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Qué trabajosísimas son, pero...cómo no amarlas!!

Te matas trabajando. Trabajas con ellas en primavera, verano, otoño e invierno y más no porque no hay más estaciones!!

Llega febrero y te pasas el día mirando a ver cuándo esas yemas que llevan ahí sin decir ni pió durante el invierno, les da la gana de empezar a enrojecer y dar algún signo de que la danza va a empezar. Y por fin, allá por finales de febrero o comienzos de marzo empiezan a abandonar su silencio y comienza el trajín. Bueno, si es que el trajín cesa en algún momento del año!! Como locos, tijeras en mano comenzamos la poda. Actividad de alto riesgo? Escalada en hielo, puenting? Quia!! Actividad de alto riesgo es podar un rambler adulto. Eso es riego y lo demás un cuento!! A ver quién es el guapo que sale de entre esa maraña de ramas asesinas sin convertirse en un verdadero Ecce Homo! jejeje Te levantas del suelo cuando por fin terminas y tienes las rodilleras en las espinillas. Las camisetas como un harapo, rasgadas como si te hubieras batido en duelo con un gato!! Los brazos y manos llenos de zarpazos, los pelos de loca después de habértelos prendido mil veces en las espinas y agotada hasta la extenuación después de pasarte media mañana luchando contra el monstruo tratando de evitar que los latigazos de las ramas que se sueltan  te dan en la cara y te salten un ojo.

Y ahí no termina la cosa. Es que luego te tienes que dedicar a desfoliarlo. Y a barrer debajo de las ramas para que no quede una sola hoja llena de larvas que dentro de nada se convierta en una amenaza. Agotador!!
Elaboración de abonos, de purines, de tés que después de macerar tres días huelen que apestan... acolchados, estiércol.  Vamos, mil guarradas!! Que ya no sabes qué pretexto poner a las visitas cuando te preguntan por el aroma...
Tienes los rosales que parecen presos. Los que no tienes que atar a la celosía porque echan ramas de tres metros, los tienes que enlazar a tutores porque si no, se desparraman por el suelo con el peso de las rosas. Porque tú, caballo grande, ande o no ande. Si es que se te van los ojos a las rosas repolludas que luego pesan un quintal...Ainsss

Tienes que tener alma de guerrero. Sí, de guerrero porque la lucha es crónica en un jardín con rosas y son tantos los enemigos a batir!! Luchas contra los pulgones que tienen una persistencia digna de encomio y juegan al camuflaje mejor que nadie. Luchas contra cochinillas (Contra las algodonosas y contra las acanaladas) Que no sé yo cuales son peor. Sin temor alguno al qué dirán del vecindario,  cuelgas cachos de envases de plástico amarillos aceitados contra la mosca blanca y ya puestos y para aprovechar la botella de detergente del super que la tienes vacía, también los pones azules contra los trips. Que algún vecino debe decir si eres de Ucrania o de Suecia y te has enfadado con tu país haciendo trizas la bandera. 

La lucha no tiene fin. Escarabajos que no tienen otra cosa mejor que hacer que zamparse los pétalos de tus rosas recién abiertas o a punto de hacerlo. Y tú, ahí, con la paciencia del Santo Job, bote en mano y recogiendo uno a uno a los malditos! Porque tú eres muy ecológica y no te da la gana de echar potingues que luego encima te maten a los pocos aliados que tienes y para más inri te quedes sin manzanas porque no hay polinizadores. Ni hablar! Tú con el purín y el jabón dale que te pego. Y ya desarrollada tu paciencia la ejercitas depositando una gota de pegamento en cada tallo que cortas en tu lucha contra abejas que se empeñan en agujerear los tallos de tus rosas y poner los huevos dentro. Como si no hubiera mil sitios mucho más fáciles para ponerlos! Pues no, se empeñan en meterse en tus tallos y zamparse la médula!
Eso por arriba, pero por debajo los peligros no terminan. Larvas devoradoras de raíces cuya maldad no tiene límites y que cuando sean mayores quieren ser escarabajos de los destrozones. Y terminan siéndolo. Claro!  Agallas que crecen en las raíces de tus preciosos rosales... en fin, las amenazas vienen de todos lados!! Y tu actividad asesina no tiene nada que envidiar a ningún juego de videoconsola. Tienes artillería contra todo! Menuda eres tú buscando información en los Interneses...

