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Acnistus australis (Iochroma australe) un arbusto de campanitas azules

Un arbusto poco conocido, el Acnistus australis o también llamado Iochroma australe. El originaria de América Central y pertenece a la familia de las solanáceas como la Datura o Brugmansia. De hecho también la llaman Datura azul aunque no se trata en absoluto de una variedad de Datura.
Una preciosidad que me ha demostrado cuánto pueden variar las plantas cuando logran tener las condiciones de cultivo que necesitan. Con este arbusto he pasado de la decepción inicialmente al entusiasmo en este momento.
Cuando en el verano de 2012 los compré, me dijeron que no eran resistentes en absoluto pero ya sabéis que yo soy bastante empecinada y sé que esto de las resistencias de las plantas es bastante relativo así que me gusta probar suerte porque tengo comprobado que según el lugar concreto de plantación la resistencia puede aumentar bastante.
Compré dos por eso, para tener uno de repuesto por si perdía el que plantara en tierra. Traté de buscar un lugar resguardado de heladas, pero no logré encontrar una ubicación adecuado en aquel jardín tan diminuto y pasaron su primer invierno en contenedor, finalmente al llegar la primavera siguiente puse uno de ellos en tierra,  muy pegado a un rosal Charles de Gaulle a los pies de una Budleia.  El pobre no tenía sitio para sus raíces y la budleia crecía tanto que no permitía que le llegara luz ninguna y seguramente tampoco alimento además de no tener la ventilación suficiente era una zona demasiado caliente para las preferencias de este arbusto (arbolito?) Y a pesar de estar en tierra así estaba de raquítico en mayo de 2013 cuando lo planté, hizo poco más durante todo el año.
El otro, el de "repuesto", lo dejé provisionalmente plantado en un contenedor bastante amplio dentro de una amplia jardinera en una terraza dónde recibía el sol de la tarde durante algunas horas. Tampoco tenía la ventilación necesaria y creo que la zona se recalentaba en exceso. Calor y falta de ventilación!! Tenía todos los números de la rifa para estar infestado de plagas. Y así fue, se llenaba de mosca blanca que no había forma de eliminar con ningún tratamiento. Sus hojas lucían bastante amarillentas y brotaba con una vegetación como blanda y demasiado tierna por falta de luz.

La verdad, pasaron el tiempo que estuvieron en el otro jardín sin pena ni gloria. Es más, me pareció un arbusto bastante "latoso". Había que regarlos constantemente si no quería ver languidecer sus hojas; se llenaron de mosca blanca; la floración no fue digna de mención y tenía algo bastante desagradable: sus hojas eran ...no sé explicarlo bien, como pegajosas y demasiado ·"blandas". Casi no te podías arrimar a él, se prendía en la ropa estropeándose la vegetación. En fin, que me decepcionó un poco si lo comparaba con imágenes que de él había visto en Internet. 
Me los traje a final del invierno pasado y así estaba uno de ellos en mayo de 2014 cuando volvió a rebrotar después de haber perdido completamente sus hojas. Como se ve bastante perjudicado.
Está claro que han logrado su lugar. Espacio, buen sustrato, iluminación adecuada, el riego que precisas...fue tocar el suelo y empezar a ponerse esplendorosos!! Aquel tacto pegajoso casi no se percibía en sus hojas; las moscas blancas no hicieron su aparición; las flores duraban bastantes días atrayendo a muchísimos insectos pero además de lo increíble de su crecimiento me sorprendió los meses y meses que ha estado en flor si no de manera ininterrumpida si a rachas.
Desde principios de mayo hasta bien entrado noviembre sus preciosas campanitas azules han ido apareciendo entre unas bonitas hojas que ahora no son pegajosas si no aterciopeladas. Bien es cierto que no en la cantidad que he leído en alguna parte que puede hacerlo.   Quizás es cosas de que llegue a madurar y convertirse en un pequeño arbolito. Eso si aguanta las heladas. De momento ha aguantado bastantes ya este invierno y si bien ha perdido casi todas sus hojas no parece que esté dañado. En fin, veremos que tal termina este invierno...
No es un arbusto fácil de encontrar en viveros, yo lo tuve que pedir a través de una página web. Pedí dos y ambos están en el jardín trasero. Imagino que si no lo pierdo por efecto del frío quedarán preciosos cuando tengan cierta envergadura. Debo añadir que están en la fachada norte de la casa. A uno de ellos prácticamente no le da sol alguno y el otro recibe en verano algún rayo de sol por la tarde. No aprecio diferencias entre ambos en su crecimiento ni en su floración. Tampoco tengo que regar más el que tiene algo de insolación quizás porque al estar en un suelo con bastante materia orgánica retiene humedad.
De momento voy a dejarla sin podar y será cuando ya no haya heladas tan fuertes cuando me decida a practicarle una poda de formación. Cortar ahora sus tallos creo que las pondría más en riesgo.
Por cierto, creo que existe una variedad de Acnistus que tiene las flores de color blanco.

