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Herramientas, útiles y equipamiento para podar nuestros rosales

Todos comenzamos a cultivar rosales con un equipo que deja bastante que desear. Y nos vamos apañando!! No es cosa de salir ahora corriendo a la tienda a comprarse el mejor y más extenso equipo posible pero sí que a la larga, los que cultivamos rosales, nos vamos haciendo con un material de mejor calidad. Este año compramos unos buenos guantes, el siguiente unas tijeras realmente de calidad...y así vamos reuniendo un equipo adecuado, cómodo y eficaz.

El calibre de las ramas que deberemos cortar es muy variable. Intentar podar una rama más gruesa de lo que permite las tijeras conduce a rasgaduras en la rama y dificultad sobremanera el corte que buscamos: limpio!! No deberíamos intentar cortar todas las ramas, tengan el calibre que tengan con las mismas tijeras. Ya hemos visto que cada tipo de rama tiene su herramienta de corte.
Contar con unas buenas herramientas, afiladas, fuertes y limpias (incluso de vez en cuando desinfectadas) nos va a facilitar la labor. Sin duda
Las de mayor tralla y las que vamos a usar más son las tijeras de podar de una mano. Lo ideal es que sean "bypass", sistema de dos hojas deslizantes entre sí y que permiten un corte limpio.  Este tipo de tijeras se usan en ramas verdes de hasta unos 2 cm de diámetro.
Las hay de todos los precios posibles, desde 10 € de marca blanca y que yo no aconsejaría hasta lo que os queráis gastar!!  
Pero por unos 20/25 euros se pueden tener unas tijeras más que decentes. Os pongo estas de una empresa de la que os he hablado en otra ocasión "Mis herramientas de jardín". Algunas con una estética que me enamora!! Precios razonables, calidad estupenda, atención personalizada. Son gente seria!! Os lo garantizo :)
Pensad que son herramientas que si las compráis de una calidad que esté bien os van a durar muchos, muchos años así que si tenéis la oportunidad de que alguien con conocimiento de lo que habla os pueda aconsejar es lo ideal. Podéis visitar su página y poneros en contacto con Cruz (Una de sus propietarias). Podéis estar segura que os va a atender con amabilidad y a quién no tenga mucha idea le va a orientar estupendamente.
No todo el mundo está en disposición de gastarse a partir de 45/50 euros en unas tijeras aunque bien es cierto que generalmente casi, casi, se pueden llegar a gastar cuando se compran tijeras malas y se tienen que sustituir por otras al cabo de un par de temporadas o tres.

Mencionaría primero las "Rolls Royce" de las tijeras, de la marca Felco. 

Aunque  otras marcas como "Bahco" o "Altuna" son también de extraordinaria calidad.
 

No sobra tener a mano unas tijeras de mano corte "yunque". A mi no me gusta trabajar demasiado con ellas porque su sistema está basado en el aplastamiento de las ramas pero reconozco que son prácticas para algunas ramas más secas y duras. 
  
Son muy prácticas las tijeras de precisión que facilitan muchísimo el trabajo de eliminación de las flores pasadas e incluso pueden usarse en la poda de rosales miniatura.
Si queremos que nuestras tijeras nos duren en perfecto estado durante mucho tiempo algo que no debemos hacer jamás es usarlas para cortar ramas de calibres más grandes de para los que están indicadas. Las ramas gruesas y lignificadas de los rosales se cortan con tijeras de dos manos con las que tendremos que hacer muy poca fuerza y nos darán un corte limpio y sin desgarros.

Un pequeño serrucho para eliminar a unos centímetros del suelo algunas ramas que ya son gruesas y duras nos vendrá de perlas!!

Y por supuesto, unas tijeras de pértiga cuando se trate de alcanzar a cortar las ramas altas de los trepadores son imprescindibles si no queremos usar escaleras.

Por último, como herramientas de corte quiero hacer mención de una que no es la más habitual. Incluso pueden pasar muchas temporadas sin que veáis la necesidad de haceros con una: una navaja de injertar
Los jardineros solemos ser gente curiosa :) así que tarde o temprano nos entra el gusanillo de empezar a aprender a hacer injertos en nuestros rosales!! 
En esto como en las anteriores hay mil modelos, calidades y tamaños. Os aconsejaría una que se "adaptara" a vuestro tamaño de mano. 
Una navaja de injertar puede llegar a ser realmente peligrosa si la usamos mal. Debemos sentirnos cómodos con ella en la mano y que alguien nos enseñe como agarrarla para evitar accidentes.
Yo tengo este modelo porque mi amigo José Albacete, un experto cultivador de frutales, me aseguró que era la que más me convenía. Y tenía razón, es chiquita, práctica...cómoda!!

Pero como os digo, hay montones de modelos. Mirad qué preciosidad esta que vende mi amiga Cruz!! Aquí sí que de verdad os aconsejaría que no escatimarais. Como os digo, una navaja de este tipo debe de ser de buena calidad primero por vuestra propia seguridad pero por supuesto también por la precisión que requieren este tipo de cortes.




Llevar a cuestas parte de todo este "arsenal" al que hay que añadir bridas, cuerdas, etiquetas...y estar trasladándose de una zona a otra del jardín mientras vamos podando no siempre es fácil. Un cinturón portaherramientas para llevar buena parte de ellas y algunos utensilios puede resultar práctico (si no hacéis lo que yo que no devuelvo una sola herramienta al cinturón y al final me las olvido en el suelo ajajjaja)

Por experiencia sé que meter los brazos a veces hasta el codo entre ramas que tienen unos aguijones terriblemente amenazantes no es ninguna tontería. Si no contamos con una buena protección de nuestras manos y brazos terminaremos como si nos hubiera arañado un gato!! Así que unos buenos guantes (a poder ser largos), de material que sea difícil de penetrar por los aguijones son uno de los elementos más imprescindibles para afrontar los trabajos de poda.
Mirad estos...no me digáis que no son una auténtica maravilla!! :) Lo mismo hay alguna hija/o misericordioso o algún marido por ahí que va y se les ocurre elegirlos como regalo en la próxima ocasión ajajjaja

Yo no podría hacer la mayoría de trabajos en el jardín que requieren que me agache si no contara con unas estupendas rodilleras. No quiero pensar en el dolor de mis rodillas con las piedras del suelo clavadas en ellas!!! Yo uso estas que me llevan durando ya varias temporadas. Tienen un detalle que se me antoja muy útil, el cierre. Anteriormente tenía unas semejantes pero el cierre era de "velckro" lo que al final dio al traste con ellas porque fue por ahí por dónde se rompieron al descoserse esa zona. Estas son graduables y absolutamente fuertes y cómodas.

Y por supuesto, si no queremos terminar con los calcetines empapados de agua o con los pies congelados, un buen calzado adecuado para estar en el exterior en estos meses fríos y lluviosos del invierno nos van a evitar más de un resfriado y de algún resbalón!! Yo uso estos que por cierto me cayeron en suerte en un sorteo que se efectuó en el estupendo blog de mi amiga Mónica ("Guía de jardín") Me van de lujo porque tienen una suela resistente y son muy, muy calentitos :)
Hay quién prefiere botas más altas. A mí se me hacen incómodas pero, como todo, estas cosas van a gusto de cada cual... 

Y por supuesto, ropa adecuada!! Los trabajos de poda llevan a veces mucho tiempo. Una ropa que nos permita el movimiento, no demasiado ajustada, cómoda, cálida y suficientemente fuerte para no ser rasgadas por los aguijones de las ramas nos hará mucho más confortable permanecer en el jardín con temperaturas en ocasiones bastante frías y húmedas. 
También aquí las características personales determinarán qué tipo de ropa nos ponemos. Hay jardineros frioleros y otros muy, muy calurosos... está claro que cada uno deberá elegir aquel atuendo con el que se sienta cómodo y con el que no pase ni calor ni frío.
Bueno pues, con todo esto estamos bien pertrechados, eh!! Tijeras en mano? A podar!!!

