a la vez. Coinciden en el tiempo la floración y la formación de las yemas que al siguiente año darán flor.


Es conveniente eliminar las flores tan pronto se pasen para ahorrar a la planta la energía que gasta en hacer semillas. Debemos tener cuidado a la hora de eliminar las flores marchitas y cortar justo por debajo del pedúnculo de la panícula ya que si lo hacemos más abajo estaremos eliminando las yemas florales del año siguiente.

En todo caso, como las yemas de flor surgen a la vez que el arbusto está floreciendo, al podar, siempre perderemos una floración. Si lo hacemos antes de que florezca, perderemos la de ese año. Si lo hacemos tras la floración perderemos la del próximo año. Es por tanto indistinto cuándo se pode siempre que no sea una poda de rejuvenecimiento que es preferible hacerla en primavera, antes de la floración.
A mediados de marzo las yemas florales comienzan a abrirse comenzando a dejar aparecer las panículas en formación.
y a finales del mismo mes la panícula ya tiene formados sus pequeños grupos de capullos verdes,
En mi zona no llegan a abrirse los capullos hasta mediados de abril y cuando esto ocurre, un aroma delicioso inunda su alrededor1!


Aunque los lilos pueden dejarse sin podar unos años, si no queremos tener un ejemplar con ramas despobladas tendremos que favorecer su correcta  ramificación y una formación general del arbusto que sea abierta para permitir su ventilación y que el sol llegue a todas sus partes. Para ello será preciso una poda de rejuvenecimiento cada algunos años que puede hacerse a lo largo de un par de años seguidos.

Estas ramas fuertes y que dan flor lo pueden hacer durante bastantes años pero si no se quiere tener con los años un arbusto demasiado envejecido y con ramas despobladas deben irse sustituyendo de vez en cuando, cada tres o cuatro años alguna de las ramas más viejas cortándolas a ras del suelo si se trata de un lilo no injertado, es decir, que crece en sus propias raíces. Actualmente todos los lilos que veo a la venta son injertados, en ese caso los cortes, lógicamente, siempre serán por encima del punto de injerto.
Los brotes demasiado densos y ramificados hay que eliminarlos.
Al siguiente año, en las zonas que se podó durante el año anterior brotarán nuevos tallos de los que solo habrá que dejar los necesarios para que el arbusto sea armonioso.
Esta primavera me encantó formar preciosos ramos con sus flores para alegrar la casa. Aguantan muy bien en agua si se eliminan la mayor parte de sus hojas y dicen, aunque yo no lo probé, que permanecen más aún si metemos el extremos de sus tallos cortados en agua casi hirviendo. Probaré cuando vuelva a tener lilas...

Tratamientos preventivos de invierno para los rosales (III) Fungicidas sistémicos. Prevenir el oídio

