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Diseño del jardín: El jardín de los vecinos

A la hora de diseñar nuestro jardín sabemos que hay infinidad de cosas a tener en cuenta. Si bien es cierto que son muchas las que consideramos, suelen ser las propias de nuestra parcela y no otras las que valoramos. Pero, y los jardines de los vecinos? Nos afectan? Indudablemente no solo nos afectan si no que nos condicionan. 

Nuestra parcela es un conjunto y como tal deberíamos valorarla  a la hora de decidir su diseño. Solamente lo que está en su interior está en nuestra mano modificarlo ( y no todo, por supuesto).
Pero es un conjunto dentro de otro conjunto más amplio, su entorno. Si, el jardín de los vecinos nos afecta. Como lo hace el entorno general, el paisaje lejano que divisamos desde algunas zonas de nuestro jardín, las vistas más próximas, los ruidos si hay tráfico en las cercanías, las construcciones cercanas y que quedan a la vista desde nuestro jardín... Por poner solamente algunos ejemplos.
Unas veces lo hacen para beneficio de nuestro jardín y otras trabajan en contra. Pero no hay duda de que a la hora de establecer el diseño del jardín debemos tenerlas todas en cuenta.

Cuando desde nuestra casa tenemos una magnífica vista, incluso la construcción de pérgolas, lugares de descanso, comedores al aire libre, cenadores, etc... frecuentemente se realizan focalizando precisamente estas vistas porque sería un pecado que dejaran de ser el centro de atención de algunas zonas de nuestro jardín.

De entrada tenemos habitualmente o vallas divisorias que son comunes y que separan nuestra propiedad de las que están al lado.
Lo que se vea a través o lo que se plante en ellas condicionará, a veces, de forma determinante nuestro propio jardín. Lo embellecerán a veces, nos originaran trabajos y molestias o nos deleitarán con sus floraciones, nos veremos perjudicados con sus raíces o no, sus ramas se meterán en nuestro jardín en ocasiones para proyectar deliciosas sombras, otras para impedirnos plantar algunos ejemplares que precisarían de más sol...



En ocasiones podremos "aprovechar" bonitas arbustos en flor y en ese caso, quizás es preferible no ubicar ninguna plantación grande delante que según crezca nos oculte ese momento de bonito colorido. 
Esta es la única mimosa que disfruto y no tengo que padecer!! jejeje La veo desde la puerta de mi cocina cuando está en flor y creo que es espléndida..

Es difícil encontrar un jardín (si hablamos de un jardín grande, claro) desde el que no se vea absolutamente nada que no sea el propio jardín. Setos bien recortados, frutales cuajados de flores, arbustos que aportan manchas de un espléndido color formarán visualmente parte también de nuestro jardín.

Pero seguramente, si el jardín es amplio y tiene muchos metros de muro o valle, a través de algún espacio de ellos, divisaremos parcelas descuidadas que salvo que con algún medio (tela de sombreo o construcción de un muro) las tapemos seguirán molestando nuestra visión desde ese punto.
Aquí os muestro un espacio de mi seto sur para el que ya tengo comprada la tela de sombreo con la idea de cubrir "las vistas". La verdad es que ya estoy casada de ver ramas secas amontonadas y tanto descuido y desidia como observo desde esa zona.


Desgraciadamente en España en general hay un concepto del propio jardín que desde mi punto de vista es erróneo.
Indudablemente nosotros podemos plantar en él aquello que creamos conveniente. Pero esta libertad de elección no tiene límites? Sí, sí la tiene!! O mejor dicho, la debería de tener. 
Es cierto que cuando no existe desarrollada una normativa municipal con relación a este tema, legalmente hay que acogerse a lo que marca nuestro Código Civil que establece unas distancias de árboles y arbustos a las líneas divisorias entre parcelas. 
En general, creo que hay pocos Ayuntamientos que se hayan molestado de este asunto. Lo dejan al arbitrio de los vecinos ocasionado con ello, normalmente, una situación de cierto desvalimiento del vecino perjudicado. La mayoría de las veces, si no quieres ponerte a mal con el vecino o incluso poniéndote, estás dispuesto a meterte en pleitos que pueden tardar años en resolverse, generalmente te ves obligado a aguantarte con el perjuicio.

