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Inicio del verano: Abonado de plantas con orgánicos y reposición de los acolchados.

Habíamos nutrido bien el suelo al inicio de primavera para que afrontaran el gran crecimiento y floración de los siguientes meses. Lo hicimos con los rosales y con todas las plantaciones del jardín
En este momento de la temporada, con el calor, las plantas siguen precisando nutrientes, especialmente potasio y fósforo. En cambio no conviene agregar demasiado nitrógeno porque este elemento como sabemos ayuda a crecer a las plantas y no es el momento idóneo para ello.
Quisiera aclarar dos temas importantes en mi opinión con relación a este abonado de verano.
1.- Uno es que si tuviera un suelo arcilloso que contuviera los nutrientes mejor que el mío que se lixivia con mucha facilidad y es bastante arenoso no abonaría ahora. Dejaría transcurrir unos meses y esperaría a que pasaran los grandes calores. Aplazaría esta nutrición al final del verano o inicios de otoño. Me refiero a los árboles y arbustos, las rosas siempre las he abonado en verano y me ha ido bien. Y retrasándola ya no me preocuparía como ahora de incorporar la menor cantidad posible de nitrógeno.
Añadir ahora mucho nitrógeno (N) sería forzar a las plantas a un crecimiento que por las condiciones atmosféricas no está muy indicado. En general habréis observado que las plantas en climas muy calurosos, en el rigor del verano se paran bastante. Sin embargo agregar los otros dos macronutrientes, fósforo (P) y potasio (K) sí parece conveniente porque ayudará a mantener las floraciones sobretodo de rosales y redundará en beneficio de la fortaleza general de la planta incluido el desarrollo de raíces.
Mi suelo es muy arenoso como digo, se lixivia con muchísima facilidad y ello da lugar a una pérdida constante de nutrientes. El problema solo se puede paliar agregando materia orgánica al suelo. No hay otra forma.
Conteniendo no demasiados nutrientes y estando en un momento de la temporada en el que las plantas han utilizado en su crecimiento y floración primaveral buena parte de estos nutrientes he creído conveniente hacer un nuevo abonado/enmienda del suelo.
Llevo dos años cuidando el suelo de este jardín y como he comentado en muchas ocasiones aporto materia orgánica de forma constante para mejorar la estructura de un suelo que de por natural es pobre porque es de origen granítico pero además el suelo de mi jardín ha sido maltratado durante décadas con constantes vertidos de herbicidas por todo él lo que llegó a matar prácticamente cualquier resto de vida. De ahí mi interés en nutrirlo, enriquecerlo, facilitar que surja y se diversifique la vida orgánica que haya en él. Solo con un suelo rico y vivo es posible que las plantas crezcan en condiciones aceptables. 
Así que en estos primeros años estoy añadiendo bajo los acolchados una buena capa de estiércol en otoño; de nuevo aporto estiércol bien fermentado al final del invierno y ahora, en verano agrego una capita de compost solamente.
Esta última aportación la he hecho durante dos años pero ahora, debido a que ya tengo muchísimas plantaciones la cantidad de compost que precisaría sería algo superior a la que estoy generando, de ahí que me vea obligada a mezclarlo con alguna cantidad de estiércol en pellets y con humus de lombriz. No he medido la proporción pero el estiércol utilizado ha sido mínimo.
Por tanto en cierto sentido más  que de un fertilizante, esta aportación de verano se debería considerar como una enmienda del suelo. Recordemos que estrictamente hablando se llama fertilizante cuando las cantidades de NPK están medidas y pueden ser garantizadas en una etiqueta. No es el caso del componente mayoritario de mi enmienda, el compost dado que es muy variable porque depende de los materiales de origen.
Cuando lleve varios años haciendo esto llegará un momento en que tendré un suelo bastante aceptable y podré permitirme quizás hacer solo un par de aportaciones en lugar de tres al año. De momento sigo viendo este suelo en exceso arenoso especialmente a cierta profundidad. Evidentemente los primeros centímetros se componen de unan tierra rica, negra y sustanciosa.
2.- El segundo asunto que quería comentar es que si siguiera abonando como  hacía antes en otros jardines de los que he cuidado con abonos químicos y siendo las mezclas más habituales muy altas en nitrógeno, sin lugar a dudas no lo aplicaría ahora.
Imagino que los profesionales tienen a su disposición abonos químicos compuestos solo por un macronutriente y pueden aportar solo potasio y fósforo sin añadir nitrógeno. No ha sido nunca mi caso. En mayor o menor medida las mezclas de abonos químicos que he visto siempre han tenido altas cantidades de nitrógeno. Al menos cantidades mucho más alta de lo aconsejable en este momento del año.
En mi caso, con orgánicos, pasarse y quemar las plantas con las cantidades de NPK que añadimos al aplicar este tipo de fertiliantes es bastante improbable dado que son muy bajas las cantidades de estos macronutrientes que se aportan con ellos si los comparamos con los abonos químicos.
Bien, en este caso, abonando con orgánicos las cantidades de nitrógeno que estoy agregando creo que no arriesgan en absoluto las plantaciones y que son tan bajas que es posible que algo les haga crecer pero no en demasiada. 
Precisamente para tener controlado el tema de fermentaciones que hubieran sido posibles en el caso de usar estiércol a granel y tener certeza de que la cantidad de nitrógeno que incorporaba era mínima y que en cambio sí contenía Potasio y Fósforo que me interesaba aportar en este momento del año al suelo de mi jardín, he elegido el estiércol en pellets que tenía y que venía etiquetado con su proporción de NPK.


