Mostrando entradas con la etiqueta beneficios del acolchado. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta beneficios del acolchado. Mostrar todas las entradas

Las bayas. Condiciones de cultivo y preparación del suelo (I)

La semana pasada preparé este rincón del huerto con la idea de poder plantar en él algunos frutales de baya arbustivos. Para no hacer demasiado larga esta entrada creo que es mejor dedicar ésta a las condiciones generales de cultivo de los frutales de baya arbustivos y a la preparación del suelo y aplazar para la siguiente la plantación de algunos de ellos.
El emplazamiento
Si hemos de hacer caso a los datos que figuran en algunos libros específicos sobre el cultivo de las bayas deberíamos ubicar los arbustos de baya a pleno sol. Pero claro, estamos en lo de siempre, que los libros suelen de autores ingleses o al menos foráneos. Y cuando la página de un vivero, un libro o un jardinero ingleses dicen que ubican una planta a pleno sol no es al pleno sol de lugares como el interior de nuestro país, en concreto Madrid, dónde el sol en verano sencillamente achicharra.
De ahí que haciendo caso a amigos jardineros que cultivan estas plantas en su jardín en zonas de climas semejantes al mío, haya decidido ubicarlas en zonas de semisombra, al resguardo del sol del mediodía. Recibirán unas horas de sol pero no el que más quema. Espero que sea sol suficiente para que sus frutos resulten dulces al madurar.
Está en la esquina SE del jardín. En la parte más alejada del huerto. La valla divisoria, el hecho de que está a un nivel más bajo que el resto del huerto y el pino con una buena copa que está cercano a este espacio, lo convierten en un sitio protegido de los vientos fríos y un poco de las heladas.
El suelo
Los frutales de bayas precisan suelos con pH tirando a ácidos, en el rango de 6/6,5. Es aconsejable, cuando se prepara el terreno, adicionar bastante materia orgánica para lograr un suelo permeable, rico y que retenga cierto grado de humedad sin llegar al encharcamiento que produciría pudrición en las raíces. Un suelo rico, con capacidad de penetrar el oxigeno, suelto...
Estas plantas, y sobretodo los frambuesos y las fresas, son bastante exigente en las necesidades de hierro. El caso extremos lo constituirían los arándanos cuyos valores de acidez para crecer en óptimas condiciones son realmente bajos, en torno a un pH 4.
Todos conocemos los problemas de clorosis férrica que se producen en las plantas que carecen de él. El pH del suelo es de suma importancia para cultivar acidófilas. Y cuando el cultivo de estas acidófilas se produce en en suelos alcalinos, a las plantas les resulte difícil asimilar el hierro existente en el suelo, por eso es tan necesario rectificar el pH del medio dónde crecen para evitar todos estos problemas de carencias.
El suelo de mi jardín tiende a cierta acidez pero no tanta como la que precisan estos arbustos. Además, este rincón dónde he hecho las plantaciones no cuenta con un suelo lo que se dice bueno. En él, como expliqué en la entrada que mencionaba arriba, hemos ido depositando bastante material procedente de otras zonas del jardín según hemos ido preparándolas. Es una zona con bastantes piedras y con suelo de muy mala calidad.
Por eso decidí sustituir todo el suelo de las zanjas dónde están plantados. Podría haber rellenado toda la zanja directamente con tierra de castaño pero hubiera encarecido bastante la plantación. De ahí que prefiriera elaborar yo misma la mezcla con los siguientes elementos y una vez rellenas las zanjas dejar la tierra para acidófilas para utilizarla en los hoyos que he ido practicando a la hora de plantar. 
Estos arbustos de baya pueden plantarse en hoyos de unos 45 x 45 cm más o menos. En mi caso las zanjas miden aproximadamente 65 cm de ancho y unos 50 de profundidad.
Las he rellenado con una "mezcla" de estos cuatro elementos:
  • Turba rubia. Que no aporta prácticamente nutrientes pero sí mucha materia orgánica además de estructura y aireación haciéndolo más mullido y facilitando el crecimiento de las raíces. Se trata de un material con una buena capacidad de retención de humedad.
  • Sustrato vegetal enriquecido. Lo compro en el vivero de mi pueblo. Lo veo bueno, muy oscuro, con nutrientes, con bastante materia orgánica. Es el que suelo usar como base de plantación en los hoyos de casi todas las plantas.
  • Azufre en polvo. Este elemento no hace un efecto inmediato. Es decir, no acidifica instantáneamente si no que lo hace al cabo de unos meses que tarda unos meses en hacer efecto. De ahí que lo ideal hubiera sido preparar el suelo en otoño para que ahora ya hubiera bajado el pH con la aportacion del azufre pero no ha habido  más tiempo y no podía retrasar la plantación de los frutales. No he querido excederme en la cantidad que he aportado a la mezcla y dejaré pasar unos meses para volver a comprobar el pH del suelo de esta zona. Si todavía resulta demasiado alto, agregaré directamente al suelo algo de sulfato de hierro granulado y lo mezclaré superficialmente con él.
  • Estiércol bien fermentado. Además de aportar nutrientes al suelo mejorara su estructura, su aireación y su capacidad de seguir húmedo pero sin encharcamientos.
Luego, en los hoyos de plantación he usado otros compuestos. Estas plantas, como dijimos, precisan tener hierro a su disposición. Como de momento la aportación de azufre no habrá hecho efecto, he preferido incorporar en el hoyo de plantación un poco de quelatos de hierro para que tan pronto se desarrollen las raicillas lo tengan a su disposición en el suelo que las rodea. 
En algún caso como en la plantación del grosellero he aportado también un poco de cenizas de la chimenea de casa a falta de harina de huesos que se me había terminado. Los groselleros precisan que en el suelo donde crecen haya grandes cantidades de potasio. La carencia de potasio provoca que la planta presente rápidamente los síntomas de su déficit.


