Mostrando entradas con la etiqueta cultivo de rosales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cultivo de rosales. Mostrar todas las entradas

Preparados, listos, ya!! Las rosas, la poesía!!

Cuando llega el inicio de la primavera se me olvidan toda la información botánica. Me ocurre igual en otoño. Es un olvido momentáneo, claro! Vivo el jardín de forma dual. De una parte, creo que lo escribí en otro artículo, soy una especie de Sherlock Holmes en él. Me paso la vida observando las plantaciones.

Cómo distinguir los brotes basales de los rosales y los "chupones". Un asunto de importancia!

Ayer decidí empezar a podar mi arriate de rosales rugosas.
Parece más sensato enfrentarse a la tarea de la poda de cualquier rosal protegidos con unos buenos guantes. Pero si esto es verdad en general en el caso de los rosales rugosas es imprescindible tener los brazos (y no solo las manos) bien protegidos cuando trabajemos sobre ellos.
Sus ramas están totalmente cubierta de arriba a abajo de unos terribles aguijones finos y abundantes y hay que llevar buen cuidado con ellos.
Bueno, tampoco nos atemoricemos. Nadie que yo sepa murió de hacer este trabajo así que guantes en las manos y a mirar nuestro rosal  ;)
Esta variedad de rosales se caracteriza entre otras cosas por emitir brotes desde el suelo a cierta distancia del centro de la planta que provocan que vaya extendiéndose de forma natural con el tiempo. hacia la zona circundante. 
Como casi todo, tiene su parte buena y no tan buena. Si lo que queremos es formar un seto disuasorio por ejemplo, esta características nos vendrá de perlas.
Si por el contrario, no queremos o no disponemos del espacio para que lleguen a un gran desarrollo, lo mejor sería ir eliminando estos crecimientos que nacen lejanos al centro de la planta.
Vamos a ver hoy los dos tipos de brotes con los que nos podemos encontrar.
Parto de la base de que desde España es difícil comprar a raíz desnuda un rosal que no esté injertado. 
Evidentemente muchos de nosotros cultivamos rosales no injertados pero de lo que suele tratarse no son de rosales que hayamos comprado en sus propias raíces si no de rosales que provienen de esquejes que han arraigado y por tanto las raíces que emiten son las únicas posibles, las de su propia variedad.

He repetido en muchos sitios que mis rosales están todos plantados con el punto de injerto hundido. Esto siendo cierto, no lo es del todo. Hay una excepción: los rugosas. Precisamente por esta características los planté con el nudo (o punto de injerto) a nivel del suelo. Para limitar esta tendencia y que la parte inferior de las ramas de los rugosas, en contacto con el suelo y su humedad favoreciera la emisión de  raíces y brotes rápidamente
Yo quiero llegar a tener cuatro buenos arbustos pero quiero conservar su individualidad y no convertir la zona en un seto continuado.
Pero esta situación no es fácil de mantener. Me explico. Yo suelo incorporar cada año dos buenas capas de estiércol maduro y una capa de acolchado que aunque va degradándose e incorporándose paulatinamente al suelo, quieras que no, en estos cuatro años ya son muchas capas que han ido subiendo el nivel del suelo. Por tanto el nudo ha ido quedando enterrado.
Si no deseara propagar estos rosales me podría haber limitado a arrancar (no cortar ya que si cortamos fomentamos el crecimiento de más brotes) todos los brotes y listo pero quiero plantar dos ejemplares de Rosa rugosa 'Hansa' en otra zona del jardín y me gustaría sacar otros dos ejemplares para mi amiga Isabel, así, a pesar de sus reticencias a sus "espinitas" si cuando venga a casa se los encuentra creciendo en dos buenas macetas, no podrá decir que no ajajja. 
Bueno, y si viene en junio viendo estas rosas... quién podría negarse a "adoptarlos". Ella, otra loca de las rosas como yo, estoy segura que no!!