Estos dos aspectos es importante que se tengan en cuenta. Cada jardín es un mundo e indudablemente las técnicas que conviene en un momento dado en un jardín concreto es posible que no se aconsejen en otro con un suelo o un clima distinto.
En definitiva, no precisa lo mismo un suelo arenoso y tendente a ser pobre como el mío que un jardín con un suelo arcilloso y rico en nutrientes. Ni las cantidades de nutrientes, ni el momento de aplicación podrán ser iguales.
De otra parte, no es igual abonar con químicos que con orgánicos como hemos visto. Con químicos es mucho más fácil quemar las plantas aportándolo ahora y añadir una cantidad de nitrógeno excesiva para las necesidades de las plantas en este momento de la temporada.
Hacerlo con orgánicos es otro tema. Las cantidades de macronutrientes no son las mismas y por tanto el riesgo de perjuicio para las plantas es prácticamente inexistente.
Dejemos claro pues que no es mi intención asegurar que en cualquier jardín con cualquier suelo, usemos el tipo de abono que usemos (químico u orgánico) sería positiva una fertilización en este momento. Yo estoy haciendo este aporte de fertilizantes orgánicos (bajísimo en nitrógeno) porque las condiciones concretas de mi jardín me hacen pensar que es conveniente. Otro jardín con otro suelo, requerirá de otras actuaciones. Indudablemente.
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Bien, una vez comentados estos dos aspectos sigamos con las explicaciones de esta fertilización veraniega.

Ahora, en el inicio del verano, de nuevo es necesario en mi jardín nutrir las plantas. Quedan muchos meses de crecimiento vegetativo, incluso muchas plantas seguirán floreciendo llegado el otoño. Para mantener su salud y tener energías suficientes para seguir creciendo sanas conviene hacer ahora, una nueva aportación de nutrientes en especial de fósforo y potasio.
A mediados de mes de junio abonamos los rosales y repusimos su acolchado. Quedaron así renovados los nutrientes que gastaron en su floración primaveral y protegido su suelo de las altas temperaturas estivales y de la evaporación del agua del riego.
De igual forma, algunos árboles y muchos arbustos han florecido en primavera y en este proceso las plantas han gastado buena parte de sus energías. De manera que hemos hecho lo propio con la mayoría de plantaciones del jardín. El trabajo estos días ha consistido en incorporar al suelo una capa de un nutritivo compost natural hecho en el huerto y renovar la capa de acolchado.

Y ya metida en harina, he aprovechado para reponer la forma de algunos alcorques cuya forma se va deteriorando sin querer al pisar sobre el acolchado, por el uso de herramientas de extracción de malas hierbas e incluso por las pisadas de mi perro..

Como siempre que aportamos abonos debemos regar en profundidad el suelo alrededor de las plantaciones antes de su incorporación. Esto evitará el riesgo de que dañe las raíces.
He tenido que levantar de nuevo la capa de acolchado externa, formada por madera troceada bastante pequeña, para incorporar una buena capa de compost.
Es un trabajo bastante arduo el tener que mover todo el acolchado de los setos. Pero bueno con paciencia y una escoba metálica he ido desplazando el acolchado fuera de los alcorques poco a poco.
Aprovechando estas labores he eliminado cualquier mala hierba que he visto crecer sobre las raíces alrededor de árboles y arbustos.

Tenía ya maduro en una de las composteras una buena cantidad de compost y he hecho uso de él como base casi única de este abonado estival. Pero como mi jardín es muy grande y son muchísimas ya las plantaciones no tenía suficiente compost, así que lo he mezclado con un poco de estiércol en pellets y algunos sacos de humus de lombriz para que me cundiera más y tener para todos los árboles y arbustos.

He usado pellets y no estiércol del que uso en otoño y principios de primavera porque me parece un material mucho más estable. Viene listo para usar y sé que no va a calentarse y seguir fermentando sobre el suelo y, sobretodo, porque contiene como hemos explicado arriba, solo una mínima cantidad de N.



He comprobado que el compost estuviera ya del todo maduro porque no quería que las altas temperaturas al calentar este compost provocara su sobrecalentamiento y dañara las raíces.
De todos modos esta capa de estiércol en pellets mezclado con compost muy muy maduro y humus de lombriz que he usado como abono la he cubierto como siempre con un acolchado de madera troceada que protegerá todo lo que hay bajo ella de altas temperaturas.
El tiempo va haciendo que este acolchado vaya incorporándose al suelo "adelgazando" poco a poco su grosor así que cada algunos meses hay que añadir más para que el grosor del acolchado sea efectivo. 

Si siempre es importante que se proteja el suelo, ahora, en verano, en el que las temperaturas llegan a achicharrar el suelo, resulta imprescindible!!! Y no solo para proteger frente a altas temperaturas.. También es de lo más efectivo para ahorrar en riegos.
Aquí os muestro uno de los arbustos de baya que tengo en el huerto. Están plantados en un rincón demasiado soleado para sus necesidades y en tanto no invente algo para protegerlos un poco del sol, esta capa generosa cubriendo el suelo dónde crecen indudablemente les viene de perlas para conservar la humedad que este tipo de plantaciones precisan.

