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Salvia officinalis. Tutorial poda para retrasar su envejecimiento

Los jardineros estamos disfrutando del jardín de lo lindo. Llevamos desde mayo con el jardín lleno de flores que son una delicia pero en este momento, ya en junio, muchas de estos arbustos y vivaces están llegando al final de su tiempo de floración. 
Concluida esta floración es el momento adecuado para podarlos. Es el caso de Salvia officinalis. Un arbusto perennifolio que posee gran cantidad de aceites esenciales que la convierten en muy aromática y que puede resistir ciertos grados de heladas si no son muy profundas ni persistentes. En mi clima, en la Sierra de Madrid, lo soporta perfectamente.


Al igual que le ocurre a Lavanda, (podéis consultar su poda pinchando en el enlace) son arbustos que tienden a lignificarse y a envejecer en pocos años. Los troncos de la base tienden a lignificarse y tornarse resecos, la parte baja de las plantas se despuebla apareciendo los tallos desnudos y dando un aspecto bastante feo a la planta. De ahí que todo lo que podamos hacer con la poda sea retardar este envejecimiento pero conscientes de que en unos años tendremos que ir renovando las plantaciones si el aspecto que va adquiriendo los arbustos con el paso del tiempo no es de nuestro agrado.


Son pequeños arbustos que pueden alcanzar el metro de altura y cuyo cultivo no ofrece dificultades. Se conforman con cualquier terreno por pobre que sea. Incluso crecen mejor en suelos arenosos. Lo que no soportan son los encharcamientos y la falta de sol.
Salvia officinalis florecerá mejor cuántas más horas de sol tenga y siempre que no se la riegue en exceso. Aquí podéis ver estas salvias recién plantadas a mitad de junio de 2015.
En otoño de 2014 había preparado toda la zona de plantación que sería el seto sur. Se trataban de un seto mixto formado por muchos arbustos que precisarían su tiempo para crecer y que la zona se viera con vegetación. 

Mientras esto ocurría consideré que sería buena cosa poner algunas salvias entre las plantaciones. Son arbustos de rápido crecimiento y en junio del año pasado planté algunas salvias entre las plantaciones existentes que en poco tiempo me llenaría espacios entre arbustos.
Este es el bonito aspecto que han tenido este mayo. Con sus largas espigas llenas de delicadas flores azul violáceo. Me encantan!! Son de esas plantas que no requieren prácticamente cuidados y que a cambio te ofrecen todo el año un aspecto precioso y en flor ya, no digamos!!


Este es el primer año que florecen en realidad. El verano pasado eran tan chiquitas que prácticamente o se aprecio demasiado color en la zona. Así que durante unos años más, si pongo especial cuidado en la poda podré mantenerlas sin envejecer en exceso y disfrutaré durante un tiempo al menos de estos preciosos arbustos. Y bueno cuando pase tiempo y terminen por envejecer...bueno, pues teniendo en cuenta el costo que suelen tener (son realmente baratas para las alegrías que proporcionan) pues las renovaré y comenzaremos de nuevo :)
Bueno, vamos a la tarea de podar una de estas salvias!! Como siempre, a riesgo de resultar pesada por repetirme ajajjaa materiales preparados?: Como son plantas jóvenes la madera aún no está muy lignificada y los tallos no son muy gruesos, de manera que con unas tijeras de podar podremos afrontar este trabajo. Ya sabemos...limpias!! Manguera, rastrillo, guantes, material para acolchar y un buen abono orgánico...todo listo? Pues venga!!
También como siempre antes de podar, observemos el arbusto antes de comenzar a trabajar. Qué tenemos? Es un arbusto joven, cuyas espigas florales ya han abierto todas sus flores. No parece que esté descompensado en su crecimiento si no que este se presenta bastante redondeado. Tiene tras él un exquisito rosal Rosa 'Mme. Isaac Pereire' que pretendo guiar sobre los herrajes del pozo. También por detrás algo a la derecha hay un Cotoneaster lacteus y otras plantaciones que no deseo que se invadan con estas salvias y que por tanto hay que contener su crecimiento.

Las salvias forman varios tallos desde el suelo que brotan desde la zona central y se dirigen hacia el exterior del arbusto. De estos tallos que son la estructura permanente de la planta, brotan ramillas que en su final forman las espigas que tendrán las flores

Si solo se poda superficialmente provocaremos que las ramificaciones se forme a mucha altura con lo que el arbusto ganará en diámetro rápidamente y ocupará quizás una zona que no le está asignada.