Es verdad que la Ley te permite eliminar las raíces que de plantaciones ajenas entren en tu jardín pero no así las ramas de árboles por ejemplo. Te metes en un juicio por los frutos pegajosos y las ramas que casi se meten en tu ventana desde un árbol del vecino? Pues no, en general no lo haces y te aguantas con las ramas en la nariz y te dedicas a barrer a diario lo que suelta el dichoso arbolito sobre tu camino.

Pienso que en localidades dónde hay un alto porcentaje de viviendas con parcela alrededor el Ayuntamiento debería reglamentar estos asuntos mucho más. Pero aún en el caso de que no lo esté, el consenso, el buen juicio y un sentido de lo que parece razonable, debería constituir la solución entre los vecinos.
Pero para ello deberíamos de tener los españoles un concepto de lo "ajeno" diferente y no estar convencidos de que lo propio siempre está por delante de lo común o de lo de los demás.
En muchos países sería impensable que no hubiera un acuerdo entre vecinos a la hora elegir las plantaciones que se ponen sobre las vallas divisorias. Su color, su aroma a veces, sus raíces, sus ramas, su floración... intervendrá en ambos jardines. El propio y el del vecino.
Es cierto que cuando compramos una parcela muchas de estas plantaciones están hechas de antiguo y no es cosa de obligar a los vecinos a retirarlas. Pero en muchos otros casos se trata de cultivos recientes, en los que la lógica debería obligar a ponerse de acuerdo y decidirse por soluciones que no perjudiquen a ninguna de las partes. No es así casi nunca. 
Este es la típica situación: Tenemos una valla metálica (a través de la cual ramas, hojas y demás se colorán hacia el jardín del vecino) y queremos poner a todo su largo una "frondosa" hiedra? Pues la pongo!! Y listo!!
Preguntar al vecino si quiere esta "preciosidad"? Por qué? Si es mi jardín y la voy a plantar toda bien pegadita al murete sobre el que se asienta la valla pero dentro de mi propiedad?
Este tipo de jardineros, contemplan la necesidad posterior de su mantenimiento mediante podas constantes desde su lado. Pero el lado del vecino?
Tienen en cuenta que la hiedra se meterá hacia su jardín y que por lógica debería correr de su cuenta (económicamente si se contrata a alguién o en tiempo y herramientas si lo hace uno mismo)? No. La parte de "mi hiedra" que se vaya al vecino que se la pode él mismo. Si tiene que desembolsar dinero para pagar a alguién que se lo haga, pues que lo desembolse. Yo qué culpa tengo de que la hiedra se quiera ir hacia allí. No es de broma, ese es el argumento que a veces dan cuando dices algo.
Claro, el problema con este tipo de actitudes es que al vecino le estás originando no solamente gasto del pago de horas de un jardinero que pueda subirse a una escalera a podarla os veces al año. Es que la dichosa hiedra se mete hacia tu lado y si no te andas con cuidado empuja tus plantaciones.
Este típico vecino que en mi urbanización suele venir solamente los fines de semana, le importan un bledo los pulgones que cuajan su odiosa hiedra. Pero  claro, a ti y a tus rosales, no! Y ahí te ves mochila a la espalda cargada con jabón potásico semana sí y semana también si no quieres que tus rosales se contagien.

En mi caso concreto, tratamos previamente a la plantación del tema. Ilusa de mí creí que el hecho de haber manifestado claramente que no deseaba hiedra, eliminaría cualquier posibilidad de la misma.
Me pidieron opinión (no como algo común, si no como una elección propia del dueño) y opté por haber "tapizado" la valla común con Trachelospermum jasminoide. De hoja prácticamente perenne, preciosa coloración otoñal, bajo mantenimiento, no invasivo, no tendente a tener plagas ni enfermedades, una floración divina en primavera y de un aroma embriagador.
Pero claro, aunque no me lo dijo nunca, estoy convencida de que se fue al vivero y cuando le dijeron que un trachelo rondaba los 10/12 € y un ejemplar de hiedra estaba sobre los dos o dos euros y pico, la elección fue clara para él.
Eso en cuanto a los metros de jardín trasero que es el largo de la casa, el tema se ha seguido reproduciendo a lo largo de los más de setenta metros de la valla divisoria a lo largo de todo el resto de la parcela. El jardinero que periódicamente viene a cuidar de este jardín, en cada visita planta tres o cuatro ramas más de hiedra y la cosa va avanzando cada año más...Cada vez veo más ramitas de hiedra que se meten hacia mi lado a través de las telas de sombreo o del brezo y que si dejo crecer llegan a arraigar sobre mi suelo. En fin, un trabajo que me ha originado y que jamás se le ocurre ni siquiera comentarme.

