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Cultivar camelias no es imposible en climas del interior (Camellia × williamsii 'Debbie')

Es tiempo de camelias. Qué fama tienen estas plantas de difíciles para los que no vivimos en el norte de España. Y no lo son, la verdad. Quizás sí, hay que tener en cuenta algunos factores para su cultivo. Tener presente que las camelias son plantas acidófilas, como hortensias, calas, rododendros... 

La plantación de este tipo de plantas determina en buena medida que luego sea fácil de mantener su cultivo en condiciones aceptables. Por lo demás las condiciones de cultivo serías muy semejantes a las que podemos proporcionar a un rododendro. 

Por tanto un sustrato que permita mantenerse húmedo pero con buen drenaje para que no provoque encharcamiento en las raíces, cosas que las camelias detestan (como casi todas las plantas), buena cantidad de materia orgánica a base de humus de lombriz, madera triturada muy, muy pequeña, estiércol; 

El suelo debe tener un pH ácido y si nuestro jardín no cuenta con él deberíamos rellenar el hoyo de plantación con tierra de castaño o tierra para acidofilas o acidificar el suelo alrededor de las raíces.
Este pH deberíamos mantenerlo ácido regando con agua de lluvia y si eso no es posible acidificando previamente el agua de riego.

Un factor muy importante es controlar también los niveles de hierro y a al mínimo síntoma de clorosis férrica hacer aportaciones de quelatos de hierro.

Mantener un buen nivel de hidratación porque estas plantas están deseosas de tener siempre sus raíces ligeramente húmedas.
En climas del interior de la península no es conveniente cultivarlas a pleno sol, ni siquiera que les de el sol del mediodía. Una zona en semisombra, dónde reciban el sol de la mañana y algo de la tarde sería lo ideal. Aunque yo siempre las he cultivado en ubicaciones al norte dónde todo lo más que reciben son unos ligeros rayos de sol por la mañana y muy poco por la tarde ya avanzada y eso en verano, porque en invierno no reciben nada. Eso sí, sombra luminosa.

Muchas veces ni siquiera requieren poda y si acaso se ve la planta algo pobre de ramas como es la mía porque cuando vino a casa el arbusto estaba bastante pelado, un ligero despunte tras la floración animará a que rebrote tupiéndose cada año más.
Y poco más... son tan bonitas!! que bien merece la pena darlas un poquillo de mimo :) Además, al tener un bonito follaje persistente lucen bien todo el año.
Esta mía es Camellia x williamsii 'Debbie' pero hay tantas y tantas variedades!! Sin faltan tengo que hacerme con alguna más cuando arregle una zona de hortensias en el jardín delantero que estoy estos días proyectando.

A las camelias no les falta mucho para abrir

Parece que este año o que este clima de este nuevo jardín se va a adelantar un poco el tiempo de floración de las camelias. Digo esto porque en el jardín anterior el momento para abrir los capullos estaba entre finales de abril y muy principios de mayo. No creo que estos capullos tarden tanto en mostrar sus colores. Alguno incluso ya muestra un poquito de su interior.
Qué hermosas son estas plantas!! Tan lustrosas!! Con sus hojas de un verde oscuro precioso. Coriáceas, con sus nervaduras dibujadas en un verde más claro.
Hay muchísimas variedades con floraciones en distintos momentos del año. De blanco a rojo pasando por todos los tonos de rosas. Es cierto que la gente que tiene sus jardines en el norte de España lo tienen mucho más fácil porque cuentan generalmente con suelos ácidos y humíferos. Dos condiciones que estas plantas requieren.
La mía es de la variedad Camellia x wiliamsii "Debbie" de floración más tardía que otras variedades como las sansanqua.
No sé por qué las camelias tienen la fama de plantas de difícil cultivo. No tengo el clima más adecuado para el cultivo de camelias pero prestando especial atención al suelo en el que crezcan nuestras camelias pueden cultivarse sin dificultad especial. Es verdad que es difícil que alcancen el esplendor de algunos ejemplares de los jardines del norte de la Península pero sí pueden estar más que aceptables.

Es de vital importancia el pH del suelo cuando se cultivan acidófilas en general y por tanto de las camelias que también lo son. Requieren suelos ácidos y de no disfrutar de ellos es fácil que presenten pronto síntomas de clorosis férrica. Problemas que pueden mitigarse con la aplicación de quelatos de hierro.
Si el suelo de nuestro jardín no tiene la acidez necesaria no es un problema que no tenga solución, existen varios modos para rectificar este pH y que sea el adecuado para el cultivo de estas plantas acidófilas.