Si los rugosas que compré hubieran sido crecidos en sus propias raíces, no habría dudas sobre la variedad de los brotes que ha emitido uno de ellos.
Pero el asunto es que mis rugosas desde luego están injertados. Por tanto los brotes que veo aparecer desde el suelo a cierta distancia de la planta pueden ser de dos tipos:
1- Pueden tratarse de lo que llamamos "chupón" (lo que en inglés se conoce como "sucker"). Se trataría entonces de un brote que sale desde las raíces del rosal. Por tanto, este brote correspondería a la variedad del portainjerto (o patrón) y no a la del rosal.
Este tipo de brote siempre es aconsejable eliminarlos lo antes posible. Y al hacerlo hay que intentar arrancarlos de cuajo, que se desprendan del punto inicial desde dónde nacen. No debemos cortar estas ramas, estaríamos fomentando que surgieran más. Ojo con esto!! Y hay que eliminarlos lo antes posible si no queremos debilitar nuestros rosales.
Pensemos que los rosales suelen injertarse en variedades muy potentes. Si permitimos que el portainjertos desarrolle parte aérea, estas ramas debilitarán a nuestro rosal y es fácil que en poco tiempo se apoderen del propio rosal.
Por cierto, ni el tono que se supone más pálido para los chupones (no siempre son pálidos), ni el número de folíolos ni lo más o menos espinoso de la rama nos van a facilitar una prueba absoluta de que es un chupón o no. Y más en el caso de un rugosa que son ya de por sí lo más espinoso que puede haber!!
Comprobar desde dónde sale el brote es lo que nos dará la seguridad absoluta de que se trata de un tipo de rama u otro.
En un rosal injertado, si nacen desde la zona por debajo del nudo o punto de injerto (es decir, de las raíces del rosal), se trata de un chupón. 
2- O bien puede que se trate de un brote basal ("Basal breaks"). En ese caso se trata de un brote fuerte y vigoroso que nace desde la zona del punto de injerto  o más arriba o en el caso de los rosales no injertados (como por ejemplo los rosales que vienen de esquejes) desde cualquier parte de sus raíces. 
Este tipo de brotes en general hay que cuidarlos como el oro en paño. 
Pertenecen a la misma variedad del rosal. Son los brotes que posibilitan la renovación del arbusto. Favorecen el aumento del tamaño de la base del rosal y además, con los años, según vayan envejeciendo las ramas existentes y pierdan capacidad de floración, estos nuevos brotes las reemplazarán ya que formarán nuevas ramas fuertes y vigorosas que producirán estupendas rosas permitiéndonos ir eliminando las viejas ramas. 
Por tanto, en general, nada de eliminarlos, al contrario, lo que debe hacerse es protegerlos llevando buen cuidado de no dañarlos al realizar los trabajos alrededor de la base de los rosales dado que son extremadamente tiernos y frágiles.
Casi nada es absoluto y esto que acabo de comentar siendo cierto en casi todos los rosales, en el caso de los rugosas, estos brotes aun siendo basales, si nacen a cierta distancia del rosal y los dejamos crecer, siendo de tan potente crecimiento, en pocas temporadas el arriate se convertirá en una selva difícil de manejar.
De ahí que haya aprovechado la poda y limpieza de este arriate y con la intención de sacar material para propagarlos, para hablaros de esta distinción entre los dos tipos de brotes que me parece que alguno de vosotros que esté ahora afrontando los trabajos de poda, le vendrá muy bien saber diferenciar unos de otros.
Os parece que veamos unas imágenes en que yo creo que lo dicho hasta ahora va a quedar un poco más claro?
Pues venga! Aquí uno de los Rosa rugosa 'Hansa' el abril pasado y a continuación en este mes de febrero.
No parece la misma zona, verdad? Pues lo es! jajaja 
Por cierto... cómo han crecido las dos lavandas!! Vamos al detalle. Vemos cuatro brotes:

A la derecha: Dos largos y sin ramificar. 
A la izquierda vemos en la parte delantera otro brote algo más corto también sin ramificar y detrás (entre el rosal y la lavanda izquierda) un conjunto de cuatro ramas que nacen todas del mismo punto (quizás cuesta un poco verlo, pinchad en la fotografía para que se abra en otra ventana y podréis ampliarla si os cuesta verlo).
Lo primero que haré es extraerlos. Como os comentaba pretendo que este material me sirva para la propagación así que con sumo cuidado. Delicadamente y tratando de dañar lo menos posible las raíces.
Voy a empezar por ir eliminando despacio el suelo que cubre el tallo más a la derecha y ver desde dónde viene.

Compruebo a poca profundidad de la superficie que se trata de un brote que ha surgido de una raíz que crece casi horizontalmente.

Enseguida asoman a ambos lados de esta raíz pequeñas raicillas. Así que actúo delicadamente para no romperlas.

Esta raíz me lleva junto al brote que nace más pegado al rosal.
Con cuidado, haciendo palanca con un pequeño almocafre levanto el primer tallo y junto con él la raíz que lo une al segundo.

Veo que el primer tramo de raíz tiene pequeñas raicillas bajo el brote. Puedo individualizando en ese punto. Y corto!


Al hacer tanta fuerza la raíz se rompe y queda el último tramo que es el que es más cercano al centro del rosal. 

En un primer momento pensé en seguir quitando tierra pero ello hubiera supuesto remover demasiado suelo y dañar innecesariamente el rosal.
Hacerlo me hubiera permitido saber con seguridad si estos dos tallos son o no chupones teniendo en cuenta las explicaciones de más arriba.
Decidí finalmente tirar bien fuerte del último trozo de raíz y no cortarlo. Al tirar hacia fuera lo arranqué de su zona de nacimiento. De manera que sea o no chupón está bien eliminado.
Probablemente por el nivel al que se desarrollan los dos nacimientos se trate de raíces del propio rugosa pero tener la certeza ahora mismo me obligaría a escarbar hasta el punto de injerto y comprobarlo. Mis rosales son jóvenes y no quiero dañarlos si no es necesario.
Total, yo los he arrancado igual. La diferencia es que aunque sospecho que son dos tallos de rugosas, como digo, la certeza no la puedo tener ahora mismo en tanto no los plante y lleguen a florecer esta primaera/verano.
Vamos a por los otros dos tallos? Estos sí sé que son de Rosa rugosa 'Hansa'. Soy adivina? Je! Qué más quisiera yo serlo (lo mismo así me lucía el pelo distinto ajjaja) Bueno, ahora en serio.
Como la mayoría habréis deducido si es un tallo ramificado no brotó esta primera pasada, lo hizo la anterior. Teniendo ya previsto que quería otros rugosas en distinto sitio del jardín lo dejé crecer y que formara capullos la temporada anterior, precisamente para comprobar si se trataba de un brote basal o de un chupón.

