Definitivo, bajo las mimosas (Acacia dealbata) no hay manera de hacer crecer casi nada. Seguramente habrá alguna planta que prospere a los pies de estos árboles pero de momento no voy a hacer más intentos de plantaciones.
Ya me han matado una preciosa hortensia cuajando el hoyo inmenso que hice cuando la planté con sus invasivas raíces y bebiéndose hasta la última gota de todo el agua que echaba a la hortensias.
Hace un par de semanas compré una hiedra como alternativa para verdear este arriate.
Estoy segura que contra ésta no podrán las mimosas. El lugar no tiene demasiado sol pero sí es muy luminoso. El terreno, como todo mi jardín no tiene problemas de drenaje alguno y todo el arriate lo trabajé bastante eliminando todas las raíces, arbustos muertos, etc e hice un cavado con estiércol bien maduro. Así que el terreno no está falto de nutrientes. Aunque lo cierto es que la hiedra tampoco es demasiado exigente en cuanto al medio dónde crece.
Compré esta variedad, Hedera algeriensis 'Glorie de marengo' porque me parece una hiedra preciosa, con sus manchas verdes azuladas y crema muy claras, casi blancas. Es de hoja bastante grande y creo que armonizará muy bien con la vegetación también en tonos algo azulados de las mimosas.
Esto precisamente es el acodo. Un sistema de reproducción vegetativa (asexual) mediante el que se logra reproducir un ejemplar provocando que en algún punto intermedio de una de las ramas de la planta madre se emitan raíces manteniendo esta rama en contacto con el suelo. Una vez se han producido las raíces en el punto de contacto de la rama con el suelo la planta que brota es un "clon" de la planta madre. Es decir, genéticamente es idéntica.
Las hiedras emiten raíces adventicias que le permiten aferrarse a las paredes, muros o troncos de árboles sobre los que crecen.
Pero estas raíces que generalmente brotan en los nudos de las ramas también son el sistema por el que la planta se extiende con facilidad por el suelo dónde crecen. Al caer una rama sobre el suelo de ese punto de contacto, brotan pronto estas raíces y son un nuevo punto de dónde la planta toma agua y alimentos pudiendo extenderse así y cubrir grandes espacios.
Es esta facilidad para que de los nudos de sus ramas emitan raíces lo que hace idóneo a la hiedra para reproducirla mediante este sistema de acodo. Creo que es mucho más rápido y mucho más seguro que haber hecho esquejes que podría o no prosperar.
Con el acodo los nuevos brotes siguen abasteciéndose de agua y nutrientes de la planta madre en tanto brotan las raíces que harán autónomas a las nuevas plantas.
Este proceso de acodo lo hacen muchas plantas de modo natural, sin intervención humana. Seguramente lo habéis observado alguna ven en vuestros jardines. Un día miramos cerca de la planta madre y vemos que hay un nuevo brote de ella a cierta distancia. Si nos fijamos este nuevo "retoño" está unido a la planta madre a través de esa rama que fortuitamente se cayó sobre el suelo y permaneció en contacto con él.
Una vez se han emitido las raíces que pueden abastecer de agua y nutrientes a la nueva planta puede cortarse el vínculo de unión porque en realidad ya tendremos dos plantas.
Pretendo que este arriate se cubra con la hiedra y que algunas de sus ramas cuelguen por el muro de piedra sin llegar a cubrirlo porque las piedras son tan bonitas!! Que no quisiera taparlas del todo.
Quizás debería haber comprado un par más de ejemplares para que el suelo de este arriate se cubra más rápidamente pero no quedaba en el vivero más que el ejemplar que me traje.
Así que opté por hacer un "acodo rápido" que creo que acelerará el proceso de cubrir el suelo con la hiedra.
Digo acodo "rápido" porque en realidad un acodo generalmente se hace curvando una rama de la planta madre hasta hacerla tocar el suelo y parte de esta rama ha de hundirse bajo el sustrato permaneciendo el resto de la rama verticalmente para que siga creciendo. Más adelante dedicaremos una entrada a hacer un acodo clásico con alguna planta.
El día que lo hice no tenía a mano alambre fuerte que hubiera sido lo idóneo y a falta de él usé lo primero que tenía a mano: unas horquillas del pelo. Sí, de esas que las mujeres usamos para sujetar el pelo en los recogidos!! :)
Antes de plantar la hiedra le hice una limpieza eliminando todas las hojas marchitas y ramitas muertas.
A continuación la planté del modo habitual y luego extendí sus ramas separándolas entre sí de forma "radial"
Antes de usar las horquillas las he forzado un poco para que quedaran un poco abiertas y que así las ramas de la hiedra no se dañaran.
Cada 25/30 cm he ido sujetando las ramas al suelo procurando hacerlo allí dónde veía puntos de crecimiento (nudos) que es dónde la hiedra emitirá raíces.
Como el terreno no está demasiado suelto las horquillas me han valido para este fin. Quizás en un terreno que estuviera más recientemente trabajado y la tierra estuviera algo más suelta hubiera sido preciso usar los alambres doblados en forma de "U" que son más fuertes pero ya digo, me han valido las horquillas.
En los puntos más cercanos de las ramas al nacimiento de la planta lógicamente las ramas tendían a levantarse así que ahí sencillamente he colocado una piedra que sujetará la rama contra el suelo y le permitirá que broten raíces hacia abajo.
Es conveniente cortar los extremos de todas las ramas para favorecer que emitan ramillas laterales.
Ahora es preciso mantener un buen nivel de hidratación del suelo para favorecer la emisión de raicillas.
Y eso es todo!! Fácil. Verdad!!