El problema a veces no se reduce únicamente a tener o no un suelo ácido, si no que el agua del riego sea alcalina. Problema que también puede subsanarse acidificando este agua de riego o usando agua de lluvia.
Me encantan las acidófilas y en concreto considero las camelias unos arbustos perennifolios hermosísimos y que, ahora que cuento con suficiente espacio y zonas adecuadas para su ubicación me apetece muchísimo tener un buen surtido de ellas. Tengo que comprar más camelias para una zona de acidófilas que tengo en mente preparar cuando encuentre un segundo de tiempo libre :) De momento ésta es la única que cultivo en mi jardín. Un ejemplar que siendo grandecita cuando me la regalaron, lo cierto es que estaba bastante despoblada y lograr que sus ramas se hagan más compactas me está costando un poco. También es verdad que hasta ahora, a comienzos de año, ha estado cultivada en un gran contenedor. Ahora disfruta de un buen suelo que rectifiqué completamente cuando la planté en tierra. Espero que este cambio haga que crezca más rápidamente y mejor.
Aunque las camelias no precisan en general de poda la mía, al estar poco compacta todavía, tras la floración, lo que hago es despuntar todas sus ramas con esta intención, que vaya emitiendo nuevos brotes que vayan haciendo que mi camelia presente un aspecto más compacto.
La poda de aplicarla, no deberíamos retrasarla tras el momento en que se pasen las flores. Tras este momento las camelias comienzan a emitir brotes que maduran durante el verano y si podamos tarde estaremos eliminando con esta poda los botones florales que desde su formación tardarán bastantes meses en abrirse, tanto como medio año desde que se forman.
No me extraña el tiempo que se toman para formarlos. Son bonitos incluso antes de mostrar sus entresijos...verdad!! jajaja Las flores que muestro en esta entrada pertenecen a su floración del año pasado, antes de plantarla en el lugar definitivo que tiene ahora.

La ubiqué en el jardín trasero, en la fachada norte de la casa y dónde recibe, algo de sol a las primeras horas de la mañana. Sé que en jardines norteños, con un sol mucho más suave que el que castiga las plantas aquí en Madrid durante el verano, se cultivan sin problema recibiendo los rayos del sol pero en mi zona esta ubicación no la aguantarían. En jardines de climas continentales como el mío, creo que es mejor ubicarla con orientación norte.

Las camelias son plantas bastante resistentes a pesar de lo que mucha gente cree pero si podemos cultivarla en un lugar un poco resguardado del viento frío y dónde reciba un poco de sol por la mañana se sentirá bastante mejor. La puse a resguardo del alerón de la casa y aunque lógicamente las heladas le caen encima, siempre estará más protegida del frío en esta situación. La  planta, en el lugar que la tengo puesta se calienta un poco prontito por la mañana y los primeros rayos de sol del día pueden llegar a templarla un poco.



Son plantas de climas húmedos. Aunque ya sabemos que la humedad atmosférica no puede cambiarse sí podemos ofrecer a las acidófilas unas condiciones adecuadas de cultivo. 
Colgué hace un tiempo un par de entradas sobre las condiciones de cultivo idóneas para este tipo de plantas y la forma correcta de plantarlas y que podéis consutar si tenéis interés pinchando en los enlaces. Son dos artículos en concreto sobre rododendros pero de aplicación casi general a cualquier acidófila.


En estas entradas si queréis podéis leer un poco sobre aspectos que son muy importantes para que las camelias puedan crecer sin problema en nuestro jardín aunque no estemos en las zonas geográficas idóneas. Asuntos como el uso de una generosa capa de acolchado sobretodo a base de materia orgánica para mantener una humedad constante (pero no encharcamiento), la composición del suelo dónde se plante, la fertilización e incluso el modo de plantarlas es determinante para el futuro crecimiento. 