De él nacieron preciosas rosas, tan hermosas como las que nacen del rosal padre. De manera que ayer, me llevé una gran alegría al extraer el tallo sin ramificar que estaba a la izquierda del todo. Comprobé que la raíz de la que nacía era una prolongación de este brote del que conozco la variedad. Así que ya tengo los dos ejemplares que quería.

Aquí están los cuatro.

Los dos de la izquierda son los dos que tengo certeza que son Rosa rugosa 'Hansa'. Menudas raíces. Eh!

los dos de la derecha los he extraído también con buenas raíces de  manera que no tendré problema en que me arraiguen en un buen sustrato dentro de contenedores y a ver si tengo suerte y no son chupones y así doña Isabel se los lleva para su casa. No quieres caldo? Tres taza!! jajajaja :)
En fin, espero que os haya parecido interesante esta diferenciación. Creo que es importante ahora que ya estamos empezando a podar saber qué tallos tenemos que eliminar y cuales debemos conservar como oro en paño.
Feliz noche, queridos amigos. :))

Dos temporadas. Demasiado pronto para elegir la estructura de este Rosa 'Night Owl'

En el penúltimo artículo hablábamos precisamente de que no hay que tener prisa en establecer la estructura de los rosales trepadores muy jóvenes.

Precisamente el otro día vi un ejemplo muy claro de ello cuando me dispuse a defoliar y atar las ramas muy crecidas del rosal que cultivo al otro lado de la puerta del garaje y cuyas rosas combinarán con las de Rosa 'Eden rose 85' que está a la izquierda y de cuya poda tratamos en un artículo muy reciente

Con la idea de mostraros de forma gráfica este asunto me decidí a hacer unas cuantas fotografías de mi Rosa 'Night Owl' (Perdonad la pésima calidad de las mismas pero la luz a aquella hora de la tarde no daba para más).
Un inciso, por si alguno tiene interés en cubrir una pared con rosales y no quiere invertir demasiado dinero en una buena celosía. Un sistema estupendo, rápido de instalar y barato es clavar hembrillas bastante grandecitas cada 50/75 cm y entre ellas tender de forma tensa alambre plastificado fuerte.
Yo he cubierto de esta forma toda la pared este del garaje que tiene más de ocho metros de largo y he dejado unos 40 cm entre hilada e hilada.


Se trata de un rosal que planté en el febrero de 2016. Es decir, que tan solo lleva a cuestas dos floraciones, la del propio 2016 y la de la temporada anterior de 2017. Salvo R. 'Pierre de Ronsard', no tengo en mi jardín un rosal que haya crecido de manera más rápida. Está claro que su ritmo es de vértigo a tenor de cómo se ha puesto en tan solo dos temporadas.

La floración es espectacular. Me encanta este rosal!! Su coloración me resulta muy especial y su simplicidad me parece encantadora. Aquí podéis verlo en flor.y leer algunos comentarios que sobre él escribí la temporada anterior.

Pero una cosa es crecer y otra bien distinta que tenga la madurez suficiente para que establezcamos cuales serán las ramas principales que conformarán el "esqueleto" sobre el que deseamos que florezca los siguientes años.
Por cierto, aprovecho para recordar lo conveniente de no eliminar las últimas rosas del final de la temporada anterior precisamente para permitir que formen escaramujos y finalmente semillas. Es una forma de favorecer que los rosales entren en parada vegetativa y pasen mejor el invierno.
Aquí tenéis el rosal defoliado completamente. Todavía puedo hacer este trabajo de eliminación de las hojas. Supongo que cuando pasen unos años el tamaño que adquiera me lo impedirá.

Echémosle un vistazo: Observad sus ramas, son fuertes y larguísimas. Se diría que tenemos "material" para empezar ya a cubrir la pared que a tal efecto le hemos asignado.

Las apariencias engañan. Vamos a mirarlo con algo más de detenimiento, amigos.

Primero la base. Qué vemos? De entrada un par de ramas que son bastante más débiles que las demás. Con formas bastante retorcidas y feas, muy ramificadas, luego son del primer año (porque si solo tiene dos años el rosal y las que no tienen secundarias son las jóvenes brotadas en la primavera/verano de 2017, luego estas son de la temporada anterior, la de 2016, el año en que se plantó)

Pero además, qué observamos? A la izquierda vemos unas cuantas ramas que brotan desde el suelo. Estupendo!! Eso es lo que precisamos. Ramas que nazcan desde el nivel de plantación.
Como hice con Rosa 'Eden rose 85' iré guiando una rama para "matar" la curva del hueco de la puerta. Prefiero que tenga una apariencia más curva.
Esta pared tiene muchos metros cuadrados. Precisamos bastantes ramas. Para empezar al menos un par para cubrir la parte superior de la puerta del coche, tres al menos para la parte central de la pared y otras tres para todo el lateral derecho que es el más grande.


Qué más vemos? A la derecha ramas nuevas (fijaos en el color verdoso y rojizo de su corteza, en su aspecto liso, nuevo, joven) En esta zona tenemos muchísimas ramas, muy largas, muy fuertes, unas ramas estupendas para poner horizontalmente sobre la pared. Sí, pero no!!