He hecho muchas pruebas y en más de una ocasión, tras un riego he dejado sin regar unos días la zona para comprobado tras unos días como el suelo debajo de esta corteza permanecía aún húmedo en sus primeros centímetros. Incluso en días de muchísimo calor. Así que lo tengo claro. El acolchado, no me cansaré de decirlo, protege y mantiene la tierra más fresca y húmeda que un suelo que se expone desnudo al sol.
Pero además se incorpora lentamente al suelo aportando materia orgánica y favoreciendo con ello que se incremente la vida en él. Y más aún, retrasa y disminuye el crecimiento de las malas hierbas. Así que no hay duda, el trabajo de su mantenimiento en buenas condiciones merece la pena. 

El grosor debe ser el necesario. Una capa tan fina que a poco que se ande por los setos se desplace y deje al descubierto la tierra no valdría para nada. Es preciso que esta capa sea al menos de 4/5 cm. Así que me ha tocado extender bastantes sacos de este material para que una vez colocado el acolchado cubriera bien el suelo y formara sobre él una buena capa protectora sobre el compost recién incorporado.
Por supuesto he terminado con un buen riego en profundidad.
Qué bonito y pulcro queda el suelo de los setos, verdad? Da gusto verlo así ajajajjaa Pero ay!! Qué poco dura de esta guisa!!  
Y qué gusto saber que nuestros árboles, arbusto y vivaces están ahora bien nutridos y protegidos para afrontar con menos esfuerzo los rigores del verano.

Salvia officinalis. Tutorial poda para retrasar su envejecimiento

Los jardineros estamos disfrutando del jardín de lo lindo. Llevamos desde mayo con el jardín lleno de flores que son una delicia pero en este momento, ya en junio, muchas de estos arbustos y vivaces están llegando al final de su tiempo de floración. 
Concluida esta floración es el momento adecuado para podarlos. Es el caso de Salvia officinalis. Un arbusto perennifolio que posee gran cantidad de aceites esenciales que la convierten en muy aromática y que puede resistir ciertos grados de heladas si no son muy profundas ni persistentes. En mi clima, en la Sierra de Madrid, lo soporta perfectamente.


Al igual que le ocurre a Lavanda, (podéis consultar su poda pinchando en el enlace) son arbustos que tienden a lignificarse y a envejecer en pocos años. Los troncos de la base tienden a lignificarse y tornarse resecos, la parte baja de las plantas se despuebla apareciendo los tallos desnudos y dando un aspecto bastante feo a la planta. De ahí que todo lo que podamos hacer con la poda sea retardar este envejecimiento pero conscientes de que en unos años tendremos que ir renovando las plantaciones si el aspecto que va adquiriendo los arbustos con el paso del tiempo no es de nuestro agrado.


Son pequeños arbustos que pueden alcanzar el metro de altura y cuyo cultivo no ofrece dificultades. Se conforman con cualquier terreno por pobre que sea. Incluso crecen mejor en suelos arenosos. Lo que no soportan son los encharcamientos y la falta de sol.
Salvia officinalis florecerá mejor cuántas más horas de sol tenga y siempre que no se la riegue en exceso. Aquí podéis ver estas salvias recién plantadas a mitad de junio de 2015.
En otoño de 2014 había preparado toda la zona de plantación que sería el seto sur. Se trataban de un seto mixto formado por muchos arbustos que precisarían su tiempo para crecer y que la zona se viera con vegetación. 

Mientras esto ocurría consideré que sería buena cosa poner algunas salvias entre las plantaciones. Son arbustos de rápido crecimiento y en junio del año pasado planté algunas salvias entre las plantaciones existentes que en poco tiempo me llenaría espacios entre arbustos.
Este es el bonito aspecto que han tenido este mayo. Con sus largas espigas llenas de delicadas flores azul violáceo. Me encantan!! Son de esas plantas que no requieren prácticamente cuidados y que a cambio te ofrecen todo el año un aspecto precioso y en flor ya, no digamos!!


Este es el primer año que florecen en realidad. El verano pasado eran tan chiquitas que prácticamente o se aprecio demasiado color en la zona. Así que durante unos años más, si pongo especial cuidado en la poda podré mantenerlas sin envejecer en exceso y disfrutaré durante un tiempo al menos de estos preciosos arbustos. Y bueno cuando pase tiempo y terminen por envejecer...bueno, pues teniendo en cuenta el costo que suelen tener (son realmente baratas para las alegrías que proporcionan) pues las renovaré y comenzaremos de nuevo :)
Bueno, vamos a la tarea de podar una de estas salvias!! Como siempre, a riesgo de resultar pesada por repetirme ajajjaa materiales preparados?: Como son plantas jóvenes la madera aún no está muy lignificada y los tallos no son muy gruesos, de manera que con unas tijeras de podar podremos afrontar este trabajo. Ya sabemos...limpias!! Manguera, rastrillo, guantes, material para acolchar y un buen abono orgánico...todo listo? Pues venga!!
También como siempre antes de podar, observemos el arbusto antes de comenzar a trabajar. Qué tenemos? Es un arbusto joven, cuyas espigas florales ya han abierto todas sus flores. No parece que esté descompensado en su crecimiento si no que este se presenta bastante redondeado. Tiene tras él un exquisito rosal Rosa 'Mme. Isaac Pereire' que pretendo guiar sobre los herrajes del pozo. También por detrás algo a la derecha hay un Cotoneaster lacteus y otras plantaciones que no deseo que se invadan con estas salvias y que por tanto hay que contener su crecimiento.