A finales del año pasado compartí con vosotros algunas notas sobre los fungicidas de contacto como tratamiento preventivo de invierno para nuestrosrosales con azufre y cobre.  Estos fungicidas no penetran en la planta si no que permanecen en su superficie debiéndose aplicar generalmente antes de que aparezca la enfermedad ya que una vez instalada ésta en el rosal poco puede hacerse.
Estos fungicidas impiden la germinación de las esporas sin eliminar el hongo una vez éste se ha introducido en los tejidos de la planta.
Llegado este punto en el que el hongo ya ha penetrado los tejidos vegetales  deberemos plantearnos echar mano de otro tipo de fungicidas de los que hoy quería apuntar algunas nociones, se trata de los fungicidas sistémicos. 
En todo caso deberíamos calibrar el problema. El uso abusivo de química en el jardín puede inicialmente resolver o parar un problema pero a la larga genera más problemas que otra cosa. También es una opción ceñirnos a aplicaciones de soluciones que no dañen el medio ambiente como purines y leche con agua que quizás no erradican del todo la enfermedad pero de alguna manera dejan el problema en un nivel que no llega a hacer peligrar la planta.
Es mejor tener rosales perfectos a cambio de desequilibrar el medio? Pues eso dependerá de nuestro posicionamiento como jardineros. Yo personalmente voy a probar este año a no aplicar química y limitarme a luchar con preparados ecológicos. Confío en el equilibrio que se pueda lograr en mi jardín si le doy el tiempo y las condiciones necesarias.
Pero como opción están ahí. Qué duda cabe!! Y si alguién se decide a usarlos lo mejor es que lo haga con conocimiento y de la forma más adecuada posible.
Los fungicidas sistémicos  Son sustancias químicas de origen mineral u orgánico (y tóxicas) que se utilizan para eliminar o impedir el crecimiento de hongos perjudiciales para las plantas evitando o limitando así las enfermedades fúngicas en nuestros rosales. Hay fungicidas que matan el micelio y las esporas, paran su desarrollo e impiden la germinación de las esporas o la reproducción del hongo.
Este tipo de fungicidas no permanecen solo en la superficie de la planta si no que llegan a penetrar en su interior y es desde ahí desde dónde hacen su efecto contra las enfermedades de nuestros rosales eliminando selectivamente los hongos invasores. Este tipo de actuación los hace efectivos contra los hongos dado que se distribuyen a través de la savia del rosal pudiendo tener efectos curativos. El nivel de penetración y la movilidad que tienen dentro de la planta no siempre es la misma. Y generalmente no es todo lo regular que quisiéramos.
La diferencia en su movilidad dentro de la planta es, en efecto, una de las diferencian entre ellos.
Algunos fungicidas sistémicos se movilizan desde el lugar de aplicación a cortas distancias a través de la lámina foliar.
Se llaman fungicidas penetrantes o de movilidad local aquellos que prácticamente actúan por contacto aunque pueden acceder a las primeras capas celulares. Controlan la enfermedad únicamente en las primeras horas tras la infección (tres días). Por el contrario, los fungicidas sistémicos que logran trasladarse por el interior del rosal pueden aplicarse y son efectivos en fases más tardías de la enfermedad.
Se llaman traslaminares a los fungicidas sistémicos que tienen la capacidad de moverse del haz al envés de las hojas pero no a toda la planta y por tanto los nuevos crecimientos tras la aplicación del producto no están protegidos contra la enfermedad.
Los fungicidas conocidos como “verdaderos sistemáticos” tienen una doble movilidad, ascendente y descendiente. Llegan a penetrar en la planta moviéndose a través de ella. En este caso, los crecimientos vegetativos posteriores a la aplicación también están protegidos de la enfermedad.
Hay sistémicos que aplicados al suelo son absorbidos por las raíces del rosal y su movimiento es ascendente por la corriente transpiratoria de la planta.
Las enfermedades criptogámicas que con más frecuencia vemos sobre nuestros rosales son el oidio, el mildium, la botritis, el chancro, la fitóftora, mancha negra, etc
El oídio (en el caso del rosal: Sphaerotheca pannosa var. rosae) es una de las más conocidas. Casi todos hemos tenido este problema en nuestros jardines en mayor o menor grado: una especie de polvillo blanquecino que cubre las hojas nuevas llegando en ocasiones a afectar a tallos y  hasta los capullos y que debemos saber que aunque esta enfermedad perjudica como es lógico la planta,  salvo en que el ataque sea de gravedad extrema rara vez puede ocasionar la muerte de rosal. 
Podemos tratar nuestros rosales de forma preventiva contra esta enfermedad con productos fitosanitarios y estos tratamientos serán más eficaces que hacerlo una vez se han infestado. 
Imagen perteneciente a la página de Compo : https://www.compojardineria.es/es/es/plant-guide/pests/Oidio-rosal.html

Ahora bien, debemos calibrar hasta qué punto es necesario en nuestro jardín. Si los ataques en temporadas anteriores han sido de gran importancia es razonable plantearse el uso preventivo de estos fungicidas pero si no se han dado contagios o éstos han sido tan leves que apenas han representado problema alguno no tendrá demasiado sentido su uso.
En ocasiones, con el ánimo de proteger nuestros rosales se utiliza abusivamente estos productos y podría decirse que es una gran verdad el dicho de que "es peor el remedio que la enfermedad".
Intentar ofrecer a nuestros rosales unas condiciones idóneas de cultivo evitando aquellas en las que los hongos se reproducen con mayor facilidad (como por ejemplo los niveles muy altos de humedad o la falta de hidratación de las raíces) es la mejor protección para ellos.