Por qué no nos sirven para conformar de manera definitiva la estructura de la parte derecha de esta gran pared? Tenemos un largo estupendo... Sí, pero fijémonos, estas ramas no brotan de la base, salen de una sola rama y esta ramificación se produce a metro y pico del suelo.
Aclaremos un aspecto que no suele considerarse cuando los rosales son muy jóvenes: elegir ramas teniendo en cuenta que en el futuro sea fácil ir rejuveneciendo el rosal. En un momento explicamos esto porque en mi opinión es de vital importancia.
Las ramas principales con los años van envejeciendo, se lignifican, pierden flexibilidad, cada vez brotan de su base menos hojas y ramas y su floración progresivamente va escaseando.
Estas ramas envejecidas producen a su vez ramas cada vez a más altura. De ahí que sea tan frecuente ver en los jardines rosales trepadores mal podados cuyas ramas larguísimas surgen a gran altura del suelo y en su extremo exponen las únicas flores que producen, mostrando el ejemplar casi desnudo, lignificado y viejo en su mitad inferior. Seguro que habéis visto más de un rosal de esta guisa. A que sí?
Las ramas viejas no son tan productivas como las nuevas, de ahí que cuando pasan cinco o seis años conviene ir pensando en empezar a renovarlas.
Y cómo renovamos una rama? Sencillo, simplemente la cortamos  a unos centímetros del suelo. Con ello estaremos favoreciendo y fomentando que yemas ubicadas más abajo de este corte y que ahora están "dormidas" entren en actividad y produzcan un nuevo brote sano y fuerte que dará lugar a una rama vigorosa que sustituirá a la rama vieja eliminada.
Limitar la poda de un rosal trepador a cortar a tres o cuatro yemas las ramas laterales que surgen de las principales nos conduciría a, con el paso de los años, tener un rosal envejecido. Esto lo podemos hacer los primeros años mientras el rosal todavía es joven pero cuando pasa cierto tiempo, la poda no puede limitarse a ese corte de las ramas laterales.
Por el contrario, llega un momento en que cada año tendremos que ir eliminando una de sus ramas desde abajo de manera que en pocos años (porque generalmente solo conservamos 5/7 ramas) habremos renovado todo el rosal.
Practicar esta renovación prolongará el buen estado del rosal, retardará el envejecimiento de nuestro ejemplar y al tratarse siempre de ramas principales relativamente nuevas, no se nos desnudará el pie del rosal, tendremos brotes, hojas y rosas en toda su extensión y no, como cuando son viejas, en la parte alta del tallo.
Bien, dicho esto, se entiende por qué no me conviene asegurar el cubrimiento de toda la zona derecha de la pared con estas ramas secundarias que veis a cierta altura. Si estas ramas salieran de abajo (del suelo) está claro que sería lo idóneo. Pero no salen del suelo, salen de una sola rama y lo hacen a una altura importante.
Esas ramas producirán progresivamente más ramas secundarias que me servirían para cubrir zonas más altas de la pared pero debo tener en cuenta el problema de la renovación del rosal.
Cuando pasen unos años, este rosal empezará a envejecer. Será la hora de plantearme ir renovando las ramas principales desde el suelo. Qué ocurrirá cuando tenga que cortar este tallo ramificiado en lo alto? Que al cortarlo por su base estaré eliminando una parte importantísima del rosal. Me quedaría con un espacio de pared vacío demasiado grande. Es decir, de una sola rama principal hago depender demasiada parte del rosal.
Esa es la razón por la que debemos procurar formar la estructura del rosal a base de ramas que broten lo más bajo posible, a poder ser, desde el suelo.
De esta manera si cortamos una rama cada pocos años, quitaremos junto con ella todas las ramificaciones que vayan formándose hacia las zonas altas de la pared. Pero siempre será un porcentaje del rosal que no nos obligará a quedarnos con una zona desnuda excesivamente grande. Se entiende. Verdad? :)
Una imagen vale más que mil palabras. He hecho este dibujo muy sencillo que creo que plasma la idea mejor que mis palabras:
El rosal A y el B parecen iguales pero no lo son. En el A todas sus 6 ramas salen del suelo. Cuando en unos años el rosal empiece a envejecer y se tenga que ir eliminando cada año una rama, esta eliminación no conllevará desnudar mucho espacio aunque una de las ramas no esté.
Por el contrario el rosal B aparentemente cubre con igual intensidad la pared sobre la que crece pero solo 4 de sus ramas brotan directamente del suelo. Una de ellas se ramifica más arriba.
Cuando se elimine esa rama dejará un tremendo hueco en la pared.
No siempre será posible tener una estructura ideal. Os mostraba el otro día, en el artículo sobre la poda de uno de mis Rosa 'Eden rose 85' como por suerte, de la base me brotaban un montón de ramas. Cuando esto ocurre es estupendo porque es cuestión de esperar unas pocas temporadas a que el rosal desarrolle y a los tres años o así, empezar a elegir las ramas principales. No tendremos problema alguno porque tenemos muchas desde abajo y por tanto mucho dónde elegir.
Pero claro, no todos los rosales se desarrollan de la misma forma ni tienen la misma capacidad para rebrotar desde su base.
Lo que sí está claro es que  en este caso concreto, en el que el rosal es jovencísimo, elegir ese tallo grueso y ramificado a mucha altura por la inexistencia de otros tallos mejor ubicados sería un error.
Es pronto todavía. Un año más sin podar sitúa al rosal en las tres temporadas. Todo un jovenzuelo!! Voy a esperar a ver cómo se comporta este próximo año. Es posible e incluso probable que, una vez ya ha desarrollado en estos dos años anteriores un buen cepellón, el rosal se dedique a sacar más brotes basales.
Qué voy a hacer entonces en este momento? Nada? No, nada no.
Se me ocurre que dos acciones podrían fomentar ese surgimiento basal que tanto necesito.
Por cierto, a este respecto (el del fomento de brotes basales) tengo pendiente de colgar un articulo sobre el uso de sales de Epsom (Sulfato de magnesio) para este fin. Como anticipo diré que a pesar de que su uso está muy generalizado, de momento no hay muchos estudios que avalen la relación entre este producto y sus resultados.
También me gustaría hablar de otra forma de fomentar el crecimiento de una rama y es el practicar un pequeño corte en una yema, pero esto será también en un próximo artículo. De momento centrémonos en el trabajo de hoy.
De una parte voy a eliminar este par de ramas delgaduchas que surgen de la base. Son débiles y no van a tener una gran producción. Cortarla a ras del suelo espero que fomente el surgimiento de alguna yemas más abajo. A ver si tengo suerte.


