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Un plano general para ver la distribución de los arbustos que otoñan

Elegir la ubicación de las plantaciones no siempre es fácil!! Hay que tener en cuenta tantas cosas... El suelo debe ser el adecuado. Se hace necesario tener presente las sombras que sobre ellos verterán los árboles y arbustos cercanos y a su vez las que el propio ejemplar proyectará sobre las plantas cercanas. La insolación será preciso que la reciba en las horas del día adecuadas. Las raíces de ejemplares cercanos grandes no deben afectarle. El ejemplar debe contrastar en color, forma y follaje con los que tiene cercanos. Los tonos de su floración si la tiene debe estar equilibrada en el entorno o ceñirse a una gama precisa previamente elegida. Deberá tener espacio suficiente (tanto a lo alto como a lo ancho) para llegar a caber en su ubicación cuando adquiera su tamaño adulto. La zona cercana tiene que estar compensada entre plantaciones caducifolias y perennifolias.
Pero además tendremos que tener en cuenta su transformación estacional. El aspecto que un Amelanchier Lamarckii, de muchos rosales rugosas, de un Euonymus europeaus o de Rhus typhina nada tienen que ver en primavera con el que adquieren en otoño o invierno.




La transformación otoñal es tan radical que algunas plantaciones se convierten en verdaderos puntos focales en el jardín y algunas que en primavera pudieran parecer anodinas destacan como estrellas en su lugar de plantación cuando sus hojas se tiñen de bellísimos colores en la estación otoñal.
Es tanto lo que destacan las plantaciones que adquieren tonos otoñales en el jardín que he visto la necesidad de hacer un plano con sus ubicaciones.
Es cierto que en un jardín pequeño, en el que de un vistazo casi se tiene una visión de su totalidad, no sería preciso. Pero en un jardín grande la cosa cambia.
Muchos de los árboles y arbustos que otoñan los compramos en primavera en flor e incluso otros son plantados en nuestros jardines ya sin hojas.
Plantándolos en momentos del año en que el jardín tiene un aspecto muy distinto al del otoño, no siempre es fácil anticipar el "efecto" que producirán en la zona de plantación cuando llegue su momento de otoñar. A veces los plantamos en un momento del año en que las plantas que los rodean están exhibiendo una floración espectacular y no vemos la necesidad de destacar este rincón. Pero las floraciones terminan y algunas plantas que han destacado en primavera por sus preciosas flores pasan a convertirse en plantaciones que no destacan demasiado. Estas zonas entonces se quedan algo "huérfanas" de cara al final de la temporada.
En este momento es cuando un bonito follaje teñido de amarillo o naranja posibilita que esta zona vuelva a tener interés visual.
Pretendo que mi jardín tenga un aspecto "global" de otoño. No deseo que tenga zonas en las que parece que nada cambia. Quiero pasear por él y que haya suficientes plantaciones con tonos propios del otoño como para que el aspecto general o dicho de otro modo, para que la paleta cromática del jardín se torne amarilla, ocre, naranja, rojo, púrpuras...


Pero además hay que tener en cuenta siempre la verticalidad del jardín. Estamos acostumbrados a buscar los contrastes a alturas que van del medio metro al metro y medio o dos metros. Es decir, la altura de los arbustos que son los más abundantes en un jardín. Pero los contrastes están a alturas mucho más grandes también.
Si se busca un jardín con un aspecto muy otoñado, sería algo artificioso que las zonas otoñadas estén únicamente a la altura de los arbustos. Me explico. 
Mi jardín ya contaba antes de llegar yo con mucho arbolado perennifolio (Pinos, enebros, encinas) que no acusan casi la estacionalidad en su aspecto. De ahí que los árboles que he ido incorporando estos tres años sean todos caducifolios y cuando ha sido posible, que otoñan.


