Creí que no íbamos a terminarla. Pero sí, el trabajo ha concluido esta tarde. No el de las plantaciones, claro está pero sí la construcción y relleno de huecos con tierra. Lista para acometer las plantaciones!!
Estoy contenta con el resultado!! Para qué negarlo...Me gusta cómo han quedado mi escalera :)
Claro, una vez terminada ya estoy pensando, imaginando como se verán cuando la hiedra de hojas pequeñas abrace alguna de sus piedras...cuando las salvias, los romeros y las lavandas enmarquen su base; cuando las lilas broten aunque este año, tras la poda que voy a practicarles probablemente no florezcan..en fin, cuándo la primavera llegue y todo vuelva a cubrirse de verdor.
Ayer colgué la entrada de la construcción del lilar y hoy voy a explicar cómo hemos hecho esta escalera que constituirá, como decía ayer, la salida de ese "Jardín Secreto" que tengo en mente crear.
Pico, pala, carretilla, martillos, barras de hierro para quebrar las rocas del suelo, martillo de geólogo, macetas para golpear...en fin, las herramientas más duras para el trabajo más duro!!
El desnivel del último tramo de la "meseta" en la que se encuentran los dos pinos grandes era bastante pronunciado así que lo que en principio creí que iban a ser cuatro escalones se han convertido en seis o siete. También era importante que la escalera presentara la dirección del camino por el que continúa el acceso lógico una vez subimos los escalones de modo que los escalones debían tener mayor ancho del lado derecho según se sube que del izquierdo para ir trazando el poco de curva que precisaba. Y por supuesto no quería hacer peldaños altos si no totalmente cómodos, no más de 15 cm de altura.
Replantear todos los detalles antes de afrontar el trabajo no es tema baladí. Teníamos claro que era imprescindible ahorrarnos los errores que condujeran a tener que mover semejantes pedruscos de nuevo, así que pensamos y repensamos antes de comenzar.
Creímos lo lógico comenzarla a hacer desde abajo hacia arriba. Primero limpiando y trazando un poco el "dibujo" del espacio que ocuparía.
A golpe de pico nos retiramos toda la roca precisa para ubicar en su lugar los primeros peldaños.
Es una zona bastante empinada así que prefería hacer más peldaños pero que fueran cómodos. Con una huella suficientemente amplia para que cupiera el pie de sobra y que los escalones se pudieran subir uno con cada paso para que fuera más cómoda. La verdad es que es absolutamente cómoda de subir y bajar. No todos los peldaños tienen exactamente la misma medida pero sí bastante aproximada. Mi idea era una escalera que resultara "natural" y con cierto grado de "imperfección" con algunas rocas del lateral metiéndose un poco en algún peldaño, con una anchura algo variable a lo largo de su recorrido, en definitiva, una escalera que encajara en el estilo de mi jardín y yo creo que lo hemos logrado.
Según íbamos haciendo un peldaño retirábamos la roca del siguiente y colocábamos las piedras poniendo especial cuidado en que estuvieran perfectamente asentadas para evitar movimientos o derrumbes. Hemos ahondado el suelo debajo de cada piedra colocada y compactado bien la tierra que la rodeaba introduciendo pequeñas piedras que sirvieran de apoyo allí dónde era preciso.
Una vez hechos los escalones había que acometer los laterales. El terreno dónde se ubican estas escaleras es rocoso, pero de una roca de esas que se raja en láminas, que se disgrega con cierta facilidad (claro, con la "facilidad" que puede disgregarse una roca jajaj) así que era imprescindible "proteger" los laterales de los escalones si no queríamos que en dos días estuvieran cubiertos de pequeños trozos de roca desprendidos del terreno.
Envié la fotografía anterior a mi amiga Claudia para que me diera ánimos pero sobretodo para tener su siempre sincera opinión, de esa que no te alaba por qué sí y que apunta, corrige y opina con libertad de crítica sabiendo que siempre serán bienvenidos cualquiera de sus fundados comentarios. Como decimos entre nosotras, opinión de amiga!! ;)
Fue de ella la idea de colocar unas piedrotas en el lado izquierdo para, con sus palabras, "compensar" el peso de las piedras del murete del lilar a la derecha. Y qué razón tenía!! Gracias Claudia desde aquí, no sabes lo que me alegro de haber aceptado tu opinión y tu idea.