De otra parte voy a elevar la altura del suelo que rodea este rosal unos centímetros.
Algunas veces os he comentado que yo siempre planto mis rosales con el punto de injerto hundido. Aunque es un tema polémico y existen muchas discrepancias entre los jardineros (podéis visitar este enlace si tenéis curiosidad) yo personalmente pienso que son más las ventajas que los inconvenientes de hundir el punto de injerto al plantar.
Podéis abrir el artículo de enero del año pasado que escribí sobre este tema: Plantación de rosales: Enterrar el punto de injerto o no? Factores a considerar (II)
De los primeros centímetros de ramas que salen del nudo, al estar rodeados de tierra, suelen brotar raicillas, el rosal termina por formar un cepellón con sus propias raíces y termina por ser un rosal que crece en raíces de su propia variedad en lugar de ser un ejemplar que crece sobre las raíces de la variedad del portainjerto. Este tipo de plantación da como resultado ejemplares que tienen más brotes desde la base en lugar de tener unas pocas que surgen del nudo.
En todos los tipos de rosales esto me parece un beneficio estético dado que forma rosales con formas más naturales a mi juicio; de otra parte el anclaje del rosal al suelo es muy superior al tener una base más ancha y soporta mucho mejor los envites del viento y por último, se trata de un sistema que no genera problemas en climas como el mío o incluso mucho más fríos dado que prácticamente todos los rosales resisten perfectamente la climatología española, incluso de los climas más fríos de nuestro país.
Los beneficios e inconvenientes de crecer un rosal en sus propias raíces podéis leerlos en Rosales injertados versus rosales en sus propias raíces
Por eso voy a echar una buena cantidad de mezcla de sustratos (tierra vegetal bien nutrida, turba rubia, vermiculita, corteza triturada y fibra de coco) de manera que con el nuevo nivel del suelo, los primeros centímetros de estos vástagos queden cubiertos y ayuden a desarrollar las yemas latentes de esta zona a la vez que favorezca que el rosal emita raicillas de su variedad lo que sin duda permitirá que salgan más ramas desde la base.
Esta mezcla a mí me va bien porque mantiene bastante bien la humedad sin permitir el encharcamiento ya que drena perfectamente. Con veranos de temperaturas tan altas como los que se dan en mi jardín, me conviene asegurar que los rosales siempre tienen el nivel de humedad que precisan.

Clavé verticalmente un trocito de madera en la base de las ramas de la izquierda para que vierais como ha subido el nivel del suelo. En la siguiente foto apenas asoma la parte superior de ese trocito de corteza.
Una buena capa de acolchado sobre esta nueva capa de suelo le protegerá en este sentido.
Veremos si el próximo año de la base de estas ramas existentes brotan otros tallos o incluso de las propias raíces que desarrollen durante la siguiente temporada.
De momento lógicamente no voy a eliminar este gran vástago ramificado en lo alto. No me valdría de nada ahora. Disfrutaré de su floración de momento pero teniendo claro que tan pronto disponga de unas cuantas ramas nuevas que hagan la función de principales pero saliendo del suelo o ramificadas desde la parte muy baja de alguna de las ramas que hay ahora, la cortaré por la base.
No importa que pierda tantas ramas. Voy a procurar tener una estructura correcta desde el inicio y si para ello tengo que desprenderme de parte del rosal, lo haré. El futuro desarrollo del rosal será mucho mejor y mis quebraderos de cabeza menores (que también hay que mirar este asunto, no? jajaja)
Feliz día!! Gracias por vuestras visitas y vuestra participación en este blog!

Las hojas de los rosales en invierno: ¿Defoliar? ¿No defoliar? ¿Cuándo?

A las puertas del invierno. Los rosales son teóricamente arbustos caducifolios. Digo teóricamente porque el comportamiento que las hojas de los rosales tienen, depende en buena parte del clima dónde se cultivan
En climas suaves, los rosales incluso no llegan a estar en período de dormancia nunca y aunque disminuida siempre tienen algo de actividad vegetativa y conservan la mayoría de sus hojas a lo largo de todo el año.