Así, cuando este arbolado vaya tomando altura, "llevará" los tonos rojizos o amarillos a la altura de esos árboles perennifolios que no cambian su follaje al llegar estos meses.
Estar muchas horas sentada y sin poder recorrer el jardín tiene algunas ventajas ajajjaja Tienes un tiempo increíble para repasar fotografías. A falta de pan, buenas son tortas!!
Desde que me resulta imposible andar pido a mis familiares que tomen fotografías de buena parte del jardín que no me resulta posible mirar directamente para tener una idea global de cómo está este año el jardín.
Estas fotografías me han hecho descubrir que hay zonas del jardín que en otoño se ven transformadas muy poco y alguna incluso nada en absoluto!!
Tengo claro que un jardín no es una colección de plantas si no un todo. Un conjunto. Por tanto debe tener un aspecto global, un hilo conductor. El otoño es tan bello que no quisiera limitar sus coloraciones a solo algunas zonas o que algunas estuvieran demasiado llenas de color mientras otras parezcan anodinas. Como digo, busco una idea de jardín otoñado en general. Un jardín en el que desde cualquier parte en que estés puedas pasear la mirada y se vea el amarillo y el ocre vertido en cantidad suficiente para tener un aspecto claramente de otoño.


Suelo trabajar los planos del jardín con Photoshop, ello me facilita muchísimo la vida. Tan sólo tengo que colorear en el tono preciso los círculos que representan las distintas plantaciones y ya tengo el plano de plantaciones que otoñan. Es fácil y proporciona una visión que no es fácil de tener simplemente paseando por los distintos rincones.

Los planos son herramientas muy útiles cuando queremos tener visiones generales del jardín a cualquier nivel. Es como ver todo el jardín a la vez cosa imposible en un jardín tan grande como el mío. Y en el aspecto que hoy me interesaba también ha resultado de lo más útil al evidenciar algunas carencias de diseño.
Hay dos zonas en mi jardín que de momento no quiero "trabajar" más. Una es la que hay frente a la fachada oeste de la casa. Tengo en mente la creación de un patio sombreado y fresquito. Tampoco quiero hacer grandes plantaciones en la zona delante de la casa. Ahí, con el tiempo, quizás haga un estanque.
Ambos proyectos son de gran envergadura y hay que pensarlos muy bien como hacerlos y cuándo. De ahí que no me planteo demasiado en detalle ninguna de las dos.
Está claro que la zona que rodea la rampa precisa de plantaciones que se transformen en otoño. Lirios (Iris germanica), lavandulas, romeros, Elaeagnus x ebbingei... no son plantas con un aspecto impresionante en otoño. Habrá que introducir alguna plantación que vuelva a dar interés a esta zona en este momento el año.
Igual pasa a la zona que bordea la terraza posterior de la casa. Es una parte del jardín llena de arbolado perennifolio y con bastante sombra. Sería preciso buscar algún arbusto que aporte algo más de color en este momento de la temporada.
Además está el seto sur en la zona próxima al portón que da acceso al huerto en el que los tonos que adquieren los arbustos que coloran ahora, son los tres en la gama de rojos. Creo que hacer alguna plantación en la gama de amarillos y naranjas aportaría diversidad e interés a esta zona del jardín.
Es cierto que tenemos una tendencia a vernos atraídos por arbustos que viran hacia el rojo en otoño. Son tan llamativos!!


A mí también me encantan pero lo cierto es que en mi sentido de la estética preciso de amarillos y naranjas y púrpuras.




 

No imagino la mayoría de las plantaciones tendiendo al rojo. Sería demasiado estridente!! (Para mi gusto, claro) Prefiero usar los rojos para constituir puntos focales con ellos. Y está claro que nada como un árbol, una trepadora o un gran arbusto encendidas sus hojas para llevar nuestra mirada hasta ellos!! Pero para que destaque, creo, no puede estar entre un montón de arbustos que también tienden al rojo.
Me parecen tan maravillosos los tonos anaranjados que adquieren las Callicarpa bodinieri giraldii 'Profusion' o la gama de bronces de Physocarpus opulifolius 'Diabolo'!! Y del oro que se vierte sobre Cydonia oblonga o sobre unos maduros y grandes Ulmus laevis? Qué me decís?



Los tonos del otoño tienen tantos matices.. y yo dudo con cual quedarme. Todos los veo hermosos. Quizás por eso aún gustándome los rojos encendidos también me quedo prendada contemplando cobres como los de Rosa 'Laguna'. Qué coloración tan especial tiene este rosal!!