Cómo podar los rosales: Algunas consideraciones para perder el miedo a la poda

Seguimos con las podas. Es el momento del año de hacerlas aquí en mi zona. He empezado con los rosales. Y aunque, al ser un jardín muy joven el mío, el trabajo de poda aún no es demasiado, está claro que algunos retoques tengo que empezar a dar a los rosales.
No hay tema que genere mayor inquietud en los amantes de las rosas (Especialmente cuando se comienza) que cuando llega el momento de podar los rosales.
El jardinero que se acerca por primera vez al mundo "rosero" de una parte lo tiene muy sencillo porque tiene a su disposición una cantidad ingente de información: puede visitar cientos de blogs en los que hablamos de estos temas, leer estupendos manuales, formar parte de Foros solventes...Es cierto. Pero a veces, esa misma cantidad de información, buena en sí misma, puede llegar a saturar y confundir al jardinero que no tiene mucha experiencia si no va interiorizando algunos conceptos básicos sobre el crecimiento de los rosales. Va de página en página y consulta todo manual que tiene a su alcance y según va leyendo términos y más términos nuevos para él van acumulándose en la cabeza formando al final un lío de padre y muy señor mío. 
Nos ha pasado a todos. Y quién pode ya con soltura que haga un poco de memoria y recuerde cuando él comenzó....
Cuántos conceptos y términos que hoy tenemos por la mano y usamos con soltura no teníamos ni remota idea de qué significaban?
Nos hablaban de híbridos de té, de rosales Bourbon, floribundas, Alba. Qué lio!! Nos mencionaban rosales climbing y ramblers y nos preguntábamos muchas veces dónde estaba la diferencia e incluso si nuestro rosal era lo uno o lo otro. Escuchábamos hablar de la importancia de la dominancia apical y pensábamos qué narices sería  aquello. Leímos en un manual que teníamos que eliminar la madera "madura" e ipso facto nos venían las dudas sobre qué era maduro e inmaduro en una rama. Ápices de crecimiento? Serían todas las ramitas que crecían en nuestro rosal?  Y ya el colmo era cuando alguien con experiencia te decía: "podas a dos o tres yemas los tallos ramificados" ajjajajaj Ramificados? Todo está ramificado en un rosal. No? A dos yemas? Pero a ver, dos yemas contando desde dónde? jajajjajaja

Una situación muy distinta a la de vuestros comienzos? Desde luego algo muy semejante a lo que acabo de describir fueron los míos. Quizás he hecho una caricatura pero esta es la situación de muchos aficionados recién llegados a este maravillosa afición al cultivo de rosas.
Nos ha pasado a todos o al menos a muchos de nosotros. Aún recuerdo hace 25 años cuando podé el primer rosal que era un trepador sin nombre ni apellidos (o desconocidos por mi que para el caso era lo mismo) Pobre rosal!! Lo que tuvo que aguantar de mi inexperiencia!! 
Por qué podé tan rematadamente mal aquel rosal? No se murió, eh!! creció en tres temporadas hasta el segundo piso de la casa!! y eso que le puse estiércol fresco el primer año. Fresco no, chorreando!! ajajjaja Madre mía!!!
Lo podé mal sencillamente porque carecía de los más mínimos conocimientos y aunque leyera algo (que por aquel entonces poco era lo que yo tenía a mi disposición) no entendía la mitad de lo que leía o tenía serias dudas sobre ello. Qué era aquello de madera vieja y madera nueva? Y las ramas laterales? Y los chupones? Y lo de yemas durmientes? Pero si no sabía siquiera si aquel monstruo de ramas largas que tenía enfrente era o no remontante, sencillamente porque yo no sabía que significaba eso!! ajjajaja así que ni siquiera me planteaba que quizás no era el invierno el momento adecuado para meter las tijeras!!!
Estoy tratando de escribir un artículo en el que hable de las cosas que alguien recién llegado a este mundo rosero espera leer para ayudarle a perder algo de la angustia que supone enfrentarse por primera vez a la poda.
Qué puedo decir a quién, tijeras en ristre, no sabe por dónde empezar? 
1.- Que la poda de los rosales no se aprende de memoria. Que la poda no es una relación de "Mandamientos" o normas rigurosas y exactas a aplicar (Y menos si no se entienden). Que deje de buscar en la Red, en blogs y en manuales "recetarios" con normas pormenorizadas para aplicar al pie de la letra con las que no tenga la menor duda de qué ramas exactas tiene que cortar y por dónde tiene cortarlas en su rosal. Porque si no comprende un mínimo las pautas que trata de aplicar sencillamente, estará actuando a tontas y a ciegas y probablemente se equivoque. 
De alguna manera los rosales son un poquillo como los hijos. Podemos leer libros de pedagogía y ver programas de televisión con consejos sobre la educación que debemos darles pero en definitiva nadie mejor que nosotros conoce a nuestros hijos. Y en todo caso, con manuales y psicólogos o sin ellos, tenemos que aprender a ser padres equivocándonos inexorablemente!!
Pues con los rosales en parte ocurre lo mismo. En efecto hay unas pautas generales que pueden (y deben) aplicarse (la mayoría, reconozcámoslo, no dejan de ser de pura lógica!!) pero luego están muchos otros factores que van a relativizar bastante los consejos e instrucciones que en muchos lugares (libros, webs, blogs, foros..) se nos da como guía para podar nuestros rosales.
Están nuestros gustos personales. A algunos nos gustan los rosales un poco "a su aire", a otros les gustan más acotados y "acicalados"; en el suelo de nuestro jardín en concreto esta variedad o la otra no se desarrolla exactamente como describe tal o cual manual; o nuestro rosal en concreto que tiene su "personalidad" propia y crece como le da la gana ajajjajaj no se desarrolla a la velocidad que cuentan. También el espacio concreto con el que contemos para que nuestro rosal se desarrolle, el suelo de nuestro jardín, nuestros clima, incluso los efectos de podas anteriores...darán por resultado un ejemplar con unas u otras características.
Una cosa son las reglas teóricas de poda que deben aplicarse y otra bien distinta nuestras necesidades o las de nuestro rosal en concreto. En nada se parecerá la poda que aplicará el jardinero que cuenta con un espacio suficiente para que su rosal se desarrolle de manera natural y le pueda permitir llegar al tamaño "natural" que la poda que aplicará el que dispone únicamente de un espacio limitado para esa misma variedad de rosal. 

2.- Añadiría una perogrullada: A podar se aprende perdiéndole el miedo a la poda y podando simplemente con algo de coherencia!! (Y equivocándose)
Es así. Dejemos de darle vueltas. Esto por simple que parezca, que lo es, no deja de ser verdad. Ahora bien, yo agregaría que a podar se aprende, observando como crecen nuestros rosales. Y que ello obliga a pasar unas cuántas temporadas hasta que vamos conociéndolos y con este conocimiento, vamos perdiendo el miedo a podar.
Tan fácil? Pues sí. No mitifiquemos este asunto!! Conozco gente que no tiene casi ni remota idea de cultivar rosales y tiene unas floraciones magníficas y mete las tijeras casi, casi, por donde le da la gana (lo mismo exagero un poquillo :P )
Este mediodía venía con una señora en el autobús que detesta la jardinería y eso me decía "No lo podo o lo podo por dónde me cuadra y florece que no veas!!" ajjajajjaja Quizás es exagerado y puede que ella tenga una estupenda variedad que aguanta sus "fechorías" pero la realidad es que no sé de nadie que haya cometido un "rosicidio" por aplicar una poda incorrecta. Todo lo más te puedes cargar la floración del año siguiente pero... también así se aprende a podar (a como no podar o cuándo no podar jajajja) :)
Seguramente este primer año no hagamos una poda del todo correcta. Puede que nos equivoquemos por exceso o por defecto pero no debiera de preocuparnos demasiado.
Es una buena idea tomar notas detalladas de la poda que aplicamos una temporada para comprobar los efectos posteriores y así poder modificar el sistema si vemos que no es el correcto. Sin agobios ni obsesiones. Sencillamente si este año hemos cortado demasiado, la siguiente temporada deberemos ser algo más prudentes. Comprobar los resultados a lo largo de los meses posteriores es el sistema para aprender.
Si guardamos unas fotografías del rosal antes y después de podarlo nos vendrá muy bien el siguiente año cuando nos pongamos a podar de nuevo. Ya habremos comprobado los efectos de aquella poda, ahora tocará cambiarla si la reacción de los rosales no ha sido la esperada. 