Uno de los trabajos más duros durante la construcción ha sido el transporte de piedras de este tamaño. Moverlas de sitio "en brazos" era imposible así que el ingenio tiene que suplir la fuerza!! Esta imagen compuesta de varias fotografías explica, creo, de qué manera se facilita el transporte de piedras de buen tamaño de un lugar a otro. La carretilla en este caso es una buena aliada a ahorra bastante esfuerzo a nuestra espalda.
Pero hay rocas que no es factible desplazarlas en carretilla. Esta forma de moverlas ha sido válida mientras no le llegó el turno a la gran piedra que remata el lateral izquierdo. Era absolutamente imposible moverla de dónde estaba!! Ni con carretilla ni con nada..no quedaba otra que "hacerla rodar" desplazándola a la vez pero teníamos ya hechos os los escalones y no era cosa de romperlos o dañarlos bajo el peso y los golpes de un pedrusco semejante. De nuevo el ingenio se hacia preciso: rellenar con una buena capa de tierra todos los escalones y que quedara una especie de "rampa" sobre la que fuera posible desplazar la madre de todas las piedras. Me canso de nuevo solo de explicarlo!! jajajja
No hace falta decir que hemos movido y removido las piedras mil veces antes de dejarlas definitivamente como están. Se ponían en su sitio, mirábamos la escalera desde arriba, desde abajo, desde el lado..no, asi no, demasiado alta, o demasiado baja o con una forma fea...Vuelta a empezar!! A cambiarla de posición o a coger otra distinta!! Ufff A-go-ta-dorrrrrrrr!!!
Además había otro "problema" que resolver a veces: una piedra valía siempre que se cortara de aquí o de allá. Lo primero que hacíamos en estos casos era medir el espacio disponible en el escalón para saber cuánto de la piedra debíamos eliminar. Pero cortar una piedra de granito no es cortar papel. Para nada!!
Ilustro como lo hemos hecho en esta imagen que sigue. Espero que sea suficientemente esclarecedora por si alguien debe afrontar por primera vez un trabajo parecido y pudiera servirle de ayuda.
Sirviéndonos de la punta de un martillo de geólogo (que por cierto, es un instrumento valiosísimo para romper algunas rocas por potencia del impacto que tiene) trazábamos las líneas por las que teníamos que "cortar" la roca, a continuación practicábamos varios golpes sobre esas lineas con la "maceta" para que la roca "se resintiera" en esos puntos de impacto y fuera más fácil luego que se quebrara por ahí. A continuación a golpes secos y dados en la dirección en la que pretendíamos que se desgajara el trozo de roca íbamos golpeando la roca hasta llegar a la forma y tamaño que precisábamos metiendo a veces piedras debajo para que la que estábamos rompiendo quedara "en el aire" y fuera posible seguir quebrándola por dónde precisábamos. En fin, como comprenderéis es más fácil explicar como se hace que hacerlo!!
En fin, poco a poco, con descansos entre piedra y piedra para tomar aliento, hemos ido construyendo esta escalera de la que me siento muy orgullosa. Esa es la verdad. Porque ha costado mucho construirla y el trabajo y el esfuerzos de las manos de uno siempre te llena de satisfacción pero también porque creo que es hermosa. Al menos yo la veo hermosa :)
Estaba tan ilusionada con su terminación que no he podido esperar a hacer las plantaciones para colocar mi "pajarito rey"!! Un detalle que me pareció precioso cuando lo compré y creo que quedará muy bonito entre las plantas con su bola de cristal blanca sobre la que el sol puede centellear..
No veía la hora de "barrerla" para eliminar toda la tierra que mientras se ha construido los laterales ha ido ensuciando los peldaños!! Y una vez barrida había que rellenar huecos con sustrato enriquecido para que puedan prosperar en ellos las futuras plantaciones y por último una ducha con agua terminó de sacar de nuevo, de debajo del polvo, la hermosura de la pátina de estas preciosas piedras!!