Y tú, ahí, con tesón, tratando de evitarlas porque para eso eres una estupenda jardinera y tienes grabado a sangre y fuego lo de la prevención pero resulta que más tesón que tú, tiene ellos, el enemigo!! Y tú, hala!! A recorrer el jardín en busca de ortigas que encima terminan picándote. Y cuando no haces purines, mezclas mil potingues. Todo sea por la salud de tus reinas. Y venga, a comprar más jabón potásico al Mercadona!! Que la dependienta debe compadecerse de ti pensando que tienes 25 churumbeles y que pones lavadoras de forma casi compulsiva.
Muchas veces terminas casi tirando la toalla después de tanto trajín y tanto bicho, y tanto acolchado y tanta pulverización. Que ya tienes el brazo izquierdo de competición de tanto darle a la mochila!! Pero es que eres facilona y mañana sales de nuevo al jardín y ves 127 capullos de rosa. Porque son 127 y no 126. Eh! Que para eso los cuentas uno a uno! Y nada, ya te tienen sorbido el seso de nuevo. Hala! A pasarte el día mirando el rosal cada media hora a ver si alguno de ellos asoma un pétalo...

Y claro, se abren uno a uno y tú entras en éxtasis!! Se te olvidan las abejas, y las cochinillas, y los hongos y la madre que los trajo a todos juntos. Tú solo miras aquellas preciosidades que se van abriendo ante tus ojos y que exhalan un perfume que te embriaga. Y los ojos te hacen chiribitas recogiendo sus curvas y te quedas boquiabierta con tanta hermosura.
La felicidad nunca es plena. A la par que comienzan a abrir empiezan a subir las temperaturas y tú a sufrir de nuevo cuando ves que el sol las languidece y que no duran un suspiro. Te pasas el verano arrastrando mangueras de veinticinco metros jardín arriba y abajo tratando de que no pasen sed. Pero es que beben como si no hubiera un mañana y tu suelo filtra el agua mejor que la arena de la playa! 
Y bueno si fueron 127 en un arbustivo la cosa tiene pase, pero cuando son 280 en un trepador te acuerdas de la madre de los escaramujos cuando te tienes que subir a una escalera a cortarlos y hubieras preferido no contarlos porque vuelves al recuento esta vez tijera en mano y sabes que te quedan 98 en las ramas más altas...

Te conviertes en un Sherlock Holmes del jardín y no dejas de escudriñarlos. Por arriba. Por abajo. Miras el suelo, los tallos, las hojas. La inspección es exhaustiva. Menuda eres para que se te escape un bicho!! No hay manera de que solo mires las rosas. Te pasas la vida mirándoles el envés de las hojas en busca de pulgones, de cochinillas o de cualquier otro indeseable...Y en tus paseos terminas con las manos teñidas de rosa siempre porque mientras andas por el jardín vas estirando las manos a un lado y otro del camino arrancando rosas medio secas que ya no sabes dónde meter cuando vas por al mitad del jardín y no te caben más en las manos. Y en agosto dices, se acabó, estoy hasta el gorro!! 
Ay!! Pero cuando ves unas de esta guisa en pleno diciembre...las muy ladinas ya te tienen ganada el alma hasta la primavera!! Pero es que...cómo no amarlas!!
Por cierto, me voy a preparar una mochila para hacer la segunda aplicación de aceite de invierno...  ;)

Cerrando una etapa y abriendo otra.