3.- Agregaría que hay un elemento imprescindible para aprender a podar bien los rosales: la observación y con ella, el conocimiento del comportamiento de nuestros rosales!! No me canso de repetirlo. Miremos nuestros rosales, fijémonos en qué ramas florecen; si lo hacen en la madera que ya estaba crecida de la temporada anterior o por el contrario en la que crecerá ahora tras la poda, en primavera.
Le daría un consejo: Estos meses, con los rosales apenas sin hojas y bastante desnudos tras la poda son un momento precioso para aprender de ellos si les dedicamos el tiempo de observación necesario. Está bien deleitarse con la belleza de las rosas y su aroma pero no nos olvidemos de mirar nuestros rosales en todos los meses del año, no sólo cuando están en flor. 
Le diría que se fije qué yemas se desarrollan más y menos, cuales son las que emiten un crecimiento más fuerte con relación al corte que practicó. Que compruebe cómo generalmente es la yema más cercana al corte que dio cuando podó la que emite la yema que dará lugar a la rama más fuerte. Le diría en definitiva que se fijara, que observara, que tratara de entender cómo se comportan sus rosales tras la poda. Que en unos meses, antes de que toda la vegetación del rosal se haya desarrollado y aparezcan los primeros capullos diminutos, se percate de en qué ramas se forman. Si lo hacen en las que estaban formadas ya antes de meter las tijeras o por el contrario surgen en el crecimiento posterior a la poda...
Llegados a este punto me pregunto en qué puede ayudar a quién comienza un manual, un buen vídeo, un foro especializado o un blog con relación a este asunto de la poda? Pues yo diría que en poco más que en ofrecer unas pautas generales. Pero eso sí, explicándolas, tratando de exponerlas de modo que el lector comprenda por qué ponerlas en práctica y tratando de ser lo más didáctico posible exponiendo esta información de un modo claro y fácilmente comprensible. El resto, viene con la práctica, con la observación, con el conocimiento de los rosales del propio jardinero.
Los rosales de mi jardín son en su inmensa mayoría muy jóvenes. Algunos los trasladé desde el pequeño jardín que cultivaba antes de venirnos a esta casa pero la mayoría se plantaron al inicio de 2014 así que solo han tenido dos temporadas de crecimiento. 
Digo esto porque todavía no ha pasado el tiempo necesario para que se hayan asentado y no presentan aún una estructura y consolidación suficientes para aplicarles la poda concreta que cada variedad requiere.
No  me gusta podar los rosales ya desde su primer año. En general recorto las ramas cuando planto los rosales a raiz desnuda y luego dejo que pasen un par de temporadas sin podarlos permitiendo que crezcan a su aire.
Prefiero hacerlo así. Ver cómo se desarrolla, como "respira". El otro jardín que cuidaba muchos de vosotros sabéis que era una miniatura y no tenía espacio para demasiados rosales de modo que el cultivo de muchas variedades que tengo aquí es tan nuevo para mí como el jardín.
Me entusiasma asistir a su crecimiento y a este aprendizaje. Ver como cada tipo de rosal lo hace de un modo. Unos florecen en madera nueva, otros lo hacen en la del año anterior. Unos precisan de la formación de una estructura previa, otros en cambio casi requieren una constante renovación.

Descubrir de qué manera florecen los rosales que cultivamos en el jardín aparte de ser algo absolutamente apasionante, es muy útil cuando llega el momento de la poda. 
Además de porque no me gusta forzar el crecimiento de los rosales y de que prefiero que vayan adquiriendo con los años su "aire" natural, el propio de su variedad... este par de años que dejo sin poda a los rosales jóvenes me permitirá ir observándolos, fijándome en lo que decía antes, en resumen, me ayudará a "conocerlos" y a aprender!!
Quisiera en el próximo artículo ofrecer unas pautas generales. No pretendo que nadie con ellas aprenda a podar, yo misma debo seguir aprendiendo mucho, pero sí estaría encantada si puede ayudar a alguien a aclarar algunos términos y conceptos que se manejan cuando hablamos de esta práctica tan importante para el desarrollo de nuestros rosales, la poda. Porque en definitiva, es el conocimiento del comportamiento de los rosales lo que nos lleva tarde o temprano a empezar a aprender a podar correctamente.
Por dónde comenzar? Creo que por ofrecer unos conceptos básicos, mínimos...que puedan aplicarse con independencia de la variedad de rosal que cultivemos.
Lo dejamos aquí y seguimos en el próximo post. Pero antes quisiera animar a  quién hoy poda por primera vez diciéndole que casi con toda seguridad, cuando hayan pasado tres o cuatro años esos "absolutos desconocidos con espinas" que son hoy sus rosales, se habrán convertido en unos queridos conocidos cuyo crecimiento habrán aprendido a anticipar, sabrán de qué manera florecen y cuándo lo harán y las tijeras casi casi se irán solas al punto por dónde deben cortar. 
Venga, sin miedo...que no les va a pasar nada por cortar por dónde no se debe. De verdad...hacedme caso, perded el miedo a podar!! Y pensad que nuestro rosal tiene la desgracia de que somos unos inexpertos pero la gran suerte de que tenemos unas inmensas ganas de aprender y de que van a contar con nuestros cuidados y mimos y eso les ayudará a "compensar" nuestras malas prácticas ;) 
Un saludo, amigos.

