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Tutorial para realizar escalones de madera y piedra en el jardín.

En el último post os mostraba las reformas que habíamos hecho en la esquina NE del jardín, un espacio protegido todo él bajo la copa de dos grandes pinos. En ella habéis visto unos escalones hechos con traviesas de madera y piedra. 
Alguno de vosotros me habéis enviado correos pidiéndome que explicara como se han realizado porque ellos tenían la necesidad de hacer algo semejante en su jardín y no sabían muy bien como afrontar el trabajo.
Sé que este tipo de entrada puede despertar poco interés en quienes no precisen de realizar trabajos semejantes en su jardín pero para quienes contemplen la posibilidad de afrontar ellos mismos la realizar de unos cuantos peldaños éste artículo puede valerle de orientación. 
Son muchos los jardineros que se ven en la tesitura de tener que realizar accesos de un nivel a otro del terreno de su jardín. En ocasiones unos simples escalones solventan el problema. Estos que hemos hecho nosotros no son de los más fáciles porque van haciendo curva y porque al estar en un lateral de la terraza nos convenía hacerlos muy, muy sólidos para que el conjunto de ellos además de servir para subir del nivel del camino al de la terraza, cumpliera también la función de sostén del terreno de esta terraza que al no ser tierra compactada de forma natural, podría en algún momento derrumbarse o deslizarse.
Se trataba como podéis ver en esta imagen de una rampa con un inclinación no demasiado acusada. Como la terraza queda a la izquierda de la rampa la idea era que los escalones fueran girando ligeramente también a la izquierda y una vez ya casi a nivel de la terraza, hacer dos últimos escalones para llegar a su nivel superior.
Replantear unos escalones no es una labor que se haga en unos minutos. Hay que comenzar a trabajar y preparar todo el terreno, pero sobretodo "replantear" el trabajo de forma muy exacta, de modo que el resultado final sean escalones de la misma altura, sin inclinaciones que no deseemos y en la orientación que precisamos.
No es que sea difícil. No lo es, pero sin duda es un trabajo que hay que afrontar con paciencia y estar muy seguros de cómo empezar a hacerlo. Evidentemente un albañil profesional no tendrá dificultad alguna pero el que no lo es...pues eso, que entraña algunos problemas. Es mejor invertir algo de tiempo en pensar y repensar cómo plantearlo que comenzar sin estar seguros y tener que rehacer el trabajo. Pensemos que se trata de piedras y cemento. Es decir, materiales que no son fáciles de retirar una vez puestos y secos.
Lo primero será pensar en qué características queremos que tengan los peldaños que construiremos. En nuestro caso queríamos que esta escalera fuera muy cómoda tanto en la altura de cada peldaño como en su anchura. Una contrahuella (parte vertical del escalón) de 15 cm es una altura cómoda. No son escalones altos en absoluto y se suben y bajan sin problema ninguno. Una huella (parte horizontal del escalón, dónde se apoya el pie) de 40 cm como mínimo podría estar bien. No podrían ser igual de anchos en todos sus puntos por un hecho obvio y es que la escalera va girando hacia la derecha. Luego de la parte derecha (lateral contrario a la terraza) deberían ser algo más anchos.
En todo caso el alto de los escalones no puede decidirse en función solo de nuestra voluntad. La cantidad, altura de los escalones y anchura de su huella, está en función del desnivel que hay que salvar y de la longitud de la rampa sombre la que se asentarán dichos escalones o dicho de otro modo, del ángulo de esta rampa.