Bajo del tren y me encamino al autobús y mi único pensamiento mientras descendemos por el puerto es qué sentiré cuando vuelva en un rato a entrar en mi jardín. Es un pensamiento recurrente y no logro encontrar una respuesta que me resulte válida. Debería sentir una inmensa alegría. Debería sentirme diferente, debería sentirlo distinto. Debería sentir, ahora sí, que es mío. Una y otra vez la misma pregunta. Qué sentiré? Cómo me sentiré? Cómo lo sentiré?

Un plano general para ver la distribución de los arbustos que otoñan

Elegir la ubicación de las plantaciones no siempre es fácil!! Hay que tener en cuenta tantas cosas... El suelo debe ser el adecuado. Se hace necesario tener presente las sombras que sobre ellos verterán los árboles y arbustos cercanos y a su vez las que el propio ejemplar proyectará sobre las plantas cercanas. La insolación será preciso que la reciba en las horas del día adecuadas. Las raíces de ejemplares cercanos grandes no deben afectarle. El ejemplar debe contrastar en color, forma y follaje con los que tiene cercanos. Los tonos de su floración si la tiene debe estar equilibrada en el entorno o ceñirse a una gama precisa previamente elegida. Deberá tener espacio suficiente (tanto a lo alto como a lo ancho) para llegar a caber en su ubicación cuando adquiera su tamaño adulto. La zona cercana tiene que estar compensada entre plantaciones caducifolias y perennifolias.
Pero además tendremos que tener en cuenta su transformación estacional. El aspecto que un Amelanchier Lamarckii, de muchos rosales rugosas, de un Euonymus europeaus o de Rhus typhina nada tienen que ver en primavera con el que adquieren en otoño o invierno.




La transformación otoñal es tan radical que algunas plantaciones se convierten en verdaderos puntos focales en el jardín y algunas que en primavera pudieran parecer anodinas destacan como estrellas en su lugar de plantación cuando sus hojas se tiñen de bellísimos colores en la estación otoñal.
Es tanto lo que destacan las plantaciones que adquieren tonos otoñales en el jardín que he visto la necesidad de hacer un plano con sus ubicaciones.
Es cierto que en un jardín pequeño, en el que de un vistazo casi se tiene una visión de su totalidad, no sería preciso. Pero en un jardín grande la cosa cambia.
Muchos de los árboles y arbustos que otoñan los compramos en primavera en flor e incluso otros son plantados en nuestros jardines ya sin hojas.
Plantándolos en momentos del año en que el jardín tiene un aspecto muy distinto al del otoño, no siempre es fácil anticipar el "efecto" que producirán en la zona de plantación cuando llegue su momento de otoñar. A veces los plantamos en un momento del año en que las plantas que los rodean están exhibiendo una floración espectacular y no vemos la necesidad de destacar este rincón. Pero las floraciones terminan y algunas plantas que han destacado en primavera por sus preciosas flores pasan a convertirse en plantaciones que no destacan demasiado. Estas zonas entonces se quedan algo "huérfanas" de cara al final de la temporada.
En este momento es cuando un bonito follaje teñido de amarillo o naranja posibilita que esta zona vuelva a tener interés visual.
Pretendo que mi jardín tenga un aspecto "global" de otoño. No deseo que tenga zonas en las que parece que nada cambia. Quiero pasear por él y que haya suficientes plantaciones con tonos propios del otoño como para que el aspecto general o dicho de otro modo, para que la paleta cromática del jardín se torne amarilla, ocre, naranja, rojo, púrpuras...


Pero además hay que tener en cuenta siempre la verticalidad del jardín. Estamos acostumbrados a buscar los contrastes a alturas que van del medio metro al metro y medio o dos metros. Es decir, la altura de los arbustos que son los más abundantes en un jardín. Pero los contrastes están a alturas mucho más grandes también.
Si se busca un jardín con un aspecto muy otoñado, sería algo artificioso que las zonas otoñadas estén únicamente a la altura de los arbustos. Me explico. 
Mi jardín ya contaba antes de llegar yo con mucho arbolado perennifolio (Pinos, enebros, encinas) que no acusan casi la estacionalidad en su aspecto. De ahí que los árboles que he ido incorporando estos tres años sean todos caducifolios y cuando ha sido posible, que otoñan.