Elegir el momento para podar nuestros rosales

No tenía pensado escribir este artículo. Al menos no en este momento pero una pregunta de una amiga en un Grupo de Facebook al que pertenezco, me ha animado a hablar un poco aquí de este tema a tenor de las dudas que nos solemos plantear cada año cuando llegan estas fechas.
Ya estamos en invierno y según dónde vivamos empezamos a preguntarnos si ya es la hora de acometer el trabajo de la poda de nuestros rosales y cuando nuestra experiencia en su cultivo es poca nos inquieta mucho la posibilidad de equivocarnos a la hora de elegir las fechas.
El momento idóneo para realizarla dependerá sobretodo de la zona climática dónde nos encontremos.
Si nuestro jardín soporta temperaturas invernales bastante bajas, produciéndose heladas rigurosas (Por debajo de los -12º C) no deberíamos plantearnos ni remotamente podar en otoño. Podar después de que comience a helar fomenta el crecimiento del rosal, crecimiento que matará las heladas más profundas posteriores. Se trata de los climas dónde más tarde se realiza la poda porque es dónde más tarde comienzan las temperaturas primaverales a subir y dónde persisten más tiempo las peligrosas heladas que pueden dañar la vegetación nueva que surgen tras la poda. Los jardineros de estas zonas suelen retrasar incluso a pleno marzo los trabajos de poda de sus rosales.
Si por el contrario en nuestra zona los inviernos son más o menos suaves (comparativamente claro ajjaja) y no solemos sufrir heladas por debajo de los -8/-9º C convendría que podáramos antes puesto que los rosales comienzan su actividad vegetativa también antes que en las zonas descritas anteriormente Sobre finales de febrero o incluso inicios de marzo podría ser un buen momento. 
En zonas en las que disfruten de temperaturas suaves en invierno y dónde no se produzcan heladas, los rosales pueden podarse al finalizar el otoño o al inicio del invierno sin riesgo de que la bajas temperaturas puedan matar los crecimientos nuevos que pudieran haber.
En zonas con invierno no excesivamente rigurosos los rosales es difícil que lleguen a estar inactivos totalmente de manera que cuando nos ponemos a podar el arbusto aún está con buena parte de su follaje
Aunque los rosales en teoría son arbustos caducifolios, solo en los climas muy, muy fríos  pierden sus hojas. En mi zona por ejemplo, en la Sierra Oeste de Madrid que puede considerarse una zona climática de bastante frío con heladas frecuente aunque no suelen ser persistentes y solo puntualmente son muy profundas, no llegan a estar del todo sin hojas, ni en pleno invierno.
La época adecuada para podar, por tanto, dependerá de dónde vivimos.
Susan Fox define muy bien cómo elegir el momento:
Dependiendo de dónde viva usted la poda puede efectuarse entre mediados de enero y finales de abril. La idea no hacerlo tan tarde que se vea obligado a cortar el crecimiento nuevo ni tan pronto que fomente un crecimiento prematuro. Por lo general, este momento sería cuando las yemas comienzan a hincharse. 
En general lo adecuado es observar el comportamiento de nuestros rosales, en definitiva, será nuestra propia observación y nuestro conocimiento personal y directo de nuestro jardín el que nos marque el mejor momento para podar. 
En general, el riesgo de una poda demasiado temprana deriva del hecho de que la poda fomenta el crecimiento y en climas no muy fríos una poda adelantada puede producir un crecimiento de brotes que no habrán tenido tiempo de madurar si se producen posteriormente heladas, dañándose irremediablemente con ellas si se producen heladas tardías.
También tiene sus efectos negativo una poda demasiado tardía ya puede debilitar la planta. Si podamos un rosal cuando ya ha comenzado su actividad vegetativa, la savia ya habrá comenzado a circular de nuevo produciéndose pérdida de ella al practicar los cortes de la poda. No debemos esperar por tanto en exceso. Si vemos que están comenzando a brotar, está claro que no hay que esperar demasiado. 
Podar con retraso el crecimiento reciente puede provocar el retraso de la floración. Tan pronto las yemas se abren y emerge de ellas el crecimiento que dará lugar a las pequeñas ramitas en cuyo lateral poco a poco van apareciendo las hojas, no tardan en tener formado ya aunque sea incipientemente los diminutos capullos, a veces difíciles de ver porque están metidos entre las hojas del ápice del pequeño y nuevo vástago. Pero si delicadamente con los dedos separamos estos "proyectos" de hojas, podemos encontrarnos ya entre ellos los diminutos capullos de rosas, tan chiquitos que apenas son perceptibles, pero ahí están. Si podamos en un momento ya tan avanzado estaremos eliminando con la poda estos capullos inicialmente formados obligando al rosal a formar de nuevo capullos en las ramas que brotarán de las yemas existentes en las ramas que dejemos en el arbusto.
Evidentemente no mataremos el rosal porque los rosales, como siempre decimos, son increíblemente fuertes y son capaces de soportar nuestras malas prácticas pero si podemos evitarles un sufrimiento, parece lo más razonable hacerlo. Verdad? :)
Aunque como hemos dicho, en el norte de la Península, en climas sin heladas muchos jardineros podan al final del otoño o inicios del invierno, es más mayoritaria la poda a finales de invierno/comienzos de primavera, tan pronto observamos que las yemas de los rosales comienzan a activarse. 
Si dedicamos unos minutos de observación frecuente a nuestros rosales durante algún momento del invierno veremos claramente como se van transformando las yemas y empiezan a hincharse. Antes de comenzar de lleno la actividad vegetativa las yemas se tornan más rojizas, presenta un engrosamiento y en ocasiones, en tan solo unos días se transforman a una velocidad de vértigo alargándose y de repente "estallando", es el momento en que de pronto vemos su transformación y cómo las "capas" externas que la cubren cambian de aspecto y claramente comienzan a abrirse. En breve, a veces en tan solo unos días, ya hacen su aparición las diminutas hojitas perfectamente plegadas unas junto a otras.
Por cierto, no puedo dejar de mencionar qué placer me causa observar esto!! Me parece tan maravilloso todo lo que una yema guarda en su interior!! Siempre que veo aparecer las diminutas hojitas me pregunto cómo pueden haber cabido dentro de algo tan pequeño como una yema!! Pero ahí estaban, plegaditas, apretujadas unas a otras, sin desenvolver jejejje Maravillosa la naturaleza!! Como un pañuelo delicadamente doblado una y otra vez dentro de las yemas,  las hojas del rosal aparecen como por arte de magia y lo que hasta ayer estaba protegido y amorosamente guardado en el interior, hoy, animado por el aumento de la cantidad de luz solar y la leve subida de temperaturas, emerge y regala a nuestros ojos unas maravillosas formaciones, incipientes aún, sí, pero que ya son el presagio del gran regalo, las hermosas rosas que se abrirán en mayo!! :P

Como en todas las reglas, también aquí hay excepciones: Los rosales a los que no sería de aplicación estas "reglas" serían los rosales ramblers (sarmentosos) y los rosales trepadores de floración única. En ambos casos conviene podarlos tan pronto termina su floración sobre el final del verano.
Me gustaría mencionar aquí tres asuntos que creo son interesantes
* Uno es la practica de defoliar los rosales cuando los podamos. En algunos artículos de este blog he comentado que de momento suelo defoliar los rosales cuando los podo. Digo que de momento porque una cosa es defoliar uno o dos rosales grandes y otra quitarse a mano las hojas de los rosales de un jardín de dimensiones generosas dónde se cultivan muchos, muchos rosales...
La poda junto con la eliminación simultánea de sus hojas ayudan a forzar al rosal a entrar en una latencia aunque sea breve y que siempre beneficiará al rosal pero además tiene otro propósito y es el eliminar organismos patógenos que suelen estar latentes muchas veces en formas de larvas cuando se trata de plagas y frecuentemente en forma de esporas que con el buen tiempo darán origen a enfermedades.
De momento y mientras no alcancen un tamaño que me resulte imposible afrontar el trabajo de la eliminación exhaustiva de todas las hojas, hago eso, espero al momento en que podo y una vez eliminadas las ramas que deseo quito todas las hojas que quedan en el rosal.
En todo caso creo que es una buena idea si no eliminar todas y cada una de las hojas porque nos parezca un trabajo demasiado meticuloso para que el que no tenemos tiempo o ganas, sí intentar terminar de desprender muchas de las hojas que quedan tan ligeramente prendidas en el rosal que no cuesta nada sacarlas. En este momento del año ya no le sirven de nada al rosal y tan solo son focos de infecciones y cobijo para larvas y esporas como comentaba.
Sí hay que aclarar que si se decide eliminar las hojas debemos hacerlo con cuidado, tratando de no dañar la madera, tirando suavemente del peciolo de la hoja e intentando que se desprenda del punto de unión con la rama. Si vemos que ofrece resistencia, si seguimos tirando es a riesgo de llevarnos también parte de las fibras verticales que cubren las ramas. En ese caso es mejor tener unas tijeras a mano con las que cortar el peciolo evitándonos desgarros en la madera que representan siempre un riesgo de enfermedad para el rosal.
* El segundo tema del que quería hablar viene a propósito de un precisamente de esta latencia tan conveniente y ya lo cometamos en un artículo de este blog de primeros de febrero del año pasado: Cuidados "extras" para los rosales en climas con inviernos muy fríos: Permitir que hagan semillas. En él recordábamos uno de los consejos que nos da la American Rose Society.
Durante el final del otoño y el invierno ya no deberíamos cortar las rosas cuando se pasen porque de seguir eliminando las rosas ajadas en realidad estamos provocando un poco que el rosal no entre en estado de latencia y comience a dormir. 
De hacerlo, estamos fomentando que siga creciendo y ya sabemos lo peligroso que es que estos nuevos crecimientos vegetativos no lleguen a formar madera madura antes de que vengan las heladas corriendo gran peligro de que se congelen. Sería bueno por tanto, dejar estos escaramujos en el rosal tras pasarse y permitir que formen la semilla dentro de sus escaramujos. De esta manera estamos permitiendo que el rosal cierre su ciclo natural.
Según la American Rose Society podemos eliminar los pétalos de esas rosas ajadas si queremos adecentar un poco el aspecto de nuestro arriate pero no debemos cortar los escaramujos.
* El último aspecto  que quería comentar es el de la conveniencia de eliminar en otoño las ramas largas que sobresalen del rosal para evitar que lleguen a quebrarse con el peso de la nieve, con los vientos o  las tormentas de esta época. 
Sabemos que algunos de estas ramas largas forman o servirán para formar parte de la estructura de rosales por ejemplo trepadores, claro, en ese caso no parece lógico eliminarlas pero sí tener precaución de asegurarse antes de que venga el mal tiempo de tener este tipo de ramas suficientemente bien ancladas al soporte como para que el viento no las mueva de aquí para allá llegando a a quebrarse. Recordemos la importancia que tiene que los rosales trepadores crezcan sobre soportes adecuados y que las ataduras de sus ramas a ellos sean las adecuadas.
Y por último, como bien dice David Austin en su página: la poda no es una ciencia exacta!! :) 
Feliz Día de Reyes, amigos!!