Las salvias forman varios tallos desde el suelo que brotan desde la zona central y se dirigen hacia el exterior del arbusto. De estos tallos que son la estructura permanente de la planta, brotan ramillas que en su final forman las espigas que tendrán las flores

Si solo se poda superficialmente provocaremos que las ramificaciones se forme a mucha altura con lo que el arbusto ganará en diámetro rápidamente y ocupará quizás una zona que no le está asignada.



Me conviene por tanto apurar en esta poda y cortar bastante cortos todas estas ramas laterales que han portado la floración. 
Al igual que en la lavanda, hay que llevar cuidado de dejar algo de madera joven y no apurar tanto que lleguemos a dejar solo ramas viejas. No es el caso, vemos aquí que hay muchos brotes ya inciados y que nacen en la zona de la base del arbusto. De ellos saldrán nuevas ramas jóvenes y algunas de ellas podrán sustituir a las más viejas en próximas podas. Así se mantendrá el arbusto sin envejecer más tiempo.


Así pues cortamos bastante cortas todas las ramas laterales de cada una de las principales que salen del suelo. 


Aquí tenemos la Salvia con este trabajo hecho.

Ahora una vez recortadas todas sus ramas y despejado el arbusto vemos mejor si hay alguna ramita muerta, enferma, que crezca hacia el interior del arbusto o que sobre. Sería el momento de eliminarlas.

Es un arbusto bastante denso cuyo interior permanece en oscuridad y provoca que las hojas del interior vayan muriendo. Observemos el interior del arbusto tiene las ramas principales llenas de hojas secas colgando todavía del tallo. Todas estas ramas hay que limpiarlas de hojas secas. Por cierto, ajjaja me resulta imposible hacer este trabajo con guantes así que a mano desnuda!!

Igualmente pasa con el suelo que hay en la base de la planta. Han caído flores secas, ramillas y distinto material muerto. Dejarlo así se convertiría en un foco de parásitos y de enfermedades. Limpiemos con el ratrillo escrupulosamente el suelo y dejemos la zona bien despejada.



Voy a abonar luego, así que antes le daré un buen riego en profundidad. Recordemos que siempre que fertilicemos el suelo debe estar bien húmedo para evitar quemar las raíces de las plantas. 

Quiero mostraros algo muy a tener en cuenta: Los tallos principales, con el peso de la vegetación bajan a veces hasta tocar el suelo. Cuando esto ocurre, sus ramas tienen la capacidad de emitir pequeñas raicillas que harán que el arbusto vaya creciendo cada vez más hacia los lados.
Yo no quiero que la zona se llene de salvias, pretendo que el resto e arbustos sigan teniendo su espacio y que estas salvias conserven su diámetro sin crecer en exceso.

Por eso para evitar que las ramas toquen el suelo y con sus raíces vayan extendiéndose cada vez más voy a poner debajo el nacimiento de estas ramas principales unas piedras que las levanten y solucionen este problema. Así quedarán elevadas y en lugar de brotar hacia los lados lo harán más hacia arriba.

A partir de ahora y hasta que lleguen los fríos estas salvias tendrán que seguir creciendo. Un buen abonado a base de fertilizantes orgánicos les irá de maravilla.

Como estoy abonando los rosales tras su primera floración he aprovechado la mezcla de fertilizantes orgánicos que utilizo para los rosales. Por cierto, puse un artículo con la receta que uso por si alguien está interesado.

Ya casi terminamos!! Las salvias requieren muy pocos riegos pero si las cultivamos con un buen acolchado casi que solo precisan un riego de vez en cuando. Y ello hasta que se llegan a asentar. Después casi que se las apañan ellas solitas.
Así que repuesto el acolchado con material nuevo y con un buen riego tras el abonado, estas salvias están listas para pasar el verano y el otoño creciendo. Ahora se ven despobladas y feas pero de los brotes que ya tienen en pocas semanas saldrán ramas que volverán a cubrir la estructura del arbusto.

Espero que la próxima primavera florezcan aún mejor que lo han hecho esta primavera y acompañen con sus preciosas flores las rosas y demás arbustos que hay en este seto.
Yo he puesto de mi parte lo que he podido. Tendrán que ser agradecidas conmigo. No? jejeje
Actualizo este artículo con una fotografía tomada justo once días tras efectuar la poda. Podemos ver cómo la salvia está totalmente brotada. De estos brotes durante el verano y el otoño surgirán las nuevas ramas que volverán a cubrir el arbusto rápidamente.

Abonado de los rosales con fertilizante orgánico a principios de verano después de la floración.

Llegó el verano y con él las altas temperaturas, la sequedad del aire, la elevación de la temperatura del suelo. La mayoría de las floraciones de nuestros rosales han terminado. Al menos las primeras. Los que son reflorecientes volverán a hacerlo cuando las temperaturas decrezcan de cara al otoño. Mientras, al menos en mi clima, entran en una especie de parada. Algo así como un letargo que les hace "esperar tiempos mejores". Aunque siguen brotando, no lo hacen con fuerza. Incluso los capullos que aún no se abrieron y que se produjeron ya durante este mes, no dan lugar a rosas del tamaño propio del rosal. Son rosas más pequeñas incluso algunas con menos pétalos las que llegan a producirse (si es que llegan en algunas variedades) durante esta estación estival.