Así, cuando este arbolado vaya tomando altura, "llevará" los tonos rojizos o amarillos a la altura de esos árboles perennifolios que no cambian su follaje al llegar estos meses.
Estar muchas horas sentada y sin poder recorrer el jardín tiene algunas ventajas ajajjaja Tienes un tiempo increíble para repasar fotografías. A falta de pan, buenas son tortas!!
Desde que me resulta imposible andar pido a mis familiares que tomen fotografías de buena parte del jardín que no me resulta posible mirar directamente para tener una idea global de cómo está este año el jardín.
Estas fotografías me han hecho descubrir que hay zonas del jardín que en otoño se ven transformadas muy poco y alguna incluso nada en absoluto!!
Tengo claro que un jardín no es una colección de plantas si no un todo. Un conjunto. Por tanto debe tener un aspecto global, un hilo conductor. El otoño es tan bello que no quisiera limitar sus coloraciones a solo algunas zonas o que algunas estuvieran demasiado llenas de color mientras otras parezcan anodinas. Como digo, busco una idea de jardín otoñado en general. Un jardín en el que desde cualquier parte en que estés puedas pasear la mirada y se vea el amarillo y el ocre vertido en cantidad suficiente para tener un aspecto claramente de otoño.


Suelo trabajar los planos del jardín con Photoshop, ello me facilita muchísimo la vida. Tan sólo tengo que colorear en el tono preciso los círculos que representan las distintas plantaciones y ya tengo el plano de plantaciones que otoñan. Es fácil y proporciona una visión que no es fácil de tener simplemente paseando por los distintos rincones.

Los planos son herramientas muy útiles cuando queremos tener visiones generales del jardín a cualquier nivel. Es como ver todo el jardín a la vez cosa imposible en un jardín tan grande como el mío. Y en el aspecto que hoy me interesaba también ha resultado de lo más útil al evidenciar algunas carencias de diseño.
Hay dos zonas en mi jardín que de momento no quiero "trabajar" más. Una es la que hay frente a la fachada oeste de la casa. Tengo en mente la creación de un patio sombreado y fresquito. Tampoco quiero hacer grandes plantaciones en la zona delante de la casa. Ahí, con el tiempo, quizás haga un estanque.
Ambos proyectos son de gran envergadura y hay que pensarlos muy bien como hacerlos y cuándo. De ahí que no me planteo demasiado en detalle ninguna de las dos.
Está claro que la zona que rodea la rampa precisa de plantaciones que se transformen en otoño. Lirios (Iris germanica), lavandulas, romeros, Elaeagnus x ebbingei... no son plantas con un aspecto impresionante en otoño. Habrá que introducir alguna plantación que vuelva a dar interés a esta zona en este momento el año.
Igual pasa a la zona que bordea la terraza posterior de la casa. Es una parte del jardín llena de arbolado perennifolio y con bastante sombra. Sería preciso buscar algún arbusto que aporte algo más de color en este momento de la temporada.
Además está el seto sur en la zona próxima al portón que da acceso al huerto en el que los tonos que adquieren los arbustos que coloran ahora, son los tres en la gama de rojos. Creo que hacer alguna plantación en la gama de amarillos y naranjas aportaría diversidad e interés a esta zona del jardín.
Es cierto que tenemos una tendencia a vernos atraídos por arbustos que viran hacia el rojo en otoño. Son tan llamativos!!


A mí también me encantan pero lo cierto es que en mi sentido de la estética preciso de amarillos y naranjas y púrpuras.