Una inestimable ayuda. Libros de jardinería. La poda (I)

Rondaba 1982. La que firma tenía poco más de veinte años y unas nulas habilidades jardineras. No había planta que me regalaran que no terminara muerta!! Ni una!! O las mataba de sed o las ahogaba en agua. Era una época en que una tenía que compaginar tantas actividades que ni tiempo (ni interés) tenía en retirarlas, las iba acumulando en un balcón que teníamos y allí esperaba en vano su recuperación (sin tener conciencia de hasta qué punto esta recuperación estaba en mis manos)
Llegué a pensar que algo en mí me incapacitaba para el cuidado de las plantas!! jajaja 
Compramos muy pocos años después una casa con un jardín diminuto que, como es lógico, nos entregaron lleno de una tierra horrible y por supuesto sin arreglar lo más mínimo. Con toda la ilusión que uno tiene con veintitantos años preparamos aquella casa; la decoramos lo más bonita que fuimos capaces y la verdad, quedó preciosa (o yo la veía preciosa :) ) Tenía en el salón unos grandes ventanales con palillería, tipo ventana inglesa y desde ellos una tarde miré hacia fuera!! Y qué vi? Un horrible espacio de tierra arcillosa, lleno de piedras, un murete pelado, sin una planta que dejaba la intimidad de nuestra casa al descubierto desde la calle!! Y me dije "Imposible, así no puedo dejarlo!!!"
Recuerdo perfectamente que me dispuse a arreglar aquella situación. Por qué iba yo a poder adecentar aquel pequeño espacio? Por qué no iba a poder aprender a cuidar alguna plantita? Me convencí de que sencillamente yo no tenía conocimiento alguno sobre plantas y que no había ni trapa ni cartón, ni mágia, ni dedos verdes, ni rollos!! Era simple y llanamente que ni tenía la información ni le había dedicado tiempo alguno para su cuidado. 
Era una época en la que aún no teníamos Internet, ni el Santo Google, ni desgraciadamente había Foros de Jardinería en los que la gente volcara como hoy su generosidad ayudando e informando a los demás, ni blogs que consultar... 
Como os decía, habiendo llegado a la conclusión de que era necesario lograr tener una ligera idea para poder mantener algunas plantas que adecentaran aquella zona delantera de la casa y convencida de que mi única solución estaba en los libros,  me fui a un gran centro comercial en el que adquirí un surtido de estupendos libros. Por cierto, conservo todavía la mayoría y aún los consulto de vez en cuando.
La jardinería entonces era un mundo bastante reducido o al menos lo era para mí. Pedir rosales a raíz desnuda? Yo no tenía ni idea de que existían!! Ocurrírseme tener en mi jardín plantas que no estuvieran a la venta en el mercado semanal de mi pueblo y poder solicitarlas a través de una web? Eso era impensable!!! Creo que lo he dicho alguna vez, me acuerdo perfectamente que los primeros rosales que compré no contenían en su etiqueta más que "rosal trepador rojo"!! Lo increíble es que para mi era suficiente ajjajajjaa Refloreciente? Antiguo? Eso qué era? jajaja Yo me vine a casa tan contenta con mis dos primeros rosales de los que colgaba una descolorida etiqueta en la que a duras penas podías hacerte una idea de cómo serían las rosas que darían y los planté en la fachada de la casa. Con estiércol fresco!!! ajajja sí, con estiércol fresco. Tal era mi ignorancia entonces. No sé ni como no se murieron. Por el contrario, me dieron unas rosas preciosas que serían el germen de la pasión que ahora siento por ellas.
Otra época muy distinta a la actual. Sí, con menos medios. Así que los libros constituían casi la única fuente para poder aprender. Recuerdo que pasé alguna semana devorándolos y cuánto más leía más comprendía qué había hecho mal con todas aquellas plantas que se me habían muerto y más me interesaba lo que aquellas fuentes de conocimiento que yo tenía en mis manos me brindaban. Empezó a gustarme, empecé a tener el "gusanillo" de intentarlo!! Por supuesto lo que yo hice en aquel primer jardincillo no podría llamarse diseño ajajjaa no sé ni lo que era, casi que no quiero acordarme de los errores que cometí :) y de lo que desaproveché aquel espacio!! Lo que sí sé es que aquello fue el comienzo de un interés que fue en aumento y de poder constatar que yo también era capaz de tener plantas hermosas. 
Y como cualquier materia que se comienza a aprender saber una cosa te llevaba a preguntarte sobre otra,..las necesidades de aprendizaje se acrecentaban y con ellas vinieron la adquisición de diccionarios, de libros de botánica y de algunas de las pocas revistas de jardinería que por entonces se publicaban.
Rápidamente empecé a ver resultados y aquellas plantas a las que yo seguía llamando por sus nombres comunes porque los botánicos se me hacían imposible de memorizar :) permanecían en mis arriates sanas!! Preciosas!! No se morían!! Y las estaba cuidando yo!! La que había matado tanta planta hasta entonces ajjajaja Recuerdo lo feliz que empezó a hacerme aquello :)
Sí, hubo un hecho determinante en que yo hoy tenga esta afición (casi vicio ajjaja) y creo que fue la ubicación de aquel pequeño espacio delantero de mi casa. De haber estado en la parte trasera de ella y haber podido entrar desde la calle a la casa sin pasar por él seguramente a estas horas yo seguiría acumulando macetas con tierra seca y esqueletos de lo que fueron plantas. Probablemente no hubiera visto la necesidad de embellecerlo y se hubiera reducido a lo que suelen ser muchos patios traseros: un lugar de acumulación de leña y algunos trastos. Estoy convencida de que lo que comenzó como pura necesidad práctica para embellecer un espacio no hubiera terminado siendo la pasión de mi vida, las plantas.
Pero si esto es cierto también lo es que de no haber contado con la ayuda determinante que fueron los primeros libros de jardinería aquello hubiera terminado en agua de borrajas..Yo hubiera desistido sin el apoyo y guía que supusieron para mí.
Recuerdo un libro que todavía está en mis estanterías, por cierto, bastante deterioradas sus tapas tras el uso que ha tenido durante casi 25 años. Es éste: ,"Flores de jardín. Manual de cultivo y conservación" de Dr. D.G. Hessayon (Editorial Blume) fue el primero que centró mi atención del surtido (no muy amplio) que me traje a casa.
Hoy se me antoja con una estética tan antigua!! :) Con tintas que ya no se usan en imprenta y con unas imágenes que no son comparables a las que contienen los libros actuales o cualquier página de Internet. No tienen el brillo ni la nitidez de éstas últimas. Es verdad!! Pero en éste que fue mi primer libro de jardinería descubrí yo que había otro mundo más allá de lo que entonces entendíamos en España como jardinería. Más bien lo intuí porque no me hacía idea de cuánto podía abarcar esta afición nuestra. Ni tenía noticias de la existencia desde hacía años y años de concursos y Sociedades de horticultura, en otros países, dónde había cultura jardinera que venía de lejos. 
En realidad pasaron veinte años hasta que yo hice mi primer pedido de rosales a raíz desnuda. Pero las páginas de aquel libro que yo llevé a mi casa y que hablaba de "Delphinium elatus" (Espuelas de caballero) de unas dimensiones que jamás había visto...me pusieron en las puertas de un mundo que jamás se llega a conocer del todo por lo amplio que es. Aquellas imágenes de plantas, de flores tan hermosas!! Me descubrieron la existencia de plantas que yo desconocía absolutamente y que me prendaron. Creo que este libro me hizo soñar por primera vez en tener en mi jardín alguna de aquellas preciosidades y si alguien me hubiera dicho que después, tras 25 años yo cultivaría esas mismas espuelas en otro jardín, en otro lugar... habría comenzado ya entonces a dar saltos de alegría!! :)