Al igual que tenemos planos de riegos, de plantaciones en general, de las floraciones primaverales para distribuir del modo conveniente éstas; tener un plano de las plantaciones que otoñan puede sernos de gran ayuda para evaluar en conjunto el jardín
Más tarde, cuando estos tonos desaparezcan y torne de nuevo a fluir la savia por los tallos, de nuevo el jardín tendrá otro aspecto. Muchos de estos arbustos ahora color oro, tendrán sus hojas simplemente verdes. Tener la información de sus ubicaciones, a mí me servirá de recordatorio a la hora de hacer las nuevas plantaciones. Será más fácil tener en cuenta a la hora de decidirlas, no solo la imagen que ofrecen en el momento de plantarlas si no la que tendrán cuando vuelva a venir el otoño y a la vez la que también adquirirán las plantas que haya alrededor.
Pensemos que el otoño tiene exactamente los mismos meses que la primavera. Que las floraciones son algo hermosísimo pero no más que unas hojas transformadas por el frío, que unas bellas cortezas exhibiendo su desnudez en invierno o que unos brillantes frutos colgando de unas ramas otoñadas. Lograr que el jardín tenga un aspecto emocionante también en esta estación pienso que es tan importante como que lo tenga al inicio de la estación.
Tengo la impresión de que los jardines se diseñan muchas veces para su disfrute primaveral. A mí, me pasa un poco al contrario. Creo que en el diseño de mi jardín están más presentes los frutos y los colores del otoño que las floraciones primaverales.
No es gran trabajo el que cuesta si previamente se tienen ya planos hechos con las plantaciones. Como decía antes, en mi caso he sustituído el círculo con la imagen de la planta en cuestión (Que es como habitualmente hago mis planos) por círculos de color plano en amarillo, naranja, rojo y púrpura. Unos minutos tan sólo!! :)

Las sombras en el jardín. La utilidad de guardar la información sobre ellas para el diseño.

Os ha ocurrido alguna vez el plantar un rosal, unas vivaces, etc en otoño o invierno convencidos de que la ubicación elegida estaría preservada del sol directo del mediodía y comprobar en pleno verano que se achicharran literalmente las hojas porque la planta recibía de pleno el sol en las horas centrales del día? A mí, un montón de veces!! Y precisamente porque me ha ocurrido muchas veces y me ha costado trasladar el rosal o la planta en cuestión a otra posición más adecuada provocando que vuelva a padecer un estrés innecesario con el traslado además del trabajo que supone el desplantar y volver a plantar es por lo que creo que puede ser interesante hablar en este artículo de las sombras y su importancia en el jardín.

Como sabéis los que me leéis habitualmente, hace unos días colgué un artículo en el que os mostraba una rocalla con dos bancos de piedra y traviesas de madera que forma parte de lo que en el futuro será un jardín secreto. Ahora no es el momento de hacer plantaciones pero antes de que nos demos cuenta estará aquí el otoño y será preciso comenzar a poner en tierra las variedades elegidas. 
Conozco muy bien el suelo de mi jardín, igual me pasa con el clima pero para diseñar las plantaciones de esta zona preciso conocer las luces y sombras en las distintas horas del día. De nada valdrá poner el sustrato adecuado y saber que una planta es adecuada para el clima de nuestro jardín si no la ubicamos en la situación que reciba las horas de sol directo o de sombra que la planta en cuestión precisa para desarrollarse adecuadamente.
Las sombras son un elemento absolutamente cambiante en nuestro jardín. Cambian de un día a otro y cambian de una a otra estación. 
Fijaos en las dos siguientes fotografías. Corresponden a la misma zona del jardín. Son fotografías tomadas a la misma hora exactamente, las 09:30 horas. Qué cambia? La primera corresponde al inicio de marzo. La siguiente es de mediados de mayo.
Para ello y para equivocarnos lo menos posible se hace imprescindible conocer a fondo las sombras de nuestro jardín.


Por qué cambia el largo de las sombras a lo largo del día y a través de las estaciones? El largo de las sombras viene determinado por el ángulo con el que los rayos del sol inciden sobre la tierra.
Durante el día las sombras son más largas a primera y última hora y más cortas en las horas centrales. La razón de ello es precisamente que es a mediodía el sol está en su punto más alto, los rayos del sol son más perpendiculares a la Tierra y producen lógicamente sombras más cortas.
El cambio de tamaño de las sombras durante las estaciones se debe a que la altura a la que el sol aparentemente recorre el cielo durante el verano es mayor
En el hemisferio norte la trayectoria aparente que el sol recorre en invierno es mucho más baja que en verano. Ello provoca que la inclinación de los rayos de sol sean más oblícuos que en verano y da lugar a su vez a que las sombras se alarguen en invierno y sean más cortas en verano.