Me gustaría llamar la atención sobre el uso indiscriminado de los fungicidas sistémicos dadas las consecuencias negativas que puede tener sobre el medio ambiente.  Antes de cualquier actuación deberemos tener muy clara y segura la identificación del hongo.  También hay que saber que no todas las enfermedades causadas por hongos pueden tener un control efectivo con fungicidas, por ejemplo algunas enfermedades vasculares (como los marchitamientos).
Pensemos que este tipo de fungicidas tienen o pueden tener un mayor riesgo de resistencias. Cuando un patógeno se hace resistente la acción del fungicida decrece pudiendo ocurrir que el producto llegue a ser ineficaz cuando se hagan aplicaciones posteriores si se produce cualquier mutación en la genética del hongo. El problema de ineficacia cuando se originan resistencias persiste aún aplicando dosis más altas o con aplicaciones más frecuentes.
Igualmente hay que ser conscientes de que los fungicidas no actúan sobre los tejidos ya dañados, es decir, aquellas partes del rosal afectadas seguirán estándolo aún a pesar de eliminar la enfermedad.  Solo protegerán el tejido brotado tras los tratamientos
Decíamos en la entrada sobre los fungicidas de contacto que:
Hay hongos ectoparásitos como los del oidio (Sphaerotheca pannosa) que se desarrollan en el exterior del rosal y no llegan a penetrar en su interior.
Pero también existen hongos endoparásitos  como son los del mildiu (Peronospora sparsa) roya (Phragmidium mucronatum), antracnosis, brotitis, repilo, etc. que llegan a adentrarse en el interior de la planta atacándolo desde dentro.
El uso de fungicidas sitémicos contra enfermedades fúngicas que no lo precisen solo provoca la resistencia de otros hongos endoparasitarios. Por no hablar de la contaminación que pueden sufrir los suelos y las dificultades para restablecer el equilibrio biológico en ellos.
Evitar la aparición de resistencias por parte de los patógenos es una tarea responsabilidad un poco de todos y debiéramos tener en cuenta que:

  • Además de hacer un uso consciente  y responsable de este tipo de productos solamente cuando es muy necesario y hacerlo con el producto adecuado a la enfermedad que estemos tratando, es aconsejable para limitar la creación de resistencias no hacer uso prolongado y exclusivos de productos con el mismo tipo de acción y el mismo principio activo. Es conveniente alternar el uso de distintos fungicidas.
  • Cultivar variedades de rosales que sean resistentes a las enfermedades.
  • Hacer las aplicaciones con las dosis indicadas en las instrucciones sabiendo que dosis inferiores no son efectivas y dosis excesivas son perjudiciales.
Aunque en la definición de sistémico se entiende que el producto se distribuye a través de la savia por las distintas partes de la planta, la mayoría de fungicidas sistémicos lo son dentro de la hoja y algunos no tienen ni capacidad para pasar de una hoja a otra.
Los sistemas de aplicación  de los fungicidas sistémicos puede ser en forma de polvo, gránulos, gas o mezclados con agua (la más frecuente).
La aplicación puede efectuarse no solo sobre el follaje, también es posible en algunos casos tratamientos sobre semillas, suelo, productos cosechados, espacios como invernaderos, etc.
En su formulación figura un ingrediente activo (que es el componente activo, el que está registrado por el fabricante) más otros ingredientes que aumentan la efectividad del producto, por ejemplo solventes, humectantes, dispersantes, etc.
En jardines de aficionados, generalmente se aplican mezclados con agua mediante el uso de mochila. Poner especial cuidado en que tras la aplicación todas las partes del rosal terminen cubiertas es de suma importancia ya que no son demasiados los fungicidas con los que contamos los aficionados que tengan una buena movilidad a través del interior del rosal.
Igualmente hay que evitar las aplicaciones en días de mucho calor así como las horas de mayor insolación.
Generalmente es necesario hacer varias aplicaciones para renovar las pérdidas de producto que por descomposición química se produzcan en la plata así como por crecimientos posteriores a la aplicación y por tanto a las que no llegó el producto inicialmente.