En esta imagen vemos que de tener una rampa con un ángulo muy grande, nos obligaría a salvar la altura de la escalera de dos formas posibles: o con más escalones de huella estrecha y contrahuella bajitat o, con menos escalones de huella más ancha pero deberán ser más altos los escalones. 
En este caso concreto la pendiente no era muy inclinada así que nos podíamos permitir escalones de unos 15 cm con huellas bastante amplias. Las traviesas miden 10 cm de altas, añadiendo 5 cm más de contrahuella con cemento y piedras, darían la altura.
Bien, escalones de 15 de alto por mínimo de 40 cm de ancho, Toca clavar bien en el suelo las varillas que servirán para establecer los niveles inferiores  y superiores de los escalones así como para determinar su ancho.
Este aspecto es determinante. La perfecta horizontalidad de los escalones, sus proporciones y demás aspectos, dependerá de la corrección en el marcado de los niveles en las varillas.
Ayudándonos de un buen nivel, cordel y lápiz iremos señalando los niveles en las varillas. Un buen sistema es hacerlo con el típico lápiz de carpintero de dos colores..
Estando totalmente seguros de las mediciones y niveles que hemos hecho, retiraremos la parte de tierra que se precisa para poner en su lugar las traviesas y las piedras y cemento que formarán más tarde el propio escalón.

Hay terrenos que podrían trabajarse con una simple pala. El mío en esta zona es pura roca. Así que cincel y maza!! y a quitar todas las piedras que sobran hasta dejar la zona totalmente despejada para insertar en cada lugar las traviesas y el material que constituye cada escalón. Es importante retirar cualquier material que nos estorbe posteriormente para la realización del trabajo. Si quitamos algo de roca o de tierra demás, se arregla fácilmente metiendo cemento. Por el contrario que queden rocas o terreno que luego moleste según vamos construyendo los escalones, solo dificultará y ensuciará el trabajo.
jajajaj Esta es la base de las escaleras...toda la rampa es así, pura roca!! No hace falta decir la cantidad de material que hemos extraído de ahí y lo que ha costado ir rompiendo con paciencia las piedras golpeándolas con tesón hasta que se fraccionaban en porciones más pequeñas y podíamos ir sacando trozo a trozo.
Aquí vemos el terreno rebajado y libre de piedras dispuesto para comenzar a hacer los escalones. Es preferible comenzar de los escalones de abajo hacia arriba. Unas cañas presentadas en lo que serán los escalones nos dará una ligera idea de como van a quedar. En este punto si no nos gusta su distribución aún estamos a tiempo de cambiar el ancho o incluso la dirección de alguno de ellos.
Prepararemos las traviesas. Primero cortándolas de las dimensiones que se requieran comenzando de un lado y cuando se está a punto de llegar con la sierra la cara opuesta, daremos la vuelta a la traviesa para evitar con ello que las fibras de la madera se desgarren al separarse ambas partes.

Para anclar cada traviesa a los escalones hemos clavado de forma cruzada dos púas de buenas dimensiones cuyas cabezas hemos doblado hacia la madera. En segundo lugar  clavando en su parte inferior y de forma cruzada dos púas de buenas dimensiones en sus dos extremos y que habremos doblado un poco hacia la madera con la idea de que una vez sobre el cemento las púas se claven sobre él anclando sólidamente la traviesa al cemento de la base del escalón.
Ubicamos todas las traviesas en su sitio y comprobamos que ninguna piedra que sobresalga del suelo nos molestará para situarlas correctamente.
Ya tenemos las varillas clavadas, los niveles establecidos, las traviesas cortadas y con los anclajes clavados por debajo. EStamos seguros de la ubicación de cada escalón!!
Es el momento de mojar bien tanto las traviesas como la tierra sobre la que comenzaremos a hacer los escalones para que el cemento se pueda adherir a ellas.
Vertemos una buena capa de cemento en la base del escalón de manera que una vez presione la traviesa sobre él quede de una altura de 5 cm (+ 10 de la traviesa, son 15 de escalón) y colocaremos encima la traviesa golpeando con el mazo hasta que la altura total sean los 15 cm que buscamos. En todo el proceso usaremos el nivel para comprobar continuamente que la traviesa se halla perfectamente nivelada en los dos sentidos.
Mientras el cemento de esta base va fraguando  podemos colocar las pequeñas piedras que se insertarán en el cemento de la contrahuella por debajo del nivel de las traviesas con cuidado de que ninguna sobresalga en exceso.
De esta manera colocaremos todas las cinco traviesas que constituirán los cinco escalones. 
Como este trabajo no es rápido de ejecutar y estamos en verano siempre mojaremos con algo de agua la base del suelo dónde se asientan los escalones así como las traviesas recientemente colocadas para que el cemento que iremos añadiendo posteriormente se pegue bien a los elementos ya instalados y al propio suelo.