Estoy creando un jardín y es cierto que muchos de los arbustos que estoy plantando este año he tenido conocimiento de ellos muy posteriormente pero también es verdad que muchos otros los he conocido en aquellos libros. Fue en estos primeros libros en los que por primera vez leí sobre ellos y que me permitieron soñar con verlos crecer en mi jardín,  aunque fuera pensando que jamás llegaría a realizarse el sueño, Hoy en mi jardín hay Enkiantus, Cornus Alba Sibirica, falsos grolleros, Callicarpas Bodinieri...Sí. Pero tienes que tener algo que te permita soñar con las cosas. Los libros de jardinería fueron mi herramienta para ello.
Las fuentes para aprender sobre las cosas, para empezar a ilusionarte con ellas,  son muchas. Jamás una sola. Ninguna despreciable. Es cierto que la jardinería se aprende fundamentalmente con la experiencia. Sí. Pero también con lecturas, con intercambio de opiniones, con enseñanzas de los demás...se aprende con todo y con todo a la vez. Sencillamente porque uno no tiene vida para descubrir por sí mismo sobre todas las cosas y aprender solo con lo que uno experimenta. Cuántas veces no hemos descubierto el error que hemos cometido en el cultivo de una planta a la que creíamos que estábamos dando lo que necesitaba y que a pesar de ello cada día iba a peor? Y quizás llevábamos mucho tiempo poniendo en práctica algo hasta que un día alguien o la lectura de un libro o de una página nos descubre el error...
Ya compramos pocos libros de jardinería. Cuando voy a La Casa del Libro de Gran Vía o a los centros de Fnac  a veces comento con los dependientes el hecho de la poca oferta de libros de jardinería que hay en las estanterías. La escasez sólo refleja un triste hecho: no hay demanda :)
Quizás es inevitable. Hoy contamos con sistemas tan rápidos, tan inmediatos, tan interactivos con los que conseguir la ayuda sobre nuestras dudas jardineras!! Que para qué adquirir libros que además no son gratis como los foros, los blogs o las miles y miles de páginas que tenemos a nuestro alcance!!
Sí, es práctico introducir un concepto, un nombre botánico o lo que sea en el Google y pulsar intro y que en cosa de milésimas de segundo tengamos la respuesta en nuestra pantalla pero también es cierto que los libros nos ofrecen una "autonomía" espacial que nos da siempre Internet. 
No solo eso, además cuentan en general con una seriedad y una solvencia que no todos los lugares de la Red disfrutan en el mismo grado. Tenemos la información recopilada sobre el tema que nos interesa, a nuestra disposición para consultarla de nuevo rápidamente. Podemos ir leyéndolos en el tren mientras vamos a nuestro trabajo, en la cama o sencillamente mientras disfrutamos sentados en nuestro jardín de un café. No necesitamos enchufes, ni repetidores, ni pagar cuotas, Sin cables, sin conexión... y huelen tan bien!!! :) 
Puede que poner alguna entrada sobre algunos libros de jardinería sirvan de orientación para alguien que desee comprar alguno y no tenga mucha idea. Yo misma estoy a veces en esa tesitura. Ahora por ejemplo el asunto de las podas es de gran interés para mí y la opinión de otros jardineros sobre algunos libros me hubiera servido de ayuda antes de adquirir alguno. 
Estos son los que yo tengo sobre poda. Entre ellos no podría decir que alguno es el libro perfecto para mí sobre este asunto. Todos tienen unas cosas positivas y todos adolecen de algo. Es cierto que algunos me gusta consultarlos más que otros. Aquí va la relación:


La poda tiene mucho de comprender, de entender cómo , de qué manera crece un árbol o un arbusto para poder podarlo correctamente. Tiene mucho de lógica y sobretodo de observación. En este sentido quizás el más razonado sea La poda de los árboles ornamentales. Del por qué al cómo de Christophe Drenou. Este lo tengo, como otros, en formato para ordenador.
Si bien tengo que decir que su lectura a mí no me parece tan amena como otros como pudieran ser el de David Squire, el de Hansjörg Haas o alguno tan sencillo como el de Buczacki (ya con años!!)
La poda para el especialista. De David Squire.
Poda de árboles y arbustos. Jardín práctico. de Hansjörg Haas.
Poda. de Stefan Buczacki
Sin duda, si tuviera que prescindir de todos y quedarme con uno sólo me quedaría con Enciclopedia de la poda (RHS) de la editorial Blume.  Creo que es una especie de "Biblia" en el tema de la poda. No sé si está ya descatalogado o simplemente agotado. Sé que he querido regalarlo y no pude adquirirlo en ninguna librería.
Cada libro te aporta algo, indudablemente. A veces no lo que uno espera al adquirirlos pero en ocasiones te sorprenden en sentidos que no anticipas. 
Poda y arreglos de árboles y arbustos esperaba que contuviera una relación exhaustiva de los métodos de poda tal como indica su título. No es así. Está centrado fundamentalmente en la guía y poda de árboles frutales. Hay que decir que son magníficas las explicaciones de este grupo de plantas. Pero la mayoría de arbustos tienen explicaciones bastante reducidas. En compensación se trata de un libro precioso. De esos que te gusta echarles un vistazo durante un buen rato, con muchas ideas, con muchas ilustraciones, con muchas explicaciones de aspectos del jardín sumamente interesantes.
Poda y arreglos de árboles y arbustos. De Richard Bird
En fin. Esta entrada solo quisiera animar de alguna manera a comprar de vez en cuando también un libro cuando queramos aprender sobre algún aspecto de nuestra afición. Son caros? ummm...a ver, éste último que he comentado me costó 17,95 más un euro que pagué de gastos de envío (en gasolina o billetes de tren hasta Madrid hubiera gastado bastante más) y me ha proporcionado ya bastantes horas agradable lectura y disfrutando de los mil detalles de los que habla. Me ha dado algunas ideas para mi jardín y ya tengo en mente un proyecto que me surgió mirando una de sus páginas. Sí, son 17,95 €. Unas cañas a poco que las acompañemos con alguna tapa no vale eso? Una camiseta de verano muchas veces no tiene ese precio? :) Todo es cuestión de con qué lo comparemos...