Veamos dos fungicidas concretos

Uno polivalente “DUAXO fungicida polivalente concentrado” de la marca COMPO cuyo principio activo es el  DIFENOCONAZOL. Se trata de un fungicida de contacto y sistémico con actividad curativa y preventiva. Su movimiento en el interior de la planta es traslaminar fundamentalmente (es decir que atraviesa la hoja desde el haz hacia el envés) y la translocación acropétala (de abajo hacia arriba).
Debe ser aplicado en pulverización sobre las hojas intentando que todas las hojas queden bien húmedas.
Se trata de un fungicida que en dos horas alcanza su máxima absorción y por tanto garantiza un buen efecto curativo durante la etapa de implantación de la enfermedad. Al absorberse tan rápidamente es difícil que el agua de lluvia lo elimine. Se degrada en el suelo en tornos a los 21 días
Otro: Fungidica antioidio (Fongys Jardin Ew) de la casa MASSO GARDEN : Principio activo MICOBUTANIL.  Es también un fungicida preventivo y curativo. Actúa sobre la estructura molecular del hongo. Su movimiento dentro de la planta es fundamentalmente acropétalo ( de abajo hacia arriba) más que basípeto (de arriba hacia abajo) . Se degrada rápidamente en el suelo y por tanto no afecta la actividad microbiana de éste y dada su escasa movilidad en él no contamina las capas freáticas. Especialmente indicado en los rosales contra oídios, mancha negra y royas pero no efectivo contra mildius.
Es más eficaz cuando se aplica preventivamente o antes de la aparición de los síntomas. Especialmente indicado contra Sphaerotheca  (Oídio). Existe este producto en distintas concentraciones aconsejándose para el uso sobre rosales el de 0,75 %.
Me gustaría terminar esta entrada recordando que nunca debemos tirar a la basura los envases vacíos de estos productos. Cuando los hayamos terminado deberíamos enjuagar al menos tres veces el interior del envase echando el contenido dentro de la mochila o el pulverizador. 
Si nuestro Ayuntamiento tiene habilitado algún punto de recogida de residuos especiales o peligrosos deberíamos hacer uso de ellos.

Hoy he hecho mi primer montón de compost con estos materiales

Llevo ya un tiempo acumulando materiales para hacer mi primera pila de compost. Hoy por fin la he montado. Me siento un poco como la primera vez que hice un bizcocho!! jajaja Sabía los ingredientes, sabía el orden, sabía el proceso pero todo eran dudas: Muchas harina? Poca? Más batido, menos? Horno por arriba? Por abajo?
La verdad es que tendré que leer bastante sobre el proceso de compostaje porque mis conocimientos a respecto son bastante básicos. Espero que suficientes para que el resultado de esta primera experiencia no me desanime a ir perfeccionando la forma de hacerlo y las proporciones de los materiales durante las siguientes veces que elabore un montón. Con este "equipaje" me he atrevido a hacerlo por primera vez con bastante optimismo (ya tendré oportunidad de que se esfume ejjeje):
Como digo tengo unas nociones básicas sobre el proceso. Con toda seguridad tendré que cambiar las proporciones de los materiales utilizados, aprender a saber cual es la cantidad correcta de agua que debo añadir al formar las distintas capas del montón. Seguro que habré cometido más de un error pero bueno, esta es la primera vez y ya tendré oportunidad de ir aprendiendo y rectificando lo que se preciso.
Llevo algún tiempo reuniendo materiales y preparándolos. La procedencia de ellos es bastante diversa y ando como una "basurera" trayéndolos de todas partes jajajaj
En mi lugar de trabajo me permiten recoger las bolsas del césped cuando lo siegan. Cuando lo traje lo extendí sobre el suelo del jardín durante unos días durante los que lo he movido alguna vez para que se fuera secando un poco.
Entre ayer y hoy he pasado por la biotrituradora las ramas de las arizónicas que hemos cortado estos días. Por cierto, qué aroma tan agradable desprenden cuando se cortan!!
Qué maravilla de máquina!! Estoy contentísima habiéndome decidido a adquirir una. Me parece impensable cortar con unas tijeras podadoras los restos de la poda. Estas máquinas facilitas y permite el aprovechamiento de un material tan abundante en un jardín y que de otra forma sería una lástima tener que desprenderse de él sin utilizarlo. Fijaos como queda la madera. No la secciona limpiamente, si no que su sistema de corte lo que hace es machacarla un poco, los trocitos quedan abiertos por a corteza así que será más fácil que se composten. 
Además de para hacer compost tengo pensado utilizar estos restos de poda triturada para el acolchado de las plantas. Es un material idóneo para este fin!!
También he ido llenando bolsas con las hojas caídas en el jardín, con las que me dan en el vivero de mi pueblo y otras que he recogido en el jardín contiguo que es de un familiar que me permite acceder a él.
En el bar de mi centro de trabajo hay una chica y un chico encantadores  y tan amables que me guardan todos los posos del café que elaboran en el bar. Agradezco enormemente esta deferencia que tienen conmigo. Gracias, guapos;) !!!
He ido guardando también la ceniza de la chimenea. 
Contaba con corteza de pino que también he utilizado en la formación del montón
Como ahora hace bastante frío he podido guardar los restos vegetales que se han ido generando en mi cocina sin que produjeran malos olores. 
Mis conocimientos son tan elementales que podría resumirlos así:
La acción de miles de organismos y microorganismos es lo que da lugar al compost degradando la materia orgánica que inicialmente introducimos en la pila o montón hasta que se convierte en humus, es decir, un material que sí es asimilable para las plantas.