Me conviene por tanto apurar en esta poda y cortar bastante cortos todas estas ramas laterales que han portado la floración. 
Al igual que en la lavanda, hay que llevar cuidado de dejar algo de madera joven y no apurar tanto que lleguemos a dejar solo ramas viejas. No es el caso, vemos aquí que hay muchos brotes ya inciados y que nacen en la zona de la base del arbusto. De ellos saldrán nuevas ramas jóvenes y algunas de ellas podrán sustituir a las más viejas en próximas podas. Así se mantendrá el arbusto sin envejecer más tiempo.


Así pues cortamos bastante cortas todas las ramas laterales de cada una de las principales que salen del suelo. 


Aquí tenemos la Salvia con este trabajo hecho.

Ahora una vez recortadas todas sus ramas y despejado el arbusto vemos mejor si hay alguna ramita muerta, enferma, que crezca hacia el interior del arbusto o que sobre. Sería el momento de eliminarlas.

Es un arbusto bastante denso cuyo interior permanece en oscuridad y provoca que las hojas del interior vayan muriendo. Observemos el interior del arbusto tiene las ramas principales llenas de hojas secas colgando todavía del tallo. Todas estas ramas hay que limpiarlas de hojas secas. Por cierto, ajjaja me resulta imposible hacer este trabajo con guantes así que a mano desnuda!!

Igualmente pasa con el suelo que hay en la base de la planta. Han caído flores secas, ramillas y distinto material muerto. Dejarlo así se convertiría en un foco de parásitos y de enfermedades. Limpiemos con el ratrillo escrupulosamente el suelo y dejemos la zona bien despejada.



Voy a abonar luego, así que antes le daré un buen riego en profundidad. Recordemos que siempre que fertilicemos el suelo debe estar bien húmedo para evitar quemar las raíces de las plantas. 

Quiero mostraros algo muy a tener en cuenta: Los tallos principales, con el peso de la vegetación bajan a veces hasta tocar el suelo. Cuando esto ocurre, sus ramas tienen la capacidad de emitir pequeñas raicillas que harán que el arbusto vaya creciendo cada vez más hacia los lados.
Yo no quiero que la zona se llene de salvias, pretendo que el resto e arbustos sigan teniendo su espacio y que estas salvias conserven su diámetro sin crecer en exceso.

Por eso para evitar que las ramas toquen el suelo y con sus raíces vayan extendiéndose cada vez más voy a poner debajo el nacimiento de estas ramas principales unas piedras que las levanten y solucionen este problema. Así quedarán elevadas y en lugar de brotar hacia los lados lo harán más hacia arriba.

A partir de ahora y hasta que lleguen los fríos estas salvias tendrán que seguir creciendo. Un buen abonado a base de fertilizantes orgánicos les irá de maravilla.

Como estoy abonando los rosales tras su primera floración he aprovechado la mezcla de fertilizantes orgánicos que utilizo para los rosales. Por cierto, puse un artículo con la receta que uso por si alguien está interesado.

Ya casi terminamos!! Las salvias requieren muy pocos riegos pero si las cultivamos con un buen acolchado casi que solo precisan un riego de vez en cuando. Y ello hasta que se llegan a asentar. Después casi que se las apañan ellas solitas.
Así que repuesto el acolchado con material nuevo y con un buen riego tras el abonado, estas salvias están listas para pasar el verano y el otoño creciendo. Ahora se ven despobladas y feas pero de los brotes que ya tienen en pocas semanas saldrán ramas que volverán a cubrir la estructura del arbusto.

Espero que la próxima primavera florezcan aún mejor que lo han hecho esta primavera y acompañen con sus preciosas flores las rosas y demás arbustos que hay en este seto.
Yo he puesto de mi parte lo que he podido. Tendrán que ser agradecidas conmigo. No? jejeje
Actualizo este artículo con una fotografía tomada justo once días tras efectuar la poda. Podemos ver cómo la salvia está totalmente brotada. De estos brotes durante el verano y el otoño surgirán las nuevas ramas que volverán a cubrir el arbusto rápidamente.

