Reproducir rosales (I) Cómo realizar un acodo simple. Paso a paso

Hoy os propongo aprender a reproducir un rosal realizando un acodo simple. Esta es una forma de reproducción vegetativa (recordemos que la sexual es mediante semillas). 
Hay variedades francamente difíciles de que arraiguen los típicos esquejes que todos conocemos y este sistema es un método con mucho más índice de acierto.
Además, me parece un sistema divertido de hacer así que, venga, animaos a reproducir esos rosales de los que no habéis logrado sacar esquejes adelante. 
Se trata de una de las técnicas de reproducción más antiguas que puede usarse en plantas leñosas. Lo que hacemos al acodar la rama de un rosal es provocar que este tallo emita raíces antes de separarla de la planta madre. Se trata de un proceso que se produce de un modo espontáneo en la naturaleza. Seguramente habréis visto como una rama larga de un arbusto ha caído al suelo y la zona de contacto se ha cubierto fortuitamente por algo de suelo. De esa zona de contacto con el suelo en unos meses y a veces en menos tiempo, habrán brotado raíces que con el tiempo permitirán que la porción extrema de la rama termine siendo un nuevo ejemplar de la misma variedad de la que surgió.
Lo que hacemos los jardineros no deja de ser imitar en parte lo que hace la Naturaleza.
Podéis creerlo. La mayoría de las veces tendréis éxito al reproducir vuestros rosales usando este sistema si seguís estos pocos pasos y, por supuesto, no se descuida la hidratación.
Podemos practicar esta forma de reproducción en primavera en los tallos ya maduros de la estación anterior o también a finales de verano usando ramas fuertes crecidas durante el mismo año.
Con esta técnica no solo podréis reproducir rosales, si no también muchos de los arbustos leñosos. No precisamos de un equipo que no esté compuesto por cosas que siempre tenemos en casa y además; no causamos trastornos a la planta madres. No es preciso ofrecer ningún control de las condiciones ambientes por ejemplo en cuanto a humedad como cuando esquejamos los rosales cubriéndolos con bolsas de plástico o ubicándolos en invernaderos con temperatura y humedad adecuadas. Pero lo mejor, el acodo en tanto no eche raíces se abastecerá de agua y nutrientes a través de la planta madre con lo que será mucho más fácil que prospere que los esquejes. 
Una vez se a establecido el sistema radicular podremos "independizarlo" de ésta simplemente cortando por abajo la rama sobre la que practicamos el acodo. A partir de ahí constituirá un ejemplar individual.
Cuando viene la parte más delicada de este proceso es durante el establecimiento del acodo. Lo ideal es utilizar sustrato de semillero. Una vez separado de la planta madre retiraremos el recipiente o plástico que lo cubría y lo introduciremos en el sustrato en un contenedor apretando ligeramente pero no en exceso para no romper las raíces que en este momento son todavía muy tiernas y frágiles. Ubicaremos el acodo en un lugar protegido durante unos meses durante los cuales terminará de formar un cepellón de raíces fuertes que le permitirán la siguiente temporada ser plantado en su lugar definitivo.
Algunas condiciones son imprescindibles para asegurar el éxito en los acodos. A saber:
1.- Las ramas a acodar deben ser fuertes, vigorosas y por supuesto sanas.
2.- el suelo esté cálido y en buenas condiciones de cultivo. A finales de invierno o inicio de primavera es un buen momento. 3.- Pero nada logrará las condiciones de calidez del suelo si no presenta en todo momento unas condiciones de humedad adecuadas. En terrenos cálidos y secos un acodo no prosperará. Por ello deberemos cuidar constantemente la hidratación de nuestro acodo no permitiendo en ningún momento que el suelo que lo rodea se seque.
4.- Para que la rama acodada tenga éxito es imprescindible que el suelo tenga capacidad de retención de agua, aireación y drenaje.
Lo idóneo sería utilizar un sustrato muy ligero dónde las raícillas no tenga problema de crecer y que retenga la humedad. No nos valdría un sustrato que se compacte, que se encharque o que no drene perfectamente. Cualquier sustrato de jardinería al que incorporemos algo de perlita o materia orgánica como humus, madera muy triturada o turba puede valernos.
5.- También es imprescindible mermar la nutrición y actividad de los tejidos del tallo. Ello se consigue simplemente doblando el tallo en ángulo recto. Probablemente con ello conseguiríamos que se emitieran raíces en ese punto de la rama del rosal pero es preferible "ayudar" al proceso y ello puede hacerse de tres modos distintos:
  • Realizando un pequeño corte longitudinal en el tallo.
  • Eliminando la corteza que cubre una pequeña sección del tallo mediante un corte muy superficial con una navaja de injertos con lo que la capa exterior del tallo saldrá con toda facilidad o 
  • Rodeando el tallo con un alambre fino y apretando a su alrededor con fuerza.
Esta detención parcial de la savia que fluye a través del vástago Lo que se provoca con ello es que los nutrientes y la actividad hormonal de la rama se concentre en ese punto del acodo y que estimulará el surgimiento de raíces.
6.- La profundidad a la que se realiza el acodo no debe ser excesiva. Al contrario, conviene que el acodo esté próximo a la superficie del suelo.
7.- Otra condición imprescindible es que se prive a la porción de tallo que acodamos de luz. Esto fomentará que broten raíces.
Separación del acodo de la planta madre:
Tan pronto como la rama acodada haya desarrollado un buen sistema de raíces podrá separarse de la planta madre. Este proceso podrá ser más o menos largo en función de la variedad de rosal. Pero en general puede durar desde 4 semanas a varios meses.
De todos modos hay arbustos y en concreto algunas variedades de rosales que son algo más reticentes a la emisión de raíces. En este caso no conviene independizar el acodo de la planta madre hasta la siguiente temporada de este modo tendremos la seguridad de que está bien establecido antes de separarlo de la planta madre.
El trasplante del acodo ya independizado se realizará como cuando se hace el trasplante de cualquier planta normal. Realizando un hoyo de plantación de dimensiones superiores al pan de tierra del acodo, rellenando con sustrato que se presionará ligeramente y regando a continuación.
En nuestro caso, será aún más fácil. No dañaremos las pequeñas raicillas desarrolladas al trasplantar dado que se habrá desarrollado todas dentro del contenedor. Simplemente tendremos que cortar la unión del acodo a la planta madre y trasplantar el acodo a otro contenedor más grande o a un hoyo de plantación en el suelo del jardín.
Tras plantar el acodo es preferible recortar el ápice. Con ello fomentaremos que se acaben de establecer las raíces desarrollándose más fuertes y en mayor cantidad. 
Qué necesitaremos?