Igualmente mantendremos en agua las piedras que iremos usando para rellenar los escalones. Es un modo que de éstas queden mejor adheridas al cemento dónde se insertarán.
Ahora es cuestión de ir construyendo la segunda parte de la huella (la primera son las traviesas ya colocadas) a base de rellenarla de cemento dónde insertamos piedras. Con una buena cantidad de cemento sobre el terreno de cada escalón, iremos insertando piedras procurando que la cara que quedará visible sea bastante lisa para que podamos pisar con facilidad sobre los escalones sin que haya piedras que suban por encima de las traviesas y provoquen tropezones.
Un listón grueso de madera nos servirá para, poniendo un nivel sobre él, ubicar un extremo en la traviesa del escalón y colocada y el otro en las piedras con las que estamos rellenando. Pequeños golpes de maza irán resituando las piedras hasta que su nivel superior esté al de las traviesas. 
Los escalones en su parte interna se incian justo en las rocas de la terraza pero su parte externa, la del lado del arriate, quedará visible, así que es preferible que en el cemento de este lateral se inserten piedras. Pienso que queda mucho mejor rematado y se ve mucho mejor ubicados en el arriate.
Ante de que el cemento de las juntas seque totalmente, quedaría repasar con un llaguero entre las piedras de las huellas de cada escalón eliminando el sobrante de cemento de ellas. Cuando las pusimos  procuramos que el cemento cubriese bien las separaciones entre ellas y recién colocadas queda un exceso de cemento y de no repasar estas llagas quedarían demasiado lisas, anchas y artificiales.
Estamos en verano y el cemento seca con excesiva rapidez. Es preferible ayudar a que este secado se haga lo más lento posible. Para ello todo el conjunto se rocía muy ligeramente con agua. Ojo!! rociar, no encharcar!! ya que un exceso de agua quitaría toda la fuerza al cemento.
A la mañana siguiente volvemos a rociar con algo de agua y así lo repetimos dos o tres veces al día durante los tres días siguientes. Esto dará dureza al cemento.
Este sería el trabajo de escalones terminado. Como veis la escalera parece "desnudo". Los escalones están bien hechos pero no están "integrados" en el trabajo de la zona. Parecen que son algo aparte, que no forman parte del conjunto de bancos y rocalla.

Se hacía imprescindible poner más piedras en el lateral de los escalones que toca la terraza para dar continuidad al conjunto. De otra parte es una zona en la que buscaba un aspecto rústico. Demasiadas aristas visibles de estos escalones!! Esta integración la hemos hecho a base de disimular la esquinas de algunos peldaños poniendo algunos pedrolos tapándolos un poco. Así la escalera parece salir de la terraza y deja de ser un elemento aislado para convertirse en un elemento más del conjunto. No os parece? :)
En fin, así es como hemos hecho este trabajo. Espero que a alguno de vosotros esta explicación os haya parecido suficientemente clara para ayudaros en vuestro trabajo. Estoy a vuestra disposición para responder a cuántas preguntas me hagáis sobre este aspecto dentro de mis limitaciones, claro!! Nosotros no somos profesionales, tan solo gente mucha, mucha volutad!! Sin duda la voluntad mueve a veces más montañas que saber las técnicas. La necesidad hace que aprendamos y busquemos soluciones. 





Rocalla con bancos de piedra y traviesas de madera en el jardín secreto.

Bueno pues el trabajo que nos habíamos propuesto esta tarde se ha terminado. Ha costado lo suyo. Un trabajo que no ha sido difícil. Es cierto, pero que ha sido tremendamente duro!!
Hoy hemos movido la tierra de la pendiente que formaba en su lateral la terraza que hay en esta esquina del jardín para consolidar la zona anclando en ella piedras grandes y traviesas de madera.



