Comencé hace varios meses esta zona del jardín. Se trata de un espacio alargado, orientado al sur y que forma parte de la divisoria entre la parcela contigua y mi jardín.
Antes de venir a vivir aquí en el margen derecho había una caseta de herramientas y una...no sabría como calificarlo. "Construcción"? jajaja Así estaba la zona que he estado trabajando estos días hace un año
En fin, aquí puede verse a lo que me refería con "construcción", uno de esos apaños que a veces se hacen para cubrir un poco herramientas y cubos. Como puede verse en estas fotografías atractivo tenía poco, pero bueno, imagino que en su día fue útil para quién la necesitó.
El espacio ocupado por la antigua caseta de herramientas resultaba claramente insuficiente para ubicar en él el lavadero que teníamos decidido montar. Una preciosa caseta de madera de unos tres metros y medio de larga. Nos vimos obligados a alargar la plataforma en la que se encontraba asentada la caseta para dar cabida al lavadero que ahora ocupa también el lugar dónde estaba la "construcción".
Puede verse en las fotografías que esta zona presenta una inclinación bastante acusada, lo que dificultaba un poco el ajardinamiento. También condicionaba su planteamiento los árboles con los que contaba la parcela: una mimosa que ha sobrevivido por los pelos ya que la plataforma ha tenido que llegar prácticamente a su tronco; una encina de un tamaño medio, un almendro muy jovencito; pero sobretodo un pino de una gran envergadura. Las sombras que proyectan, como digo, han condicionado el proyecto.
A la hora de hacer las plantaciones en un terreno con una pendiente así se hace dificultoso no solo el poder acceder a las plantas para su poda y cuidado, si no sobretodo el riego ya que el agua tiende a correr hacia abajo sin llegar a hidratar las raíces de las plantas.
A la hora de hacer las plantaciones en un terreno con una pendiente así se hace dificultoso no solo el poder acceder a las plantas para su poda y cuidado, si no sobretodo el riego ya que el agua tiende a correr hacia abajo sin llegar a hidratar las raíces de las plantas.
No se me ocurrió mejor idea que tratar de "matar" esa inclinación del terreno formando una especie de "meseta" más horizontal dónde fuera más fácil plantar. Así que no quedaba otra, pico y pala!! Coger tierra de un lado y ponerla en otro.
El límite de este arriate estará transitado por un camino que servirá para unir la zona de la casa y lavadero con la parte baja del jardín.
El camino está retirado de la valla de separación de la parcela contigua en varios metros y por tanto hubiera sido preciso añadir demasiado volumen de tierra para "rellenar" horizontalmente el ancho de todo este arriate.
De momento y mientras van creciendo los rosales y arbustos que he plantado he puesto algún pedrusco para que contenga un poco la tierra añadida y poco a poco, según vea de qué manera se desarrollan iré añadiendo desde el borde del arriate que hay ahora hasta el borde del camino, más piedras formando una especie de rocalla a base de matas bajas tipo lavandas, romeros, salvias con plantaciones de bulbos entre ellas para adelantar el tiempo de interés al final del invierno.
Inicialmente, ante la idea de un ancho continuado del seto, no me gustaba la ubicación de la encina en medio, rodeada de plantaciones pero luego le di la vuelta al tema pensando que podría convertir lo que era un problema en un pretexto para estrechar en ese punto el seto formando alrededor de su tronco un pequeño murete bordeándolo.
Estoy satisfecha con la opción que he decido. Creo que es sencilla y coordina con el resto del jardín. Pero además no ha tenido más dificultad de realización que buscar las piedras adecuadas y sobretodo ubicarlas para que asienten perfectamente sin usar cementos u otras mezclas de unión.
La preparación del terreno para este seto, como decía antes, la comencé hace ya un par de meses al menos. Desde entonces he hecho algún cambio.
Quería plantar una Fothergilla Major y para ello precisaba una zona sombreada al mediodía. Así que después de pensármelo bien he reubicado el Pittosporum Tobira que me traje de la zona oeste y que llevaba años plantado dónde ahora está el jardín trasero y lo he trasplantado al final del seto.
