Salvia microphylla es incansable. Literalmente. La traje al jardín, creo recordar, en junio del año pasado. Ya venía florecida y continuó en flor durante meses. Era enero y aún tenía algunas flores.
Merece la pena tener en cuenta esta herbácea perennifolia a la hora de rellenar huecos dónde se precise color de forma casi constante. No precisa tutores, forma con el tiempo una mata redondeada de unos 70/80 cm quizás algo menos.
Cuando la traje, con cuatro ramitas y esas flores tan chicas no parecía que iba a tener tanto protagonismo dónde la planté. Pero la verdad, sus espigas floridas en colores siempre brillantes hacen de ella una planta que parece chispas de color. Creo que dónde la planté, en el camino de las acidófilas, entre rosales hace preciosa junto con los tonos de Rosa Gertrude Jeckil. El rosa de ambas en tonos de distinta intensidad forman un conjunto muy armónico y delicado. Me encanta!!
Cuando la traje, con cuatro ramitas y esas flores tan chicas no parecía que iba a tener tanto protagonismo dónde la planté. Pero la verdad, sus espigas floridas en colores siempre brillantes hacen de ella una planta que parece chispas de color. Creo que dónde la planté, en el camino de las acidófilas, entre rosales hace preciosa junto con los tonos de Rosa Gertrude Jeckil. El rosa de ambas en tonos de distinta intensidad forman un conjunto muy armónico y delicado. Me encanta!!
Es fácil, no necesita prácticamente cuidado alguno. No es exigente con los riegos y florece casi ininterrumpidamente. Quién da más? La podé hace algo más de tres meses y tardó poquísimo en volver a brotar. Una poda de las fáciles, a unos 15 cm todas las ramas..Sin complicarse la vida ayudará a que pase la primavera en flor y más tupida. Cuando llegue el verano empezará a decaer, será el momento de aplicar la segunda poda. Esta vez algo más suave. Un ligero recorte de todo los tallos y la eliminación de todas las espigas florales. Con eso y un bizcocho....hasta que llegue el frío de nuevo en flor!!