Ayer os mostrábamos como se realiza la poda de Ajania pacifica y os anticipábamos que la poda nos trajo unos "regalitos". No es fantástico sacar un par o tres de ejemplares de una planta que nos encanta cultivar en nuestro jardín y que además no nos cueste ni un euro?
Pues sí, lo es!! :) Hoy nos vamos a llevar de las dos matas que podamos ayer, otras dos y una tercera en breve, tan pronto arraigue. Además del modo más fácil posible.
Ya sabéis que hay infinidad de vivaces y subarbustos que pueden reproducirse fácilmente por acodo, por división y por hijuelos o retoños laterales. Exactamente eso vamos a hacer hoy con nuestras Ajania pacifica.
Retomemos unas fotografías que colgamos ayer.
Estas plantas se reproducen muy, muy fácilmente a través de varios sistemas. Hoy veremos tres de ellos, otro sería los simples esquejes que arraigan con muchísima facilidad pero la verdad, para que estar pendiente de riegos y de demás cuando podemos extraer directamente y en el día, sin esperas, un nuevo ejemplar?
Si las cultivamos en el jardín veremos que cada año van ocupando un espacio más grande a su alrededor. Es decir, que de las raíces que se van extendiendo hacia fuera, brotan hacia arriba pequeños tallos que podemos separar de la mata principal.
No me interesa dividir esta mata ahora. Reproducir la planta mediante estos hijuelos laterales (retoños) será el primer sistema de reproducción vegetativa que utilizaremos.
podemos sacarlos con raicillas de manera que será mucho más fácil que hacerlo mediante esqueje que deberíamos esperar a que enraizara.
Para no tener que tirar del retoño con el riesgo de que se rompa o se rompan las raíces, introduzco un pala lo más honda posible por debajo de ellas para aflojar un poco el suelo.
Luego busco de dónde "viene" el tallo del que ha brotado el que aparece al lado y los independizo de la planta madre con unas tijeras.
Si veo claro de dónde viene no me hace falta eliminar suavemente la primera capa del suelo para ver las raíces pero en esta ocasión no lo tenía claro y eso he hecho, eliminar la tierra de encima hasta dar con la unión.
Ya está!! Ahora delicadamente las sacamos de la tierra. En ocasiones sale con suelo adherido a sus raíces, otras veces como ésta el suelo se ha separado.
No importa, hemos hecho la separación con sumo cuidado precisamente para no dañar las pequeñas raíces.
No tenemos más que introducirlas en un contenedor con algo de sustrato o como es mi caso porque quiero plantarlas en el suelo, para que no se deshidraten, he rellenado provisionalmente el contenedor con suelo de la misma zona de plantación de la Ajania. Un poquito de agua y listas para plantar dónde queramos. Fácil. No? :-)
Al podar la segunda ajania compruebo que Centranthus ruber 'Alba' ha crecido también bastante y aunque la planté retirada, al final ambas matas parece que están demasiado próximas.
Así que vamos a aprovechar la ocasión para practicar el segundo sistema de reproducción vegetativa: La división. Muy común entre vivaces y algunos arbustos.
No es la primera vez que hablamos de este sistema. Publicamos en su día un artículo sobre división de dalias (Dhalia) y otro sobre la división de una mata de violetas.
Aún más fácil que el anterior. Usaremos una pala cuadrada (con el borde en forma recta y que sirve también para cortar tallos no demasiado lignificados)
Introducimos el borde de la pala todo lo que podamos en el suelo. Lo hacemos verticalmente y en varias veces hasta bordear la zona que queremos separar.
Tan sólo tenemos que meter la pala por abajo haciendo palanca para extraer una buena porción de ajania con su cepellón absolutamente completo. Ya tenemos otra planta más!!
Qué fácil verdad? La división es otro sistema de reproducción vegetativa de las plantas que resulta imprescindible para rejuvenecer vivaces o arbustos que se extienden mediante sus raíces o simplemente para limitar el crecimiento si se salen del espacio que se les tiene asignado.