 

No imagino la mayoría de las plantaciones tendiendo al rojo. Sería demasiado estridente!! (Para mi gusto, claro) Prefiero usar los rojos para constituir puntos focales con ellos. Y está claro que nada como un árbol, una trepadora o un gran arbusto encendidas sus hojas para llevar nuestra mirada hasta ellos!! Pero para que destaque, creo, no puede estar entre un montón de arbustos que también tienden al rojo.
Me parecen tan maravillosos los tonos anaranjados que adquieren las Callicarpa bodinieri giraldii 'Profusion' o la gama de bronces de Physocarpus opulifolius 'Diabolo'!! Y del oro que se vierte sobre Cydonia oblonga o sobre unos maduros y grandes Ulmus laevis? Qué me decís?



Los tonos del otoño tienen tantos matices.. y yo dudo con cual quedarme. Todos los veo hermosos. Quizás por eso aún gustándome los rojos encendidos también me quedo prendada contemplando cobres como los de Rosa 'Laguna'. Qué coloración tan especial tiene este rosal!!

Al igual que tenemos planos de riegos, de plantaciones en general, de las floraciones primaverales para distribuir del modo conveniente éstas; tener un plano de las plantaciones que otoñan puede sernos de gran ayuda para evaluar en conjunto el jardín
Más tarde, cuando estos tonos desaparezcan y torne de nuevo a fluir la savia por los tallos, de nuevo el jardín tendrá otro aspecto. Muchos de estos arbustos ahora color oro, tendrán sus hojas simplemente verdes. Tener la información de sus ubicaciones, a mí me servirá de recordatorio a la hora de hacer las nuevas plantaciones. Será más fácil tener en cuenta a la hora de decidirlas, no solo la imagen que ofrecen en el momento de plantarlas si no la que tendrán cuando vuelva a venir el otoño y a la vez la que también adquirirán las plantas que haya alrededor.
Pensemos que el otoño tiene exactamente los mismos meses que la primavera. Que las floraciones son algo hermosísimo pero no más que unas hojas transformadas por el frío, que unas bellas cortezas exhibiendo su desnudez en invierno o que unos brillantes frutos colgando de unas ramas otoñadas. Lograr que el jardín tenga un aspecto emocionante también en esta estación pienso que es tan importante como que lo tenga al inicio de la estación.
Tengo la impresión de que los jardines se diseñan muchas veces para su disfrute primaveral. A mí, me pasa un poco al contrario. Creo que en el diseño de mi jardín están más presentes los frutos y los colores del otoño que las floraciones primaverales.
No es gran trabajo el que cuesta si previamente se tienen ya planos hechos con las plantaciones. Como decía antes, en mi caso he sustituído el círculo con la imagen de la planta en cuestión (Que es como habitualmente hago mis planos) por círculos de color plano en amarillo, naranja, rojo y púrpura. Unos minutos tan sólo!! :)

La belleza más allá de las rosas: Hojas de otoño, escaramujos...cobijo y alimento para la fauna!!

Muchos de nosotros estamos haciendo nuestros pedidos de rosales. Flor grande? Mucho aroma? Refloreciente? 
Esas son las preguntas que casi todos los jardineros se hacen y su respuestas son determinantes para elegir o no las variedades que formarán parte de su pedido.
Las mejores páginas web de ventas de rosales y las más conocidas casas especializadas lo saben bien! Quizás por eso no nos hablan con detalle de si otoñan o no? Quizás por eso no se molestan en aclarar que esa variedad se cuaja de hermosísimos escaramujos cuando llega el otoño y que sus hojas presentan colores y texturas maravillosas?
Os propongo en este artículo mirar los rosales más allá de las rosas y ser capaces de elegirlos no sólo por su floración si no por lo que son ellos mismos. Disfrutaréis de otoños preciosos y la fauna de vuestro jardín estará encantada con vuestra elección!!
Lo digo siempre. Un rosal es mucho más que una rosa!! Un rosal es un arbusto con entidad propia que participa en la arquitectura de un jardín. Algunos incluso de forma definitiva y determinante. Y si no, pensad en un gran pérgola o un cenador cubierto por grandes rosales liana o un rambler cubriendo el tejado de un cobertizo...