Fertilizantes y abonos.
Cualquier fertilizante equilibrado puede valer. Poner especial cuidado en que no contenga dosis excesivas de nitrógeno para no provocar un crecimiento desmesurado del follaje que suponga la merma de energías para formar frutos. 
Si se prefiere los compuestos orgánicos, son idóneos los que son a base de pescado, sangre y huesos. Hoy en día podemos encontrarlos a la venta en cualquier gran superficie.
En caso de que las plantas presenten déficit de hierro, sería aconsejable la incorporación de un poco de quelatos de hierro.
Acolchado:
Y por supuesto, un acolchado compuesto de elementos orgánicos es imprescindible. Un par de veces al año, en primavera y otoño.
Esta capa de acolchado mantendrá el suelo alrededor de las raíces húmedo y evitará tanto los efectos del frío como los del calor excesivos si no porque la materia orgánica acabará por ser transportada por los distintos microorganismos y gusanos del suelo a las capas más profundas, sirviendo de alimento para las raíces.
Para el acolchado podemos aplicar una buena capa del compost que hagamos en el jardín o una generosa capa de humus de lombriz.


Riego:
Es de vital importancia que el sustrato en el que crecen estos arbustos de baya tenga siempre cierto grado de humedad pero por supuesto el suelo no debería permanecer nunca encharcado. Si hemos proporcionado una buena mezcla en la zona de plantación esto no ocurrirá. Será una zona con capacidad de retención de humedad pero con capacidad también para drenar el agua sobrante.
La capa de acolchado ayudará a mantener la humedad en torno a las raíces pero aúna sí, en verano y cuando están formándose los frutos de debemos descuidarnos con la hidratación y hacer los aportes de agua necesarios.
Por cierto, aconsejo desde aquí un estupendo librito que, junto a los consejos de amigos con experiencia me han servido para orientarme en la preparación del suelo y en la plantación de estos arbustos que cultivo por primera vez. Se trata de "Frutas de jardín" de Stefan buczacki. de la editorial Tursen Hermann blume Ediciones. No estoy segura pero en la página de alguna librería creo haber visto que estaba descatalogado. De todos modos, deciros que es posible encontrarlo todavía sin dificultad alguna en librerías de segunda mano. Me parece un libro claro, ameno y con esquemas muy ilustrativos. Todos los libros de Buzacki que tengo me parecen muy pedagógicos y me resultan muy agradables de leer.