El sustrato puede modificarse, la humedad puede aumentarse con el riego pero la insolación...ufff qué difícil es cambiar las condiciones de luminosidad de un rincón. Es cierto que podemos plantar un árbol o un arbusto para proyectar una sombra en un lugar que nos interese pero eso son soluciones a largo plazo. De entrada tenemos que ceñirnos a las condiciones lumínicas que tenemos en el jardín hoy por hoy.
Sí, es de suma importancia saber cuántas horas de sol y a qué horas lo recibirá un arbusto al plantarlo en el lugar concreto. De lo contrario nos arriesgamos a eso, lo que nos ha pasado a muchos. Que en invierno, cuando se proyectan sombras mucho más largas que en los meses estivales porque el sol hace su recorrido en el cielo de forma mucho más baja... nos resulta muy difícil acordarnos de que esa misma ubicación que en noviembre está en sombra a mediodía, en agosto, en pleno verano, los rayos de sol chamuscarán sus hojas. En un jardín de reducidas dimensiones quizás no es excesivamente complicado pero en un jardín grande...uffff!! 
A veces durante el verano me digo...a ver, qué me acuerde luego en invierno, aquí hay mucho sol durante mediodía...y aquí y aquí...Nada de rosales delicadas!! Pero luego llega el otoño, el jardín inicia su transformación, los árboles y arbustos comienzan a desnudarse....Y el sol comienza a entrar por entre sus ramas y zonas que en verano estaban sin iluminar, ahora reciben sol directo. Pero además es que sin darte cuenta, día a día las sombras que van produciéndose en el jardín son cambiantes se van alargando, los días se acortan y lo que cercano ya el invierno vives como un sol tibio y agradable te hace olvidar qué supone el sol de esas mismas horas seis meses más tarde. Te empiezas a olvidar de qué zona cubría de sombra los dos grandes olmos por la mañana y acabas por interiorizar la imagen del jardín como la ves en esa estación y olvidas las luces y sombras del verano. Llega el invierno y echo mano de esa imagen del jardín que tengo reciente y al final de no ser por la costumbre que tengo de guardar la mayor cantidad posible de las sombras de mi jardín...plantaría la mitad de las cosas de modo equivocado. A mí me pasa eso. No sé a los demás.
No sé si los demás jardineros tienen más memoria que yo o si utilizan otros sistemas para saber en invierno, cuando realizan plantaciones, como estará iluminada esa planta durante los meses estivales.

Leí hace años sobre la conveniencia de hacer lo que en el libro llamaba "planos de sombras". Aunque a mí no me han resultado prácticos de todos modos para quién vea la conveniencia de realizarlos debemos decir que consiste en colorear (por ejemplo en forma de trazado gris, a rayas, etc) sobre el plano completo del jardín la proyección de las sombras de árboles, arbustos, muros y edificaciones del jardín. 
Debería hacerse tres planos, uno por la mañana, otro al mediodía y el tercero por la tarde. Con ellos tendríamos una información bastante aceptable de las sombras que se dibujan en nuestro jardín a según va realizando el sol su trayectoria en el cielo.
Conviene que esta información se recoja en días próximos al solsticio de verano (21 de junio) es decir, justo en los días que el sol está más alto en el cielo.
Muchas son las plantas que dejan caer sus hojas en invierno y la mayoría están en franco letargo. Cuando hablamos de necesidades lumínicas de una planta nos referimos generalmente a las que recibe durante el verano no durante su parada vegetativa invernal porque es durante el verano cuando están en actividad y les repercutirá más las horas de sol recibidas. Además, la intensidad de los rayos solares, al ser más perpendiculares al suelo es mucho mayor en verano que en invierno e influirán de manera determinante en las condiciones de cultivo.
En la siguiente imagen vemos como cambia la inclinación de los rayos del sol del invierno al verano. En invierno caen con mayor inclinación provocando sombras más alargadas. Así el arbusto que vemos en la imagen, en invierno permanecería en sombra a una determinada hora.
El mismo arbusto en verano, recibiría luz solar a la misma hora. Si el arbusto precisa esta insolación no habrá problema. El tema es que no todos las plantas resisten la insolación del mediodía, sobretodo el climas de verano tan rigurosos como el mío.