Deutzia scabra 'Pride of Rochester'

Espero que cuando pasen un par de años esta Deutzia scabra 'Prinde of Rochester' se haya convertido en un precioso arbusto de casi dos metros. Al paso que va no me extraña. La compré muy pequeñita el verano pasado. La vi en flor en el vivero y no pude resistirme a la preciosidad de sus delicadas flores. Considerando que va a comenzar su segunda temporada en el jardín, la verdad es que ha crecido muchísimo. Todavía no es un arbusto de esos "imponentes" como es el caso de mi Philadelphus arbolito. Pero claro, es que aquel se tomó su tiempo en convertirse en lo que es hoy y esta pobre Deutzia es muy jovencita. Tampoco vamos a pedir peras al olmo. No? :)

Philadelphus, Weigelias y Deutzias son arbustos semejantes en varios aspectos. Los tres son de fácil cultivo. Cuando son ejemplares adultos producen unas floraciones que los convierten por unas semanas en protagonistas absolutos de la zona del jardín dónde crecen. Los tres crecen sin demasiadas exigencias de suelo siempre que no estén siempre encharcados por problemas de drenaje. Los tres adquieren con el paso de los años un buen tamaño y ninguno de ellos son adecuados para jardines pequeños precisamente por esta razón. 

Hacerlos crecer en espacios exiguos impide que adopten su estructura y forma natural que es precisamente la que los convierte en una belleza cuando están en flor. Los tres florecen casi en el mismo momento del año y en las ramas brotadas la temporada anterior, de manera que a los tres les conviene una poda muy semejante.

Deutzia scabra perteneciente a la familia de las saxifragáceas, las deutzias son arbustos caducifolios sin grandes requerimientos que pueden alcanzar más de dos metros, incluso tres de alto.

A pesar de que en algunas partes se dice que no soporta la sequía, la verdad es que la mía se riega bastante poco. De hecho por encontrarse algo apartada de los setos y tener que alargar un poco de manguera hasta ella, la he tenido meses sin riego (no en verano que lo hacía a mano, con manguera) y ha aguantado perfectamente. También es muy resistente a heladas incluso profundas y a suelos de no demasiada calidad aunque no le gustan por supuesto, los suelos encharcados o con mal drenaje pero es que este tipo de suelos le gustan a muy pocas plantas. Verdad? :)


Al igual que las weigelias y las celindas, Deutzia scabra florece en las ramas de un año ahora al final de la primavera. Ramas que durante el primera año brotan y será durante el segundo cuando de las axilas de sus hojas broten ramillas cortas en cuyos extremo formarán las inflorescencias de bonitas flores muy dobles en general blancas pero que pueden ser rosadas o incluso malvas en algunas variedades. Los pétalos externos tienen unas ligeras pinceladas en tonos rosados de una delicadeza que me chiflan!!


En alguna parte leí que forma frutos en forma de cápsulas pero las flores del año pasado cayeron al suelo sin formar nada así que no he tenido la oportunidad de verlos.
No es un arbusto para un jardín pequeño. Como comentábamos antes, para lucir todo su esplendor precisa espacio a su alrededor para adoptar su porte natural que es el más bonito: un gran arbusto estrecho en al base y con una copa amplísima formada por largas ramas que se curvan hacia el exterior.

Brotan sus ramas desde la base y cuando el arbusto está enraizado va emitiendo retoños incluso algo retirados del centro de la planta. En la fotografía siguiente puede verse como está emergiendo un pequeño brote a la derecha. 
Para reproducir Deutzia scabra puede esquejarse pero yo creo que lo más fácil es tomar uno de estos brotes que salen a los pies del arbusto tratando de sacarlo del suelo con algo de raíces con lo cual ya tendríamos un pequeño ejemplar enraizado.
Lo que menos me gusta es el tacto de sus hojas, un tanto ásperas y algo rudas, no sé, poco refinadas :) de un verde que no siendo nada del otro mundo tiene una bonita tonalidad. Bordes ligeramente dentados y ubicadas en el tallo de manera opuesta.
Si de algo precisa para florecer con profusión es de estar a pleno sol. Puede cultivarse en semisombra pero la floración no será tan abundante.
Se trata de un arbusto de crecimiento muy rápido que es fácil que se "desmadre" si no lo mantenemos rejuvenecido mediante una adecuada poda. Esta no debería retrasarse mucho después de la floración. Al igual que las weigelias, de podarlas muy tarde, la madera nacida en el año no tendrá tiempo de estar madura cuando vengan las heladas y es en estos brotes de la temporada anterior precisamente dónde florece.
Mencionaría su agradable aroma a pesar de reconocer que no tiene demasiada intensidad. Si te acercas a las flores percibes un delicado y agradable aroma muy sutil, muy levemente. Al menos esa es mi impresión.