Hoy he hecho mi primer montón de compost con estos materiales

Llevo ya un tiempo acumulando materiales para hacer mi primera pila de compost. Hoy por fin la he montado. Me siento un poco como la primera vez que hice un bizcocho!! jajaja Sabía los ingredientes, sabía el orden, sabía el proceso pero todo eran dudas: Muchas harina? Poca? Más batido, menos? Horno por arriba? Por abajo?
La verdad es que tendré que leer bastante sobre el proceso de compostaje porque mis conocimientos a respecto son bastante básicos. Espero que suficientes para que el resultado de esta primera experiencia no me desanime a ir perfeccionando la forma de hacerlo y las proporciones de los materiales durante las siguientes veces que elabore un montón. Con este "equipaje" me he atrevido a hacerlo por primera vez con bastante optimismo (ya tendré oportunidad de que se esfume ejjeje):
Como digo tengo unas nociones básicas sobre el proceso. Con toda seguridad tendré que cambiar las proporciones de los materiales utilizados, aprender a saber cual es la cantidad correcta de agua que debo añadir al formar las distintas capas del montón. Seguro que habré cometido más de un error pero bueno, esta es la primera vez y ya tendré oportunidad de ir aprendiendo y rectificando lo que se preciso.
Llevo algún tiempo reuniendo materiales y preparándolos. La procedencia de ellos es bastante diversa y ando como una "basurera" trayéndolos de todas partes jajajaj
En mi lugar de trabajo me permiten recoger las bolsas del césped cuando lo siegan. Cuando lo traje lo extendí sobre el suelo del jardín durante unos días durante los que lo he movido alguna vez para que se fuera secando un poco.
Entre ayer y hoy he pasado por la biotrituradora las ramas de las arizónicas que hemos cortado estos días. Por cierto, qué aroma tan agradable desprenden cuando se cortan!!
Qué maravilla de máquina!! Estoy contentísima habiéndome decidido a adquirir una. Me parece impensable cortar con unas tijeras podadoras los restos de la poda. Estas máquinas facilitas y permite el aprovechamiento de un material tan abundante en un jardín y que de otra forma sería una lástima tener que desprenderse de él sin utilizarlo. Fijaos como queda la madera. No la secciona limpiamente, si no que su sistema de corte lo que hace es machacarla un poco, los trocitos quedan abiertos por a corteza así que será más fácil que se composten. 
Además de para hacer compost tengo pensado utilizar estos restos de poda triturada para el acolchado de las plantas. Es un material idóneo para este fin!!
También he ido llenando bolsas con las hojas caídas en el jardín, con las que me dan en el vivero de mi pueblo y otras que he recogido en el jardín contiguo que es de un familiar que me permite acceder a él.
En el bar de mi centro de trabajo hay una chica y un chico encantadores  y tan amables que me guardan todos los posos del café que elaboran en el bar. Agradezco enormemente esta deferencia que tienen conmigo. Gracias, guapos;) !!!
He ido guardando también la ceniza de la chimenea. 
Contaba con corteza de pino que también he utilizado en la formación del montón
Como ahora hace bastante frío he podido guardar los restos vegetales que se han ido generando en mi cocina sin que produjeran malos olores. 
Mis conocimientos son tan elementales que podría resumirlos así:
La acción de miles de organismos y microorganismos es lo que da lugar al compost degradando la materia orgánica que inicialmente introducimos en la pila o montón hasta que se convierte en humus, es decir, un material que sí es asimilable para las plantas.