Vemos por tanto la importancia de esta información. Las sombras en el jardín lo condicionan totalmente. No es cuestión solamente de la ubicación de una plantación es que aprovechar o generar zonas sombreadas puede convertir una zona del jardín que se hacen inhóspita al mediodía en un confortable y fresco rincón si tenemos en cuenta estos datos y hacemos crecer los árboles, trepadoras o arbustos en la posición correcta para proporcionarnos una amable sombra en las horas que más se precisan.
No sé a vosotros, a mí me resulta sumamente desagradables los jardines ardientes en verano. Prefiero jardines dentro de lo posible frescos y con zonas umbrías. No siempre es fácil en los que padece el clima del mío pero está claro que conocer las sombras existentes en el jardín y tener presente de qué manera podemos transformar los espacios puede modificar un jardín y hacerlo mucho más acogedor.
Es cierto que árboles y arbustos se toman su tiempo hasta proporcionarnos una sombra generosa pero sí, si tenemos la paciencia suficiente muchas zonas del jardín se hará mucho más agradables.
El tiempo que se emplea en la recopilación de esta información pienso que tiene una gran ventana, conocer mucho más en profundidad nuestro jardín. Cuántos de los cambios que se producen en él son apenas perceptibles para nosotros a veces? Este tipo de plano o cualquier otro sistema para recopilar la información nos hará mucho más conscientes de como es nuestro jardín en cada estación del año y en los distintos momentos del día.
Contar con este estudio en profundidad del espacio que constituye el jardín no solo es aconsejable para ubicar correctamente las plantaciones. A la hora de instalar un pérgola, un cenador, un estanque...Hacer este tipo de obras e instalaciones desconociendo las sombras de nuestro jardín puede originarnos grandes disgustos.
Por poner un ejemplo, si instalamos en invierno una pérgola buscando a mediodía la sombra para poder utilizar el espacio bajo ella para comer a mediodía, probablemente nos encontraremos de que ese espacio está inundado por un sol achicharrante en verano. Antes de decidir la ubicación de este tipo de instalaciones se hace imprescindible saber de qué modo reciben la luz en el verano.
Como comento, he realizado estos planos de sombra con gran esfuerzo y lo cierto es que no les he visto mucha utilidad. Voy a explicar por qué. Al dibujar las zonas sombreadas en un plano lo que vemos es la zona sobre la que las plantas proyectan su sombra en el suelo pero no nos da información de altura de las zonas sombreadas. Creo que la siguiente imagen explicará mejor lo que estoy diciendo.
Aparentemente lo que vemos en este plano de plantación nos permitiría plantar los dos arbustos con flor en estos dos puntos porque parece que la zona está protegida por sombra pero la realidad no es esa. En efecto a nivel del suelo hay sombra pero conforme subimos en altura esta sombra va presentando en su zona externa la misma inclinación que los rayos del sol en ese momento del día y por encima de esta inclinación incluso en un área que en el plano se representa sombreado, si el arbusto tiene suficiente altura se saldría de la protección de la sombra..
Sí, es cierto, todos sabemos que la sombra que proyectan árboles y arbustos presenta un plano inclinado pero se me hace difícil estar calculando la inclinación de los rayos de sol y saber con seguridad si no estoy plantando demasiado alejado del árbol en cuestión como para que la parte superior del arbusto que planto no reciba la luz solar a mediodía en verano.
En esta imagen se explica lo que quiero decir. Al dejar de ver el plano de sombras y ver el perfil comprobamos que en efecto, el primer arbusto, el que está más próximo al árbol estaría en sombra a esa hora del día en verano pero el segundo, el más alejado, recibiría en sus ramas superiores el sol de las horas centrales del día.
Incluso se da la paradoja de que aún más alejado del árbol que el segundo arbusto podríamos plantar una pequeña planta que precisara sombra a estas horas del día siempre y cuando su altura no superara el plano de sombra del árbol. 

