Al llegar hoy todo estaba distinto... Iker no ha venido a recibirme. No me he preocupado, sabía qué es su único interés hoy...Y es que la perrita de nuestro vecino anda "receptiva" y claro, entre ella y yo, está clara su elección jajaja Apenas he logrado que se acercara cuando le he ofrecido un premio y la visita se ha limitado al segundo que le ha llevado arrebatármelo de entre los dedos y le ha faltado tiempo para largarse de nuevo a la valla metálica de la que no se mueve desde esta mañana. Así permanecerá días!! Ni viene a visitarme, ni busca jugar conmigo ni tiene interés alguno en mí. Se ha pasado el día esperándola tras la valla metálica, emitiendo gemidos que logran atraer la atención de su preciosa novia, una mastín de pelo escandalosamente bonito.
No me apetecía comer así que me he preparado un cafelito y me he tomado un momento de respiro sentada en la zona del patio desde la que he contemplado el cortejo y como ambos jugaban separados desgraciadamente por una valla. Y me he sonreído viendo la vida agitarse en ellos :)
Iker y todo el jardín estaba distinto. He tenido la absoluta sensación de otoño. Ni el calor del estío ni los verdes lechosos provocados por el sol implacable. La luz serena hacía lucir los colores de un modo especial y el aire fresco y agradable invitaban a pasearlo y buscar las "pistas" de un otoño agazapado aún.
Todavía queda mucho para que la transformación que se producirá en los jardines brille con todo su esplendor pero los maravillosos mecanismos de la naturaleza están comenzando a activarse para que dentro de no tanto se produzca el milagro del otoño. De nuevo he lamentado ser la pésima fotógrafa que soy y ser incapaz de captar con mi cámara la belleza que la luz derramaba esta tarde en el jardín.
De buena gana habría soportado las excentricidades de mi admirado investigador, Sherlock Holmes con tal de que me hubiera acompañado en mi paseo. Pero claro, mi jardín pilla algo lejos de 321B de Baker Street!! para haberme propuesto como su alumna. jejeje :) Seguro que sus maravillosas habilidades de observación me hubieran facilitado mi labor. No obstante he logrado dar con algunas "pistas". La naturaleza a veces, por mucho que se camufle evidencia sus secretos si vertemos sobre ella una mirada atenta. Comienza a refrescar de noche y las horas de luz merman. Las plantas saben que es hora de acumular en sus troncos y raíces el alimento que precisarán la próxima primavera y que deben permitir deshacerse de las hojas antes de echarse a dormir.
Cómo me gusta el otoño!! Y no veo la hora de que llegue...Me parece tan maravilloso que todos los colores, incluso los que solo se revelarán a nuestros ojos a partir de esta época, están ahí, ahogados por los tonos verdes de la clorofila. Pero cuando llega esta estación la antocianina producida por los azúcares y los carotenoides permitirán que se delaten los tonos que oculta el verde de las hojas evidenciando amarillos, naranjas y carmines ocultos hasta ahora.
Conozco el proceso, sé de qué modo van apareciendo las tonalidades flamígeras pero me gusta más interpretar estos cambios como una renovación del vestuario de mis árboles y arbustos!!
No ha hecho falta el uso de la lupa. Eran cinco o seis solamente pero los tonos carmín y magenta de algunas hojas centelleaban entre el verde oscuro del Euonymus phellomanus (Bonetero) . Pido disculpas por las pésimas fotografías. Cómo me hubiera gustado robar para vosotros los colores que adornaban estas hojas!! Todavía falta mucho para que todo él se tiña de rojo. Lo hará poco a poco, regodeándose hasta llegar a ponerse un traje de gala escarlata para convertirse en protagonista de esta zona baja del jardín.
Algo más arriba el Lyquidambar styraciflua presentaba ya algún signo en sus hojas. Será su primer otoño aquí y yo estoy impaciente por verlo bañado en rojos!! :)
Hydrangea quercifolia ´Harmony´ (Hortensia hoja de roble) tiene ya un tímido enrojecimiento en el borde de algunas de sus hojas que no tardando demasiado invadirá todo el arbusto haciéndolo más hermoso si cabe.
Espero que las noches sean frías y que no haya demasiado humedad ni fuertes heladas y que durante el día el sol brille para que aumente la antocianina que permita mayor acumulación de azúcares. Y espero todo esto para que la sinfonía que "sonará" en mi jardín a partir del mes que viene lo haga de la mano de una paleta con los colores más bonitos que imaginarse pueda.
Espero con anhelo los amarillos y los naranjas, los carmines y los bronces.. los espero para ver como caen lentamente las hojas centelleantes ya carentes de función convirtiendo los acolchados en mullidas camas y no me importará asustarme con el movimiento de algunas de ellas a mi paso, un movimiento que delatará la presencia de algún ratoncillo de campo porque en paralelo al miedo que me producen pensaré que es parte de la vida que bulle..
En breve plantaré un tilo (Tilia cordata) en mi jardín y aún sin haber llegado ya lo sueño bañado en bronce compañando la orquesta formada por los boneteros encendidos, el liquidambar en llamas, los guillomos coloreados...y lamento que este año no pueda disfrutar aún de los zumaques que espero me envíe mi amiga Pilar. Otro años será...si es que estamos :)