Creo que este arbusto se encuentra feliz en mi jardín. Está sacando ahora unos tallos nuevos cuyo calibre es tan exageradamente mayor que las ramas del año pasado que hacen indicar que el arbusto ha enraizado perfectamente y que se va a dedicar a crecer a partir de que termine su floración. Incluso las hojas de estos brotes nuevos son muchísimo más grandes que las del resto de las ramas. Bien... seguirá contando con el cuidado de esta jardinera que está deseando verlo "subir" frente a la fachada del garaje y que el año que viene sí llegue a ser ya un foco de atención en esta parte central del jardín.


Philadelphus (Celindo) de arbusto abandonado a foco de interés en el jardín.

La primera vez que lo vi ni siquiera reconocí que era un Philadelphus. Unos troncos resecos, con la corteza desprendiéndose, altos como de metro y medio y en el extremo unas ramas tortuosas  que brotaban sin orden ni concierto sin formar una copa armónica en absoluto y en direcciones nada adecuadas. Al pasar  a su lado me dije "Tú,  lo que seas, te quedan tres telediarios" jejejje 

La siguiente ya estaba brotado y reconocí enseguida qué era: un viejo, descuidado y horrible Philadelphus.

A los pies de una plataforma muy grande de hormigón que hay en la parte baja de las terrazas que bordean la casa, si se mira desde arriba, mal que mal, pero desde abajo yo miraba aquel arbusto que no se regaba hacía un siglo y que no sabía lo que era un buen abonado y ...la verdad, aquella ubicación me descolocaba mirándolo desde la parte más baja del jardín.
Los Philadelphus suelen brotar en forma de mata y son de un gran crecimiento, por eso son difíciles de contener y al final acaparan el espacio asignado a las plantas compañeras que están a su lado. Solo con una poda adecuada se pueden mantener acotándoles el espacio.
Lo salvó primero mi respeto por las plantas que tienen mucha edad porque siempre pienso cuánto han tenido que luchar contra sequías, plagas, suelos pobres...para llegar a tener el tamaño que tienen. Pero lo cierto es que con respeto y todo, las posibilidades de que aquel arbusto durara muchos años más eran pocas si no se rejuvenecía. Y en segundo lugar el hecho de que tuviera esta formación, tipo arbolito. 
Las matas de celindos que brotan desde el suelo todas sus ramas formando arbustos redondeados, reconozco que solo me gustan cuando están en flor y tampoco es que me entusiasmen demasiado. Ya antes de comenzar a hacer el jardín tenía ganas de tener uno tipo arbolito que es como me parecen más elegantes estas plantas, con sus ramas arqueadas desde lo alto y curvas, así que quería en algún momento comprar uno y tratar de formarlo desde pequeño. 
Reconsideré mi decisión casi en firme de eliminar este ejemplar medio muerto. Pensé que era magnífico no tener que formar durante años un celindo recién comprado. Esta estructura con los pies despejados, sacando desde lo alto las ramas largas y que están a suficiente altura como para que puedan arquearse hacia el suelo como un enorme paraguas florido, este tipo de Philadelphus, sí, estos como el mío me encantan!!


Desconozco de qué variedad se trata y lo la verdad es que me encantaría saberlo. Así que si algún lector viendo las fotos tiene la amabilidad de decírmela estaría muy agradecida :)

Bien, pensé que sí, estaba viejo y descuidado y estaba muy mal formado pero era un Philadelphus de muchísimos años y hasta que yo llegara a tener con uno nuevo un ejemplar de estas dimensiones deberían pasar muchos años así que decidí conservarlo.
Eso sí, era preciso practicarle una buena poda de renovación si no quería perderlo. Estaba demasiado viejo y había sufrido demasiado tiempo el descuido así que pensé que de perdidos, al río y siendo consciente de la barbaridad que era practicarle esta poda en verano, lo hice arriesgando el arbusto!!

Entre nosotros, ajajjaja el riesgo no era total. Pensé que podía morir la parte alta, la de los troncos gruesos y viejos pero que el arbusto tenía unas ramas en un lateral que brotaban desde el suelo y que podría con ellas, en el caso de perder la planta madre, tratar de trenzarlas y formar de nuevo un arbusto con la misma estructura que éste con el paso de algunos años. En caso de haber visto que no rebrotaba hubiera tomado estas ramas bajas con la mayor cantidad posible de cepellón y lo hubiera trasladado a otra ubicación del jardín. Así que era riesgo pero no tanto, la verdad :)

Está plantado en una zona con el suelo exageradamente inclinado de modo que el agua de riego no había manera de que penetrara en las raíces. Dicho y hecho, esperé a que terminara la floración y lo podé a conciencia. En realidad solo dejé los troncos que partían desde el suelo y corté todas las ramas que brotaban de su parte superior.