Al comprobar que los planos de sombra no me resultaban lo útiles que pensé antes de realizarlos opté posteriormente por tomar notas pero esto si cabe aún era más engorroso y desistí.
Al final he optado por algo que puede parecer laborioso pero que en realidad sólo hay que hacer una vez durante el solsticio de verano a ser posible.
Tan simple como tomar fotos de todo el jardín o de la zona que nos interese. 
Aquí os muestro mi escritorio. Podréis ver dentro de la carpeta pertinente (Sombras Jardín secreto y la fecha de la toma) Dentro de esta creo tantas carpetas como horas a las que durante el día tomo las fotografías.
Sí, hoy por ejemplo, he tenido que estar todo el día cada poco tiempo pendiente de salir a hacer fotograías a esta zona pero he conseguido una información preciosa a la hora de hacer las plantaciones.
Creo que no resulta legible la imagen si no se aumenta. Si pincháis en la fotografía se abrirá en otra pestaña y podréis verla aumentada.

A la hora de consultar una ubicación en concreto dentro de esta zona no tengo más que buscar la imagen que la contenga en cada carpeta. Esta imagen contiene agrupa varias imágenes del mismo punto desde la mañana hasta el atardecer.
A mí me resulta muy práctico este sistema. Laborioso un solo día pero muy útil y fácil de consultar en cualquier momento que deba diseñar las plantaciones de los distintos espacios del jardín.
Me permite ver al evolución del sol en un punto concreto y me evita el riesgo de que cuando llegue el otoño y las sombras hayan cambiado equivoque el lugar de plantación.

Nos restaría hablar de las distintos tipos de sombra. No todas las sombras son iguales. Su intensidad también es variable. 
La sombra más densa la encontraríamos bajo árboles perennifolios y en espacial bajo coníferas. 
También las fachadas de las edificaciones proyectarán sombras espesas y profundas. A este respecto hay que recordar que la altura de las fachadas intervendrá en la duración de la sombra. A paredes más altas, más duradera será la sombra que proyecte.
Lo que llamamos sombra moteada la proyectarían arbustos y árboles poco espesos, de hojas más bien pequeñas y ramas largas con movimiento. Con ramaje poco espeso entre los que los rayos del sol se filtran sobre las plantas cultivadas bajo su copa o a los pies de ellos. Son muchos los arbustos y árboles que producen este tipo de agradable sombra. Por mencionar alguno: variedades de Euonymus como  planipes o phellomanus; los Amelanchier lamarckii
Para finalizar mencionemos un hecho que deberíamos tener en cuenta al hacer las plantaciones. Generalmente pensamos en la asociación sol-calor y sombra-fresco. Y sin duda es así. La zona a los pies de un muro orientado al norte y totalmente en sombra será en general la zona más fresca del jardín pero esto no tiene por qué ser un inconveniente por ejemplo para la resistencia de las plantas.
Está comprobado que mueren más plantas por la rapidez de la descongelación que por las bajas temperaturas. Así puede que resistan menos algunas plantas con un sol directo a primerísima hora de la mañana que producirá una rápido deshielo que algunas plantadas en zonas de sombra profunda y zonas muy frescas.
En realidad estamos demasiado mediatizados por libros, páginas web y foros de países con climas más frescos que el interior de nuestro país. Leemos constantemente como la mayoría de las plantas parece que les gusta el pleno sol y lo cierto es que cualquiera que cuide de un jardín en un clima como el de Madrid sabe que no son tantas las plantas que gozan de la inclemencia del sol a mediodía cuando el verano alcanza casi los 40º. En realidad la mayoría de las plantas que estos manuales, páginas web de viveros, etc. animan a cultivar a pleno sol, crecen mucho más felices en la semisombra o con una sombra moteada.
Precisamente por eso busco ir creando poco a poco un jardín más fresco que el que tengo. Dónde el paseo se haga agradable incluso en verano. Para ello deberé tener la paciencia de que crezcan los árboles y arbustos de gran tamaño que he ido plantando estos dos años. Por ello, porque la luz y la sombra es determinante en un jardín he escrito como decía al inicio, este artículo. Espero os haya resultado de interés. Feliz fin de semana queridos lectores!!! :)
QUIZÁS PUEDE INTERESARTE:
Un artículo que he colgado posterior a este en el que el problema que se plantea es dónde plantar un árbol para que proyecte su sombra en las horas centrales durante el verano.
En este artículo hablamos de: Una calculadora de sombras para obtener la medida de las sombras a las distintas horas del día en cualquier época del año. Un programa de diseño como SketchUp también.  Pincha AQUÍ