El proceso consta de varias fases en las que la ventilación, la temperatura y la mezcla de materiales es determinante para que la pila no se convierta en una masa putrefacta y produzca malos olores.
  • Fase de latencia y crecimiento durante la que las bacterias se alimentan de los restos de los que se compone el montón. Actividad alimenticia que provoca el ascenso de la temperatura hasta unos 45º de forma progresiva. Durante esta fase debido a la liberación de ácidos por parte de los microorganismos,  el material va tomando un pH más bajo, es decir, el medio se tornará más ácido. Generalmente esta fase dura unos 15 días.
  • A continuación viene la fase termófila durante la que se desarrollan hongos y bacterias que estaban en estado latente y que viven en medios con temperaturas entre los 45 y os 75º. En esta fase los materiales se esterilizarán eliminándose los patógenos, así como semillas y larvas que pudieran contener. Poco a poco, según va menguando la disponibilidad de alimento también va decreciendo la actividad bacteriana a la par que a temperatura irá bajando paulatinamente. Este proceso suele durar unos 3 meses. Al igual que en la anterior fase es imprescindible una aireación correcta. Así como una humedad relativa del 50% para que sea posible la vida y actividad de estos microorganismos en la pila de compost.
  • Y por último la fase de maduración: Los microorganismos y organismos irán abandonando el compost conforme el alimento vaya desapareciendo a medida que los materiales se vayan transformando todos en un material estable en el que ya no se reconocen los materiales iniciales con los que hemos formado el montón. La temperatura irá descendiendo más aún y el pH tenderá a la neutralidad.
El proceso de compostaje podemos hacerlo de muy distintas formas, desde directamente en el suelo formando un montón a dentro de una compostadora u otro tipo de contenedor que permita la aireación, espacio y volteo necesario. Incluso en zanjas practicadas en el suelo del jardín.
Es importante que la base de la pila esté en contacto directo con el suelo para favorecer que los insectos y microorganismos precisos en el proceso puedan acceder y penetrar en el montón.
Precisamente porque en mi caso la zona dónde he ubicado las dos composteras se trata de un espacio "ganado" artificialmente con aportaciones de tierra de mala calidad proveniente de otras zonas del jardín he pensado que quizás el suelo de estas composteras no tenga demasiados microorganismos de ahí que antes de nada haya mezclado con el agua de un cubo un par de paladas de estiércol.  No recuerdo dónde he leído que era conveniente echar algo de tierra del jardín o de estiércol disuelto en agua como "activador" de compost.

Esta mezcla la he echado al suelo de la base de las composteras antes de comenzar a formar la pila.
Para comenzar la pila se debe formar en la parte inferior una primera capa de materiales leñosos para que sea más fácil la entrada de aire y se evite que el montón se compacte. En este caso he usado los restos de la poda de algunas arizónicas que previamente he triturado.

Los materiales de los que debe componerse el montón tienen que ser lo más variados posibles para obtener un compost de calidad. Así deberá estar compuesto por materiales secos y verdes (húmedos, frescos) tratando de que estos últimos fueran el doble en cantidad en relación a los secos. Pero en todo caso siempre restos orgánicos
La pila deberá estar compuesta por capas de materiales que aporten carbono y materiales que aporten nitrógeno.
Así podemos hacer una esquemática división de los materiales según su aportación:

  • Los materiales que aportan gran cantidad de carbono: Serrín, paja, papel, cartón, ramas de podas del otoño, agujas de pino secas, paja 
  • Materiales con un aporte equilibrado de carbono/nitrógeno: agujas de pino frescas, hojas de árboles y frutales, ramas finas de podas de primavera, estiércol de caballo...
  • Materiales que aportan una mayor proporción de nitrógeno: restos orgánicos frescos de la cocina, posos del café, purín de ortigas, estiércol de aves, ortigas frescas,
Es decir, que podemos incorporar al montón toda una serie de materiales orgánicos que fácilmente tendremos en casa o se generarán en nuestro jardín: cartón, servilletas de papel, uñas, pelo, restos de cocina (que no contengan salsas, grasas, pescado o carnes), ceniza de la chimenea (no en demasiada cantidad), restos del segado del césped, malas hierbas que no estén en flor, hojas procedentes de la caída del otoño, posos del café, bolsitas de té (sin grapa)
Valen las malas hierbas que no tengan las semillas formadas o estén en flor, y por supuesto es magnífico añadir ortigas frescas si tenemos la suerte de que brotan en nuestro jardín.
Algunos restos que pueden añadirse sin que sean en grandes cantidades: cítricos, pan, cartón troceado, restos de pelusa de la secadora, parte de cartón de las hueveras y cilindros de los rollos de papel de cocina e higiénico

Como materiales que no deberíamos incorporar al montón figuran: carne, pescado, aceites, grasas, papeles satinados o con tintas de color, plástico, metal, vidrio, colillas de cigarrillos, excrementos de mascotas..