Por el contrario, en climas fríos como el que tiene mi jardín, los rosales tienen sus hojas ya muy castigadas por las heladas. En un alto porcentaje se han caído o tienen un color muy amarillento/aranjado que hace prever que en breve caerán en buena parte. 
Al final del invierno, de no intervenir el jardinero, los rosales aún conservan buena parte de sus hojas, en un estado lamentable, eso sí. El engrosamiento de las yemas a partir de febrero provocará la caída definitiva de muchas de las hojas que aún permanecen prendidas de sus peciolos y el rosal empezará su actividad vegetativa conservando parte de la vegetación de la temporada anterior.
En otros climas más fríos aún los rosales quedan totalmente desnudos de hojas.
A estas alturas del año en casi todos los jardines los rosales lucen ya hojas viejas, muy dañadas, a veces incluso con insectos en estado larvario en su envés...
  

Qué hacemos con estas hojas? Buena pregunta!! No tengo una respuesta única. Me explico.
Teóricamente conviene eliminarlas porque en estas hojas viejas y muchas enfermas, se conservan esporas y larvas cuya conservación no tiene beneficio alguno para el rosal. Muy al contrario, su permanencia en el rosal permite que sigan estando en ellas esporas e insectos en estado larvarios que una vez vuelvan a subir las temperaturas en primavera, favorecerán el desarrollo de enfermedades y plagas al inicio de la estación.


Luego está claro que si no matizamos, la respuesta es sí, sin duda, conviene eliminarlas!
Bien, esto lo tenemos claro. Ahora vienen dos preguntas?:
La primera es: Hay que eliminar las hojas de todos los rosales? 
Si hemos dicho que defoliar los rosales en invierno contribuye a eliminar buena parte de las plagas hivernantes y de esporas, parece lógico que eliminemos las hojas de todos los rosales. Es cierto, sí, y realizarlo en un arbusto de un metro de altura no es nada ni difícil ni una labor que tardemos en llevarla a cabo más allá de media hora (con limpieza del suelo incluido).


Pero.... y defoliar un rosal trepador adulto? jejejeje La cosa ya no parece tarea tan fácil y rápida. Verdad?
Hasta ahora, y hablo de que éste es el cuarto invierno que cuido de mi jardín, he realizado escrupulosamente esta tarea cada año. Todos y cada uno de mis rosales han sido desnudados de sus hojas manualmente y de forma meticulosa. Ya el año pasado cuando empecé a afrontar la labor me plantee si la siguiente temporada (ésta de este año) podría seguir llevando a cabo este trabajo.
Hasta ahora, los rosales no son todavía enormes. Incluso el trepador más grande que tengo, un jovencísimo Rosa 'Eden Rose 85' (O R. 'Pierre de Ronsard') no ha llegado ni con mucho a alcanzar la envergadura que tendrá en breve. Así está el "pequeñuelo" listo para comenzar su tercer año. En dos o tres años, reconozco que dudo mucho que pueda defoliarlo. Ni subiéndome a una escalera (con el peligro que para mí supone esto porque tengo vértigo) podré alcanzar algunas de sus ramas.

Este año me armaré de paciencia. Comenzaré un sábado o domingo bien temprano y me pondré como meta del día exclusivamente eliminar sus hojas. Pero con las trazas que lleva, el crecimiento que tendrá esta primavera, hará imposible que pueda volver a realizar este trabajo.
Esta siguiente imagen corresponde a un Rosa 'Eden Rose 85' que yo cultivaba en mi anterior jardín y que tenía tan solo cuatro años. No sé vosotros, yo lo veo y me siento incapaz de dejarlo desnudo ajajjaja.
Bien, asumido que en ocasiones, ciertos rosales alcanzan un tamaño que para muchos jardineros (entre los que me encuentro) les resulta imposible afrontar su defoliación, sentí curiosidad por buscar alguna información que me diera ideas de algún sistema para eliminar estas hojas que no fuera el hacerlo de forma manual.
Comentaré lo que he encontrado porque lo he leído en bastantes páginas y algunas de ellas creo que tienen garantías en cuanto a la seriedad de la información que suelen ofrecer.Parece ser que rociar a conciencia (el haz y el envés) el rosal con una mezcla de polisulfuro de calcio mezclado con aceite de invierno en un día soleado (esto importante) provocará que las hojas se "quemen" facilitando que la mayoría caigan por sí solas.
Aclaro que yo no lo he probado aunque también digo que en el momento que encuentre dónde puedo hacerme con este producto voy a intentar comprobar qué resultados da el sistema.
Aun sin saber si el azufre que contiene el polisulfuro de calcio reacciona igual que el azufre micronizado cuando se mezcla con aceite de invierno, sospecho que debe ser efectivo para el fin que buscamos dado que precisamente siempre se advierte  de que no se mezclen nunca el azufre y el aceite de invierno, incluso se acoseja que se dejen transcurrir al menos 30 días desde la aplicación de tratamientos a base de azufre antes de la aplicación del aceite. Y ello mucho menos en días soleados por el peligro de que las hojas se quemen.
Por tanto, parece bastante probable que precisamente, como buscamos eso, que se quemen y caigan, voy a probarlo en alguno de mis rosales y cuando lo haga os hablaré de cómo me ha funcionado. No creo que la defoliación que produzca haga ningún daño al rosal ahora que están prácticamente sin actividad vegetativa.
Si no logro comprar polisulfuro de calcio antes de que llegue el momento de la poda, tendré que hacerlo manualmente como he hecho hasta ahora pero intentaré el asunto. 
Desde luego si el método es efectivo e inocuo, me parece una forma rápida y fácil para lograr deshacernos de esas hojas viejas del rosal evitando así (al menos en parte) enfermedades y plagas en la siguiente estación.
Para quién lo desconozca diremos que este producto concentrado se utiliza para el control de plagas hibernantes de cochinilla, áfidos, ácaros y de forma preventiva para controlar el oídio. Se usa en pulverizaciones mezclado con agua y diría que está aceptado en agricultura ecológica cuando se trata de un formulado al 18,5 % y es utilizado sobre frutales de hoja caduca y parrales de vid.
Para los curiosos, aquí tenéis un vínculo del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente en el que se ofrece información detallada sobre este producto.
Bien ahora vendría la segunda pregunta: Cuándo eliminamos estas hojas viejas de los rosales? Antes o después de la poda?
Aunque solamente sea por razones de economía de tiempo parece lógico pensar que es más práctico eliminarlas inmediatamente tras la poda dado que el tamaño de la planta se reduce y por tanto la cantidad de hojas a eliminar también será menos.
Por qué entonces convendría hacerlo antes de la poda si nos llevará más trabajo? Os daré las dos razones que yo encuentro para hacerlo así.
A mí me resulta más fácil podar con los arbustos completamente desnudos. Veo mejor su estructura y accedo más fácilmente a las ramas que deseo podar