Más allá de los límites del jardín. El edén también está fuera

Setos, muros, vallas...nos esforzamos en acotar los límites de nuestros jardines. Los acotamos frente a los miradas ajenas porque la privacidad es algo que para nosotros es importante. Y esto es más cierto en España que en otros países. Aquí solemos guardar celosamente la belleza de nuestro jardín.
En Inglaterra por ejemplo, es frecuente que la zona delantera del jardín esté abierta, sin vallas, de manera que cuando vas andando por las calles puedes acercarte muchas veces casi hasta la puerta de las casas. Quizás es otro modo de ser, otra actitud. Aquí esto a muchos se nos haría impensable. Pensar que los ajenos pueden estar tan cerca sin nuestro consentimiento...ummm No. No solemos querer esto. Nos protegemos. A veces no sabemos muy bien de qué jajajja de las miradas, de los intrusos, por seguridad?
He ido creando zonas de setos libres precisamente con esta finalidad. Crear una barrera hermosa que me permita disfrutar de mi interior a salvo de los ojos ajenos. Y sí, sigo pensando que esto es necesario. La ventana de mi cocina da una zona que espero que un día se un patio fresco y frondoso, de momento es tan solo un espacio desde el que se accede al jardín desde la calle. No me apetece ser vista mientras estoy cocinando así que tengo pensado cambiar la entrada de alguna manera para preservarme de las miradas indiscretas. Indudablemente sentirse cómodo y libre en nuestras propias casas es algo fundamental.
No obstante lo anterior muchas veces pienso cuánto del paisaje que rodea al jardín se mete dentro creando un marco que lo conforma. Mi jardín es como es en parte también por las montañas que lo rodean, por las vistas que de ellas se ofrecen desde mis terrazas. El horizonte es en muchas zonas del jardín el "gran seto". El escorzo de las montaña; el campanario de la iglesia; las luces brillantes del pueblo cuando las veo desde el lilar de noche... es el exterior que se nos mete dentro.
Estoy diseando el fondo izquierdo del jardín teniendo en cuenta las vistas que desde esta zona se ofrecen de las montañas y del pueblo intentando crear un espacio de una parte preservado incluso del propio jardín encerrándolo por la zona oeste para que llegue a ser una especie de "jardín secreto" pero abriéndolo hacia el sur porque me parecía imperdonable prescindir de las vistas que desde esta zona se ofrecen de las montañas que lo rodean y del pueblo a lo lejos. Incluso de noche es un lugar especialmente bonito que me inspira mucha paz cuando me siento a veces a fumar un cigarrillo allí y veo brillar junto a las estrellas las luces del pueblo que os decía antes.
Probablemente termine por tapar esos metros que hoy os muestro pero reconozco que hoy me he cuestionado algunas cosas...La contundencia de los troncos de los grandes pinos, el espacio en sí merece quizás más reflexión de mi parte. Es el final de mi jardín pero también lo es del del vecino. La vida ellos la hacen en el otro extremo, arriba, así que quizás no sea tan perturbador permitir que estos arbustos tan hermosos "formen parte también" de mi jardín de alguna manera..
Esta mañana, desde este lilar se veían las forsitias (Forsythia x intermedia) de la parcela contigua y pensé que sin yo pretenderlo bordeaban mi jardín de amarillo por dónde mis mimosas no lo hacen en este momento. Me he alegrado de no haber cubierto aún este trozo de valla. Me hubiera perdido el poder disfrutar de la luz que emite el amarillo brillante de estos preciosos arbustos. 

Es un tramo de los pocos que tengo aún sin cubrir. Se trata de unos metros que aún no acondicioné y dónde hemos ido amontonando materiales que seguramente nos valgan más adelante según avancemos el arreglo del jardín, así que no es una zona que esté "adecentada". A pesar de ello hoy la vista me ha parecido hermosa y las losetas quitadas de la zona cercana a la casa y el resto de materiales amontonados (y que generalmente me hace daño a los ojos) no le han restado belleza. A veces, el edén también está fuera...

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...