Camellia x williamsii 

Rectificar el pH del suelo y sustrato para el cultivo de acidófilas (III)

Esta entrada es la continuación de otras dos anteriores:
Importancia del pH del suelo para el cultivo de plantas acidófilas (I) y Clorosis férrica en suelos alcalinos. Quelatos de hierro. Asuntos importantes para el cultivo de las acidófilas (II)

Una vez hemos visto en las entradas anteriores conceptos como el pH del suelo y por qué se produce la falta de nutrientes, en especial del hierro, en los suelos alcalinos provocando frecuentemente en las plantas acidófilas que cultivamos en él, la conocida "clorosis férrica" ...podemos entender mejor algunas soluciones para corregir estos problemas.

La actuación para corregir las deficiencias nutricionales de las plantas acidófilas que se cultivan en suelos alcalinos debemos afrontarla desde distintos "frentes":


1- ACTUACIONES SOBRE EL SUELO O SUSTRATO
Estas actuaciones están encaminadas a lograr hacer asequible a las plantas el hierro y demás micronutrientes presentes de por sí en el suelo pero imposibles de asimilar por la planta, acidificando el suelo dónde crecen. El modo de proceder será distinto si el cultivo es en el suelo del jardín o en un contenedor.

1.1 Modificar el pH del SUELO DEL JARDÍN:
Lo ideal es la corrección o rectificación del pH, es decir, bajando el pH de este suelo con aportes de enmiendas que logren hacer más ácido el medio dónde crecerá la planta.
Es una solución del problema de fondo pero no una solución definitiva dado que los suelos calizos tienden a neutralizarse con el tiempo y revertir la situación, con lo que estas correcciones deberemos repetirlas en el futuro más o menos cada dos o tres años.

Hay muchos productos, materiales o sustancias que mezclados con el suelo nos ayudarán a bajar su pH: el estiércol, el mantillo, acículas de pino, compost. Pero además debemos recordar que usar acolchados a base de algunos materiales también facilita las cosas en este sentido.
Estiércol


Acículas de pino

Vamos a tratar en concreto los siguientes:

1.1.1. Turba rubia: la turba es una sustancia orgánica procedente de la descomposición con poco oxígeno (lenta) de las musgos y los residuos de bosques ubicados en zonas climáticas muy frías y con lagunas y humedales con aguas muy ácidas como la zona del Báltico o el Norte de Europa. El proceso de formación de la turba es lentísimo llegando a formarse a veces capas de varios metros de espesor a lo largo de miles de años en las turberas.

Hay dos clases de turba:

La turba negra, de color oscuro, casi negro, más mineralizada, con menos materia orgánica y más descompuesta que la rubia. Es un estado intermedio en la formación del carbón.

La turba rubia (esfagno) que contiene mayor cantidad de materia orgánica pero que está menos descompuesta y de color pardo. Cuánto más claro es el color de la turba menos edad tiene. Mientras más tiempo de descomposición tiene más oscura es.

Se utiliza en jardinería para mejorar los suelos aportando materia orgánica y por su alta capacidad de retención de humedad. Para el fin que nos interesa se usa la turba rubia que no aporta practicamente nutrientes al suelo pero sí estructura y aireación haciéndolo menos compacto lo que facilita el desarrollo del sistema radicular de la planta. De por sí es un sustrato con un pH muy bajo (alrededor de un 3,5).

Cabe mencionar un problema con este material que habremos observado alguna vez al adquirir pequeñas macetitas con plantas cultivadas en turba y que hemos descuidado su hidratación permitiendo que se reseque totalmente. Luego es muy difícil volver a hidratarla, se forma una especie de esponja rígida incapaz de volver a empaparse por mucha agua que le echemos.

Si estamos tratando una zona del jardín que aún no tiene plantaciones hechas, deberemos mezclar los 30 cm primeros de suelo del jardín al 50 % con turba rubia y mezclarlos bien.


Este tratamiento es mucho más cómodo, evidentemente, cuando estamos acidificando un suelo en el que aún no hemos hecho plantaciones porque podemos removerlo fácilmente. 

Si se trata de una zona con plantaciones la cosa se dificulta bastante ya que es difícil mover los 30 cm primeros del suelo y mezclarlos con turba sin dañar las raíces de las plantas que haya en el lugar. En este caso aportaríamos aproximadamente 1 kg de turbia rubia por cada metro cuadrado de suelo, tratando de mezclar lo más hondamente posible ( 30 cm) sin dañar las raíces de las plantas de la zona.

