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Philadelphus (Celindo) de arbusto abandonado a foco de interés en el jardín.

La primera vez que lo vi ni siquiera reconocí que era un Philadelphus. Unos troncos resecos, con la corteza desprendiéndose, altos como de metro y medio y en el extremo unas ramas tortuosas  que brotaban sin orden ni concierto sin formar una copa armónica en absoluto y en direcciones nada adecuadas. Al pasar  a su lado me dije "Tú,  lo que seas, te quedan tres telediarios" jejejje 

La siguiente ya estaba brotado y reconocí enseguida qué era: un viejo, descuidado y horrible Philadelphus.

A los pies de una plataforma muy grande de hormigón que hay en la parte baja de las terrazas que bordean la casa, si se mira desde arriba, mal que mal, pero desde abajo yo miraba aquel arbusto que no se regaba hacía un siglo y que no sabía lo que era un buen abonado y ...la verdad, aquella ubicación me descolocaba mirándolo desde la parte más baja del jardín.
Los Philadelphus suelen brotar en forma de mata y son de un gran crecimiento, por eso son difíciles de contener y al final acaparan el espacio asignado a las plantas compañeras que están a su lado. Solo con una poda adecuada se pueden mantener acotándoles el espacio.
Lo salvó primero mi respeto por las plantas que tienen mucha edad porque siempre pienso cuánto han tenido que luchar contra sequías, plagas, suelos pobres...para llegar a tener el tamaño que tienen. Pero lo cierto es que con respeto y todo, las posibilidades de que aquel arbusto durara muchos años más eran pocas si no se rejuvenecía. Y en segundo lugar el hecho de que tuviera esta formación, tipo arbolito. 
Las matas de celindos que brotan desde el suelo todas sus ramas formando arbustos redondeados, reconozco que solo me gustan cuando están en flor y tampoco es que me entusiasmen demasiado. Ya antes de comenzar a hacer el jardín tenía ganas de tener uno tipo arbolito que es como me parecen más elegantes estas plantas, con sus ramas arqueadas desde lo alto y curvas, así que quería en algún momento comprar uno y tratar de formarlo desde pequeño. 
Reconsideré mi decisión casi en firme de eliminar este ejemplar medio muerto. Pensé que era magnífico no tener que formar durante años un celindo recién comprado. Esta estructura con los pies despejados, sacando desde lo alto las ramas largas y que están a suficiente altura como para que puedan arquearse hacia el suelo como un enorme paraguas florido, este tipo de Philadelphus, sí, estos como el mío me encantan!!


Desconozco de qué variedad se trata y lo la verdad es que me encantaría saberlo. Así que si algún lector viendo las fotos tiene la amabilidad de decírmela estaría muy agradecida :)

Bien, pensé que sí, estaba viejo y descuidado y estaba muy mal formado pero era un Philadelphus de muchísimos años y hasta que yo llegara a tener con uno nuevo un ejemplar de estas dimensiones deberían pasar muchos años así que decidí conservarlo.
Eso sí, era preciso practicarle una buena poda de renovación si no quería perderlo. Estaba demasiado viejo y había sufrido demasiado tiempo el descuido así que pensé que de perdidos, al río y siendo consciente de la barbaridad que era practicarle esta poda en verano, lo hice arriesgando el arbusto!!

Entre nosotros, ajajjaja el riesgo no era total. Pensé que podía morir la parte alta, la de los troncos gruesos y viejos pero que el arbusto tenía unas ramas en un lateral que brotaban desde el suelo y que podría con ellas, en el caso de perder la planta madre, tratar de trenzarlas y formar de nuevo un arbusto con la misma estructura que éste con el paso de algunos años. En caso de haber visto que no rebrotaba hubiera tomado estas ramas bajas con la mayor cantidad posible de cepellón y lo hubiera trasladado a otra ubicación del jardín. Así que era riesgo pero no tanto, la verdad :)

Está plantado en una zona con el suelo exageradamente inclinado de modo que el agua de riego no había manera de que penetrara en las raíces. Dicho y hecho, esperé a que terminara la floración y lo podé a conciencia. En realidad solo dejé los troncos que partían desde el suelo y corté todas las ramas que brotaban de su parte superior.