El montón debe tener un volumen mínimo para que comience el proceso. De ahí que he tratado de llenar la primer compostadora y dejaré la otra para ir poniendo en ella los restos que vaya generando el jardín y la cocina. 
Es importante favorecer que no haya pérdidas de temperatura por lo que es aconsejable que el montón esté cubierto o tapado sea con un plástico, sea con la propia tapa de la compostadora.
Periódicamente debe moverse la pila ya que cuanto más heterogénea sea la mezcla, mejor resultará el proceso del compostaje. Una horca nos ayudará enormemente para realizar esta mezcla de los materiales de vez en cuando tratando de poner los que están en el medio de montón hacia los laterales de la compostadora y viceversa, los que están en el exterior pasarlos a centro.
Tendremos que cribarlo para separar de él restos de más tamaño que todavía no estén compostados y que los incorporaremos de nuevo a la pila.

Una vez terminado el proceso de compostaje, el material resultante será grumoso, de colos oscuro y con un agradable olor a tierra de bosque que enriquecerá el suelo de nuestro jardín cuando lo incorporemos a él, a nuestro huerto o  a nuestros contenedores. 

 Y esta es la forma en la que he formado mi pila...

Sobre la base de suelo mojada con el estiércol mezclado con agua he comenzado a formar capas alternando materiales secos con húmedos. Empezando por una buena capa de poda triturada.
y siguiendo con materiales húmedos, alternando capas de restos de cocina o malas hierbas por ejemplo, con restos de podas triturados u hojas. 
Entre ellas he ido "espolvoreando" algo de ceniza (no mucha), posos del café, y algunas paladas de estiércol . He ido regando un poco entre capa y capa para que los materiales estuvieran un poco húmedo.

Las compostadoras son bastante grandes (120 x 100 cm) así que se precisa bastante material para llenarlas. Me he quedado sin materiales fatándome un tercio aún por llenar. Mañana tendré que cortar más arizónicas, recoger más hojas y malas hierbas, etc...hasta llenarla completa. 
Hoy ya se me ha hecho tarde pero mañana, cuando tenga terminado el montón, lo regaré todo el compost con una generosa cantidad de purín de ortigas que tenía hecho desde hace unos días y lo taparé con algún plástico o algo que se me ocurra para preservarlo del agua de la lluvia que pudiera caerle encima así como para que no haya pérdidas de temperatura una vez comiencen a ascender ésta.
Ya veremos lo que sale...ajajjaj Iré contándolo!!!

Charles Austin (Ausfather), un rosal con insomnio

Ya con el sol puesto ayer no pude resistirme a tomar una fotografía de Charles Austin. Ahí estaba, a estas alturas del invierno con tres capullos y un par de rosas abriéndose rodeado de otra insomne, Salvia Greggii!!!

No puede decirse que tengan la belleza impactante de la primavera, ni en tamaño ni en tonos pero, teniendo en cuenta lo que las rodea que es un jardín durmiente ya...se agradece tener en él estos rosales con insomnio que parece que no entrarán nunca en latencia!!
Lo planté esta la temporada pasada y tengo bastantes esperanza en este trepador de Austin introducido en 1973 y registrado bajo el nombre de Ausfather. Sano, fuerte, con hojas mates de un verde medio y rosas en forma de copa, muy llenas, con más de 70 pétalos en tonos amarillos y albaricoques pálidos es un rosal que se me antoja especial, con un aroma intenso y profundo y muy variable en sus tonos según la rosa madura. 
Una rosa de tonos discretos y delicados que según va abriéndose palidece rápidamente llegando a un amarillo apenas perceptible. Me gustan sus rosas en verano con tanto tono!!
Comenzó a florecer algo tarde, bien entrada la primavera pero a oleadas he visto sus rosas abrirse y supongo que con estas despide el año. Conmigo ha cumplido con creces, ahora me toca a mí corresponderle como se merece con los cuidados invernales que necesita para que la primavera próxima vuelva a premiarme con sus hermosas rosas de tan exquisita fragancia. Un rosal muy a tener en cuenta aunque tengo la impresión de que no es frecuente encontrarlo en los catálogos de las páginas web ni en los viveros, a menos los que yo he visitado.