Pero además, le veo otra ventaja y es que yo suelo hacer tres aplicaciones de aceite de invierno para combatir plagas hibernantes y esporas. Comienzo en noviembre/ diciembre y voy aplicando cada mes hasta que podo. Hace unos días he realizado la segunda aplicación del aceite de invierno y lo he hecho con los rosales todavía con bastantes hojas. Me gustaría que la tercera aplicación fuera ya con los rosales desnudos y ello porque indudablemente me permitirá empapar a conciencia todos los tallos y yemas latentes si no tengo hojas que me estorben.
Pero se me ocurre otra razón más y es el ahorro económico. Cada vez que hago una aplicación de aceite de invierno más oxicloruro de cobre a todos los arbustos y pequeños arbolitos de mi jardín me supone llenar al menos 5/6 mochilas de 12 litros. Haced las cuentas y veréis que no sale barato precisamente.
Impregnar bien por ejemplo un rambler con las hojas todavía en las ramas indudablemente se lleva mucha más cantidad de mezcla que hacerlo sobre un rosal desnudo.
Vemos por tanto que aunque teóricamente convendría eliminar  las hojas de todos los rosales, no siempre dispondremos del tiempo, de la energía e incluso por dificultad de acceder a algunas partes del rosal, podremos realizar este trabajo.
De otra parte, el hacerlo antes o después de la poda parece bastante indiferente estando como están los rosales sin actividad. Si la permanencia de las hojas no os dificulta la tarea que tendremos que realizar allá por febrero (en climas fríos con heladas) podría realizarse perfectamente después. Así nos ahorraríamos eliminar hojas de ramas que se van a cortar en febrero.
En caso contrario, como es mi caso, y como me supone una tarea en la que no voy a tardar ni un día ni dos, me lo tomo con calma y en este mes que me queda hasta la próxima aplicación de aceite de invierno con oxicloruro de cobre, iré poco a poco eliminando las hojas de todos los rosales que pueda. Haciéndolo así la tarea no será tan laboriosa y cansada.
Digamos por último que si la eliminación de las hojas viejas es un asunto de higiene muy importante, no lo es menos la escrupulosa limpieza del suelo tras realizar este trabajo.

Una vez defoliado el rosal hay que barrer bien todo el terreno que rodea la base para evitar precisamente que la permanencia de hojas infectadas de esporas y larvas permanezcan en él y contribuyan a contagiar la planta en primavera.
Ya lo hemos comentado varias veces pero lo repetimos aquí, las hojas de los rosales, precisamente porque tardan bastante en compostarse, porque tienen aguijones que pueden dañarnos a la hora de manipular el compost con las manos, pero sobre todo porque son un foco de infección, no deben incorporarse a la pila del compost si no que es preferible quemarlas si disponéis de un lugar y espacio para ello en el jardín o embolsarlas y tirarlas a la basura.
Aquí lo dejo...por cierto, como van las compras navideñas? Decidido el menú de Nochebuena? Disfrutando ya de la compañía de algunos de vuestros queridos familiares? En breve yo iré a por mi madre y estará aquí conmigo un tiempo, lo cual, para mí es una gran alegría el poder estar junto a ella al menos un tiempecito.
Un saludo, queridos lectores.


Mis tres jóvenes Rosa 'Perle d´Or'

Seguramente os tendría que traer este rosal dentro de un par de temporadas pero me apetecía mostrar mis Rosa 'Perle d´Or' aunque se trate de rosales muy jóvenes de los que todavía no puedo hablar demasiado.

Cultivo tres ejemplares, dos de la temporada anterior y uno que proviene de un esqueje enraizado que me envió Bemi (del Blog "El jardín de Bemi"), que este verano cumplirá su tercer año y que cuido con mucho cariño.


Se trata de un polyantha, un grupo de rosales de los que provienen los rosales floribunda, mucho más en uso ahora en los jardines actuales. Sin embargo, los rosales polyantha estuvieron muy de moda durante el siglo pasado. 
Fue introducido en Francia en 1884 y su creador fue Joseph Rambaux en 1875


Hay varios polyantha muy conocidos por los que somos amantes de las rosas, Rosa 'The Fairy', Rosa 'White Pet' o, Rosa 'Cécile Brünner' con el que por cierto, PdO tiene un extraordinario parecido.
Son rosales no muy grandes, de bonito follaje espeso pero sobretodo de una floración extraordinariamente repetitiva. Mira que es difícil que los rosales florezcan en mi jardín en pleno verano, pues Rosa 'Perle d'Or' lo logra.