Aprovechando que teníamos que poner el riego en el seto sur, tras la poda nivelé el suelo a su alrededor de manera que la base quedara horizontal. Le hice un poco de alcorque para que retuviera el agua del riego pero es una zona tan inclinada que el alcorque dura intacto muy poco y hay que ir rehaciéndolo constantemente. De todos modos ya lo considero fuera de peligro así que como no es un arbusto que requiera demasiado riego el alcorque no lo rehago cada vez que es necesario.
Tras ello lo aboné bien en profundidad.  Hace dos años no tenía compost de propia fabricación así que cavé un poco para eliminar el suelo superficial pobre y reseco y lo sustituí con una mezcla de un buen sustrato y estiércol bien fermentado. Acolché bien todo el alcorque para que se mantuvieran frescas y húmedas las raíces más tiempo y para protegerlo del calor y de la erosión. Y cuidé su hidratación durante todo aquel verano y hasta que el arbusto entró en letarlo. 

En cuanto empezaron a brotar las ramas nuevas vi el cambio. Nada que ver con su pasado. Hojas grandes, sanas y bonitas y ramas vigorosas creciendo con fuerza. El pobre celindo pensaría que le había venido Dios a ver ajajajja :) Cuándo se vio en otra igual acostumbrado como estaba al abandono absoluto! Rieguito frecuente, nutrición, buen acolchado... y lo ha sabido agradecer. Vaya que sí! 

Tanto ha cambiado este arbusto que incluso ya ni me molesta su ubicación. De un ejemplar casi muerto de puro abandono ha pasado a ser un Philadelphus digno de ser un punto focal en la parte central del jardín. No hay duda, es un ejemplar precioso. No os parece? 
Está plantado en un lugar que lo hace visible desde muchísimo sitios del jardín. Y desde cualquier punto que se mire es una verdadera belleza ahora que está en plena floración. Desde las terrazas de la casa se ve precioso ahora que está florido y desde cualquier parte de la zona central del jardín se te van los ojos a un ejemplar tan bonito :)

Me alegro mucho de no eliminarlo y haber invertido en él mis cuidados y tratar de sacarlo adelante y convertirlo en un ejemplar precioso como es ahora. Lo pensé el otoño pasado pero se me pasó el momento adecuado. A ver si éste otoño saco un rato para separar las ramas pequeñas que brotan desde abajo con una buena cantidad de raíces y me la llevo a otra parte del jardín para forma con ella un ejemplar que con el paso del tiempo se parezca a este.

Estas ramas que ahora son verdes, tiernas y claras. Aún sin lignificar.. cuando llegue la primavera siguiente estarán maduras y de sus laterales brotarán ramillas cortas que serán las que porten los capullos de las flores. Se habrán tornado oscuras y la madera se habrá lignificado. 
Lo interesante es ir eliminando las ramas viejas y poco productivas para incentivar que broten nuevas ramas nuevas que florecerán la siguiente temporada.
Mantener un celindo no es nada complicado si entendemos de qué modo florece. Las flores brotan en las ramas brotadas durante la temporada anterior. Ya en plena floración comienzan a salir vástagos nuevos que se distinguen perfectamente por su color verde. Estas ramas no florecerán este año, debe madurar su madera antes y esto lo hará durante los meses que transcurran hasta que llegue el invierno y la planta entre en parada vegetativa.


De todos modos para quién esté interesado en ver de forma práctica la poda de este Philadelphus me comprometo a colgar aquí un tutorial con fotografias y explicaciones paso a paso cuando llegue el momento.
Sí, antes de eliminar ejemplares de cierta edad en un jardín hay que sopesar las cosas. En ocasiones, con un poco de trabajo, una buena poda, cuidar de la hidratación y una buena nutrición cambia radicalmente muchas plantas y ellas saben premiarnos el esfuerzo cambiando y convirtiéndose de nuevo en plantas que nos deleita y cuya floración podremos disfrutar muchos años más. Ha merecido la pena salvar mi pobre celindo viejo. No hay duda.