Como veis, sí, las plantaciones de los jardines ajenos nos influyen y mucho.
En otros países incluso la sombra que proyecta un árbol y que al crecer llega a robar la luz y el sol de la casa del vecino, se considera razón suficiente para su traslado o eliminación. Aquí en España? Eso sería impensable. Si el vecino que compró su propiedad por el sol que recibía su fachada, al pasar los años y crecer nuestras moreras (por decir algo) se ha quedado sin gota de sol.. pues se siente!!
Otras veces ya no es cuestión de llegar a acuerdos. En ocasiones las plantaciones están hechas tan de antaño que constituye el resolverlo un problema de gran envergadura económica. Es el caso de las dichosas arizónicas que hace treinta o cuarenta años se pusieron tan de moda en nuestro país. 
En este caso concreto estaban plantadas mucho antes de que el vecino comprara su propiedad así que salvo que algún día esté harto de las raíces que le invaden su jardín, veo difícil la solución. Evidentemente no solo invaden con sus raíces sus plantaciones, impiden de mi lado que cerca de ellas crezca nada ya que absorben toda agua y alimento que cae sobre la tierra próxima (y no tan próxima porque desarrollan raíces increíblemente largas).

Luego está el tema de la poda. Es cierto que las arizónicas estaban cuando él llegó pero eso no le debería de eximir de ser él o persona pagada por él, quien se encargara de podarlas de mi lado. Evidentemente eso no ocurre.
Es cierto que todo no es blanco ni negro. Por verle algo positivo, cuando nieva, sobre sus ramas se deposita un hermoso manto blanco! jajajaja

Al diseñar nuestro jardín deberíamos considerar además de las raíces, la sombra que árboles y demás plantaciones de buen tamaño proyectarán sobre nuestro espacio. No solo eso, la caída de hojas y frutos pasados también se debería tener en consideración.

En jardines que presentan inclinación puede originarse un problema añadido. Si el nuestro está a un nivel inferior al del vecino y éste no tiene hecho los necesarios desagües a través de muros y las nivelaciones correctas del terreno, se puede originar un grave problema cuando se produce una tormenta monumental. El año pasado ocurrió en el mío. El jardín del vecino, literalmente se convirtió en una piscina, tanto subió el nivel del agua que llegó a desbordar hacia mi lado produciendo bastantes desperfectos en el rincón del jardín secreto. 

Afortunadamente arregló el problema de su lado canalizando el agua de manera que en el futuro, aunque llueva torrencialmente, no se volverá a producir el desbordamiento hacia mi jardín. Evidentemente el coste de la reparación de los daños que su agua produjo en mi jardín, corrieron de mi cuenta ajjajaja En fin, sin palabras!
Las vistas que a los lejos, del pueblo o de las montañas que rodean nuestro jardín y que divisamos desde nuestras terrazas deberíamos preservarlas no haciendo plantaciones que con los años nos las roben.
Indudablemente el entorno se nos "cuela" en nuestro jardín. Si es hermoso, merece la pena seguir disfrutándolo. Si lo que hace es restarnos belleza, habría que buscar soluciones para evitarlo. 

En mi caso, no tengo jardines de vecinos delante de la parte oeste de mi jardín pero se trata de un espacio abierto desde el que se otean las montañas de Ávila a lo lejos y que en primera se pone especialmente hermoso!! Prolongar de alguna manera este entorno hacia dentro de nuestro jardín introduciendo especies que prosperan de modo natural en las proximidades como lavandas y romeros, parece una decisión inteligente.