Con rocas que no pesen muchísimo y que sean muy grandes no podríamos haber asegurado esta pendiente. Precisábamos que sus dimensiones fueran respetables y si añadíamos unas traviesas y la gran mole que representa en cuanto a sujeción los propios bancos...creo que sí, que la zona está muy consolidada. De hecho llevaba año y pico así sin sujeción alguna y apenas rodaban algunas piedritas hacia abajo, hacia la zona que ahora es el camino que bordea los bancos. Pero no quita para que pueda caer una gran tormenta y....en fin, esas cosas que no son muy probables que ocurran pero que tu sensatez te dice que tienes que tener previsto y en la medida de lo posible, evitar.
Hemos tenido que traer pedrolos de unas dimensiones más que considerables!! Y moverlos por el jardín ha sido duro pero mucho más el presentarlos una y otra vez hasta que dábamos con la posición que convenía por estética o que la piedra "pedía" para quedar sólidamente anclada y que no se moviera.
Poner un pedrolo, no nos gustaba, elegíamos otro...A ver si éste!! Trae el pedrolo hasta la zona de la pendiente para luego que no te guste...vuelve a quitar el pedrusco y trae otro. Colócalo en la posición que crees que va a quedar sólido y bien asentado además de bonito y luego compruebas que no, que no queda bien o que no es posible calzarlo o que resulta demasiado pequeño y vuelta a empezar!!! jejeje
Pero bueno al final se logra dar con la piedra adecuada en la posición adecuada. Te hinchas de currar pero finalmente el pedrolo queda bien ubicado.
La parte inferior de esta ladera de tierra quedó sostenida por la estructura que forman los bancos y con las grandes piedras ubicadas bordeando el camino. Era cuestión de sostener la tierra de la parte superior que afortunadamente tiene el suelo original de la parcela a menor profundidad de manera que ha sido suficiente con anclar en este suelo de origen algunos pedrolos salpicando el terreno.

No he tenido prisa en echar el sustrato que rellenaría las zonas entre las rocas. Una vez echado es difícil ya mover las piedras de sitio así que hay que pensarse muy bien si están bien colocadas. Mirar el conjunto una y otra vez.
Es más, ya una vez definitivamente en su lugar las rocas, he retirado toda la tierra mala que he podido sin arriesgar la solidez de las rocas. Formando así huecos en los que en pueda meter sin dificultad los cepellones de las plantas que compre. Era importante dejar espacios suficientes para que las plantaciones tengan espacio dónde hacer crecer sus raíces en tierra nutritiva y saludable.
En esto, como en todo, hay gente que tiene un especial "arte" para colocar las piedras de forma natural y buscarles su mejor cara. Creo que no es mi caso. De todos modos he tratado que el resultado sea una mezcla de garantizar la seguridad del terreno y la estética. A mí no me disgusta pero claro, no hay duda de que se podrían haber puesto de modo más bonito todavía. En fin, hemos hecho lo que hemos podido :)
Es verdad que ahora se ve una especie de "pegote" de tierra muy negra al lado del tono de la tierra original del jardín pero la pinaza cuando caiga, las plantas tapado mucha parte de este sustrato, los pájaros escarbando ...en fin, en no mucho tiempo no se verá una línea de separación tan nítida ni mucho menos y el aspecto seguro que mejorará.

La ubicación de cada piedra la hemos estudiado mucho antes de dejarla definitiva. Para evitar derrumbes es importante posicionar las piedras de modo que que incluso asienten bien unas sobre otras y todas las zonas queden con puntos de sujeción.

Intentamos que entre las rocas se formaran espacios pensando en facilitar la plantación. Zonas que no presetaran mucha pendiente para evitar que la tierra corriera hacia abajo. Algo así como "islas" entre piedras.

Es primordial usar en la base de la rocalla piedras bien grandes. Pensemos que en esa zona es dónde la tierra ejerce más fuerza. Para anclarlas bien se debe compactar el suelo base muy bien pero además debe quedar una buena zona de roca hundida en el suelo para que no se mueva en ninguna dirección.