Nuestro trabajo nos costó traernos hasta aquí un ejemplar tan añoso pero logramos sacarlo con un cepellón enorme que ha garantizado su arraigo. Espero no haberme equivocado al cambiarlo de nuevo de lugar, aunque creo que no, lleva ya un tiempo en lo que creo será su definitivo lugar y no parece haber reaccionado mal. Sí es verdad que he cuidado escrupulosamente su hidratación e imagino que esto ha ayudado.
También había plantado sin mucho convencimiento en este seto un Elaeagnus "Ebbingei" pero la verdad es que en ningún momento estuve segura del acierto incluso sin tener entonces idea de qué iría alrededor y ahora, que me he decidido por algunos rosales, definitivamente no, no me gustaba la combinación del de este arbusto con su hojas tomentosas y las de los rosales.
Os pongo un pequeño planito para que os podáis hacer algo más idea de como ha quedado al final.
Me gusta como he planteado los volúmenes del terreno pero no estoy nada satisfecha de la elección de las plantaciones y sospecho que el año que viene voy a tener que cambiar alguna de ellas. No sé, puede que incluso incorpore algún arbusto perennifolio sustituyendo algún rosal. De momento el terreno está terminado y las plantaciones hechas, a la espera de nutrir bien ese suelo y de poner el acolchado del invierno para protegerlo (Este será el tema de la próxima entrada).
Conociéndome como me conozco no descarto la idea de que antes de que lleguen las heladas haga algún cambio. Detesto esta sensación de dejar sin terminar, sin arreglar, algo que no te convence como ha quedado.
No me convence la elección actual porque quizás hay demasiado rosal. Uno de ellos, Perennial Blue, casi no lo había terminado de plantar cuando ya he visto que no me convencía ese lugar.
También me he visto condicionada por el hecho de que dos de los rosales que he elegido para esta zona no son rosales de demasiada insolación. Agradecen estar protegidos a mediodía y las únicas zonas protegidas del sol a estas horas son las que he elegido. Son Buff Beauty y Ghislaine de Féligonde. Ambos pueden conducirse como trepadores pero me apetecía mucho cultivar estos dos rosales sin estar adosados a ninguna pared o valla. Tengo la idea de permitir que crezcan bastante libremente y como hay espacio de sobras hasta llegar al camino, quiero pensar que sus ramas puedan crecen arqueadas cayendo sobre el margen del camino. Veremos si tengo la destreza suficiente para, mediante la poda, lograr lo que deseo de ellos.
Las coloraciones brillantes otoñales vienen de la mano de la Fothergilla Major y de un Viburnum Plicatum "Shasta". Son dos arbustos hermosísimos. Quizás mi error ha sido ponerlos juntos, demasiada intensidad una al lado del otro. O quizás no... no sé, ya veremos!!
Sí me gusta el lugar que he elegido para el Corylus Maxima Purpurea. Me encantan sus oscuros tonos y la forma y textura de sus hojas. Aún es chiquito pero ya crecerá!! Cuando lo compré lo hice junto con otro de un tamaño similar y probablemente este segundo lo plantaré justo enfrente, al sur.
Y es que estoy pensando crear una especie de "jardín secreto" en la zona que hay tras este Corylus. Con esa idea he plantado en medio un rosal que he cultivado durnate años, Jude the Obscure (en el lugar del diminuto frutal que se ve en la foto anterior). Siempre digo que este rosal, para mí, raya casi la perfección. Robusto, sano, vigoroso... con unas rosas que no pueden ser más hermosas: llenas, grandes, de colores elegantes y románticos. Y si esto pareciera poco, tiene un aroma de los de embriagar!!
Sabemos que la perfección no existe ajajja Le ponemos una pega? Tiene, al menos en mi clima y en mi jardín, una cierta tendencia al "balling" (apelotonamiento o encapsulado de capullos) y una segunda que no lo es tanto o al menos no tan grave, sus tonos se tornan muy pálidos demasiado fácilmente con el sol fuerte de mi clima.
Por eso he elegido esta ubicación, porque estará a cubierto bajo las ramas del pino durante el mediodía de la incidencia del calor más fuerte.
Por esta razón y porque el diseño va encaminado a formar un seto a la derecha del camino y que según se vaya andando por él se vea en su final un par de Corylus formando la entrada de ese "jardín secreto que decía antes, y tras de ellos, al fondo, en el medio de los dos corylus que se vea este hermoso rosal.
Estoy segura que creará un contraste precioso el oscuro de los Corylus con los tonos melocotón del Jude the Obscure.