Como vemos, nuestro jardín no está formado solamente por lo que en él construimos y plantamos. Lo conforman también más o menos directamente, lo que rodea nuestro espacio verde. Sean otros jardines vecinos, sea el propio entorno, sean construcciones o paisajes que desde el nuestro se divisan...

Qué bien le ha sentado la lluvia a mi jardín!!!

La semana pasada llovió sin parar. El agua cayó en suficiente cantidad como para empapar bien la tierra y eso las plantas lo agradecen. Llevo unas semanas plantando arbustos y esta humedad facilitará mucho su arraigo. Ya se fueron las altas temperaturas y las plantas lo notan. Están crujientes, tersas!! En clara actividad vegetativa aún, incluso muchas floreciendo todavía.
Me gusta octubre. El jardín se ve aún verde y las suaves temperaturas permiten pasar en él largas horas disfrutándolo. Me gusta pasear despacito por él, deteniéndome a cada instante. Hoy le toca el turno al jardín trasero de la casa. Es la parte más transitada del jardín porque la recorremos constantemente en nuestro ir y venir desde casa  al garaje y al lavadero. La he querido en tonos malvas, azules, blancos… y sobre ellos, estoy segura, la próxima primavera lucirán mis rosas predominantemente en tono carmín.. El Vitex Agnus, los Acnistus, las Salvias farináceas, la Ceratostigma Willmonttianum, La salvia Indigo… aportan las tonalidades azuladas que tanto me agradan.

Me acompañáis en este paseo matutino por él?
Cada planta tiene algún reclamo para mí, sus colores, sus aromas, la vistosidad de sus flores, los tonos de sus hojas otoñadas, incluso a veces las hermosas espinas de los rosales.  Comencemos el paseo por el jardín trasero de la casa.
Planté en invierno, en la esquina NE de la casa un rosal precioso, Laguna. No sé hasta qué punto será refloreciente como dicen. Este temporada no lo ha sido, pero claro, ya se sabe, un rosal recién plantado no tiene el comportamiento que tendrá cuando madure.

Cuando ha florecido lo ha hecho en grupos de varias rosas bastante grandes de un color muy bonito. Ahora está emitiendo fuertes tallos que ya puedo atar a la tubería que baja del canalón del tejado y que pronto lo cubrirán. Me encantan sus espinas,  muchas, de un rojo intenso precioso.

Esta zona tiene varios Dryopteris Buschiana, unos helechos resistentes que ahora están que se salen aportando al pequeño ensanchamiento del camino una sensación de frescor muy agradable con sus frondas.

A  un par de metros del rosal, la Mahonia Aquifolium está llena de brotes nuevos.
Qué hojas tan limpias y tan verdes tiene!! Con el borde de sus dentados foliolos espinosos aún no están coriáceas porque están recién brotadas. Veremos si este clima frío de mi jardín hace que adquiera un intenso color en invierno.

Un poco más allá hay una trepadora que llevaba tiempo deseando plantarla en mi jardín pero que no he encontrado aquí en España así que he tenido que adquirirla a través de una páginan web. La lluvia parece que ha animado a rebrotar algunos de los arbustos plantados en los primeros meses que llegar aquí. Estaba un poco estancados y ahora parece que está  tomando fuerza., se trata de la Schizophragma Hydrangeoides Roseum que puse en la fachada norte de la casa para que con el tiempo la cubra con su preciosa vegetación. Parece una hortensia trepadora, pero no lo es.

Como no pararse a mirar el Farfugium Japonicum!! Qué increíblemente lustrosas son sus grandes hojas.

No han pasado bien el verano las dos Pulmonarias que tengo, un poco más allá, “Diana Claire” y “Opal”, ahora están de nuevo animadas, emitiendo hojas con una pelusa algo irritante al tocarlas y con precioso tonos de verde grisáceo con dibujos que se me antojan muy bonitos.

En la misma gama de verdes tengo cercano a ellas, Lamianstrum que parece sentirse bien en esa ubicación porque cada vez se va apoderan de más espacio.