Hemos intentado que los laterales de los bancos tuvieran rocas a sus lados para que el sustrato de plantación no resbale hacia la madera. Una vez comience a plantar regaré en profundidad este sustrato así bajará de nivel y si es preciso aportar más tierra lo haré. 
También podré comprobar al echar bastante agua si por algún punto se sale la tierra, sobretodo en la zona cercana a los bancos. De ser así será cuestión de meter con calzador pequeñas piedritas que taponen los puntos de fuga hasta que las raíces de las plantas y el propio asiento del terreno impida que la tierra salga por parte alguna aunque caiga buena cantidad de lluvia o agua de riego sobre ella.


Pensé que hacer varios niveles en esta rocalla facilitaría el equilibrio y la plantación.
El otro día compré dos traviesas más de la cuenta de las que precisábamos para hacer los bancos con la idea de insertarlas en la rocalla. De haber tenido más traviesas seguramente hubiera puesto una o dos más pero no las teníamos así que así se queda!!

Ayer ya no dio tiempo de más. Hoy a ver si me da tiempo de dar una mano de lasur a los postes de madera que sostienen los respaldos de los bancos para que el tono sea lo más semejante posible a las traviesas y también aplicaré una capa generosa de aceite de linaza puro que dejaré absorber en la madera de estas traviesas para nutrirla y que se reseque menos con el aire, la lluvia y el viento
Cada año habrá que aplicar las labores de mantenimiento precisas si queremos conservar estos bancos en unas condiciones óptimas.
Por cierto, es importante comprobar antes de dar por finalizado este trabajo si hay alguna astilla o trocito de madera levantada que pueda hacer heridas al sentarse. En caso de ser así las retiraré y lijaré lo que sea preciso.

En fin, con este aspecto hemos dejado este espacio. Ahora resta que me venga alguna idea para solventar esta terraza. No es que sea enorme pero sí es muy espaciosa y de dimensiones suficientes como hacer otro punto de interés en este jardín secreto.

Estoy muy satisfecha con el resultado. Ha desaparecido la pendiente tan fuerte que había en este lateral. La zona ha quedado del todo adecentada. Ahora será posible mantenerla limpia sin grandes dificultades. Y el aporte de sustrato enriquecido permitirá que las plantas de variedades adecuadas a esta ubicación crezcan saludables. 
Pienso que ha mejorado notablemente el aspecto de toda esta zona. O eso quiero pensar porque después de la trabajera que hemos echado en ello...ajajjaja como para que hubiera empeorado. Verdad? :P
Se ve parte de estos bancos antes de llegar a este rincón y el camino allanado, la rocalla, los asientos... sí, creo que está más bonito ahora. 

En todo caso nada mejor que ver un antes y un después!! Aquí antes de afrontar reforma alguna del jardín, hace cosa de dos años y pico...

Y así esta mañana :) Qué cambio!! Verdad!!





Cuánto trabajo se echa sobre las cosas que amamos!! Transformar, mejorar, embellecer nuestro jardín es la gran satisfacción para nosotros, los jardineros. En en el proceso nos dejamos nuestro cansancio, nuestro agotamiento...sí, pero esta mañana tan pronto me he levando he ido directa a este jardín secreto que poco a poco estoy conformando; me he llevado mi café allí y he mirado al frente. Y me he sentido profundamente bien. Habiendo invertido además de un gran trabajo y esfuerzo, muchas horas de pensar, muchos paseos imaginando, muchas ideas escogidas y descartadas por mil motivos... hasta que te decides y llegar a saber qué quieres y como lo quieres. Y una vez lo decides no hay trabajo que te eche para atrás!! Porque tu jardín merece la pena tu esfuerzo!! Con la sensación del trabajo hecho y la satisfacción de unos resultados más que dignos he disfrutado un buen rato sentada en este rincón de mi jardín...Me lo digo yo todo solita jjajajaj Pues si, me lo digo porque cuándo uno trabaja tan duro te lo tienes que decir porque te lo mereces. No estáis de acuerdo? )

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...