1.1.2. Azufre en polvo: Este sistema (el más barato dado el bajo precio de este producto) es más lento que el anterior dado que no produce una acidificación instantánea si no que tarda unos meses en hacer efecto. Es aconsejable hacer este tratamiento en otoño para que haya tiempo suficiente para que a la hora de hacer las plantaciones el suelo tenga ya la acidez necesaria

La dosificación aconsejada está en torno a los 90 gramos de azufre en polvo por metro cuadrado mezclando bien el azufre con los primeros 30 cm de suelo.



1.1.3. Sulfato de hierro: Su utilización es primordialmente para bajar el pH del suelo más que por el aporte de hierro al suelo dado que no es mucho.

Lo podemos encontrar a la venta de dos formas que determinará la forma de aplicarlo:


Sulfato de hierro granulado, generalmente de color marrón que no se suele utilizar para disolver en agua si no para aportar directamente al suelo mezclándolo con él superficialmente. Probablemente es suficiente con hacer aportación una vez al año mezclándolo superficialmente con la tierra y regando a continuación en profundidad. Esta forma de aplicación se usa más bien en jardines grandes dónde la zona a tratar es muy amplia.

Sulfato de hierro en forma de partículas más finas de color verde claro que puede utilizarse disuelto en el agua de riego.




El sulfato de hierro, al bajar el pH del suelo favorecerá la liberación de otros nutrientes en el suelo como el manganeso y el cobre.
Conviene aclarar que no es conveniente usar el sulfato de hierro para las macetas. El sulfato al disolverse añade sales a la tierra y eso, con la poca tierra que hay en las macetas produce concentraciones que son perjudiciales para la planta porque a mayor salinidad del sustrato mayor dificultad de la planta para absorber el agua.
1.2. Utilizar sustratos ácidos para el cultivo en CONTENEDOR
Deberíamos elegir para rellenar el contenedor un sustrato de ph ácido, para ello podemos usar uno específico para acidófilas, o tierra de castaño.
También podríamos hacer una mezcla de sustrato normal con turba rubia.


2. ACIDIFICAR el PH del AGUA de RIEGO

Tanto en un caso como en el otro, es decir, tanto si hablamos del suelo del jardín como del sustrato de un contenedor tendremos que tener en cuenta que lo ideal sería regar las plantas acidofilas con agua de lluvia pero como esto no siempre es posible, muchas veces utilizaremos agua del grifo para este fin. 
Si el agua de nuestra zona es dura (alcalina) provocará que, una vez acidificado el suelo (jardín) o sustrato (maceta o contenedor) la situación revierta de nuevo, es decir, el suelo o el sustrato tenderán de nuevo a elevar su pH pasado un tiempo. 

Para paliar este problema deberemos bajar también el pH del agua de riego. También aquí será diferente si se trata del riego del suelo del jardín o de un contenedor

2.1. Con SULFATO DE HIERRO en partículas finas (VERDE) si es para regar el suelo del jardín 

Deberemos regar una vez al mes el suelo del jardín con una mezcla 3/4 gramos de sulfato de hierro por cada litro de agua.

Pensemos que es conveniente empapar bien toda la zona que crece alrededor de la planta abarcando todo el espacio que ocupen las raíces.
Así compensaremos la cal que pueda contener el agua del grifo. 

2.2. Con ÁCIDO CÍTRICO si es para el riego de contenedores.
Las plantas acidófilas que crecen en contenedor deberíamos regarlas siempre con agua que tenga un pH bajo, lo ideal es lograr un pH 5. Por ello es cómodo preparar cierta cantidad de este agua ácida con la que tengamos para regar varias veces. Las tiras indicadoras de pH de las que hablamos en la entrada anterior son idóneas para este fin.
En un recipiente amplio dónde quepan por ejemplo 50 litros de agua será suficiente con añadir una cucharadita de ácido cítrico. Sería conveniente comprobar el pH del sustrato de vez en cuando para no pasarnos con el aporte de demasiado ácido cítrico que podría conducir a la acumulación perjudicial de sales en el contenedor. 
Durante el invierno podemos interrumpir el riego con esta agua de pH ácido.


3.- ACTUACIONES con los FERTILIZANTES:

3.1. APORTACIONES DE QUELATOS DE HIERRO. 

A la vez que bajamos el pH del suelo o del sustrato del contenedor y que regamos con agua de pH ácido, sería conveniente tener en cuenta las dificultades que tienen las plantas para tener acceso a algunos micronutrientes cuando se cultivan en suelos básicos. 