Las ramas del pequeño Vitex Agnus Castus se adentran en el camino. Quizás deba reubicarlo este invierno. El fallo de siempre, no calcular bien el tamaño que adquirirán las plantas en el futuro. El Amelanchier que hay frente a él también crecerá y creo que si no muevo uno de sitio el paso por el camino se dificultará con las ramas de ambos arbustos cruzadas. No pensé que floreciera durante un período tan largo.  Sus diminutas flores comenzaron a abrirse a comienzos de julio y no han dejado de hacerlo hasta ahora.

Me paro frente a uno de los dos Acnistus Australis. Es increíble lo que ha podido llegar a crecer estos meses!! Tanto que me estoy planteando separar un poco de él una preciosa Fuchsia Magellanica que hay a su lado. Literalmente la está engullendo con sus ramas.
Me traje los dos del otro jardín. No debía de gustarles el sitio que les asigné porque los dos años que los cultivé crecieron espigados, con unas hojas desagradablemente pegajosas y sin dar ninguna floración digna de mención. Qué cambio desde que están en el nuevo jardín!! Han pasado desde la primavera hasta ahora por varios momento de flor. Es como si florecieran a ráfagas pero nada que ver con lo que eran, están sanos, exuberantes!! Y son tan deliciosas sus pequeñas campanillas azules…

A sus pies llama ahora mi atención los exquisitos estambres de la Anemona Hupehensis de colores malva. Qué dorado tan intenso, imposible no detenerse a mirarlos durante unos instantes. Verdad?

Y llegamos al final del camino que recorre el jardín trasero. Incansables las Salvias farinaceas!!

Desde primavera sin parar, parecen inagotables!! La próxima temporada pondré algún otro grupo en esta zona. Se encuentran a gusto en una ubicación de semisombra. Pueden florecer a pleno sol pero lo hacen menos tiempo y se ven castigadas por las altas temperaturas. Aquí están perfectas, recibiendo algo de sol de la mañana u los últimos rayos de la tarde. Han conservado todos estos meses un verde precioso y se han manteniendo lustrosas y sin marchitar en absoluto.

El lateral opuesto, frente a la casa, orientado al sur, está destinado fundamentalmente a rosales. Un espino albar crecerá con el tiempo en él aportando algo de sombra con sus ramas que agradecerán los rosales a las horas de más insolación. En él está creciendo un arbusto muy bonito que creí que no iba a florecer hasta el año que viene lo está haciendo ahora, Ceratostigma Willmottianum.
Qué azul tan intenso el de sus pequeñas flores!!  Y qué colores tan bonitos el de sus hojas. Requiere una posición bien soleada y un sustrato sin problemas de drenaje para desarrollarse bien.


Terminamos nuestro breve paseo. También al sol está uno de mis Amelanchier  Lamarckii.
Todo un espectáculo en estos meses. De día en día van subiendo de tono sus hermosos colores rosados intensos.
No sé si sus hojas enrojecerán completamente, de momento conservan una parte en un verde musgo haciendo un contraste sencillamente soberbio!!!

Buscando el equilibro entre trabajo y placer en el jardín. Reflexiones de una jardinera que ya no es joven.

Por unas cosas o por otras algunas instalaciones se van aplazando. Y es que son tantos y tantos trabajos los que hay siempre que afrontar!! 
Pero el verano pasado, cuando prácticamente a diario tenía que desriñonarme tirando de mangueras gruesas de 25 metros y trasladarlas por un jardín grande y en pendiente como el mío y me acordaba de....bueno, me acordaba simplemente!! jajajajja Terminaba ya de noche absolutamente rendida, sólo de regar!! Me dije que la que suscribe no cargaba más como una mula con las dichosas mangueras y que de este año no pasaba de terminar de poner el riego!!

El riego por goteo se puso a la mayoría del jardín hace ya tiempo. Pero había zonas como el jardín trasero (que pilla más cercano a la casa y por tanto era más cómodo de regar) y el huerto, en las que no se había instalado riego en absoluto.
Igualmente desde que se puso el riego a setos y a la mayoría de zonas de plantación del jardín, ha llovido mucho, se han agregado muchísimos rosales, arbustos y árboles, así como vivaces. Muchos arbustos y rosales se han movido de sitio...Es decir que aunque la mayoría de plantas tuvieran agua a su disposición, ello no dejaba de obligarme a acercarme a todas las zonas con las mangueras para regar las que no contaban todavía con riego. Y lo difícil y agotador es eso, llevar las mangueras a las zonas. Una vez allí, entre regar 20 y 30 arbustos la diferencia no es mucha.