Este aspecto para mí es muy importante dado que mi clima condiciona absolutamente la floración del verano. Los rosales se churrascan, producen un parón en su crecimiento y sufren los pobres muchísimo. Así que contar con una variedad que aguanta en flor el castigo de veranos como los de mi clima , es algo muy a tener en cuenta a la hora de elegir Rosa 'Perle d'Or' para cultivarse en muchos jardines de temperaturas tan altas y humedad tan baja como las de mis veranos.
Es cierto que las rosas no alcanzan la frescura y perfección de las que brotan en primavera pero logran abrirse casi ininterrumpidamente hasta que lleguen los fríos en condiciones bastante aceptables. Es por ello que pienso que es una joya como rosal, produciendo con creces más color que otras variedades de más renombre.

Ya sabéis lo que nos pasa a veces con la memoria, que nos falla en ocasiones y nos hace dudar. Sabía que su floración es casi constante durante toda la temporada pero no recordaba hasta que punto llegaba hasta el invierno hasta que he visto esta fotografía con las pocas hojas que le quedaban en diciembre y aún floreciendo!! Por cierto, es de los rosales cuyo follaje adquiere en otoño una preciosa coloración dorada.

Es posible que la delgadez de sus tallos se deba a que mis PdO son unos bebés casi pero no tengo la impresión de que se vayan a convertir en arbustos robustos y de tallos gruesos y vigorosos. Más bien tienen toda la pinta de ser plantas muy ramificadas. Tengo entendido que pueden alcanzar el metro y medio pero debe ser cuando pasen bastantes temporadas. Al menos en mi clima.
Tiene Rosa 'Perle d'Or' otro rasgo que se me antoja muy bonito, el color de sus hojas de un verde ácido, claro y cálido que contrasta de forma llamativa si se cultiva a su lado plantaciones de hojas oscuras. 


Uno de mis PdO, el de Bemi, crece al lado de R. Glauca cuando crezcan ambos llegarán a tocarse y las hojas de ambos tan distintas entre ellas, harán buen contraste.

Las flores que aunque tienen bastantes pétalos (según dice la página de HMF, entre 26/40), no tienen una apariencia de muy llenas. Quizás por su tamaño, más bien pequeño, o puede que por esa graciosa forma que adoptan al abrir la flor. 
Los capullos, chiquitos y de color intenso resultan deliciosos entre sus hojas de color tan característico. 


La rosa abierta antes de ajarse es redondita y preciosa!! tipo pompón cuando llega a abrir del todo. Los pétalos externos, alargados, se curvan hacia atrás y hacia abajo desordenándose los del corazón de la rosa y adoptando un aspecto un poco "alocado" que le da un aspecto delicioso.



Según me han comentado algunos amigos jardineros de climas más fríos que los nuestros, las rosas de PdO suelen tener tonalidades más rosas que albaricoque, que son las que adoptan con temperaturas más altas.

En todo caso, el color se desvanece según va madurando la rosa llegando a ser casi crema al estar la flor del todo abierta.
Pero para delicioso, su aroma. Claramente perceptible, fresco y afrutado es otra de las características que convierten a PdO en un estupendo rosal muy a tener en cuenta allí dónde queremos tener color casi permanente durante la temporada.
Además de la forma de la flor, Rosa 'Perle d'Or' coincide con Rosa 'Cécile de Brünner' en sus tallos florales. En ambos casos formando grupo muy numerosos de capullos que sobresalen por encima de altura del arbusto. Suelen ser tallo más fuertes y gruesos que los que forman el resto del arbusto y quizás da a estos rosales un aspecto un tanto...no sé como calificarlo, puede que algo desequilibrado.


Como la inmensa mayoría de mis rosales, mis tres PdO están plantados con el nudo de injerto hundido bajo el nivel del suelo. Bueno, claro, el que procede del esqueje enraizado de Bemi no está injertado. Me refería a los otros dos que pedí en 2016.
Pretendo que con el tiempo, cuando los arbustos maduren, formen matas anchas y espesas. Aunque debo decir que en mi jardín, no es una variedad de rosa que pueda calificar de rápido crecimiento. Es posible que se desarrolle a mayor velocidad cuando tengan formado un gran cepellón de raíces. No lo sé.

Esta rosa me parece que tiene algo especial. No es un rosal (al menos de momento) llamativo, de esos que quitan el hipo al mirarlo. La rosa es pequeña pero tiene un encanta campestre. Sí, definitivamente creo que es un rosal para jardines con un estilo como el mío. Tiene un aire desenfadado y la gama de color es tan hermosa... No esperé a que mi primer PdO fuera adulto para hacer un pedido con otros dos. Tenía claro desde que lo vi en flor la primera vez que iba a ser un rosal de los que me gustan. Puede que no sea una estrella deslumbrante pero creo que es un rosal que no falla, un rosal en el que se puede confiar para lucir en cualquier rincón del jardín sin demasiados cuidados. Quizás es el rosal de aspecto más tierno de los que tengo en el jardín.

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...