En este sentido, debemos hacer aportaciones de este hierro y micronutrientes  presentes  en el suelo pero "bloqueados" e "inaccesibles" para las plantas, incorporando fertilizantes que los contengan en una forma o estado que las plantas puedan asimilarlos (Estos fertilizantes se llaman, como habíamos visto,  quelatos)

La incorporación de quelatos de hierro, hay que decir que aunque es una solución válida (y cara) no soluciona "el problema de fondo" que es la dificultad que tiene la planta para absorber el hierro presente en el suelo pero no soluble, porque con los quelatos le damos a la planta el nutriente pero no modificamos el pH del suelo que es el problema de fondo.


Los quelatos de hierro pueden aplicarse esparciendo el granulado directamente sobre el suelo alrededor de la base de los troncos de la planta abarcando el área en el que se desarrollan las raíces. Pero también pueden emplearse disolviendo previamente en agua la misma dosis que hubiéramos utilizado "en seco". Tanto una forma como la otra son válidas para aplicar a las plantas que crecen en el suelo del jardín.
Aunque también lo son para las plantas cultivadas en contenedor deberíamos decir que es aconsejable a veces utilizar los quelatos a modo de abono foliar disolviéndolos en agua y aplicándolos sobre las hojas.
No olvidemos que los quelatos deberíamos utilizarlos en semanas distintas a la que hayamos usado sulfato de hierro en el suelo y que durante el invierno es conveniente interrumpir este aporte.

Lo apliquemos de la forma que lo apliquemos hay algo importantísimo: Debemos respetar escrupulosamente las dosificaciones y frecuencia que indica la etiqueta del envase. Recordemos lo que habíamos hablado sobre el "antagonismo". La presencia excesiva de algunos nutrientes impide en ocasiones el acceso de la planta a otros nutrientes porque el exceso de unos bloquea otros. Además de este bloqueo, con un exceso de cualquier fertilizante podemos provocar quemaduras en las raíces de las plantas.

3.2. LOS OTROS MICRONUTRIENTES. 

Al haber bajado el pH del suelo o sustrato y utilizando para el riego aguas ácidas estamos posibilitando que el resto de micronutrientes se "liberen" teniendo acceso las plantas a ellos. Son micronutrientes  que la planta necesita en muy poca cantidad y que generalmente están ya presentes en el suelo pero bloqueados como venimos repitiendo. 

3.3. LOS MACRONUTRIENTES (Fósforo, Potasio y Nitrógeno)

Por último, tendremos que aportar fertilizantes que contengan el resto de nutrientes que precisan las plantas (Nitrógeno, fósforo y potasio) con fertilizantes, mejor si son de los llamados de "lenta liberación". 
Recordemos que en este tipo de suelos alcalinos, tanto los micronutrientes como los nutrientes, tienen problemas para hacerse solubles con lo que sería conveniente que aumentáramos ligeramente la dosis de estos fertilizantes.


Lo prometido es deuda. Con esto termino este tema. Ha sido largo. Qué atracón!! Verdad? jajja
Espero haberlo explicado de un modo asequible. Reconozco que a mí también me ha costado agrupar la información de manera que fuera mínimamente inteligible.

Os dejo un cuadro que resumiría esta entrada. Lo he ido confeccionando según preparaba la información de estas entradas. 

Por último un CONSEJO: Si no estáis seguros o tenéis alguna duda, antes de aplicar este tipo de productos es importantísimo PREGUNTAR a un profesional, en el ESTABLECIMIENTO dónde los adquiráis. Ellos os aconsejarán dosificaciones y modos de empleo. 

No quiero terminar sin una información que considero muy útil para todo aquel que no sepa dónde adquirir muchos de los productos de los que he hablado en estas tres últimas entradas.
En Madrid hay una tienda de esas de toda la vida. Es una tienda de referencia, se trata de Manuel Riesgo S.A. tengo pensado poner una entrada dedicada a este establecimiento, en esta solo decir que aquel que no vive en Madrid puede solicitar algunos de sus productos a través de su página web. 
Os aconsejo que si tenéis oportunidad visitéis esta tienda en la calle Desengaño número 22 de Madrid. Además de un sitio con todo el encanto y con sabor añejo podréis encontrar productos de jardinería a un precio muy inferior a los que solemos pagar cuando vienen envasados para la venta en viveros o tiendas del ramo.

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