De manera que estos días el trabajo de mi ayudante está siendo ese. Añadir círculos de manguera con goteos autocompensantes a los arbustos y rosales que no tenía e instalar el riego completo del jardín trasero y del huerto.


A mí me gusta regar a mano. Sin duda te ayuda a establecer con las plantas una relación cotidiana que da la oportunidad de ver cada día su estado. Si alguna plantación tiene plagas o enfermedades, si una zona de acolchado hay que reponerla, si está funcionando bien o no esta o aquella planta en un lugar determinado. 
No regar nunca con manguera, en mi opinión, te aleja del jardín. Quizás en un jardín pequeño no ocurre pero en uno grande, pueden pasar días y días desde la última vez que te asomaste a mirar en directo un rincón determinado, y en ese tiempo las plagas y enfermedades pueden haber hecho mella en algunas plantas.
Todos los jardineros sabemos lo duro que es mantener un jardín grande en buenas condiciones. Por supuesto!! Y Mucha parte de estas labores las hacemos con cariño y no miramos el cansancio que supone realizarlas. Pero las labores de un jardín no pueden sobrepasarte, creo.  No debe llegarse a situaciones en las que esas labores sean tantas y tan duras que el placer de cuidar de tu jardín suponga un agobio y supere tus fuerzas. Eso me pasó el verano pasado. Que el riego ocupaba tanto tiempo que una vez terminaba mi jornada laboral, llegaba a casa y entre comidas, atender casa, poner lavadoras y demás... tan sólo me quedaban tiempo para el riego antes de que cayera la noche. Llegué a estar agobiada!! Echaba en falta el disfrute, el mirar con detenimiento mis rosales, el disfrutar de un cigarrillo sentada en un pedrolo sin pensar que todavía me quedaba por regar tal y tal zona... 
No, no debemos renunciar al disfrute en un jardín!! Yo no quiero hacerlo!! Porque si eso ocurre, el placer desaparece y, en mi opinión, la jardinería debe ser fundamentalmente placer. No puede haber un desequilibrio absoluto entre labores agotadoras y recompensa. Sólo así se aguantan los duros trabajos, sólo así una es capaz de vencer la pereza, sólo así eres capaz de ser constante en el trabajo y hacerlo cuando el jardín lo precisa. Al menos así la entiendo yo.
Una cosa es que cierres el grifo para que el día que decidas el programador no se ponga en marcha porque vas a regar la zona manguera en mano y otra muy distinta la esclavitud de tener que mover a diario las mangueras por todo el jardín, te apetezca o no. Así que por fin el próximo verano podré tomarme algún día de descanso "regador", si lo deseo. Fantástico!! Un Hurra por mi decisión!! (o dos) jajajaj
Sí, me estoy volviendo más práctica!! ;) Quizás es simplemente que soy consciente de la edad que tengo. Sé, porque no saberlo demostraría ser poco inteligente, que con la edad necesitaré ayuda para cuidar de mi jardín. Pero no quiero plantear las cosas de manera que tenga que pedir ayuda para todo. Quiero poder seguir cortando las ramas de mis rosales durante muchos, muchos años más, hasta cuando sea viejita... Aunque tenga que ayudarme de las dos manos para cerrar las tijeras! Lo que no quiero es tener que renunciar a los preciosos trabajos de poda porque me tenga que subir constantemente a escaleras o adoptar posiciones tan en precario que mi salud y mi edad ya no me lo permitan.
Si hace algunos años no me lo pensaba dos veces a la hora de poner a crecer un rosal enorme sobre una pared de difícil acceso... ahora procuro encontrar soluciones para que estén al alcance de mis fuerzas el realizar los trabajos que conllevarán. Ahora ya sí me lo pienso y decido no poner cultivos cuya poda y cuidado se convierta en un trabajo que sea inabarcable para mí. El rosal en cuestión estará igual de bonito si hago que crezca sobre un pilar de madera clavado en el suelo dentro de un hoyo con cemento en una zona desde la que para mí sea fácil mantenerlo en condiciones y no precise estar subida como un mono sobre una escalera (Tengo vértigo!)
Puede que la razón estribe en que antes, además de ser más joven, sabía que el trabajo que conllevaría mi decisión se limitaría a ese y otro par de trabajos dificultosos cuando llegara el momento de la poda porque los jardines que cuidé hasta ahora eran diminutos. 
Ahora no tengo un rosal.. ni diez. Ahora en mi jardín hay más de cien rosales, y trepadoras, y muchos, muchos, muchos, arbustos y árboles... y metros y metros de suelo que hay que cuidar, proteger y mimar...y un huerto y caminos para barrer y mantener libres de malas hierbas invasivas y mil labores que no tenía en un jardín pequeño como los de antes. 
En fin, quizás simplemente es que mantener un jardín grande casi sin ayuda conlleva la necesidad de medir tus fuerzas y por tanto tratar de hacer las cosas del modo que, como decía antes, su mantenimiento no se convierta en algo que no está a la altura de tus fuerzas y sin llegar a sobrepasarte puedas seguir disfrutando de él. Tengo claro que de nada valdrá introducir preciosas plantaciones si no está a mi alcance cuidar de ellas o si tengo que depender constantemente de otras personas para su mantenimiento. Es ley de vida! Son cosas que probablemente solo te planteas cuando tienes cierta edad y sabes que, aunque tu ilusión no mengue,  tus fuerzas y tu capacidad de trabajo ya no aumentarán.. Y hay que asumir el proceso natural de la vida y luchar a favor de ella y no contracorriente. 
Bueno, así quedó mi huerto hoy tras el trabajo de mi querido ayudante. Qué bien trabaja!! Qué cuidadoso es...qué detallista! :) (Qué suerte tengo de contar con su ayuda!!)