Durante el pasado mes de mayo y buena parte de éste han dado todo de sí mismos. Han gastado ingentes cantidades de energía en producir floraciones espectaculares y en estos momentos sus reservas no están lo que se dice muy boyantes. Es el momento de darles una nueva dosis de alimento!! Para que puedan seguir creciendo algo durante este verano pero sobretodo para que cuando se acerque el fin de esta estación se encuentre con nutrientes suficientes para poder florecer de nuevo con rosas quizás no tan abundantes como en la primera floración pero indudablemente algunas con tonos mucho más profundos y hermosos.
Hay que reponer la energía gastada durante su primera floración y como ya os comenté en algunos artículos del inicio de esta estación yo decidí abonar mis rosales son fertilizantes orgánicos.
Hice una mezcla de ellos con la intención de componer una "receta" equilibrada. Que contuviera los principales nutrientes que precisan (A saber, nitrógeno, fósforo y potasio) pero también algunos otros que aunque aún siendo secundarios, también les son necesarios para crecer sanos y tener abundantes floraciones (Calcio, magnesio y azufre) E incluso tuve en cuenta muchos de los elementos traza (Boro, cloro, cobre, hierro, manganeso, zinc, etc) que si bien es cierto que son mínimas las cantidades que precisan nuestros rosales no por ello pueden vivir adecuadamente sin su presencia en el suelo.

Fue la primera vez que hacía esta mezcla y por tanto no tenía todas las garantías de que funcionara bien pero la cuestión es que no he observado daño alguno en las plantas y que la mayoría de mis rosales han florecido magníficamente esta primavera. Así que de momento no haré cambios en las proporciones ni en los elementos con los que compuse aquella mezcla. Por cierto, me ha cabido todo el abono en este cubo que compré en los chinos y que me resulta muy práctico de transportar en la carretilla de rosal en rosal.
En marzo tenía muchos rosales que se habían plantado a raíz desnuda durante el otoño/invierno anterior y que no habían florecido todavía en mi jardín. Es mejor esperar a que produzcan la primera floración para aportar este tipo de fertilizantes y mientras tanto abonarlos con fertilizantes líquidos como un té de compost.
Estos rosales ya han florecido de manera que esta vez he tenido que hacer mezcla para un número mayor de rosales. En concreto para unos 78. No he abonado con esta mezcla ni los rosales que tengo en maceta ni los que proceden de esquejes y que aún están chiquitos por haberlos plantado hace unas semanas.
Así pues, como la otra vez, he reunido todos los componentes de la receta, y he multiplicado la "dosis" correspondiente a un rosal por 78. En esta imagen podéis ver los elementos usados en la mezcla y los gramos de cada uno para este número de rosales. Me he vuelto a servir de la misma jarra que usé la otra vez y que tiene la capacidad aproximada para los fertilizantes que corresponden a un rosal.

Podéis leer si es de vuestro interés el artículo en el que colgué varias fotografías del proceso para aplicarlo al suelo. Pero vamos es sencillo: Retirar el acolchado y la capa generosa de compost que puse en marzo, regar un poco la zona, agregar el fertilizante bien distribuido alrededor de suelo dónde crecen las raíces del rosal, trabajarlo someramente mezclándome un poco con el suelo, volver a reponer la capa de compost y encima la de acolchado a base de corteza y proporcionar un riego bien profundo de nuevo.

Debo decir que si bien en marzo no aboné los varios rosales rugosas que cultivo, en esta ocasión he decidido aportar nutrientes. Mi suelo es bastante arenoso y se lixivia con facilidad. No tratándose de un suelo que contenga demasiada riqueza nutritiva creo que no le irá mal a estos rosales esta dosis de fertilizante después de haber florecido tan magníficamente como lo han hecho esta primavera. Me he cuidado eso sí, de regar muy, muy bien en profundidad tanto antes como después del abonado y de esparcir bien la dosis por toda la base del rosal. En todo caso he abonado este tipo de rosales ahora en el inicio del verano porque lo he hecho con abono orgánico. De haber abonado con químico no me hubiera atrevido. Son rosales con los que hay que tener mucho cuidado en este sentido. Yo llevaba ya dos años sin incorporarles lo que entendemos estrictamente por un fertilizante y lo único que he agregado al suelo ha sido buenas capas de estiércol y de compost. Me gustaría volver a advertir aquí del peligro de chamuscarse sus hojas que hay cuando se lees aplica fertilizantes foliares.