El proceso consta de varias fases en las que la ventilación, la temperatura y la mezcla de materiales es determinante para que la pila no se convierta en una masa putrefacta y produzca malos olores.
  • Fase de latencia y crecimiento durante la que las bacterias se alimentan de los restos de los que se compone el montón. Actividad alimenticia que provoca el ascenso de la temperatura hasta unos 45º de forma progresiva. Durante esta fase debido a la liberación de ácidos por parte de los microorganismos,  el material va tomando un pH más bajo, es decir, el medio se tornará más ácido. Generalmente esta fase dura unos 15 días.
  • A continuación viene la fase termófila durante la que se desarrollan hongos y bacterias que estaban en estado latente y que viven en medios con temperaturas entre los 45 y os 75º. En esta fase los materiales se esterilizarán eliminándose los patógenos, así como semillas y larvas que pudieran contener. Poco a poco, según va menguando la disponibilidad de alimento también va decreciendo la actividad bacteriana a la par que a temperatura irá bajando paulatinamente. Este proceso suele durar unos 3 meses. Al igual que en la anterior fase es imprescindible una aireación correcta. Así como una humedad relativa del 50% para que sea posible la vida y actividad de estos microorganismos en la pila de compost.
  • Y por último la fase de maduración: Los microorganismos y organismos irán abandonando el compost conforme el alimento vaya desapareciendo a medida que los materiales se vayan transformando todos en un material estable en el que ya no se reconocen los materiales iniciales con los que hemos formado el montón. La temperatura irá descendiendo más aún y el pH tenderá a la neutralidad.
El proceso de compostaje podemos hacerlo de muy distintas formas, desde directamente en el suelo formando un montón a dentro de una compostadora u otro tipo de contenedor que permita la aireación, espacio y volteo necesario. Incluso en zanjas practicadas en el suelo del jardín.
Es importante que la base de la pila esté en contacto directo con el suelo para favorecer que los insectos y microorganismos precisos en el proceso puedan acceder y penetrar en el montón.
Precisamente porque en mi caso la zona dónde he ubicado las dos composteras se trata de un espacio "ganado" artificialmente con aportaciones de tierra de mala calidad proveniente de otras zonas del jardín he pensado que quizás el suelo de estas composteras no tenga demasiados microorganismos de ahí que antes de nada haya mezclado con el agua de un cubo un par de paladas de estiércol.  No recuerdo dónde he leído que era conveniente echar algo de tierra del jardín o de estiércol disuelto en agua como "activador" de compost.

Esta mezcla la he echado al suelo de la base de las composteras antes de comenzar a formar la pila.
Para comenzar la pila se debe formar en la parte inferior una primera capa de materiales leñosos para que sea más fácil la entrada de aire y se evite que el montón se compacte. En este caso he usado los restos de la poda de algunas arizónicas que previamente he triturado.

Los materiales de los que debe componerse el montón tienen que ser lo más variados posibles para obtener un compost de calidad. Así deberá estar compuesto por materiales secos y verdes (húmedos, frescos) tratando de que estos últimos fueran el doble en cantidad en relación a los secos. Pero en todo caso siempre restos orgánicos
La pila deberá estar compuesta por capas de materiales que aporten carbono y materiales que aporten nitrógeno.
Así podemos hacer una esquemática división de los materiales según su aportación:

  • Los materiales que aportan gran cantidad de carbono: Serrín, paja, papel, cartón, ramas de podas del otoño, agujas de pino secas, paja 
  • Materiales con un aporte equilibrado de carbono/nitrógeno: agujas de pino frescas, hojas de árboles y frutales, ramas finas de podas de primavera, estiércol de caballo...
  • Materiales que aportan una mayor proporción de nitrógeno: restos orgánicos frescos de la cocina, posos del café, purín de ortigas, estiércol de aves, ortigas frescas,
Es decir, que podemos incorporar al montón toda una serie de materiales orgánicos que fácilmente tendremos en casa o se generarán en nuestro jardín: cartón, servilletas de papel, uñas, pelo, restos de cocina (que no contengan salsas, grasas, pescado o carnes), ceniza de la chimenea (no en demasiada cantidad), restos del segado del césped, malas hierbas que no estén en flor, hojas procedentes de la caída del otoño, posos del café, bolsitas de té (sin grapa)
Valen las malas hierbas que no tengan las semillas formadas o estén en flor, y por supuesto es magnífico añadir ortigas frescas si tenemos la suerte de que brotan en nuestro jardín.
Algunos restos que pueden añadirse sin que sean en grandes cantidades: cítricos, pan, cartón troceado, restos de pelusa de la secadora, parte de cartón de las hueveras y cilindros de los rollos de papel de cocina e higiénico

Como materiales que no deberíamos incorporar al montón figuran: carne, pescado, aceites, grasas, papeles satinados o con tintas de color, plástico, metal, vidrio, colillas de cigarrillos, excrementos de mascotas..

El montón debe tener un volumen mínimo para que comience el proceso. De ahí que he tratado de llenar la primer compostadora y dejaré la otra para ir poniendo en ella los restos que vaya generando el jardín y la cocina. 
Es importante favorecer que no haya pérdidas de temperatura por lo que es aconsejable que el montón esté cubierto o tapado sea con un plástico, sea con la propia tapa de la compostadora.
Periódicamente debe moverse la pila ya que cuanto más heterogénea sea la mezcla, mejor resultará el proceso del compostaje. Una horca nos ayudará enormemente para realizar esta mezcla de los materiales de vez en cuando tratando de poner los que están en el medio de montón hacia los laterales de la compostadora y viceversa, los que están en el exterior pasarlos a centro.
Tendremos que cribarlo para separar de él restos de más tamaño que todavía no estén compostados y que los incorporaremos de nuevo a la pila.

Una vez terminado el proceso de compostaje, el material resultante será grumoso, de colos oscuro y con un agradable olor a tierra de bosque que enriquecerá el suelo de nuestro jardín cuando lo incorporemos a él, a nuestro huerto o  a nuestros contenedores. 

 Y esta es la forma en la que he formado mi pila...

Sobre la base de suelo mojada con el estiércol mezclado con agua he comenzado a formar capas alternando materiales secos con húmedos. Empezando por una buena capa de poda triturada.
y siguiendo con materiales húmedos, alternando capas de restos de cocina o malas hierbas por ejemplo, con restos de podas triturados u hojas. 
Entre ellas he ido "espolvoreando" algo de ceniza (no mucha), posos del café, y algunas paladas de estiércol . He ido regando un poco entre capa y capa para que los materiales estuvieran un poco húmedo.

Las compostadoras son bastante grandes (120 x 100 cm) así que se precisa bastante material para llenarlas. Me he quedado sin materiales fatándome un tercio aún por llenar. Mañana tendré que cortar más arizónicas, recoger más hojas y malas hierbas, etc...hasta llenarla completa. 
Hoy ya se me ha hecho tarde pero mañana, cuando tenga terminado el montón, lo regaré todo el compost con una generosa cantidad de purín de ortigas que tenía hecho desde hace unos días y lo taparé con algún plástico o algo que se me ocurra para preservarlo del agua de la lluvia que pudiera caerle encima así como para que no haya pérdidas de temperatura una vez comiencen a ascender ésta.
Ya veremos lo que sale...ajajjaj Iré contándolo!!!

