Muchos jardineros ya estamos mirando catálogos para hacer nuestro pedido de rosales a raíz desnuda y en alguna ocasión podemos estar en el caso de tener rosales que porque se hayan hecho muy viejos o por reformas del jardín o incluso porque queremos cultivar otras variedades, la cosa es que nos planteamos plantar un nuevo rosal en un espacio dónde durante años crecía otro anteriormente.
Hace unos días os comentaba que en uno de los Grupos de Facebook en los que participo habíamos hablado del supuesto problema de replantar rosales en suelos dónde ya se cultivó durante mucho tiempo otros rosales.
1.- Hoy me gustaría traer las distintas opiniones que sobre este asunto he encontrado en páginas especializadas y que como veréis parece que no hay consenso con relación a este problema. En todo caso y puesto que algunas de las soluciones que se ofrecen parecen no conllevar demasiado problema parece interesante tenerlas en cuenta a la hora de plantar un nuevo rosal en esta situación.
1.- Hoy me gustaría traer las distintas opiniones que sobre este asunto he encontrado en páginas especializadas y que como veréis parece que no hay consenso con relación a este problema. En todo caso y puesto que algunas de las soluciones que se ofrecen parecen no conllevar demasiado problema parece interesante tenerlas en cuenta a la hora de plantar un nuevo rosal en esta situación.
En la página de American Rose Society David Zlesak nos habla de que parece que los rosales recién plantados en esta situación de la que hablamos no prosperan adecuadamente como lo harían en caso de ser plantados en suelos dónde no haya habido otros rosales. Aunque reconoce que de momento no se ha dado con una explicación definitiva a esta "enfermedad del replante del rosal" las sospechan irían por el problema de agotamiento del suelo que se produce allí donde se cultivó el rosal antiguo. Parece ser que este suelo que contuvo las raíces del anterior rosal no puede cumplir con las exigencias a nivel de oxígeno agua y nutrientes del nuevo rosal.
En este artículo incluso nos comentan la problemática que tienen muchos viveros alemanes enfrentándose al problema del agotamiento del suelo dónde año tras año cultivan sus rosales. Estos viveros palían la situación aplicando una rotación de cultivos (plantando otras especies entre cultivo y cultivo de rosales) que ayudan a que el suelo se recupere.e incluso en muchos casos alquilan terrenos cercanos a sus instalaciones para poder tener espacio para cultivar sus rosales.
La Royal Horticultural Society nos explica en qué consiste esta supuesta enfermedad, sus síntomas y el control de la misma. Este artículo es interesante porque aclara que aunque para la mayoría de plantas no existe tal inconveniente, el problema de replantar una variedad allí dónde hubo otra planta de la misma variedad no afecta únicamente a rosales si no también a otras plantas de la familia de las rosáceas. Así menciona manzanos, cerezos, melocotoneros como frutales también afectados por esta enfermedad del replante.
Según la RHS los nuevos rosales parecen tener dificultades para establecerse, crecen débiles e incluso se da el caso de no prosperar. Las raíces finas, de las que el rosal se vale para tomar el agua y los nutrientes del suelo, tienden a pudrirse y crecer con debilidad.
Como medidas preventivas para evitar esta enfermedad enumeran en esta página:
- Cambiar el suelo del hoyo de plantación con tierra nueva que puede venir de otras partes del jardín dónde no se hayan cultivado rosales y aconseja que las dimensiones de este hoyo sea algo más grande que el que ocupaban las raíces anteriormente.
- También menciona el "método de la caja de cartón" (y que comentaremos más abajo) como posible solución.
- Aportar fertilizantes con abundante nitrógeno como sulfato de amonio o harina de huesos o de cuernos.
- Según la RHS parece que mejora el problema con el uso de micorrizas cuando se efectúa la plantación del nuevo rosal. El otro día hablábamos en este blog de las micorrizas y veíamos las ventajas que parece que tiene su utilización al proporcionar a las raíces una "extensión" superior de suelo mediante el aporte que de agua y nutrientes pueden realizar los hongos micorrícicos desarrollados en ellas.