Nuestras compostadoras de palets (II) Nivelación del terreno y montaje

Hoy hemos avanzado bastante en la fabricación de nuestras compostadoras. Una vez construidos lo que serán dos laterales, los dos fondos y la división entre ambas teníamos que afrontar hoy un problema que sin ser grave ha resultado bastante trabajoso pero sobretodo, se ha llevado tiempo!! La nivelación del terreno sobre el que asentarán las compostadoras.
De otra parte, anoche se nos ocurrió que quedaría mucho mejor si no iban directamente al suelo si no que tuvieran una especie de "cimentación" y como teníamos unas piezas de hormigón de las que se utilizan en la construcción de las aceras hemos decidido utilizarlos de manera que sirvieran de base. De esta forma la madera de las compostadoras no tocará directamente el suelo y de la otra, al tener mucho peso estas piezas de hormigón será difícil que se mueva la zona sobre la que se asienta al abrir y cerrar los laterales cuando tenga que moverse el compost.
Como veis hemos comenzado por el lado de la derecha (mirando las compostadoras de frente) porque es el punto más alto y de ahí, nivel en mano hemos ido colocando los bloques comprobando a cada instante que quedaran totalmente nivelados tanto en un sentido como en otro (de derecha a izquierda y de delante hacia atrás). 
Levantando la pieza un poco con el azadón íbamos metiendo tierra bajo el bordillo cuando era necesario y a golpe de maza hundiéndolo cuando era preciso.

Lógicamente en la parte izquierda hemos tenido que ahondar menos y, al tender la inclinación del terreno hacia ese lado, los bloques sobre los que irá el lateral izquierdo quedan menos hundidos en el suelo.
Una vez construida la "cimentación" de las composteras ha llegado el momento de empezar a montarlas.

Con un ángulos bastante grandes y fuertes hemos anclado los palets que sirven de fondos con el que constituye la separación de ambas composteras. Para que quedara más fuerte hemos metido un buen taco de madera por detrás del palet del fondo, para poder utilizar unos tornillos bastante grandes en los ángulos.
Después hemos unido el lateral de la compostadora de la izquierda al fondo con unas bisagras que no son todo lo grandes que hubiéramos querido pero no hemos encontrado otras en la ferretería del pueblo...en fin, si llega el caso ya las cambiaremos :)
El lateral abría perfectamente. Será cómodo sacar el compost!!Hemos comprobado con alegría que no nos habíamos equivocado en la ubicación de las piezas de hormigón. En efecto, el ancho en la zona próxima al fondo era exactamente igual que el frontal, así que ya podíamos separar de otros palets sin desmontar las tablillas que servirán para cerrar el frontal.

En este punto, quizás ahora no lo hubiéramos hecho así. El trabajo que supone despiezar estas tablillas, arrancarles los clavos, cortarlas, etc...creemos que no merece la pena. De haberlo sabido hubiéramos comprado un trozo de tablero en cualquier establecimiento de estos que te cortan la madera sin coste alguno y por poco dinero nos hubiéramos ahorrado bastante trabajo. Pero en fin, ya está hecho!!! De los errores también se aprende. Verdad? :)
Ahora solo quedan los detalles: decidir qué tipo de tapa pondremos; anclar el latera de alguna forma para que no se desplace y no se abra; quizás poner alguna tablilla rematando ese frontal del medio que queda tan feo... ya veremos!!
Todavía queda algo de trabajo para terminarlas. Os lo explicaremos en la siguiente entrada. Estoy deseando poder utilizarlas!! jajajaj De hecho ya tengo material preparado para empezar a hacer mi primer montón de compost. Estoy entusiasmada con la idea!!!