  • Un contenedor no demasiado grande
  • Sustrato de semillero o cualquier otro que mantenga bien la humedad, que drene y que sea "vaporoso" y ligero.
  • Polvos de enraizamiento
  • Pequeño pincelito
  • Cinta adhesiva ancha
  • Tutor
  • Bridas
  • Un barreño para hacer la mezcla de sustratos si es el caso.

Y por supuesto:

  • Guantes
  • Tijeras normales
  • Tijeras de mano de podar
  • Navaja de hacer injertos.
Bien, una vez explicado en qué consiste este sistema de reproducción fácil, rápido y con un altísimo porcentaje de éxito voy a compartir con vosotros todo el proceso que he seguido haciendo un acodo en una rama de un Rosa 'Guirlande d´Amour' que tengo en el jardín. Se trata de un rosal precioso, floríferos como pocos y prometí enviar unas estacas a una amiga para que ella misma intentara unos esquejes pero me he decidido a usar este sistema y cuando se lo envíe esté ya arraigado y no tenga más que plantarlo en su jardín.

El acodo simple requiere usar una rama larga del rosal ( o de cualquier arbusto) que se suficientemente flexible como para llegar al suelo y poder hundirse en él. 
Aunque lo habitual es hacer el acodo simple directamente en el suelo sin necesidad de contenedor yo he preferido hacer un par de pequeños cambios. En este caso he ubicado el acodo en un arriate que tengo al lado algo elevado con relación a la ubicación de la planta madre. Es cómodo, no me supone ninguna molestia para las plantaciones cercanas y justo al lado pasa una tubería de riego que vendrá de maravilla si algún dí ame olvido de su hidratación.

He escogido una rama fuerte, sana, vigorosa. Se trata de una rama brotada el año anterior así que es madera madura.

Los acodos simples suelen hacerse como digo en el mismo suelo pero yo prefiero usar un contenedor que tiene muchas ventajas a mi modo de ver. Sobretodo que las raíces se desarrollarán exclusivamente dentro de él lo que supondrá mucha facilidad a la hora de extraerlo ya que dañaré menos las pequeñas raicillas y además, la rama, en mi opinión, queda más sujeta y con menos peligro de que se levante y se salga del sustrato.
Como veis he retirado el acolchado y he hecho un hoyo suficientemente grande dónde quepa el contenedor con holgura.

A continuación con unas tijeras le he practicado los cortes que se ven en la fotografía. Para qué? Podría haber usado un orificio de drenaje de la parte inferior de la maceta pero en ese caso me hubiera obligado a doblar la rama por debajo del nivel de ella y era posible que las raíces salieran en esa doblez y quizás (no lo sé pero soy muy prevenida jajajaj) hubiera malogrado el acodo.
Hacerlo así me permite introducir la rama en el contenedor sin doblarla hasta que llegue el punto del acodo.
Como puede verse el orificio que me servirá para meter la rama está aproximadamente a la altura a la que realizaré el doblado en angulo recto del tallo.

La hendidura vertical me sirve para facilitar el meter la rama sin dañar las yemas laterales que tiene o el propio vástago. Simplemente se abre un poco y con toda facilidad se mete la rama en el orificio cuadrado practicado al efecto.


Ahora toca establecer cual será el punto exacto en el que deberemos hacer el pequeño corte a la rama. Para ello introducimos provisionalmente el contenedor con la rama en su interior y lo "presentamos" en el hueco de plantación.