El tercer método para reproducir de forma vegetativa algunas plantas es el acodo.
Voy a aclarar que si ajania se cultiva en el suelo y, como hemos visto es tan fácil de reproducir mediante hijuelos o división, la reproducción mediante acodo yo la usaría en el caso de que la cultivara en contenedor grande y que no tuviera oportunidad de usar los dos anteriores sistemas.
Os cuelgo este par de fotografías para que quién no sepa como hacerlo aprenda lo fácil que es. Si no tuviéramos espacio en la tierra de la maceta, utilizaríamos otro contenedor aproximándolo a la primera y ambas las mantendríamos juntas en tanto enraíza el acodo.
Hemos hablado de los acodos aplicados a un rosal. El sistema es el mismo. Hundimos una rama de la planta madre en el suelo de tal manera que sólo una porción de ella quede enterrada. El extremo de esta rama debe sobresalir del nivel del suelo.
De las yemas de esta porción de tallo enterrado brotarán raicillas que pasado el tiempo permitirá que este tallo pueda abastecerse de agua y nutrientes de manera independiente con relación a la planta madre.
Mientras eso ocurre, el tallo seguirá nutriéndose de la madre. El tiempo que transcurrirá para que pueda independizarse, es decir, la velocidad a la que el acodo emitirán raíces, es variable de unas plantas otras. Hay plantas que no tardan demasiado y otras tardan meses.
En realidad los acodos se producen de manera espontánea en la naturaleza al caer una rama de una planta sobre el suelo. De hecho muchas plantas se extienden de este modo. La permanencia de los tallos tumbados sobre el suelo húmedo favorece que con el tiempo broten las raíces.
En este caso, la capacidad de emitir raíces en ajania es tan fuerte que no se precisa hundir demasiado. Simplemente sujetar con una horquilla metálica o como yo he hecho en este caso, con una pica de sujetar las mangueras de riego, la rama horizontalmente comprobando que una porción de ella esta cubierta de tierra para que le llegue humedad del suelo.
Llegados a este punto tenemos ya dos plantas que hemos obtenido una de hijuelos y la otra por división. La tercera podremos tenerla una vez enraíce el acodo. No está mal!! Creo recordar que no es una planta cara pero si tenemos en cuenta la gran facilidad de reproducción francamente se amortiza pronto. No? ;-)
Pues sí, lo es!! :) Hoy nos vamos a llevar de las dos matas que podamos ayer, otras dos y una tercera en breve, tan pronto arraigue. Además del modo más fácil posible.
Ya sabéis que hay infinidad de vivaces y subarbustos que pueden reproducirse fácilmente por acodo, por división y por hijuelos o retoños laterales. Exactamente eso vamos a hacer hoy con nuestras Ajania pacifica.
Retomemos unas fotografías que colgamos ayer.
Estas plantas se reproducen muy, muy fácilmente a través de varios sistemas. Hoy veremos tres de ellos, otro sería los simples esquejes que arraigan con muchísima facilidad pero la verdad, para que estar pendiente de riegos y de demás cuando podemos extraer directamente y en el día, sin esperas, un nuevo ejemplar?
Si las cultivamos en el jardín veremos que cada año van ocupando un espacio más grande a su alrededor. Es decir, que de las raíces que se van extendiendo hacia fuera, brotan hacia arriba pequeños tallos que podemos separar de la mata principal.
No me interesa dividir esta mata ahora. Reproducir la planta mediante estos hijuelos laterales (retoños) será el primer sistema de reproducción vegetativa que utilizaremos.
podemos sacarlos con raicillas de manera que será mucho más fácil que hacerlo mediante esqueje que deberíamos esperar a que enraizara.
Para no tener que tirar del retoño con el riesgo de que se rompa o se rompan las raíces, introduzco un pala lo más honda posible por debajo de ellas para aflojar un poco el suelo.
Luego busco de dónde "viene" el tallo del que ha brotado el que aparece al lado y los independizo de la planta madre con unas tijeras.