Acolchado o mulching. Un asunto fundamental para el suelo del jardín

 Hoy he terminado de poner una buena capa de acolchado a una zona de seto que planté hace unas semanas. Me he retrasado en colocarla así que he tenido que volver a eliminar malas hierbas que habían salido desde que planté los arbustos, trabajo que me hubiera ahorrado de colocar el acolchado inmediatamente. Pero en fin, no siempre se pueden hacer las cosas cuando se deben. Verdad?  :)


Repasemos unas breves nociones sobre el acolchado para quién no sepa qué es o no lo haya puesto nunca:
El acolchado o "mulch" o "mulching" (que de todas formas lo he visto escrito), no deja de ser una capa de material orgánico o inorgánico que extendemos alrededor del suelo que rodea las plantas para protegerlo.
Hay dos tipos de acolchado:
  • Puede ser orgánico como paja, acículas de pino, hojas de árboles, restos de césped, estiércol maduro, cortezas de árboles, madera triturada, etc. Cada uno tiene unas características. Algunos proporcionan acidez a la tierra, otros se degradan fácilmente, algunos no impiden las malas hierbas (como el compost o el estiércol)…
  • Pero también podemos utilizar un acolchado con materiales inorgánico: grava, piedras, piedra volcánica, materiales plásticos, etc.

Aunque en general son más beneficiosos los materiales inorgánicos, los inorgánicos tienen también alguna ventaja: Son inalterables y no se han de reponer en contraposición a los inorgánicos que deberemos reponer periódicamente.
De otra parte, un acolchado inorgánico aportará nutrientes y materia orgánica al suelo, cosa que no hará la grava por ejemplo o los plásticos. Además de tener la ventaja de que son fácilmente removibles en el caso de hacer futuras plantaciones en la zona o cambiar el diseño del jardín. Está claro que mover la grava no es un trabajo precisamente fácil.

El momento ideal para aplicarlo es cuando el suelo está húmedo, es decir, a principios de la primavera o principios del verano.
He leído que si se aplican de cara al invierno es preferible hacerlo cuando el suelo está completamente frío para que roedores y otros animalillos aniden en la capa de acolchado ya que es un sitio cálido. No sé hasta qué punto esto es cierto.

A la hora de aplicarlos deberíamos tener en cuenta varios factores:
  • ·        Debe extenderse sobre el suelo bien regado y limpio de malas hierbas. En caso de que alguien decida poner malla geotextil (que debe ser de buena calidad) debe ponerla por debajo de la capa de acolchado. 
  • ·        Si se ha pueesto  la malla anti-hierbas o geotextil colocaremos el sistema de riego por goteo por encima de la malla antes del acolchado.
  • ·        Sobre la malla antihierbas y el sistema de riego extenderemos el acolchado cubriendo ambos.
  • ·        Si es acolchado orgánico la capa deberá ser superior a 5 cm y no más de 10 cm.
  • ·        No extenderemos capas  demasiado gruesas que impidan la circulación del aire.
  • ·        Lo extenderemos de forma uniforme y procuraremos que la capa ocupe una buena superficie alrededor de la planta para cubrir así todo el espacio que bajo tierra ocupan las raíces.
  • ·        Evitaremos acumular acolchado tocando directamente el tronco ya que podría ocasionar podredumbres y favorecer la proliferación de insectos
  • ·        La propia descomposición de los materiales orgánicos ocasiona pérdidas de material  poco a poco y el viento puede mover los materiales que conforman el acolchado fuera de su sitio, de ahí que sea preciso ir controlando el estado del acolchado y sustituirlo cuando sean materiales muy finos como paja cuando sea preciso o incorporar más allá dónde sea preciso.

No obstante lo beneficioso que es el acolchado, en alguna circunstancia puede presentar algún problema:
  • ·        Un uso prolongado en exceso de algunos tipos de acolchado pueden provocar deficiencias de algún micronutrientes dado que el ph del suelo aumenta según el material que utilicemos.
  • ·        Si hay exceso de humedad pueden verse favorecida la aparición de caracoles o babosas
  • ·        Si se aportan materiales que no estén compostados del todo es posible que se provoque alguna deficiencia de nitrógeno.