Aun recuerdo cuando hace varias décadas elegía los rosales exclusivamente por sus rosas. Pero su cultivo, su observación, su conocimiento inexorablemente nos lleva a la conciencia de que su valor ornamental en el jardín va mucho más allá de lo que representan sus preciosas rosas.


He aprendido a "mirar" de otra forma, con más atención, estos preciosos arbustos. Quizás por eso estoy más y más enamorada de ellos cada día. Algunas variedades tiñen sus hojas con tonos amarillos y naranjas, escarlatas y ocres, que nada tienen que envidiar a otros arbustos que cultivamos casi exclusivamente por la gama de color que adquieren en esta estación.
Otras, además, a la vez que se tiñen de amarillo dejan descubrir entre sus hojas preciosas joyas. Rojos, naranjas, amarillos, grandes y pequeños; redondos y alargados...los hay de todo tipo. Son los escaramujos!! Los frutos del rosal.



Por eso conviene conocer bien nuestros rosales. Saber cuales tendrán estos hermosos adornos y cuales no. De modo que las variedades que cultivamos en nuestro jardín y que de nuevo se vestirán de gala durante el otoño con estos maravillosos adornos, no hay que eliminar las floraciones pasadas porque estaríamos eliminando con ellas la posibilidad de disfrutar de tan hermosos frutos que alargan el tiempo de interés de estos arbustos y que además serán parte del alimento de la fauna que lo puebla.

Recordemos un artículo que en su día colgamos: "Cuidados "extras" para los rosales en climas con inviernos muy fríos (I)" Permitir que hagan semillas. Pero además, tengamos en cuenta que no conviene eliminar las últimas rosas precisamente para ayudar a nuestros rosales a completar su círculo. Un rosal que le es permitido formar sus semillas es un rosal al que le será más fácil entrar en latencia. Y que permanezcan un tiempito en este estado antes de volver a la actividad apenas comenzado el año, siempre es bueno.
Dos fotografías de los mismos rosales a las que sólo separan seis o siete meses:





Sí. Los rosales deberían valorarse mucho más de lo que se hace. Indudablemente en primavera son un espectáculo pero acaso ahora, en otoño, algunos de ellos debe enviar la belleza de mayo? Yo creo que no!! Fijaos estos rugosas...qué tonos tan ricos, tan untosos, tan cálidos!! Me fascinan, sus colores y sus texturas!!
Porque no se limitan a premiarnos con una de las flores más hermosas que produce la Naturaleza. No!! Algunos rosales son bellos incluso en invierno y ayudan a mantener nuestros jardines con tanto interés como en cualquier otra época del año.

Algunos, desnudas ya sus ramas y dejando bien a la vista sus aguijones trazando curvas pronunciadas me parecen tan divinos!!
Afortunadamente los rosales nos ofrecen mucho más de lo que en general se tiene en cuenta. Digo afortunadamente porque incluso en climas como el mío en el que hay que luchar contra viento y marea para preservar del calor las rosas conscientes en el fondo que la batalla está de antemano perdida, sabemos que esos rosales que en verano puede que no estén en su momento más bonito, se tornarán verdaderas joyas y puntos focales de nuestro jardín tan pronto venga un tiempo algo más fresco. Y que llegará el otoño y que en invierno sus ramas serán hermosísimos soportes para la nieve. 

Pero no terminan ahí sus bondades. Algunos rosales, especialmente ramblers (rosales liana) y en general las variedades que llegan a alcanzar un gran tamaño pueden dar cobijo a pájaros y otros animales del jardín. Protección contra depredadores. Un lugar dónde guarecerse de las inclemencias y por supuesto muy frecuentemente un alimento para estos seres que pueblan nuestro espacio verde y que en estos momentos del año tienen ya problemas para encontrar con qué alimentarse.
Tan sólo por los animales ya serían los rosales buenas opciones para cultivar en nuestro jardín si además tienen siempre una belleza que emociona... no hay duda. Yo no tengo dudas :)

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...