Si veo claro de dónde viene no me hace falta eliminar suavemente la primera capa del suelo para ver las raíces pero en esta ocasión no lo tenía claro y eso he hecho, eliminar la tierra de encima hasta dar con la unión.
Ya está!! Ahora delicadamente las sacamos de la tierra. En ocasiones sale con suelo adherido a sus raíces, otras veces como ésta el suelo se ha separado.
No importa, hemos hecho la separación con sumo cuidado precisamente para no dañar las pequeñas raíces.
No tenemos más que introducirlas en un contenedor con algo de sustrato o como es mi caso porque quiero plantarlas en el suelo, para que no se deshidraten, he rellenado provisionalmente el contenedor con suelo de la misma zona de plantación de la Ajania. Un poquito de agua y listas para plantar dónde queramos. Fácil. No? :-)
Al podar la segunda ajania compruebo que Centranthus ruber 'Alba' ha crecido también bastante y aunque la planté retirada, al final ambas matas parece que están demasiado próximas.
Así que vamos a aprovechar la ocasión para practicar el segundo sistema de reproducción vegetativa: La división. Muy común entre vivaces y algunos arbustos.
No es la primera vez que hablamos de este sistema. Publicamos en su día un artículo sobre división de dalias (Dhalia) y otro sobre la división de una mata de violetas.
Aún más fácil que el anterior. Usaremos una pala cuadrada (con el borde en forma recta y que sirve también para cortar tallos no demasiado lignificados)
Introducimos el borde de la pala todo lo que podamos en el suelo. Lo hacemos verticalmente y en varias veces hasta bordear la zona que queremos separar.
Tan sólo tenemos que meter la pala por abajo haciendo palanca para extraer una buena porción de ajania con su cepellón absolutamente completo. Ya tenemos otra planta más!!
Qué fácil verdad? La división es otro sistema de reproducción vegetativa de las plantas que resulta imprescindible para rejuvenecer vivaces o arbustos que se extienden mediante sus raíces o simplemente para limitar el crecimiento si se salen del espacio que se les tiene asignado.
El tercer método para reproducir de forma vegetativa algunas plantas es el acodo.
Voy a aclarar que si ajania se cultiva en el suelo y, como hemos visto es tan fácil de reproducir mediante hijuelos o división, la reproducción mediante acodo yo la usaría en el caso de que la cultivara en contenedor grande y que no tuviera oportunidad de usar los dos anteriores sistemas.
Os cuelgo este par de fotografías para que quién no sepa como hacerlo aprenda lo fácil que es. Si no tuviéramos espacio en la tierra de la maceta, utilizaríamos otro contenedor aproximándolo a la primera y ambas las mantendríamos juntas en tanto enraíza el acodo.
Hemos hablado de los acodos aplicados a un rosal. El sistema es el mismo. Hundimos una rama de la planta madre en el suelo de tal manera que sólo una porción de ella quede enterrada. El extremo de esta rama debe sobresalir del nivel del suelo.
De las yemas de esta porción de tallo enterrado brotarán raicillas que pasado el tiempo permitirá que este tallo pueda abastecerse de agua y nutrientes de manera independiente con relación a la planta madre.
Mientras eso ocurre, el tallo seguirá nutriéndose de la madre. El tiempo que transcurrirá para que pueda independizarse, es decir, la velocidad a la que el acodo emitirán raíces, es variable de unas plantas otras. Hay plantas que no tardan demasiado y otras tardan meses.
En realidad los acodos se producen de manera espontánea en la naturaleza al caer una rama de una planta sobre el suelo. De hecho muchas plantas se extienden de este modo. La permanencia de los tallos tumbados sobre el suelo húmedo favorece que con el tiempo broten las raíces.
En este caso, la capacidad de emitir raíces en ajania es tan fuerte que no se precisa hundir demasiado. Simplemente sujetar con una horquilla metálica o como yo he hecho en este caso, con una pica de sujetar las mangueras de riego, la rama horizontalmente comprobando que una porción de ella esta cubierta de tierra para que le llegue humedad del suelo.