- Menciona el uso de patrones que parece que tienen mayor resistencia a este problema, como Rosa 'Laxa'
- Incorporación de estiércol y materia orgánica al hoyo de plantación.
- Y por último, aunque reconoce la dificultad por lo costoso del método para jardineros aficionados, menciona la esterilización del suelo por vapor como medida de control.
Incluso la estupenda página HelpMeFind y que pocos roseros dejamos de consultar, también habla del posible problema de replantar rosales dónde ya se cultivó con anterioridad otros. Al igual que las otras páginas se alude a la presencia de nematodos y Actonomicetos como causas plausibles. Igualmente recuerda la mayor resistencia a los nematodos de algunos patrones frente a otros.
El conocido rosarista Peter Beales, en el foro de su página web es quizás el que habla con más contundencia del problema. Afirma que nunca deben ser plantados los nuevos rosales en un suelo en el que se hayan cultivado otros rosales sin haber dejado descansar la zona durante un buen tiempo o sin que el suelo haya sido tratado con sistemas esterilizantes. Un periodo de dos años es en su opinión suficiente.
Ofrece también la alternativa de reemplazar toda la tierra que circundaba las raíces del viejo rosal para ser sustituido este suelo por otro proveniente de otras zonas del jardín.
También considera una alternativa a este problema el uso de una caja de cartón en la plantación del nuevo rosal.
2. Las causas del problema: La RHS se inclina por dar una explicación de tipo biológico. Según nos explica a lo largo del tiempo los niveles de plagas y patógenos del suelo van en aumento a lo largo de la vida del rosal que estaba plantado anteriormente. Como este aumento es gradual estos niveles dañinos no llegarían a hacer peligrar la vida del rosal desde el inicio y cuando realmente llegan a ser preocupantes la fortaleza del rosal, ya adulto, ha desarrollado suficiente resistencia como para vencer esta situación y soportarla.
Por el contrario, en el caso en el que el nuevo rosal hunde sus raices en un suelo ya cargado con este nivel alto de patógenos o nematodos y plagas residuales del rosal anterior, su sistema radicular no es lo suficientemente potente como para soportarlos.
Así aunque de momento nadie afirma de modo contundente e inequívoco las causas a las que se señalan son de diferentes tipos. En la página de The Gardeners Guild Thomas Stone, nos ofrece una interesante relación de posibles causas:
La autotoxicidad que se produciría al liberar toxinas en el suelo el viejo rosal, que lógicamente tiene una resistencia intrínseca de la que carecería el nuevo rosal si se planta.
Deficiencias de nutrientes o minerales causados por su consumo por parte del rosal viejo y que la nueva plantación adolecería de ellos.
Presencia de nematodos en el suelo ante los que el viejo rosal habría desarrollado resistencia no siendo así en el caso de la nueva plantación.
En opinión de algunos se menciona el efecto mortal que sobre las raíces del nuevo rosal tiene el gas que se emite cuando las viejas raíces presentes en el suelo comienzan a pudrirse perjudicando el crecimiento de las nuevas.
Así mismo menciona el suelo cansado como posible explicación y que sería el efecto de cierto desgaste del mismo precisando simplemente algo de descanso antes llevar a cabo la nueva plantación.
Y por último, lo que llaman "alelopatía" y que en definición de Wikipedia sería "el fenómeno que implica la inibición directa de una especie por otra ya sea vegetal o animal usando sustancias tóxicas o disuasivas"
En relación a la alelopatía parece que, en opinión de algunos como Mark Whitelaw en Garden guides, no todos los rosales se ven afectados del mismo modo. Así de entre los rosales modernos que se comercializan hoy en día (Que suelen estar injertados en R. wichuraiana y R. fortuniana e incluso R. canina) como híbridos perpétuos, grandifloras e híbridos de té, se ven más afectados, se ven más afectados. Por el contrario floribundas, rugosos y polyanthas parece que son más inmunes al problema.