Las polémicas sobre la poda de las hortensias (Hydrangea macrophylla)

Yo creo que, con matices, hay tantas formas de podar estas hortensias de jardín (Hydrangea macrophyllas) como jardineros (o casi, que soy una exagerada jajajaj) La cosa es que es un tema que despierta mil dudas a tenor de la cantidad de hilos que se abren en los foros preguntando y opinando sobre el asunto.

Pero no es únicamente en los foros dónde hay divergencias. Es que consultas libros específicos de poda y describen el sistema de forma bastante distinta entre ellos, no voy a decir absolutamente distinta, pero sí diferentes.
Partiendo de aquí hay una serie de teorías sobre su poda que parecen asegurar una estupenda floración y en paralelo están lo detractores de dichos sistemas. Tanto unos como otros afirman haber experimentado u observado los métodos que ofrecen y aseguran sus resultados. 
Animaría a quién tenga interés a leer algunos de los muchos e interesantes hilos que existen en Infojardín. Podréis comprobar la de polémicas que se levantan con el asunto de la poda de las hortensias y dónde participantes tan activos como Jon, Patricia Kong Vignola, Domiciano...Julio-Barcelona-UE y un largo etcétera asesoran incansables a los que preguntan. Julio en especial, sin menospreciar a nadie, creo que tiene una paciencia infinita explicando una y otra vez ajajjaja
Si alguien los lee veréis que las disquisiciones sobre la poda solo son equiparables al asunto del cambio de color de sus flores, es decir, cuando se pretende que florezcan en color azul. Por cierto, hablaremos de este asunto en una próxima entrada ;)
Las discrepancias no están únicamente en los sistemas de poda si no en varios aspectos más. No parece haber acuerdo en el momento adecuado; como no lo hay en dejar las flores marchitas sobre las plantas o no; al igual que tampoco existe unanimidad en lo que hace a la severidad de la poda...Creo que para cada "teoría" hay sus argumentos y que casi todas son aconsejables según los fines que se persigan y sobretodo según la variedad que se cultive de hortensia y el clima de nuestro jardín.
En lo que sí parece haber unanimidad es en que las hortensias florecen en los extremos de las ramas del año anterior, en concreto en sus yemas apicales que han llegado a madurar.

Veamos las distintas opiniones sobre todos estos aspectos. 

Empecemos por el momento de la poda¿Podar en otoño o podar al final del invierno o inicios de la primavera? 
Las hortensias son arbustos bastante resistentes pero no aguantan fríos extremos, especialmente si hablamos del crecimiento nuevo. Lo cual no quiere decir que no se puedan cultivar en jardines como el mío dónde hiela a menudo en invierno, sencillamente el frío, las heladas, serán un factor que hay que tener en cuenta a la hora de podar.
Si podamos en otoño estaremos fomentando el rebrote de la planta. Esto no representará problema en climas suaves pero en los fríos con heladas hay peligro de que esa vegetación crecida desde el otoño, al no ser todavía madera madura, se vea perjudicada por las heladas invernales, especialmente en las partes más altas del arbusto, en los extremos de las ramas que es dónde están las yemas florales que abrirán la próxima temporada cuando terminen de madurar.

Considerando ésto, parece aconsejable que las hortensias que se cultivan en jardines con climas suaves, dónde no hace demasiado frío en invierno, pueden podarse en otoño. Hacerlo así quizás adelanta en algo la floración.
Por el contrario, las que se cultivan en climas de inviernos muy fríos, es mejor aplazar la poda al inicio de la primavera o final del invierno no arriesgándose a que se perjudiquen por heladas las ramas brotadas.

Otro asunto que levanta polémicas: A casi ras del suelo todas las ramas o de forma selectiva? Según qué jardineros afirman que haciéndolo así la hortensia florece igualmente. Este asunto parece ir muy en relación con la variedad de hortensia que tratemos.
Dentro de las macrophyllas hay dos "tipos" que podríamos llamar "variedades antiguas" y "variedades modernas". 
Las variedades antiguas y que ya no se comercializan,  son más resistentes que las variedades modernas y precisan de menos tiempo para madurar sus yemas florales. De ahí, según Julio-Barcelona vendría la costumbre de podar a ras todas sus ramas en agosto. Precisamente por el hecho de que son variedades muy rústicas y muy fuertes pueden desarrollar rápidamente las ramas en cuyos brotes finales se forman sus yemas florales, y el tiempo que precisan para ello (para que maduren sus yemas flores) es inferior al de los cultivares modernos. 
Por el contrario, los cultivares actuales precisan para madurar las yemas florales todo el período de agosto al invierno (latencia) más el que va de la primavera hasta la floración.
Es decir, que estas variedades actuales florecen sobre madera vieja.
Incluso con relación a esta poda severa hay quién afirma que es cuestión de que la hortensia "esté acostumbrada" o no a esta poda drástica. No sé hasta qué punto tienen base estas ideas, ya digo, porque no lo he puesto en práctica nunca y por tanto no tengo opinión sobre el asunto.
En todo caso me planteo algunas cosas:
  • En todos los climas ocurre eso? En climas con heladas si podamos todos los tallos de las hortensias casi a ras del suelo florece abundantemente? Yo no lo he experimentado nunca, así que no puedo asegurarlo. Pero diría que no, que si las hortensias florecen en yemas apicales de ramas nacidas la temporada anterior, si hemos podado todas las ramas el otoño anterior o al inicio de la primavera, nos habremos quedado sin yemas florales.
  • He visto aquí en Madrid hortensias podadas así, a ras del suelo casi, pero no he tenido la oportunidad de ver los resultados. Y ya se sabe, a veces hacemos las cosas con el sistema que nos enseñaron o el que hemos tenido desde siempre y no nos cuestionamos cambiarlo.
  • Ese tipo de poda severa es válida para todas las variedades de las macrophyllas? O únicamente lo es para el tipo de hortensias que se cultivaban antiguamente, las que llamamos "antiguas"? 
Tengo una hortensia de las antiguas y seguramente me animaré a hacer esta poda a ras cuando llegue agosto así podré decir de primera mano los resultados de este sistema.

Más polémicas: Eliminar las flores al marchitarse tras la floración o permitir que permanezcan durante el invierno y cortarlas cuando se pode?
El argumento para eliminar las flores marchitas es que al hacerlo, cortando las ramas floridas a un par  o tres de nudos por debajo de la flor, se fomenta que surjan brotes laterales del resto de la rama que queda,  que mientras dura la actividad vegetativa (de agosto al invierno) sirven para contribuir al mantenimiento de la planta a la vez que los botones florales comienzan a formarse durante el otoño terminando su maduración en la siguiente primavera.
Pero además, según algunos entendidos, parece ser que si las flores se retiran muy tempranamente, todo este tiempo desde que se practica esta especie de "poda de despunte" es tiempo ganado en la maduración de las yemas que brotarán por debajo del corte al eliminar las flores. No retirándolas estos brotes nuevos no saldrían, lo harían tras la poda de otoño o invierno (según la que practiquemos por nuestro clima) y por tanto no habrían tenido tiempo de madurar.
Con independencia del resultado (que tampoco he constatado) de este "despunte" o poda de limpieza según van marchitándose las flores yo le veo un inconveniente, es el que se pierde los cambios de coloración de las panículas florales. A mí personalmente me encantan los tonos que van adoptando según envejecen y me parece que su permanencia sobre el arbusto alarga el tiempo de interés. Es más, me parecen preciosas una vez secas luciendo sobre la planta incluso en invierno. Incluso habría un argumento más para dejar las inflorescencias marchitas, ya con preciosos tonos pajizos sobre el arbusto: en climas fríos no dejan de representar cierta protección frente a las heladas.
Pero bueno, este aspecto también será cuestión de probarlo. Pondré en práctica esta eliminación de las flores cortando las ramas sobre las que hayan crecido dos yemas por debajo, a ver qué resultados observo.
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Dejando de lado las distintas polémicas y dudas sobre la poda, no estaría de más repasar algunas nociones sobre el modo de crecimiento y floración de estas preciosas plantas. A veces creo que aplicamos términos iguales a conceptos distintos y de ahí vienen muchas veces los errores y las dificultades que tenemos para entender la poda de este arbusto. Desde qué entendemos por rama, a qué es una rama vieja y una nueva... son términos que seguramente nos pondrían a todos más de acuerdo si los empleáramos para los mismos conceptos. 
Por ejemplo en las explicaciones que hacemos sobre la poda usamos el término "rama" aplicado al crecimiento completo desde que sale de la tierra hasta su último extremo incluídas las ramificaciones laterales que tenga. Pero también lo usaos para designar a estas "ramificaciones" laterales, creando, yo creo, bastante confusión.