Deberemos cerciorarnos de que el trozo de ramita que salga por encima del nivel del sustrato no es demasiado larga pero tampoco excesivamente pequeña. Que la rama se acomoda bien en su recorrido desde la planta madre hasta volver a surgir por el sustrato. 
Debo decir durante el ratín que se tarda en hacer estas comprobaciones y decidir la mejor "postura" de la rama, me ha facilitado mucho las cosas para que no se moviera y me pinchara el sujetar la rama con un fijador de  mangueras de riego que tenía cerca.

Tendremos preparado el material que precisaremos. Tanto las tijeras de mano como la navaja de injertos no hace falta decir que estarán escrupulosamente limpias y desinfectadas!! Pensemos que estamos practicando un corte en una rama y por tanto abriendo una hendidura que puede ser un foco de infección.
Extraeremos de nuevo la rama del contenedor cosa realmente sencilla al estar cortado en su lateral y dispondremos todo lo necesario para hacer el acodo.


Con las tijeras de podar retiraremos todas los brotes (o ramitas si las hubiera) y los aguijones en el trozo de rama dónde haremos el acodo (unos 10/12 cm).
Bueno, ahora toca realizar el pequeño corte con la navaja de hacer injertos.
A continuación practicaremos un pequeño corte limpio en diagonal, con sumo cuidado de no llegar a fraccionar la rama cosa que la haría inservible para el fin que nos ocupa.

Con un pincel pequeño humedeceremos muy ligeramente la zona del corte.

Aplicaremos hormonas de enraizamiento en polvo en ambas caras del corte que mantendremos separadas mediante un palillo o cualquier utensilio pequeño y delgado.

A continuación hay que elaborar el sustrato con el que rellenaremos el contenedor. Un simple sustrato de semillero que mantendrá muy bien la humedad nos podrá valer.
He mezclado sustrato de semillero, algo de humus de lombriz y un poco de madera muy, muy triturada y compostada con la idea de lograr una mezcla esponjosa en la que pudiera circular el aire, que mantuviera la humedad y en la que no tuvieran dificultades para que las futuras raicillas crezcan.

Es el momento de volver a introducir la rama de nuestro rosal en el contenedor ubicado ya en su sitio definitivo y con algo de sustrato en su parte inferior para que la rama descanse en él. 

No eliminaremos el palillo que mantiene separadas las dos partes de la hendidura que hemos practicado en la rama.
Dado que se trata de un contenedor bastante pequeño y que el sustrato que hemos usado es muy liviano y por tanto no pesa nada he preferido curarme en salud y sujetar el contenedor al suelo del arriate dónde está con el mismo fijado de tuberías de riego que usé antes. Esto evitará que en el caso de que accidentalmente tire de la rama "madre" no llegue a moverse el contenedor.

Para impedir que las raíces crezcan fuera del contenedor y que al extraerlo las rompa he cerrado el corte vertical que practiqué antes con un poco de cinta adhesiva ancha. Esto es opcional, claro :)

Finalmente he clavado firmemente un tutor junto al borde exterior del contenedor del lado dónde estaba el acodo y he terminado de rellenar el contenedor un par de centímetros más con el resto del sustrato que hice (lo he llenado hasta llegar a tapar el borde del contenedor pero para que vierais como ubicado el contenedor en el arriate he tomado la foto antes de terminar de llenar.
Con un par de bridas he sujetado el extremo de la rama que sobresalía del sustrato al tutor.

He regado en profundidad y he vuelto a tapar la zona con el acolchado que retiré al iniciar el proceso.

Una etiqueta indicando la fecha en que hemos realizado nuestro acodo y con otros datos como la variedad de rosal o la persona para la que lo habéis preparado nos será de ayuda cuando pasen unas semanas para los desmemoriados como yo :P

Y eso es todo. Yo me lo he pasado estupendamente bien haciendo este acodo que me parece de lo más fácil y sobretodo que casi, casi, tenemos seguridad de que va a prosperar. Sin la agonía que supone a veces el cuidado de los esquejes.
En el momento en que lo "independice" de la planta madre os pondré por supuesto todo el proceso. Espero no tarde demasiado y pueda enviarlo a mi amiga para que este otoño pueda plantarlo directamente en su jardín. Eso espero!! ;)

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3 comentarios:

  1. Hola María: no sabía que los rosales se pudieses reproducir por acodo. Siempre es bueno aprender. Gracias y un abrazo.

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    1. Si Lola, y además es un sistema mucho más fácil, que requiere menos cuidados (salvo estar pendiente de que no se seque el sustrato) y con mucho más éxito que los esquejes que todos conocemos.
      Estate pendiente porque probablemente hoy cuelgue otra variante del acodo, el acodo aéreo.
      Este acodo simple requiere ramas largas y flexibles que puedan llegar al suelo y doblarse hacia arriba. No nos serviría para muchos rosales arbustivos.
      El acodo aéreo es la variante para acodar rosales arbustivos, sin necesidad de doblar las ramas ni de que estas sean largas. Un besito, cielo :)

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  2. Lo que aprendemos contigo, María!

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