Aunque les he dado una dosis esta vez, es cierto que ha sido una dosis "escasita". Quiero decir que no he llenado la copa que usé como medida y que he aplicado algo más de la mitad por miedo a que no reaccionen bien.
Tras la aplicación del fertilizante y antes de volver a colocar el acolchado he eliminado cualquier mala hierba que he visto crecer próxima a los rosales y he repuesto la forma de algunos alcorques que durante estos últimos meses por el perro e incluso porque a veces piso dónde no debo, se han ido demejorando un poco. 
He renovado el material del acolchado. Veo que con el paso del tiempo los pequeños trozos de madera de los que se compone el acolchado es como si fueran desapareciendo porque como es lógico, esta materia orgánica poco a poco va compostándose y pasa a formar parte del suelo y lentamente va incorporándose al suelo con el trabajo de lombrices y microorganismos. Así que he añadido el material suficiente para formar una capa generosa que proteja el suelo de mis rosales de la erosión y sobretodo de las altas temperaturas del verano. De esta forma, a la vez, me ahorraré riego porque como sabemos el acolchado hace permanecer el suelo húmedo durante más tiempo al evitar en buena parte evaporaciones del agua de riego que se producirían en un suelo desnudo.
Creo que con estos cuidados y vigilando estrechamente la hidratación durante estos meses de altas temperaturas, mis rosales estarán preparados para volver a ofrecer preciosas rosas que harán mis delicias de nuevo cuando las temperaturas sean algo más tibias :)
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Son ya varios los artículos publicados en este blog que tratan de los fertilizantes en general y de los abonos orgánicos en particular. Pongo a vuestra disposición varios enlaces en los que se desarrollan estos aspectos y que estoy segura será del interés de algunos lectores no solo que cultiva rosales si no plantas en general.
- Fertilizar o abonar nuestros rosales. Nociones generales. El artículo que trata la temática de forma más general y que puede dar una idea de conjunto para aquel que se acerca por primer vez a estos aspectos.
"Abonos orgánicos para los rosales vs. fertilizantes químicos" En este enlace podréis leer algunas de las ventajas e inconvenientes tanto de los fertilizantes químicos como de los orgánicos. interés para algunos de vosotros . Espero sea de vuestro interés.
- Algunos abonos orgánicos y enmiendas que podemos usar con nuestros rosales. Una mirada algo más de cerca sobre estos materiales orgánicos que ayudan a mejorar el suelo y aportan nutrientes.
- La importancia el pH en el suelo para las plantas que requieren suelos ácidos. Aunque es un artículo específico sobre el cultivo de acidófilas (Calas, hortensias, rododendros... las rosas precisan de cierta acidez en el suelo dónde crecen. Puede resultar de interés su lectura.
- La clorosis férrica y los quelatos de hierro.  Este artículo puede ser de interés para todo aquel que cultiva sus rosales en suelos con pH alto (alcalinos).
- Cómo rectificar el pH del suelo dónde crecen nuestras plantas. En ocasiones nos veremos obligados a rectificar el suelo de los rosales. Este artículo trata sobre las enmiendas y técnicas que podemos usar para lograrlo.
- Qué tipo de suelo es el de tu jardín? La prueba desedimentación y medición del pH. Comprobar el tipo de suelo y el pH. En este artículo se propone un método casero para estimar sin exactitud pero con aproximación el tipo de suelo de nuestro jardín. Igualmente hablamos del uso de tiras indicadoras para medir el pH que nos dará un resultado también aproximado del valor de acidez/alcalinidad del que goza nuestro suelo.
- Receta (Mezcla) casera de abonos orgánicos o naturales para aplicar "en seco" a los rosales tras la poda. En este artículo proponemos una receta que no pretende ser ni mejor ni peor que otras. Simplemente es la que de acuerdo al clima, al suelo de mi jardín y a su pH, elaboré al inicio de esta primavera y que apliqué a mis rosales tras la poda. Me ha dado magníficos resultados y no he visto inconveniente alguno como digo y por tanto he decidido aplicarla de nuevo ahora en el inicio del verano tras la primera floración. En este artículo explico como elaboré la mezcla y como la aplico al suelo.
- Té de compost para rosales. Un buen abono soluble. Es posible que tengáis rosales que aún no han florecido su primera vez. Rosales que están recién plantados o que se cultivan en contenedor. Incluso podéis estar en el caso de querer proporcionar a vuestros rosales una refrescante y nutritiva lluvia de fertilizante foliar. En este post mostré como elaboraba yo un té de compost que apliqué en forma de fertilizante líquido al suelo de los rosales recién plantados.
- Té de cáscara de plátano. Una buena forma de aportar potasio (K) a nuestras plantas. De cara a la floración y fructificación, es interesante hacer aportaciones de este elemento. Este té no solo vale para rosales si no para muchas de las plantas del huerto.

Rosa 'Purple Skyliner'. Un rosal rambler muy variable de color (violeta o púrpura)

Creo que es el rosal cuyo color es más cambiante en mi jardín. Es muy difícil definir el color de Rosa 'Purple Skyliner' porque éste varía según la luz que incida sobre él y los tonos que presenta durante la mañana más tendentes a los púrpuras se tornan claramente más violetas, más azules, cuando el rosal está completamente en sombra y llega el atardecer.
Pero además es que las flores van cambiando de color desde que apenas forman los diminutos capullos hasta que están maduras y comienzan a ajarse. Pasa por toda la gama de magentas, púrpura violáceos, malvas...

Rosa 'Purple Skyliner' es un rosal rambler (sarmentoso) de floración repetitiva y registrado bajo el nombre de Franwekpurp en Reino Unido en 2002. Un cultivar que debemos al obtentor Frank R. Cowlishaw.
Suele compararse con Rosa 'Veilchenblau' aunque este rambler no tiene la capacidad de repetir floración y probablemente es algo más vigoroso que PS cuyo tamaño final es algo más pequeño.
Parece ser que puede alcanzar los 150/300 cm según la página de HMF dependiendo de que se cultive como arbustivo o permitiéndole crecer como rambler.
Las rosas de esta variedad son chiquitas. Ya lo veis en estas fotografías. Apenas 4/5 cm. Semidobles. Con unas preciosas pinceladas blancas. 