3.- Formas de actuación preventivas y al alcance de jardineros aficionados.
Como no nos tenemos más que por simples aficionados y no está a nuestro alcance determinar hasta qué punto están o no en lo cierto quienes sostienen la existencia del problema y quienes lo niegan, el posicionamiento de Paul Zimmerman en la página de fine Gardening frente a esta cuestión de si plantar rosales nuevos en suelos dónde se ha cultivado otros con anterioridad puede o no causar problemas a la nueva plantación, nos parece a la vez de cauto bastante realista en cuanto a los consejos que nos ofrece:
Paul Zimmerman manifesta la dificultad que supone el reemplazar todo el suelo que rodea las raíces del viejo rosal como proponen algunos y jocosamente nos invita a pensar en el trabajo que representaría en un suelo pesado arcilloso como indica que es el existente en su jardín.
De ahí que se incline por el uso de productos micorrícicos aplicados en el hoyo de plantación o directamente sobre las raíces cuando se hace la plantación del rosal a raiz desnuda. En palabras de Zimmerman en su página Heirloom Roses:
Se ha demostrado que las rosas tratados con hongos micorrícicos prosperan en el suelo donde se ha cultivado rosales anteriormente.
Los hongos micorrícicos tienen una relación simbiótica con las plantas. Esencialmente ayudan a las plantas absorben agua y nutrientes, mientras que también actúa como un amortiguador contra ciertos microbios perjudiciales y agentes patógenos que pueden haber sido dejadas por las rosas que solían estar allí. Mediante el uso de hongos micorrícicos no hay necesidad de reemplazar el viejo suelo.
El otro factor que Zimmerman propone como determinante para que las micorrizas sean efectivas es incorporar al hoyo de plantación materia orgánica (estiércol bien descompuesto o compost) y nutrientes al suelo de la plantación.
Hace hincapié en desaconsejar el uso de químicos que se diluyan en el suelo y que puedan perjudicar el desarrollo de las micorrizas.
En último lugar nos explica el "Método de la caja de cartón" del que aclara que tuvo conocimiento a través de Peter Beales.
Este método consiste simplemente excavar un hoyo de plantación en el que se introduce una caja de cartón fuerte que no sea encerado ni recubierto (en caso de no poder realizarse un hoyo de forma cuadrada se cubrirían las paredes con capas de cartón) una vez hecho esto se plantaría el rosal a raíz desnuda del modo habitual rellenando el hueco de la caja con tierra fresca a base de buen compost o estiércol y buen sustrato. Lo que se pretende con ello es "defender" el sistema radicular del nuevo rosal del suelo que rodea la plantación y que podría afectarlo negativamente. Con el tiempo, lógicamente el cartón se pudrirá y se incorporará al suelo como materia orgánica y permitirá la penetración de las raíces que van a crecer pero que cuando lleguen a hacerlo fuera del volumen de la caja lo harán en tierra "limpia".
Lo que está claro es que sustituir integramente todo el suelo que rodea las raíces de un rosal que lleva por decir algo, veinte años, en nuestro jardín no es ninguna tontería. Además del esfuerzo físico que representa tampoco es factible el movimiento de ese volumen de tierra en muchos jardines por problemas de espacio. Lo que pueden ocupar las raíces de un rosal adulto no es poco. Claro, cuando se aconseja mover esa tierra a otras zonas del jardín se piensa siempre en jardines pequeños. Me pregunto a qué zonas se mueve en muchos de los jardines que cultivamos como es el caso de los pequeños jardines de casas adosadas.
Igual de poco asequible parecen los sistemas de esterilizaciones del suelo que sinceramente yo no veo factible en mi caso.
Creo que estos cuatro últimos consejos están al alcance de cualquier jardinero aficionado y si realmente ese problema de plantación existe lo paliaremos de alguna manera y si en realidad ese problema no es real tampoco estaremos dañando nuestro rosal.