Plantando una fuchsia resistente Magellanica

Desde hace un par o tres de años me entraron unas ganas terribles de tener alguna fuchsia en el jardín. La verdad es que el que yo tenía disfrutaba de demasiado sol durante todo el día y no había forma de encontrar un lugar adecuado para cultivar una fuchsia. Después de darle muchas vueltas encontré un lugar que al menos no recibía el sol del mediodía, a la sombra de un rosal Golden Celebration. No eran las condiciones idóneas pero al menos llegó a crecer bastante e incluso a florecer durante bastante tiempo. Cuando llegaron los fríos la parte aérea de la planta se chamuscó y temí que muriera. No corté sus ramas secas, sencillamente he dejado que transcurra el invierno así, con las ramas secas porque pensé que estas ramas algo le protegerían.
Esa era toda mi aspiración, conservarla con vida para cuando llegara el momento de trasplantarla a El Jardin de la Alegría poder contar con una fuchsia aclimatada al frío de Madrid y cultivada en el exterior un año al menos. Esto es importante, que la planta esté aclimatada a las condiciones dónde se va a cultivar. Como ambos jardines tienen unas temperaturas muy parecidas no habrá problema en ese sentido. La fuchsia lleva más de un año plantada en el otro jardín como digo y ya ha pasado un invierno. Si acaso, la nueva ubicación al estar en una zona dónde los árboles dejan pasar poco sol estará en unas condiciones bastante más favorables que la temporada pasada.
De manera que cuando estos días he escarbado la tierra para dejar al aire las ramas tapadas por la tierra y he visto que en alguna de sus yemas asomaban unas hojitas diminutísimas me ha dado una gran alegría. Está viva!!!
En su día la planté bien hundida para que la propia tierra la protegiera de las heladas del invierno y la verdad es que ha resultado. Evidentemente es una fuchsia resistente, no hubiera ocurrido igual con una que no resista heladas pero  la Fuchsia Magellanica (variedad Riccartonnii) es bastante fuerte y ha habido suerte.
El jueves, antes de desplantarla regué en profundidad la zona para que fuera más fácil la cosa y corté todas sus ramas a unos 15 cm  y luego la desplanté con la mayor cantidad de cepellón que pude. Usé una pala de borde recto "recortando" con ella todo alrededor de las raíces. Ahondé bastante porque como la había plantado bastante abajo las raíces también estaban a bastante profundidad. No me costó demasiado trabajo sacarla, ya que el suelo de mi jardín no está nada apelmazado y la tierra es fácil de trabajar. Envolví bien con plástico el cepellón para evitar que se deshidratara y la he tenido así hasta hoy que he podido plantarla en su lugar definitivo. Así que esta mañana he preparado todo el material que necesitaba y me he puesto a la labor.
Con todo lo que precisaba cerca (tierra vegetal de buena calidad, estiércol bien maduro, activador de raíces, podadora, guantes y pala ) me he dispuesto a hacer un buen hoyo, de bastante profundidad y anchura. Tenía que tener una buena dimensión ya que debía plantarla de tal manera que la parte superior del sustrato de la planta estuviera a unos 15/20 cm del nivel del suelo. Plantar la fuchsia así, hundida, garantiza bastante la supervivencia de la planta ya que la tierra que hay sobre ella la protege de las heladas del invierno.
En el fondo del hoyo he puesto un "lecho" de buena tierra vegetal enriquecida y un puñado de activador de raíces que he removido con ella para que se mezclaran un poco.
Antes de plantarla definitivamente he colocado la planta dentro del hoyo para comprobar  que quedaba a la altura adecuada. Como se puede ver el palo que he situado horizontalmente sobre el nivel del suelo a ambos lados del hoyo queda unos 15 cm por encima del cepellón de la fuchsia. La he sacado del lugar para espolvorear todo el cepellón con un par de puñados de activador de raíces que facilitará que la planta arraigue y la he vuelto a colocar en su lugar.
A continuación no he tenido más que ir rellenando el hueco alrededor de las raíces con tierra vegetal y algo de estiércol bien maduro que he ido apretando con las manos para eliminar bolsas de aire y que quedaran bien compactado (sin excederme, claro)
He seguido llenando el hueco con la misma mezcla hasta llegar a cubrirlo completamente
Y por último, un buen riego en profundidad. Ahora me aseguraré de no descuidar la hidratación de mi fuchsia y esperaré paciente a que este verano me premie con sus graciosas florecillas y lo grácil de su porte.
Aquí está algo "desvalida" tras una hosta que también está recién llegada al nuevo jardín. Creo que serán la una para la otra buenas compañeras jejeje Me gusta el color de esa tierra!!1 negra, negra... y estaba perfecta al trabajarla, la habíamos cavado tan en profundidas, estaba tan libre de raíces y piedras que ha sido un gusto hacer el agujero, casi que lo podía hacer con las manos, sin ayuda de pala..un gustazo del que he disfrutado a sabiendas de que cuando pasen unos años y las plantas nuevas comiencen a echar raíces a su alrededor ya la cosa se dificultará bastante más y la tierra no estará como hoy...como un bizcocho tierno!!! :) y con ese olor tan exquisito a tierra fresca y limpia!!!

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