Acnistus australis (Iochroma australe) un arbusto de campanitas azules

Un arbusto poco conocido, el Acnistus australis o también llamado Iochroma australe. El originaria de América Central y pertenece a la familia de las solanáceas como la Datura o Brugmansia. De hecho también la llaman Datura azul aunque no se trata en absoluto de una variedad de Datura.
Una preciosidad que me ha demostrado cuánto pueden variar las plantas cuando logran tener las condiciones de cultivo que necesitan. Con este arbusto he pasado de la decepción inicialmente al entusiasmo en este momento.
Cuando en el verano de 2012 los compré, me dijeron que no eran resistentes en absoluto pero ya sabéis que yo soy bastante empecinada y sé que esto de las resistencias de las plantas es bastante relativo así que me gusta probar suerte porque tengo comprobado que según el lugar concreto de plantación la resistencia puede aumentar bastante.
Compré dos por eso, para tener uno de repuesto por si perdía el que plantara en tierra. Traté de buscar un lugar resguardado de heladas, pero no logré encontrar una ubicación adecuado en aquel jardín tan diminuto y pasaron su primer invierno en contenedor, finalmente al llegar la primavera siguiente puse uno de ellos en tierra,  muy pegado a un rosal Charles de Gaulle a los pies de una Budleia.  El pobre no tenía sitio para sus raíces y la budleia crecía tanto que no permitía que le llegara luz ninguna y seguramente tampoco alimento además de no tener la ventilación suficiente era una zona demasiado caliente para las preferencias de este arbusto (arbolito?) Y a pesar de estar en tierra así estaba de raquítico en mayo de 2013 cuando lo planté, hizo poco más durante todo el año.
El otro, el de "repuesto", lo dejé provisionalmente plantado en un contenedor bastante amplio dentro de una amplia jardinera en una terraza dónde recibía el sol de la tarde durante algunas horas. Tampoco tenía la ventilación necesaria y creo que la zona se recalentaba en exceso. Calor y falta de ventilación!! Tenía todos los números de la rifa para estar infestado de plagas. Y así fue, se llenaba de mosca blanca que no había forma de eliminar con ningún tratamiento. Sus hojas lucían bastante amarillentas y brotaba con una vegetación como blanda y demasiado tierna por falta de luz.

La verdad, pasaron el tiempo que estuvieron en el otro jardín sin pena ni gloria. Es más, me pareció un arbusto bastante "latoso". Había que regarlos constantemente si no quería ver languidecer sus hojas; se llenaron de mosca blanca; la floración no fue digna de mención y tenía algo bastante desagradable: sus hojas eran ...no sé explicarlo bien, como pegajosas y demasiado ·"blandas". Casi no te podías arrimar a él, se prendía en la ropa estropeándose la vegetación. En fin, que me decepcionó un poco si lo comparaba con imágenes que de él había visto en Internet. 
Me los traje a final del invierno pasado y así estaba uno de ellos en mayo de 2014 cuando volvió a rebrotar después de haber perdido completamente sus hojas. Como se ve bastante perjudicado.
Está claro que han logrado su lugar. Espacio, buen sustrato, iluminación adecuada, el riego que precisas...fue tocar el suelo y empezar a ponerse esplendorosos!! Aquel tacto pegajoso casi no se percibía en sus hojas; las moscas blancas no hicieron su aparición; las flores duraban bastantes días atrayendo a muchísimos insectos pero además de lo increíble de su crecimiento me sorprendió los meses y meses que ha estado en flor si no de manera ininterrumpida si a rachas.
Desde principios de mayo hasta bien entrado noviembre sus preciosas campanitas azules han ido apareciendo entre unas bonitas hojas que ahora no son pegajosas si no aterciopeladas. Bien es cierto que no en la cantidad que he leído en alguna parte que puede hacerlo.   Quizás es cosas de que llegue a madurar y convertirse en un pequeño arbolito. Eso si aguanta las heladas. De momento ha aguantado bastantes ya este invierno y si bien ha perdido casi todas sus hojas no parece que esté dañado. En fin, veremos que tal termina este invierno...
No es un arbusto fácil de encontrar en viveros, yo lo tuve que pedir a través de una página web. Pedí dos y ambos están en el jardín trasero. Imagino que si no lo pierdo por efecto del frío quedarán preciosos cuando tengan cierta envergadura. Debo añadir que están en la fachada norte de la casa. A uno de ellos prácticamente no le da sol alguno y el otro recibe en verano algún rayo de sol por la tarde. No aprecio diferencias entre ambos en su crecimiento ni en su floración. Tampoco tengo que regar más el que tiene algo de insolación quizás porque al estar en un suelo con bastante materia orgánica retiene humedad.
De momento voy a dejarla sin podar y será cuando ya no haya heladas tan fuertes cuando me decida a practicarle una poda de formación. Cortar ahora sus tallos creo que las pondría más en riesgo.
Por cierto, creo que existe una variedad de Acnistus que tiene las flores de color blanco.

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