Si pusiera el otro como pareja, a la derecha según se va desde el lavadero hacia el fondo del jardín, formaría como digo la entrada a este jardín proyectado en mi imaginación y sería un buen fondo la copa de los dos pinos de grandes dimensiones y que aparecerían muchos metros atrás, por encima del nivel de los corylus.
Me decidí por estos arbustos un día en que estaba sentada bajo el pino pensando que esa zona sería estupenda para formar ese jardín un poco oculto, un poco retirado que decía más arriba... poner ahí un lugar de lectura que permitiera algo de aislamiento y de tranquilidad. Al atardecer tienen una vista preciosa cuando se divisan las luces del pueblo al sur...
En fin, en estas cavilaciones estaba yo cuando vi como los rayos del sol de la tarde, desde el oeste, atravesaban sus hojas produciendo una especie de "encendido" que me cautivó. Al ver como el arbusto, con los rayos del sol a contraluz se iluminaba y se transformaban sus colores...ya no tuve duda de qué tenía que plantar ahí para formar la entrada del jardín secreto ajjaja
Así es la jardinería, en ocasiones mucha planificación, en otras... un detalle, una luz, un color intenso parece y entonces logras la solución, la idea que estabas buscando..
Por eso siempre digo que los jardines hay que vivirlos, hay que pasearlos, hay que estar en ellos muchos días y muchos meses para lograr tener una idea de cual es el conjunto, de como es tu jardín y en qué quieres convertirlo... El tiempo dirá!!!
Inicialmente, ante la idea de un ancho continuado del seto, no me gustaba la ubicación de la encina en medio, rodeada de plantaciones pero luego le di la vuelta al tema pensando que podría convertir lo que era un problema en un pretexto para estrechar en ese punto el seto formando alrededor de su tronco un pequeño murete bordeándolo.
Estoy satisfecha con la opción que he decido. Creo que es sencilla y coordina con el resto del jardín. Pero además no ha tenido más dificultad de realización que buscar las piedras adecuadas y sobretodo ubicarlas para que asienten perfectamente sin usar cementos u otras mezclas de unión.
La preparación del terreno para este seto, como decía antes, la comencé hace ya un par de meses al menos. Desde entonces he hecho algún cambio.
Quería plantar una Fothergilla Major y para ello precisaba una zona sombreada al mediodía. Así que después de pensármelo bien he reubicado el Pittosporum Tobira que me traje de la zona oeste y que llevaba años plantado dónde ahora está el jardín trasero y lo he trasplantado al final del seto.
Nuestro trabajo nos costó traernos hasta aquí un ejemplar tan añoso pero logramos sacarlo con un cepellón enorme que ha garantizado su arraigo. Espero no haberme equivocado al cambiarlo de nuevo de lugar, aunque creo que no, lleva ya un tiempo en lo que creo será su definitivo lugar y no parece haber reaccionado mal. Sí es verdad que he cuidado escrupulosamente su hidratación e imagino que esto ha ayudado.
También había plantado sin mucho convencimiento en este seto un Elaeagnus "Ebbingei" pero la verdad es que en ningún momento estuve segura del acierto incluso sin tener entonces idea de qué iría alrededor y ahora, que me he decidido por algunos rosales, definitivamente no, no me gustaba la combinación del de este arbusto con su hojas tomentosas y las de los rosales.
Os pongo un pequeño planito para que os podáis hacer algo más idea de como ha quedado al final.
Me gusta como he planteado los volúmenes del terreno pero no estoy nada satisfecha de la elección de las plantaciones y sospecho que el año que viene voy a tener que cambiar alguna de ellas. No sé, puede que incluso incorpore algún arbusto perennifolio sustituyendo algún rosal. De momento el terreno está terminado y las plantaciones hechas, a la espera de nutrir bien ese suelo y de poner el acolchado del invierno para protegerlo (Este será el tema de la próxima entrada).
Conociéndome como me conozco no descarto la idea de que antes de que lleguen las heladas haga algún cambio. Detesto esta sensación de dejar sin terminar, sin arreglar, algo que no te convence como ha quedado.
No me convence la elección actual porque quizás hay demasiado rosal. Uno de ellos, Perennial Blue, casi no lo había terminado de plantar cuando ya he visto que no me convencía ese lugar.