Aprovechando que teníamos que poner el riego en el seto sur, tras la poda nivelé el suelo a su alrededor de manera que la base quedara horizontal. Le hice un poco de alcorque para que retuviera el agua del riego pero es una zona tan inclinada que el alcorque dura intacto muy poco y hay que ir rehaciéndolo constantemente. De todos modos ya lo considero fuera de peligro así que como no es un arbusto que requiera demasiado riego el alcorque no lo rehago cada vez que es necesario.
Tras ello lo aboné bien en profundidad.  Hace dos años no tenía compost de propia fabricación así que cavé un poco para eliminar el suelo superficial pobre y reseco y lo sustituí con una mezcla de un buen sustrato y estiércol bien fermentado. Acolché bien todo el alcorque para que se mantuvieran frescas y húmedas las raíces más tiempo y para protegerlo del calor y de la erosión. Y cuidé su hidratación durante todo aquel verano y hasta que el arbusto entró en letarlo. 

En cuanto empezaron a brotar las ramas nuevas vi el cambio. Nada que ver con su pasado. Hojas grandes, sanas y bonitas y ramas vigorosas creciendo con fuerza. El pobre celindo pensaría que le había venido Dios a ver ajajajja :) Cuándo se vio en otra igual acostumbrado como estaba al abandono absoluto! Rieguito frecuente, nutrición, buen acolchado... y lo ha sabido agradecer. Vaya que sí! 

Tanto ha cambiado este arbusto que incluso ya ni me molesta su ubicación. De un ejemplar casi muerto de puro abandono ha pasado a ser un Philadelphus digno de ser un punto focal en la parte central del jardín. No hay duda, es un ejemplar precioso. No os parece? 
Está plantado en un lugar que lo hace visible desde muchísimo sitios del jardín. Y desde cualquier punto que se mire es una verdadera belleza ahora que está en plena floración. Desde las terrazas de la casa se ve precioso ahora que está florido y desde cualquier parte de la zona central del jardín se te van los ojos a un ejemplar tan bonito :)

Me alegro mucho de no eliminarlo y haber invertido en él mis cuidados y tratar de sacarlo adelante y convertirlo en un ejemplar precioso como es ahora. Lo pensé el otoño pasado pero se me pasó el momento adecuado. A ver si éste otoño saco un rato para separar las ramas pequeñas que brotan desde abajo con una buena cantidad de raíces y me la llevo a otra parte del jardín para forma con ella un ejemplar que con el paso del tiempo se parezca a este.

Estas ramas que ahora son verdes, tiernas y claras. Aún sin lignificar.. cuando llegue la primavera siguiente estarán maduras y de sus laterales brotarán ramillas cortas que serán las que porten los capullos de las flores. Se habrán tornado oscuras y la madera se habrá lignificado. 
Lo interesante es ir eliminando las ramas viejas y poco productivas para incentivar que broten nuevas ramas nuevas que florecerán la siguiente temporada.
Mantener un celindo no es nada complicado si entendemos de qué modo florece. Las flores brotan en las ramas brotadas durante la temporada anterior. Ya en plena floración comienzan a salir vástagos nuevos que se distinguen perfectamente por su color verde. Estas ramas no florecerán este año, debe madurar su madera antes y esto lo hará durante los meses que transcurran hasta que llegue el invierno y la planta entre en parada vegetativa.


De todos modos para quién esté interesado en ver de forma práctica la poda de este Philadelphus me comprometo a colgar aquí un tutorial con fotografias y explicaciones paso a paso cuando llegue el momento.
Sí, antes de eliminar ejemplares de cierta edad en un jardín hay que sopesar las cosas. En ocasiones, con un poco de trabajo, una buena poda, cuidar de la hidratación y una buena nutrición cambia radicalmente muchas plantas y ellas saben premiarnos el esfuerzo cambiando y convirtiéndose de nuevo en plantas que nos deleita y cuya floración podremos disfrutar muchos años más. Ha merecido la pena salvar mi pobre celindo viejo. No hay duda.


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