Se abren en el extremo de las ramas nuevas de un año y en las laterales de madera ya madura, en forma de grupos formados por un infinito número de capullos extraordinariamente pequeños y bonitos.



Abre sus pétalos casi horizontalmente formando una rosa bastante plana y ofreciendo en la madurez un corazón blanco sobre el que brillan sus dorados estambres y desde el que las pinceladas blancas llegan a teñir algunos de sus pétalos. No puede decirse que esta rosa no destaque por su belleza a pesar de su tamaño!!

Hablemos un poco del color de este rosal y de otros en la misma gama de púrpuras/violetas. 
El resultado final (global) del color es una combinación de tres factores: Temperaturas, sol que recibe y pH del suelo dónde se cultiva.
El año pasado no disfruté en exceso de la floración de este precioso rosal y ello porque en primavera era demasiado chiquito para dar muchas alegrías y en verano literalmente se achicharró por una ola de calor que se produjo. Me vi obligada a defoliarlo y hasta el otoño no llegué a verlo con una floración digna de ser llamada como tal.

Me parecieron un tanto púrpuras para mi gusto y me decepcioné un poco porque lo que quería en esta zona dónde lo cultivo era un rosal todavía más en la gama de violetas. A pesar de todo debo decir que he visto rosales de esta variedad cultivados en suelos alcalinos y en los que domina sin duda los magentas y púrpuras sin apreciarse casi tendencia a los malvas. Hay que tener en cuenta que el suelo de mi jardín es granítico, ácido y ello influye en el color con el que los rosales florecen.

Todos sabemos lo cambiante que puede ser el color de las floraciones de las rosas dependiendo del suelo y del clima dónde se cultivan. Rosa 'Purple Skiliner' lo es especialmente.
Estuve leyendo y comprobé que había aficionados a las rosas que afirmaban que este tipo de rosas son más azuladas si se cultivan en suelo ácidos y si además están en jardines con no demasiado calor.


La temperatura que puede alcanzar mi jardín no está en mi mano modificarla y hasta que los árboles de esta zona del jardín crezcan no verterán sobre el rosal su sombra para protegerlo del sol del mediodía.

Pero pensé que podría experimentar qué resultados me daría en este sentido bajar algo el pH del suelo de este rosal.
Consideré la posibilidad de utilizar para ello azufre en polvo pero desistí ya que este producto tiene mejor resultado mezclándolo con el suelo en los 30 cm primeros. El hecho de que el rosal ya estuviera plantado y por tanto desarrolladas sus raíces me echó para atrás en el intento por temor a dañar el cepellón.
Con esta idea y dejado transcurrir un semana desde que aboné con fertilizantes orgánicos los rosales,  apliqué 50 gramos de sulfato de hierro a la zona alrededor de la base de este rosal y lo mezclé someramente con el suelo. Usé sulfato de hierro del granulado marrón, no el verdoso claro de partículas más finas y que suele emplearse disuelto en el agua del riego. Removí un poco la tierra y regué en profundidad.

También cambié sobre el suelo el acolchado que acostumbro a poner en la base de los rosales (Que este año ha sido a base exclusivamente de compost de fabricación propia) y sobre él madera troceada bastante pequeña. Pero este año añadí algo de turba rubia a este acolchado con el fin de que la lluvia y el riego posteriormente cuando fuera tiempo de regar fueran acidificando también algo más el suelo.

Evidentemente este tipo de experimentos tratándose de una sola vez y de un solo rosal no pueden llevar a ninguna conclusión definitiva ni afirmarse que el cambio de color de esta temporada se deba exclusivamente a la bajada de pH que intenté en su suelo. En este cambio pueden haber intervenido muchos otros factores. Desde las temperaturas de esta primavera (Que han sido más bajas que el año pasado); a cambios en la composición y acidez del suelo por los constantes aportes de materia orgánica que realizo; a efectos del abonado orgánico e incluso a la propia madurez del rosal. Pero el cambio es evidente, de eso no tengo duda alguna :)

Viendo los resultados y aunque ya digo que no puedo afirmar que se deba a la aplicación de estos productos, sin duda seguiré haciendo una aportación al final del invierno de sulfato de hierro y volveré a incluir la turba rubia como parte de su acolchado. Cuando, tras la primera floración de los rosales vuelva a abonarlos repetiré la operación porque si bien es cierto que para ser serios, no tengo pruebas empíricas para poder establecer una relación directa entre el sulfato de hierro y el cambio de color de las rosas esta primavera, lo que es indudable es que no le ha ido mal ya que el rosal se ve totalmente sano, fuerte y con una floración abundante.
Si alguien está interesado en echar un vistazo a las distintas formas de acidificar el suelo del jardín puede consultar el artículo que publiqué en noviembre de 2014 en el que traté largo y tendido sobre estas técnicas.