Dónde se produce la floración: Las hortensias florecen en el extremo de las ramas que crecieron la temporada anterior pero solo lo hacen en las que tuvieron tiempo para madurar sus yemas apicales: 
Así pues podemos observar como florecen en:
  • El extremo de las ramas nacidas directamente desde el suelo la temporada anterior  y que no presentan ramificaciones. Presentan un color más oscuro que las ramas viejas, es madera menos lignificada. Crecieron la temporada anterior pero como sus yemas apicales no habían madurado no llegaron a florecer. 
Estas ramas nuevas de la temporada anterior, que florecerán la presente, una vez florecidas ya no volverán a sacar flor. Tras su floración, de sus yemas laterales nacerán ramas laterales que serán las que porten las flores la siguiente temporada en sus ápices de crecimiento.
Estas ramas nuevas que no han florecido no deben podarse porque son las que florecerán la próxima temporada.

  • También florecen en éstas últimas que acabo de mencionar, en las ramificaciones laterales que brotaron la temporada anterior desde una rama de más edad. Las yemas apicales de estas ramificaciones laterales tampoco llegaron a madurar y por tanto no florecieron, lo harán durante el verano.

Estas ramificaciones trataremos de conservarlas sin podar pero en ocasiones, si salen de una rama muy vieja que debemos eliminar, desaparecerán al eliminar este tallo muy envejecido.

La edad de los vástagos de las hortensias se diferencian por el aspecto de su madera y por sus ramificaciones. 

  • Las ramas de dos o más años. Son ramas que ya han florecido. Tienen un tono blanquecido, están muy lignificada y con aspecto viejo y suelen tener ramificaciones. Son ramas que al pasar los años dejan de ser productivas y que es conveniente ir eliminando progresivamente desde su base para que el arbusto no envejezca. Al hacerlo, se fomenta que surjan nuevas ramas con vigor que florecerán sin problemas en las siguientes temporadas.

Estas ramas ya viejas, si lo son de hace varios años se eliminarán del todo. Si tienen poco tiempo y tienen ramas laterales que se ve que son productivas se tratará de conservar parte de ellas y si solo tienen dos años pueden podarse algo menos para que sigan echando ramificaciones laterales floríferas.

  • Las ramas nuevas, son todas aquellas que han crecido en la temporada anterior y que no han florecido todavía. Brotan, como hemos dicho,  tanto desde el suelo como desde ramas con más edad constituyendo ramas laterales de aquellas. Tienen un color más oscuro, su madera tiene un aspecto más liso, claramente más joven. En sus ápices de crecimiento presentan yemas que florecerán al llegar el inicio del verano. Por tanto, en principio no se eliminarán, sobretodo si se trata de ramas que crecen directamente desde el suelo, sin ramificaciones.
  • Y por último, están los brotes basales. Son yemas con frecuencia bastante fuertes que son las que darán lugar a ramas que crecerán durante la estación. En su extremo portan una yema que no florecerá ese verano si no que lo hará la siguiente temporada, cuando la madera madure.
No debemos eliminar todos estos brotes porque son los que posibilitan que podamos ir rejuveneciendo el arbusto, eliminando ramas viejas que serán sustituidas por los crecimientos que darán lugar estas yemas que brotan desde el nivel del suelo.

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Por último, quisiera explicar cómo las he podado yo siempre. Reconozco que todas las veces he aplicado el mismo sistema y que no he hecho variaciones porque los resultados que he obtenido a mí me han parecido bastante buenos. De todos modos el próximo invierno probaré algunos cambios desde, al menos en algunas plantas, para ver los resultados de las opiniones de otros jardineros.


Mi forma no es nada nueva ni original, yo creo que es como las poda la mayor parte de la gente pero en fin, quizás alguien que comienza a cultivar hortensias le pueda aclarar o servir para algo.
Tengo que decir que yo no elimino normalmente las flores marchitas. Permito que sigan en el arbusto y disfruto de ellas hasta que llega la primavera.
Tanto en el jardín que tuve en el interior de la provincia de Barcelona (hace ya más de veinte años) como en los dos que he cuidado aquí en Madrid dónde los inviernos son bastante rigurosos y con heladas, he aplazado la poda al final de febrero. En realidad cuando veo las yemas de las hortensias que están comenzando a activarse que suele ser cuando las heladas remiten y las temperaturas comienzan a aumentar. Ese es el momento que elijo para comenzar a podar.
Voy a explicar el sistema (que no es más que mi modo de hacer esta poda) con imágenes que siempre resultan más esclarecedoras. 
Esta hortensia se cultivó en contenedor, estuvo la temporada anterior amontonada en el patio de mi casa anterior por circunstancias que no vienen al caso ahora y creció con bastante mala forma. A pesar de que, como digo, suelo conservar las floraciones secas, ésta no las tiene porque las eliminé cuando la planté en tierra para facilitarme la labor.

He simplificado un poco con Photoshop la imagen de esta hortensia que podé no hace mucho para que se vean más nítidas los distintos tipos de ramas que tiene este arbusto.

1.- Creo que es mejor que se comience a podar por lo que tenemos seguridad de que hay que podarlo. De modo que ramillas muertas, demasiado delgadas, enfermas o que crezcan hacia el interior del arbusto, fuera!!
2.- Sigamos. Las ramas muy viejas ya de varios años, muy lignificadas e improductivas ...las corto casi a ras del suelo!! Tener en cuenta que estas ramas se agotan y será difícil que de ellas broten ramas que pudieran tener flores en el futuro.
Las ramas viejas, según sean de dos o más años (son ramificadas) reducirlas entre un tercio o a la mitad. Con este corte, lógicamente nos llevamos también algunas ramificaciones que brotaron la temporada anterior (Por ejemplo, en esta foto, abajo, a la derecha...)

3.- Las ramas viejas de dos años que no están ramificadas (no son tan viejas, claro) y que ya florecieron cortarlas entre uno y dos tercios.


Y por último, es conveniente conservar una forma equilibrada en el arbusto. De manera que aunque algunas de ellas sean ramas que podrían florecer la temporada siguiente, es aconsejable acortarlas. Igualmente acortaremos (o incluso eliminaremos si es preciso) las que sobresalgan demasiado del contorno del arbusto o las que tengamos previsión por la posición en la que están de que al crecer, con el peso de la vegetación, llegarían a tocar el suelo.

Et voilà!! Hortensia podada!!
Es un lío? :) Pero si entendemos cómo crecen y florecen las hortensias no lo es tanto!! De verdad!!  ;)

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