También me he visto condicionada por el hecho de que dos de los rosales que he elegido para esta zona no son rosales de demasiada insolación. Agradecen estar protegidos a mediodía y las únicas zonas protegidas del sol a estas horas son las que he elegido. Son Buff Beauty y Ghislaine de Féligonde. Ambos pueden conducirse como trepadores pero me apetecía mucho cultivar estos dos rosales sin estar adosados a ninguna pared o valla. Tengo la idea de permitir que crezcan bastante libremente y como hay espacio de sobras hasta llegar al camino, quiero pensar que sus ramas puedan crecen arqueadas cayendo sobre el margen del camino. Veremos si tengo la destreza suficiente para, mediante la poda, lograr lo que deseo de ellos.
Las coloraciones brillantes otoñales vienen de la mano de la Fothergilla Major y de un Viburnum Plicatum "Shasta". Son dos arbustos hermosísimos. Quizás mi error ha sido ponerlos juntos, demasiada intensidad una al lado del otro. O quizás no... no sé, ya veremos!!
Sí me gusta el lugar que he elegido para el Corylus Maxima Purpurea. Me encantan sus oscuros tonos y la forma y textura de sus hojas. Aún es chiquito pero ya crecerá!! Cuando lo compré lo hice junto con otro de un tamaño similar y probablemente este segundo lo plantaré justo enfrente, al sur.
Y es que estoy pensando crear una especie de "jardín secreto" en la zona que hay tras este Corylus. Con esa idea he plantado en medio un rosal que he cultivado durnate años, Jude the Obscure (en el lugar del diminuto frutal que se ve en la foto anterior). Siempre digo que este rosal, para mí, raya casi la perfección. Robusto, sano, vigoroso... con unas rosas que no pueden ser más hermosas: llenas, grandes, de colores elegantes y románticos. Y si esto pareciera poco, tiene un aroma de los de embriagar!!
Sabemos que la perfección no existe ajajja Le ponemos una pega? Tiene, al menos en mi clima y en mi jardín, una cierta tendencia al "balling" (apelotonamiento o encapsulado de capullos) y una segunda que no lo es tanto o al menos no tan grave, sus tonos se tornan muy pálidos demasiado fácilmente con el sol fuerte de mi clima.
Por eso he elegido esta ubicación, porque estará a cubierto bajo las ramas del pino durante el mediodía de la incidencia del calor más fuerte.
Por esta razón y porque el diseño va encaminado a formar un seto a la derecha del camino y que según se vaya andando por él se vea en su final un par de Corylus formando la entrada de ese "jardín secreto que decía antes, y tras de ellos, al fondo, en el medio de los dos corylus que se vea este hermoso rosal.
Estoy segura que creará un contraste precioso el oscuro de los Corylus con los tonos melocotón del Jude the Obscure.
Si pusiera el otro como pareja, a la derecha según se va desde el lavadero hacia el fondo del jardín, formaría como digo la entrada a este jardín proyectado en mi imaginación y sería un buen fondo la copa de los dos pinos de grandes dimensiones y que aparecerían muchos metros atrás, por encima del nivel de los corylus.
Me decidí por estos arbustos un día en que estaba sentada bajo el pino pensando que esa zona sería estupenda para formar ese jardín un poco oculto, un poco retirado que decía más arriba... poner ahí un lugar de lectura que permitiera algo de aislamiento y de tranquilidad. Al atardecer tienen una vista preciosa cuando se divisan las luces del pueblo al sur...
En fin, en estas cavilaciones estaba yo cuando vi como los rayos del sol de la tarde, desde el oeste, atravesaban sus hojas produciendo una especie de "encendido" que me cautivó. Al ver como el arbusto, con los rayos del sol a contraluz se iluminaba y se transformaban sus colores...ya no tuve duda de qué tenía que plantar ahí para formar la entrada del jardín secreto ajjaja
Así es la jardinería, en ocasiones mucha planificación, en otras... un detalle, una luz, un color intenso parece y entonces logras la solución, la idea que estabas buscando..
Por eso siempre digo que los jardines hay que vivirlos, hay que pasearlos, hay que estar en ellos muchos días y muchos meses para lograr tener una idea de cual es el conjunto, de como es tu jardín y en qué quieres convertirlo... El tiempo dirá!!!