Esta temporada las flores de Rosa 'Purple Skyliner' son claramente violetas en cuanto les deja de dar el sol e incluso dándole la luz directa las rosas que van envejeciendo son mucho más azuladas que la temporada anterior. El conjunto del rosal es menos magenta, de colores menos cálidos.
En todo caso y domine los tonos cálidos o fríos este rosal suele producir en cualquier suelo unas rosas que van virando a grises azulados cuando envejecen.
Me gusta muchísimo más esta primavera. Creo que tienen unos tonos maravillosos, es verdad que sigue siendo algo púrpura cuando recibe la luz del sol pero indudablemente lo es mucho menos que el otoño pasado. Por la mañana temprano y después de las horas centrales del día el rosal luce claramente violeta. De un maravilloso violeta cosa que no ocurría el año pasado!! ;)
Mencionábamos antes un segundo factor que influía en el color de las rosas de estos tonos: la insolación que reciben. Me apetece cultivar esta variedad en otro rincón del jardín dónde el rosal no reciba el sol del mediodía con un nivel mucho más alto de rayos ultravioletas. Como decíamos más arriba, la luz que recibe el rosal también influye en el color final de su floración. A mayor sombra, o con luz menos intensa y por tanto con menos rayos ultravioletas, más azuladas son las flores. A más sol, más púrpuras.
De hecho, los fotógrafos profesional utilizan al tirar sus fotografías un filtro ultravioleta para proteger las lentes. Estos filtros producen fotografías de flores algo más azuladas que cuando no se usan. No es mi caso porque ni sé nada de técnicas fotográficas ni tengo una cámara tan siquiera decente. Pero todos hemos podido observar cómo las flores (y cualquier objeto) fotografíados a la sombra y al atardecer resultan mucho más azuladas que al sol.
La temperatura del jardín es el tercer factor. Ahí poco puede hacerse salvo, si preferimos más la gama de los colores fríos, intentar protegerlos algo de las altas temperaturas cultivándolos cerca de árboles y arbustos que refresquen la zona al menos en unos grados.
En todo caso los rosales florecen en la gama que florecen. Es de perogrullo sí, pero es algo que debemos aceptar y que en nuestra mano está una ligera modificación pero no un cambio radical en su color.

Con independencia del color lo que sí parece bastante seguro a tenor de lo que he leído a aficionados en algunos foros especializados y por los que siento un gran respeto es que estos rosales, además de dar floraciones más púrpuras, es que la salud del rosal es mayor en suelos algo ácidos presentando en algunas ocasiones cierto grado de clorosis en suelos de alto pH
Se suele mencionar la falta de aroma de RV a favor de Rosa 'Purple Skyliner' cuando se comparan. Pero lo cierto es que yo no llego a apreciar aroma alguno y si noto algo de fragancia es tan sumamente ligera que no lo mencionaría como una cualidad que me hiciera decantarme por este rosal si estuviera en la tesitura de elegirlo.
El tipo de crecimiento de Rosa 'Purple Skyliner' es el del tipo de rosal que es, un rambler. Es decir, un rosal que se desarrolla generalmente en altura emitiendo largos vástagos desde la base, muy flexibles, muy fáciles de conducir si los comparamos con los rosales trepadores. Son ramas gráciles, de bonito arqueado que lucen preciosas sobresaliendo del cuerpo del rosal.

No recuerdo ahora dónde he leído que se trata de un rosal sin espinas. Yo discrepo un poquito. Si bien es cierto que los brotes nuevos carecen de los aguijones de  otras variedades de rosas, también lo es que según envejecen los tallos, los más viejos presentan aguijones tan punzantes como cualquier otro rosal. 
Pero además este rosal es algo "engañoso". Una ve los tallos recién brotados, lisos, si espinas...y cree que puede manipular sin guantes los vástagos para conducirlos o atarlos sobre el soporte dónde crece hasta que en la piel de tus manos sientes clavarse estos "inofensivos" y pequeños aguijones que recorren el raquis de cada hoja por su parte inferior jajajajja 

La estructura de ramas de un rosal rambler es, mejor dicho, debiera ser mucho menos "permanente" que la de un trepador. Los fuertes y jóvenes brotes que emite el rosal cada año son fructíferos solo las primeras temporadas, luego poco a poco van dando menos rosas. Esta estructura, mediante la poda es conveniente mantenerla rejuvenecida para impedir que este tipo de rosales se conviertan en una maraña de ramas imposibles de colocar cuando se han dejado de la mano de Dios demasiado tiempo. Además, no hacer una limpieza de las ramas viejas e improductivas conduce a impedir que el rosal tenga la aireación suficiente y a la larga a una menor floración.
Para mantener joven la estructura tan solo tenemos que eliminar cada año las cañas más viejas que además de por su aspecto serán fáciles de reconocer porque bajarán claramente en su producción de rosas. Esta eliminación desde la base propiciará el surgimiento de nuevas y productivas ramas que florecerán a la temporada siguiente.


Para aquellos lectores que no tenga demasiada idea de la forma de podar un rosal rambler pongo a su disposición el artículo que publiqué en este blog en el que intenté ofrecer una información clara y abundante sobre este aspecto.
No todos los rambler florecen en el crecimiento nuevo del año. Muchos lo hacen solo en las cañas maduras brotadas ya durante la temporada pasada. No es el caso de Rosa 'Purple Skyliner'. Esta capacidad de florecer en el crecimiento del año es lo que permite que sea refloreciente y que una vez pasada su gran explosión de flores de final de la primavera nos vuelva a deleitar con sus delicadas rosas.


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