Mi amigo José me envió hace pocas semanas los frutales de magníficas variedades injertadas en patrones de poco crecimiento para que no tenga que estar todo el año mutilándolos con podas constantes. Se plantaron inmediatamente a los pies de la celosía que recorre uno de los laterales de la rampa de acceso del coche al garaje y de las que hay sobre la fachada del propio garaje y en la valla que da a la calle. 
Sobre ellas pretendo que crezcan sus ramas adosadas. Cuatro manzanos, un platerina, un peral y una nectarina. Mantener tanto árbol frutal de dimensiones como las que llegan a alcanzar creciendo en patrones de gran desarrollo hubiera sido imposible para mis capacidades. De ahí que además de por razones estéticas, fueran las razones prácticas también las que me decidieran a cultivarlos de esta manera contenida.
No soy muy de comer fruta aunque sé que debiera hacerlo con más frecuencia. Creo que en mi jardín, con el tiempo y cuando las plantaciones maduren, se producirá mucha más fruta que la que nosotros consumimos. En realidad he introducido muchísimas plantaciones simplemente por mi gran deseo de descubrir y por mi ilusión de aprender técnicas de cultivo sobre los que desconozco todo. Hasta ahora me dediqué a cultivar plantas con flores simplemente. Hace mucho tiempo que mi interés se amplió y descubrí que el mundo de la jardinería iba mucho más allá de las flores... :)
Con el cerezo, el kaki, el membrillo, los manzanos silvestres, el acerolo, los arbustos de frutas rojas (uvas crispas blancas y negras, grosellas, moras, arándanos y frambuesas) y las pequeñas matas de fresas silvestres... creo que tendré que obligar a todas las visitas a que se vayan de mi casa cargados de fruta a su casa. Lo quieran o no!! jejeje 
No importa no consumirla nosotros. Cultivar todo esto me permitirá aprender mucho, mucho... y disfrutar y descubrir el maravilloso proceso de su floración y fructificación y lograr aplicar podas correctas en las que pienso poner mucho interés y esfuerzo en aprender correctamente!!
En fin, queridos lectores...hoy estaba un poco reflexiva. También eso lo da la edad jejejje  :)

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...