Frente a estos posibles problemas el acolchado presenta muchas ventajas y no cabe duda de que su uso es aconsejable.
  • ·        Reduce la evaporación del terreno y por tanto la necesidad de riego
  • ·        Evita contrastes de temperatura (protege el suelo tanto de las heladas como de las altas temperaturas en verano) y por tanto las raíces
  • ·        Aporta materia orgánica al suelo al irse descomponiendo  y aportando humus y nutrientes (si es orgánico)
  • ·        Impide o al menos limita la aparición de malas hierbas
  • ·        Ahorran trabajo al no tener que labrar el suelo
  • ·        Ayuda a disimular las tuberías del riego
  • ·        Evita la erosión del suelo por lluvias o vientos
  • ·        Impide la reflexión del calor del suelo a las plantas en pleno verano.
  • ·        Impide el apelmazamiento del suelo facilitando así la penetración dela gua del riego o lluvia
  • ·        Beneficios estéticos
  • ·        Mejora de la estructura del suelo por la descomposición de los propios materiales y porque favorece la actividad de las lombrices.
  •  


No siempre es necesario comprar los materiales de los que se componga nuestro acolchado. En ocasiones podemos obtenerlos de forma gratuita. En concreto a mí me dan sacos de recortes de césped en gran cantidad, la que precise que aún no he usado, pero usaré, en algunas partes del jardín. En las zonas en que he extendido el acolchado formado por hojas han sido las de mis propios árboles.

Pero hoy quería mostraros un material que también he encontrado de forma gratuita y de sorpresa!! Resulta que cerca de mi casa existe un establecimiento dónde venden leña. Los grandes montones de troncos son repuestos según se van vendiendo y cada vez que lo hacen, tiran los restos de cortezas que se desprenden de ellos para limpiar la zona y volver a poner más troncos cortados a la venta. No es un material “limpio” porque va mezclado con trocitos mucho más pequeños de madera y también con tierra.
Me ha costado algo de trabajo pero he obtenido tres "materiales" que utilizaré de distinta forma.
Los tres materiales me sirven!! Es verdad que he tenido que invertir algo de tiempo para aprovecharlos pero teniendo en cuenta que me han salido gratis…tampoco es cosa de protestar demasiado. Me aseguró el dueño del negocio que la madera no estaba tratada en absoluto.

Me fui trayendo en la carretilla de  cuatro en cuatro, sacos de rafia que llené con la pala. 

Luego, ya en casa, separé los trozos más grandes de corteza valiéndome de una caja de plástico de esas en las que se vende la fruta y verdura.

Así ya tenía un primer “material” que aunque quizás algo grande, me ha servido para el acolchado de la zona de seto que decía arriba. Va a ser algo más difícil de colocar que si hubiera estado compuesto por trozos de dimensiones algo más pequeñas sobre todo teniendo en cuenta que son plantaciones recientes y que el cuello de los arbustos es pequeño aún y que no hay mucha altura desde el cepellón hasta las primeras ramas.

Una vez hecha esta primera separación de materiales. Volví a pasar el material restante a través de una criba de trama no demasiado fina.
Como veis han quedado separado en dos materiales, de una parte una tierra bastante negra que seguro es más nutritiva que la de mi jardín y que voy a utilizar mezclándola directamente con la tierra de la zona de plantaciones
y de otra, unos trocitos bastante pequeños que me podrían servir como acolchado de algunas zonas pero que usaré para otra finalidad.


Resulta que estoy plantando algunos rododendros y plantas que precisan en el sustrato dónde crezcan bastante materia orgánica y lo utilizaré en la mezcla que haga para su plantación.
Estos trocitos muy pequeños de madera me permitirán crear un sustrato que permita una buena aireación, con buen drenaje y con nutrientes que se irán incorporando a la tierra según se degraden los trocitos de madera.

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...