El Philadelphus (Celindo) salvado por la campana!!

En pleno verano del año pasado me lancé a hacerle una poda de renovación a este Philadelphus. Ya es riesgo atreverme a tratar de rejuvenecerlo con el calor que hacía!!! Pero fue un momento en que tenía que preparar la zona del seto dónde estaba ubicado y decidí tirar por el camino de en medio. 

Como contaba en el artículo que en su día colgué cuando le practiqué esta poda brutal, es un arbusto reviejo y que prácticamente no sacaba ramas nuevas. Estaban totalmente lignificadas así que era preciso renovarlo. incluso pensé desprenderme de él pero al final creo que tomé una buena decisión no eliminándolo. 


Me gustaba el hecho de que tenga esos pocos troncos altos y despejados que permite plantar debajo de él brotando todas sus ramas en lo alto y dejando, al haber espacio alrededor, que éstas se curven adoptando una forma que cuando llega mayo permite lucir sus ramas cuajadas de flores. A pesar de lo viejo que era el año pasado no floreció mal:

Pero sí, estaba feucho en su estructura y sobretodo,  era cuestión de tiempo perder este arbusto si no hacía algo.

Mucho mejor ahora: Llenito de ramas nuevas!!

En muchos celindos todas sus ramas brotan desde el suelo formando una gran masa el arbusto. No es una planta que me entusiasme cuando no está en flor de manera que me parece que ocupa demasiado lugar para el poco tiempo que yo lo disfruto.
Precisamente porque todas las ramas brotan desde lo alto, y por tanto forma una especie de arbolito, es lo que me hizo intentar renovarlo y así no renunciar a él.

Y si, he tenido suerte. Y digo que he tenido suerte porque finales de junio está claro que no era el momento adecuado para hacer estas podas. Tenia que haberme esperado a que estuviera en un momento de savia parada.

Al inicio de la primavera empezó a brotar tímidamente y bien pensé que me quedaba sin él si venía un helada fuerte. Pero no, de pronto a empezado a sacar un montón de nuevas, fuertes y largas ramas en lo alto. Este año, lógicamente solo han florecido las que están abajo que son las que tienen la madera madura. Philadelphus florece sobre las ramas del año anterior y es conveniente, tras la floración ir eliminando algunas de ellas para fomentar que salgan nuevas y vigorosas ramas que durante el verano y otoño madurará su madera y en la siguiente primavera se cuajarán de flores. De esta forma el arbusto se va manteniendo rejuvenecido.

Ahora tiene un montón de ramas nuevas que han brotado estos días. El año que viene estoy segura que será un espectáculo verlo en flor.
Creo que incluso no lo voy a cambiar de lugar como pensé la temporada anterior. Lo que sí haré es intentar sacar los retoños y trasladarlos a otro lugar. Puede que tenga la suerte de que tenga el mismo tipo de crecimiento que la planta madre. Así que tendré dos por el precio de uno!! Estoy contenta. Mi viejo celindo me acompañará al menos unos añitos más!! :)


Poda drástica del Philadelphus (Celindo)

Los Philadelphus (Celindo o Falso jazmín) son un todo terreno. Este mía lleva sin cuidado alguno ni se sabe desde cuándo!! Sin riego desde el año pasado, sin abono ninguno jamás...y ahí está dando una floración a mediados de mayo que no ha sido nada de despreciar!! 
En realidad es un arbusto que tiene demasiados años, está reviejo, mal formado demasiado lignificado y apenas saca ramas nuevas. Iba a deshacerme de él y aprovechar solamente los retoños que han salido a sus pies. Pensaba intentar extraerlos con algo de raíces y trasplantarlos a un lugar adecuado del jardín para que formara allí un hermoso arbusto.
Pero luego, una vez he visto su floración, me ha dado lástima y he pensado que de perdidos al río. 
A pesar de que este tipo de poda tan drástica no es conveniente hacerla con el calor del verano, sino en invierno, yo me he arriesgado a ver qué pasa. Veremos qué pasa con él.

Como digo, le han salido unos retoños a los pies que procuraré desprender con parte de raíces y los plantaré en otra parte del jardín y espero que con el tiempo forme un ejemplar al menos tan resistente como su progenitor.