La he contemplado desde arriba y desde abajo y he sonreído exhausta pero feliz una vez terminada cuando he visto el conjunto desde arriba, debajo de uno de los pinos desde los que se puede disfrutar de una bonita vista enmarcada por sus ramas añosas.
Estando arriba me he fijado que las yemas de las lilas ya no están cerradas del todo, no falta tanto para que comience la actividad...
En fin, este ha sido el proceso y éste ha sido el resultado de nuestro trabajo estos días. Seguramente un profesional la hubiera construido mejor o quizás más bonita aún. Sin duda. Pero en ese caso, cada vez que subiera y bajara sus escalones no la podría sentir "tan mía" como habiendo participado directamente en su diseño y construcción!! Espero que os guste y os haya parecido interesante esta entrada. Gracias a todos por vuestra presencia en este blog.
Tu escalera de piedra es preciosa, parece una escalera de hadas, de las que se encuentran en los bosques de Inglaterra, cubiertas de musgo, ocultas en la vegetación y secreta, que bonita! No tiene que haber sido nada fácil construirla y construirla tan bien!! Enhorabuena por este hermoso trabajo y gracias por compartirlo!
ResponderEliminarOjalá tuviera mi jardín la humedad precisa para que todo se cubriera de musgo. Desgraciadamente "disfruto" de un clima con temperaturas demasiado elevadas y baja humedad atmosférica como para que el musgo de las rocas no se seque durante el estío. Pero bueno, tan pronto como bajan y comienzan las lluvias otoñales regresa de nuevo. Seguramente las zonas al rescoldo de las sombras que proyecten alguna de las plantaciones en esta escalera serán lugares propicios para que se conserve ese precioso musgo que a mí también me encanta!!
ResponderEliminarPor cierto, qué bonito lo de "escalera de hadas". Me encantó!!! Gracias por venir a este jardín a dejar siempre preciosas palabras.
Gracias a tí por compartir tu maravilloso trabajo con nosotros, me encantan tus ideas!
ResponderEliminarPreciosa María, muchísimo esfuerzo, pero disfrutando tanto que se ve que es lo menos importante. Felicidades trabajador@s :)
ResponderEliminarNo sé por qué, Isabel, nunca me avisa esto de tus comentarios y los veo luego, cuando veo los de los demás...en fin, misterios del "internés". Hombre, el cansancio es cansancio. Qué duda cabe!! Pero... y cuándo terminas el trabajo y te dices... quedó linda!! Y la he hecho yo!! :)
EliminarNo son trabajos para estar rectifficando...quién tiene ánimo y fuerzas para modificarla? Así que merece la pena "echar el kilo" en hacerla lo mejor que se sabe y se puede... Al día siguiente el dolor de brazos, los rasguños, las magulladuras, las agujetas de las piernas...han desaparecido pero la escalera seguirá ahí durante mucho tiempo para poder disfrutarla. No, no me importa el trabajo que tenga algo, me importa que el resultado me guste.
Guapísimo ese rincón y la escalera... es que ya me lo puedo imaginar cuando esté más poblado... es precioso.. no me extraña que subas y bajes todo seguido jajaja. Como te entiendo.. las cosas hechas con el esfuerzo te dejan una satisfacción enorme...! te felicito... y me encantará verla en verano con esos lilos floridos!
ResponderEliminarMuchas gracias por pasearte por este blog. Es un placer siempre tenerte en él!! Los lilos... ummm voy a dejar unos días que se asiente en su nueva ubicación y les practicaré una poda a ver si los rejuvenezco un poco. De ahí que no espere floración esta primavera (incluso la siguiente, aunque quiero dejarme un rescoldito de esperanza...:) ) Pero es necesario, tienen demasiados años y están despoblados por algunas zonas. Además, quieras o no, por mucho cuidado que lleves siempre se queda parte del cepellón en tierra al quitarlos de su lugar, menguar su envergadura hará que esté más equilibrado...en fin, espero no equivocarme con el tratamiento. Un saludo muy afectuoso, Margó
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