Esta mesa de té (o velador) tiene la misma procedencia que el escritorio Davenport que os mostraba en el artículo anterior: Mi tienda en Málaga. Aplacé su definitiva decoración por los mismos motivos y tan solo le apliqué a modo de veladura un par de colores. Eso sí, le di un buen lijado y tampoco lo barnicé para permitirme, cuando llegara la hora, decorarlo sin tener el trabajo de levantar pinturas y barnices. Lo tenía puesto en el dormitorio y como no me gustaba porque no armonizaba con el conjunto, estaba cubierto con un precioso mantel blanco que me hizo mi madre.
Blog de jardinería y otras cosas que hago relacionadas siempre con DIY, la decoración, lo artesanal, las manualidades, el diseño...
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Escritorio victoriano Davenport: Decoración con pintura y transferencias de imágenes
Este escritorio Davenport lleva "esperando" que le toque el turno para ser decorado así como más de veinte años. ¡Qué barbaridad! Antes de venir a vivir aquí, a Madrid, tuve hace muchos años en Málaga una tienda de Bellas Artes y Manualidades y un taller dónde daba clases de todo tipo de trabajos artísticos. En la tienda vendía además de todo tipo de materiales artísticos, muebles pequeños (en crudo, para decorar), especiales y de mucha, mucha calidad. Este es uno de ellos. Cuando cerré el taller y la tienda volví a mi profesión y de nuevo comencé a trabajar habitual y dejé de lado durante unos años este tipo de trabajos decorativos. Luego me vine a vivir aquí a Madrid y me volqué en la jardinería. Ahora, que por circunstancias me encuentro muy limitada para trabajos que requieran gran esfuerzo físico he decidido que era el momento adecuado para afrontar la decoración de este Davenport.
Tutorial: Cómo restaurar una vitrina esquinera. Los resultados. (III/III)) Fotos antes/después
Por fin llegamos al final. Os muestro a continuación cuales han sido los resultados después de invertir en este mueble mucho cariño. Y trabajo, claro...En fin, amigos. Aquí está mi vitrina completita. Os mostraré aquí todos los detalles de las reparaciones que he practicado e incluiré en este artículo algo que nos gusta siempre a todos: muchas fotos del antes/después de haber aplicado las técnicas pictóricas que elegí.
Tutorial: Cómo restaurar una vitrina esquinera. El proceso paso a paso (II/III)
El proceso para restaurar un mueble es largo por eso he tenido que dividír este tema en tres post. Esta es el segundo artículo del tutorial sobre la restauración de una vitrina esquinera. En el artículo anterior hablamos del estado del mueble, de sus desperfectos, de la idea con la que afrontábamos el trabajo, y terminamos enumerando las herramientas y materiales necesarios para llevar a cabo esta restauración. En el siguiente a este mostraré los resultados finales con fotografías del antes/después que tanto nos gustan a todos.
Tutorial: Cómo restaurar una vitrina esquinera. Los desperfectos, el proyecto, las técnicas y los materiales (I/III)
He afrontado la decoración y pintura de muchos muebles pero la restauración de uno de ciertas dimensiones que requiriera reparaciones como esta vitrina era nuevo para mí. Soy atrevida y confío en mí porque aunque ni tengo herramientas muy especializadas ni conocimientos profundos de carpintería sí tengo mucha voluntad y muchas ganas de trabajar. Estoy plenamente convencida de que el que no aprende es porque no quiere. También es verdad que el hecho de haber realizado infinidad de trabajos de técnicas decorativas hace que tenga cierta idea de las cosas y que haya adquirido con el tiempo alguna dosis de habilidad y destreza. Casi siempre ¡querer es poder! Eso sí, no es cuestión de empezar a dar brochazos a tontas y a locas. El trabajo precisa de un proyecto y un estudio. Antes de comenzar hay que saber qué queremos lograr, cómo lograrlo y qué precisamos para ello. Esto es casi lo más laborioso. Después solo hay que armarse de paciencia y estar dispuesto a trabajar sobre el mueble y convertir algo hecho de un material tan hermoso como la madera pero que no disfruta de sus mejores momentos en un elemento decorativo remozado y al que se le ha dado una nueva vida.
Sesenta
Era el último día. Desde mi casa anduve tranquilamente hasta la parada del autobús que me llevaría al tren hacia la localidad dónde está (estaba) mi puesto de trabajo. Quería que todo pasara despacio; escudriñar mis emociones; diseccionar todo lo que pasara aquella mañana por mi cabeza y en mi corazón porque sabía que aquel día era un hito en mi vida. Me sentía extraña. Llevaba meses de baja médica desde que justo antes de la declaración del Estado de Alarma sufrí un infarto de miocardio. Pero no ir a trabajar durante un tiempo no hace que sientas que estás jubilada. Una tiene una sensación de que es una situación provisional y le resulta imposible pensar que nunca más volverás a trabajar. Aunque lo supiera, mentalmente necesitaba el protocolo de la firma. Y a eso iba, a firmar los documentos por los que cesaría en el servicio activo.