No lo tengo identificado. Hay quién me ha dicho que pudiera ser Philadelphus pubescente pero no tengo ni idea de si lo es. No puede decirse que huela demasiado, al menos yo no percibo gran aroma; quiero pensar que cuando tenga riego y esté bien nutrido puede que mejore esta cuestión. En todo caso ha demostrado ser un campeón en cuanto a resistencia y estoy segura que si logro sacar adelante los retoños de la base tendré un segundo ejemplar bien hermoso.
Si consigue rebrotar, es posible que en invierno, con la actividad vegetativa parada, trate de trasladarlo a una parte más adecuada del jardín. La ubicación que tiene ahora no me convence.
Pero eso será más adelante como digo. De momento me interesaba renovarlo, rejuvenecerlo con una poda en profundidad porque está realmente envejecido. Todas sus ramas están lignificadas en exceso. 
La temporada pasada, antes de venirnos a vivir aquí, en un grupo de jardinería de Fafcebook lei a Yolanda que decía  era conveniente dejar en la base de los celindos pocas ramas, ir trenzándolas entre sí para que formaran una especie de tronco fuerte y firme que aguantara el peso del arbusto y dejar que brotaran las ramas largas arriba, no desde la base. Por eso me alegré al ver el mío, formado así sin que nadie haya intervenido en ello. Aunque pensaba eliminar el arbusto "padre" se me ocurrió que sería probable que los retoños tengan el mismo tipo de crecimiento y tengan una tendencia a brotar en la parte superior y no a sacar muchas ramas desde el nivel del suelo.
No sé si depende de la variedad el hecho de que tengan más o menos brotes basales. Tengo otros celindos que con los mismos cuidados tienen un montón de ramas desde abajo y forman matas redondeadas más que arbustos tipo arbolito. 
En todo caso me gusta el crecimiento que tiene este mío: tres ramas gruesas y fuertes desde la base desnudas hasta el metro o metro y pico de altura y de ahí salen las ramas largas y curvas que portan las flores. Al salir solo desde la parte alta del arbusto, las ramas largas portadoras de flores tienen altura suficiente para caer de forma péndula hacia el suelo sin llegar a tocarlo formando una especie de fuente. Además no ocupan tanto espacio y permite incluso plantar a sus pies alguna otra planta.
Los celindos florecen en las madera del año anterior. De estas ramas largas que brotan la temporada anterior, salen a su vez ramitas cortas en las que se forman los capullos de las flores.
De modo que conviene podarlos tras la floración eliminando todas las ramas que se ven viejas (mucho menos productivas) y dejando las jóvenes (que producen muchas más ramitas laterales que son las que portan las flores). De esta manera se fomenta que salgan nuevas ramas y que el arbusto tenga tiempo para que broten y maduren antes de que lleguen los fríos del invierno. 



Debiera haber cogido la podadora justo tras la floración pero se me ha ido un poco el tiempo. En todo caso tengo alguna esperanza de que logre rebrotar durante el verano y otoño de sacar ramas nuevas.
En las siguientes temporadas no apuraré tanto pero ahora me interesa renovarlo, fomentar que surjan nuevas ramas de las que brotará la floración la primavera que viene y eliminar esas ramas tan rígidas y que ya daban poca vegetación por la edad y la falta de cuidados.
He ido cortando bastante bajas todas las ramas a una altura que ha variado entre el metro y el metro y medio, altura desde la que nacían.
He procurado cortar sobre una yema que brotara hacia el exterior del arbusto para que las ramas nuevas no crezcan hacia su interior. Para ello he usado una herramienta bien limpia y afilada que me ha permitido cortes limpios, sin rasgaduras.


Una vez eliminadas todas las ramas había que hacer una labor de prevención aplicando inmediatamente a los cortes una capa abundante de pasta cicatrizante para impedir la penetración del agua, insectos y hongos a través de las heridas que se producen con la poda.


Y listo!! A esperar que la suerte esté de mi lado (y de la del pobre celindo) y que comiencen a brotar las ramas que florezcan la primavera que viene..

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